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Bible in 90 Days

An intensive Bible reading plan that walks through the entire Bible in 90 days.
Duration: 88 days
Spanish Blue Red and Gold Letter Edition (SRV-BRG)
Version
Job 42 - Salmos 24

42 Y RESPONDIÓ Job á Jehová, y dijo:

Yo conozco que todo lo puedes,

Y que no hay pensamiento que se esconda de ti.

¿Quién es el que oscurece el consejo sin ciencia?

Por tanto yo denunciaba lo que no entendía;

Cosas que me eran ocultas, y que no las sabía.

Oye, te ruego, y hablaré:

Te preguntaré, y tú me enseñarás.

De oídas te había oído;

Mas ahora mis ojos te ven.

Por tanto me aborrezco, y me arrepiento

En el polvo y en la ceniza.

Y aconteció que después que habló Jehová estas palabras á Job, Jehová dijo á Eliphaz Temanita: Mi ira se encendió contra ti y tus dos compañeros: porque no habéis hablado por mí lo recto, como mi siervo Job.

Ahora pues, tomaos siete becerros y siete carneros, y andad á mi siervo Job, y ofreced holocausto por vosotros, y mi siervo Job orará por vosotros; porque de cierto á él atenderé para no trataros afrentosamente, por cuanto no habéis hablado por mí con rectitud, como mi siervo Job.

Fueron pues Eliphaz Temanita, y Bildad Suhita, y Sophar Naamatita, e hicieron como Jehová les dijo: y Jehová atendió á Job.

10 Y mudó Jehová la aflicción de Job, orando él por sus amigos: y aumentó al doble todas las cosas que habían sido de Job.

11 Y vinieron a él todos sus hermanos, y todas sus hermanas, y todos los que antes le habían conocido, y comieron con él pan en su casa, y condoliéronse de él, y consoláronle de todo aquel mal que sobre él había Jehová traído; y cada uno de ellos le dió una pieza de moneda, y un zarcillo de oro.

12 Y bendijo Jehová la postrimería de Job más que su principio; porque tuvo catorce mil ovejas, y seis mil camellos, y mil yuntas de bueyes, y mil asnas.

13 Y tuvo siete hijos y tres hijas.

14 Y llamó el nombre de la una, Jemimah, y el nombre de la segunda, Cesiah, y el nombre de la tercera, Keren-happuch.

15 Y no se hallaron mujeres tan hermosas como las hijas de Job en toda la tierra: y dióles su padre herencia entre sus hermanos.

16 Y después de esto vivió Job ciento y cuarenta años, y vió á sus hijos, y á los hijos de sus hijos, hasta la cuarta generación.

17 Murió pues Job viejo, y lleno de días.

BIENAVENTURADO el varón que no anduvo en consejo de malos,

Ni estuvo en camino de pecadores,

Ni en silla de escarnecedores se ha sentado;

Antes en la ley de Jehová está su delicia,

Y en su ley medita de día y de noche.

Y será como el árbol plantado junto á arroyos de aguas,

Que da su fruto en su tiempo,

Y su hoja no cae;

Y todo lo que hace, prosperará.

No así los malos:

Sino como el tamo que arrebata el viento.

Por tanto no se levantarán los malos en el juicio,

Ni los pecadores en la congregación de los justos.

Porque Jehová conoce el camino de los justos;

Mas la senda de los malos perecerá.

¿POR qué se amotinan las gentes,

Y los pueblos piensan vanidad?

Estarán los reyes de la tierra,

Y príncipes consultarán unidos

Contra Jehová, y contra su ungido, diciendo:

Rompamos sus coyundas,

Y echemos de nosotros sus cuerdas.

El que mora en los cielos se reirá;

El Señor se burlará de ellos.

Entonces hablará á ellos en su furor,

Y turbarálos con su ira.

Yo empero he puesto mi rey

Sobre Sión, monte de mi santidad.

Yo publicaré el decreto:

Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú;

Yo te engendré hoy.

Pídeme, y te daré por heredad las gentes,

Y por posesión tuya los términos de la tierra.

Quebrantarlos has con vara de hierro:

Como vaso de alfarero los desmenuzarás.

10 Y ahora, reyes, entended:

Admitid corrección, jueces de la tierra.

11 Servid á Jehová con temor,

Y alegraos con temblor.

12 Besad al Hijo, porque no se enoje, y perezcáis en el camino,

Cuando se encendiere un poco su furor.

Bienaventurados todos los que en él confían.

Salmo de David, cuando huía de delante de Absalom su hijo.

¡OH Jehová, cuánto se han multiplicado mis enemigos!

Muchos se levantan contra mí.

Muchos dicen de mi vida:

No hay para él salud en Dios. (Selah.)

Mas tú, Jehová, eres escudo alrededor de mí:

Mi gloria, y el que ensalza mi cabeza.

Con mi voz clamé á Jehová,

Y él me respondió desde el monte de su santidad. (Selah.)

Yo me acosté, y dormí,

Y desperté; porque Jehová me sostuvo.

No temeré de diez millares de pueblos,

Que pusieren cerco contra mí.

Levántate, Jehová; sálvame, Dios mío:

Porque tú heriste á todos mis enemigos en la quijada;

Los dientes de los malos quebrantaste.

De Jehová es la salud:

Sobre tu pueblo será tu bendición. (Selah.)

Al Músico principal: sobre Neginoth: Salmo de David.

RESPÓNDEME cuando clamo, oh Dios de mi justicia:

Estando en angustia, tú me hiciste ensanchar:

Ten misericordia de mí, y oye mi oración.

Hijos de los hombres, ¿hasta cuándo volveréis mi honra en infamia,

Amaréis la vanidad, y buscaréis la mentira? (Selah.)

Sabed pues, que Jehová hizo apartar al pío para sí:

Jehová oirá cuando yo á él clamare.

Temblad, y no pequéis:

Conversad en vuestro corazón sobre vuestra cama, y desistid. (Selah.)

Ofreced sacrificios de justicia,

Y confiad en Jehová.

Muchos dicen: ¿Quién nos mostrará el bien?

Alza sobre nosotros, oh Jehová, la luz de tu rostro.

Tú diste alegría en mi corazón,

Más que tienen ellos en el tiempo que se multiplicó su grano y su mosto.

En paz me acostaré, y asimismo dormiré;

Porque solo tú, Jehová, me harás estar confiado.

Al Músico principal: sobre Nehiloth: Salmo de David.

ESCUCHA, oh Jehová, mis palabras;

Considera la meditación mía.

Está atento á la voz de mi clamor, Rey mío y Dios mío,

Porque á ti oraré.

Oh Jehová, de mañana oirás mi voz;

De mañana me presentaré á ti, y esperaré.

Porque tú no eres un Dios que ame la maldad:

El malo no habitará junto á ti.

No estarán los insensatos delante de tus ojos:

Aborreces á todos los que obran iniquidad.

Destruirás á los que hablan mentira:

Al hombre de sangres y de engaño abominará Jehová.

Y yo en la multitud de tu misericordia entraré en tu casa:

Adoraré hacia el templo de tu santidad en tu temor.

Guíame, Jehová, en tu justicia á causa de mis enemigos;

Endereza delante de mí tu camino.

Porque no hay en su boca rectitud:

Sus entrañas son pravedades;

Sepulcro abierto su garganta:

Con su lengua lisonjearán.

10 Desbarátalos, oh Dios;

Caigan de sus consejos:

Por la multitud de sus rebeliones échalos,

Porque se rebelaron contra ti.

11 Y alegrarse han todos los que en ti confían;

Para siempre darán voces de júbilo, porque tú los defiendes:

Y en ti se regocijarán los que aman tu nombre.

12 Porque tú, oh Jehová, bendecirás al justo;

Lo cercarás de benevolencia como con un escudo.

Al Músico principal: en Neginoth sobre Seminith: Salmo de David.

JEHOVÁ, no me reprendas en tu furor,

Ni me castigues con tu ira.

Ten misericordia de mí, oh Jehová, porque yo estoy debilitado:

Sáname, oh Jehová, porque mis huesos están conmovidos.

Mi alma asimismo está muy conturbada:

Y tú, Jehová, ¿hasta cuándo?

Vuelve, oh Jehová, libra mi alma;

Sálvame por tu misericordia.

Porque en la muerte no hay memoria de ti:

¿Quién te loará en el sepulcro?

Heme consumido á fuerza de gemir:

Todas las noches inundo mi lecho,

Riego mi estrado con mis lágrimas.

Mis ojos están carcomidos de descontento;

Hanse envejecido á causa de todos mis angustiadores.

Apartaos de mí, todos los obradores de iniquidad;

Porque Jehová ha oído la voz de mi lloro.

Jehová ha oído mi ruego;

Ha recibido Jehová mi oración.

10 Se avergonzarán, y turbaránse mucho todos mis enemigos;

Volveránse y serán avergonzados subitáneamente.

Sigaión de David, que cantó á Jehová sobre las palabras de Cus, hijo de Benjamín.

JEHOVÁ Dios mío, en ti he confiado:

Sálvame de todos los que me persiguen, y líbrame;

No sea que arrebate mi alma, cual león

Que despedaza, sin que haya quien libre.

Jehová Dios mío, si yo he hecho esto,

Si hay en mis manos iniquidad;

Si dí mal pago al pacífico conmigo,

(Hasta he libertado al que sin causa era mi enemigo;)

Persiga el enemigo mi alma, y alcáncela;

Y pise en tierra mi vida,

Y mi honra ponga en el polvo. (Selah.)

Levántate; oh Jehová, con tu furor;

Alzate á causa de las iras de mis angustiadores,

Y despierta en favor mío el juicio que mandaste.

Y te rodeará concurso de pueblo;

Por cuyo amor vuélvete luego á levantar en alto.

Jehová juzgará los pueblos:

Júzgame, oh Jehová, conforme á mi justicia y conforme á mi integridad.

Consúmase ahora la malicia de los inicuos, y establece al justo;

Pues el Dios justo prueba los corazones y los riñones.

10 Mi escudo está en Dios,

Que salva á los rectos de corazón.

11 Dios es el que juzga al justo:

Y Dios está airado todos los días contra el impío.

12 Si no se convirtiere, él afilará su espada:

Armado tiene ya su arco, y lo ha preparado.

13 Asimismo ha aparejado para él armas de muerte;

Ha labrado sus saetas para los que persiguen.

14 He aquí ha tenido parto de iniquidad:

Concibió trabajo, y parió mentira.

15 Pozo ha cavado, y ahondádolo;

Y en la fosa que hizo caerá.

16 Su trabajo se tornará sobre su cabeza,

Y su agravio descenderá sobre su mollera.

17 Alabaré yo á Jehová conforme á su justicia,

Y cantaré al nombre de Jehová el Altísimo.

Al Músico principal: sobre Gittith: Salmo de David.

OH Jehová, Señor nuestro,

¡Cuán grande es tu nombre en toda la tierra,

Que has puesto tu gloria sobre los cielos!

De la boca de los chiquitos y de los que maman, fundaste la fortaleza,

A causa de tus enemigos,

Para hacer cesar al enemigo, y al que se venga.

Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos,

La luna y las estrellas que tú formaste:

Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria,

Y el hijo del hombre, que lo visites?

Pues le has hecho poco menor que los ángeles,

Y coronástelo de gloria y de lustre.

Hicístelo enseñorear de las obras de tus manos;

Todo lo pusiste debajo de sus pies:

Ovejas, y bueyes, todo ello;

Y asimismo las bestias del campo;

Las aves de los cielos, y los peces de la mar;

Todo cuanto pasa por los senderos de la mar.

Oh Jehová, Señor nuestro,

¡Cuán grande es tu nombre en toda la tierra!

Al Músico principal: sobre Muth-labben: Salmo de David.

TE alabaré, oh Jehová, con todo mi corazón;

Contaré todas tus maravillas.

Alegraréme y regocijaréme en ti:

Cantaré á tu nombre, oh Altísimo;

Por haber sido mis enemigos vueltos atrás:

Caerán y perecerán delante de ti.

Porque has hecho mi juicio y mi causa:

Sentástete en silla juzgando justicia.

Reprendiste gentes, destruiste al malo,

Raíste el nombre de ellos para siempre jamás.

Oh enemigo, acabados son para siempre los asolamientos;

Y las ciudades que derribaste,

Su memoria pereció con ellas.

Mas Jehová permanecerá para siempre:

Dispuesto ha su trono para juicio.

Y él juzgará el mundo con justicia;

Y juzgará los pueblos con rectitud.

Y será Jehová refugio al pobre,

Refugio para el tiempo de angustia.

10 Y en ti confiarán los que conocen tu nombre;

Por cuanto tú, oh Jehová, no desamparaste á los que te buscaron.

11 Cantad á Jehová, que habita en Sión:

Noticiad en los pueblos sus obras.

12 Porque demandando la sangre se acordó de ellos:

No se olvidó del clamor de los pobres.

13 Ten misericordia de mí, Jehová:

Mira mi aflicción que padezco de los que me aborrecen,

Tú que me levantas de las puertas de la muerte;

14 Porque cuente yo todas tus alabanzas

En las puertas de la hija de Sión,

Y me goce en tu salud.

15 Hundiéronse las gentes en la fosa que hicieron;

En la red que escondieron fué tomado su pie.

16 Jehová fué conocido en el juicio que hizo;

En la obra de sus manos fué enlazado el malo. (Higaion. Selah.)

17 Los malos serán trasladados al infierno,

Todas las gentes que se olvidan de Dios.

18 Porque no para siempre será olvidado el pobre;

Ni la esperanza de los pobres perecerá perpetuamente.

19 Levántate, oh Jehová; no se fortalezca el hombre;

Sean juzgadas las gentes delante de ti.

20 Pon, oh Jehová, temor en ellos:

Conozcan las gentes que son no más que hombres. (Selah.)

10 ¿POR qué estás lejos, oh Jehová,

Y te escondes en el tiempo de la tribulación?

Con arrogancia el malo persigue al pobre:

Serán cogidos en los artificios que han ideado.

Por cuanto se alaba el malo del deseo de su alma,

Y bendice al codicioso ó quien Jehová aborrece.

El malo, por la altivez de su rostro, no busca á Dios:

No hay Dios en todos sus pensamientos.

Sus caminos son viciosos en todo tiempo:

Tus juicios los tiene muy lejos de su vista:

Echa bocanadas en orden á todos sus enemigos.

Dice en su corazón: No seré movido en ningún tiempo,

Ni jamás me alcanzará el infortunio.

Llena está su boca de maldición, y de engaños y fraude:

Debajo de su lengua, vejación y maldad.

Está en las guaridas de las aldeas:

En los escondrijos mata al inocente:

Sus ojos están acechando al pobre.

Acecha en oculto, como el león desde su cama:

Acecha para arrebatar al pobre:

Arrebata al pobre trayéndolo á su red.

10 Encógese, agáchase,

Y caen en sus fuerzas muchos desdichados.

11 Dice en su corazón: Dios está olvidado,

Ha encubierto su rostro; nunca lo verá.

12 Levántate, oh Jehová Dios, alza tu mano,

No te olvides de los pobres.

13 ¿Por qué irrita el malo á Dios?

En su corazón ha dicho que no lo inquirirás.

14 lo tienes visto: porque tú miras el trabajo, y la vejación, para vengarle por tu mano:

A ti se acoge el pobre,

Tú eres el amparo del huérfano.

15 Quebranta el brazo del malo:

Del maligno buscarás su maldad, hasta que ninguna halles.

16 Jehová, Rey eterno y perpetuo:

De su tierra fueron destruídas las gentes.

17 El deseo de los humildes oíste, oh Jehová:

Tú dispones su corazón, y haces atento tu oído;

18 Para juzgar al huérfano y al pobre,

A fin de que no vuelva más á hacer violencia el hombre de la tierra.

Al Músico principal: Salmo de David.

11 EN Jehová he confiado;

¿Cómo decís á mi alma:

Escapa al monte cual ave?

Porque he aquí, los malos flecharon el arco,

Apercibieron sus saetas sobre la cuerda,

Para asaetear en oculto á los rectos de corazón.

Si fueren destruídos los fundamentos,

¿Qué ha de hacer el justo?

Jehová en el templo de su santidad:

La silla de Jehová está en el cielo:

Sus ojos ven, sus párpados examinan á los hijos de los hombres.

Jehová prueba al justo;

Empero al malo y al que ama la violencia, su alma aborrece.

Sobre los malos lloverá lazos;

Fuego y azufre, con vientos de torbellinos, será la porción del cáliz de ellos.

Porque el justo Jehová ama la justicia:

Al recto mirará su rostro.

Al Músico principal: sobre Seminith: Salmo de David.

12 SALVA, oh Jehová, porque se acabaron los misericordiosos:

Porque se han acabado los fieles de entre los hijos de los hombres.

Mentira habla cada uno con su prójimo;

Con labios lisonjeros, con corazón doble hablan.

Destruirá Jehová todos los labios lisonjeros,

La lengua que habla grandezas,

Que dijeron: Por nuestra lengua prevaleceremos;

Nuestros labios están con nosotros: ¿quién nos es señor?

Por la opresión de los pobres, por el gemido de los menesterosos,

Ahora me levantaré, dice Jehová:

Pondrélos en salvo del que contra ellos se engríe.

Las palabras de Jehová, palabras limpias;

Plata refinada en horno de tierra,

Purificada siete veces.

Tú, Jehová, los guardarás;

Guárdalos para siempre de aquesta generación.

Cercando andan los malos,

Mientras son exaltados los más viles de los hijos de los hombres.

Al Músico principal: Salmo de David.

13 ¿HASTA cuándo, Jehová? ¿me olvidarás para siempre?

¿Hasta cuándo esconderás tu rostro de mí?

¿Hasta cuándo pondré consejos en mi alma,

Con ansiedad en mi corazón cada día?

¿Hasta cuándo será enaltecido mi enemigo sobre mí?

Mira, óyeme, Jehová Dios mío:

Alumbra mis ojos, porque no duerma en muerte;

Porque no diga mi enemigo, Vencílo:

Mis enemigos se alegrarán, si yo resbalare.

Mas yo en tu misericordia he confiado:

Alegraráse mi corazón en tu salud.

Cantaré á Jehová,

Porque me ha hecho bien.

Al Músico principal: Salmo de David.

14 DIJO el necio en su corazón:

No hay Dios.

Corrompiéronse, hicieron obras abominables;

No hay quien haga bien.

Jehová miró desde los cielos sobre los hijos de los hombres,

Por ver si había algún entendido,

Que buscara á Dios.

Todos declinaron, juntamente se han corrompido:

No hay quien haga bien, no hay ni siquiera uno.

¿No tendrán conocimiento todos los que obran iniquidad,

Que devoran á mi pueblo como si pan comiesen,

Y á Jehová no invocaron?

Allí temblaron de espanto;

Porque Dios está con la nación de los justos.

El consejo del pobre habéis escarnecido,

Por cuanto Jehová es su esperanza.

¡Quién diese de Sión la salud de Israel!

En tornando Jehová la cautividad de su pueblo,

Se gozará Jacob, y alegraráse Israel.

Salmo de David.

15 JEHOVÁ, ¿quién habitará en tu tabernáculo?

¿Quién residirá en el monte de tu santidad?

El que anda en integridad, y obra justicia,

Y habla verdad en su corazón.

El que no detrae con su lengua,

Ni hace mal á su prójimo,

Ni contra su prójimo acoge oprobio alguno.

Aquel á cuyos ojos es menospreciado el vil;

Mas honra á los que temen á Jehová:

Y habiendo jurado en daño suyo, no por eso muda.

Quien su dinero no dió á usura,

Ni contra el inocente tomó cohecho.

El que hace estas cosas, no resbalará para siempre.

Michtham de David.

16 GUÁRDAME, oh Dios, porque en ti he confiado.

Dijiste, oh alma mía, á Jehová: Tú eres el Señor:

Mi bien á ti no aprovecha;

Sino á los santos que están en la tierra,

Y á los íntegros: toda mi afición en ellos.

Multiplicaránse los dolores de aquellos que sirven diligentes á otro dios:

No ofreceré yo sus libaciones de sangre,

Ni en mis labios tomaré sus nombres.

Jehová es la porción de mi parte y de mi copa;

Tú sustentarás mi suerte.

Las cuerdas me cayeron en lugares deleitosos,

Y es hermosa la heredad que me ha tocado.

Bendeciré á Jehová que me aconseja:

Aun en las noches me enseñan mis riñones.

A Jehová he puesto siempre delante de mí:

Porque está á mi diestra no seré conmovido.

Alegróse por tanto mi corazón, y se gozó mi gloria:

También mi carne reposará segura.

10 Porque no dejarás mi alma en el sepulcro;

Ni permitirás que tu santo vea corrupción.

11 Me mostrarás la senda de la vida:

Hartura de alegrías hay con tu rostro;

Deleites en tu diestra para siempre.

Oración de David.

17 OYE, oh Jehová, justicia; está atento á mi clamor;

Escucha mi oración hecha sin labios de engaño.

De delante de tu rostro salga mi juicio;

Vean tus ojos la rectitud.

Tú has probado mi corazón, hasme visitado de noche;

Me has apurado, y nada inicuo hallaste:

Heme propuesto que mi boca no ha de propasarse.

Para las obras humanas, por la palabra de tus labios

Yo me he guardado de las vías del destructor.

Sustenta mis pasos en tus caminos,

Porque mis pies no resbalen.

Yo te he invocado, por cuanto tú me oirás, oh Dios:

Inclina á mí tu oído, escucha mi palabra.

Muestra tus estupendas misericordias, tú que salvas á los que en ti confían.

De los que se levantan contra tu diestra.

Guárdame como lo negro de la niñeta del ojo,

Escóndeme con la sombra de tus alas,

De delante de los malos que me oprimen,

De mis enemigos que me cercan por la vida.

10 Cerrados están con su grosura;

Con su boca hablan soberbiamente.

11 Nuestros pasos nos han cercado ahora:

Puestos tienen sus ojos para echarnos por tierra.

12 Parecen al león que desea hacer presa,

Y al leoncillo que está escondido.

13 Levántate, oh Jehová;

Prevén su encuentro, póstrale:

Libra mi alma del malo con tu espada;

14 De los hombres con tu mano, oh Jehová,

De los hombres de mundo, cuya parte es en esta vida,

Y cuyo vientre hinches de tu tesoro:

Hartan sus hijos,

Y dejan el resto á sus chiquitos.

15 Yo en justicia veré tu rostro:

Seré saciado cuando despertare á tu semejanza.

Al Músico principal: Salmo de David, siervo de Jehová, el cual profirió á Jehová las palabras de este cántico el día que le libró Jehová de mano de todos sus enemigos, y de mano de Saúl. Entonces dijo:

18 AMARTE he, oh Jehová, fortaleza mía.

Jehová, roca mía y castillo mío, y mi libertador;

Dios mío, fuerte mío, en él confiaré;

Escudo mío, y el cuerno de mi salud, mi refugio.

Invocaré á Jehová, digno de ser alabado,

Y seré salvo de mis enemigos.

Cercáronme dolores de muerte,

Y torrentes de perversidad me atemorizaron.

Dolores del sepulcro me rodearon,

Previniéronme lazos de muerte.

En mi angustia invoqué á Jehová,

Y clamé á mi Dios:

Él oyó mi voz desde su templo,

Y mi clamor llegó delante de él, á sus oídos.

Y la tierra fué conmovida y tembló;

Y moviéronse los fundamentos de los montes,

Y se estremecieron, porque se indignó él.

Humo subió de su nariz,

Y de su boca consumidor fuego;

Carbones fueron por él encendidos.

Y bajó los cielos, y descendió;

Y oscuridad debajo de sus pies.

10 Y cabalgó sobre un querubín, y voló:

Voló sobre las alas del viento.

11 Puso tinieblas por escondedero suyo, su pabellón en derredor de sí;

Oscuridad de aguas, nubes de los cielos.

12 Por el resplandor delante de él, sus nubes pasaron;

Granizo y carbones ardientes.

13 Y tronó en los cielos Jehová,

Y el Altísimo dió su voz;

Granizo y carbones de fuego.

14 Y envió sus saetas, y desbaratólos;

Y echó relámpagos, y los destruyó.

15 Y aparecieron las honduras de las aguas,

Y descubriéronse los cimientos del mundo,

A tu reprensión, oh Jehová,

Por el soplo del viento de tu nariz.

16 Envió desde lo alto; tomóme,

Sácome de las muchas aguas.

17 Libróme de mi poderoso enemigo,

Y de los que me aborrecían, aunque eran ellos más fuertes que yo.

18 Asaltáronme en el día de mi quebranto:

Mas Jehová fué mi apoyo.

19 Y sacóme á anchura:

Libróme, porque se agradó de mí.

20 Hame pagado Jehová conforme á mi justicia:

Conforme á la limpieza de mis manos me ha vuelto.

21 Porque yo he guardado los caminos de Jehová,

Y no me aparté impíamente de mi Dios.

22 Pues todos sus juicios estuvieron delante de mí,

Y no eché de mí sus estatutos.

23 Y fuí íntegro para con él, y cauteléme de mi maldad.

24 Pagóme pues Jehová conforme á mi justicia;

Conforme á la limpieza de mis manos delante de sus ojos.

25 Con el misericordioso te mostrarás misericordioso,

Y recto para con el hombre íntegro.

26 Limpio te mostrarás para con el limpio,

Y severo serás para con el perverso.

27 Y tú salvarás al pueblo humilde,

Y humillarás los ojos altivos.

28 Tú pues alumbrarás mi lámpara:

Jehová mi Dios alumbrará mis tinieblas.

29 Porque contigo desharé ejércitos;

Y con mi Dios asaltaré muros.

30 Dios, perfecto su camino:

Es acendrada la palabra de Jehová:

Escudo es á todos los que en él esperan.

31 Porque ¿qué Dios hay fuera de Jehová?

¿Y qué fuerte fuera de nuestro Dios?

32 Dios es el que me ciñe de fuerza,

E hizo perfecto mi camino;

33 Quien pone mis pies como pies de ciervas,

E hízome estar sobre mis alturas;

34 Quien enseña mis manos para la batalla,

Y será quebrado con mis brazos el arco de acero.

35 Dísteme asimismo el escudo de tu salud:

Y tu diestra me sustentó,

Y tu benignidad me ha acrecentado.

36 Ensanchaste mis pasos debajo de mí,

Y no titubearon mis rodillas.

37 Perseguido he mis enemigos, y alcancélos,

Y no volví hasta acabarlos.

38 Helos herido, y no podrán levantarse:

Cayeron debajo de mis pies.

39 Pues me ceñiste de fortaleza para la pelea;

Has agobiado mis enemigos debajo de mí.

40 Y dísteme la cerviz de mis enemigos,

Y destruí á los que me aborrecían.

41 Clamaron, y no hubo quien salvase:

Aun á Jehová, mas no los oyó.

42 Y molílos como polvo delante del viento;

Esparcílos como lodo de las calles.

43 Librásteme de contiendas de pueblo:

Pusísteme por cabecera de gentes:

Pueblo que yo no conocía, me sirvió.

44 Así que hubo oído, me obedeció;

Los hijos de extraños me mintieron;

45 Los extraños flaquearon,

Y tuvieron miedo desde sus encerramientos.

46 Viva Jehová, y sea bendita mi roca;

Y ensalzado sea el Dios de mi salud:

47 El Dios que me da las venganzas,

Y sujetó pueblos á mí.

48 Mi libertador de mis enemigos:

Hicísteme también superior de mis adversarios;

Librásteme de varón violento.

49 Por tanto yo te confesaré entre las gentes, oh Jehová,

Y cantaré á tu nombre.

50 El cual engrandece las saludes de su rey,

Y hace misericordia á su ungido,

A David y á su simiente, para siempre.

Al Músico principal: Salmo de David.

19 LOS cielos cuentan la gloria de Dios,

Y la expansión denuncia la obra de sus manos.

El un día emite palabra al otro día,

Y la una noche á la otra noche declara sabiduría.

No hay dicho, ni palabras,

Ni es oída su voz.

Por toda la tierra salió su hilo,

Y al cabo del mundo sus palabras.

En ellos puso tabernáculo para el sol.

Y él, como un novio que sale de su tálamo,

Alégrase cual gigante para correr el camino.

Del un cabo de los cielos es su salida,

Y su giro hasta la extremidad de ellos:

Y no hay quien se esconda de su calor.

La ley de Jehová es perfecta, que vuelve el alma:

El testimonio de Jehová, fiel, que hace sabio al pequeño.

Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón:

El precepto de Jehová, puro, que alumbra los ojos.

El temor de Jehová, limpio, que permanece para siempre;

Los juicios de Jehová son verdad, todos justos.

10 Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado;

Y dulces más que miel, y que la que destila del panal.

11 Tu siervo es además amonestado con ellos:

En guardarlos hay grande galardón.

12 Los errores, ¿quién los entenderá?

Líbrame de los que me son ocultos.

13 Detén asimismo á tu siervo de las soberbias;

Que no se enseñoreen de mí:

Entonces seré íntegro, y estaré limpio de gran rebelión.

14 Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti,

Oh Jehová, roca mía, y redentor mío.

Al Músico principal: Salmo de David.

20 OIGATE Jehová en el día de conflicto;

Defiéndate el nombre del Dios de Jacob.

Envíete ayuda desde el santuario,

Y desde Sión te sostenga.

Haga memoria de todos tus presentes,

Y reduzca á ceniza tu holocausto. (Selah.)

Déte conforme á tu corazón,

Y cumpla todo tu consejo.

Nosotros nos alegraremos por tu salud,

Y alzaremos pendón en el nombre de nuestro Dios:

Cumpla Jehová todas tus peticiones.

Ahora echo de ver que Jehová guarda á su ungido:

Oirálo desde los cielos de su santidad,

Con la fuerza de la salvación de su diestra.

Estos confían en carros, y aquéllos en caballos:

Mas nosotros del nombre de Jehová nuestro Dios tendremos memoria.

Ellos arrodillaron, y cayeron;

Mas nosotros nos levantamos, y nos enhestamos.

Salva, Jehová:

Que el Rey nos oiga el día que lo invocáremos.

Al Músico principal: Salmo de David.

21 ALEGRARÁSE el rey en tu fortaleza, oh Jehová;

Y en tu salud se gozará mucho.

El deseo de su corazón le diste,

Y no le negaste lo que sus labios pronunciaron. (Selah.)

Pues le has salido al encuentro con bendiciones de bien:

Corona de oro fino has puesto sobre su cabeza.

Vida te demandó, y dístele

Largura de días por siglos y siglos.

Grande es su gloria en tu salud:

Honra y majestad has puesto sobre él.

Porque lo has bendecido para siempre;

Llenástelo de alegría con tu rostro.

Por cuanto el rey confía en Jehová,

Y en la misericordia del Altísimo, no será conmovido.

Alcanzará tu mano á todos tus enemigos;

Tu diestra alcanzará á los que te aborrecen.

Ponerlos has como horno de fuego en el tiempo de tu ira:

Jehová los deshará en su furor,

Y fuego los consumirá.

10 Su fruto destruirás de la tierra,

Y su simiente de entre los hijos de los hombres.

11 Porque trazaron el mal contra ti:

Fraguaron maquinaciones, mas no prevalecerán.

12 Pues tú los pondrás en fuga,

Cuando aparejares en tus cuerdas las saetas contra sus rostros.

13 Ensálzate, oh Jehová, con tu fortaleza:

Cantaremos y alabaremos tu poderío.

Al Músico principal, sobre Ajeleth-sahar. Salmo de David.

22 DIOS mío, Dios mío, ¿por qué me has dejado?

¿Por qué estás lejos de mi salud, y de las palabras de mi clamor?

Dios mío, clamo de día, y no oyes;

Y de noche, y no hay para mí silencio.

Tú empero eres santo,

Tú que habitas entre las alabanzas de Israel.

En ti esperaron nuestros padres:

Esperaron, y tú los libraste.

Clamaron á ti, y fueron librados:

Esperaron en ti, y no se avergonzaron.

Mas yo soy gusano, y no hombre;

Oprobio de los hombres, y desecho del pueblo.

Todos los que me ven, escarnecen de mí;

Estiran los labios, menean la cabeza, diciendo:

Remítese á Jehová, líbrelo;

Sálvele, puesto que en él se complacía.

Empero tú eres el que me sacó del vientre,

El que me haces esperar desde que estaba á los pechos de mi madre.

10 Sobre ti fuí echado desde la matriz:

Desde el vientre de mi madre, tú eres mi Dios.

11 No te alejes de mí, porque la angustia está cerca;

Porque no hay quien ayude.

12 Hanme rodeado muchos toros;

Fuertes toros de Basán me han cercado.

13 Abrieron sobre mí su boca,

Como león rapante y rugiente.

14 Heme escurrido como aguas,

Y todos mis huesos se descoyuntaron:

Mi corazón fué como cera,

Desliéndose en medio de mis entrañas.

15 Secóse como un tiesto mi vigor,

Y mi lengua se pegó á mi paladar;

Y me has puesto en el polvo de la muerte.

16 Porque perros me han rodeado,

Hame cercado cuadrilla de malignos:

Horadaron mis manos y mis pies.

17 Contar puedo todos mis huesos;

Ellos miran, considéranme.

18 Partieron entre sí mis vestidos,

Y sobre mi ropa echaron suertes.

19 Mas tú, Jehová, no te alejes;

Fortaleza mía, apresúrate para mi ayuda.

20 Libra de la espada mi alma;

Del poder del perro mi única.

21 Sálvame de la boca del león,

Y óyeme librándome de los cuernos de los unicornios.

22 Anunciaré tu nombre á mis hermanos:

En medio de la congregación te alabaré.

23 Los que teméis á Jehová, alabadle;

Glorificadle, simiente toda de Jacob;

Y temed de él, vosotros, simiente toda de Israel.

24 Porque no menospreció ni abominó la aflicción del pobre,

Ni de él escondió su rostro;

Sino que cuando clamó á él, oyóle.

25 De ti será mi alabanza en la grande congregación;

Mis votos pagaré delante de los que le temen.

26 Comerán los pobres, y serán saciados:

Alabarán á Jehová los que le buscan:

Vivirá vuestro corazón para siempre.

27 Acordarse han, y volveránse á Jehová todos los términos de la tierra;

Y se humillarán delante de ti todas las familias de las gentes.

28 Porque de Jehová es el reino;

Y él se enseñoreará de las gentes.

29 Comerán y adorarán todos los poderosos de la tierra:

Postraránse delante de él todos los que descienden al polvo,

Si bien ninguno puede conservar la vida á su propia alma.

30 La posteridad le servirá;

Será ella contada por una generación de Jehová.

31 Vendrán, y anunciarán al pueblo que naciere,

Su justicia que él hizo.

Salmo de David.

23 JEHOVÁ es mi pastor; nada me faltará.

En lugares de delicados pastos me hará yacer:

Junto á aguas de reposo me pastoreará.

Confortará mi alma;

Guiárame por sendas de justicia por amor de su nombre.

Aunque ande en valle de sombra de muerte,

No temeré mal alguno; porque tú estarás conmigo:

Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.

Aderezarás mesa delante de mí, en presencia de mis angustiadores:

Ungiste mi cabeza con aceite: mi copa está rebosando.

Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida:

Y en la casa de Jehová moraré por largos días.

Salmo de David.

24 DE Jehová es la tierra y su plenitud;

El mundo, y los que en él habitan.

Porque él la fundó sobre los mares,

Y afirmóla sobre los ríos.

¿Quién subirá al monte de Jehová?

¿Y quién estará en el lugar de su santidad?

El limpio de manos, y puro de corazón:

El que no ha elevado su alma á la vanidad,

Ni jurado con engaño.

Él recibirá bendición de Jehová,

Y justicia del Dios de salud.

Tal es la generación de los que le buscan,

De los que buscan tu rostro, oh Dios de Jacob. (Selah.)

Alzad, oh puertas, vuestras cabezas,

Y alzaos vosotras, puertas eternas,

Y entrará el Rey de gloria.

¿Quién es este Rey de gloria?

Jehová el fuerte y valiente,

Jehová el poderoso en batalla.

Alzad, oh puertas, vuestras cabezas,

Y alzaos vosotras, puertas eternas,

Y entrará el Rey de gloria.

10 ¿Quién es este Rey de gloria?

Jehová de los ejércitos,

Él es el Rey de la gloria. (Selah.)

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