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Bible in 90 Days

An intensive Bible reading plan that walks through the entire Bible in 90 days.
Duration: 88 days
Nueva Versión Internacional (NVI)
Version
Ezequiel 12:21-23:39

21 La palabra del Señor vino a mí y me dijo: 22 «Hijo de hombre, ¿qué quiere decir este refrán que se repite en la tierra de Israel: “Se cumple el tiempo, pero no la visión”? 23 Por lo tanto, adviérteles que así dice el Señor y Dios: “Pondré fin a ese refrán y ya no volverán a repetirlo en Israel”. También diles: “Ya vienen los días en que se cumplirán las visiones. 24 Pues ya no habrá visiones engañosas ni predicciones que susciten falsas expectativas en el pueblo de Israel. 25 Porque yo, el Señor, hablaré y lo que diga se cumplirá sin retraso. Pueblo rebelde, mientras ustedes aún tengan vida, yo cumpliré mi palabra”», afirma el Señor y Dios.

26 La palabra del Señor vino a mí y me dijo: 27 «Hijo de hombre, el pueblo de Israel anda diciendo que tus visiones son para un futuro distante y que tus profecías son a largo plazo.

28 »Por lo tanto, adviérteles que así dice el Señor y Dios: “Mis palabras se cumplirán sin retraso: yo cumpliré con lo que digo”», afirma el Señor y Dios.

Condena a los falsos profetas

13 La palabra del Señor vino a mí y me dijo: «Hijo de hombre, profetiza contra los profetas de Israel que hacen vaticinios según su propia imaginación y diles que escuchen la palabra del Señor. Así dice el Señor y Dios: “¡Ay de los profetas insensatos que, sin haber recibido ninguna visión, siguen su propio espíritu! Tus profetas, Israel, son como chacales entre las ruinas. No han subido a las brechas del muro para repararlo para el pueblo de Israel, para que se mantenga firme en la batalla del día del Señor. Sus visiones son falsas y mentirosas sus adivinaciones. Dicen: ‘Lo afirma el Señor’, pero el Señor no los ha enviado; sin embargo, ellos esperan que se cumpla su palabra. ¿Acaso no son falsas sus visiones, y mentirosas sus adivinaciones, cuando dicen: ‘Lo afirma el Señor’, sin que yo haya hablado?

»”Por tanto, así dice el Señor y Dios: A causa de sus palabras falsas y visiones mentirosas, aquí estoy contra ustedes, afirma el Señor y Dios. Levantaré mi mano contra los profetas; contra aquellos que tienen visiones falsas y ofrecen adivinaciones mentirosas. No participarán en la asamblea de mi pueblo, ni aparecerán sus nombres en los registros de los israelitas, ni entrarán en el país de Israel. Así sabrán ustedes que yo soy el Señor y Dios.

10 »”Así es, en efecto. Estos profetas han engañado a mi pueblo diciendo: ‘¡Paz!’, pero no hay paz; construye el muro y lo cubre de cal. 11 Di a los que lo cubren con cal que se van a caer, pues vendrá una lluvia torrencial, abundante granizo y viento huracanado. 12 Y cuando el muro se haya caído, les preguntarán: ‘¿Dónde está la hermosa fachada?’.

13 »”Por tanto, así dice el Señor y Dios: En mi furia desataré un viento huracanado; en mi ira, una lluvia torrencial; en mi furia, granizo destructor. 14 Echaré por los suelos el muro con su cobertura de cal; sus endebles cimientos quedarán al descubierto. Y cuando caiga, ustedes perecerán; así sabrán que yo soy el Señor. 15 Descargaré mi furia contra el muro y sobre los que la cubrieron con cal. A ustedes les diré que ya no queda muro ni los que lo recubrieron: 16 esos profetas de Israel que profetizaban acerca de Jerusalén tenían visiones falsas; les anunciaban visiones de paz, cuando no había paz, afirma el Señor y Dios”.

Condena a las profetisas

17 »Y ahora tú, hijo de hombre, enfréntate a las hijas de tu pueblo que profetizan según sus propios delirios. ¡Profetiza contra ellas! 18 Adviérteles que así dice el Señor y Dios: “¡Ay de las que hacen objetos de hechicería y velos de varios tamaños para atrapar a la gente![a] ¿Acaso creen que pueden atrapar la vida de mi pueblo y salvarse ustedes? 19 Ustedes me han profanado delante de mi pueblo por un puñado de cebada y unas migajas de pan. Por las mentiras que dicen, y que mi pueblo cree, se mata a los que no deberían morir y se deja con vida a los que no merecen vivir.

20 »”Por tanto, así dice el Señor y Dios: Estoy contra sus hechicerías, con las que ustedes atrapan a la gente como a pájaros. Pero yo los arrancaré de sus brazos y los dejaré libres para volar. 21 Rescataré a mi pueblo de esos sortilegios, para que dejen de ser presa en sus manos. Así sabrán que yo soy el Señor. 22 Porque ustedes han descorazonado al justo con sus mentiras, sin que yo lo haya afligido. Han alentado al malvado para que no se convierta de su mala conducta y se salve. 23 Por eso ya no volverán a tener visiones falsas ni a practicar la adivinación. Yo rescataré a mi pueblo del poder de ustedes y así sabrán que yo soy el Señor”».

Contra la idolatría

14 Unos ancianos de Israel vinieron a visitarme y se sentaron frente a mí. La palabra del Señor vino a mí y me dijo: «Hijo de hombre, estas personas han hecho de su corazón un altar de ídolos y han puesto piedras de tropiezo que los hacen pecar. ¿Cómo voy a permitir que me consulten? Por tanto, habla con ellos y adviérteles que así dice el Señor y Dios: “A todo israelita que haya hecho de su corazón un altar de ídolos y que, después de haber colocado a su paso piedras de tropiezo que lo hagan pecar, consulte al profeta, yo el Señor le responderé según la multitud de sus ídolos. Así cautivaré el corazón de los israelitas que por causa de todos esos ídolos se hayan alejado de mí”.

»Por tanto, adviértele al pueblo de Israel que así dice el Señor y Dios: “¡Arrepiéntanse! Apártense de una vez y por todas de su idolatría y de todas sus abominaciones”. Yo, el Señor, seré quien responda a todo israelita o extranjero que resida en Israel y que se haya alejado de mí, haya hecho de su corazón un altar de ídolos o haya colocado ante sí piedras de tropiezo que lo hagan pecar y luego haya acudido al profeta para consultarme. Me enfrentaré a él; haré de él una señal de escarmiento; lo eliminaré de mi pueblo. Así sabrán que yo soy el Señor.

»Si un profeta es seducido y pronuncia un mensaje, será porque yo, el Señor, lo he seducido. Así que levantaré mi mano contra él y lo haré pedazos en presencia de mi pueblo. 10 Tanto el profeta como quien lo haya consultado cargarán con la misma culpa, 11 para que el pueblo de Israel ya no se aparte de mí ni vuelva a mancharse con sus pecados. Entonces ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios, afirma el Señor y Dios».

Contra falsas esperanzas

12 La palabra del Señor vino a mí y me dijo: 13 «Hijo de hombre, si un país peca contra mí y persiste en su infidelidad, yo levantaré mi mano contra él; haré escasear los alimentos y lo sumiré en el hambre; arrasaré a sus habitantes y a sus animales. 14 Y si Noé, Daniel[b] y Job vivieran en ese país, solo ellos se salvarían por su justicia. Lo afirmo yo, el Señor y Dios.

15 »Y, si por todo el país yo mandara bestias feroces que lo arrasaran y lo convirtieran en desierto desolado, de modo que por temor a las fieras nadie se atreviera a pasar, 16 aunque esos tres hombres vivieran allí, tan cierto como que yo vivo, dice el Señor y Dios, ni sus hijos ni sus hijas sobrevivirían. Solo ellos se salvarían y el país quedaría desolado.

17 »Y, si yo enviara guerra sobre ese país y dejara que la espada arrasara la tierra y eliminara a sus habitantes y a sus animales, 18 y aunque aquellos tres hombres vivieran allí, tan cierto como que yo vivo, dice el Señor y Dios, ni sus hijos ni sus hijas sobrevivirían. Solo ellos se salvarían.

19 »Y, si yo enviara plaga a ese país y derramara sobre él mi ira mortal para eliminar a sus habitantes y a sus animales, 20 aunque Noé, Daniel y Job vivieran allí, tan cierto como que yo vivo, dice el Señor y Dios, ni sus hijos ni sus hijas sobrevivirían. Solo ellos se salvarían por su justicia.

21 »Así dice el Señor y Dios: ¡Peor será cuando mande contra Jerusalén mis cuatro castigos fatales: la espada, el hambre, las bestias feroces y la plaga! Con ellas arrasaré a sus habitantes y a sus animales. 22 Sin embargo, quedarán algunos sobrevivientes que serán liberados y harán salir del exilio a sus hijos y a sus hijas. Cuando lleguen adonde están ustedes, y ustedes vean su conducta y sus obras, se consolarán del desastre que envié contra Jerusalén y de todo lo que hice contra ella. 23 Ustedes se consolarán cuando vean la conducta y las obras de esa gente; sabrán que lo que hice contra Jerusalén no fue sin razón, afirma el Señor y Dios».

Jerusalén, una vid inútil

15 La palabra del Señor vino a mí y me dijo: «Hijo de hombre, ¿en qué supera la madera de la vid a la madera de los árboles del bosque? ¿Se extrae madera para hacer algo útil? ¿O se usa como soporte para colgar objetos? ¡Escasamente sirve para alimentar el fuego! Pero ¿de qué sirve cuando sus extremos se consumen y ya se ha quemado por dentro? Si cuando estaba entera no servía para nada, ¡mucho menos cuando ya ha sido consumida por el fuego!

»Por tanto, así dice el Señor y Dios: Como la leña de la vid, la cual aparté de los árboles del bosque y eché al fuego; así haré con los habitantes de Jerusalén. Voy a enfrentarme a ellos; ¡se han librado de un fuego, pero serán consumidos por otro! Cuando me enfrente a ellos, ustedes sabrán que yo soy el Señor. Dejaré a este país en ruinas, porque ha sido infiel, afirma el Señor y Dios».

Infidelidad de Jerusalén

16 La palabra del Señor vino a mí y me dijo: «Hijo de hombre, confronta a Jerusalén con sus abominaciones. Adviértele que así dice el Señor y Dios: “Jerusalén, tú eres cananea de origen y de nacimiento; tu padre era amorreo y tu madre, hitita. El día en que naciste no te cortaron el cordón umbilical, no te bañaron, no te frotaron con agua salada ni te envolvieron en pañales. Nadie se apiadó de ti ni te mostró compasión brindándote estos cuidados. Al contrario, el día en que naciste te arrojaron al campo como un objeto despreciable.

»”Pasé junto a ti y te vi revolcándote en tu propia sangre. Estando en tu propia sangre te dije: ¡Vive! Te hice crecer como hierba del campo.

»”Creciste, te desarrollaste y entraste a la pubertad. Después se formaron tus senos y te brotó el vello, pero seguías completamente desnuda.

»”Tiempo después pasé de nuevo junto a ti y te miré. Estabas en la edad del amor. Entonces te extendí mi manto y cubrí tu desnudez. Me comprometí, hice alianza contigo y fuiste mía, afirma el Señor y Dios.

»”Te bañé, te limpié la sangre y te perfumé. 10 Te puse un vestido bordado y te calcé con finas sandalias de cuero. Te vestí con ropa de tela de lino y de seda. 11 Te adorné con joyas: puse pulseras en tus muñecas, collares en tu cuello, 12 un arete en la nariz, pendientes en tus orejas y una hermosa corona en la cabeza. 13 Quedaste adornada de oro y plata, vestida de tela de lino fino, de seda y de telas bordadas. Te alimentabas con harina refinada, con miel y aceite de oliva. Llegaste a ser muy hermosa y creciste para ser reina. 14 Tan perfecta era tu belleza que tu fama se extendió por todas las naciones, pues yo te adorné con mi esplendor, afirma el Señor y Dios.

15 »”Sin embargo, confiaste en tu belleza y, valiéndote de tu fama, te prostituiste. ¡Sin ningún pudor te entregaste a cualquiera que pasaba! 16 Tomaste tus mismos vestidos para hacer altares paganos de vistosos colores y allí te prostituiste. ¡Algo nunca visto! 17 Con las joyas de oro y plata que yo te había obsequiado, hiciste imágenes masculinas; con ellas te prostituiste ofreciéndoles culto. 18 Les pusiste tus vestidos bordados, y les ofreciste mi aceite y mi incienso. 19 Como ofrenda de olor grato les presentaste el alimento que yo te había dado: la harina refinada, el aceite de oliva y la miel, afirma el Señor y Dios.

20 »”Tomaste también a los hijos y a las hijas que tuviste conmigo y los entregaste como alimento a esas imágenes. ¡No te bastaron tus prostituciones! 21 Sacrificaste a mis hijos y los pasaste por fuego como ofrenda en honor de esos ídolos. 22 En todas tus prácticas abominables y prostituciones no te acordaste de los días de tu adolescencia, cuando estabas completamente desnuda y pisoteando tu propia sangre.

23 »”¡Ay de ti, ay de ti!, afirma el Señor y Dios. Para colmo de tus perversidades, 24 construiste altares y un santuario en todas las plazas. 25 ¡En cada esquina construiste santuarios y degradaste tu belleza! Te abriste de piernas a cualquiera que pasaba, y fornicaste sin cesar. 26 Te prostituiste con los egipcios, tus vecinos de grandes genitales, y para enfurecerme multiplicaste tus fornicaciones. 27 Yo levanté mi mano para castigarte y reduje tu territorio; te entregué al deseo de tus enemigos, las ciudades[c] filisteas, que se avergonzaban de tu conducta depravada. 28 Una y otra vez fornicaste con los asirios, porque eras insaciable. 29 También creció tu promiscuidad para incluir a los comerciantes de Babilonia[d] y ni así quedaste satisfecha.

30 »”¡Qué mente tan depravada la tuya!, afirma el Señor y Dios. ¡Te comportabas como una vil prostituta! 31 Pero cuando en cada santuario armabas un prostíbulo y te exhibías en cada esquina, no te comportabas como una prostituta, ¡pues no cobrabas nada!

32 »”¡Adúltera! Prefieres a los extraños, en vez de a tu marido. 33 A todas las prostitutas se les paga; tú, en cambio, pagas a tus amantes. Los sobornas para que vengan de todas partes a acostarse contigo. 34 En tu prostitución has sido diferente a otras mujeres: como nadie se te ofrecía, tú pagabas en vez de que te pagaran a ti. ¡En eso sí eras diferente a las demás!

35 »”Por tanto, prostituta, escucha la palabra del Señor. 36 Así dice el Señor y Dios: Has expuesto tu lujuria y exhibido tu desnudez al fornicar con tus amantes y con tus detestables ídolos; a estos has ofrecido la sangre de tus hijos. 37 Por tanto, reuniré a todos tus amantes, a quienes brindaste placer; tanto a los que amaste como a los que odiaste. Los reuniré contra ti de todas partes y expondré tu desnudez ante ellos; ¡te verán completamente desnuda! 38 Te juzgaré como a una adúltera y homicida; derramaré sobre ti mi ira y mi celo. 39 Te entregaré en sus manos; ellos derribarán tus altares y demolerán tus santuarios. Te arrancarán la ropa y te despojarán de tus joyas, dejándote completamente desnuda. 40 Convocarán a la asamblea contra ti, te apedrearán y te descuartizarán a filo de espada. 41 Incendiarán tus casas y en presencia de muchas mujeres ejecutarán la sentencia contra ti. Yo pondré fin a tu prostitución; ya no volverás a pagarles a tus amantes. 42 Así calmaré mi ira contra ti y se apaciguarán mis celos; me quedaré tranquilo y sin enojo.

43 »”Yo te hago responsable de tu conducta por haberte olvidado de los días de tu adolescencia, por haberme irritado con todas estas cosas y por haber agregado infamia a tus prácticas abominables, afirma el Señor y Dios.

44 »”Los que acostumbran citar refranes dirán esto de ti: ‘De tal palo, tal astilla’. 45 Tú eres igual a tu madre, que despreció a su marido y a sus hijos; eres igual a tus hermanas, que despreciaron a sus maridos y a sus hijos. La madre de ustedes era hitita y su padre, amorreo. 46 Tu hermana mayor era Samaria, ubicada al norte de ti con sus aldeas.[e] Tu hermana menor era Sodoma, ubicada al sur de ti con sus aldeas. 47 No solo has seguido su conducta, sino que has actuado según sus prácticas abominables. En poco tiempo llegaste a ser peor que ellas. 48 Yo, el Señor y Dios, tan cierto como que yo vivo, declaro que: ni tu hermana Sodoma ni sus aldeas hicieron jamás lo que tú y tus aldeas han hecho.

49 »”Tu hermana Sodoma y sus aldeas pecaron de soberbia, gula, apatía e indiferencia hacia el pobre y el indigente. 50 Se creían superiores a otras y en mi presencia se entregaron a las abominaciones. Por eso, tal como lo has visto, las he destruido. 51 ¡Pero ni Samaria ni sus aldeas cometieron la mitad de tus pecados! Te entregaste a más prácticas abominables que ellas, haciendo que ellas parecieran justas en comparación contigo. 52 Ahora tú, carga con tu desgracia; porque son tantos tus pecados que has favorecido a tus hermanas al hacerlas parecer más justas que tú. ¡Avergüénzate y carga con tu desgracia! Has hecho que tus hermanas parezcan más justas que tú.

53 »”Pero yo restauraré su fortuna, la fortuna de Sodoma y de Samaria, con sus respectivas aldeas, y haré lo mismo contigo. 54 Así cargarás con tu desgracia, te avergonzarás de todo lo que hiciste y les servirás de consuelo. 55 Tus hermanas, Sodoma y Gomorra, con sus respectivas hijas, volverán a ser como antes. Y tú y tus hijas regresarán al estado anterior. 56 ¿Acaso no te burlabas de tu hermana Sodoma en tu época de orgullo, 57 antes de que se hiciera pública tu maldad? Ahora te has vuelto motivo de burla de las aldeas edomitas y filisteas, que te desprecian. 58 Sobre tus hombros llevas el peso de tu infamia y de tus prácticas abominables, afirma el Señor.

59 »”Así dice el Señor y Dios: Te daré tu merecido, porque has menospreciado el juramento y quebrantado el pacto. 60 Sin embargo, yo sí me acordaré del pacto que hice contigo en los días de tu adolescencia, y estableceré contigo un pacto eterno. 61 Tú te acordarás de tu conducta pasada y te avergonzarás cuando acojas a tus hermanas, la mayor y la menor, para dártelas como hijas, aunque no participan de mi pacto contigo. 62 Yo estableceré mi pacto contigo y sabrás que yo soy el Señor. 63 Cuando yo te perdone por todo lo que has hecho, tú te acordarás de tu maldad, te avergonzarás y en tu humillación no volverás a jactarte, afirma el Señor y Dios”».

La vid y el águila

17 La palabra del Señor vino a mí y me dijo:

«Hijo de hombre, preséntale al pueblo de Israel este enigma y nárrale esta parábola. Adviértele que así dice el Señor y Dios: “Llegó al Líbano un águila enorme, de grandes alas, tupido plumaje y vivos colores. Se posó sobre la copa de un cedro, y arrancó el retoño más alto. Lo llevó a un país de mercaderes, y lo plantó en una ciudad de comerciantes.

»”Tomó luego semilla de aquel país y la plantó en terreno fértil. La sembró como si fuera un sauce, junto a aguas abundantes. La semilla germinó y se hizo una vid frondosa, de poca altura; volvió sus ramas hacia el águila y hundió sus raíces bajo sí misma. Así se convirtió en una vid con retoños y exuberante follaje.

»”Pero había otra águila grande, de gigantescas alas y abundante plumaje. Y la vid giró sus raíces y orientó sus ramas hacia ella, para recibir más agua de la que ya tenía. Había estado plantada en tierra fértil junto a aguas abundantes, para echar retoños, dar frutos y convertirse en una hermosa vid”.

»Adviértele que así dice el Señor y Dios: “¿Prosperará esa vid? ¿El águila no la arrancará de raíz? ¿No le quitará su fruto y así la vid se marchitará? Sí, los tiernos retoños se secarán. No hará falta un brazo fuerte ni mucha gente para arrancarla de raíz. 10 ¿Prosperará aunque sea plantada? ¿Acaso el viento del este no la marchitará cuando la azote? ¿En los surcos donde creció se secará?”».

11 La palabra del Señor vino a mí y me dijo:

12 «Pregúntale a este pueblo rebelde si tiene idea de lo que significa todo esto. Diles: “El rey de Babilonia vino a Jerusalén y se llevó a su país al rey de Judá y a sus nobles. 13 Luego tomó a uno de la familia real, hizo un pacto con él bajo juramento y se llevó a la gente más importante del país. 14 Esto lo hizo para humillar a Judá. Así le impidió sublevarse y lo obligó a cumplir el tratado para poder subsistir. 15 Sin embargo, este príncipe se rebeló contra el rey de Babilonia y envió mensajeros a Egipto para conseguir caballos y un numeroso ejército. ¿Y tendrá éxito y podrá escapar el que se atreva a hacer esto? ¿Acaso podrá violar el pacto y salir con vida?

16 »”Así dice el Señor y Dios: Tan cierto como que yo vivo, ese príncipe morirá en Babilonia, en la tierra del rey que lo puso en el trono, cuyo juramento despreció y cuyo pacto no cumplió. 17 Ni el faraón con su gran ejército y numerosas tropas podrá auxiliarlo en la guerra, cuando se levanten rampas y se construyan torres de asalto para matar a mucha gente. 18 Él despreció el juramento y rompió el pacto. Así que, por haber hecho todo esto, a pesar de su compromiso, ¡no escapará!

19 »”Por tanto, así dice el Señor y Dios: Tan cierto como que yo vivo, lo castigaré por despreciar mi juramento y romper mi pacto. 20 Le tenderé mis redes y caerá en mi trampa. Lo llevaré a Babilonia y allí lo someteré a juicio por haberme sido infiel. 21 Lo mejor[f] de sus tropas caerá a filo de espada y los que aún queden con vida serán esparcidos a los cuatro vientos. Así sabrán que yo, el Señor, lo he dicho.

22 »”Así dice el Señor y Dios: De la copa de un cedro tomaré un retoño, de las ramas más altas arrancaré un brote y lo plantaré sobre un cerro muy elevado. 23 Lo plantaré sobre el cerro más alto de Israel, para que eche ramas y produzca fruto y se convierta en un magnífico cedro. Toda clase de aves anidará en él y vivirá a la sombra de sus ramas. 24 Y todos los árboles del campo sabrán que yo soy el Señor. Al árbol grande lo corto y al pequeño lo hago crecer. Al árbol verde lo seco y al seco, lo hago florecer.

»”Yo, el Señor, lo he dicho y lo cumpliré”».

La responsabilidad personal

18 La palabra del Señor vino a mí y me dijo: «¿A qué viene tanta repetición de este proverbio tan conocido en Israel:

»“Los padres comieron uvas agrias
    y a los hijos les duelen los dientes?”.

»Tan cierto como que yo vivo, declara el Señor y Dios, jamás se volverá a repetir este proverbio en Israel. La persona que peque morirá. Sepan que todas las vidas me pertenecen, tanto la del padre como la del hijo.

»Supongamos que hay un hombre justo
    que practica el derecho y la justicia.
No come en los santuarios de los montes
    ni eleva plegarias a los ídolos de Israel.
No deshonra a la mujer de su prójimo
    ni se une a la mujer en los días de su menstruación.
No oprime a nadie ni roba;
    más bien, devuelve la prenda al deudor,
    da de comer al hambriento y viste al desnudo.
No presta dinero con usura
    ni exige intereses.
Se abstiene de hacer el mal
    y juzga imparcialmente entre los rivales.
Obedece mis estatutos
    y cumple fielmente mis leyes.
Tal persona es justa y,
    ciertamente, vivirá,
    afirma el Señor y Dios.

10 »Supongamos que esa persona tiene un hijo violento y homicida 11 (aunque su padre no hizo ninguna de esas cosas).

»Él participa de los banquetes idolátricos en los cerros
y deshonra a la mujer de su prójimo.
12 Oprime al pobre y al indigente;
roba y no devuelve la prenda al deudor.
Eleva plegarias a los ídolos
e incurre en actos abominables;
13 presta dinero con usura y exige intereses.

¿Tal hijo merece vivir? ¡Claro que no! Por haber cometido todas esas abominaciones, será condenado a muerte y, de su muerte, solo él será responsable.

14 »Supongamos que ese hijo podría a su vez tener un hijo que ve todos los pecados de su padre, pero no los imita.

15 »No participa de los banquetes idolátricos en los cerros
    ni eleva plegarias a los ídolos de Israel.
Tampoco deshonra a la mujer de su prójimo.
16 No oprime a nadie
    y devuelve la prenda al deudor.
No roba, da de comer al hambriento
    y viste al desnudo.
17 No maltrata al pobre
    ni presta dinero con usura ni exige intereses.
Cumple mis leyes y obedece mis estatutos.

Un hijo así no merece morir por la maldad de su padre; ¡merece vivir! 18 En cuanto a su padre, merece morir por su propio pecado, porque fue un opresor, robó a su prójimo e hizo lo malo en medio de su pueblo.

19 »Pero ustedes preguntan: “¿Por qué no carga el hijo con las culpas de su padre?”. ¡Porque el hijo era justo y recto, pues obedeció mis estatutos y los puso en práctica! ¡Tal hijo merece vivir! 20 La persona que peque morirá. Ningún hijo cargará con la culpa de su padre ni el padre con la del hijo. Al justo se le pagará con justicia y al malvado se le pagará con maldad.

21 »Pero si el malvado se arrepiente de todos los pecados que ha cometido, obedece todos mis estatutos y practica el derecho y la justicia, no morirá; 22 vivirá por haber actuado con justicia, y Dios no tomará en cuenta todos los pecados que ese malvado haya cometido. 23 ¿Acaso creen que me complace la muerte del malvado? ¿No quiero más bien que abandone su mala conducta y que viva? Yo, el Señor y Dios, lo afirmo.

24 »Si el justo se aparta de la justicia y hace lo malo y comete todas las abominaciones del malvado, ¿merece vivir? No, sino que morirá por causa de su infidelidad y de sus pecados, y no se tomará en cuenta ninguna de sus obras justas.

25 »Ustedes dicen: “No es justo el proceder del Señor”. Pero escucha, pueblo de Israel: ¿En qué no soy justo? ¿No son ustedes los que actúan injustamente? 26 Si el justo se aparta de su justicia, cae en la maldad y muere, pero muere a causa de su maldad. 27 Por otra parte, si el malvado deja de hacer lo malo y actúa con justicia y rectitud, salvará su vida. 28 Si recapacita y se aparta de todas sus maldades, no morirá, sino que vivirá. 29 Sin embargo, el pueblo de Israel anda diciendo: “No es justo el proceder del Señor”. Pueblo de Israel, ¿en qué soy injusto? ¿No son más bien ustedes los injustos?

30 »Por tanto, a cada uno de ustedes, los israelitas, los juzgaré según su conducta, afirma el Señor y Dios. Arrepiéntanse y apártense de todas sus maldades y el pecado no será piedra de tropiezo. 31 Arrojen de una vez por todas las maldades que cometieron contra mí y adquieran un corazón y un espíritu nuevos. ¿Por qué habrás de morir, pueblo de Israel? 32 Yo no quiero la muerte de nadie. ¡Conviértanse y vivirán!, afirma el Señor y Dios.

Lamento por los príncipes de Israel

19 »Dedícale este lamento a los príncipes de Israel:

»“En medio de los leones,
    tu madre era toda una leona.
Recostada entre leoncillos,
    amamantaba a sus cachorros.
A uno de ellos lo crio
    y este llegó a ser un león fuerte
que aprendió a desgarrar su presa
    y a devorar a la gente.
Las naciones oyeron de él,
    lo atraparon en una fosa
    y lo llevaron con garfios a la tierra de Egipto.

»”Cuando la leona madre perdió toda esperanza,
    con sus expectativas perdidas,
tomó a otra de sus crías
    y la hizo un león fuerte.
Cuando este león se hizo fuerte,
    merodeaba entre los leones.
Aprendió a desgarrar su presa
    y a devorar a la gente.
Demolía palacios[g]
    y asolaba ciudades.
La tierra y sus habitantes
    estaban aterrorizados con sus rugidos.
Las naciones y provincias vecinas
    se dispusieron a atacarlo.
Extendieron su red sobre él
    y quedó atrapado en la fosa.
Enjaulado y con garfios
    lo llevaron ante el rey de Babilonia.
Lo pusieron en prisión
    para que no se oyeran sus rugidos
    en los montes de Israel.

10 »”Tu madre era como una vid en medio del viñedo,[h]
    plantada junto al agua.
Era fructífera y frondosa,
    gracias al agua abundante.
11 Sus ramas crecieron vigorosas,
    ¡aptas para ser cetros de reyes!
Tanto creció que se destacaba
    por encima del follaje.
Se le reconocía por su altura
    y por sus ramas frondosas.
12 Pero fue desarraigada con furia
    y arrojada por el suelo.
El viento del este la dejó marchita
    y fueron arrancados sus frutos.
Secas quedaron sus vigorosas ramas,
    y fueron consumidas por el fuego.
13 Ahora está plantada en el desierto,
    en tierra árida y reseca.
14 De una de sus ramas brotó un fuego
    y consumió sus frutos.
¡No queda en ella una rama vigorosa,
    apta para ser cetro de gobernante!”.

Este es un lamento y debe entonarse como tal».

Historia de una rebelión

20 El día diez del mes quinto del año séptimo, unos ancianos de Israel vinieron a consultar al Señor, entonces se sentaron frente a mí.

La palabra del Señor vino a mí y me dijo: «Hijo de hombre, habla con los ancianos de Israel y adviérteles que yo, el Señor y Dios, digo: “¿Así que ustedes vienen a consultarme? ¡Tan cierto como que yo vivo, no dejaré que me consulten! Lo afirmo yo, el Señor y Dios”.

»¿Los juzgarás tú, hijo de hombre? ¡Júzgalos tú! Confróntalos con las abominaciones de sus antepasados. Adviérteles que así dice el Señor y Dios: “El día en que elegí a Israel, hice un juramento solemne con la mano en alto a la descendencia de Jacob. El día en que me di a conocer a ellos en Egipto, volví a hacerles este juramento con la mano en alto: ‘Yo soy el Señor su Dios’. Aquel día juré solemnemente con la mano en alto que los sacaría de la tierra de Egipto y los llevaría a una tierra que yo mismo había buscado para ellos. Es una tierra donde abundan la leche y la miel, ¡la más hermosa de todas! A cada uno de ellos ordené que arrojaran sus ídolos detestables en los cuales habían puesto sus ojos y que no se contaminaran con los ídolos de Egipto; porque yo soy el Señor su Dios.

»”Sin embargo, ellos se rebelaron contra mí y no quisieron obedecer. No arrojaron los ídolos en los cuales habían puesto sus ojos ni abandonaron los ídolos de Egipto. Por eso, cuando estaban en Egipto, pensé agotar mi furor y descargar mi ira sobre ellos. Pero decidí actuar en honor a mi nombre, para que no fuera profanado ante las naciones entre las cuales vivían los israelitas. Porque al sacar a los israelitas de Egipto yo me di a conocer a ellos en presencia de las naciones.

10 »”Yo los saqué de Egipto y los llevé al desierto. 11 Les di mis estatutos y les hice conocer mis leyes, que son vida para quienes los obedecen. 12 También les di mis sábados como una señal entre ellos y yo, para que reconocieran que yo, el Señor, he consagrado los sábados para mí.

13 »”Pero el pueblo de Israel se rebeló contra mí en el desierto; no siguió mis estatutos y rechazó mis leyes, que son vida para quienes los obedecen. Y profanaron gravemente mis sábados. Por eso, cuando estaban en el desierto, pensé descargar mi ira sobre ellos y exterminarlos. 14 Pero decidí actuar en honor a mi nombre, para que no fuera profanado ante las naciones, las cuales me vieron sacarlos de Egipto.

15 »”También juré solemnemente con la mano en alto en el desierto que no los llevaría a la tierra que les había dado: ¡la tierra más hermosa de todas, donde abundan la leche y la miel! 16 Rechazaron mis leyes, no siguieron mis estatutos y profanaron mis sábados, ¡y todo esto lo hicieron por haber andado tras esos ídolos! 17 Sin embargo, les tuve compasión y en el desierto no los destruí ni los exterminé. 18 Allí en el desierto dije a sus descendientes: ‘No sigan los estatutos de sus padres; no obedezcan sus leyes ni se contaminen con sus ídolos. 19 Yo soy el Señor su Dios. Sigan mis estatutos, obedezcan mis leyes 20 y observen mis sábados como días consagrados a mí, como señal entre ustedes y yo, para que reconozcan que yo soy el Señor su Dios’.

21 »”Sin embargo, sus descendientes se rebelaron contra mí. No siguieron mis estatutos y no obedecieron mis leyes, que son vida para quienes los obedecen. Además, profanaron mis sábados. Por eso, cuando estaban en el desierto, pensé agotar mi furor y descargar mi ira sobre ellos. 22 Pero me contuve en honor a mi nombre, para que no fuera profanado ante las naciones, las cuales me vieron sacarlos de Egipto. 23 En el desierto, también juré solemnemente con la mano en alto que los dispersaría entre las naciones. Los esparciría entre los países 24 porque, obsesionados como estaban con los ídolos de sus antepasados, desobedecieron mis leyes, rechazaron mis estatutos y profanaron mis sábados. 25 ¡Hasta les di estatutos que no eran buenos y leyes que no daban vida! 26 Los contaminé con sus propias ofrendas, dejándolos ofrecer en sacrificio a sus primogénitos, para horrorizarlos y hacerles reconocer que yo soy el Señor”.

27 »Por tanto, hijo de hombre, habla con el pueblo de Israel y adviértele que yo, el Señor y Dios, digo: “En esto también me ofendieron tus antepasados, siendo infieles conmigo: 28 Cuando los hice entrar en la tierra que juré solemnemente con la mano en alto darles, ellos hacían sacrificios y presentaban esas ofrendas que tanto me ofenden; lo hacían ante cualquier cerro o árbol frondoso que veían. Allí quemaban incienso aromático y derramaban sus ofrendas líquidas. 29 Y les pregunté: ‘¿Qué significa ese altar pagano que tanto frecuentan?’ ”. Hasta el día de hoy ese lugar se conoce como Bamá.[i]

Juicio y restauración

30 »Por tanto, advierte al pueblo de Israel que así dice el Señor y Dios: “¿Se contaminarán ustedes a la manera de sus antepasados y se prostituirán con sus ídolos detestables? 31 Hasta el día de hoy, ustedes se contaminan al hacer sus ofrendas y al sacrificar a sus hijos, pasándolos por fuego en honor a los ídolos. ¿Y ahora ustedes, israelitas, vienen a consultarme? Tan cierto como que yo vivo, no dejaré que me consulten. Yo, el Señor y Dios, lo afirmo.

32 »”Jamás sucederá lo que ustedes tienen en mente: ‘Queremos ser como las otras naciones, como los pueblos del mundo, que adoran al palo y a la piedra’. 33 Yo, el Señor y Dios, les aseguro que, tan cierto como que yo vivo, reinaré sobre ustedes con gran despliegue de fuerza, poder[j] y furia incontenible. 34 Los sacaré de las naciones y de los pueblos por donde estaban esparcidos; los reuniré con gran despliegue de fuerza y de poder, y con furia incontenible. 35 Los llevaré al desierto que está entre las naciones y allí los juzgaré cara a cara. 36 Así como juzgué a sus antepasados en el desierto de Egipto, también los juzgaré a ustedes. Yo, el Señor y Dios, lo afirmo. 37 Los haré pasar a ustedes bajo mi vara y los haré entrar al vínculo del pacto. 38 Apartaré a los rebeldes, a los que se rebelan contra mí, y los sacaré del país donde ahora viven como extranjeros, pero no entrarán en la tierra de Israel. Entonces ustedes reconocerán que yo soy el Señor.

39 »”En cuanto a ustedes, pueblo de Israel, así dice el Señor y Dios: Si no quieren obedecerme, ¡vayan y adoren a sus ídolos! Pero no sigan profanando mi santo nombre con sus ofrendas y sus ídolos. 40 Porque en mi monte santo, el monte elevado de Israel, me adorará todo el pueblo de Israel; todos los que habitan en el país. Yo, el Señor y Dios, lo afirmo. Allí los recibiré y exigiré sus ofrendas y sus primicias, con todos los sacrificios sagrados. 41 Cuando yo los saque a ustedes y los reúna de todas las naciones y pueblos donde estarán esparcidos, en presencia de las naciones los recibiré como ofrenda de olor grato y les manifestaré mi santidad. 42 Y, cuando yo los lleve a la tierra de Israel, al país que juré solemnemente dar a sus antepasados, entonces reconocerán que yo soy el Señor. 43 Allí se acordarán de su conducta y de todas sus acciones con las que se contaminaron; sentirán asco de sí mismos por todas las maldades que cometieron. 44 Pueblo de Israel, cuando yo actúe en favor de ustedes, en honor a mi nombre y no según su mala conducta y sus obras corruptas, entonces ustedes reconocerán que yo soy el Señor. Yo, el Señor y Dios, lo afirmo”».

Profecía contra el sur

45 La palabra del Señor vino a mí y me dijo: 46 «Hijo de hombre, mira hacia el sur y en esa dirección profetiza contra el bosque del Néguev. 47 Dile: “Escucha, bosque del Néguev, la palabra del Señor. Así dice el Señor y Dios: ‘En medio de ti voy a prender un fuego que devorará todos los árboles, tanto los secos como los verdes. Este incendio no se podrá apagar; quemará toda la superficie, de norte a sur. 48 Todos los mortales verán que yo, el Señor, lo he encendido y no podrá apagarse’ ”».

49 Entonces yo exclamé: «¡Ay, Señor y Dios, todo el mundo anda diciendo que tan solo cuento parábolas!».

La espada justiciera

21 La palabra del Señor vino a mí y me dijo: «Hijo de hombre, mira hacia Jerusalén; clama contra sus santuarios, profetiza contra la tierra de Israel, anúnciale que así dice el Señor: “Yo estoy contra ti. Desenvainaré mi espada y mataré a justos y a malvados por igual. Puesto que he de exterminar de ti tanto al justo como al malvado, mi espada saldrá contra todos, desde el sur hasta el norte. Así todos sabrán que yo, el Señor, he desenvainado la espada y no volveré a envainarla”.

»Y tú, hijo de hombre, con el corazón quebrantado y delante de ellos, llora con amargura. Y, cuando te pregunten por qué lloras así, diles que es por la noticia de lo que va a suceder. Esta noticia hará que todos los corazones desfallezcan y todas las manos caigan; que todos los ánimos decaigan y todas las rodillas tiemblen. ¡Ya está por llegar! ¡Ya es una realidad! Yo, el Señor y Dios, lo afirmo».

La palabra del Señor vino a mí y me dijo: «Hijo de hombre, profetiza y proclama que así dice el Señor:

»“¡La espada, la espada,
    afilada y pulida!
10 Afilada para masacrar
    y pulida para fulgurar.[k]

»”¿Hemos de alegrarnos cuando el cetro de mi hijo menosprecia toda vara?

11 »”La espada está lista para ser pulida
    y ser empuñada;
afilada y pulida
    para las manos del asesino.
12 ¡Grita y gime, hijo de hombre,
    que la espada se perfila contra mi pueblo
    y contra todos los príncipes de Israel!
Han sido arrojados contra la espada,
    lo mismo que mi pueblo.
Por tanto, ¡golpéate el pecho!

13 »”¡La prueba viene! ¿Y qué, si el bastón de autoridad deja de ser? El Señor y Dios afirma.[l]

14 »”Hijo de hombre, profetiza
    golpea una mano contra la otra;
que la espada hiera dos
    y hasta tres veces.
Es la espada de la muerte
    que a todos mantiene amenazados,
15 para que el corazón desfallezca
    y aumente el número de víctimas.
Ya he colocado en las puertas
    la espada asesina.[m]
Es la espada bruñida para centellear
    y afilada para matar.
16 Hiere a la derecha
    y a la izquierda,
    dondequiera que gire la espada.
17 También yo golpearé mano contra mano
    y aplacaré mi furor.
    Yo, el Señor, lo he dicho”».

18 La palabra del Señor vino a mí y me dijo: 19 «Tú, hijo de hombre, traza dos caminos para que llegue por ellos la espada del rey de Babilonia. Estos dos caminos partirán del mismo país y a la entrada de cada uno de ellos colocarás una señal que indique a qué ciudad conduce. 20 Traza un camino para que la espada llegue contra Rabá de los amonitas y contra Jerusalén, la ciudad fortificada de Judá. 21 El rey de Babilonia se ha colocado en la bifurcación del camino y consulta como el adivino: sacude las saetas, consulta los ídolos[n] y examina el hígado de un animal. 22 Con su mano derecha ha marcado el destino de Jerusalén: prepara arietes para derribar las puertas, levanta rampas y edifica torres de asalto; alza la voz en grito de batalla y da la orden para la matanza. 23 Por las alianzas ya hechas, los habitantes de Jerusalén creerán que se trata de una falsa visión; pero aquel rey les recordará la iniquidad por la que serán capturados.

24 »Por eso dice el Señor y Dios: “Se les ha recordado su iniquidad, y han quedado al descubierto sus rebeliones; expuestas están sus acciones pecaminosas, y por eso serán capturados.

25 »”Y en cuanto a ti, príncipe de Israel, infame y malvado, tu día ha llegado; ¡la hora de tu castigo es inminente! 26 Así dice el Señor y Dios: Quítate el turbante, renuncia a la corona, que todo cambiará. Lo humilde será exaltado y lo excelso será humillado. 27 ¡Ruinas, ruinas, todo lo convertiré en ruinas! Esto no sucederá hasta que venga aquel a quien le asiste el derecho y a quien pediré que establezca la justicia”.

28 »Y tú, hijo de hombre, profetiza y declara que esto afirma el Señor y Dios acerca de los amonitas y de sus insultos:

»“La espada, la espada
    está desenvainada para la masacre;
pulida está para devorar
    y centellear como relámpago.
29 La espada degollará a esos infames malvados,
    pues sus visiones son falsas
    y sus adivinanzas, mentiras.
Pero su día ha llegado;
    ¡la hora de su castigo es inminente!

30 »”¡Espada, vuelve a tu vaina!
    Allí, en tu tierra de origen,
donde fuiste creada,
    ¡allí te juzgaré!
31 Sobre ti derramaré mi ira,
    sobre ti soplaré el fuego de mi furor;
te entregaré en manos de gente
    sanguinaria y destructora.
32 Serás pasto para el fuego,
    salpicaré con tu sangre todo el país
y borraré tu memoria de la faz de la tierra.
    Yo, el Señor, lo he dicho”».

Los pecados de Jerusalén

22 La palabra del Señor vino a mí y me dijo:

«¿Hijo de hombre, la juzgarás tú? ¿Juzgarás a la ciudad sanguinaria? ¡Denúnciala por todas sus prácticas abominables! Adviértele que así dice el Señor y Dios: “¡Ha llegado tu hora! ¡Ciudad que derramas sangre en tus calles y te contaminas fabricando ídolos! ¡Cómo provocas tu ruina! Te has hecho culpable por la sangre que has derramado, te has contaminado con los ídolos que has fabricado; has hecho que se avecine tu hora, ¡has llegado al final de tus años! Por eso te haré objeto de deshonra y de burla entre las naciones y los pueblos. Ciudad caótica y de mala fama, ¡gente de cerca y de lejos se burlará de ti!

»”Mira, ahí tienes a los príncipes de Israel, que en tus calles abusan del poder solo para derramar sangre. Tratan con desprecio a su padre y a su madre, oprimen al extranjero, explotan al huérfano y a la viuda. Menosprecian mis objetos sagrados, profanan mis sábados. En ti habita gente que con sus calumnias incita a derramar sangre; gente que come en los santuarios de los montes y que comete perversidades. 10 Hay quienes deshonran la cama de su padre y obligan a la mujer a tener relaciones en su período de menstruación. 11 Algunos cometen adulterio con la mujer de su prójimo, otros deshonran con lascivia a sus nueras y hasta hay quienes violan a su hermana, a la hija de su propio padre. 12 También hay entre los tuyos quienes aceptan soborno para derramar sangre. Tú practicas la usura y cobras altísimos intereses; extorsionas a tu prójimo y te olvidas de mí, afirma el Señor y Dios.

13 »”Pero yo voy a golpear mis manos en contra de las ganancias injustas que has acumulado, y en contra de la sangre que se ha derramado en tus calles. 14 Y cuando yo te haga frente, ¿podrá resistir tu corazón y tendrán fuerza tus manos? Yo, el Señor, lo he dicho y lo cumpliré. 15 Te dispersaré entre las naciones, te esparciré entre los pueblos y pondré fin a tu inmundicia. 16 Serás una deshonra frente a las naciones, pero sabrás que yo soy el Señor”».

17 La palabra del Señor vino a mí y me dijo: 18 «Hijo de hombre, el pueblo de Israel se ha convertido para mí como la escoria del cobre y del estaño, del hierro y del plomo, que se queda en el horno. ¡Son como la escoria de la plata! 19 Por eso, así dice el Señor y Dios: “Como todos ustedes se han convertido en escoria, los voy a reunir en medio de Jerusalén. 20 Así como la plata, el cobre, el hierro, el plomo y el estaño se juntan y se echan en el horno, y se atiza el fuego para fundirlos, así también yo, en mi ira, los juntaré a ustedes y los fundiré. 21 Los amontonaré y atizaré contra ustedes el fuego de mi ira, los fundiré en medio de la ciudad. 22 Así como se funde la plata en medio del horno, así serán fundidos ustedes en medio de la ciudad; entonces sabrán que yo, el Señor, he derramado mi ira contra ustedes”».

23 La palabra del Señor vino a mí y me dijo: 24 «Hijo de hombre, dile a Israel: “Tú eres una tierra que no ha sido purificada ni mojada por la lluvia en el día de la ira”. 25 Hay una conspiración de sus príncipes en la que, como leones rugientes que despedazan su presa, devoran a la gente, se apoderan de las riquezas, de los objetos de valor y aumentan el número de viudas. 26 Sus sacerdotes violan mi Ley y profanan mis objetos sagrados. Ellos no hacen distinción entre lo sagrado y lo profano ni enseñan a otros la diferencia entre lo puro y lo impuro. Tampoco prestan atención a mis sábados; he sido profanado entre ellos. 27 Los oficiales de la ciudad son como lobos que desgarran a su presa; siempre están listos a derramar sangre y a destruir vidas, con tal de lograr ganancias injustas. 28 Los profetas todo lo disfrazan[o] mediante visiones falsas y predicciones mentirosas. Alegan que lo ha dicho el Señor y Dios, cuando en realidad el Señor no les ha dicho nada. 29 Los terratenientes roban y extorsionan a la gente, explotan al indigente y al pobre, y maltratan injustamente al extranjero.

30 »Yo he buscado entre ellos a alguien que construya un muro y se ponga en la brecha delante de mí por mi tierra, para que yo no la destruya. ¡Y no lo he hallado! 31 Por eso derramaré mi ira sobre ellos; los consumiré con el fuego de mi ira y haré recaer sobre ellos todo el mal que han hecho, afirma el Señor y Dios».

Las dos hermanas adúlteras

23 La palabra del Señor vino a mí y me dijo: «Hijo de hombre, te cuento que había dos mujeres, hijas de una misma madre. Desde jóvenes se hicieron prostitutas en Egipto. En esa tierra fueron manoseados sus pechos, sus pechos virginales fueron acariciados. La mayor se llamaba Aholá y la menor, Aholibá. Me uní a ellas y me dieron hijos e hijas. Aholá representa a Samaria y su hermana Aholibá a Jerusalén.

»Mientras Aholá me pertenecía, se prostituyó y se enamoró perdidamente de sus amantes los asirios, todos ellos guerreros vestidos de color azul, gobernadores y oficiales, jóvenes apuestos y hábiles jinetes. Como una prostituta, se entregó a lo mejor de los asirios; se contaminó con todos los ídolos por los que sintió pasión. Jamás abandonó la prostitución que había comenzado a practicar en Egipto. Desde su juventud, fueron muchos los que se acostaron con ella; fueron muchos los que acariciaron sus pechos virginales y desahogaron su lujuria con ella.

»Por eso la entregué en manos de sus amantes, los asirios, con quienes ella se apasionó. 10 Y ellos la desnudaron, le quitaron sus hijos y sus hijas, y la mataron a filo de espada. Fue tal el castigo que ella recibió que se convirtió en ejemplo para las mujeres.

11 »Aunque su hermana Aholibá vio esto, dio rienda suelta a sus pasiones y se prostituyó aún más que su hermana. 12 Ella también se enamoró perdidamente de los asirios, todos ellos gobernadores y oficiales, guerreros vestidos con mucho lujo, hábiles jinetes y jóvenes muy apuestos. 13 Yo pude darme cuenta de que ella se había contaminado y seguido el ejemplo de su hermana.

14 »Pero Aholibá llevó más allá sus prostituciones. Vio en la pared figuras de babilonios[p] pintadas de rojo, 15 con cinturones y amplios turbantes en la cabeza. Todos ellos tenían aspecto de oficiales y se parecían a los habitantes de Babilonia.[q] 16 Al verlos, se enamoró de ellos perdidamente y envió mensajeros a Babilonia.[r] 17 Los babilonios vinieron y se acostaron con ella en el lecho de sus pasiones. A tal punto la contaminaron con sus prostituciones que se hastió de ellos. 18 Pero exhibiendo su desnudez, practicó con descaro la prostitución. Entonces me hastié de ella, como antes me había hastiado de su hermana. 19 Pero ella multiplicó sus prostituciones, recordando los días de su juventud cuando en Egipto había sido una prostituta. 20 Allí se había enamorado perdidamente de sus amantes, cuyos genitales eran como los de un asno y su semen como el de un caballo. 21 Así echó de menos la lujuria de su juventud, cuando los egipcios manoseaban sus senos y acariciaban sus pechos virginales.

22 »Por eso, Aholibá, así dice el Señor y Dios: Voy a incitar contra ti a tus amantes, de los que te alejaste con disgusto. De todas partes traeré contra ti 23 a los babilonios y a todos los caldeos, a los de Pecod, Soa y Coa, y con ellos a los asirios, todos ellos jóvenes apuestos, gobernantes y oficiales, guerreros y hombres distinguidos, montados a caballo. 24 Vendrán contra ti con armas, carros de guerra y carretas; mucho pueblo con armadura, escudos y cascos. Les encargaré que te juzguen, y te castigarán según sus costumbres. 25 Descargaré sobre ti el furor de mi ira, y ellos te maltratarán con furia. Te cortarán la nariz y las orejas; a tus sobrevivientes los matarán a filo de espada. Te arrebatarán a tus hijos y a tus hijas, y los que aún queden con vida serán consumidos por el fuego. 26 Te arrancarán tus vestidos y te quitarán tus joyas. 27 Así pondré fin a tu lujuria y a tu prostitución que comenzaste en Egipto. Ya no desearás esas cosas ni te acordarás más de Egipto.

28 »Así dice el Señor y Dios: Voy a entregarte en manos de los que odias, en manos de los que te alejaste con disgusto. 29 Ellos te tratarán con odio y te despojarán de todas tus posesiones. Te dejarán completamente desnuda, y tus prostituciones quedarán al descubierto. Tu lujuria y tu promiscuidad 30 son la causa de todo esto, porque te prostituiste con las naciones y te contaminaste con sus ídolos. 31 Por cuanto has seguido los pasos de tu hermana, en castigo beberás la misma copa.

32 »Así dice el Señor y Dios:

»Beberás la copa de tu hermana,
    una copa grande y profunda.
Llena está de burla y escarnio,
33     llena de embriaguez y dolor.
Es la copa de ruina y destrucción;
    ¡es la copa de tu hermana Samaria!
34 La beberás hasta la última gota,
    la romperás en mil pedazos
y te desgarrarás los pechos,
    porque yo lo he dicho,

afirma el Señor y Dios.

35 »Por eso, así dice el Señor y Dios: Por cuanto me has olvidado y me has dado la espalda, sufrirás las consecuencias de tu lujuria y de tus prostituciones».

36 El Señor me dijo: «Hijo de hombre, ¿juzgarás tú a Aholá y a Aholibá? ¡Échales en cara sus abominaciones! 37 Ellas han cometido adulterio y tienen las manos manchadas de sangre. Han cometido adulterio con sus ídolos y hasta han sacrificado a los hijos que me dieron, los han ofrecido como alimento a esos ídolos. 38 Además, me han ofendido contaminando mi santuario y a la vez profanando mis sábados. 39 El mismo día que sacrificaron a sus hijos para adorar a sus ídolos, entraron a mi santuario y lo profanaron. ¡Y lo hicieron en mi propia casa!

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