Print Page Options
Previous Prev Day Next DayNext

Bible in 90 Days

An intensive Bible reading plan that walks through the entire Bible in 90 days.
Duration: 88 days
Spanish Blue Red and Gold Letter Edition (SRV-BRG)
Version
1 Tesalonicenses 1 - Filemón

PABLO, y Silvano, y Timoteo, á la iglesia de los Tesalonicenses que es en Dios Padre y en el Señor Jesucristo: Gracia y paz á vosotros de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.

Damos siempre gracias á Dios por todos vosotros, haciendo memoria de vosotros en nuestras oraciones;

Sin cesar acordándonos delante del Dios y Padre nuestro de la obra de vuestra fe, y del trabajo de amor, y de la tolerancia de la esperanza del Señor nuestro Jesucristo:

Sabiendo, hermanos amados de Dios, vuestra elección:

Por cuanto nuestro evangelio no fué á vosotros en palabra solamente, mas también en potencia, y en Espíritu Santo, y en gran plenitud; como sabéis cuáles fuimos entre vosotros por amor de vosotros.

Y vosotros fuisteis hechos imitadores de nosotros, y del Señor, recibiendo la palabra con mucha tribulación, con gozo del Espíritu Santo:

En tal manera que habéis sido ejemplo á todos los que han creído en Macedonia y en Acaya.

Porque de vosotros ha sido divulgada la palabra del Señor no sólo en Macedonia y en Acaya, mas aun en todo lugar vuestra fe en Dios se ha extendido; de modo que no tenemos necesidad de hablar nada.

Porque ellos cuentan de nosotros cuál entrada tuvimos á vosotros; y cómo os convertisteis de los ídolos á Dios, para servir al Dios vivo y verdadero.

10 Y esperar á su Hijo de los cielos, al cual resucitó de los muertos; á Jesús, el cual nos libró de la ira que ha de venir.

PORQUE, hermanos, vosotros mismos sabéis que nuestra entrada á vosotros no fué vana:

Pues aun habiendo padecido antes, y sido afrentados en Filipos, como sabéis, tuvimos denuedo en Dios nuestro para anunciaros el evangelio de Dios con gran combate.

Porque nuestra exhortación no fué de error, ni de inmundicia, ni por engaño;

Sino según fuimos aprobados de Dios para que se nos encargase el evangelio, así hablamos; no como los que agradan á los hombres, sino á Dios, el cual prueba nuestros corazones.

Porque nunca fuimos lisonjeros en la palabra, como sabéis, ni tocados de avaricia; Dios es testigo;

Ni buscamos de los hombres gloria, ni de vosotros, ni de otros, aunque podíamos seros carga como apóstoles de Cristo.

Antes fuimos blandos entre vosotros como la que cría, que regala á sus hijos:

Tan amadores de vosotros, que quisiéramos entregaros no sólo el evangelio de Dios, mas aun nuestras propias almas; porque nos erais carísimos.

Porque ya, hermanos, os acordáis de nuestro trabajo y fatiga: que trabajando de noche y de día por no ser gravosos á ninguno de vosotros, os predicamos el evangelio de Dios.

10 Vosotros sois testigos, y Dios, de cuán santa y justa é irreprensiblemente nos condujimos con vosotros que creísteis:

11 Así como sabéis de qué modo exhortábamos y consolábamos á cada uno de vosotros, como el padre á sus hijos,

12 Y os protestábamos que anduvieseis como es digno de Dios, que os llamó á su reino y gloria.

13 Por lo cual, también nosotros damos gracias á Dios sin cesar, de que habiendo recibido la palabra de Dios que oísteis de nosotros, recibisteis no palabra de hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios, el cual obra en vosotros los que creísteis.

14 Porque vosotros, hermanos, habéis sido imitadores de las iglesias de Dios en Cristo Jesús que están en Judea; pues habéis padecido también vosotros las mismas cosas de los de vuestra propia nación, como también ellos de los Judíos;

15 Los cuales aun mataron al Señor Jesús y á sus propios profetas, y á nosotros nos han perseguido; y no agradan á Dios, y se oponen á todos los hombres;

16 Prohibiéndonos hablar á los Gentiles, á fin de que se salven, para henchir la medida de sus pecados siempre: pues vino sobre ellos la ira hasta el extremo.

17 Mas nosotros, hermanos, privados de vosotros por un poco de tiempo, de vista, no de corazón, tanto más procuramos con mucho deseo ver vuestro rostro.

18 Por lo cual quisimos ir á vosotros, yo Pablo á la verdad, una vez y otra; mas Satanás nos embarazó.

19 Porque ¿cuál es nuestra esperanza, ó gozo, ó corona de que me gloríe? ¿No sois vosotros, delante de nuestro Señor Jesucristo en su venida?

20 Que vosotros sois nuestra gloria y gozo.

POR lo cual, no pudiendo esperar más, acordamos quedarnos solos en Atenas,

Y enviamos á Timoteo, nuestro hermano, y ministro de Dios, y colaborador nuestro en el evangelio de Cristo, á confirmaros y exhortaros en vuestra fe,

Para que nadie se conmueva por estas tribulaciones; porque vosotros sabéis que nosotros somos puestos para esto.

Que aun estando con vosotros, os predecíamos que habíamos de pasar tribulaciones, como ha acontecido y sabéis.

Por lo cual, también yo, no esperando más, he enviado á reconocer vuestra fe, no sea que os haya tentado el tentador, y que nuestro trabajo haya sido en vano.

Empero volviendo de vosotros á nosotros Timoteo, y haciéndonos saber vuestra fe y caridad, y que siempre tenéis buena memoria de nosotros, deseando vernos, como también nosotros á vosotros,

En ello, hermanos, recibimos consolación de vosotros en toda nuestra necesidad y aflicción por causa de vuestra fe:

Porque ahora vivimos, si vosotros estáis firmes en el Señor.

Por lo cual, ¿qué hacimiento de gracias podremos dar á Dios por vosotros, por todo el gozo con que nos gozamos á causa de vosotros delante de nuestro Dios,

10 Orando de noche y de día con grande instancia, que veamos vuestro rostro, y que cumplamos lo que falta á vuestra fe?

11 Mas el mismo Dios y Padre nuestro, y el Señor nuestro Jesucristo, encamine nuestro viaje á vosotros.

12 Y á vosotros multiplique el Señor, y haga abundar el amor entre vosotros, y para con todos, como es también de nosotros para con vosotros;

13 Para que sean confirmados vuestros corazones en santidad, irreprensibles delante de Dios y nuestro Padre, para la venida de nuestro Señor Jesucristo con todos sus santos.

RESTA pues, hermanos, que os roguemos y exhortemos en el Señor Jesús, que de la manera que fuisteis enseñados de nosotros de cómo os conviene andar, y agradar á Dios, así vayáis creciendo.

Porque ya sabéis qué mandamientos os dimos por el Señor Jesús.

Porque la voluntad de Dios es vuestra santificación: que os apartéis de fornicación;

Que cada uno de vosotros sepa tener su vaso en santificación y honor;

No con afecto de concupiscencia, como los Gentiles que no conocen á Dios:

Que ninguno oprima, ni engañe en nada á su hermano: porque el Señor es vengador de todo esto, como ya os hemos dicho y protestado.

Porque no nos ha llamado Dios á inmundicia, sino á santificación.

Así que, el que menosprecia, no menosprecia á hombre, sino á Dios, el cual también nos dió su Espíritu Santo.

Mas acerca de la caridad fraterna no habéis menester que os escriba: porque vosotros mismos habéis aprendido de Dios que os améis los unos á los otros;

10 Y también lo hacéis así con todos los hermanos que están por toda Macedonia. Empero os rogamos, hermanos, que abundéis más;

11 Y que procuréis tener quietud, y hacer vuestros negocios, y obréis de vuestras manos de la manera que os hemos mandado;

12 A fin de que andéis honestamente para con los extraños, y no necesitéis de nada.

13 Tampoco, hermanos, queremos que ignoréis acerca de los que duermen, que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza.

14 Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con él á los que durmieron en Jesús.

15 Por lo cual, os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no seremos delanteros á los que durmieron.

16 Porque el mismo Señor con aclamación, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero:

17 Luego nosotros, los que vivimos, los que quedamos, juntamente con ellos seremos arrebatados en las nubes á recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.

18 Por tanto, consolaos los unos á los otros en estas palabras.

EMPERO acerca de los tiempos y de los momentos, no tenéis, hermanos, necesidad de que yo os escriba:

Porque vosotros sabéis bien, que el día del Señor vendrá así como ladrón de noche,

Que cuando dirán, Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción de repente, como los dolores á la mujer preñada; y no escaparán.

Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día os sobrecoja como ladrón;

Porque todos vosotros sois hijos de luz, é hijos del día; no somos de la noche, ni de las tinieblas.

Por tanto, no durmamos como los demás; antes velemos y seamos sobrios.

Porque los que duermen, de noche duermen; y los que están borrachos, de noche están borrachos.

Mas nosotros, que somos del día, estemos sobrios, vestidos de cota de fe y de caridad, y la esperanza de salud por yelmo.

Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salud por nuestro Señor Jesucristo;

10 El cual murió por nosotros, para que ó que velemos, ó que durmamos, vivamos juntamente con él.

11 Por lo cual, consolaos los unos á los otros, y edificaos los unos á los otros, así como lo hacéis.

12 Y os rogamos, hermanos, que reconozcáis á los que trabajan entre vosotros, y os presiden en el Señor, y os amonestan:

13 Y que los tengáis en mucha estima por amor de su obra. Tened paz los unos con los otros.

14 También os rogamos, hermanos, que amonestéis á los que andan desordenadamente, que consoléis á los de poco ánimo, que soportéis á los flacos, que seáis sufridos para con todos.

15 Mirad que ninguno dé á otro mal por mal; antes seguid lo bueno siempre los unos para con los otros, y para con todos.

16 Estad siempre gozosos.

17 Orad sin cesar.

18 Dad gracias en todo; porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.

19 No apaguéis el Espíritu.

20 No menospreciéis las profecías.

21 Examinadlo todo; retened lo bueno.

22 Apartaos de toda especie de mal.

23 Y el Dios de paz os santifique en todo; para que vuestro espíritu y alma y cuerpo sea guardado entero sin reprensión para la venida de nuestro Señor Jesucristo.

24 Fiel es el que os ha llamado; el cual también lo hará.

25 Hermanos, orad por nosotros.

26 Saludad á todos los hermanos en ósculo santo.

27 Conjúroos por el Señor, que esta carta sea leída á todos los santos hermanos.

28 La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vosotros. Amén.

PABLO, y Silvano, y Timoteo, á la iglesia de los Tesalonicenses que es en Dios nuestro Padre y en el Señor Jesucristo:

Gracia y paz á vosotros de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.

Debemos siempre dar gracias á Dios de vosotros, hermanos, como es digno, por cuanto vuestra fe va creciendo, y la caridad de cada uno de todos vosotros abunda entre vosotros;

Tanto, que nosotros mismos nos gloriamos de vosotros en las iglesias de Dios, de vuestra paciencia y fe en todas vuestras persecuciones y tribulaciones que sufrís:

Una demostración del justo juicio de Dios, para que seáis tenidos por dignos del reino de Dios, por el cual asimismo padecéis.

Porque es justo para con Dios pagar con tribulación á los que os atribulan;

Y á vosotros, que sois atribulados, dar reposo con nosotros, cuando se manifestará el Señor Jesús del cielo con los ángeles de su potencia,

En llama de fuego, para dar el pago á los que no conocieron á Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo;

Los cuales serán castigados de eterna perdición por la presencia del Señor, y por la gloria de su potencia,

10 Cuando viniere para ser glorificado en sus santos, y á hacerse admirable en aquel día en todos los que creyeron: (por cuanto nuestro testimonio ha sido creído entre vosotros.)

11 Por lo cual, asimismo oramos siempre por vosotros, que nuestro Dios os tenga por dignos de su vocación, é hincha de bondad todo buen intento, y toda obra de fe con potencia,

12 Para que el nombre de nuestro Señor Jesucristo sea glorificado en vosotros, y vosotros en él, por la gracia de nuestro Dios y del Señor Jesucristo.

EMPERO os rogamos, hermanos, cuanto á la venida de nuestro Señor Jesucristo, y nuestro recogimiento á él,

Que no os mováis fácilmente de vuestro sentimiento, ni os conturbéis ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta como nuestra, como que el día del Señor esté cerca.

No os engañe nadie en ninguna manera; porque no vendrá sin que venga antes la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición,

Oponiéndose, y levantándose contra todo lo que se llama Dios, ó que se adora; tanto que se asiente en el templo de Dios como Dios, haciéndose parecer Dios.

¿No os acordáis que cuando estaba todavía con vosotros, os decía esto?

Y ahora vosotros sabéis lo que impide, para que á su tiempo se manifieste.

Porque ya está obrando el misterio de iniquidad: solamente espera hasta que sea quitado de en medio el que ahora impide;

Y entonces será manifestado aquel inicuo, al cual el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida;

A aquel inicuo, cuyo advenimiento es según operación de Satanás, con grande potencia, y señales, y milagros mentirosos,

10 Y con todo engaño de iniquidad en los que perecen; por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos.

11 Por tanto, pues, les envía Dios operación de error, para que crean á la mentira;

12 Para que sean condenados todos los que no creyeron á la verdad, antes consintieron á la iniquidad.

13 Mas nosotros debemos dar siempre gracias á Dios por vosotros, hermanos amados del Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salud, por la santificación del Espíritu y fe de la verdad:

14 A lo cual os llamó por nuestro evangelio, para alcanzar la gloria de nuestro Señor Jesucristo.

15 Así que, hermanos, estad firmes, y retened la doctrina que habéis aprendido, sea por palabra, ó por carta nuestra.

16 Y el mismo Señor nuestro Jesucristo, y Dios y Padre nuestro, el cual nos amó, y nos dió consolación eterna, y buena esperanza por gracia,

17 Consuele vuestros corazones, y os confirme en toda buena palabra y obra.

RESTA, hermanos, que oréis por nosotros, que la palabra del Señor corra y sea glorificada así como entre vosotros:

Y que seamos librados de hombres importunos y malos; porque no es de todos la fe.

Mas fiel es el Señor, que os confirmará y guardará del mal.

Y tenemos confianza de vosotros en el Señor, que hacéis y haréis lo que os hemos mandado.

Y el Señor enderece vuestros corazones en el amor de Dios, y en la paciencia de Cristo.

Empero os denunciamos, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que os apartéis de todo hermano que anduviere fuera de orden, y no conforme á la doctrina que recibieron de nosotros:

Porque vosotros mismos sabéis de qué manera debéis imitarnos: porque no anduvimos desordenadamente entre vosotros,

Ni comimos el pan de ninguno de balde; antes, obrando con trabajo y fatiga de noche y de día, por no ser gravosos á ninguno de vosotros;

No porque no tuviésemos potestad, sino por daros en nosotros un dechado, para que nos imitaseis.

10 Porque aun estando con vosotros, os denunciábamos esto: Que si alguno no quisiere trabajar, tampoco coma.

11 Porque oímos que andan algunos entre vosotros fuera de orden, no trabajando en nada, sino ocupados en curiosear.

12 Y á los tales requerimos y rogamos por nuestro Señor Jesucristo, que, trabajando con reposo, coman su pan.

13 Y vosotros, hermanos, no os canséis de hacer bien.

14 Y si alguno no obedeciere á nuestra palabra por carta, notad al tal, y no os juntéis con él, para que se avergüence.

15 Mas no lo tengáis como á enemigo, sino amonestadle como á hermano.

16 Y el mismo Señor de paz os dé siempre paz en toda manera. El Señor sea con todos vosotros.

17 Salud de mi mano, Pablo, que es mi signo en toda carta mía: así escribo.

18 La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén.

PABLO, apóstol de Jesucristo por la ordenación de Dios nuestro Salvador, y del Señor Jesucristo, nuestra esperanza;

A Timoteo, verdadero hijo en la fe: Gracia, misericordia y paz de Dios nuestro Padre, y de Cristo Jesús nuestro Señor.

Como te rogué que te quedases en Efeso, cuando partí para Macedonia, para que requirieses á algunos que no enseñen diversa doctrina,

Ni presten atención á fábulas y genealogías sin término, que antes engendran cuestiones que la edificación de Dios que es por fe; así te encargo ahora.

Pues el fin del mandamiento es la caridad nacida de corazón limpio, y de buena conciencia, y de fe no fingida:

De lo cual distrayéndose algunos, se apartaron á vanas pláticas;

Queriendo ser doctores de la ley, sin entender ni lo que hablan, ni lo que afirman.

Sabemos empero que la ley es buena, si alguno usa de ella legítimamente;

Conociendo esto, que la ley no es puesta para el justo, sino para los injustos y para los desobedientes, para los impíos y pecadores, para los malos y profanos, para los parricidas y matricidas, para los homicidas,

10 Para los fornicarios, para los sodomitas, para los ladrones de hombres, para los mentirosos y perjuros, y si hay alguna otra cosa contraria á la sana doctrina;

11 Según el evangelio de la gloria del Dios bendito, el cual á mí me ha sido encargado.

12 Y doy gracias al que me fortificó, á Cristo Jesús nuestro Señor, de que me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio:

13 Habiendo sido antes blasfemo y perseguidor é injuriador: mas fuí recibido á misericordia, porque lo hice con ignorancia en incredulidad.

14 Mas la gracia de nuestro Señor fué más abundante con la fe y amor que es en Cristo Jesús.

15 Palabra fiel y digna de ser recibida de todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar á los pecadores, de los cuales yo soy el primero.

16 Mas por esto fuí recibido á misericordia, para que Jesucristo mostrase en mí el primero toda su clemencia, para ejemplo de los que habían de creer en él para vida eterna.

17 Por tanto, al Rey de siglos, inmortal, invisible, al solo sabio Dios sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.

18 Este mandamiento, hijo Timoteo, te encargo, para que, conforme á las profecías pasadas de ti, milites por ellas buena milicia;

19 Manteniendo la fe y buena conciencia, la cual echando de sí algunos, hicieron naufragio en la fe:

20 De los cuales son Himeneo y Alejandro, los cuales entregué á Satanás, para que aprendan á no blasfemar.

AMONESTO pues, ante todas cosas, que se hagan rogativas, oraciones, peticiones, hacimientos de gracias, por todos los hombres;

Por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad.

Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador;

El cual quiere que todos los hombres sean salvos, y que vengan al conocimiento de la verdad.

Porque hay un Dios, asimismo un mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre;

El cual se dió á sí mismo en precio del rescate por todos, para testimonio en sus tiempos:

De lo que yo soy puesto por predicador y apóstol, (digo verdad en Cristo, no miento) doctor de los Gentiles en fidelidad y verdad.

Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos limpias, sin ira ni contienda.

Asimismo también las mujeres, ataviándose en hábito honesto, con vergüenza y modestia; no con cabellos encrespados, u oro, ó perlas, ó vestidos costosos.

10 Sino de buenas obras, como conviene á mujeres que profesan piedad.

11 La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción.

12 Porque no permito á la mujer enseñar, ni tomar autoridad sobre el hombre, sino estar en silencio.

13 Porque Adam fué formado el primero, después Eva;

14 Y Adam no fué engañado, sino la mujer, siendo seducida, vino á ser envuelta en transgresión:

15 Empero se salvará engendrando hijos, si permaneciere en la fe y caridad y santidad, con modestia.

PALABRA fiel: Si alguno apetece obispado, buena obra desea.

Conviene, pues, que el obispo sea irreprensible, marido de una mujer, solícito, templado, compuesto, hospedador, apto para enseñar;

No amador del vino, no heridor, no codicioso de torpes ganancias, sino moderado, no litigioso, ajeno de avaricia;

Que gobierne bien su casa, que tenga sus hijos en sujeción con toda honestidad;

(Porque el que no sabe gobernar su casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?)

No un neófito, porque inflándose no caiga en juicio del diablo.

También conviene que tenga buen testimonio de los extraños, porque no caiga en afrenta y en lazo del diablo.

Los diáconos asimismo, deben ser honestos, no bilingües, no dados á mucho vino, no amadores de torpes ganancias;

Que tengan el misterio de la fe con limpia conciencia.

10 Y éstos también sean antes probados; y así ministren, si fueren sin crimen.

11 Las mujeres asimismo, honestas, no detractoras, templadas, fieles en todo.

12 Los diáconos sean maridos de una mujer, que gobiernen bien sus hijos y sus casas.

13 Porque los que bien ministraren, ganan para sí buen grado, y mucha confianza en la fe que es en Cristo Jesús.

14 Esto te escribo con esperanza que iré presto á ti:

15 Y si no fuere tan presto, para que sepas cómo te conviene conversar en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios vivo, columna y apoyo de la verdad.

16 Y sin cotradicción, grande es el misterio de la piedad: Dios ha sido manifestado en carne; ha sido justificado con el Espíritu; ha sido visto de los ángeles; ha sido predicado á los Gentiles; ha sido creído en el mundo; ha sido recibido en gloria.

EMPERO el Espíritu dice manifiestamente, que en los venideros tiempos algunos apostatarán de la fe escuchando á espíritus de error y á doctrinas de demonios;

Que con hipocresía hablarán mentira, teniendo cauterizada la conciencia.

Que prohibirán casarse, y mandarán abstenerse de las viandas que Dios crió para que con hacimiento de gracias participasen de ellas los fieles, y los que han conocido la verdad.

Porque todo lo que Dios crió es bueno, y nada hay que desechar, tomándose con hacimiento de gracias:

Porque por la palabra de Dios y por la oración es santificado.

Si esto propusieres á los hermanos, serás buen ministro de Jesucristo, criado en las palabras de la fe y de la buena doctrina, la cual has alcanzado.

Mas las fábulas profanas y de viejas desecha, y ejercítate para la piedad.

Porque el ejercicio corporal para poco es provechoso; mas la piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa de esta vida presente, y de la venidera.

Palabra fiel es esta, y digna de ser recibida de todos.

10 Que por esto aun trabajamos y sufrimos oprobios, porque esperamos en el Dios viviente, el cual es Salvador de todos los hombres, mayormente de los que creen.

11 Esto manda y enseña.

12 Ninguno tenga en poco tu juventud; pero sé ejemplo de los fieles en palabra, en conversación, en caridad, en espíritu, en fe, en limpieza.

13 Entre tanto que voy, ocúpate en leer, en exhortar, en enseñar.

14 No descuides el don que está en ti, que te es dado por profecía con la imposición de las manos del presbiterio.

15 Medita estas cosas; ocúpate en ellas; para que tu aprovechamiento sea manifiesto á todos.

16 Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello; pues haciendo esto, á ti mismo salvarás y á los que te oyeren.

NO reprendas al anciano, sino exhórtale como á padre: á los más jóvenes, como á hermanos;

A las ancianas, como á madres; á las jovencitas, como á hermanas, con toda pureza.

Honra á las viudas que en verdad son viudas.

Pero si alguna viuda tuviere hijos, ó nietos, aprendan primero á gobernar su casa piadosamente, y á recompensar á sus padres: porque esto es lo honesto y agradable delante de Dios.

Ahora, la que en verdad es viuda y solitaria, espera en Dios, y es diligente en suplicaciones y oraciones noche y día.

Pero la que vive en delicias, viviendo está muerta.

Denuncia pues estas cosas, para que sean sin reprensión.

Y si alguno no tiene cuidado de los suyos, y mayormente de los de su casa, la fe negó, y es peor que un infiel.

La viuda sea puesta en clase especial, no menos que de sesenta años, que haya sido esposa de un solo marido.

10 Que tenga testimonio en buenas obras; si crió hijos; si ha ejercitado la hospitalidad; si ha lavado los pies de los santos; si ha socorrido á los afligidos; si ha seguido toda buena obra.

11 Pero viudas más jóvenes no admitas: porque después de hacerse licenciosas contra Cristo, quieren casarse.

12 Condenadas ya, por haber falseado la primera fe.

13 Y aun también se acostrumbran á ser ociosas, á andar de casa en casa; y no solamente ociosas, sino también parleras y curiosas, hablando lo que no conviene.

14 Quiero pues, que las que son jóvenes se casen, críen hijos, gobiernen la casa; que ninguna ocasión den al adversario para maldecir.

15 Porque ya algunas han vuelto atrás en pos de Satanás.

16 Si algún fiel ó alguna fiel tiene viudas, manténgalas, y no sea gravada la iglesia; á fin de que haya lo suficiente para las que de verdad son viudas.

17 Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doblada honra; mayormente los que trabajan en predicar y enseñar.

18 Porque la Escritura dice: No embozarás al buey que trilla; y: Digno es el obrero de su jornal.

19 Contra el anciano no recibas acusación sino con dos ó tres testigos.

20 A los que pecaren, repréndelos delante de todos, para que los otros también teman.

21 Te requiero delante de Dios y del Señor Jesucristo, y de sus ángeles escogidos, que guardes estas cosas sin perjuicio de nadie, que nada hagas inclinándote á la una parte.

22 No impongas de ligero las manos á ninguno, ni comuniques en pecados ajenos: consérvate en limpieza.

23 No bebas de aquí adelante agua, sino usa de un poco de vino por causa del estómago, y de tus continuas enfermedades.

24 Los pecados de algunos hombres, antes que vengan ellos á juicio, son manifiestos; mas á otros les vienen después.

25 Asimismo las buenas obras antes son manifiestas; y las que son de otra manera, no pueden esconderse.

TODOS los que están debajo del yugo de servidumbre, tengan á sus señores por dignos de toda honra, porque no sea blasfemado el nombre del Señor y la doctrina.

Y los que tienen amos fieles, no los tengan en menos, por ser hermanos; antes sírvanles mejor, por cuanto son fieles y amados, y partícipes del beneficio. Esto enseña y exhorta.

Si alguno enseña otra cosa, y no asiente á sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo, y á la doctrina que es conforme á la piedad;

Es hinchado, nada sabe, y enloquece acerca de cuestiones y contiendas de palabras, de las cuales nacen envidias, pleitos, maledicencias, malas sospechas,

Porfías de hombres corruptos de entendimiento y privados de la verdad, que tienen la piedad por granjería: apártate de los tales.

Empero grande granjería es la piedad con contentamiento.

Porque nada hemos traído á este mundo, y sin duda nada podremos sacar.

Así que, teniendo sustento y con qué cubrirnos, seamos contentos con esto.

Porque los que quieren enriquecerse, caen en tentación y lazo, y en muchas codicias locas y dañosas, que hunden á los hombres en perdición y muerte.

10 Porque el amor del dinero es la raíz de todos los males: el cual codiciando algunos, se descaminaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.

11 Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, la caridad, la paciencia, la mansedumbre.

12 Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, á la cual asimismo eres llamado, habiendo hecho buena profesión delante de muchos testigos.

13 Te mando delante de Dios, que da vida á todas las cosas, y de Jesucristo, que testificó la buena profesión delante de Poncio Pilato,

14 Que guardes el mandamiento sin mácula ni reprensión, hasta la aparición de nuestro Señor Jesucristo:

15 La cual á su tiempo mostrará el Bienaventurado y solo Poderoso, Rey de reyes, y Señor de señores;

16 Quien sólo tiene inmortalidad, que habita en luz inaccesible; á quien ninguno de los hombres ha visto ni puede ver: al cual sea la honra y el imperio sempiterno. Amén.

17 A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en la incertidumbre de las riquezas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia de que gocemos:

18 Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, que con facilidad comuniquen;

19 Atesorando para sí buen fundamento para lo por venir, que echen mano á la vida eterna.

20 Oh Timoteo, guarda lo que se te ha encomendado, evitando las profanas pláticas de vanas cosas, y los argumentos de la falsamente llamada ciencia:

21 La cual profesando algunos, fueron descaminados acerca de la fe. La gracia sea contigo. Amén.

PABLO, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, según la promesa de la vida que es en Cristo Jesús,

A Timoteo, amado hijo: Gracia, misericordia, y paz de Dios el Padre y de Jesucristo nuestro Señor.

Doy gracias á Dios, al cual sirvo desde mis mayores con limpia conciencia, de que sin cesar tengo memoria de ti en mis oraciones noche y día;

Deseando verte, acordándome de tus lágrimas, para ser lleno de gozo;

Trayendo á la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual residió primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice; y estoy cierto que en ti también.

Por lo cual te aconsejo que despiertes el don de Dios, que está en ti por la imposición de mis manos.

Porque no nos ha dado Dios el espíritu de temor, sino el de fortaleza, y de amor, y de templanza.

Por tanto no te avergüences del testimonio de nuestro Señor, ni de mí, preso suyo; antes sé participante de los trabajos del evangelio según la virtud de Dios,

Que nos salvó y llamó con vocación santa, no conforme á nuestras obras, mas según el intento suyo y gracia, la cual nos es dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos,

10 Mas ahora es manifestada por la aparición de nuestro Salvador Jesucristo, el cual quitó la muerte, y sacó á la luz la vida y la inmortalidad por el evangelio;

11 Del cual yo soy puesto predicador, y apóstol, y maestro de los Gentiles.

12 Por lo cual asimismo padezco esto: mas no me avergüenzo; porque yo sé á quien he creído, y estoy cierto que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día.

13 Retén la forma de las sanas palabras que de mi oíste, en la fe y amor que es en Cristo Jesús.

14 Guarda el buen depósito por el Espíritu Santo que habita en nosotros.

15 Ya sabes esto, que me han sido contrarios todos los que son en Asia, de los cuales son Figello y Hermógenes.

16 Dé el Señor misericordia á la casa de Onesíforo; que muchas veces me refrigeró, y no se avergonzó de mi cadena:

17 Antes, estando él en Roma, me buscó solícitamente, y me halló.

18 Déle el Señor que halle misericordia cerca del Señor en aquel día. Y cuánto nos ayudó en Efeso, tú lo sabes mejor.

PUES tú, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús.

Y lo que has oído de mí entre muchos testigos, esto encarga á los hombres fieles que serán idóneos para enseñar también á otros.

Tú pues, sufre trabajos como fiel soldado de Jesucristo.

Ninguno que milita se embaraza en los negocios de la vida; á fin de agradar á aquel que lo tomó por soldado.

Y aun también el que lidia, no es coronado si no lidiare legítimamente.

El labrador, para recibir los frutos, es menester que trabaje primero.

Considera lo que digo; y el Señor te dé entendimiento en todo.

Acuérdate que Jesucristo, el cual fué de la simiente de David, resucitó de los muertos conforme á mi evangelio;

En el que sufro trabajo, hasta las prisiones á modo de malhechor; mas la palabra de Dios no está presa.

10 Por tanto, todo lo sufro por amor de los escogidos, para que ellos también consigan la salud que es en Cristo Jesús con gloria eterna.

11 Es palabra fiel: Que si somos muertos con él, también viviremos con él:

12 Si sufrimos, también reinaremos con él: si negáremos, él también nos negará:

13 Si fuéremos infieles, él permanece fiel: no se puede negar á sí mismo.

14 Recuérdales esto, protestando delante del Señor que no contiendan en palabras, lo cual para nada aprovecha, antes trastorna á los oyentes.

15 Procura con diligencia presentarte á Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que traza bien la palabra de verdad.

16 Mas evita profanas y vanas parlerías; porque muy adelante irán en la impiedad.

17 Y la palabra de ellos carcomerá como gangrena: de los cuales es Himeneo y Fileto;

18 Que se han descaminado de la verdad, diciendo que la resurrección es ya hecha, y trastornan la fe de algunos.

19 Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor á los que son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo.

20 Mas en una casa grande, no solamente hay vasos de oro y de plata, sino también de madera y de barro: y asimismo unos para honra, y otros para deshonra.

21 Así que, si alguno se limpiare de estas cosas, será vaso para honra, santificado, y útil para los usos del Señor, y aparejado para toda buena obra.

22 Huye también los deseos juveniles; y sigue la justicia, la fe, la caridad, la paz, con los que invocan al Señor de puro corazón.

23 Empero las cuestiones necias y sin sabiduría desecha, sabiendo que engendran contiendas.

24 Que el siervo del Señor no debe ser litigioso, sino manso para con todos, apto para enseñar, sufrido;

25 Que con mansedumbre corrija á los que se oponen: si quizá Dios les dé que se arrepientan para conocer la verdad,

26 Y se zafen del lazo del diablo, en que están cuativos á voluntad de él.

ESTO también sepas, que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos:

Que habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, detractores, desobedientes á los padres, ingratos, sin santidad,

Sin afecto, desleales, calumniadores, destemplados, crueles, aborrecedores de lo bueno,

Traidores, arrebatados, hinchados, amadores de los deleites más que de Dios;

Teniendo apariencia de piedad, mas habiendo negado la eficacia de ella: y á éstos evita.

Porque de éstos son los que se entran por las casas, y llevan cautivas las mujercillas cargadas de pecados, llevadas de diversas concupiscencias;

Que siempre aprenden, y nunca pueden acabar de llegar al conocimiento de la verdad.

Y de la manera que Jannes y Jambres resistieron á Moisés, así también estos resisten á la verdad; hombres corruptos de entendimiento, réprobos acerca de la fe.

Mas no prevalecerán; porque su insensatez será manifiesta á todos, como también lo fué la de aquéllos.

10 Pero tú has comprendido mi doctrina, instrucción, intento, fe, largura de ánimo, caridad, paciencia,

11 Persecuciones, aflicciones, cuales me sobrevinieron en Antioquía, en Iconio, en Listra, cuales persecuciones he sufrido; y de todas me ha librado el Señor.

12 Y también todos los que quieren vivir píamente en Cristo Jesús, padecerán persecución.

13 Mas los malos hombres y los engañadores, irán de mal en peor, engañando y siendo engañados.

14 Empero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido;

15 Y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salud por la fe que es en Cristo Jesús.

16 Toda Escritura es inspirada divinamente y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instituir en justicia,

17 Para que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente instruído para toda buena obra.

REQUIERO yo pues delante de Dios, y del Señor Jesucristo, que ha de juzgar á los vivos y los muertos en su manifestación y en su reino

Que prediques la palabra; que instes á tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende; exhorta con toda paciencia y doctrina.

Porque vendrá tiempo cuando ni sufrirán la sana doctrina; antes, teniendo comezón de oir, se amotonarán maestros conforme á sus concupiscencias,

Y apartarán de la verdad el oído y se volverán á las fábulas.

Pero tú vela en todo, soporta las aflicciones, haz la obra de evangelista, cumple tu ministerio.

Porque yo ya estoy para ser ofrecido, y el tiempo de mi partida está cercano.

He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe.

Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo á mí, sino también á todos los que aman su venida.

Procura venir presto á mí:

10 Porque Demas me ha desamparado, amando este siglo, y se ha ido á Tesalónica; Crescente á Galacia, Tito á Dalmacia.

11 Lucas solo está conmigo. Toma á Marcos, y traéle contigo; porque me es útil para el ministerio.

12 A Tychîco envié á Efeso.

13 Trae, cuando vinieres, el capote que dejé en Troas en casa de Carpo: y los libros, mayormente los pergaminos.

14 Alejandro el calderero me ha causado muchos males: el Señor le pague conforme á sus hechos.

15 Guárdate tú también de él; que en grande manera ha resistido á nuestras palabras.

16 En mi primera defensa ninguno me ayudó, antes me desampararon todos: no les sea imputado.

17 Mas el Señor me ayudó, y me esforzó para que por mí fuese cumplida la predicación, y todos los Gentiles oyesen; y fuí librado de la boca del león.

18 Y el Señor me librará de toda obra mala, y me preservará para su reino celestial: al cual sea gloria por los siglos de los siglos. Amén.

19 Saluda á Prisca y á Aquila, y á la casa de Onesíforo.

20 Erasto se quedó en Corinto; y á Trófimo dejé en Mileto enfermo.

21 Procura venir antes del invierno. Eubulo te saluda, y Pudente, y Lino, y Claudia, y todos los hermanos.

22 El Señor Jesucristo sea con tu espíritu. La gracia sea con vosotros. Amén.

PABLO, siervo de Dios, y apóstol de Jesucristo, según la fe de los escogidos de Dios, y el conocimiento de la verdad que es según la piedad,

Para la esperanza de la vida eterna, la cual Dios, que no puede mentir, prometió antes de los tiempos de los siglos,

Y manifestó á sus tiempos su palabra por la predicación, que me es á mí encomendada por mandamiento de nuestro Salvador Dios;

A Tito, verdadero hijo en la común fe: Gracia, misericordia, y paz de Dios Padre, y del Señor Jesucristo Salvador nuestro.

Por esta causa te dejé en Creta, para que corrigieses lo que falta, y pusieses ancianos por las villas, así como yo te mandé:

El que fuere sin crimen, marido de una mujer, que tenga hijos fieles que no estén acusados de disolución, ó contumaces.

Porque es menester que el obispo sea sin crimen, como dispensador de Dios; no soberbio, no iracundo, no amador del vino, no heridor, no codicioso de torpes ganancias;

Sino hospedador, amador de lo bueno, templado, justo, santo, continente;

Retenedor de la fiel palabra que es conforme á la doctrina: para que también pueda exhortar con sana doctrina, y convencer á los que contradijeren.

10 Porque hay aún muchos contumaces, habladores de vanidades, y engañadores de las almas, mayormente los que son de la circuncisión,

11 A los cuales es preciso tapar la boca; que trastornan casas enteras; enseñando lo que no conviene, por torpe ganancia.

12 Dijo uno de ellos, propio profeta de ellos: Los Cretenses, siempre mentirosos, malas bestias, vientres perezosos.

13 Este testimonio es verdadero: por tanto, repréndelos duramente, para que sean sanos en la fe,

14 No atendiendo á fábulas judaicas, y á mandamientos de hombres que se apartan de la verdad.

15 Todas las cosas son limpias á los limpios; mas á los contaminados é infieles nada es limpio: antes su alma y conciencia están contaminadas.

16 Profésanse conocer á Dios; mas con los hechos lo niegan, siendo abominables y rebeldes, reprobados para toda buena obra.

EMPERO tú, habla lo que conviene á la sana doctrina:

Que los viejos sean templados, graves, prudentes, sanos en la fe, en la caridad, en la paciencia.

Las viejas, asimismo, se distingan en un porte santo; no calumniadoras, no dadas á mucho vino, maestras de honestidad:

Que enseñen á las mujeres jóvenes á ser prudentes, á que amen á sus maridos, á que amen á sus hijos,

A ser templadas, castas, que tengan cuidado de la casa, buenas, sujetas á sus maridos; porque la palabra de Dios no sea blasfemada.

Exhorta asimismo á los mancebos á que sean comedidos;

Mostrándote en todo por ejemplo de buenas obras; en doctrina haciendo ver integridad, gravedad,

Palabra sana, é irreprensible; que el adversario se avergüence, no teniendo mal ninguno que decir de vosotros.

Exhorta á los siervos á que sean sujetos á sus señores, que agraden en todo, no respondones;

10 No defraudando, antes mostrando toda buena lealtad, para que adornen en todo la doctrina de nuestro Salvador Dios.

11 Porque la gracia de Dios que trae salvación á todos los hombres, se manifestó.

12 Enseñándonos que, renunciando á la impiedad y á los deseos mundanos, vivamos en este siglo templada, y justa, y píamente,

13 Esperando aquella esperanza bienaventurada, y la manifestación gloriosa del gran Dios y Salvador nuestro Jesucristo.

14 Que se dió á sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad, y limpiar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.

15 Esto habla y exhorta, y reprende con toda autoridad. Nadie te desprecie.

AMONÉSTALES que se sujeten á los príncipes y potestades, que obedezcan, que estén prontos á toda buena obra.

Que á nadie infamen, que no sean pendencieros, sino modestos, mostrando toda mansedumbre para con todos los hombres.

Porque también éramos nosotros necios en otro tiempo, rebeldes, extraviados, sirviendo á concupiscencias y deleites diversos, viviendo en malicia y en envidia, aborrecibles, aborreciendo los unos á los otros.

Mas cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres,

No por obras de justicia que nosotros habíamos hecho, mas por su misericordia nos salvó, por el lavacro de la regeneración, y de la renovación del Espíritu Santo;

El cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador,

Para que, justificados por su gracia, seamos hechos herederos según la esperanza de la vida eterna.

Palabra fiel, y estas cosas quiero que afirmes, para que los que creen á Dios procuren gobernarse en buenas obras. Estas cosas son buenas y útiles á los hombres.

Mas las cuestiones necias, y genealogías, y contenciones, y debates acerca de la ley, evita; porque son sin provecho y vanas.

10 Rehusa hombre hereje, después de una y otra amonestación;

11 Estando cierto que el tal es trastornado, y peca, siendo condenado de su propio juicio.

12 Cuando enviare á ti á Artemas, ó á Tichîco, procura venir á mí, á Nicópolis: porque allí he determinado invernar.

13 A Zenas doctor de la ley, y á Apolos, envía delante, procurando que nada les falte.

14 Y aprendan asimismo los nuestros á gobernarse en buenas obras para los usos necesarios, para que no sean sin fruto.

15 Todos los que están conmigo te saludan. Saluda á los que nos aman en la fe. La gracia sea con todos vosotros. Amén.

PABLO, prisionero de Jesucristo, y el hermano Timoteo, á Filemón amado, y coadjutor nuestro;

Y á la amada Apphia, y á Archîpo, compañero de nuestra milicia, y á la iglesia que está en tu casa:

Gracia á vosotros y paz de Dios nuestro Padre, y del Señor Jesucristo.

Doy gracias á mi Dios, haciendo siempre memoria de ti en mis oraciones.

Oyendo tu caridad, y la fe que tienes en el Señor Jesús, y para con todos los santos;

Para que la comunicación de tu fe sea eficaz, en el conocimiento de todo el bien que está en vosotros, por Cristo Jesús.

Porque tenemos gran gozo y consolación de tu caridad, de que por ti, oh hermano, han sido recreadas las entrañas de los santos.

Por lo cual, aunque tengo mucha resolución en Cristo para mandarte lo que conviene,

Ruégote más bien por amor, siendo tal cual soy, Pablo viejo, y aun ahora prisionero de Jesucristo:

10 Ruégote por mi hijo Onésimo, que he engendrado en mis prisiones,

11 El cual en otro tiempo te fué inútil, mas ahora á ti y á mí es útil;

12 El cual te vuelvo á enviar; tu pues, recíbele como á mis entrañas.

13 Yo quisiera detenerle conmigo, para que en lugar de ti me sirviese en las prisiones del evangelio;

14 Mas nada quise hacer sin tu consejo, porque tu beneficio no fuese como de necesidad, sino voluntario.

15 Porque acaso por esto se ha apartado de ti por algún tiempo, para que le recibieses para siempre;

16 No ya como siervo, antes más que siervo, como hermano amado, mayormente de mí, pero cuánto más de ti, en la carne y en el Señor.

17 Así que, si me tienes por compañero, recíbele como á mi.

18 Y si en algo te dañó, ó te debe, ponlo á mi cuenta.

19 Yo Pablo lo escribí de mi mano, yo lo pagaré: por no decirte que aun á ti mismo te me debes demás.

20 Sí, hermano, góceme yo de ti en el Señor; recrea mis entrañas en el Señor.

21 Te he escrito confiando en tu obediencia, sabiendo que aun harás más de lo que digo.

22 Y asimismo prepárame también alojamiento; porque espero que por vuestras oraciones os tengo de ser concedido.

23 Te saludan Epafras, mi compañero en la prisión por Cristo Jesús,

24 Marcos, Aristarco, Demas y Lucas, mis cooperadores.

25 La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vuestro espíritu. Amén.

Spanish Blue Red and Gold Letter Edition (SRV-BRG)

Spanish Blue Red and Gold Letter Edition (SRV-BRG)
Blue Red and Gold Letter Edition™ Copyright © 2012/2015 BRG Bible Ministries. Used by Permission. All rights reserved.
BRG Bible is a Registered Trademark in U.S. Patent and Trademark Office #4145648