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Bible in 90 Days

An intensive Bible reading plan that walks through the entire Bible in 90 days.
Duration: 88 days
Spanish Blue Red and Gold Letter Edition (SRV-BRG)
Version
Salmos 89:14-108:13

14 Justicia y juicio son el asiento de tu trono:

Misericordia y verdad van delante de tu rostro.

15 Bienaventurado el pueblo que sabe aclamarte:

Andarán, oh Jehová, á la luz de tu rostro.

16 En tu nombre se alegrarán todo el día;

Y en tu justicia serán ensalzados.

17 Porque tú eres la gloria de su fortaleza;

Y por tu buena voluntad ensalzarás nuestro cuerno.

18 Porque Jehová es nuestro escudo;

Y nuestro rey es el Santo de Israel.

19 Entonces hablaste en visión á tu santo,

Y dijiste: Yo he puesto el socorro sobre valiente;

He ensalzado un escogido de mi pueblo.

20 Hallé á David mi siervo;

Ungílo con el aceite de mi santidad.

21 Mi mano será firme con él,

Mi brazo también lo fortificará.

22 No lo avasallará enemigo,

Ni hijo de iniquidad lo quebrantará.

23 Mas yo quebrantaré delante de él á sus enemigos,

Y heriré á sus aborrecedores.

24 Y mi verdad y mi misericordia serán con él;

Y en mi nombre será ensalzado su cuerno.

25 Asimismo pondré su mano en la mar,

Y en los ríos su diestra.

26 Él me llamará: Mi padre eres tú,

Mi Dios, y la roca de mi salud.

27 Yo también le pondré por primogénito,

Alto sobre los reyes de la tierra.

28 Para siempre le conservaré mi misericordia;

Y mi alianza será firme con él.

29 Y pondré su simiente para siempre,

Y su trono como los días de los cielos.

30 Si dejaren sus hijos mi ley,

Y no anduvieren en mis juicios;

31 Si profanaren mis estatutos,

Y no guardaren mis mandamientos;

32 Entonces visitaré con vara su rebelión,

Y con azotes sus iniquidades.

33 Mas no quitaré de él mi misericordia,

Ni falsearé mi verdad.

34 No olvidaré mi pacto,

Ni mudaré lo que ha salido de mis labios.

35 Una vez he jurado por mi santidad,

Que no mentiré á David.

36 Su simiente será para siempre,

Y su trono como el sol delante de mí.

37 Como la luna será firme para siempre,

Y como un testigo fiel en el cielo. (Selah.)

38 Mas tú desechaste y menospreciaste á tu ungido;

Y te has airado con él.

39 Rompiste el pacto de tu siervo;

Has profanado su corona hasta la tierra.

40 Aportillaste todos sus vallados;

Has quebrantado sus fortalezas.

41 Menoscabáronle todos los que pasaron por el camino:

Es oprobio á sus vecinos.

42 Has ensalzado la diestra de sus enemigos;

Has alegrado á todos sus adversarios.

43 Embotaste asimismo el filo de su espada,

Y no lo levantaste en la batalla.

44 Hiciste cesar su brillo,

Y echaste su trono por tierra.

45 Has acortado los días de su juventud;

Hasle cubierto de afrenta. (Selah.)

46 ¿Hasta cuándo, oh Jehová? ¿te esconderás para siempre?

¿Arderá tu ira como el fuego?

47 Acuérdate de cuán corto sea mi tiempo:

¿Por qué habrás criado en vano á todos los hijos del hombre?

48 ¿Qué hombre vivirá y no verá muerte?

¿Librarás su vida del poder del sepulcro? (Selah.)

49 Señor, ¿dónde están tus antiguas misericordias,

Que juraste á David por tu verdad?

50 Señor, acuérdate del oprobio de tus siervos;

Oprobio que llevo yo en mi seno de muchos pueblos.

51 Porque tus enemigos, oh Jehová, han deshonrado,

Porque tus enemigos han deshonrado los pasos de tu ungido.

52 Bendito Jehová para siempre.

Amén, y Amén.

Oración de Moisés varón de Dios.

90 SEÑOR, tú nos has sido refugio

En generación y en generación.

Antes que naciesen los montes

Y formases la tierra y el mundo,

Y desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios.

Vuelves al hombre hasta ser quebrantado,

Y dices: Convertíos, hijos de los hombres.

Porque mil años delante de tus ojos,

Son como el día de ayer, que pasó,

Y como una de las vigilias de la noche.

Háceslos pasar como avenida de aguas; son como sueño;

Como la hierba que crece en la mañana:

En la mañana florece y crece;

A la tarde es cortada, y se seca.

Porque con tu furor somos consumidos,

Y con tu ira somos conturbados.

Pusiste nuestras maldades delante de ti,

Nuestros yerros á la luz de tu rostro.

Porque todos nuestros días declinan á causa de tu ira;

Acabamos nuestros años como un pensamiento.

10 Los días de nuestra edad son setenta años;

Que si en los más robustos son ochenta años,

Con todo su fortaleza es molestia y trabajo;

Porque es cortado presto, y volamos.

11 ¿Quién conoce la fortaleza de tu ira,

Y tu indignación según que debes ser temido?

12 Enséñanos de tal modo á contar nuestros días,

Que traigamos al corazón sabiduría.

13 Vuélvete, oh Jehová: ¿hasta cuándo?

Y aplácate para con tus siervos.

14 Sácianos presto de tu misericordia:

Y cantaremos y nos alegraremos todos nuestros días.

15 Alégranos conforme á los días que nos afligiste,

Y los años que vimos mal.

16 Aparezca en tus siervos tu obra,

Y tu gloria sobre sus hijos.

17 Y sea la luz de Jehová nuestro Dios sobre nosotros:

Y ordena en nosotros la obra de nuestras manos,

La obra de nuestras manos confirma.

91 EL que habita al abrigo del Altísimo,

Morará bajo la sombra del Omnipotente.

Diré yo á Jehová: Esperanza mía, y castillo mío;

Mi Dios, en él confiaré.

Y él te librará del lazo del cazador:

De la peste destruidora.

Con sus plumas te cubrirá,

Y debajo de sus alas estarás seguro:

Escudo y adarga es su verdad.

No tendrás temor de espanto nocturno,

Ni de saeta que vuele de día;

Ni de pestilencia que ande en oscuridad,

Ni de mortandad que en medio del día destruya.

Caerán á tu lado mil,

Y diez mil á tu diestra:

Mas á ti no llegará.

Ciertamente con tus ojos mirarás,

Y verás la recompensa de los impíos.

Porque tú has puesto á Jehová, que es mi esperanza,

Al Altísimo por tu habitación,

10 No te sobrevendrá mal,

Ni plaga tocará tu morada.

11 Pues que á sus ángeles mandará acerca de ti,

Que te guarden en todos tus caminos.

12 En las manos te llevarán,

Porque tu pie no tropiece en piedra.

13 Sobre el león y el basilisco pisarás;

Hollarás al cachorro del león y al dragón.

14 Por cuanto en mí ha puesto su voluntad, yo también lo libraré:

Pondrélo en alto, por cuanto ha conocido mi nombre.

15 Me invocará, y yo le responderé:

Con él estare yo en la angustia:

Lo libraré, y le glorificaré.

16 Saciarélo de larga vida,

Y mostraréle mi salud.

Salmo: Canción para el día del Sábado.

92 BUENO es alabar á Jehová,

Y cantar salmos á tu nombre, oh Altísimo;

Anunciar por la mañana tu misericordia,

Y tu verdad en las noches,

En el decacordio y en el salterio,

En tono suave con el arpa.

Por cuanto me has alegrado, oh Jehová, con tus obras;

En las obras de tus manos me gozo.

¡Cuán grandes son tus obras, oh Jehová!

Muy profundos son tus pensamientos.

El hombre necio no sabe,

Y el insensato no entiende esto:

Que brotan los impíos como la hierba,

Y florecen todos los que obran iniquidad,

Para ser destruídos para siempre.

Mas tú, Jehová, para siempre eres Altísimo.

Porque he aquí tus enemigos, oh Jehová,

Porque he aquí, perecerán tus enemigos;

Serán disipados todos los que obran maldad.

10 Empero tú ensalzarás mi cuerno como el de unicornio:

Seré ungido con aceite fresco.

11 Y mirarán mis ojos sobre mis enemigos:

Oirán mis oídos de los que se levantaron contra mí, de los malignos.

12 El justo florecerá como la palma:

Crecerá como cedro en el Líbano.

13 Plantados en la casa de Jehová,

En los atrios de nuestro Dios florecerán.

14 Aun en la vejez fructificarán;

Estarán vigorosos y verdes;

15 Para anunciar que Jehová mi fortaleza es recto.

Y que en él no hay injusticia.

93 JEHOVÁ reina, vistióse de magnificencia,

Vistióse Jehová, ciñóse de fortaleza;

Afirmó también el mundo, que no se moverá.

Firme es tu trono desde entonces:

Tú eres eternalmente.

Alzaron los ríos, oh Jehová,

Alzaron los ríos su sonido;

Alzaron los ríos sus ondas.

Jehová en las alturas es más poderoso

Que el estruendo de las muchas aguas,

Más que las recias ondas de la mar.

Tus testimonios son muy firmes:

La santidad conviene á tu casa,

Oh Jehová, por los siglos y para siempre.

94 JEHOVÁ, Dios de las venganzas,

Dios de las venganzas, muéstrate.

Ensálzate, oh Juez de la tierra:

Da el pago á los soberbios.

¿Hasta cuándo los impíos,

Hasta cuándo, oh Jehová, se gozarán los impíos?

¿Hasta cuándo pronunciarán, hablarán cosas duras,

Y se vanagloriarán todos los que obran iniquidad?

A tu pueblo, oh Jehová, quebrantan,

Y á tu heredad afligen.

A la viuda y al extanjero matan,

Y á los huérfanos quitan la vida.

Y dijeron: No verá JAH,

Ni entenderá el Dios de Jacob.

Entended, necios del pueblo;

Y vosotros fatuos, ¿cuándo seréis sabios?

El que plantó el oído, ¿no oirá?

El que formó el ojo, ¿no verá?

10 El que castiga las gentes, ¿no reprenderá?

¿No sabrá el que enseña al hombre la ciencia?

11 Jehová conoce los pensamientos de los hombres,

Que son vanidad.

12 Bienaventurado el hombre á quien tú, JAH, castigares,

Y en tu ley lo instruyeres;

13 Para tranquilizarle en los días de aflicción,

En tanto que para el impío se cava el hoyo.

14 Porque no dejará Jehová su pueblo,

Ni desamparará su heredad;

15 Sino que el juicio será vuelto á justicia,

Y en pos de ella irán todos los rectos de corazón.

16 ¿Quién se levantará por mí contra los malignos?

¿Quién estará por mí contra los que obran iniquidad?

17 Si no me ayudara Jehová,

Presto morara mi alma en el silencio.

18 Cuando yo decía: Mi pie resbala:

Tu misericordia, oh Jehová, me sustentaba.

19 En la multitud de mis pensamientos dentro de mí,

Tus consolaciones alegraban mi alma.

20 ¿Juntaráse contigo el trono de iniquidades,

Que forma agravio en el mandamiento?

21 Pónense en corros contra la vida del justo,

Y condenan la sangre inocente.

22 Mas Jehová me ha sido por refugio;

Y mi Dios por roca de mi confianza.

23 Y él hará tornar sobre ellos su iniquidad,

Y los destruirá por su propia maldad;

Los talará Jehová nuestro Dios.

95 VENID, celebremos alegremente á Jehová:

Cantemos con júbilo á la roca de nuestra salud.

Lleguemos ante su acatamiento con alabanza;

Aclamémosle con cánticos.

Porque Jehová es Dios grande;

Y Rey grande sobre todos los dioses.

Porque en su mano están las profundidades de la tierra,

Y las alturas de los montes son suyas.

Suya también la mar, pues él la hizo;

Y sus manos formaron la seca.

Venid, adoremos y postrémonos;

Arrodillémonos delante de Jehová nuestro hacedor.

Porque él es nuestro Dios;

Nosotros el pueblo de su dehesa, y ovejas de su mano.

Si hoy oyereis su voz,

No endurezcáis vuestro corazón como en Meriba,

Como el día de Masa en el desierto;

Donde me tentaron vuestros padres,

Probáronme, y vieron mi obra.

10 Cuarenta años estuve disgustado con la nación,

Y dije: Pueblo es que divaga de corazón,

Y no han conocido mis caminos.

11 Por tanto juré en mi furor

Que no entrarían en mi reposo.

96 CANTAD á Jehová canción nueva;

Cantad á Jehová, toda la tierra.

Cantad á Jehová, bendecid su nombre:

Anunciad de día en día su salud.

Contad entre las gentes su gloria,

En todos los pueblos sus maravillas.

Porque grande es Jehová, y digno de suprema alabanza;

Terrible sobre todos los dioses.

Porque todos los dioses de los pueblos son ídolos:

Mas Jehová hizo los cielos.

Alabanza y magnificencia delante de él:

Fortaleza y gloria en su santuario.

Dad á Jehová, oh familias de los pueblos,

Dad á Jehová la gloria y la fortaleza.

Dad á Jehová la honra debida á su nombre:

Tomad presentes, y venid á sus atrios.

Encorvaos á Jehová en la hermosura de su santuario:

Temed delante de él, toda la tierra.

10 Decid en las gentes: Jehová reinó,

También afirmó el mundo, no será conmovido:

Juzgará á los pueblos en justicia.

11 Alégrense los cielos, y gócese la tierra:

Brame la mar y su plenitud.

12 Regocíjese el campo, y todo lo que en él está:

Entonces todos los árboles del bosque rebosarán de contento.

13 Delante de Jehová que vino:

Porque vino á juzgar la tierra.

Juzgará al mundo con justicia,

Y á los pueblos con su verdad.

97 JEHOVÁ reinó: regocíjese la tierra:

Alégrense las muchas islas.

Nube y oscuridad alrededor de él:

Justicia y juicio son el asiento de su trono.

Fuego irá delante de él,

Y abrasará en derredor sus enemigos.

Sus relámpagos alumbraron el mundo:

La tierra vió, y estremecióse.

Los montes se derritieron como cera delante de Jehová,

Delante del Señor de toda la tierra.

Los cielos denunciaron su justicia,

Y todos los pueblos vieron su gloria.

Avergüéncense todos los que sirven á las imágenes de talla,

Los que se alaban de los ídolos:

Los dioses todos á él se encorven.

Oyó Sión, y alegróse;

Y las hijas de Judá,

Oh Jehová, se gozaron por tus juicios.

Porque tú, Jehová, eres alto sobre toda la tierra:

Eres muy ensalzado sobre todos los dioses.

10 Los que á Jehová amáis, aborreced el mal:

Guarda él las almas de sus santos;

De mano de los impíos los libra.

11 Luz está sembrada para el justo,

Y alegría para los rectos de corazón.

12 Alegraos, justos, en Jehová:

Y alabad la memoria de su santidad.

Salmo.

98 CANTAD á Jehová canción nueva;

Porque ha hecho maravillas:

Su diestra lo ha salvado, y su santo brazo.

Jehová ha hecho notoria su salud:

En ojos de las gentes ha descubierto su justicia.

Hase acordado de su misericordia y de su verdad para con la casa de Israel:

Todos los términos de la tierra han visto la salud de nuestro Dios.

Cantad alegres á Jehová, toda la tierra;

Levantad la voz, y aplaudid, y salmead.

Salmead á Jehová con arpa;

Con arpa y voz de cántico.

Aclamad con trompetas y sonidos

De bocina delante del rey Jehová.

Brame la mar y su plenitud;

El mundo y los que en él habitan;

Los ríos batan las manos;

Los montes todos hagan regocijo,

Delante de Jehová; porque vino á juzgar la tierra:

Juzgará al mundo con justicia,

Y á los pueblos con rectitud.

99 JEHOVÁ reinó, temblarán los pueblos:

Él está sentado sobre los querubines, conmoveráse la tierra.

Jehová en Sión es grande,

Y ensalzado sobre todos los pueblos.

Alaben tu nombre grande y tremendo:

Él es santo.

Y la gloria del rey ama el juicio:

Tú confirmas la rectitud;

Tú has hecho en Jacob juicio y justicia.

Ensalzad á Jehová nuestro Dios,

Y encorvaos al estrado de sus pies:

Él es santo.

Moisés y Aarón entre sus sacerdotes,

Y Samuel entre los que invocaron su nombre;

Invocaban á Jehová, y él les respondía.

En columna de nube hablaba con ellos:

Guardaban sus testimonios, y el estatuto que les había dado.

Jehová Dios nuestro, tú les respondías:

Tú les fuiste un Dios perdonador,

Y vengador de sus obras.

Ensalzad á Jehová nuestro Dios,

Y encorvaos al monte de su santidad;

Porque Jehová nuestro Dios es santo.

Salmo de alabanza.

100 CANTAD alegres á Dios, habitantes de toda la tierra.

Servid á Jehová con alegría:

Venid ante su acatamiento con regocijo.

Reconoced que Jehová él es Dios:

Él nos hizo, y no nosotros á nosotros mismos.

Pueblo suyo somos, y ovejas de su prado.

Entrad por sus puertas con reconocimiento,

Por sus atrios con alabanza:

Alabadle, bendecid su nombre.

Porque Jehová es bueno: para siempre es su misericordia,

Y su verdad por todas las generaciones.

Salmo de David.

101 MISERICORDIA y juicio cantaré:

A ti cantaré yo, oh Jehová.

Entenderé en el camino de la perfección

Cuando vinieres á mí:

En integridad de mi corazón andaré en medio de mi casa.

No pondré delante de mis ojos cosa injusta:

Aborrezco la obra de los que se desvían:

Ninguno de ellos se allegará á mí.

Corazón perverso se apartará de mí;

No conoceré al malvado.

Al que solapadamente infama á su prójimo, yo le cortaré;

No sufriré al de ojos altaneros, y de corazón vanidoso.

Mis ojos pondré en los fieles de la tierra, para que estén conmigo:

El que anduviere en el camino de la perfección, éste me servirá.

No habitará dentro de mi casa el que hace fraude:

El que habla mentiras no se afirmará delante de mis ojos.

Por las mañanas cortaré á todos los impíos de la tierra;

Para extirpar de la ciudad de Jehová á todos los que obraren iniquidad.

Oración del pobre, cuando estuviere angustiado, y delante de Jehová derramare su lamento.

102 JEHOVÁ, oye mi oración,

Y venga mi clamor á ti.

No escondas de mí tu rostro: en el día de mi angustia

Inclina á mí tu oído;

El día que te invocare, apresúrate á responderme.

Porque mis días se han consumido como humo;

Y mis huesos cual tizón están quemados.

Mi corazón fué herido, y secóse como la hierba;

Por lo cual me olvidé de comer mi pan.

Por la voz de mi gemido

Mis huesos se han pegado á mi carne.

Soy semejante al pelícano del desierto;

Soy como el buho de las soledades.

Velo, y soy

Como el pájaro solitario sobre el tejado.

Cada día me afrentan mis enemigos;

Los que se enfurecen contra mí, hanse contra mí conjurado.

Por lo que como la ceniza á manera de pan,

Y mi bebida mezclo con lloro,

10 A causa de tu enojo y de tu ira;

Pues me alzaste, y me has arrojado.

11 Mis días son como la sombra que se va;

Y heme secado como la hierba.

12 Mas tú, Jehová, permanecerás para siempre,

Y tu memoria para generación y generación.

13 Tú levantándote, tendrás misericordia de Sión;

Porque el tiempo de tener misericordia de ella, porque el plazo es llegado.

14 Porque tus siervos aman sus piedras,

Y del polvo de ella tienen compasión.

15 Entonces temerán las gentes el nombre de Jehová,

Y todos los reyes de la tierra tu gloria;

16 Por cuanto Jehová habrá edificado á Sión,

Y en su gloria será visto;

17 Habrá mirado á la oración de los solitarios,

Y no habrá desechado el ruego de ellos.

18 Escribirse ha esto para la generación venidera:

Y el pueblo que se criará, alabará á JAH.

19 Porque miró de lo alto de su santuario;

Jehová miró de los cielos á la tierra,

20 Para oir el gemido de los presos,

Para soltar á los sentenciados á muerte;

21 Porque cuenten en Sión el nombre de Jehová,

Y su alabanza en Jerusalem,

22 Cuando los pueblos se congregaren en uno,

Y los reinos, para servir á Jehová.

23 Él afligió mi fuerza en el camino;

Acortó mis días.

24 Dije: Dios mío, no me cortes en el medio de mis días:

Por generación de generaciones son tus años.

25 Tú fundaste la tierra antiguamente,

Y los cielos son obra de tus manos.

26 Ellos perecerán, y tú permanecerás;

Y todos ellos como un vestido se envejecerán;

Como una ropa de vestir los mudarás, y serán mudados:

27 Mas tú eres el mismo,

Y tus años no se acabarán.

28 Los hijos de tus siervos habitarán,

Y su simiente será afirmada delante de ti.

Salmo de David.

103 BENDICE, alma mía á Jehová;

Y bendigan todas mis entrañas su santo nombre.

Bendice, alma mía, á Jehová,

Y no olvides ninguno de sus beneficios.

Él es quien perdona todas tus iniquidades,

El que sana todas tus dolencias;

El que rescata del hoyo tu vida,

El que te corona de favores y misericordias;

El que sacia de bien tu boca

De modo que te rejuvenezcas como el águila.

Jehová el que hace justicia

Y derecho á todos los que padecen violencia.

Sus caminos notificó á Moisés,

Y á los hijos de Israel sus obras.

Misericordioso y clemente es Jehová;

Lento para la ira, y grande en misericordia.

No contenderá para siempre,

Ni para siempre guardará el enojo.

10 No ha hecho con nosotros conforme á nuestras iniquidades;

Ni nos ha pagado conforme á nuestros pecados.

11 Porque como la altura de los cielos sobre la tierra,

Engrandeció su misericordia sobre los que le temen.

12 Cuanto está lejos el oriente del occidente,

Hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones.

13 Como el padre se compadece de los hijos,

Se compadece Jehová de los que le temen.

14 Porque él conoce nuestra condición;

Acuérdase que somos polvo.

15 El hombre, como la hierba son sus días,

Florece como la flor del campo.

16 Que pasó el viento por ella, y pereció:

Y su lugar no la conoce más.

17 Mas la misericordia de Jehová desde el siglo y hasta el siglo sobre los que le temen,

Y su justicia sobre los hijos de los hijos;

18 Sobre los que guardan su pacto,

Y los que se acuerdan de sus mandamientos para ponerlos por obra.

19 Jehová afirmó en los cielos su trono;

Y su reino domina sobre todos.

20 Bendecid á Jehová, vosotros sus ángeles,

Poderosos en fortaleza, que ejecutáis su palabra,

Obedeciendo á la voz de su precepto.

21 Bendecid á Jehová, vosotros todos sus ejércitos,

Ministros suyos, que hacéis su voluntad.

22 Bendecid á Jehová, vosotras todas sus obras,

En todos los lugares de su señorío.

Bendice, alma mía, á Jehová.

104 BENDICE, alma mía, á Jehová.

Jehová, Dios mío, mucho te has engrandecido;

Haste vestido de gloria y de magnificencia.

El que se cubre de luz como de vestidura,

Que extiende los cielos como una cortina;

Que establece sus aposentos entre las aguas;

El que pone las nubes por su carroza,

El que anda sobre las alas del viento;

El que hace á sus ángeles espíritus,

Sus ministros al fuego flameante.

Él fundó la tierra sobre sus basas;

No será jamás removida.

Con el abismo, como con vestido, la cubriste;

Sobre los montes estaban las aguas.

A tu reprensión huyeron;

Al sonido de tu trueno se apresuraron;

Subieron los montes, descendieron los valles,

Al lugar que tú les fundaste.

Pusísteles término, el cual no traspasarán;

Ni volverán á cubrir la tierra.

10 Tú eres el que envías las fuentes por los arroyos;

Van entre los montes.

11 Abrevan á todas las bestias del campo:

Quebrantan su sed los asnos montaraces.

12 Junto á aquellos habitarán las aves de los cielos;

Entre las ramas dan voces.

13 El que riega los montes desde sus aposentos:

Del fruto de sus obras se sacia la tierra.

14 El que hace producir el heno para las bestias,

Y la hierba para el servicio del hombre;

Sacando el pan de la tierra.

15 Y el vino que alegra el corazón del hombre,

Y el aceite que hace lucir el rostro,

Y el pan que sustenta el corazón del hombre.

16 Llénanse de jugo los árboles de Jehová,

Los cedros del Líbano que él plantó.

17 Allí anidan las aves;

En las hayas hace su casa la cigüeña.

18 Los montes altos para las cabras monteses;

Las peñas, madrigueras para los conejos.

19 Hizo la luna para los tiempos:

El sol conoce su ocaso.

20 Pone las tinieblas, y es la noche:

En ella corretean todas las bestias de la selva.

21 Los leoncillos braman á la presa,

Y para buscar de Dios su comida.

22 Sale el sol, recógense,

Y échanse en sus cuevas.

23 Sale el hombre á su hacienda,

Y á su labranza hasta la tarde.

24 ¡Cuán muchas son tus obras, oh Jehová!

Hiciste todas ellas con sabiduría:

La tierra está llena de tus beneficios.

25 Asimismo esta gran mar y ancha de términos:

En ella pescados sin número,

Animales pequeños y grandes.

26 Allí andan navíos;

Allí este leviathán que hiciste para que jugase en ella.

27 Todos ellos esperan en ti,

Para que les des su comida á su tiempo.

28 Les das, recogen;

Abres tu mano, hártanse de bien.

29 Escondes tu rostro, túrbanse:

Les quitas el espíritu, dejan de ser,

Y tórnanse en su polvo.

30 Envías tu espíritu, críanse:

Y renuevas la haz de la tierra.

31 Sea la gloria de Jehová para siempre;

Alégrese Jehová en sus obras;

32 El cual mira á la tierra, y ella tiembla;

Toca los montes, y humean.

33 A Jehová cantaré en mi vida:

A mi Dios salmearé mientras viviere.

34 Serme ha suave hablar de él:

Yo me alegraré en Jehová.

35 Sean consumidos de la tierra los pecadores,

Y los impíos dejen de ser.

Bendice, alma mía, á Jehová.

Aleluya.

105 ALABAD á Jehová, invocad su nombre.

Haced notorias sus obras en los pueblos.

Cantadle, cantadle salmos:

Hablad de todas sus maravillas.

Gloriaos en su santo nombre:

Alégrese el corazón de los que buscan á Jehová.

Buscad á Jehová, y su fortaleza:

Buscad siempre su rostro.

Acordaos de sus maravillas que hizo,

De sus prodigios y de los juicios de su boca,

Oh vosotros, simiente de Abraham su siervo,

Hijos de Jacob, sus escogidos.

Él es Jehová nuestro Dios;

En toda la tierra son sus juicios.

Acordóse para siempre de su alianza;

De la palabra que mandó para mil generaciones,

La cual concertó con Abraham;

Y de su juramento á Isaac.

10 Y establecióla á Jacob por decreto,

A Israel por pacto sempiterno,

11 Diciendo: á ti daré la tierra de Canaán

Por cordel de vuestra heredad.

12 Esto siendo ellos pocos hombres en número,

Y extranjeros en ella.

13 Y anduvieron de gente en gente,

De un reino á otro pueblo.

14 No consintió que hombre los agraviase;

Y por causa de ellos castigó los reyes.

15 No toquéis, dijo, á mis ungidos,

Ni hagáis mal á mis profetas.

16 Y llamó al hambre sobre la tierra,

Y quebrantó todo mantenimiento de pan.

17 Envió un varón delante de ellos,

A José, que fué vendido por siervo.

18 Afligieron sus pies con grillos;

En hierro fué puesta su persona.

19 Hasta la hora que llegó su palabra,

El dicho de Jehová le probó.

20 Envió el rey, y soltóle;

El señor de los pueblos, y desatóle.

21 Púsolo por señor de su casa,

Y por enseñoreador en toda su posesión;

22 Para que reprimiera á sus grandes como él quisiese,

Y á sus ancianos enseñara sabiduría.

23 Después entró Israel en Egipto,

Y Jacob fué extranjero en la tierra de Châm.

24 Y multiplicó su pueblo en gran manera,

E hízolo fuerte más que sus enemigos.

25 Volvió el corazón de ellos para que aborreciesen á su pueblo,

Para que contra sus siervos pensasen mal.

26 Envió á su siervo Moisés,

Y á Aarón al cual escogió.

27 Pusieron en ellos las palabras de sus señales,

Y sus prodigios en la tierra de Châm.

28 Echó tinieblas, e hizo oscuridad;

Y no fueron rebeldes á su palabra.

29 Volvió sus aguas en sangre,

Y mató sus pescados.

30 Produjo su tierra ranas,

Aun en las cámaras de sus reyes.

31 Dijo, y vinieron enjambres de moscas,

Y piojos en todo su término.

32 Volvió en su tierra sus lluvias en granizo,

Y en fuego de llamaradas.

33 E hirió sus viñas y sus higueras,

Y quebró los árboles de su término.

34 Dijo, y vinieron langostas,

Y pulgón sin número;

35 Y comieron toda la hierba de su país,

Y devoraron el fruto de su tierra.

36 Hirió además á todos los primogénitos en su tierra,

El principio de toda su fuerza.

37 Y sacólos con plata y oro;

Y no hubo en sus tribus enfermo.

38 Egipto se alegró de que salieran;

Porque su terror había caído sobre ellos.

39 Extendió una nube por cubierta,

Y fuego para alumbrar la noche.

40 Pidieron, e hizo venir codornices;

Y saciólos de pan del cielo.

41 Abrió la peña, y fluyeron aguas;

Corrieron por los secadales como un río.

42 Porque se acordó de su santa palabra,

Dada á Abraham su siervo.

43 Y sacó á su pueblo con gozo;

Con júbilo á sus escogidos.

44 Y dióles las tierras de las gentes;

Y las labores de las naciones heredaron:

45 Para que guardasen sus estatutos,

Y observasen sus leyes.

Aleluya.

106 ALELUYA.

Alabad á Jehová, porque es bueno;

Porque para siempre es su misericordia.

¿Quién expresará las valentías de Jehová?

¿Quién contará sus alabanzas?

Dichosos los que guardan juicio,

Los que hacen justicia en todo tiempo.

Acuérdate de mí, oh Jehová, según tu benevolencia para con tu pueblo:

Visítame con tu salud;

Para que yo vea el bien de tus escogidos,

Para que me goce en la alegría de tu gente,

Y me gloríe con tu heredad.

Pecamos con nuestros padres,

Hicimos iniquidad, hicimos impiedad.

Nuestros padres en Egipto no entendieron tus maravillas;

No se acordaron de la muchedumbre de tus misericordias;

Sino que se rebelaron junto á la mar, en el mar Bermejo.

Salvólos empero por amor de su nombre,

Para hacer notoria su fortaleza.

Y reprendió al mar Bermejo, y secólo;

E hízoles ir por el abismo, como por un desierto.

10 Y salvólos de mano del enemigo,

Y rescatólos de mano del adversario.

11 Y cubrieron las aguas á sus enemigos:

No quedó uno de ellos.

12 Entonces creyeron á sus palabras,

Y cantaron su alabanza.

13 Apresuráronse, olvidáronse de sus obras;

No esperaron en su consejo.

14 Y desearon con ansia en el desierto;

Y tentaron á Dios en la soledad.

15 Y él les dió lo que pidieron;

Mas envió flaqueza en sus almas.

16 Tomaron después celo contra Moisés en el campo,

Y contra Aarón el santo de Jehová.

17 Abrióse la tierra, y tragó á Dathán,

Y cubrió la compañía de Abiram.

18 Y encendióse el fuego en su junta;

La llama quemó los impíos.

19 Hicieron becerro en Horeb,

Y encorváronse á un vaciadizo.

20 Así trocaron su gloria

Por la imagen de un buey que come hierba.

21 Olvidaron al Dios de su salud,

Que había hecho grandezas en Egipto;

22 Maravillas en la tierra de Châm,

Cosas formidables sobre el mar Bermejo.

23 Y trató de destruirlos,

A no haberse puesto Moisés su escogido al portillo delante de él,

A fin de apartar su ira, para que no los destruyese.

24 Empero aborrecieron la tierra deseable:

No creyeron á su palabra;

25 Antes murmuraron en sus tiendas,

Y no oyeron la voz de Jehová.

26 Por lo que alzó su mano á ellos,

En orden á postrarlos en el desierto,

27 Y humillar su simiente entre las gentes,

Y esparcirlos por las tierras.

28 Allegáronse asimismo á Baalpeor,

Y comieron los sacrificios de los muertos.

29 Y ensañaron á Dios con sus obras,

Y desarrollóse la mortandad en ellos.

30 Entonces se levantó Phinees, e hizo juicio;

Y se detuvo la plaga.

31 Y fuéle contado á justicia

De generación en generación para siempre.

32 También le irritaron en las aguas de Meriba:

E hizo mal á Moisés por causa de ellos;

33 Porque hicieron se rebelase su espíritu,

Como lo expresó con sus labios.

34 No destruyeron los pueblos

Que Jehová les dijo;

35 Antes se mezclaron con las gentes,

Y aprendieron sus obras,

36 Y sirvieron á sus ídolos;

Los cuales les fueron por ruina.

37 Y sacrificaron sus hijos y sus hijas á los demonios;

38 Y derramaron la sangre inocente, la sangre de sus hijos y de sus hijas,

Que sacrificaron á los ídolos de Canaán:

Y la tierra fué contaminada con sangre.

39 Contamináronse así con sus obras,

Y fornicaron con sus hechos.

40 Encendióse por tanto el furor de Jehová sobre su pueblo,

Y abominó su heredad:

41 Y entrególos en poder de las gentes,

Y enseñoreáronse de ellos los que los aborrecían.

42 Y sus enemigos los oprimieron,

Y fueron quebrantados debajo de su mano.

43 Muchas veces los libró;

Mas ellos se rebelaron á su consejo,

Y fueron humillados por su maldad.

44 Él con todo, miraba cuando estaban en angustia,

Y oía su clamor:

45 Y acordábase de su pacto con ellos,

Y arrepentíase conforme á la muchedumbre de sus miseraciones.

46 Hizo asimismo tuviesen de ellos misericordia todos los que los tenían cautivos.

47 Sálvanos, Jehová Dios nuestro,

Y júntanos de entre las gentes,

Para que loemos tu santo nombre,

Para que nos gloriemos en tus alabanzas.

48 Bendito Jehová Dios de Israel,

Desde el siglo y hasta el siglo:

Y diga todo el pueblo, Amén.

Aleluya.

107 ALABAD á Jehová, porque es bueno;

Porque para siempre es su misericordia.

Diganlo los redimidos de Jehová,

Los que ha redimido del poder del enemigo,

Y los ha congregado de las tierras,

Del oriente y del occidente,

Del aquilón y de la mar.

Anduvieron perdidos por el desierto, por la soledad sin camino,

No hallando ciudad de población.

Hambrientos y sedientos,

Su alma desfallecía en ellos.

Habiendo empero clamado á Jehová en su angustia,

Librólos de sus aflicciones:

Y dirigiólos por camino derecho,

Para que viniesen á ciudad de población.

Alaben la misericordia de Jehová,

Y sus maravillas para con los hijos de los hombres.

Porque sació al alma menesterosa,

Y llenó de bien al alma hambrienta.

10 Los que moraban en tinieblas y sombra de muerte,

Aprisionados en aflicción y en hierros;

11 Por cuanto fueron rebeldes á las palabras de Jehová,

Y aborrecieron el consejo del Altísimo.

12 Por lo que quebrantó él con trabajo sus corazones,

Cayeron y no hubo quien los ayudase;

13 Luego que clamaron á Jehová en su angustia,

Librólos de sus aflicciones.

14 Sacólos de las tinieblas y de la sombra de muerte,

Y rompió sus prisiones.

15 Alaben la misericordia de Jehová,

Y sus maravillas para con los hijos de los hombres.

16 Porque quebrantó las puertas de bronce,

Y desmenuzó los cerrojos de hierro.

17 Los insensatos, á causa del camino de su rebelión

Y á causa de sus maldades, fueron afligidos.

18 Su alma abominó toda vianda,

Y llegaron hasta las puertas de la muerte.

19 Mas clamaron á Jehová en su angustia,

Y salvólos de sus aflicciones.

20 Envió su palabra, y curólos,

Y librólos de su ruina.

21 Alaben la misericordia de Jehová,

Y sus maravillas para con los hijos de los hombres:

22 Y sacrifiquen sacrificios de alabanza,

Y publiquen sus obras con júbilo.

23 Los que descienden á la mar en navíos,

Y hacen negocio en las muchas aguas,

24 Ellos han visto las obras de Jehová,

Y sus maravillas en el profundo.

25 Él dijo, e hizo saltar el viento de la tempestad,

Que levanta sus ondas.

26 Suben á los cielos, descienden á los abismos:

Sus almas se derriten con el mal.

27 Tiemblan, y titubean como borrachos,

Y toda su ciencia es perdida.

28 Claman empero á Jehová en su angustia,

Y líbralos de sus aflicciones.

29 Hace parar la tempestad en sosiego,

Y se apaciguan sus ondas.

30 Alégranse luego porque se reposaron;

Y él los guía al puerto que deseaban.

31 Alaben la misericordia de Jehová,

Y sus maravillas para con los hijos de los hombres.

32 Y ensálcenlo en la congregación del pueblo;

Y en consistorio de ancianos lo alaben.

33 Él vuelve los ríos en desierto,

Y los manantiales de las aguas en secadales;

34 La tierra fructífera en salados,

Por la maldad de los que la habitan.

35 Vuelve el desierto en estanques de aguas,

Y la tierra seca en manantiales.

36 Y allí aposenta á los hambrientos,

Y disponen ciudad para habitación;

37 Y siembran campos, y plantan viñas,

Y rinden crecido fruto.

38 Y los bendice, y se multiplican en gran manera;

Y no disminuye sus bestias.

39 Y luego son menoscabados y abatidos

A causa de tiranía, de males y congojas.

40 Él derrama menosprecio sobre los príncipes,

Y les hace andar errados, vagabundos, sin camino:

41 Y levanta al pobre de la miseria,

Y hace multiplicar las familias como rebaños de ovejas.

42 Vean los rectos, y alégrense;

Y toda maldad cierre su boca.

43 ¿Quién es sabio y guardará estas cosas,

Y entenderá las misericordias de Jehová?

Canción: Salmo de David.

108 MI corazón está dispuesto, oh Dios;

Cantaré y salmearé todavía en mi gloria.

Despiértate, salterio y arpa:

Despertaré al alba.

Te alabaré, oh Jehová, entre los pueblos;

A ti cantaré salmos entre las naciones.

Porque grande más que los cielos es tu misericordia,

Y hasta los cielos tu verdad.

Ensálzate, oh Dios, sobre los cielos;

Y sobre toda la tierra tu gloria.

Para que sean librados tus amados,

Salva con tu diestra y respóndeme.

Dios habló por su santuario: alegraréme,

Repartiré á Sichêm, y mediré el valle de Succoth.

Mío es Galaad, mío es Manasés;

Y Ephraim es la fortaleza de mi cabeza;

Judá es mi legislador;

Moab, la vasija de mi lavatorio:

Sobre Edom echaré mi calzado;

Regocijaréme sobre Palestina.

10 ¿Quién me guiará á la ciudad fortalecida?

¿Quién me guiará hasta Idumea?

11 Ciertamente tú, oh Dios, que nos habías desechado;

Y no salías, oh Dios, con nuestros ejércitos.

12 Danos socorro en la angustia:

Porque mentirosa es la salud del hombre.

13 En Dios haremos proezas;

Y él hollará nuestros enemigos.

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