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Bible in 90 Days

An intensive Bible reading plan that walks through the entire Bible in 90 days.
Duration: 88 days
Nueva Traducción Viviente (NTV)
Version
Proverbios 7:1-20:21

Más advertencia sobre mujeres inmorales

Hijo mío, sigue mi consejo;
    atesora siempre mis mandatos.
¡Obedece mis mandatos y vive!
    Guarda mis instrucciones tal como cuidas tus ojos.[a]
Átalas a tus dedos como un recordatorio;
    escríbelas en lo profundo de tu corazón.

Ama a la sabiduría como si fuera tu hermana
    y haz a la inteligencia un querido miembro de tu familia.
Deja que ellas te prevengan de tener una aventura con una mujer inmoral
    y de escuchar las adulaciones de una mujer promiscua.

Mientras estaba junto a la ventana de mi casa,
    mirando a través de la cortina,
vi a unos muchachos ingenuos;
    a uno en particular que le faltaba sentido común.
Cruzaba la calle cercana a la casa de una mujer inmoral
    y se paseaba frente a su casa.
Era la hora del crepúsculo, al anochecer,
    mientras caía la densa oscuridad.
10 La mujer se le acercó,
    vestida de manera seductora y con corazón astuto.
11 Era rebelde y descarada,
    de esas que nunca están conformes con quedarse en casa.
12 Suele frecuentar las calles y los mercados,
    ofreciéndose en cada esquina.
13 Lo rodeó con sus brazos y lo besó,
    y mirándolo con descaro le dijo:
14 «Acabo de hacer mis ofrendas de paz
    y de cumplir mis votos.
15 ¡Tú eres precisamente al que estaba buscando!
    ¡Salí a encontrarte y aquí estás!
16 Mi cama está tendida con hermosas colchas,
    con coloridas sábanas de lino egipcio.
17 La he perfumado
    con mirra, áloes y canela.
18 Ven, bebamos sin medida la copa del amor hasta el amanecer.
    Disfrutemos de nuestras caricias,
19 ahora que mi esposo no está en casa.
    Se fue de viaje por mucho tiempo.
20 Se llevó la cartera llena de dinero
    y no regresará hasta fin de mes[b]».

21 Y así lo sedujo con sus dulces palabras
    y lo engatusó con sus halagos.
22 Él la siguió de inmediato,
    como un buey que va al matadero.
Era como un ciervo que cayó en la trampa,[c]
23     en espera de la flecha que le atravesaría el corazón.
Era como un ave que vuela directo a la red,
    sin saber que le costará la vida.

24 Por eso, hijos míos, escúchenme
    y presten atención a mis palabras.
25 No dejen que el corazón se desvíe tras ella.
    No anden vagando por sus caminos descarriados.
26 Pues ella ha sido la ruina de muchos;
    numerosos hombres han caído en sus garras.
27 Su casa es el camino a la tumba.[d]
    Su alcoba es la guarida de la muerte.

Llamado de la Sabiduría

¡Escuchen cuando la Sabiduría llama!
    ¡Oigan cuando el entendimiento alza su voz!
La Sabiduría toma su puesto en las encrucijadas,
    en la cumbre de la colina, junto al camino.
Junto a las puertas de entrada a la ciudad,
    en el camino de ingreso, grita con fuerza:
«¡A ustedes los llamo, a todos ustedes!
    Levanto mi voz a toda persona.
Ustedes, ingenuos, usen el buen juicio.
    Ustedes, necios, muestren un poco de entendimiento.
¡Escúchenme! Tengo cosas importantes que decirles.
    Todo lo que digo es correcto,
pues hablo la verdad
    y detesto toda clase de engaño.
Mi consejo es sano;
    no tiene artimañas ni falsedad.
Mis palabras son obvias para todos los que tienen entendimiento,
    claras para los que poseen conocimiento.
10 Elijan mi instrucción en lugar de la plata
    y el conocimiento antes que el oro puro.
11 Pues la sabiduría es mucho más valiosa que los rubíes.
    Nada de lo que uno pueda desear se compara con ella.

12 »Yo, la Sabiduría, convivo con el buen juicio.
    Sé dónde encontrar conocimiento y discernimiento.
13 Todos los que temen al Señor odiarán la maldad.
    Por eso odio el orgullo y la arrogancia,
    la corrupción y el lenguaje perverso.
14 El sentido común y el éxito me pertenecen.
    La fuerza y la inteligencia son mías.
15 Gracias a mí reinan los reyes
    y los gobernantes dictan decretos justos.
16 Los mandatarios gobiernan con mi ayuda
    y los nobles emiten juicios justos.[e]

17 »Amo a todos los que me aman.
    Los que me buscan, me encontrarán.
18 Tengo riquezas y honor,
    así como justicia y prosperidad duraderas.
19 ¡Mis dones son mejores que el oro, aun el oro más puro;
    mi paga es mejor que la plata refinada!
20 Camino en rectitud,
    por senderos de justicia.
21 Los que me aman heredan riquezas;
    llenaré sus cofres de tesoros.

22 »El Señor me formó desde el comienzo,
    antes de crear cualquier otra cosa.
23 Fui nombrada desde la eternidad,
    en el principio mismo, antes de que existiera la tierra.
24 Nací antes de que los océanos fueran creados,
    antes de que brotara agua de los manantiales.
25 Antes de que se formaran las montañas,
    antes que las colinas, yo nací,
26 antes de que el Señor hiciera la tierra y los campos
    y los primeros puñados de tierra.
27 Estaba presente cuando él estableció los cielos,
    cuando trazó el horizonte sobre los océanos.
28 Estaba ahí cuando colocó las nubes arriba,
    cuando estableció los manantiales en lo profundo de la tierra.
29 Estaba ahí cuando puso límites a los mares,
    para que no se extendieran más allá de sus márgenes.
Y también cuando demarcó los cimientos de la tierra,
30     era la arquitecta a su lado.
Yo era su constante deleite,
    y me alegraba siempre en su presencia.
31 ¡Qué feliz me puse con el mundo que él creó;
    cuánto me alegré con la familia humana!

32 »Y ahora, hijos míos, escúchenme,
    pues todos los que siguen mis caminos son felices.
33 Escuchen mi instrucción y sean sabios;
    no la pasen por alto.
34 ¡Alegres son los que me escuchan,
    y están atentos a mis puertas día tras día,
    y me esperan afuera de mi casa!
35 Pues todo el que me encuentra, halla la vida
    y recibe el favor del Señor.
36 Pero el que no me encuentra se perjudica a sí mismo.
    Todos los que me odian aman la muerte».
La Sabiduría edificó su casa;
    labró sus siete pilares.
Preparó un gran banquete,
    mezcló los vinos y puso la mesa.
Envió a sus sirvientes para que invitaran a todo el mundo.
    Ahora convoca desde el lugar más alto con vista a la ciudad:
«Entren conmigo», clama a los ingenuos.
    Y a quienes les falta buen juicio, les dice:
«Vengan, disfruten mi comida
    y beban el vino que he mezclado.
Dejen atrás sus caminos de ingenuidad y empiecen a vivir;
    aprendan a usar el buen juicio».

El que reprende a un burlón recibirá un insulto a cambio;
    el que corrige al perverso saldrá herido.
Por lo tanto, no te molestes en corregir a los burlones;
    solo ganarás su odio.
En cambio, corrige a los sabios
    y te amarán.
Instruye a los sabios,
    y se volverán aún más sabios.
Enseña a los justos,
    y aprenderán aún más.

10 El temor del Señor es la base de la sabiduría.
    Conocer al Santo da por resultado el buen juicio.

11 La sabiduría multiplicará tus días
    y dará más años a tu vida.
12 Si te haces sabio, serás tú quien se beneficie.
    Si desprecias la sabiduría, serás tú quien sufra.

Llamado de la Necedad

13 La mujer llamada Necedad es una atrevida
    y aunque no se da cuenta es una ignorante.
14 Se sienta a la entrada de su casa,
    en el lugar más alto con vista a la ciudad.
15 Llama a los hombres que pasan por ahí,
    ocupados en sus propios asuntos.
16 «Entren conmigo», les dice a los ingenuos.
    Y a los que les falta buen juicio, les dice:
17 «¡El agua robada es refrescante;
    lo que se come a escondidas es más sabroso!».
18 Pero lo que menos se imaginan es que allí están los muertos.
    Sus invitados están en lo profundo de la tumba.[f]

Proverbios de Salomón

10 Los proverbios de Salomón:

Un hijo sabio trae alegría a su padre;
    un hijo necio trae dolor a su madre.

Las riquezas mal habidas no tienen ningún valor duradero,
    pero vivir debidamente puede salvar tu vida.

El Señor no dejará que el justo pase hambre,
    pero se niega a satisfacer los antojos del perverso.

Los perezosos pronto se empobrecen;
    los que se esfuerzan en su trabajo se hacen ricos.

El joven sabio cosecha en el verano,
    pero el que se duerme durante la siega es una vergüenza.

Los justos se llenan de bendiciones;
    las palabras de los perversos encubren intenciones violentas.

Tenemos buenos recuerdos de los justos,
    pero el nombre del perverso se pudre.

El sabio con gusto recibe instrucción,
    pero el necio que habla hasta por los codos caerá de narices.

Las personas con integridad caminan seguras,
    pero las que toman caminos torcidos serán descubiertas.

10 Quien guiña el ojo aprobando la maldad, causa problemas,
    pero una reprensión firme promueve la paz.[g]

11 Las palabras de los justos son como una fuente que da vida;
    las palabras de los perversos encubren intenciones violentas.

12 El odio provoca peleas,
    pero el amor cubre todas las ofensas.

13 Las palabras sabias provienen de los labios de la gente con entendimiento,
    pero a los que les falta sentido común, serán castigados con vara.

14 Las personas sabias atesoran el conocimiento,
    pero el hablar por hablar del necio invita al desastre.

15 La riqueza del rico es su fortaleza;
    la pobreza del pobre es su ruina.

16 Las ganancias de los justos realzan sus vidas,
    pero la gente malvada derrocha su dinero en el pecado.

17 Los que aceptan la disciplina van por el camino que lleva a la vida,
    pero los que no hacen caso a la corrección se descarriarán.

18 Encubrir el odio te hace un mentiroso;
    difamar a otros te hace un necio.

19 Hablar demasiado conduce al pecado.
    Sé prudente y mantén la boca cerrada.

20 Las palabras del justo son como la plata refinada;
    el corazón del necio no vale nada.

21 Las palabras del justo animan a muchos,
    pero a los necios los destruye su falta de sentido común.

22 La bendición del Señor enriquece a una persona
    y él no añade ninguna tristeza.

23 Al necio le divierte hacer el mal,
    pero al sensato le da placer vivir sabiamente.

24 Los temores del perverso se cumplirán;
    las esperanzas del justo se concederán.

25 Cuando lleguen las tormentas de la vida, arrasarán con los perversos;
    pero los justos tienen un cimiento eterno.

26 Los perezosos irritan a sus patrones,
    como el vinagre a los dientes o el humo a los ojos.

27 El temor del Señor prolonga la vida,
    pero los años de los perversos serán truncados.

28 Las esperanzas del justo traen felicidad,
    pero las expectativas de los perversos no resultan en nada.

29 El camino del Señor es una fortaleza para los que andan en integridad,
    pero destruye a los que hacen maldad.

30 Los justos nunca serán perturbados,
    pero los perversos serán quitados de la tierra.

31 La boca del justo da sabios consejos,
    pero la lengua engañosa será cortada.

32 Los labios del justo hablan palabras provechosas,
    pero la boca del malvado habla perversidad.
11 El Señor detesta el uso de las balanzas adulteradas,
    pero se deleita en pesas exactas.

El orgullo lleva a la deshonra,
    pero con la humildad viene la sabiduría.

La honestidad guía a la gente buena;
    la deshonestidad destruye a los traicioneros.

Las riquezas no servirán para nada en el día del juicio,
    pero la vida recta puede salvarte de la muerte.

La honestidad dirige los pasos de los justos;
    los perversos caen bajo el peso de su pecado.

La justicia rescata a las personas buenas;
    los traidores quedan atrapados por su propia ambición.

Cuando los perversos mueren, sus esperanzas mueren con ellos,
    porque confían en sus propias y deficientes fuerzas.

Los justos son rescatados de dificultades,
    y estas caen sobre los perversos.

Los que no tienen a Dios destruyen a sus amigos con sus palabras,
    pero el conocimiento rescatará a los justos.

10 Toda la ciudad festeja cuando el justo triunfa;
    grita de alegría cuando el perverso muere.

11 Los ciudadanos íntegros son de beneficio para la ciudad y la hacen prosperar,
    pero las palabras de los perversos la destruyen.

12 Es necio denigrar al vecino;
    una persona sensata guarda silencio.

13 El chismoso anda contando secretos;
    pero los que son dignos de confianza saben guardar una confidencia.

14 Sin liderazgo sabio, la nación se hunde;
    la seguridad está en tener muchos consejeros.

15 Es peligroso dar garantía por la deuda de un desconocido;
    es más seguro no ser fiador de nadie.

16 La mujer bondadosa se gana el respeto,
    pero los hombres despiadados solo ganan riquezas.

17 Tu bondad te recompensará,
    pero tu crueldad te destruirá.

18 Los malvados se enriquecen temporalmente,
    pero la recompensa de los justos permanecerá.

19 Los justos encuentran la vida;
    los malvados hallan la muerte.

20 El Señor detesta a los de corazón retorcido,
    pero se deleita en los que tienen integridad.

21 Los malvados seguramente recibirán castigo,
    pero los hijos de los justos serán liberados.

22 Una mujer hermosa sin discreción
    es como un anillo de oro en el hocico de un cerdo.

23 Los justos pueden esperar una recompensa,
    mientras que a los perversos solo les espera juicio.

24 Da con generosidad y serás más rico;
    sé tacaño y lo perderás todo.

25 El generoso prosperará,
    y el que reanima a otros será reanimado.

26 La gente maldice a los que acaparan el grano,
    pero bendice al que lo vende en tiempo de necesidad.

27 Si buscas el bien, hallarás favor;
    pero si buscas el mal, ¡el mal te encontrará!

28 El que confía en su dinero se hundirá,
    pero los justos reverdecen como las hojas en primavera.

29 Los que traen problemas a su familia heredan el viento.
    El necio será sirviente del sabio.

30 La semilla de las buenas acciones se transforma en un árbol de vida;
    una persona sabia gana amigos.[h]

31 Si los justos reciben su recompensa aquí en la tierra,
    ¡cuánto más los pecadores perversos![i]
12 Para aprender, hay que amar la disciplina;
    es tonto despreciar la corrección.

El Señor aprueba a los que son buenos,
    pero condena a quienes traman el mal.

La perversidad nunca produce estabilidad,
    pero los justos tienen raíces profundas.

Una esposa digna es una corona para su marido,
    pero la desvergonzada es como cáncer a sus huesos.

Los planes de los rectos son justos,
    pero el consejo de los perversos es traicionero.

Las palabras de los perversos son como una emboscada mortal,
    pero las palabras de los justos salvan vidas.

Los perversos mueren y no dejan rastro,
    mientras que la familia de los justos permanece firme.

La persona sensata gana admiración,
    pero la persona con la mente retorcida recibe desprecio.

Más vale ser una persona común con sirvientes,
    que darse aires de grandeza y no tener para comer.

10 Los justos cuidan de sus animales,
    pero los perversos siempre son crueles.

11 El que se esfuerza en su trabajo tiene comida en abundancia,
    pero el que persigue fantasías no tiene sentido común.

12 Cada ladrón envidia el botín del otro,
    pero los justos están bien arraigados y dan su propio fruto.

13 Los perversos quedan atrapados por sus propias palabras,
    pero los justos escapan de semejante enredo.

14 Las palabras sabias producen muchos beneficios,
    y el arduo trabajo trae recompensas.

15 Los necios creen que su propio camino es el correcto,
    pero los sabios prestan atención a otros.

16 Un necio se enoja enseguida,
    pero una persona sabia mantiene la calma cuando la insultan.

17 Un testigo honrado dice la verdad;
    un testigo falso dice mentiras.

18 Algunas personas hacen comentarios hirientes,
    pero las palabras del sabio traen alivio.

19 Las palabras veraces soportan la prueba del tiempo,
    pero las mentiras pronto se descubren.

20 El corazón que trama el mal está lleno de engaño;
    ¡el corazón que procura la paz rebosa de alegría!

21 Nada malo le sucederá a los justos,
    pero los perversos se llenarán de dificultades.

22 El Señor detesta los labios mentirosos,
    pero se deleita en los que dicen la verdad.

23 Los sabios no hacen alarde de sus conocimientos,
    pero los necios hacen pública su necedad.

24 Trabaja duro y serás un líder;
    sé un flojo y serás un esclavo.

25 La preocupación agobia a la persona;
    una palabra de aliento la anima.

26 Los justos dan buenos consejos a sus amigos;[j]
    los perversos los llevan por mal camino.

27 Los perezosos ni siquiera cocinan la presa que han atrapado,
    pero los diligentes aprovechan todo lo que encuentran.

28 El camino de los justos conduce a la vida;
    ese rumbo no lleva a la muerte.
13 El hijo sabio acepta la disciplina de sus padres;[k]
    el burlón se niega a escuchar la corrección.

Con palabras sabias te conseguirás una buena comida,
    pero la gente traicionera tiene hambre de violencia.

Los que controlan su lengua tendrán una larga vida;
    el abrir la boca puede arruinarlo todo.

Los perezosos ambicionan mucho y obtienen poco,
    pero los que trabajan con esmero prosperarán.

Los justos odian las mentiras;
    los perversos son motivo de vergüenza y deshonra.

La justicia protege el camino del intachable,
    pero el pecado engaña a los malvados.

Hay quienes son pobres y se hacen pasar por ricos;
    hay otros que, siendo ricos, se hacen pasar por pobres.

El rico puede pagar rescate por su vida,
    pero al pobre ni siquiera lo amenazan.

La vida del justo está llena de luz y de alegría,
    pero la luz del pecador se apagará.

10 El orgullo lleva a conflictos;
    los que siguen el consejo son sabios.

11 La riqueza lograda de la noche a la mañana pronto desaparece;
    pero la que es fruto del arduo trabajo aumenta con el tiempo.

12 La esperanza postergada aflige al corazón,
    pero un sueño cumplido es un árbol de vida.

13 Los que desprecian el consejo buscan problemas;
    los que respetan un mandato tendrán éxito.

14 La instrucción de los sabios es como una fuente que da vida;
    los que la aceptan evitan las trampas de la muerte.

15 Una persona de buen juicio es respetada;
    una persona traicionera va directo a la destrucción.[l]

16 Las personas sabias piensan antes de actuar;
    los necios no lo hacen y hasta se jactan de su necedad.

17 El mensajero no confiable cae en problemas,
    pero el mensajero fiel trae alivio.

18 Si desprecias la crítica constructiva, acabarás en pobreza y deshonra;
    si aceptas la corrección, recibirás honra.

19 Es agradable ver que los sueños se hacen realidad,
    pero los necios se niegan a abandonar el mal para alcanzarlos.

20 Camina con sabios y te harás sabio;
    júntate con necios y te meterás en dificultades.

21 Los problemas persiguen a los pecadores,
    mientras que las bendiciones recompensan a los justos.

22 La gente buena deja una herencia a sus nietos,
    pero la riqueza de los pecadores pasa a manos de los justos.

23 La granja del pobre puede que produzca mucho alimento,
    pero la injusticia arrasa con todo.

24 Quienes no emplean la vara de disciplina odian a sus hijos.
    Los que en verdad aman a sus hijos se preocupan lo suficiente para disciplinarlos.

25 Los justos comen hasta quedar bien satisfechos,
    pero el estómago de los perversos quedará vacío.
14 La mujer sabia edifica su hogar,
    pero la necia con sus propias manos lo destruye.

Los que siguen el buen camino temen al Señor;
    los que van por mal camino lo desprecian.

Las palabras arrogantes del necio se convierten en una vara que lo golpea,
    pero las palabras de los sabios los protegen.

Sin bueyes un establo se mantiene limpio,
    pero se necesita un buey fuerte para una gran cosecha.

El testigo honrado no miente;
    el testigo falso respira mentiras.

El burlón busca la sabiduría y nunca la encuentra;
    pero para el entendido, el conocimiento es cosa fácil.

No te acerques a los necios,
    porque no encontrarás conocimiento en sus labios.

Los prudentes saben a dónde van;
    en cambio, los necios se engañan a sí mismos.

Los necios se burlan de la culpa,
    pero los justos la reconocen y buscan la reconciliación.

10 Cada corazón conoce su propia amargura,
    y nadie más puede compartir totalmente su alegría.

11 La casa de los perversos será destruida,
    pero la humilde morada de los justos prosperará.

12 Delante de cada persona hay un camino que parece correcto,
    pero termina en muerte.

13 La risa puede ocultar un corazón afligido,
    pero cuando la risa termina, el dolor permanece.

14 Los descarriados reciben su merecido;
    la gente buena recibe su recompensa.

15 ¡Solo los simplones creen todo lo que se les dice!
    Los prudentes examinan cuidadosamente sus pasos.

16 Los sabios son precavidos[m] y evitan el peligro;
    los necios, confiados en sí mismos, se precipitan con imprudencia.

17 Los que se enojan fácilmente cometen locuras,
    y los que maquinan maldad son odiados.

18 Los simplones están vestidos de necedad,[n]
    pero los prudentes son coronados de conocimiento.

19 Los malvados se inclinarán ante los buenos;
    los perversos harán reverencia a las puertas de los justos.

20 A los pobres hasta sus vecinos los desprecian,
    mientras que a los ricos les sobran «amigos».

21 Denigrar al prójimo es pecado;
    benditos los que ayudan a los pobres.

22 Si te propones hacer el mal, te perderás;
    si te propones hacer el bien, recibirás amor inagotable y fidelidad.

23 El trabajo trae ganancias,
    ¡pero el solo hablar lleva a la pobreza!

24 La riqueza es una corona para los sabios;
    el esfuerzo de los necios solo produce necedad.

25 El testigo veraz salva vidas,
    pero el testigo falso es un traidor.

26 Los que temen al Señor están seguros;
    él será un refugio para sus hijos.

27 El temor del Señor es fuente que da vida;
    ofrece un escape de las trampas de la muerte.

28 Una población que crece es la gloria del rey;
    un príncipe sin súbditos no tiene nada.

29 Los que tienen entendimiento no pierden los estribos;
    los que se enojan fácilmente demuestran gran necedad.

30 La paz en el corazón da salud al cuerpo;
    los celos son como cáncer en los huesos.

31 Quienes oprimen a los pobres insultan a su Creador,
    pero quienes los ayudan lo honran.

32 Los perversos son aplastados por el desastre,
    pero los justos tienen un refugio cuando mueren.

33 La sabiduría es venerada en el corazón comprensivo;
    la sabiduría no[o] se encuentra entre los necios.

34 La justicia engrandece a la nación,
    pero el pecado es la deshonra de cualquier pueblo.

35 El rey se alegra de los siervos sabios,
    pero se enoja con aquellos que lo avergüenzan.
15 La respuesta apacible desvía el enojo,
    pero las palabras ásperas encienden los ánimos.

La lengua de los sabios hace que el conocimiento sea atractivo,
    pero la boca de un necio escupe tonterías.

Los ojos del Señor están en todo lugar,
    vigilando tanto a los malos como a los buenos.

Las palabras suaves son un árbol de vida;
    la lengua engañosa destruye el espíritu.

Solo un necio desprecia la disciplina de sus padres;[p]
    el que aprende de la corrección es sabio.

En la casa del justo hay tesoros,
    pero las ganancias del perverso le acarrean dificultades.

Los labios del sabio dan buenos consejos;
    el corazón del necio no tiene nada para ofrecer.

El Señor detesta el sacrificio de los perversos,
    pero se deleita con las oraciones de los íntegros.

El Señor detesta el camino de los perversos,
    pero ama a quienes siguen la justicia.

10 El que abandona el buen camino será severamente disciplinado;
    el que odia la corrección morirá.

11 Ni la Muerte ni la Destrucción[q] ocultan secretos al Señor,
    ¡mucho menos el corazón humano!

12 Los burlones odian ser corregidos,
    por eso se alejan de los sabios.

13 El corazón contento alegra el rostro;
    el corazón quebrantado destruye el espíritu.

14 El sabio tiene hambre de conocimiento,
    mientras que el necio se alimenta de basura.

15 Para el abatido, cada día acarrea dificultades;
    para el de corazón feliz, la vida es un banquete continuo.

16 Más vale tener poco, con el temor del Señor,
    que tener grandes tesoros y vivir llenos de angustia.

17 Un plato de verduras con alguien que amas
    es mejor que carne asada con alguien que odias.

18 El que pierde los estribos con facilidad provoca peleas;
    el que se mantiene sereno, las detiene.

19 El camino de los perezosos está obstruido por espinas,
    pero la senda de los íntegros es una carretera despejada.

20 Los hijos sensatos traen alegría a su padre;
    los hijos necios desprecian a su madre.

21 La necedad alegra a los que les falta juicio;
    la persona sensata permanece en el buen camino.

22 Los planes fracasan por falta de consejo;
    muchos consejeros traen éxito.

23 A todo el mundo le gusta una respuesta apropiada;
    ¡es hermoso decir lo correcto en el momento oportuno!

24 Para los sabios, el camino de la vida avanza hacia arriba;
    ellos dejan la tumba[r] atrás.

25 El Señor derriba la casa de los orgullosos,
    pero protege la propiedad de las viudas.

26 El Señor detesta los planes perversos,
    pero se deleita en las palabras puras.

27 El avaro causa mucho dolor a toda la familia,
    pero los que odian el soborno vivirán.

28 El corazón del justo piensa bien antes de hablar;
    la boca de los perversos rebosa de palabras malvadas.

29 El Señor está lejos de los perversos,
    pero oye las oraciones de los justos.

30 Una mirada alegre trae gozo al corazón;
    las buenas noticias contribuyen a la buena salud.

31 Si escuchas la crítica constructiva,
    te sentirás en casa entre los sabios.

32 Si rechazas la disciplina, solo te harás daño a ti mismo,
    pero si escuchas la corrección, crecerás en entendimiento.

33 El temor del Señor enseña sabiduría;
    la humildad precede a la honra.
16 Podemos hacer nuestros propios planes,
    pero la respuesta correcta viene del Señor.

La gente puede considerarse pura según su propia opinión,
    pero el Señor examina sus intenciones.

Pon todo lo que hagas en manos del Señor,
    y tus planes tendrán éxito.

El Señor ha hecho todo para sus propios propósitos,
    incluso al perverso para el día de la calamidad.

El Señor detesta a los orgullosos.
    Ciertamente recibirán su castigo.

Con amor inagotable y fidelidad se perdona el pecado.
    Con el temor del Señor el mal se evita.

Cuando la vida de alguien agrada al Señor,
    hasta sus enemigos están en paz con él.

Es mejor tener poco con justicia,
    que ser rico y deshonesto.

Podemos hacer nuestros planes,
    pero el Señor determina nuestros pasos.

10 El rey habla con sabiduría divina;
    nunca debe juzgar injustamente.

11 El Señor exige el uso de pesas y balanzas exactas;
    él es quien fija los parámetros de la justicia.

12 El rey detesta las fechorías,
    porque su gobierno se basa en la justicia.

13 El rey se complace en las palabras de labios justos;
    ama a quienes hablan con la verdad.

14 El enojo del rey es amenaza de muerte;
    el sabio tratará de aplacarlo.

15 Cuando el rey sonríe, hay vida;
    su favor refresca como lluvia de primavera.

16 ¡Cuánto mejor es adquirir sabiduría que oro,
    y el buen juicio que la plata!

17 El camino de los íntegros lleva lejos del mal;
    quien lo siga estará a salvo.

18 El orgullo va delante de la destrucción,
    y la arrogancia antes de la caída.

19 Es mejor vivir humildemente con los pobres
    que compartir el botín con los orgullosos.

20 Los que están atentos a la instrucción prosperarán;
    los que confían en el Señor se llenarán de gozo.

21 Los sabios son conocidos por su entendimiento,
    y las palabras agradables son persuasivas.

22 La discreción es fuente que da vida para quienes la poseen,
    pero la disciplina se desperdicia en los necios.

23 De una mente sabia provienen palabras sabias;
    las palabras de los sabios son persuasivas.

24 Las palabras amables son como la miel:
    dulces al alma y saludables para el cuerpo.

25 Delante de cada persona hay un camino que parece correcto,
    pero termina en muerte.

26 Es bueno que los trabajadores tengan hambre;
    el estómago vacío los motiva a seguir su labor.

27 Los sinvergüenzas crean problemas;
    sus palabras son un fuego destructor.

28 El alborotador siembra conflictos;
    el chisme separa a los mejores amigos.

29 Los violentos engañan a sus compañeros;
    los llevan por un camino peligroso.

30 Con los ojos entrecerrados se trama el mal;
    con una sonrisita se planean las maldades.

31 Las canas son una corona de gloria
    que se obtiene por llevar una vida justa.

32 Mejor es ser paciente que poderoso;
    más vale tener control propio que conquistar una ciudad.

33 Podremos tirar los dados,[s]
    pero el Señor decide cómo caen.
17 Mejor comer pan duro donde reina la paz,
    que vivir en una casa llena de banquetes donde hay peleas.

El sirviente sabio gobernará sobre el hijo sinvergüenza de su amo
    y compartirá la herencia con los demás hijos.

El fuego prueba la pureza del oro y de la plata,
    pero el Señor prueba el corazón.

Los malhechores están ansiosos por escuchar el chisme;
    los mentirosos prestan suma atención a la calumnia.

Los que se burlan del pobre insultan a su Creador;
    los que se alegran de la desgracia de otros serán castigados.

Los nietos son la corona de gloria de los ancianos;
    los padres[t] son el orgullo de sus hijos.

Las palabras elocuentes no son apropiadas para el necio,
    mucho menos las mentiras para el gobernante.

El soborno es como tener un amuleto de la suerte;
    ¡el que lo da, prospera!

Cuando se perdona una falta, el amor florece,
    pero mantenerla presente separa a los amigos íntimos.

10 Es más efectivo un solo regaño al que tiene entendimiento
    que cien latigazos en la espalda del necio.

11 Los malvados están ansiosos por rebelarse,
    pero serán severamente castigados.

12 Es menos peligroso toparse con una osa a la que le han robado sus crías
    que enfrentar a un necio en plena necedad.

13 Si pagas mal por bien,
    el mal nunca se irá de tu casa.

14 Comenzar una pelea es como abrir las compuertas de una represa,
    así que detente antes de que estalle la disputa.

15 Absolver al culpable y condenar al inocente
    son dos actos que el Señor detesta.

16 Es absurdo pagar para educar a un necio,
    puesto que no tiene deseos de aprender.

17 Un amigo es siempre leal,
    y un hermano nace para ayudar en tiempo de necesidad.

18 Es una insensatez dar garantía por la deuda de otro
    o ser fiador de un amigo.

19 Al que le gusta pelear, le gusta pecar;
    el que confía en sus altas murallas invita al desastre.

20 El corazón retorcido no prosperará;
    la lengua mentirosa cae en problemas.

21 Los padres de un necio sufren;
    no hay alegría para el padre de un rebelde.

22 El corazón alegre es una buena medicina,
    pero el espíritu quebrantado consume las fuerzas.

23 Los perversos aceptan sobornos a escondidas
    para pervertir el curso de la justicia.

24 Los sensatos mantienen sus ojos en la sabiduría,
    pero los ojos del necio vagan por los confines de la tierra.

25 Los hijos necios traen[u] dolor a su padre
    y amargura a la que los dio a luz.

26 Está mal castigar al justo por ser bueno
    o azotar a los líderes por ser honestos.

27 El verdadero sabio emplea pocas palabras;
    la persona con entendimiento es serena.

28 Hasta los necios pasan por sabios si permanecen callados;
    parecen inteligentes cuando mantienen la boca cerrada.
18 La gente poco amistosa solo se preocupa de sí misma;
    se opone al sentido común.

A los necios no les interesa tener entendimiento;
    solo quieren expresar sus propias opiniones.

Hacer el mal resulta en la vergüenza,
    y la conducta escandalosa trae desprecio.

Las palabras sabias son como aguas profundas;
    la sabiduría fluye del sabio como un arroyo burbujeante.

No es correcto absolver al culpable
    o negarle la justicia al inocente.

Con sus palabras, los necios se meten continuamente en pleitos;
    van en busca de una paliza.

La boca de los necios es su ruina;
    quedan atrapados por sus labios.

Los rumores son deliciosos bocaditos
    que penetran en lo profundo del corazón.

El perezoso es tan malo
    como el que destruye cosas.

10 El nombre del Señor es una fortaleza firme;
    los justos corren a él y quedan a salvo.

11 Los ricos piensan que su riqueza es una gran defensa;
    imaginan que es una muralla alta y segura.

12 La arrogancia va delante de la destrucción;
    la humildad precede al honor.

13 Precipitarse a responder antes de escuchar los hechos
    es a la vez necio y vergonzoso.

14 El espíritu humano puede soportar un cuerpo enfermo,
    ¿pero quién podrá sobrellevar un espíritu destrozado?

15 Las personas inteligentes están siempre dispuestas a aprender;
    tienen los oídos abiertos al conocimiento.

16 Ofrecer un regalo puede abrir puertas;
    ¡es una vía de acceso a la gente importante!

17 El primero que habla en la corte parece tener la razón,
    hasta que comienza el interrogatorio.

18 Tirar una moneda[v] puede acabar con la disputa;
    resuelve los desacuerdos entre grandes oponentes.

19 Un amigo ofendido es más difícil de recuperar que una ciudad fortificada.
    Las disputas separan a los amigos como un portón cerrado con rejas.

20 Las palabras sabias satisfacen igual que una buena comida;
    las palabras acertadas traen satisfacción.

21 La lengua puede traer vida o muerte;
    los que hablan mucho cosecharán las consecuencias.

22 El hombre que halla esposa encuentra un tesoro,
    y recibe el favor del Señor.

23 El pobre ruega misericordia;
    el rico responde con insultos.

24 Hay quienes parecen amigos, pero se destruyen unos a otros;
    el amigo verdadero se mantiene más leal que un hermano.
19 Es mejor ser pobre y honesto
    que deshonesto y necio.

El entusiasmo sin conocimiento no vale nada;
    la prisa produce errores.

La gente arruina su vida por su propia necedad,
    y después se enoja con el Señor.

Las riquezas atraen muchos amigos;
    la pobreza los aleja a todos.

El testigo falso no quedará sin castigo;
    el mentiroso tampoco escapará.

Son muchos los que buscan favores del gobernante;
    ¡todos son amigos del que da regalos!

Los parientes del pobre lo desprecian;
    ¡cuánto más lo evitarán sus amigos!
Por más que el pobre les ruegue,
    los amigos ya no están.

Adquirir sabiduría es amarte a ti mismo;
    los que atesoran el entendimiento prosperarán.

El testigo falso no quedará sin castigo,
    y el mentiroso será destruido.

10 ¡No es correcto que un necio viva rodeado de lujos
    ni que un esclavo gobierne sobre príncipes!

11 Las personas sensatas no pierden los estribos;
    se ganan el respeto pasando por alto las ofensas.

12 El enojo del rey es como el rugido del león,
    pero su favor es como el rocío sobre el pasto.

13 El hijo necio es una calamidad para su padre;
    una esposa que busca pleitos es tan molesta como una gotera continua.

14 Los padres[w] pueden dar en herencia a sus hijos casa y fortuna,
    pero solo el Señor puede dar una esposa comprensiva.

15 Los perezosos duermen profundamente,
    pero su ocio los deja con hambre.

16 Guarda los mandamientos y guardarás tu vida;
    despreciarlos te llevará a la muerte.

17 Si ayudas al pobre, le prestas al Señor,
    ¡y él te lo pagará!

18 Disciplina a tus hijos mientras haya esperanza;
    de lo contrario, arruinarás sus vidas.

19 Los que pierden los estribos con facilidad tendrán que sufrir las consecuencias.
    Si los proteges de ellas una vez, tendrás que volver a hacerlo.

20 Consigue todo el consejo y la instrucción que puedas,
    para que seas sabio por el resto de tu vida.

21 Puedes hacer todos los planes que quieras,
    pero el propósito del Señor prevalecerá.

22 Lo que hace atractiva a una persona es su lealtad.
    Es mejor ser pobre que deshonesto.

23 El temor del Señor conduce a la vida;
    da seguridad y protección contra cualquier daño.

24 Los perezosos toman la comida en la mano,
    pero ni siquiera se la llevan a la boca.

25 Si castigas al burlón, los ingenuos aprenderán una lección;
    si corriges al sabio, será aún más sabio.

26 Los hijos que maltratan a su padre o echan fuera a su madre
    son una deshonra pública y una vergüenza.

27 Hijo mío, si dejas de escuchar la instrucción,
    le darás la espalda al conocimiento.

28 Un testigo corrupto ridiculiza la justicia;
    la boca del perverso se traga de golpe la maldad.

29 El castigo está hecho para los burlones,
    y la espalda de los necios, para recibir golpes.
20 El vino produce burlones; la bebida alcohólica lleva a la pelea.
    Los que se dejan llevar por la bebida no pueden ser sabios.

La furia del rey es como el rugido del león;
    quien provoca su enojo, pone en peligro su vida.

Evitar la pelea es una señal de honor;
    solo los necios insisten en pelear.

Los que por pereza no aran en la temporada correspondiente
    no tendrán alimento en la cosecha.

Aunque el buen consejo esté en lo profundo del corazón,
    la persona con entendimiento lo extraerá.

Muchos se dicen ser amigos fieles,
    ¿pero quién podrá encontrar uno realmente digno de confianza?

Los justos caminan con integridad;
    benditos son los hijos que siguen sus pasos.

Cuando el rey se sienta a juzgar en el tribunal, analiza todas las pruebas,
    y separa lo malo de lo bueno.

¿Quién puede decir: «He limpiado mi corazón;
    soy puro y estoy libre de pecado»?

10 Pesas falsas y medidas desiguales,[x]
    el Señor detesta cualquier tipo de engaño.

11 Aun a los niños se les conoce por su modo de actuar,
    si su conducta es o no pura y recta.

12 Los oídos para oír y los ojos para ver:
    ambos son regalos del Señor.

13 Si te encanta dormir, terminarás en la pobreza.
    ¡Mantén los ojos abiertos y tendrás comida en abundancia!

14 El comprador regatea el precio diciendo: «Esto no vale nada»,
    ¡y después se jacta por una buena compra!

15 Las palabras sabias son más valiosas
    que mucho oro y multitud de rubíes.

16 Al que salga fiador por la deuda de un desconocido, pídele una garantía.
    Exígele un depósito como garantía si lo hace por extranjeros.[y]

17 El pan robado tiene un sabor dulce,
    pero se transforma en arena dentro de la boca.

18 Con buenos consejos los planes tienen éxito;
    no entres en guerra sin consejos sabios.

19 El chismoso anda por ahí ventilando secretos,
    así que no andes con los que hablan de más.

20 Si insultas a tu padre o a tu madre,
    se apagará tu luz en la más densa oscuridad.

21 Una herencia que se obtiene demasiado temprano en la vida
    al final no es de bendición.

Nueva Traducción Viviente (NTV)

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