Bible in 90 Days
40 Y cuanto más, que enviaron por hombres que vienen de lejos, á los cuales había sido enviado mensajero: y he aquí vinieron; y por amor de ellos te lavaste, y alcoholaste tus ojos, y te ataviaste con adornos:
41 Y te sentaste sobre suntuoso estrado, y fué adornada mesa delante de él, y sobre ella pusiste mi perfume y mi óleo.
42 Y oyóse en ella voz de compañía en holganza: y con los varones fueron traídos de la gente común los Sabeos del desierto; y pusieron manillas sobre sus manos, y coronas de gloria sobre sus cabezas.
43 Y dije á la envejecida en adulterios: Sus prostituciones cumplirán ellos ahora, y ella con ellos:
44 Porque han venido á ella como quien viene á mujer ramera: así vinieron á Aholah y á Aholibah, mujeres depravadas.
45 Por tanto, hombres justos las juzgarán por la ley de las adúlteras, y por la ley de las que derraman sangre: porque son adúlteras, y sangre hay en sus manos.
46 Por lo que así ha dicho el Señor Jehová: Yo haré subir contra ellas compañías, las entregaré á turbación y á rapiña:
47 Y la compañía de gentes las apedreará con piedras, y las acuchillará con sus espadas: matarán á sus hijos y á sus hijas, y sus casas consumirán con fuego.
48 Y haré cesar la depravación de la tierra, y escarmentarán todas las mujeres, y no harán según vuestra torpeza.
49 Y sobre vosotras pondrán vuestra obscenidad, y llevaréis los pecados de vuestros ídolos; y sabréis que yo soy el Señor Jehová.
24 Y FUÉ á mí palabra de Jehová en el noveno año, en el mes décimo, á los diez del mes, diciendo:
2 Hijo del hombre, escríbete el nombre de este día: el rey de Babilonia se puso sobre Jerusalem este mismo día.
3 Y habla á la casa de rebelión por parábola, y diles: Así ha dicho el Señor Jehová: Pon una olla, ponla, y echa también en ella agua:
4 Junta sus piezas en ella; todas buenas piezas, pierna y espalda; hínchela de huesos escogidos.
5 Toma una oveja escogida; y también enciende los huesos debajo de ella; haz que hierva bien; coced también sus huesos dentro de ella.
6 Pues así ha dicho el Señor Jehová: ¡Ay de la ciudad de sangres, de la olla no espumada, y cuya espuma no salió de ella! Por sus piezas, por sus piezas sácala; no caiga sobre ella suerte.
7 Porque su sangre fué en medio de ella: sobre una piedra alisada la puso; no la derramó sobre la tierra para que fuese cubierta con polvo.
8 Habiendo, pues, hecho subir la ira para hacer venganza, yo pondré su sangre sobre la dura piedra, para que no sea cubierta.
9 Por tanto, así ha dicho el Señor Jehová: ¡Ay de la ciudad de sangres! Pues también haré yo gran hoguera,
10 Multiplicando la leña, encendiendo el fuego, para consumir la carne, y hacer la salsa; y los huesos serán quemados:
11 Asentando después la olla vacía sobre sus brasas, para que se caldee, y se queme su fondo, y se funda en ella su suciedad, y se consuma su espuma.
12 En fraude se cansó, y no salió de ella su mucha espuma. En fuego será su espuma consumida.
13 En tu suciedad perversa padecerás: porque te limpié, y tú no te limpiaste de tu suciedad: nunca más te limpiarás, hasta que yo haga reposar mi ira sobre ti.
14 Yo Jehová he hablado; vendrá, y harélo. No me tornaré atrás, ni tendré misericordia, ni me arrepentiré: según tus caminos y tus obras te juzgarán, dice el Señor Jehová.
15 Y fué á mí palabra de Jehová, diciendo:
16 Hijo del hombre, he aquí que yo te quito de golpe el deseo de tus ojos: no endeches, ni llores, ni corran tus lágrimas.
17 Reprime el suspirar, no hagas luto de mortuorios: ata tu bonete sobre ti, y pon tus zapatos en tus pies, y no te cubras con rebozo, ni comas pan de hombres.
18 Y hablé al pueblo por la mañana, y á la tarde murió mi mujer: y á la mañana hice como me fué mandado.
19 Y díjome el pueblo: ¿No nos enseñarás qué nos significan estas cosas que tú haces?
20 Y yo les dije: Palabra de Jehová fué á mí, diciendo:
21 Di á la casa de Israel: Así ha dicho el Señor Dios: He aquí yo profano mi santuario, la gloria de vuestra fortaleza, el deseo de vuestros ojos, y el regalo de vuestra alma: vuestros hijos y vuestras hijas que dejasteis, caerán á cuchillo.
22 Y haréis de la manera que yo hice: no os cubriréis con rebozo, ni comeréis pan de hombres;
23 Y vuestros bonetes estarán sobre vuestras cabezas, y vuestros zapatos en vuestros pies: no endecharéis ni lloraréis, sino que os consumiréis á causa de vuestras maldades, y gemiréis unos con otros.
24 Ezequiel pues os será por señal; según todas las cosas que él hizo, haréis: en viniendo esto, entonces sabréis que yo soy el Señor Jehová.
25 Y tú, hijo del hombre, el día que yo quitaré de ellos su fortaleza, el gozo de su gloria, el deseo de sus ojos, y el cuidado de sus almas, sus hijos y sus hijas,
26 Este día vendrá á ti un escapado para traer las nuevas.
27 En aquel día se abrirá tu boca para hablar con el escapado, y hablarás, y no estarás más mudo; y les serás por señal, y sabrán que yo soy Jehová.
25 Y FUÉ á mí palabra de Jehová, diciendo:
2 Hijo del hombre, pon tu rostro hacia los hijos de Ammón, y profetiza sobre ellos.
3 Y dirás á los hijos de Ammón: Oid palabra del Señor Jehová: Así ha dicho el Señor Jehová. Por cuanto dijiste ¡Ea! acerca de mi santuario que fué profanado, y sobre la tierra de Israel que fué asolada, y sobre la casa de Judá, porque fueron en cautiverio;
4 Por tanto, he aquí, yo te entrego á los Orientales por heredad, y pondrán en ti sus apriscos, y colocarán en ti sus tiendas: ellos comerán tus sementeras, y beberán tu leche.
5 Y pondré á Rabba por habitación de camellos, y á los hijos de Ammón por majada de ovejas; y sabréis que yo soy Jehová.
6 Porque así ha dicho el Señor Jehová: Por cuanto tú batiste tus manos, y pateaste, y te gozaste del alma en todo tu menosprecio sobre la tierra de Israel;
7 Por tanto, he aquí yo extenderé mi mano sobre ti, y te entregaré á las gentes para ser saqueada; y yo te cortaré de entre los pueblos, y te destruiré de entre las tierras: te raeré; y sabrás que yo soy Jehová.
8 Así ha dicho el Señor Jehová: Por cuanto dijo Moab y Seir: He aquí la casa de Judá es como todas las gentes;
9 Por tanto, he aquí yo abro el lado de Moab desde las ciudades, desde sus ciudades que están en su confín, las tierras deseables de Beth-jesi-moth, y Baal-meón, y Chîriathaim,
10 A los hijos del oriente contra los hijos de Ammón; y entregaréla por heredad para que no haya más memoria de los hijos de Ammón entre las gentes.
11 También en Moab haré juicios; y sabrán que yo soy Jehová.
12 Así ha dicho el Señor Jehová: Por lo que hizo Edom tomando venganza de la casa de Judá, pues delinquieron en extremo, y se vengaron de ellos;
13 Por tanto, así ha dicho el Señor Jehová: Yo también extenderé mi mano sobre Edom, y talaré de ella hombres y bestias, y la asolaré: desde Temán y Dedán caerán á cuchillo.
14 Y pondré mi venganza en Edom por la mano de mi pueblo Israel; y harán en Edom según mi enojo y según mi ira: y conocerán mi venganza, dice el Señor Jehová.
15 Así ha dicho el Señor Jehová: Por lo que hicieron los Palestinos con venganza, cuando se vengaron con despecho de ánimo, destruyendo por antiguas enemistades;
16 Por tanto, así ha dicho Jehová: He aquí yo extiendo mi mano sobre los Palestinos, y talaré los Ceretheos, y destruiré el resto de la ribera de la mar.
17 Y haré en ellos grandes venganzas con reprensiones de ira; y sabrán que yo soy Jehová, cuando diere mi venganza en ellos.
26 Y ACONTECIÓ en el undécimo año, en el primero del mes, que fué á mí palabra de Jehová, diciendo:
2 Hijo del hombre, por cuanto dijo Tiro sobre Jerusalem: Ea, bien: quebrantada es la que era puerta de las naciones: á mí se volvió: seré llena; ella desierta:
3 Por tanto, así ha dicho el Señor Jehová: He aquí yo contra ti, oh Tiro, y haré subir contra ti muchas gentes, como la mar hace subir sus ondas.
4 Y demolerán los muros de Tiro, y derribarán sus torres: y raeré de ella su polvo, y la dejaré como una peña lisa.
5 Tendedero de redes será en medio de la mar, porque yo he hablado, dice el Señor Jehová: y será saqueada de las gentes.
6 Y sus hijas que están en el campo, serán muertas á cuchillo; y sabrán que yo soy Jehová.
7 Porque así ha dicho el Señor Jehová: He aquí que del aquilón traigo yo contra Tiro á Nabucodonosor, rey de Babilonia, rey de reyes, con caballos, y carros, y caballeros, y compañías, y mucho pueblo.
8 Tus hijas que están en el campo matará á cuchillo; y pondrá contra ti ingenios, y fundará contra ti baluarte, y afirmará contra ti escudo.
9 Y pondrá contra ella arietes, contra tus muros, y tus torres destruirá con sus martillos.
10 Por la multitud de sus caballos te cubrirá el polvo de ellos: con el estruendo de los caballeros, y de las ruedas, y de los carros, temblarán tus muros, cuando entrare por tus puertas como por portillos de ciudad destruída.
11 Con las uñas de sus caballos hollará todas tus calles; á tu pueblo matará á cuchillo, y las estatuas de tu fortaleza caerán á tierra.
12 Y robarán tus riquezas, y saquearán tus mercaderías: y arruinarán tus muros, y tus casas preciosas destruirán; y pondrán tus piedras y tu madera y tu polvo en medio de las aguas.
13 Y haré cesar el estrépito de tus canciones, y no se oirá más el son de tus vihuelas.
14 Y te pondré como una peña lisa: tendedero de redes serás; ni nunca más serás edificada: porque yo Jehová he hablado, dice el Señor Jehová.
15 Así ha dicho el Señor Jehová á Tiro: ¿No se estremecerán las islas al estruendo de tu caída, cuando gritarán los heridos, cuando se hará la matanza en medio de ti?
16 Entonces todos los príncipes de la mar descenderán de sus sillas, y se quitarán sus mantos, y desnudarán sus bordadas ropas: de espanto se vestirán, sentaránse sobre la tierra, y temblarán á cada momento, y estarán sobre ti atónitos.
17 Y levantarán sobre ti endechas, y te dirán: ¿Cómo pereciste tú, poblada en los mares, ciudad que fué alabada, que fué fuerte en la mar, ella y sus habitantes, que ponían su espanto á todos sus moradores?
18 Ahora se estremecerán las islas en el día de tu caída, sí, las islas que están en la mar se espantarán de tu éxito.
19 Porque así ha dicho el Señor Jehová: Yo te tornaré ciudad asolada, como las ciudades que no se habitan; haré subir sobre ti el abismo, y las muchas aguas te cubrirán.
20 Y te haré descender con los que descienden al sepulcro, con el pueblo del siglo: y te pondré en lo más bajo de la tierra, como los desiertos antiguos, con los que descienden al sepulcro, para que nunca más seas poblada; y yo daré gloria en la tierra de los vivientes.
21 Yo te tornaré en espanto, y no serás: y serás buscada, y nunca más serás hallada, dice el Señor Jehová.
27 Y FUÉ á mí palabra de Jehová, diciendo:
2 Y tú, hijo del hombre, levanta endechas sobre Tiro.
3 Y dirás á Tiro, que está asentada á las entradas de la mar, mercadera de los pueblos de muchas islas: Así ha dicho el Señor Jehová: Tiro, tú has dicho: Yo soy de perfecta hermosura.
4 En el corazón de las mares están tus términos: los que te edificaron, completaron tu belleza.
5 De hayas del monte Senir te fabricaron todas las tillas: tomaron cedros del Líbano para hacerte el mástil.
6 De castaños de Basán hicieron tus remos: compañía de Asirios hicieron tus bancos de marfil de las islas de Chittim.
7 De fino lino bordado de Egipto fué tu cortina, para que te sirviese de vela; de cárdeno y grana de las islas de Elisah fué tu pabellón.
8 Los moradores de Sidón y de Arvad fueron tus remeros: tus sabios, oh Tiro, estaban en ti; ellos fueron tus pilotos.
9 Los ancianos de Gebal y sus sabios repararon tus hendiduras: todas las galeras de la mar y los remeros de ellas fueron en ti para negociar tus negocios.
10 Persas y Lidios, y los de Phut, fueron en tu ejército tus hombres de guerra: escudos y capacetes colgaron en ti; ellos te dieron tu honra.
11 Y los hijos de Arvad con tu ejército estuvieron sobre tus muros alrededor, y los Gammadeos en tus torres: sus escudos colgaron sobre tus muros alrededor; ellos completaron tu hermosura.
12 Tarsis tu mercadera á causa de la multitud de todas riquezas en plata, hierro, estaño, y plomo, dió en tus ferias.
13 Grecia, Tubal, y Mesec, tus mercaderes, con hombres y con vasos de metal, dieron en tus ferias.
14 De la casa de Togarma, caballos y caballeros y mulos, dieron en tu mercado.
15 Los hijos de Dedán eran tus negociantes: muchas islas tomaban mercadería de tu mano; cuernos de marfil y pavos te dieron en presente.
16 Siria fué tu mercadera por la multitud de tus labores: con perlas, y púrpura, y vestidos bordados, y linos finos, y corales, y rubíes, dió en tus ferias.
17 Judá, y la tierra de Israel, eran tus mercaderes: con trigos de Minith, y pannah, y miel, y aceite, y resina, dieron en tu mercado.
18 Damasco, tu mercadera por la multitud de tus labores, por la abundancia de todas riquezas, con vino de Helbón, y lana blanca.
19 Asimismo Dan y el errante Javán dieron en tus ferias, para negociar en tu mercado de hierro labrado, mirra destilada, y caña aromática.
20 Dedán fué tu mercadera con paños preciosos para carros.
21 Arabia y todos los príncipes de Cedar, mercaderes de tu mano en corderos, y carneros, y machos cabríos: en estas cosas fueron tus mercaderes.
22 Los mercaderes de Seba y de Raama fueron tus mercaderes: con lo principal de toda especiería, y toda piedra preciosa, y oro, dieron en tus ferias.
23 Harán, y Canneh, y Edén, los mercaderes de Seba, de Asiria, y Chilmad, contigo contrataban.
24 Estos tus mercaderes negociaban contigo en varias cosas: en mantos de jacinto, y bordados, y en cajas de ropas preciosas, enlazadas con cordones, y en madera de cedro.
25 Las naves de Tarsis, tus cuadrillas, fueron en tu negociación: y fuiste llena, y fuiste multiplicada en gran manera en medio de los mares.
26 En muchas aguas te engolfaron tus remeros: viento solano te quebrantó en medio de los mares.
27 Tus riquezas, y tus mercaderías, y tu negociación, tus remeros, y tus pilotos, los reparadores de tus hendiduras, y los agentes de tus negocios, y todos tus hombres de guerra que hay en ti, con toda tu compañía que en medio de ti se halla, caerán en medio de los mares el día de tu caída.
28 Al estrépito de las voces de tus marineros temblarán los arrabales.
29 Y descenderán de sus naves todos los que toman remo; remeros, y todos los pilotos de la mar se pararán en tierra:
30 Y harán oir su voz sobre ti, y gritarán amargamente, y echarán polvo sobre sus cabezas, y se revolcarán en la ceniza.
31 Y haránse por ti calva, y se ceñirán de sacos, y endecharán por ti endechas amargas, con amargura de alma.
32 Y levantarán sobre ti endechas en sus lamentaciones, y endecharán sobre ti diciendo: ¿Quién como Tiro, como la destruída en medio de la mar?
33 Cuando tus mercaderías salían de las naves, hartabas muchos pueblos: los reyes de la tierra enriqueciste con la multitud de tus riquezas y de tus contrataciones.
34 En el tiempo que serás quebrantada de los mares en los profundos de las aguas, tu comercio y toda tu compañía caerán en medio de ti.
35 Todos los moradores de las islas se maravillarán sobre ti, y sus reyes temblarán de espanto: inmutaránse en sus rostros.
36 Los mercaderes en los pueblos silbarán sobre ti: vendrás á ser espanto, y dejarás de ser para siempre.
28 Y FUÉ á mí palabra de Jehová, diciendo:
2 Hijo del hombre, di al príncipe de Tiro: Así ha dicho el Señor Jehová: Por cuanto se enalteció tu corazón, y dijiste: Yo soy un dios; en la silla de Dios estoy sentado en medio de los mares (siendo tú hombre y no Dios); y has puesto tu corazón como corazón de Dios:
3 He aquí que tú eres más sabio que Daniel; no hay secreto que te sea oculto;
4 Con tu sabiduría y con tu prudencia te has juntado riquezas, y has adquirido oro y plata en tus tesoros;
5 Con la grandeza de tu sabiduría en tu contratación has multiplicado tus riquezas; y á causa de tus riquezas se ha enaltecido tu corazón.
6 Por tanto, así ha dicho el Señor Jehová: Por cuanto pusiste tu corazón como corazón de Dios,
7 Por tanto, he aquí yo traigo sobre ti extraños, los fuertes de las gentes, que desenvainarán sus espadas contra la hermosura de tu sabiduría, y ensuciarán tu esplendor.
8 A la huesa te harán descender, y morirás de las muertes de los que mueren en medio de los mares.
9 ¿Hablarás delante de tu matador, diciendo: Yo soy Dios? Tú, hombre eres, y no Dios, en la mano de tu matador.
10 De muerte de incircuncisos morirás por mano de extraños: porque yo he hablado, dice el Señor Jehová.
11 Y fué á mí palabra de Jehová, diciendo:
12 Hijo del hombre, levanta endechas sobre el rey de Tiro, y dile: Así ha dicho el Señor Jehová: Tú echas el sello á la proporción, lleno de sabiduría, y acabado de hermosura.
13 En Edén, en el huerto de Dios estuviste: toda piedra preciosa fué tu vestidura; el sardio, topacio, diamante, crisólito, onique, y berilo, el zafiro, carbunclo, y esmeralda, y oro, los primores de tus tamboriles y pífanos estuvieron apercibidos para ti en el día de tu creación.
14 Tú, querubín grande, cubridor: y yo te puse; en el santo monte de Dios estuviste; en medio de piedras de fuego has andado.
15 Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste criado, hasta que se halló en ti maldad.
16 A causa de la multitud de tu contratación fuiste lleno de iniquidad, y pecaste: por lo que yo te eché del monte de Dios, y te arrojé de entre las piedras del fuego, oh querubín cubridor.
17 Enaltecióse tu corazón á causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría á causa de tu resplandor: yo te arrojaré por tierra; delante de los reyes te pondré para que miren en ti.
18 Con la multitud de tus maldades, y con la iniquidad de tu contratación ensuciaste tu santuario: yo pues saqué fuego de en medio de ti, el cual te consumió, y púsete en ceniza sobre la tierra á los ojos de todos los que te miran.
19 Todos los que te conocieron de entre los pueblos, se maravillarán sobre ti: en espanto serás, y para siempre dejarás de ser.
20 Y fué á mí palabra de Jehová, diciendo:
21 Hijo del hombre, pon tu rostro hacia Sidón, y profetiza contra ella;
22 Y dirás: Así ha dicho el Señor Jehová: He aquí yo contra ti, oh Sidón, y en medio de ti seré glorificado: y sabrán que yo soy Jehová, cuando hiciere en ella juicios, y en ella me santificare.
23 Y enviaré á ella pestilencia y sangre en sus plazas; y caerán muertos en medio de ella; con espada contra ella alrededor; y sabrán que yo soy Jehová.
24 Y nunca más será á la casa de Israel espino que le punce, ni espanto que le dé dolor, en todos los alrededores de los que los menosprecian; y sabrán que yo soy Jehová.
25 Así ha dicho el Señor Jehová: Cuando juntaré la casa de Israel de los pueblos entre los cuales están esparcidos, entonces me santificaré en ellos á los ojos de las gentes, y habitarán en su tierra, la cual dí á mi siervo Jacob.
26 Y habitarán en ella seguros, y edificarán casas, y plantarán viñas, y habitarán confiadamente, cuando yo haré juicios en todos los que los despojan en sus alrededores; y sabrán que yo soy Jehová su Dios.
29 EN el año décimo, en el mes décimo, á los doce del mes, fué á mí palabra de Jehová, diciendo:
2 Hijo del hombre, pon tu rostro contra Faraón rey de Egipto, y profetiza contra él y contra todo Egipto.
3 Habla, y di: Así ha dicho el Señor Jehová: He aquí yo contra ti, Faraón rey de Egipto, el gran dragón que yace en medio de sus ríos, el cual dijo: Mío es mi río, y yo me lo hice.
4 Yo pues, pondré anzuelos en tus mejillas, y pegaré los peces de tus ríos á tus escamas, y te sacaré de en medio de tus ríos, y todos los peces de tus ríos saldrán pegados á tus escamas.
5 Y dejaréte en el desierto, á ti y á todos los peces de tus ríos: sobre la haz del campo caerás; no serás recogido, ni serás juntado: á las bestias de la tierra y á las aves del cielo te he dado por comida.
6 Y sabrán todos los moradores de Egipto que yo soy Jehová, por cuanto fueron bordón de caña á la casa de Israel.
7 Cuando te tomaron con la mano, te quebraste, y les rompiste todo el hombro: y cuando se recostaron sobre ti, te quebraste, y los deslomaste enteramente.
8 Por tanto, así ha dicho el Señor Jehová: He aquí que yo traigo contra ti espada, y talaré de ti hombres y bestias.
9 Y la tierra de Egipto será asolada y desierta: y sabrán que yo soy Jehová: porque dijo: Mi río, y yo lo hice.
10 Por tanto, he aquí yo contra ti, y contra tus ríos; y pondré la tierra de Egipto en asolamientos de la soledad del desierto, desde Migdol hasta Seveneh, hasta el término de Etiopía.
11 No pasará por ella pie de hombre, ni pie de bestia pasará por ella; ni será habitada por cuarenta años.
12 Y pondré á la tierra de Egipto en soledad entre las tierras asoladas, y sus ciudades entre las ciudades destruídas estarán asoladas por cuarenta años: y esparciré á Egipto entre las gentes, y aventarélos por las tierras.
13 Porque así ha dicho el Señor Jehová: Al fin de cuarenta años juntaré á Egipto de los pueblos entre los cuales fueren esparcidos:
14 Y tornaré á traer los cautivos de Egipto, y los volveré á la tierra de Patros, á la tierra de su habitación; y allí serán un reino bajo.
15 En comparación de los otros reinos será humilde; ni más se alzará sobre las gentes: porque yo los disminuiré, para que no se enseñoreen en las gentes.
16 Y no será más á la casa de Israel por confianza, que haga acordar el pecado, mirando en pos de ellos; y sabrán que yo soy el Señor Jehová.
17 Y aconteció en el año veinte y siete, en el mes primero, al primero del mes, que fué á mí palabra de Jehová, diciendo:
18 Hijo del hombre, Nabucodonosor rey de Babilonia hizo á su ejército prestar grande servicio contra Tiro. Toda cabeza se encalveció, y pelóse todo hombro; y ni para él ni para su ejército hubo paga de Tiro, por el servicio que prestó contra ella.
19 Por tanto, así ha dicho el Señor Jehová: He aquí que yo doy á Nabucodonosor, rey de Babilonia, la tierra de Egipto; y él tomará su multitud, y cogerá sus despojos, y arrebatará su presa, y habrá paga para su ejército.
20 Por su trabajo con que sirvió contra ella le he dado la tierra de Egipto: porque trabajaron por mí, dice el Señor Jehová.
21 En aquel tiempo haré reverdecer el cuerno á la casa de Israel, y te daré apertura de boca en medio de ellos; y sabrán que yo soy Jehová.
30 Y FUÉ á mí palabra de Jehová, diciendo:
2 Hijo del hombre, profetiza, y di: Así ha dicho el Señor Jehová: Aullad: ¡Ay del día!
3 Porque cerca está el día, cerca está el día del Señor; día de nublado, día de las gentes será.
4 Y vendrá espada á Egipto, y habrá miedo en Etiopía, cuando caerán heridos en Egipto; y tomarán su multitud, y serán destruídos sus fundamentos.
5 Etiopía, y Libia, y Lidia, y todo el conjunto de pueblo, y Chûb, y los hijos de la tierra de la liga, caerán con ellos á cuchillo.
6 Así ha dicho Jehová: También caerán los que sostienen á Egipto, y la altivez de su fortaleza caerá: desde Migdol hasta Seveneh caerán en él á cuchillo, dice el Señor Jehová.
7 Y serán asolados entre las tierras asoladas, y sus ciudades serán entre las ciudades desiertas.
8 Y sabrán que yo soy Jehová, cuando pusiere fuego á Egipto, y fueren quebrantados todos sus ayudadores.
9 En aquel tiempo saldrán mensajeros de delante de mí en navíos, á espantar á Etiopía la confiada, y tendrán espanto como en el día de Egipto: porque he aquí viene.
10 Así ha dicho el Señor Jehová: Haré cesar la multitud de Egipto por mano de Nabucodonosor, rey de Babilonia.
11 Él, y con él su pueblo, los más fuertes de las gentes, serán traídos á destruir la tierra: y desenvainarán sus espadas sobre Egipto, y henchirán la tierra de muertos.
12 Y secaré los ríos, y entregaré la tierra en manos de malos, y destruiré la tierra y su plenitud por mano de extranjeros: yo Jehová he hablado.
13 Así ha dicho el Señor Jehová: Destruiré también las imágenes, y haré cesar los ídolos de Memphis; y no habrá más príncipe de la tierra de Egipto, y en la tierra de Egipto pondré temor.
14 Y asolaré á Patros, y pondré fuego á Zoán, y haré juicios en No.
15 Y derramaré mi ira sobre Sin, fortaleza de Egipto, y talaré la multitud de No.
16 Y pondré fuego á Egipto; Sin tendrá gran dolor, y No será destrozada, y Memphis tendrá continuas angustias.
17 Los mancebos de Avén y de Pibeseth caerán á cuchillo; y ellas irán en cautiverio.
18 Y en Tehaphnes será cerrado el día, cuando quebrantaré yo allí las barras de Egipto, y cesará en ella la soberbia de su fortaleza: nublado la cubrirá, y los moradores de sus aldeas irán en cautiverio.
19 Haré pues juicios en Egipto y sabrán que yo soy Jehová.
20 Y aconteció en el año undécimo, en el mes primero, á los siete del mes, que fué á mí palabra de Jehová, diciendo:
21 Hijo del hombre, quebrantado he el brazo de Faraón rey de Egipto; y he aquí que no ha sido vendado poniéndole medicinas, poniéndole faja para ligarlo, á fin de vigorizarle para que pueda tener espada.
22 Por tanto, así ha dicho el Señor Jehová: Heme aquí contra Faraón rey de Egipto, y quebraré sus brazos, el fuerte y el fracturado, y haré que la espada se le caiga de la mano.
23 Y esparciré los Egipcios entre las gentes, y aventarélos por las tierras.
24 Y fortificaré los brazos del rey de Babilonia, y pondré mi espada en su mano; mas quebraré los brazos de Faraón, y delante de aquél gemirá con gemidos de herido de muerte.
25 Fortificaré pues los brazos del rey de Babilonia, y los brazos de Faraón caerán; y sabrán que yo soy Jehová, cuando yo pusiere mi espada en la mano del rey de Babilonia, y él la extendiere sobre la tierra de Egipto.
26 Y esparciré los Egipcios entre las gentes, y los aventaré por las tierras; y sabrán que yo soy Jehová.
31 Y ACONTECIÓ en el año undécimo, en el mes tercero, al primero del mes, que fué á mí palabra de Jehová, diciendo:
2 Hijo del hombre, di á Faraón rey de Egipto, y á su pueblo: ¿A quién te comparaste en tu grandeza?
3 He aquí era el Asirio cedro en el Líbano, hermoso en ramas, y umbroso con sus ramos, y de grande altura, y su copa estaba entre densas ramas.
4 Las aguas lo hicieron crecer, encumbrólo el abismo: sus ríos iban alrededor de su pie, y á todos los árboles del campo enviaba sus corrientes.
5 Por tanto, se encumbró su altura sobre todos los árboles del campo, y multiplicáronse sus ramos, y á causa de las muchas aguas se alargaron sus ramas que había echado.
6 En sus ramas hacían nido todas las aves del cielo, y debajo de su ramaje parían todas las bestias del campo, y á su sombra habitaban muchas gentes.
7 Hízose, pues, hermoso en su grandeza con la extensión de sus ramas; porque su raíz estaba junto á muchas aguas.
8 Los cedros no lo cubrieron en el huerto de Dios: las hayas no fueron semejantes á sus ramas, ni los castaños fueron semejantes á sus ramos: ningún árbol en el huerto de Dios fué semejante á él en su hermosura.
9 Hícelo hermoso con la multitud de sus ramas; y todos los árboles de Edén, que estaban en el huerto de Dios, tuvieron de él envidia.
10 Por tanto, así dijo el Señor Jehová: Por cuanto te encumbraste en altura, y puso su cumbre entre densas ramas, y su corazón se elevó con su altura,
11 Yo lo entregaré en mano del fuerte de las gentes, que de cierto le manejará: por su impiedad lo he arrojado.
12 Y le cortarán extraños, los fuertes de las gentes, y lo abandonarán: sus ramas caerán sobre los montes y por todos los valles, y por todas las arroyadas de la tierra serán quebrados sus ramos; e iránse de su sombra todos los pueblos de la tierra, y lo dejarán.
13 Sobre su ruina habitarán todas las aves del cielo, y sobre sus ramas estarán todas las bestias del campo:
14 Para que no se eleven en su altura los árboles todos de las aguas, ni levanten su cumbre entre las espesuras, ni en sus ramas se paren por su altura todos los que beben aguas: porque todos serán entregados á muerte, á la tierra baja, en medio de los hijos de los hombres, con los que descienden á la huesa.
15 Así ha dicho el Señor Jehová: El día que descendió á la sepultura, hice hacer luto, hice cubrir por él el abismo, y detuve sus ríos, y las muchas aguas fueron detenidas: y al Líbano cubrí de tinieblas por él, y todos los árboles del campo se desmayaron.
16 Del estruendo de su caída hice temblar las gentes, cuando les hice descender á la fosa con todos los que descienden á la sepultura; y todos los árboles de Edén escogidos, y los mejores del Líbano, todos los que beben aguas, tomaron consolación en la tierra baja.
17 También ellos descendieron con él á la fosa, con los muertos á cuchillo, los que fueron su brazo, los que estuvieron á su sombra en medio de las gentes.
18 ¿A quién te has comparado así en gloria y en grandeza entre los árboles de Edén? Pues derrribado serás con los árboles de Edén en la tierra baja: entre los incircuncisos yacerás, con los muertos á cuchillo. Este es Faraón y todo su pueblo, dice el Señor Jehová.
32 Y ACONTECIÓ en el año duodécimo, en el mes duodécimo, al primero del mes, que fué á mí palabra de Jehová, diciendo:
2 Hijo del hombre, levanta endechas sobre Faraón rey de Egipto, y dile: á leoncillo de gentes eres semejante, y eres como la ballena en los mares: que secabas tus ríos, y enturbiabas las aguas con tus pies, y hollabas sus riberas.
3 Así ha dicho el Señor Jehová: Yo extenderé sobre ti mi red con reunión de muchos pueblos, y te harán subir con mi esparavel.
4 Y te dejaré en tierra, te echaré sobre la haz del campo, y haré que se asienten sobre ti todas las aves del cielo, y hartaré de ti las bestias de toda la tierra.
5 Y pondré tus carnes sobre los montes, y henchiré los valles de tu altura.
6 Y regaré de tu sangre la tierra donde nadas, hasta los montes; y los arroyos se henchirán de ti.
7 Y cuando te habré muerto, cubriré los cielos, y haré entenebrecer sus estrellas: el sol cubriré con nublado, y la luna no hará resplandecer su luz.
8 Todas las lumbreras de luz haré entenebrecer en el cielo por ti, y pondré tinieblas sobre tu tierra, dice el Señor Jehová.
9 Y entristeceré el corazón de muchos pueblos, cuando llevaré tu quebrantamiento sobre las gentes, por las tierras que no conociste.
10 Y haré atónitos sobre ti muchos pueblos, y sus reyes tendrán á causa de ti horror grande, cuando haré resplandecer mi espada delante de sus rostros, y todos se sobresaltarán en sus ánimos á cada momento en el día de tu caída.
11 Porque así ha dicho el Señor Jehová: La espada del rey de Babilonia vendrá sobre ti.
12 Con espadas de fuertes haré caer tu pueblo; todos ellos serán los fuertes de las gentes: y destruirán la soberbia de Egipto, y toda su multitud será deshecha.
13 Todas sus bestias destruiré de sobre las muchas aguas: ni más las enturbiará pie de hombre, ni uña de bestias las enturbiarán.
14 Entonces haré asentarse sus aguas, y haré ir sus ríos como aceite, dice el Señor Jehová.
15 Cuando asolaré la tierra de Egipto, y la tierra fuere asolada de su plenitud, cuando heriré á todos los que en ella moran, sabrán que yo soy Jehová.
16 Esta es la endecha, y cantarla han: las hijas de las gentes la cantarán: endecharán sobre Egipto, y sobre toda su multitud, dice el Señor Jehová.
17 Y aconteció en el año duodécimo, á los quince del mes, que fué á mí palabra de Jehová, diciendo:
18 Hijo del hombre, endecha sobre la multitud de Egipto, y despéñalo á él, y á las villas de las gentes fuertes, en la tierra de los profundos, con los que descienden á la sepultura.
19 Porque eres tan hermoso, desciende, y yace con los incircuncisos.
20 Entre los muertos á cuchillo caerán: al cuchillo es entregado: traedlo á él y á todos sus pueblos.
21 De en medio del infierno hablarán á él los fuertes de los fuertes, con los que le ayudaron, que descendieron, y yacen con los incircuncisos muertos á cuchillo.
22 Allí Assur con toda su gente: en derredor de él están sus sepulcros: todos ellos cayeron muertos á cuchillo.
23 Sus sepulcros fueron puestos á los lados de la fosa, y su gente está por los alrededores de su sepulcro: todos ellos cayeron muertos á cuchillo, los cuales pusieron miedo en la tierra de los vivientes.
24 Allí Elam, y toda su multitud por los alrededores de su sepulcro: todos ellos cayeron muertos á cuchillo, los cuales descendieron incircuncisos á los más profundos lugares de la tierra, porque pusieron su terror en la tierra de los vivientes, mas llevaron su confusión con los que descienden al sepulcro.
25 En medio de los muertos le pusieron cama con toda su multitud: á sus alrededores están sus sepulcros: todos ellos incircuncisos muertos á cuchillo, porque fué puesto su espanto en la tierra de los vivientes, mas llevaron su confusión con los que descienden al sepulcro: él fué puesto en medio de los muertos.
26 Allí Mesech, y Tubal, y toda su multitud: sus sepulcros en sus alrededores: todos ellos incircuncisos muertos á cuchillo, porque habían dado su terror en la tierra de los vivientes.
27 Y no yacerán con los fuertes que cayeron de los incircuncisos, los cuales descendieron al sepulcro con sus armas de guerra, y pusieron sus espadas debajo de sus cabezas: mas sus pecados estarán sobre sus huesos, porque fueron terror de fuertes en la tierra de los vivientes.
28 Tú pues serás quebrantado entre los incircuncisos, y yacerás con los muertos á cuchillo.
29 Allí Idumea, sus reyes y todos sus príncipes, los cuales con su fortaleza fueron puestos con los muertos á cuchillo: ellos yacerán con los incircuncisos, y con los que descienden al sepulcro.
30 Allí los príncipes del aquilón, todos ellos, y todos los de Sidón, que con su terror descendieron con los muertos, avergonzados de su fortaleza, yacen también incircuncisos con los muertos á cuchillo, y llevaron su confusión con los que descienden al sepulcro.
31 A estos verá Faraón, y consolaráse sobre toda su multitud; Faraón muerto á cuchillo, y todo su ejército, dice el Señor Jehová.
32 Porque yo puse mi terror en la tierra de los vivientes, también yacerá entre los incircuncisos con los muertos á cuchillo, Faraón y toda su multitud, dice el Señor Jehová.
33 Y FUÉ á mí palabra de Jehová, diciendo:
2 Hijo del hombre, habla á los hijos de tu pueblo, y diles: Cuando trajere yo espada sobre la tierra, y el pueblo de la tierra tomare un hombre de sus términos, y se lo pusiere por atalaya,
3 Y él viere venir la espada sobre la tierra, y tocare corneta, y avisare al pueblo;
4 Cualquiera que oyere el sonido de la corneta, y no se apercibiere, y viniendo la espada lo tomare, su sangre será sobre su cabeza.
5 El sonido de la corneta oyó, y no se apercibió; su sangre será sobre él: mas el que se apercibiere, librará su vida.
6 Pero si el atalaya viere venir la espada, y no tocare la corneta, y el pueblo no se apercibiere, y viniendo la espada, tomare de él alguno; por causa de su pecado fué tomado, mas demandaré su sangre de mano del atalaya.
7 Tú pues, hijo del hombre, yo te he puesto por atalaya á la casa de Israel, y oirás la palabra de mi boca, y los apercibirás de mi parte.
8 Diciendo yo al impío: Impío, de cierto morirás; si tú no hablares para que se guarde el impío de su camino, el impío morirá por su pecado, mas su sangre yo la demandaré de tu mano.
9 Y si tú avisares al impío de su camino para que de él se aparte, y él no se apartare de su camino, por su pecado morirá él, y tú libraste tu vida.
10 Tú pues, hijo del hombre, di á la casa de Israel: Vosotros habéis hablado así, diciendo: Nuestras rebeliones y nuestros pecados están sobre nosotros, y á causa de ellos somos consumidos: ¿cómo pues viviremos?
11 Diles: Vivo yo, dice el Señor Jehová, que no quiero la muerte del impío, sino que se torne el impío de su camino, y que viva. Volveos, volveos de vuestros malos caminos: ¿y por qué moriréis, oh casa de Israel?
12 Y tú, hijo del hombre, di á los hijos de tu pueblo: La justicia del justo no lo librará el día que se rebelare; y la impiedad del impío no le será estorbo el día que se volviere de su impiedad; y el justo no podrá vivir por su justicia el día que pecare.
13 Diciendo yo al justo: De cierto vivirá, y él confiado en su justicia hiciere iniquidad, todas sus justicias no vendrán en memoria, sino que morirá por su iniquidad que hizo.
14 Y diciendo yo al impío: De cierto morirás; si él se volviere de su pecado, e hiciere juicio y justicia,
15 Si el impío restituyere la prenda, devolviere lo que hubiere robado, caminare en las ordenanzas de la vida, no haciendo iniquidad, vivirá ciertamente y no morirá.
16 No se le recordará ninguno de sus pecados que había cometido: hizo juicio y justicia; vivirá ciertamente.
17 Luego dirán los hijos de tu pueblo: No es recta la vía del Señor: la vía de ellos es la que no es recta.
18 Cuando el justo se apartare de su justicia, e hiciere iniquidad, morirá por ello.
19 Y cuando el impío se apartare de su impiedad, e hiciere juicio y justicia, vivirá por ello.
20 Y dijisteis: No es recta la vía del Señor. Yo os juzgaré, oh casa de Israel, á cada uno conforme á sus caminos.
21 Y aconteció en el año duodécimo de nuestro cautiverio, en el mes décimo, á los cinco del mes, que vino á mí un escapado de Jerusalem, diciendo: La ciudad ha sido herida.
22 Y la mano de Jehová había sido sobre mí la tarde antes que el escapado viniese, y había abierto mi boca, hasta que vino á mí por la mañana; y abrió mi boca, y no más estuve callado.
23 Y fué á mí palabra de Jehová, diciendo:
24 Hijo del hombre, los que habitan aquellos desiertos en la tierra de Israel, hablando dicen: Abraham era uno, y poseyó la tierra: pues nosotros somos muchos; á nosotros es dada la tierra en posesión.
25 Por tanto, diles: Así dicho el Señor Jehová: ¿Con sangre comeréis, y á vuestros ídolos alzaréis vuestros ojos, y sangre derramaréis, y poseeréis vosotros la tierra?
26 Estuvisteis sobre vuestras espadas, hicisteis abominación, y contaminasteis cada cual la mujer de su prójimo: ¿y habréis de poseer la tierra?
27 Les dirás así: Así ha dicho el Señor Jehová: Vivo yo, que los que están en aquellos asolamientos caerán á cuchillo, y al que está sobre la haz del campo entregaré á las bestias que lo devoren; y los que están en las fortalezas y en las cuevas, de pestilencia morirán.
28 Y pondré la tierra en desierto y en soledad, y cesará la soberbia de su fortaleza; y los montes de Israel serán asolados, que no haya quien pase.
29 Y sabrán que yo soy Jehová, cuando pusiere la tierra en soledad y desierto, por todas las abominaciones que han hecho.
30 Y tú, hijo del hombre, los hijos de tu pueblo se mofan de ti junto á las paredes y á las puertas de las casas, y habla el uno con el otro, cada uno con su hermano, diciendo: Venid ahora, y oid qué palabra sale de Jehová.
31 Y vendrán á ti como viene el pueblo, y se estarán delante de ti como mi pueblo, y oirán tus palabras, y no las pondrán por obra: antes hacen halagos con sus bocas, y el corazón de ellos anda en pos de su avaricia.
32 Y he aquí que tú eres á ellos como cantor de amores, gracioso de voz y que canta bien: y oirán tus palabras, mas no las pondrán por obra.
33 Empero cuando ello viniere (he aquí viene) sabrán que hubo profeta entre ellos.
34 Y FUÉ á mí palabra de Jehová, diciendo:
2 Hijo del hombre, profetiza contra los pastores de Israel; profetiza, y diles á los pastores: Así ha dicho el Señor Jehová: ¡Ay de los pastores de Israel, que se apacientan á sí mismos! ¿No apacientan los pastores los rebaños?
3 Coméis la leche, y os vestís de la lana: la gruesa degolláis, no apacentáis las ovejas.
4 No corroborasteis las flacas, ni curasteis la enferma: no ligasteis la perniquebrada, ni tornasteis la amontada, ni buscasteis la perdida; sino que os habéis enseñoreado de ellas con dureza y con violencia;
5 Y están derramadas por falta de pastor; y fueron para ser comidas de toda bestia del campo, y fueron esparcidas.
6 Y anduvieron perdidas mis ovejas por todos los montes, y en todo collado alto: y en toda la haz de la tierra fueron derramadas mis ovejas, y no hubo quien buscase, ni quien requiriese.
7 Por tanto, pastores, oid palabra de Jehová:
8 Vivo yo, ha dicho el Señor Jehová, que por cuanto mi rebaño fué para ser robado, y mis ovejas fueron para ser comidas de toda bestia del campo, sin pastor; ni mis pastores buscaron mis ovejas, sino que los pastores se apacentaron á sí mismos, y no apacentaron mis ovejas;
9 Por tanto, oh pastores, oid palabra de Jehová:
10 Así ha dicho el Señor Jehová: He aquí, yo á los pastores; y requeriré mis ovejas de su mano, y haréles dejar de apacentar las ovejas: ni los pastores se apacentarán más á sí mismos; pues yo libraré mis ovejas de sus bocas, y no les serán más por comida.
11 Porque así ha dicho el Señor Jehová: He aquí, yo, yo requeriré mis ovejas, y las reconoceré.
12 Como reconoce su rebaño el pastor el día que está en medio de sus ovejas esparcidas, así reconoceré mis ovejas, y las libraré de todos los lugares en que fueron esparcidas el día del nublado y de la oscuridad.
13 Y yo las sacaré de los pueblos, y las juntaré de las tierras: y las meteré en su tierra, y las apacentaré en los montes de Israel por las riberas, y en todas las habitaciones del país.
14 En buenos pastos las apacentaré, y en los altos montes de Israel será su majada: allí dormirán en buena majada, y en pastos gruesos serán apacentadas sobre los montes de Israel.
15 Yo apacentaré mis ovejas, y yo les haré tener majada, dice el Señor Jehová.
16 Yo buscaré la perdida, y tornaré la amontada, y ligaré la perniquebrada, y corroboraré la enferma: mas á la gruesa y á la fuerte destruiré. Yo las apacentaré en juicio.
17 Mas vosotras, ovejas mías, así ha dicho el Señor Jehová: He aquí yo juzgo entre oveja y oveja, entre carneros y machos cabríos.
18 ¿Os es poco que comáis los buenos pastos, sino que holléis con vuestros pies lo que de vuestros pastos queda; y que bebiendo las aguas sentadas, holléis además con vuestros pies las que quedan?
19 Y mis ovejas comen lo hollado de vuestros pies, y beben lo que con vuestros pies habéis hollado.
20 Por tanto, así les dice el Señor Jehová: He aquí, yo, yo juzgaré entre la oveja gruesa y la oveja flaca,
21 Por cuanto rempujasteis con el lado y con el hombro, y acorneasteis con vuestros cuernos á todas las flacas, hasta que las esparcisteis fuera.
22 Yo salvaré á mis ovejas, y nunca más serán en rapiña; y juzgaré entre oveja y oveja.
23 Y despertaré sobre ellas un pastor, y él las apacentará; á mi siervo David: él las apacentará, y él les será por pastor.
24 Yo Jehová les seré por Dios, y mi siervo David príncipe en medio de ellos. Yo Jehová he hablado.
25 Y estableceré con ellos pacto de paz, y haré cesar de la tierra las malas bestias; y habitarán en el desierto seguramente, y dormirán en los bosques.
26 Y daré á ellas, y á los alrededores de mi collado, bendición; y haré descender la lluvia en su tiempo, lluvias de bendición serán.
27 Y el árbol del campo dará su fruto, y la tierra dará su fruto, y estarán sobre su tierra seguramente; y sabrán que yo soy Jehová, cuando quebrare las coyundas de su yugo, y los librare de mano de los que se sirven de ellos.
28 Y no serán más presa de las gentes, ni las bestias de la tierra las devorarán; sino que habitarán seguramente, y no habrá quien espante;
29 Y despertaréles una planta por nombre, y no más serán consumidos de hambre en la tierra, ni serán más avergonzados de las gentes.
30 Y sabrán que yo su Dios Jehová soy con ellos, y ellos son mi pueblo, la casa de Israel, dice el Señor Jehová.
31 Y vosotras, ovejas mías, ovejas de mi pasto, hombres sois, y yo vuestro Dios, dice el Señor Jehová.
35 Y FUÉ á mí palabra de Jehová, diciendo:
2 Hijo del hombre, pon tu rostro hacia el monte de Seir, y profetiza contra él,
3 Y dile: Así ha dicho el Señor Jehová: He aquí yo contra ti, oh monte de Seir, y extenderé mi mano contra ti, y te pondré en asolamiento y en soledad.
4 A tus ciudades asolaré, y tú serás asolado; y sabrás que yo soy Jehová.
5 Por cuanto tuviste enemistades perpetuas, y esparciste los hijos de Israel á poder de espada en el tiempo de su aflicción, en el tiempo extremadamente malo;
6 Por tanto, vivo yo, dice el Señor Jehová, que á sangre te diputaré, y sangre te perseguirá: y pues la sangre no aborreciste, sangre te perseguirá.
7 Y pondré al monte de Seir en asolamiento y en soledad, y cortaré de él pasante y volviente.
8 Y henchiré sus montes de sus muertos: en tus collados, y en tus valles, y en todos tus arroyos, caerán ellos muertos á cuchillo.
9 Yo te pondré en asolamientos perpetuos, y tus ciudades nunca más se restaurarán; y sabréis que yo soy Jehová.
10 Por cuanto dijiste: Las dos naciones y las dos tierras serán mías, y las poseeremos, estando allí Jehová;
11 Por tanto, vivo yo, dice el Señor Jehová, yo haré conforme á tu ira, y conforme á tu celo con que procediste, á causa de tus enemistades con ellos: y seré conocido en ellos, cuando te juzgaré.
12 Y sabrás que yo Jehová he oído todas tus injurias que proferiste contra los montes de Israel, diciendo: Destruídos son, nos son dados á devorar.
13 Y os engrandecisteis contra mí con vuestra boca, y multiplicasteis contra mí vuestras palabras. Yo lo oí.
14 Así ha dicho el Señor Jehová: Alegrándose toda la tierra, yo te haré soledad.
15 Como te alegraste sobre la heredad de la casa de Israel, porque fué asolada, así te haré á ti: asolado será el monte de Seir, y toda Idumea, toda ella; y sabrán que yo soy Jehová.
Spanish Blue Red and Gold Letter Edition (SRV-BRG)
Blue Red and Gold Letter Edition™ Copyright © 2012/2015 BRG Bible Ministries. Used by Permission. All rights reserved.
BRG Bible is a Registered Trademark in U.S. Patent and Trademark Office #4145648