Bible in 90 Days
Restauración futura de Israel
36 Tú, hijo de hombre, profetiza a los montes de Israel, y di: Montes de Israel, oíd palabra de Jehová.
2 Así dice el Señor Jehová: Por cuanto el enemigo dijo contra vosotros: ¡Ea!, también las alturas eternas nos han sido dadas por heredad;
3 profetiza, por tanto, y di: Así dice el Señor Jehová: Por cuanto habéis sido asolados y os han codiciado de todas partes para que vinierais a ser posesión de las otras naciones, y andáis en boca de habladores y en la difamación de la gente,
4 por tanto, montes de Israel, oíd palabra del Señor Jehová: Así dice el Señor Jehová a los montes y a los collados, a los arroyos y a los valles, a las ruinas asoladas y a las ciudades desamparadas, que fueron entregadas al pillaje y al escarnio de las otras naciones alrededor;
5 por eso, así dice el Señor Jehová: He hablado por cierto en el fuego de mi celo contra las demás naciones, y contra todo Edom, que se apropiaron entre ellos mi tierra por heredad con la alegría de todo su corazón y con el desprecio en el alma, para despoblarla y saquearla.
6 Por tanto, profetiza sobre la tierra de Israel, y di a los montes y a los collados, y a los arroyos y a los valles: Así dice el Señor Jehová: He aquí, en mi celo y en mi furor he hablado, por cuanto habéis llevado el oprobio de las naciones.
7 Por lo cual así dice el Señor Jehová: Yo he alzado mi mano, y he jurado que las naciones que están a vuestro alrededor han de llevar su afrenta.
8 Mas vosotros, oh montes de Israel, daréis vuestras ramas, y llevaréis vuestro fruto para mi pueblo Israel; porque están a punto de volver.
9 Porque he aquí que yo estoy por vosotros, y a vosotros me volveré, y seréis labrados y sembrados.
10 Y haré multiplicar hombres sobre vosotros, a toda la casa de Israel, toda ella; y las ciudades serán habitadas, y edificadas las ruinas.
11 Multiplicaré sobre vosotros hombres y ganado, y serán multiplicados y crecerán; y os haré morar como solíais antiguamente, y os haré mayor bien que en vuestros principios; y sabréis que yo soy Jehová.
12 Y haré andar hombres sobre vosotros, a mi pueblo Israel; y tomarán posesión de ti, y les serás por heredad, y nunca más volverás a privarles de sus hijos.
13 Así dice el Señor Jehová: Por cuanto dicen de vosotros: Eres una tierra que devora a sus hombres, y has privado de hijos a tu nación;
14 por tanto, no devorarás más hombres, y nunca más matarás a los hijos de tu nación, dice el Señor Jehová.
15 Y nunca más consentiré que se oiga contra ti el ultraje de las naciones, ni cargarás por más tiempo con los denuestos de los pueblos, ni volverás a privar de hijos a tu nación, dice el Señor Jehová.
16 Vino a mí palabra de Jehová, diciendo:
17 Hijo de hombre, mientras la casa de Israel moraba en su tierra, la contaminó con sus caminos y con sus obras; como inmundicia de menstruosa fue su camino delante de mí.
18 Por lo cual derramé mi ira sobre ellos por la sangre que habían derramado sobre la tierra; porque la contaminaron con sus ídolos.
19 Les esparcí entre las naciones, y fueron dispersados por las tierras; conforme a sus caminos y conforme a sus obras les castigué.
20 Y cuando llegaron a las naciones adonde fueron, profanaron mi santo nombre, diciéndose de ellos: Éstos son pueblo de Jehová, y han salido de la tierra de él.
21 Pero he tenido lástima de mi santo nombre, profanado por la casa de Israel entre las naciones adonde fueron.
22 Por tanto, di a la casa de Israel: Así dice el Señor Jehová: No lo hago por vosotros, oh casa de Israel, sino por causa de mi santo nombre, el cual profanasteis vosotros entre las naciones adonde habéis llegado.
23 Y santificaré mi gran nombre, profanado entre las naciones, el cual profanasteis vosotros en medio de ellas; y sabrán las naciones que yo soy Jehová, dice el Señor Jehová, cuando yo sea santificado en vosotros delante de sus ojos.
24 Pues yo os tomaré de entre las naciones, y os recogeré de todas las tierras, y os traeré a vuestro país.
25 Esparciré sobre vosotros agua limpia, y quedaréis limpios; de todas vuestras inmundicias y de todos vuestros ídolos os limpiaré.
26 Os daré también un corazón nuevo, y pondré un espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne.
27 Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis ordenanzas, y las pongáis por obra.
28 Habitaréis en la tierra que di a vuestros padres, y vosotros me seréis por pueblo, y yo seré a vosotros por Dios.
29 Y os libraré de todas vuestras inmundicias; y llamaré al trigo, y lo multiplicaré, y no os haré pasar hambre.
30 Multiplicaré asimismo el fruto de los árboles, y el producto de los campos, para que nunca más recibáis oprobio de hambre entre las naciones.
31 Y os acordaréis de vuestros malos caminos, y de vuestras obras que no fueron buenas; y sentiréis asco de vosotros mismos por vuestras iniquidades y por vuestras abominaciones.
32 No lo hago por vosotros, dice Jehová el Señor, sabedlo bien; avergonzaos y cubríos de confusión por vuestras iniquidades, casa de Israel.
33 Así dice el Señor Jehová: El día que os limpie de todas vuestras iniquidades, haré también que sean habitadas las ciudades, y las ruinas serán reedificadas.
34 Y la tierra que estuvo asolada, será labrada, después de haber permanecido asolada a ojos de todos los que pasaron.
35 Y dirán: Esta tierra que estaba asolada ha venido a ser como el jardín del Edén; y estas ciudades que eran desiertas y asoladas y arruinadas, están fortificadas y habitadas.
36 Y las naciones que queden en vuestros alrededores sabrán que yo Jehová reedifiqué lo que estaba derribado, y planté lo que estaba desolado; yo Jehová he hablado, y lo haré.
37 Así dice el Señor Jehová: Aún seré solicitado por la casa de Israel, para hacerles esto; multiplicaré los hombres como se multiplican los rebaños.
38 Como las ovejas consagradas, como las ovejas de Jerusalén en sus fiestas solemnes, así las ciudades desiertas serán llenas de rebaños de hombres; y sabrán que yo soy Jehová.
El valle de los huesos secos
37 La mano de Jehová vino sobre mí, y me llevó Jehová en espíritu y me puso en medio de un valle que estaba lleno de huesos.
2 Y me hizo pasar cerca de ellos por todo en derredor; y he aquí que eran muchísimos sobre la faz del campo, y por cierto secos en gran manera.
3 Y me dijo: Hijo de hombre, ¿pueden revivir estos huesos? Y respondí: Señor Jehová, tú lo sabes.
4 Me dijo entonces: Profetiza sobre estos huesos, y diles: Huesos secos, oíd palabra de Jehová.
5 Así dice el Señor Jehová a estos huesos: He aquí que yo haré entrar espíritu en vosotros, y viviréis.
6 Y pondré tendones sobre vosotros, haré crecer sobre vosotros la carne, os cubriré de piel, y pondré en vosotros espíritu, y viviréis; y sabréis que yo soy Jehová.
7 Profeticé, pues, como me fue mandado; y hubo un ruido mientras yo profetizaba, e inmediatamente una conmoción; y los huesos se juntaron, cada hueso en su sitio.
8 Y miré, y he aquí que había tendones sobre ellos, y la carne subió, y la piel cubrió por encima de ellos; pero no había en ellos espíritu.
9 Entonces me dijo: Profetiza al espíritu, profetiza, hijo de hombre, y di al espíritu: Así dice el Señor Jehová: Espíritu, ven de los cuatro vientos, y sopla sobre estos muertos, y vivirán.
10 Así que profeticé como me había mandado, y entró el espíritu en ellos, y vivieron, y se pusieron en pie; un ejército grande en extremo.
11 Me dijo luego: Hijo de hombre, estos huesos son toda la casa de Israel. He aquí que ellos dicen: Nuestros huesos están secos, y se ha perdido nuestra esperanza; y estamos cortados del todo.
12 Por tanto, profetiza, y diles: Así dice el Señor Jehová: He aquí que yo voy a abrir vuestros sepulcros, pueblo mío, y os haré subir de vuestras sepulturas, y os traeré a la tierra de Israel.
13 Y sabréis que yo soy Jehová, cuando haya abierto vuestros sepulcros, y os haga salir de vuestras sepulturas, pueblo mío.
14 Y pondré mi Espíritu en vosotros, y viviréis, y os instalaré en vuestra tierra; y sabréis que yo Jehová hablé, y lo hice, dice Jehová.
Judá e Israel en un solo reino
15 Vino a mí palabra de Jehová, diciendo:
16 Hijo de hombre, toma ahora un palo, y escribe en él: Para Judá, y para los hijos de Israel sus compañeros. Toma después otro palo, y escribe en él: Para José, palo de Efraín, y de toda la casa de Israel sus compañeros.
17 Júntalos luego el uno con el otro, para que sean uno solo, y se hagan uno solo en tu mano.
18 Y cuando te pregunten los hijos de tu pueblo, diciendo: ¿No nos explicarás lo que significa eso?,
19 diles: Así dice el Señor Jehová: He aquí que yo tomo el palo de José que está en la mano de Efraín, y a las tribus de Israel sus compañeros, y los pondré juntamente con el palo de Judá, y los haré un solo palo, y se harán uno en mi mano.
20 Y los palos sobre los que escribas estarán en tu mano delante de sus ojos,
21 y les dirás: Así dice el Señor Jehová: He aquí, yo voy a tomar a los hijos de Israel de entre las naciones a las cuales fueron, y los recogeré de todas partes, y los traeré a su tierra;
22 y los haré una sola nación en la tierra, en los montes de Israel, y un solo rey será a todos ellos por rey; y nunca más serán dos naciones, ni nunca más estarán divididos en dos reinos.
23 Ni se contaminarán ya más con sus ídolos, ni con sus abominaciones, ni con ninguna de sus transgresiones; y los sacaré de todas las habitaciones en las cuales pecaron, y los limpiaré; y me serán por pueblo, y yo a ellos por Dios.
24 Mi siervo David será rey sobre ellos, y todos ellos tendrán un solo pastor; y andarán en mis ordenanzas, y guardarán mis estatutos, y los pondrán por obra.
25 Habitarán en la tierra que di a mi siervo Jacob, en la cual habitaron vuestros padres; en ella habitarán ellos, sus hijos y los hijos de sus hijos para siempre; y mi siervo David será príncipe de ellos para siempre.
26 Y haré con ellos pacto de paz, será un pacto perpetuo con ellos; y los estableceré y los multiplicaré, y pondré mi santuario entre ellos para siempre.
27 Estará en medio de ellos mi tabernáculo, y seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo.
28 Y sabrán las naciones que yo Jehová santifico a Israel, cuando mi santuario esté en medio de ellos para siempre.
Profecía contra Gog, rey de Magog
38 Vino a mí palabra de Jehová, diciendo:
2 Hijo de hombre, vuelve tu rostro hacia Gog en tierra de Magog, príncipe soberano de Mésec y Tubal, y profetiza contra él,
3 y di: Así dice el Señor Jehová: He aquí que yo estoy contra ti, oh Gog, príncipe soberano de Mésec y Tubal.
4 Y te haré dar media vuelta, y pondré garfios en tus quijadas, y te sacaré a ti y a todo tu ejército, caballos y jinetes, todos perfectamente equipados, gran multitud con paveses y escudos, blandiendo todos ellos espada;
5 Persia, Cus y Fut con ellos; todos ellos con escudo y yelmo;
6 Gomer, y todas sus tropas; la casa de Togarmá, de los confines del norte, y todas sus tropas; muchos pueblos contigo.
7 Prepárate y apercíbete, tú y toda tu multitud que se ha reunido a ti, y sé tú su comandante en jefe.
8 De aquí a muchos días recibirás la orden; al cabo de muchos años vendrás a la tierra salvada de la espada, recogida de muchos pueblos, contra los montes de Israel, que siempre fueron una desolación; mas fue sacada de las naciones, y todos ellos moran confiadamente.
9 Subirás tú, y vendrás como una tempestad; como un nublado para cubrir la tierra serás tú y todas tus tropas, y muchos pueblos contigo.
10 Así dice el Señor Jehová: En aquel día subirán pensamientos a tu corazón y concebirás malvados designios,
11 y dirás: Subiré contra una tierra indefensa, iré contra gentes tranquilas que habitan confiadamente; todas ellas habitan sin muros, y no tienen cerrojos ni puertas;
12 para arrebatar despojos y para tomar botín, para extender tus manos sobre las tierras desiertas ya pobladas, y sobre el pueblo recogido de entre las naciones, que ha repuesto su ganado y su hacienda, y que habita en el centro de la tierra.
13 Sebá y Dedán, y los mercaderes de Tarsis con todos sus magnates, te dirán: ¿Has venido a arrebatar despojos? ¿Has reunido tu multitud para tomar botín, para llevarte la plata y el oro, para tomar ganados y posesiones, para hacer un gran botín?
14 Por tanto, profetiza hijo de hombre, y di a Gog: Así dice el Señor Jehová: En aquel tiempo, cuando mi pueblo Israel habite con seguridad, ¿no lo sabrás tú?
15 Vendrás de tu lugar, de las más remotas regiones del norte, tú y muchos pueblos contigo, todos ellos a caballo, una gran multitud y un poderoso ejército,
16 y subirás contra mi pueblo Israel como un nublado para cubrir la tierra; esto será al final de los días; y te traeré contra mi tierra, para que las naciones me conozcan, cuando sea santificado a costa tuya, oh Gog, delante de sus ojos.
17 Así dice el Señor Jehová: ¿Eres tú aquel de quien hablé yo en tiempos pasados por mis siervos los profetas de Israel, los cuales profetizaron en aquellos tiempos, durante muchos años, que yo te había de traer contra ellos?
18 Ocurrirá en aquel tiempo, cuando venga Gog contra la tierra de Israel, dice Jehová el Señor, que subirá mi ira en mi enojo.
19 Porque he hablado en mi celo, y en el fuego de mi ira: De cierto en aquel tiempo habrá un gran terremoto en la tierra de Israel;
20 tanto, que los peces del mar, las aves del cielo, las bestias del campo y todo reptil que se arrastra sobre la tierra, y todos los hombres que están sobre la faz de la tierra, temblarán ante mi presencia; y se desmoronarán los montes, y las rocas caerán, y todo muro caerá por tierra.
21 Y en todos mis montes llamaré contra él la espada, dice el Señor Jehová; la espada de cada cual se volverá contra su hermano.
22 Y yo litigaré contra él con peste y con sangre; y haré llover sobre él, sobre sus tropas y sobre los muchos pueblos que están con él, impetuosa lluvia, y piedras de granizo, fuego y azufre.
23 Así manifestaré mi grandeza y mi santidad, y me daré a conocer ante los ojos de muchas naciones; y sabrán que yo soy Jehová.
39 Tú, pues, hijo de hombre, profetiza contra Gog, y di: Así dice el Señor Jehová: He aquí que yo estoy contra ti, oh Gog, príncipe soberano de Mésec y Tubal.
2 Y te haré dar media vuelta, y te conduciré y te haré subir de las más remotas partes del norte, y te traeré sobre los montes de Israel;
3 y romperé tu arco en tu mano izquierda, y haré caer tus saetas de tu mano derecha.
4 Sobre los montes de Israel caerás tú y todas tus tropas, y los pueblos que estén contigo; a las aves de rapiña de toda especie, y a las fieras del campo, te daré por comida.
5 Sobre la faz del campo caerás; porque yo he hablado, dice el Señor Jehová.
6 Y enviaré fuego sobre Magog, y sobre los que moran con seguridad en las islas; y sabrán que yo soy Jehová.
7 Y haré notorio mi santo nombre en medio de mi pueblo Israel, y nunca más consentiré que sea profanado mi santo nombre; y sabrán las naciones que yo soy Jehová, el Santo en Israel.
8 He aquí que esto llega y se va a cumplir, dice el Señor Jehová; éste es el día del cual he hablado.
9 Y los moradores de las ciudades de Israel saldrán a prender fuego y a entregar a las llamas las armas; escudos y paveses, arcos y saetas, mazas y lanzas; y los quemarán en el fuego por siete años.
10 No traerán leña del campo, ni cortarán de los bosques, sino que quemarán las armas en el fuego; y despojarán a sus despojadores, y robarán a los que les robaron, dice el Señor Jehová.
11 En aquel tiempo yo daré a Gog lugar para sepultura allí en Israel, el valle de los que pasan al oriente del mar; y obstruirá el paso a los transeúntes, pues allí enterrarán a Gog y a toda su multitud; y lo llamarán el Valle de Hamón-gog.
12 Y la casa de Israel los estará enterrando por siete meses, para limpiar la tierra.
13 Los enterrará todo el pueblo de la tierra, y será para ellos un motivo de renombre; el día en que yo seré glorificado, dice el Señor Jehová.
14 Y tomarán hombres a jornal que vayan continuamente por el país para enterrar, con ayuda de los que viajen, a los que queden sobre la faz de la tierra, a fin de limpiarla; al cabo de siete meses harán el reconocimiento.
15 Y cuando pasen los que viajen por el país, y alguien vea los huesos de algún hombre, pondrá junto a ellos una señal, hasta que los entierren los sepultureros en el valle de Hamón-gog.
16 Y también el nombre de la ciudad será Hamoná; así limpiarán la tierra.
17 Y tú, hijo de hombre, así dice el Señor Jehová: Di a las aves de toda especie, y a toda fiera del campo: Juntaos, y venid; reuníos de todas partes al banquete que preparo para vosotros, un gran banquete sobre los montes de Israel; y comeréis carne y beberéis sangre.
18 Comeréis carne de fuertes, y beberéis sangre de príncipes de la tierra; carneros, corderos, machos cabríos, bueyes y toros engordados de Basán son todos ellos.
19 Comeréis la gordura hasta saciaros, y beberéis hasta embriagaros de sangre de las víctimas que para vosotros he preparado.
20 Y os saciaréis sobre mi mesa, de caballos y de jinetes, de hombres fuertes y de todos los hombres de guerra, dice el Señor Jehová.
21 Y pondré en alto mi gloria entre las naciones, y todas las naciones verán mi juicio que habré hecho, y mi mano con que los habré herido.
22 Y de aquel día en adelante sabrá la casa de Israel que yo soy Jehová su Dios.
23 Y sabrán las naciones que la casa de Israel fue llevada cautiva por su pecado, por cuanto me fueron infieles, y yo escondí de ellos mi rostro, y los entregué en manos de sus enemigos, y cayeron todos a espada.
24 Conforme a su inmundicia y conforme a sus transgresiones hice con ellos, y escondí de ellos mi rostro.
25 Por tanto, así dice el Señor Jehová: Ahora voy a hacer volver a los cautivos de Jacob, y tendré compasión de toda la casa de Israel, y me mostraré celoso por mi santo nombre.
26 Y ellos llevarán sobre sí su vergüenza, y toda su infidelidad con que prevaricaron contra mí, cuando habiten en su tierra con seguridad y no haya quien los espante;
27 cuando yo los haya traído de entre los pueblos, y los haya recogido de la tierra de sus enemigos, y sea santificado en ellos ante los ojos de muchas naciones.
28 Y sabrán que yo soy Jehová su Dios, cuando, después de haberlos llevado al cautiverio entre las naciones, los reúna sobre su tierra, sin dejar allí a ninguno de ellos.
29 Y no esconderé más de ellos mi rostro; porque habré derramado de mi Espíritu sobre la casa de Israel, dice el Señor Jehová.
La visión del templo
40 En el año veinticinco de nuestro cautiverio, al principio del año, a los diez días del mes, a los catorce años después que la ciudad fue tomada, en aquel mismo día vino sobre mí la mano de Jehová, y me llevó allá.
2 En visiones de Dios me llevó a la tierra de Israel, y me puso sobre un monte muy alto, sobre el cual había un edificio parecido a una ciudad, hacia la parte sur.
3 Me llevó allá, y he aquí que había allí un varón cuyo aspecto era como aspecto de bronce; y tenía un cordel de lino en su mano, y una caña de medir; y él estaba de pie a la puerta.
4 Y me habló aquel varón, diciendo: Hijo de hombre, mira con tus ojos, y oye con tus oídos, y pon tu corazón a todas las cosas que te voy a mostrar; porque has sido traído aquí para que yo te las mostrase. Informa a la casa de Israel de todo lo que vayas viendo.
5 Y he aquí, por el exterior de la casa había un muro alrededor; y la caña de medir que aquel varón tenía en la mano era de seis codos de largura, de a codo y palmo cada codo; y midió el espesor del muro, de una caña, y la altura, de otra caña.
6 Después vino a la puerta que mira hacia el oriente, y subió por sus gradas, y midió un poste de la puerta, de una caña de ancho, y el otro poste, de otra caña de ancho.
7 Y cada cámara tenía una caña de largo, y una caña de ancho; y entre las cámaras había un espacio de cinco codos de ancho; y cada poste de la puerta junto a la entrada de la puerta por dentro, una caña de ancho.
8 Midió asimismo el vestíbulo del pórtico por dentro, una caña de ancho.
9 Midió luego la entrada del portal, de ocho codos de largo, y sus postes de dos codos; y la puerta del pórtico estaba por el lado de adentro.
10 Y la puerta oriental tenía tres cámaras a cada lado, las tres de una medida; también de una medida los portales a cada lado.
11 Midió el ancho de la entrada de la puerta, de diez codos, y la longitud del portal, de trece codos.
12 El espacio delante de las cámaras era de un codo a un lado, y de otro codo al otro lado; y cada cámara tenía seis codos por un lado, y seis codos por el otro.
13 Midió la puerta desde el techo de una cámara hasta el techo de la otra, veinticinco codos de ancho, puerta contra puerta.
14 Y midió los postes, de sesenta codos, cada poste del atrio y del portal todo en derredor.
15 Y desde el frente de la puerta de la entrada hasta el frente de la entrada de la puerta interior, cincuenta codos.
16 Y había ventanas estrechas en las cámaras, y en sus portales por dentro de la puerta alrededor, y asimismo en los corredores; y las ventanas estaban alrededor por dentro; y sobre cada poste había palmeras.
El atrio exterior
17 Me llevó luego al atrio exterior, y he aquí había cámaras, y estaba enlosado todo en derredor; treinta cámaras había alrededor en aquel atrio.
18 El enlosado estaba a los lados de las puertas, en proporción a la longitud de los portales, esto es el enlosado inferior.
19 Y midió la anchura desde el frente de la puerta de abajo hasta el frente del atrio interior por fuera, de cien codos hacia el oriente, como también al norte.
20 Y de la puerta que estaba hacia el norte en el atrio exterior, midió su longitud y su anchura.
21 Sus cámaras eran tres de un lado, y tres del otro; y sus postes y sus arcos eran como la medida de la puerta primera: cincuenta codos de longitud, y veinticinco de ancho.
22 Y sus ventanas y sus arcos y sus palmeras eran conforme a la medida de la puerta que estaba hacia el oriente; y se subía a ella por siete gradas, y delante de ellas estaban sus arcos.
23 Enfrente de la puerta que daba hacia el norte, había en el atrio interior una puerta que estaba también enfrente de la puerta oriental; y midió de puerta a puerta, cien codos.
El pórtico meridional
24 Me llevó después hacia el sur, y he aquí que había una puerta hacia el sur; y midió sus portales y sus arcos conforme a las mismas medidas.
25 Y había ventanas en torno de ella y de su vestíbulo, como las otras ventanas; su longitud era de cincuenta codos, y el ancho de veinticinco codos.
26 Sus gradas eran de siete peldaños, con sus arcos delante de ellas; y tenía palmeras, una de un lado, y otra del otro lado, en sus postes.
27 Había también una puerta hacia el sur del atrio interior; y midió de puerta a puerta hacia el sur cien codos.
28 Me llevó después al atrio de adentro por la puerta del sur, y midió la puerta del sur conforme a estas medidas.
29 Sus cámaras y sus postes y sus arcos eran conforme a estas medidas, y tenía sus ventanas y sus arcos alrededor; la longitud era de cincuenta codos, y de veinticinco codos el ancho.
30 Los arcos alrededor eran de veinticinco codos de largo, y cinco codos de ancho.
31 Y sus arcos daban al atrio exterior, con palmeras en sus postes; y sus gradas eran de ocho peldaños.
32 Y me llevó al atrio interior hacia el oriente, y midió la puerta conforme a estas medidas.
33 Eran sus cámaras y sus postes y sus arcos conforme a estas medidas, y tenía sus ventanas y sus arcos alrededor; la longitud era de cincuenta codos, y la anchura de veinticinco codos.
34 Y sus arcos daban al atrio exterior, con palmeras en sus postes de un lado y de otro; y sus gradas eran de ocho peldaños.
35 Me llevó luego a la puerta del norte, y midió conforme a estas medidas;
36 sus cámaras, sus postes, sus arcos y sus ventanas alrededor; la longitud era de cincuenta codos, y de veinticinco codos el ancho.
37 Sus postes daban al atrio exterior, con palmeras a cada uno de sus postes de un lado y de otro; y sus gradas eran de ocho peldaños.
38 Y había allí una cámara con su puerta junto a los postes de los portales; allí se había de lavar el holocausto.
39 Y en la entrada de la puerta había dos mesas a un lado, y otras dos al otro, para degollar sobre ellas el holocausto, la expiación y el sacrificio por el pecado.
40 A un lado, por fuera de las gradas, a la entrada de la puerta del norte, había dos mesas; y al otro lado que estaba a la entrada de la puerta, otras dos mesas.
41 Cuatro mesas a un lado, y cuatro mesas al otro lado, junto a la puerta; ocho mesas, sobre las cuales se habían de inmolar las víctimas.
42 Había además otras cuatro mesas para el holocausto, de piedra labrada, de un codo y medio de longitud, y codo y medio de ancho, y de un codo de altura, sobre las cuales habrían de colocar los utensilios con que se degüellan el holocausto y el sacrificio.
43 Y adentro, ganchos, de un palmo menor, dispuestos en derredor; y sobre las mesas había de estar la carne de las víctimas.
44 Y fuera de la puerta interior, en el atrio de adentro que estaba al lado de la puerta del norte, estaban las cámaras de los cantores, las cuales miraban hacia el sur; una estaba al lado de la puerta del oriente que miraba hacia el norte.
45 Y me dijo: Esta cámara que mira hacia el sur es de los sacerdotes que hacen la guardia del templo.
46 Y la cámara que mira hacia el norte es de los sacerdotes que hacen la guardia del altar; éstos son los hijos de Sadoc, los cuales, de entre los hijos de Leví, se acercan a Jehová, para servirle.
47 Y midió el atrio, cien codos de longitud, y cien codos de anchura; era cuadrado; y el altar estaba delante de la casa.
48 Y me llevó al pórtico del templo, y midió cada poste del pórtico, cinco codos de un lado, y cinco codos de otro; y la anchura de la puerta, tres codos de un lado, y tres codos de otro.
49 La longitud del pórtico, veinte codos, y el ancho once codos; y se subía a él por gradas; y había columnas junto a los postes, una de un lado, y otra de otro.
41 Me introdujo luego en el templo, y midió los postes, siendo el ancho de seis codos de un lado, y de seis codos del otro, que era el ancho del tabernáculo.
2 El ancho de la puerta era de diez codos, y los lados de la puerta, de cinco codos de un lado, y de cinco del otro. Y midió su longitud, de cuarenta codos, y la anchura de veinte codos.
3 Y pasó al interior, y midió cada poste de la puerta, de dos codos; y la puerta, de seis codos; y la anchura de la entrada, de siete codos.
4 Midió también su longitud, de veinte codos, y la anchura de veinte codos, delante del templo; y me dijo: Éste es el lugar santísimo.
5 Después midió el muro de la casa, de seis codos; y de cuatro codos la anchura de las cámaras laterales, en torno de la casa alrededor.
6 Las cámaras laterales estaban sobrepuestas unas a otras, treinta en cada uno de los tres pisos; y había salientes en la pared de la casa alrededor, sobre los que estribasen las cámaras, para que no estribasen en la pared de la casa.
7 Y había mayor anchura en las cámaras laterales, según se subía de piso en piso; porque la escalera de caracol de la casa subía más y más alrededor por dentro de la casa; por tanto, la casa tenía más anchura arriba. Del piso inferior se podía subir al de en medio, y de éste al superior.
8 Y vi que la casa estaba asentada sobre una elevación, todo alrededor; los cimientos de las cámaras eran de una caña entera de seis codos hacia el ángulo.
9 El ancho de la pared de afuera que pertenecía a las cámaras laterales era de cinco codos, igual al espacio de las cámaras de la casa por dentro.
10 Y entre las cámaras había una anchura de veinte codos por todos lados alrededor de la casa.
11 La puerta de cada cámara lateral daba al espacio que quedaba, una puerta hacia el norte, y otra puerta hacia el sur; y el ancho del espacio que quedaba era de cinco codos por todo alrededor.
12 Y el edificio que estaba delante del espacio abierto al lado del occidente era de setenta codos de ancho; y la pared del edificio, de cinco codos de grueso alrededor, y de noventa codos de largo.
13 Luego midió la casa, cien codos de largo; y el espacio abierto y el edificio y sus paredes, de cien codos de longitud.
14 Y el ancho del frente de la casa y del espacio abierto al oriente era de cien codos.
15 Y midió la longitud del edificio que estaba delante del espacio abierto que había detrás de él, y las galerías de uno y otro lado, cien codos; y el templo, el lugar interior y los portales del atrio,
16 los umbrales y las ventanas estrechas y las galerías alrededor de los tres pisos estaba todo cubierto de madera desde el suelo hasta las ventanas; y las ventanas también cubiertas
17 hasta el espacio de encima de la puerta, y hasta la casa de adentro, y afuera de ella, y por toda la pared en derredor por dentro y por fuera, por medida.
18 Y estaba labrada con querubines y palmeras, y había entre querubín y querubín una palmera; y cada querubín tenía dos rostros;
19 un rostro de hombre hacia la palmera de un lado, y un rostro de león hacia la palmera del otro lado, por toda la casa alrededor.
20 Desde el suelo hasta encima de la puerta había querubines labrados y palmeras, así como por toda la pared del templo.
21 Cada poste del templo era cuadrado, y el frente del lugar santísimo tenía el mismo aspecto que el frente del templo.
22 El altar, de tres codos de alto y de dos codos de largo, era de madera, así como sus esquinas; su superficie y sus paredes eran también de madera. Y me dijo: Ésta es la mesa que está delante de Jehová.
23 El templo y el santuario tenían dos puertas dobles.
24 Y en cada puerta había dos hojas, dos hojas que giraban; dos hojas en una puerta, y otras dos en la otra.
25 En las puertas del templo había esculpidos querubines y palmeras, así como los que había en las paredes; y había gruesas vigas de madera sobre la fachada del atrio al exterior.
26 Y había ventanas estrechas, y palmeras de uno y otro lado a los lados del pórtico; había también los soportes de la casa y los arquitrabes.
42 Me trajo luego al atrio exterior hacia el norte, y me llevó a la cámara que estaba delante del espacio abierto que quedaba enfrente del edificio, hacia el norte.
2 Por delante de la puerta del norte su longitud era de cien codos, y el ancho de cincuenta codos.
3 Frente a los veinte codos que había en el atrio interior, y enfrente del enlosado que había en el atrio exterior, estaban las galerías, las unas enfrente de las otras en tres pisos.
4 Y delante de las cámaras había un corredor de diez codos de ancho hacia adentro, con una vía de entrada de un codo; y sus puertas daban al norte.
5 Y las cámaras más altas eran más estrechas; porque las galerías quitaban de ellas más espacio que de las bajas y de las de en medio del edificio.
6 Porque estaban en tres pisos, y no tenían columnas como las columnas de los atrios; por tanto, eran más estrechas que las de abajo y las de en medio, comparando desde el suelo.
7 Y el muro que estaba afuera enfrente de las cámaras, hacia el atrio exterior delante de las cámaras, tenía cincuenta codos de largo.
8 Porque la longitud de las cámaras del atrio de afuera era de cincuenta codos; y delante de la fachada del templo había cien codos.
9 Y debajo de las cámaras estaba la entrada al lado oriental, si uno entraba en él desde el atrio exterior.
10 A lo ancho del muro del atrio, hacia el oriente, enfrente del espacio abierto, y delante del edificio, había cámaras,
11 con un corredor delante de ellas, semejante al de las cámaras que estaban hacia el norte; tanto su longitud como su ancho eran los mismos, así como todas sus salidas y toda su disposición. Como sus puertas,
12 así también eran las puertas de las cámaras que estaban hacia el sur; había una puerta al comienzo del corredor que había enfrente del muro al lado oriental, para quien entraba en las cámaras.
13 Y me dijo: Las cámaras del norte y las del sur, que están delante del espacio abierto, son cámaras santas en las cuales los sacerdotes que se acercan a Jehová comerán las santas ofrendas; allí pondrán las ofrendas santas, la ofrenda y la expiación y el sacrificio por el pecado, porque el lugar es santo.
14 Cuando los sacerdotes entren, no saldrán del lugar santo al atrio exterior, sino que allí dejarán sus vestiduras con que ministran, porque son santas, la ofrenda y la expiación y así se acercarán a lo que pertenece al pueblo.
15 Y luego que acabó las medidas de la casa de adentro, me sacó por el camino de la puerta que miraba hacia el oriente, y lo midió todo alrededor.
16 Midió el lado oriental con la caña de medir, quinientas cañas de la caña de medir alrededor.
17 Midió al lado del norte, quinientas cañas de la caña de medir alrededor.
18 Midió al lado del sur, quinientas cañas de la caña de medir.
19 Rodeó al lado del occidente, y midió quinientas cañas de la caña de medir.
20 Lo midió a los cuatro lados; tenía un muro todo alrededor, de quinientas cañas de longitud y quinientas cañas de ancho, para hacer separación entre el santuario y el lugar profano.
La gloria de Jehová viene al templo
43 Me llevó luego a la puerta, a la puerta que mira hacia el oriente;
2 y he aquí que la gloria del Dios de Israel venía del oriente; y su sonido era como el sonido de muchas aguas, y la tierra resplandecía a causa de su gloria.
3 Y el aspecto de la visión que vi era como aquella visión que vi cuando vine para destruir la ciudad; y las visiones eran como la visión que vi junto al río Quebar; y me postré sobre mi rostro.
4 Y la gloria de Jehová entró en la casa por la vía de la puerta que daba al oriente.
5 Y me alzó un espíritu y me llevó al atrio interior; y he aquí que la gloria de Jehová llenaba la casa.
Leyes del templo
6 Y oí a alguien que me hablaba desde la casa; y se puso un varón junto a mí,
7 y me dijo: Hijo de hombre, éste es el lugar de mi trono, el lugar donde posaré las plantas de mis pies, en el cual habitaré en medio de los hijos de Israel para siempre; y nunca más profanará la casa de Israel mi santo nombre, ni ellos ni sus reyes, con sus fornicaciones, y con los cadáveres de sus reyes en sus lugares altos;
8 poniendo ellos su umbral junto a mi umbral, y su contrafuerte junto a mi contrafuerte, mediando sólo una pared entre mí y ellos, y han contaminado mi santo nombre con las abominaciones que cometieron; por lo cual los consumí en mi furor.
9 Ahora arrojarán lejos de mí sus fornicaciones, y los cadáveres de sus reyes, y habitaré en medio de ellos para siempre.
10 Tú, hijo de hombre, muestra a la casa de Israel esta casa, para que se avergüencen de sus pecados; y que midan con esmero.
11 Y si se avergüenzan de todo lo que han hecho, hazles entender el diseño de la casa, su disposición, sus salidas y sus entradas, y todas sus formas, y todas sus ordenanzas, y todas sus configuraciones, y todas sus leyes; y ponlo dibujado delante de sus ojos, para que guarden toda su forma y todas sus ordenanzas, y las pongan por obra.
12 Esta es la ley de la casa: Sobre la cumbre del monte, el recinto entero, todo en derredor, será santísimo. He aquí que ésta es la ley de la casa.
13 Estas son las medidas del altar por codos (el codo de a codo y un palmo). La base, de un codo, y de un codo el ancho; y su remate por su borde alrededor, de un palmo. Éste será el borde del altar.
14 Y desde la base, sobre el suelo, hasta el zócalo inferior, dos codos, y la anchura de un codo; y desde el zócalo pequeño hasta el zócalo grande, cuatro codos, y el ancho de un codo.
15 El fogón del altar será de cuatro codos, y saliendo del fogón hacia arriba habrá cuatro cuernos.
16 Y el altar tendrá doce codos de largo, y doce de ancho, cuadrado a sus cuatro lados.
17 El zócalo será de catorce codos de longitud y catorce de anchura en sus cuatro lados, y de medio codo el borde alrededor; y la base, de un codo por todos lados; y sus gradas estarán mirando al oriente.
18 Y me dijo: Hijo de hombre, así dice el Señor Jehová: Estas son las ordenanzas del altar el día en que sea hecho, para ofrecer holocausto sobre él y para esparcir sobre él sangre.
19 A los sacerdotes levitas que son del linaje de Sadoc, que se acercan a mí para ministrar ante mí, dice el Señor Jehová, les darás un becerro de la vacada para expiación.
20 Y tomarás de su sangre, y la pondrás en los cuatro cuernos del altar, y en las cuatro esquinas del zócalo, y en el borde alrededor; así lo purificarás y harás expiación por él.
21 Tomarás luego el becerro de la expiación, y será quemado en la dependencia de la casa, designada fuera del santuario.
22 Al segundo día ofrecerás un macho cabrío sin defecto, para expiación; y purificarán el altar como lo purificaron con el becerro.
23 Cuando acabes de expiar, ofrecerás un becerro de la vacada sin defecto, y un carnero de la manada sin tacha;
24 y los ofrecerás delante de Jehová, y los sacerdotes echarán sal sobre ellos, y los ofrecerán en holocausto a Jehová.
25 Durante siete días prepararás un macho cabrío cada día para ofrecerlo en expiación por el pecado; asimismo prepararán para el sacrificio el becerro de la vacada y un carnero sin tacha del rebaño.
26 Durante siete días harán expiación por el altar, y lo purificarán, y así lo consagrarán.
27 Y acabados estos días, del octavo día en adelante, los sacerdotes sacrificarán sobre el altar vuestros holocaustos y vuestras ofrendas de paz; y me seréis aceptos, dice el Señor Jehová.
44 Después me hizo volver hacia la puerta exterior del santuario, la cual mira hacia el oriente; y estaba cerrada.
2 Y me dijo Jehová: Esta puerta estará cerrada; no se abrirá, ni entrará por ella ningún hombre, porque Jehová Dios de Israel entró por ella; estará, por tanto, cerrada.
3 En cuanto al príncipe, por ser el príncipe, él se sentará allí para comer pan delante de Jehová; entrará por el vestíbulo de la puerta, y saldrá por ese mismo camino.
4 Luego me llevó hacia la puerta del norte por delante de la casa; y miré, y he aquí que la gloria de Jehová había llenado la casa de Jehová; y me postré sobre mi rostro.
5 Y me dijo Jehová: Hijo de hombre, pon atención, y mira con tus ojos, y oye con tus oídos todo lo que yo voy a hablar contigo sobre todas las ordenanzas de la casa de Jehová, y todas sus leyes; y pon atención a las entradas de la casa, y a todas las salidas del santuario.
6 Y dirás a los rebeldes, a la casa de Israel: Así dice el Señor Jehová: Basta ya de todas vuestras abominaciones, oh casa de Israel;
7 de traer extranjeros, incircuncisos de corazón e incircuncisos de carne, para estar en mi santuario y para contaminar mi casa, cuando me ofrecéis mi pan, la gordura y la sangre; y de que invalidaron mi pacto para añadir a todas vuestras abominaciones.
8 Y no habéis guardado lo que se os encargó acerca de mis cosas santas, sino que habéis puesto extranjeros como guardas de las ordenanzas en mi santuario, conforme a vuestro capricho.
9 Así dice el Señor Jehová: Ningún hijo de extranjero, incircunciso de corazón e incircunciso de carne, entrará en mi santuario, de todos los hijos de extranjeros que están entre los hijos de Israel.
10 Y los levitas que se apartaron de mí cuando Israel se descarrió de mí, yéndose tras sus ídolos, llevarán su iniquidad.
11 Y servirán en mi santuario como porteros a las puertas de la casa y sirvientes en la casa; ellos matarán el holocausto y el sacrificio por el pueblo, y estarán ante él para servirle.
12 Por cuanto les sirvieron delante de sus ídolos, y fueron a la casa de Israel por tropezadero de maldad; por tanto, he alzado mi mano contra ellos, dice el Señor Jehová, y ellos llevarán sobre sí su iniquidad.
13 No se acercarán a mí para servirme como sacerdotes, ni se acercarán a ninguna de mis cosas santas, a mis cosas santísimas, sino que llevarán sobre sí su vergüenza y las abominaciones que han cometido.
14 Les pondré, pues, por guardas encargados de la custodia de la casa, para todo el servicio de ella, y para todo lo que en ella haya de hacerse.
15 Mas los sacerdotes levitas, hijos de Sadoc, que cumplieron mi ministerio en el santuario cuando los hijos de Israel se apartaron de mí, ellos se acercarán para ministrar ante mí, y estarán delante de mí para ofrecerme la gordura y la sangre, dice el Señor Jehová.
16 Ellos entrarán en mi santuario, y se acercarán a mi mesa para servirme, y se encargarán de mi ministerio.
17 Y cuando entren por las puertas del atrio interior, se vestirán vestiduras de lino; no llevarán sobre ellos cosa de lana, cuando ministren en las puertas del atrio interior y dentro de la casa.
18 Llevarán sobre sus cabezas turbantes de lino, y calzones de lino sobre sus lomos; no se ceñirán cosa que les haga sudar.
19 Cuando salgan al atrio exterior, al atrio de afuera, al pueblo, se quitarán las vestiduras con que ministraron, y las dejarán en las cámaras del santuario, y se vestirán de otros vestidos, para no santificar al pueblo con sus vestiduras.
20 Y no se raparán la cabeza, ni se dejarán crecer el cabello, sino que lo recortarán solamente.
21 Ninguno de los sacerdotes beberá vino cuando haya de entrar en el atrio interior.
22 No tomará por mujer a viuda ni repudiada, sino que tomará virgen del linaje de la casa de Israel, o viuda que sea viuda de sacerdote.
23 Y enseñarán a mi pueblo a hacer diferencia entre lo santo y lo profano, y a que sepan discernir entre lo limpio y lo no limpio.
24 En los casos de pleito, ellos estarán para juzgar; juzgarán conforme a mis ordenanzas; y guardarán mis leyes y mis estatutos en todas mis fiestas solemnes, y santificarán mis sábados.
25 No se acercarán a ningún muerto para contaminarse; pero por padre o madre, hijo o hija, hermano, o hermana que no haya tenido marido, sí podrán contaminarse.
26 Y después de su purificación, le contarán siete días.
27 Y el día que entre al santuario, al atrio interior, para ministrar en el santuario, ofrecerá su expiación por el pecado, dice el Señor Jehová.
28 Y eso les será por heredad; yo seré su heredad; no les daréis posesión en Israel; yo soy su posesión.
29 Comerán la ofrenda, la expiación y el sacrificio por el pecado; y toda cosa consagrada en Israel será de ellos.
30 Y las primicias de todos los primeros frutos de todo, y toda ofrenda reservada de toda cosa, de todas vuestras ofrendas, será de los sacerdotes; asimismo daréis al sacerdote las primicias de todas vuestras moliendas, para que repose la bendición en vuestras casas.
31 Los sacerdotes no comerán ninguna cosa mortecina ni desgarrada, así de aves como de animales.
45 Cuando repartáis por suertes la tierra en heredad, apartaréis una porción para Jehová, que le consagraréis en la tierra, de longitud de veinticinco mil cañas y diez mil de ancho; esto será santificado en todo su territorio alrededor.
2 De esto será para el santuario quinientas cañas de longitud y quinientas de ancho, en cuadro alrededor; y cincuenta codos en derredor para sus ejidos.
3 Y de esta medida medirás en longitud veinticinco mil cañas, y en ancho diez mil, y en este espacio estará el santuario, que es un lugar santísimo.
4 Es una porción santa de la tierra; será para los sacerdotes, ministros del santuario, que se acercan para ministrar a Jehová; y servirá de lugar para sus casas, y como recinto sagrado para el santuario.
5 Asimismo veinticinco mil cañas de longitud y diez mil de ancho, lo cual será para los levitas, ministros de la casa, como posesión para sí, con veinte cámaras.
6 Para propiedad de la ciudad señalaréis cinco mil de anchura y veinticinco mil de longitud, al lado y paralelamente a lo que se apartó para el santuario; será para toda la casa de Israel.
Parte del príncipe
7 Y la parte del príncipe estará junto a lo que se apartó para el santuario, de uno y otro lado, y junto a la posesión de la ciudad, delante de lo que se apartó para el santuario, y delante de la posesión de la ciudad, desde el extremo occidental hasta el extremo oriental, y la longitud será la correspondiente a una de las porciones desde el límite occidental hasta el límite oriental de la tierra.
8 Esto será su posesión en Israel, y nunca más mis príncipes oprimirán a mi pueblo, sino que darán la tierra a la casa de Israel conforme a sus tribus.
9 Así dice el Señor Jehová: ¡Basta ya, oh príncipes de Israel! Dejad la violencia y la rapiña. Haced juicio y justicia; quitad vuestras exacciones sobre mi pueblo, dice el Señor Jehová.
10 Tendréis balanzas justas, efa justo, y bato justo.
11 El efa y el bato serán de una misma medida: que el bato tenga la décima parte del homer, y el efa la décima parte del homer; la medida de ellos será según el homer.
12 Y el siclo será de veinte geras. Veinte siclos, veinticinco siclos, diez, y cinco siclos, será vuestra mina.
13 Esta será la ofrenda que apartaréis: la sexta parte de un efa por cada homer de trigo, y la sexta parte de un efa por cada homer de cebada.
14 La porción fijada para el aceite, un bato de aceite, será la décima parte de un bato por cada coro, el cual equivale a diez batos; o sea, un homer; porque diez batos son un homer.
15 Y una cordera del rebaño, una por cada doscientas, de las engordadas de Israel, para sacrificio, y para holocausto y para ofrendas de paz, para expiación por ellos, dice el Señor Jehová.
16 Todo el pueblo de la tierra estará obligado a dar esta ofrenda para el príncipe de Israel.
17 Mas al príncipe corresponderá el dar el holocausto y el sacrificio y la libación en las fiestas, en las lunas nuevas, en los sábados y en todas las solemnidades de la casa de Israel; él dispondrá la expiación, la ofrenda, el holocausto y las ofrendas de paz, para hacer expiación por la casa de Israel.
18 Así dice el Señor Jehová: El mes primero, el día primero del mes, tomarás de la vacada un becerro sin defecto, y purificarás el santuario.
19 Y el sacerdote tomará de la sangre de la expiación, y pondrá sobre los postes de la casa, y sobre los cuatro ángulos del zócalo del altar, y sobre los postes de las puertas del atrio interior,
20 Así harás el séptimo día del mes para los que pecaron por error o por ignorancia, y harás expiación por la casa.
21 El mes primero, a los catorce días del mes, tendréis la pascua, fiesta de siete días; se comerá pan sin levadura.
22 Aquel día el príncipe ofrecerá por sí mismo y por todo el pueblo de la tierra, un becerro por el pecado.
23 Y en los siete días de la fiesta solemne ofrecerá en holocausto a Jehová siete becerros y siete carneros sin defecto, cada uno de los siete días; y por el pecado, un macho cabrío cada día.
24 Y con cada becerro ofrecerá la ofrenda de un efa, y asimismo con cada carnero, un efa; y por cada efa, un hin de aceite.
25 En el mes séptimo, a los quince días del mes, en la fiesta, hará como en estos siete días; en cuanto a la expiación, así como en cuanto al holocausto; en cuanto al presente, así como en cuanto al aceite.
46 Así dice el Señor Jehová: La puerta del atrio interior que mira al oriente estará cerrada los seis días de trabajo, pero el sábado se abrirá; se abrirá también el día de la luna nueva.
2 Y el príncipe entrará por el camino del portal de la puerta exterior, y estará en pie junto al umbral de la puerta, mientras los sacerdotes ofrezcan su holocausto y sus ofrendas de paz, y adorará junto al umbral de la puerta; después saldrá; pero no se cerrará la puerta hasta la tarde.
3 Asimismo adorará el pueblo de la tierra delante de Jehová, a la entrada de la puerta, en los sábados y en las lunas nuevas.
4 El holocausto que el príncipe ofrecerá a Jehová en el día de sábado será seis corderos sin defecto, y un carnero sin tacha;
5 y la ofrenda será un efa con cada carnero; y con cada cordero una ofrenda conforme a sus posibilidades, y un hin de aceite con el efa.
6 Mas el día de la luna nueva, un becerro sin tacha de la vacada, seis corderos y un carnero; deberán ser sin defecto.
7 Y hará ofrenda de un efa con el becerro, y un efa asimismo con cada carnero; pero con los corderos, conforme a sus posibilidades; y un hin de aceite por cada efa.
8 Y cuando el príncipe entre, entrará por el camino del portal de la puerta, y por el mismo camino saldrá.
9 Mas cuando el pueblo de la tierra entre delante de Jehová en las solemnidades, el que entre por la puerta del norte para postrarse, saldrá por la puerta del sur; y el que entre por la puerta del sur, saldrá por la puerta del norte; no volverá por la puerta por donde entró, sino que saldrá por la de enfrente de ella.
10 Y el príncipe, cuando ellos entren, entrará en medio de ellos; y cuando ellos salgan, saldrán juntos.
11 Y en las fiestas y en las solemnidades será la ofrenda un efa con cada becerro, y asimismo un efa con cada carnero; y con los corderos, conforme a sus posibilidades; y un hin de aceite con cada efa.
12 Mas cuando el príncipe ofrezca a Jehová un holocausto voluntario u ofrendas de paz, le abrirán la puerta que mira al oriente, y ofrecerá su holocausto y sus ofrendas de paz, como hace en el día de sábado; después saldrá, y cerrarán la puerta después que salga.
13 Y ofrecerás en sacrificio a Jehová cada día en holocausto un cordero de un año sin defecto; cada mañana lo sacrificarás.
14 Y con él harás todas las mañanas ofrenda de la sexta parte de un efa, y la tercera parte de un hin de aceite para humedecer la flor de harina; ofrenda para Jehová continuamente, por ordenanza perpetua.
15 Ofrecerán, pues, el cordero y la ofrenda y el aceite, todas las mañanas en holocausto continuo.
16 Así dice el Señor Jehová: Si el príncipe hace un regalo a alguno de sus hijos, tomándolo de su propio patrimonio, pasará a pertenecer a ellos; será posesión de ellos por herencia.
17 Mas si de su heredad regala una parte a alguno de sus siervos, será de éste hasta el año del jubileo, y volverá al príncipe; mas lo que es de su herencia, será de sus hijos.
18 Y el príncipe no tomará nada de la herencia del pueblo, despojándolos de su posesión; de lo suyo propio dará herencia a sus hijos, a fin de que ninguno de mi pueblo sea echado de su posesión.
19 Me trajo después por la entrada que estaba al lado de la puerta, a las cámaras santas de los sacerdotes, las cuales miraban al norte, y vi que había allí un lugar en el fondo del lado de occidente.
20 Y me dijo: Éste es el lugar donde los sacerdotes cocerán la ofrenda por el pecado y la expiación; allí cocerán la ofrenda, para no sacarla al atrio exterior, santificando así al pueblo.
21 Y luego me sacó al atrio exterior, y me hizo pasar por los cuatro rincones del atrio; y en cada rincón del atrio había un patio.
22 En los cuatro rincones del atrio había patios cercados, de cuarenta codos de longitud y treinta de ancho; una misma medida tenían los cuatro.
23 Y había una pared alrededor de ellos, alrededor de los cuatro, y abajo fogones alrededor de las paredes.
24 Y me dijo: Éstas son las cocinas, donde los servidores de la casa cocerán los sacrificios del pueblo.
Las aguas que brotan del templo
47 Me hizo volver luego a la entrada de la casa; y he aquí que salían aguas de debajo del umbral de la casa hacia el oriente; porque la fachada de la casa estaba al oriente, y las aguas descendían de debajo, del lado derecho de la casa, al sur del altar.
2 Luego me sacó por el camino de la puerta del norte, y me hizo dar la vuelta por el camino exterior, a la puerta de afuera, por el camino de la puerta que mira al oriente; y vi que las aguas fluían del lado derecho.
3 Cuando el varón salió hacia el oriente, llevando un cordel en su mano, midió mil codos, y me hizo pasar por las aguas, aguas que llegaban hasta los tobillos.
4 Midió otros mil, y me hizo pasar por las aguas que llegaban hasta las rodillas. Midió luego otros mil, y me hizo pasar por las aguas que llegaban hasta los lomos.
5 Midió otros mil, y era ya un río que yo no podía pasar, porque las aguas habían crecido de manera que el río no se podía pasar sino a nado.
6 Y me dijo: ¿Has visto esto, hijo de hombre? Después me condujo, y me hizo volver por la ribera del río.
7 Al volver, vi que en la ribera del río había muchísimos árboles a uno y otro lado.
8 Entonces me dijo: Estas aguas brotan hacia la región del oriente, y descenderán al Arabá, y entrarán en el mar; y cuando hayan entrado en el mar, en las aguas saladas, las aguas quedarán saneadas.
9 Y toda alma viviente que nade por dondequiera que entren estos dos ríos, vivirá; y habrá allí muchísimos peces; porque estas aguas habrán entrado allá para que reciba sanidad y viva todo lo que se encuentre en el lugar adonde llegue este río.
10 Y junto a él estarán los pescadores, desde En-gadí hasta En-egláyim; allí habrá un tendedero de redes; y por sus especies serán los peces tan numerosos como los peces del Mar Grande.
11 Pero sus pantanos y sus lagunas no se sanearán; quedarán para salinas.
12 Y junto al río, en la ribera, a uno y otro lado, crecerá toda clase de árboles frutales; sus hojas nunca caerán, ni faltará su fruto. Producirán todos los meses frutos nuevos, porque sus aguas salen del santuario; y su fruto será para alimento, y sus hojas para medicina.
Texto bíblico tomado de La Santa Biblia, Reina Valera Revisada® RVR® Copyright © 2017 por HarperCollins Christian Publishing® Usado con permiso. Reservados todos los derechos en todo el mundo.