Bible in 90 Days
Dedicación de los sacerdotes
29 »Cuando consagres a Aarón y a sus hijos para que me sirvan como sacerdotes, realiza esta ceremonia: toma un becerro y dos carneros sin defecto. 2 Luego, con harina de trigo selecta y sin levadura, prepara panes, panes planos mezclados con aceite de oliva y obleas untadas con aceite. 3 Pon todo en una sola cesta y preséntalo en la entrada del tabernáculo junto con el becerro y los dos carneros.
4 »Lleva a Aarón y a sus hijos a la entrada del tabernáculo,[a] y lávalos con agua. 5 Ponle a Aarón sus vestiduras sacerdotales: la túnica, el manto que se usa con el efod, el efod y el pectoral. Después cíñele la faja decorativa del efod. 6 Colócale el turbante sobre la cabeza y fija el medallón sagrado en el turbante. 7 Luego úngelo derramando el aceite de la unción sobre su cabeza. 8 A continuación, trae a sus hijos y vístelos con sus túnicas. 9 Cíñeles las fajas a Aarón y a sus hijos, y colócales los gorros especiales. Entonces el derecho del sacerdocio les pertenecerá por ley para siempre. De esta manera realizarás la ordenación de Aarón y de sus hijos.
10 »Lleva el becerro a la entrada del tabernáculo, donde Aarón y sus hijos pondrán sus manos sobre la cabeza del animal. 11 Luego mata el becerro en presencia del Señor, a la entrada del tabernáculo. 12 Con tu dedo, unta parte de la sangre sobre los cuernos del altar, y derrama el resto de la sangre al pie del altar. 13 Toma toda la grasa que rodea las vísceras, el lóbulo largo del hígado, los dos riñones junto con toda la grasa que los rodea, y quema todo sobre el altar. 14 Luego tomarás lo que queda del becerro—con la piel, la carne y el estiércol incluidos—y lo quemarás fuera del campamento como una ofrenda por el pecado.
15 »Acto seguido, Aarón y sus hijos deberán poner las manos sobre la cabeza de uno de los carneros. 16 Luego matarás al carnero y salpicarás la sangre por todos los lados del altar. 17 Corta el carnero en pedazos y lava las vísceras y las patas. Colócalas junto a la cabeza y a los demás pedazos del cuerpo; 18 después quema todo el animal sobre el altar. Esta es una ofrenda quemada al Señor; es un aroma agradable, una ofrenda especial presentada al Señor.
19 »Luego toma el otro carnero, y haz que Aarón y sus hijos pongan las manos sobre la cabeza del animal. 20 Después mátalo y pon un poco de la sangre en el lóbulo de la oreja derecha tanto de Aarón como de sus hijos. Ponles sangre también en el pulgar de la mano derecha y en el dedo gordo del pie derecho. Salpica el resto de la sangre por todos los lados del altar. 21 Luego toma parte de la sangre del altar y parte del aceite de la unción, y rocíalo sobre Aarón y sus hijos, y sobre sus vestiduras. De esta manera, ellos y sus vestiduras quedarán consagrados.
22 »Como este es el carnero de la ordenación de Aarón y de sus hijos, toma la grasa del carnero—que incluye la grasa de su cola gorda, la grasa que rodea las vísceras, el lóbulo largo del hígado y los dos riñones con toda la grasa que los rodea—junto con el muslo derecho. 23 Luego, de la cesta con pan sin levadura que se colocó en la presencia del Señor, toma un pan redondo, un pan plano mezclado con aceite de oliva y una oblea. 24 Pon todo esto en las manos de Aarón y de sus hijos para que lo levanten como una ofrenda especial para el Señor. 25 Después toma de sus manos los diferentes panes y quémalos sobre el altar junto con la ofrenda quemada. Es un aroma agradable al Señor, una ofrenda especial para él. 26 Luego toma el pecho del carnero de la ordenación de Aarón y levántalo en presencia del Señor como una ofrenda especial para él. Luego quédate con él, pues esa será tu porción.
27 »Aparta las porciones del carnero de la ordenación que les corresponden a Aarón y a sus hijos, entre ellas el pecho y el muslo que fueron levantados como una ofrenda especial ante el Señor. 28 En el futuro, cada vez que el pueblo de Israel levante una ofrenda de paz, se apartará una porción para Aarón y sus descendientes. Será un derecho perpetuo para ellos, y también es una ofrenda sagrada de los israelitas al Señor.
29 »Las vestiduras sagradas de Aarón deberán ser preservadas para los descendientes que lo sucedan, quienes las usarán cuando sean ungidos y ordenados. 30 El descendiente que lo suceda en el cargo de sumo sacerdote llevará puestas estas vestiduras durante siete días mientras ministra en el tabernáculo y en el Lugar Santo.
31 »Toma el carnero usado en la ceremonia de ordenación y hierve su carne en un lugar sagrado. 32 Luego Aarón y sus hijos comerán esta carne junto con el pan que está en la cesta, a la entrada del tabernáculo. 33 Solo ellos pueden comer la carne y el pan usados para su purificación[b] en la ceremonia de ordenación. Nadie más tiene permiso porque estos alimentos son apartados y santos. 34 Si sobra carne o pan de la ceremonia de ordenación hasta la mañana siguiente, habrá que quemarlo. No debe comerse, porque es sagrado.
35 »Así realizarás la ordenación de Aarón y de sus hijos para sus funciones, tal como te lo mandé. La ceremonia de ordenación durará siete días. 36 Cada día deberás sacrificar un becerro como ofrenda por el pecado, para purificarlos y hacerlos justos ante el Señor.[c] Finalizada la ceremonia, limpia el altar purificándolo;[d] unge el altar con aceite para consagrarlo. 37 Purifica el altar y conságralo cada día, durante siete días. Después el altar será completamente santo, y todo lo que lo toque se volverá santo.
38 »Ahora te diré los sacrificios que debes ofrecer con regularidad sobre el altar. Cada día ofrecerás dos corderos de un año: 39 uno en la mañana y el otro por la tarde. 40 Con uno de ellos, ofrecerás dos litros de harina selecta, mezclada con un litro de aceite puro de olivas prensadas; ofrece también un litro de vino[e] como ofrenda líquida. 41 Ofrece el otro cordero por la tarde, junto con ofrendas de harina y de vino, igual que las de la mañana. Será un aroma agradable, una ofrenda especial presentada al Señor.
42 »Estas ofrendas quemadas deberás presentarlas cada día, de generación en generación. Ofrécelas en presencia del Señor, a la entrada del tabernáculo; allí me encontraré contigo y te hablaré. 43 Me reuniré allí con el pueblo de Israel, en el lugar que se hace sagrado por mi gloriosa presencia. 44 Así es, consagraré el tabernáculo y el altar, y consagraré a Aarón y a sus hijos para que me sirvan como sacerdotes. 45 Entonces viviré en medio de los israelitas y seré su Dios, 46 y ellos sabrán que yo soy el Señor su Dios. Yo soy quien los sacó de la tierra de Egipto para vivir entre ellos. Yo soy el Señor su Dios.
Instrucciones para el altar del incienso
30 »Después construye otro altar con madera de acacia para quemar incienso. 2 Hazlo cuadrado, de cuarenta y seis centímetros de largo y de ancho, y noventa y dos centímetros de alto,[f] con cuernos tallados en las esquinas de la misma pieza de madera del altar. 3 Recubre de oro puro la parte superior, los lados y los cuernos del altar, y ponle una moldura de oro alrededor de todo el altar. 4 Haz dos anillos de oro y sujétalos en dos lados opuestos del altar por debajo de la moldura de oro para que sostengan las varas que sirven para transportarlo. 5 Haz las varas con madera de acacia y recúbrelas de oro. 6 Coloca el altar del incienso justo afuera de la cortina interior que protege el arca del pacto,[g] frente a la tapa del arca—el lugar de la expiación—que cubre las tablas grabadas con las condiciones del pacto,[h] donde me encontraré contigo.
7 »Cada mañana, cuando Aarón prepare las lámparas, deberá quemar incienso aromático sobre el altar. 8 Y cada tarde, cuando encienda las lámparas, también quemará incienso en presencia del Señor. Este acto deberá realizarse de generación en generación. 9 No ofrecerás sobre ese altar incienso no sagrado, ni ninguna ofrenda quemada, ni ofrendas de granos ni ofrendas líquidas.
10 »Una vez al año, Aarón deberá purificar[i] el altar untando los cuernos con sangre de la ofrenda que se hace para purificar al pueblo de su pecado. Esta ceremonia se llevará a cabo todos los años, de generación en generación, porque ese altar es el más santo del Señor».
Dinero para el tabernáculo
11 Entonces el Señor le dijo a Moisés: 12 «Cada vez que hagas un censo del pueblo de Israel, cada hombre contado tendrá que pagar al Señor un rescate por sí mismo. Así ninguna plaga herirá a los israelitas cuando los cuentes. 13 Cada persona contada tendrá que dar una pequeña pieza de plata como ofrenda sagrada al Señor. (Este pago es de medio siclo,[j] según el siclo del santuario, que equivale a veinte geras). 14 Todos los que hayan cumplido veinte años deben dar esa ofrenda sagrada al Señor. 15 Cuando presenten esta ofrenda al Señor para purificar sus vidas y hacerse justos ante él,[k] el rico no dará más del monto establecido y el pobre no dará menos. 16 Recibe el dinero del rescate de los israelitas y úsalo para cuidar el tabernáculo.[l] Esto hará que el Señor se acuerde de los israelitas y servirá para purificarles su vida».
Instrucciones para el lavamanos
17 Luego el Señor le dijo a Moisés: 18 «Haz un lavamanos de bronce con una base también de bronce. Ubícalo entre el tabernáculo y el altar, y llénalo de agua. 19 Allí Aarón y sus hijos se lavarán las manos y los pies. 20 Tendrán que lavarse con agua cada vez que entren al tabernáculo para presentarse delante del Señor y también cuando se acerquen al altar para quemar sus ofrendas especiales para el Señor; de lo contrario, ¡morirán! 21 Tendrán que lavarse las manos y los pies siempre, o morirán. Esta es una ley perpetua para Aarón y sus descendientes; tendrán que obedecerla de generación en generación».
El aceite de la unción
22 Luego el Señor le dijo a Moisés: 23 «Recoge especias selectas—seis kilos de mirra pura; tres kilos de canela aromática; tres kilos de cálamo aromático;[m] 24 y seis kilos de casia[n]—calculado según el peso del siclo del santuario. Consigue también cuatro litros de aceite de oliva.[o] 25 Con la misma técnica que emplea un experto fabricante de incienso, combina estos ingredientes para elaborar el aceite sagrado de la unción. 26 Utiliza este aceite sagrado para ungir el tabernáculo, el arca del pacto, 27 la mesa y todos sus utensilios, el candelabro y todos sus accesorios, el altar del incienso, 28 el altar de las ofrendas quemadas y todos sus utensilios, y el lavamanos con su base. 29 Conságralos para que sean completamente santos. Después todo lo que tenga contacto con estos objetos se volverá santo.
30 »Unge a Aarón y a sus hijos, a fin de consagrarlos para que me sirvan como sacerdotes. 31 Y dile al pueblo de Israel: “Este aceite santo de la unción está reservado para mí de generación en generación. 32 Nunca será usado para ungir a ninguna otra persona ni deberán preparar una mezcla igual para ustedes. Es aceite consagrado y tienen que tratarlo como tal. 33 Cualquiera que prepare una mezcla igual a esta o unja a alguien que no sea un sacerdote será excluido de la comunidad”».
El incienso
34 Entonces el Señor le dijo a Moisés: «Junta especias aromáticas—gotas de resina, caparazón de moluscos y gálbano—y mezcla estas especias aromáticas con incienso puro, todo en cantidades iguales. 35 Con la misma técnica que emplea el fabricante de incienso, combina todas las especias y rocíalas con sal para producir un incienso puro y santo. 36 Muele una parte de la mezcla hasta convertirla en un polvo fino y colócalo frente al arca del pacto,[p] donde me encontraré contigo en el tabernáculo. Todos deben tratar este incienso como algo sumamente santo. 37 Nunca usen la fórmula para elaborar incienso para ustedes; está reservada para el Señor, y deben tratarlo como algo santo. 38 Cualquiera que prepare incienso igual a este para uso propio será excluido de la comunidad».
Los artesanos: Bezalel y Aholiab
31 Luego el Señor le dijo a Moisés: 2 «Mira, he escogido específicamente a Bezalel, el hijo de Uri y nieto de Hur, de la tribu de Judá. 3 Lo he llenado del Espíritu de Dios y le he dado gran sabiduría, capacidad y destreza en toda clase de artes manuales y oficios. 4 Es un maestro artesano, experto en trabajar el oro, la plata y el bronce. 5 Es hábil en grabar, en incrustar piedras preciosas y en tallar madera. ¡Es un maestro en todo trabajo artístico!
6 »También he designado personalmente a Aholiab, hijo de Ahisamac, de la tribu de Dan, para que sea su ayudante. Además, he dotado de habilidades especiales a todos los expertos artesanos para que puedan hacer todo lo que te he mandado construir:
7 el tabernáculo;[q]
el arca del pacto;[r]
la tapa del arca: el lugar de la expiación;
todo el mobiliario del tabernáculo;
8 la mesa y sus utensilios;
el candelabro de oro puro con todos sus accesorios;
el altar del incienso;
9 el altar de las ofrendas quemadas con todos sus utensilios;
el lavamanos con su base;
10 las vestiduras finamente confeccionadas: las vestiduras sagradas para el sacerdote Aarón y las vestiduras que sus hijos llevarán puestas cuando ministren como sacerdotes;
11 el aceite de la unción;
y el incienso aromático para el Lugar Santo.
Los artesanos deberán hacer todo tal como yo te he ordenado».
Instrucciones para el día de descanso
12 Después el Señor le dio a Moisés las siguientes instrucciones: 13 «Diles a los israelitas: “Asegúrense de guardar mi día de descanso, porque el día de descanso es una señal del pacto entre ustedes y yo de generación en generación. Se ha establecido para que sepan que yo soy el Señor, quien los hace santos. 14 Deberán guardar el día de descanso, porque es un día santo para ustedes. Cualquiera que lo profane será ejecutado; y el que trabaje ese día será excluido de la comunidad. 15 Tienen seis días en la semana para hacer su trabajo habitual, pero el séptimo día será un día de descanso absoluto, un día santo, dedicado al Señor. Cualquiera que trabaje el día de descanso será ejecutado. 16 El pueblo de Israel deberá guardar el día de descanso y conmemorarlo de generación en generación. Es una obligación del pacto para siempre. 17 Es una señal perpetua de mi pacto con el pueblo de Israel. Pues en seis días el Señor hizo los cielos y la tierra, pero en el séptimo dejó de trabajar y descansó”».
18 Cuando el Señor terminó de hablar con Moisés en el monte Sinaí, le dio las dos tablas de piedra grabadas con las condiciones del pacto,[s] escritas por el dedo de Dios.
El becerro de oro
32 Cuando los israelitas vieron que Moisés tardaba tanto en bajar del monte, se juntaron alrededor de Aarón y le dijeron:
—Vamos, haznos dioses que puedan guiarnos. No sabemos qué le sucedió a ese tipo, Moisés, el que nos trajo aquí desde la tierra de Egipto.
2 Aarón les respondió:
—Quítenles a sus esposas, hijos e hijas los aretes de oro que llevan en las orejas y tráiganmelos.
3 Todos se quitaron los aretes que llevaban en las orejas y se los llevaron a Aarón. 4 Entonces Aarón tomó el oro, lo fundió y lo moldeó hasta darle la forma de un becerro. Cuando los israelitas vieron el becerro de oro, exclamaron: «¡Oh Israel, estos son los dioses que te sacaron de la tierra de Egipto!».
5 Al ver Aarón el entusiasmo del pueblo, edificó un altar frente al becerro. Luego anunció: «¡Mañana celebraremos un festival al Señor!».
6 Temprano a la mañana siguiente, el pueblo se levantó para sacrificar ofrendas quemadas y ofrendas de paz. Después, todos celebraron con abundante comida y bebida, y se entregaron a diversiones paganas.
7 El Señor le dijo a Moisés:
—¡Baja ya de la montaña! Tu pueblo, el que sacaste de la tierra de Egipto, se ha corrompido. 8 ¡Qué pronto se apartaron de la forma en que les ordené que vivieran! Fundieron oro y se hicieron un becerro, y se inclinaron ante él y le ofrecieron sacrificios. Andan diciendo: “Oh Israel, estos son tus dioses que te sacaron de la tierra de Egipto”.
9 Después el Señor dijo:
—He visto lo terco y rebelde que es este pueblo. 10 Ahora quítate de en medio, para que mi ira feroz pueda encenderse contra ellos y destruirlos. Después, Moisés, haré de ti una gran nación.
11 Pero Moisés trató de apaciguar al Señor su Dios.
—¡Oh Señor!—le dijo—, ¿por qué estás tan enojado con tu propio pueblo, el que sacaste de la tierra de Egipto con tan gran poder y mano fuerte? 12 ¿Por qué dejar que los egipcios digan: “Su Dios los rescató con la mala intención de matarlos en los montes y borrarlos de la faz de la tierra”? Abandona tu ira feroz; ¡cambia de parecer en cuanto a ese terrible desastre con el que amenazas a tu pueblo! 13 Acuérdate de tus siervos Abraham, Isaac y Jacob.[t] Tú mismo te comprometiste con ellos bajo juramento diciendo: “Haré que sus descendientes sean tan numerosos como las estrellas del cielo, y entregaré a sus descendientes toda esta tierra que prometí darles, y ellos la poseerán para siempre”.
14 Entonces el Señor cambió de parecer en cuanto al terrible desastre con que había amenazado destruir a su pueblo.
15 Enseguida Moisés se dio la vuelta y descendió del monte. Llevaba en sus manos las dos tablas de piedra grabadas con las condiciones del pacto.[u] Estaban escritas a ambos lados, por delante y por detrás. 16 Estas tablas eran obra de Dios; cada palabra estaba escrita por Dios mismo.
17 Cuando Josué oyó el alboroto del pueblo, que gritaba desde abajo, exclamó a Moisés:
—¡Parece que hay guerra en el campamento!
18 Pero Moisés respondió:
—No, no son gritos de victoria ni lamentos de derrota. Oigo sonidos de celebración.
19 Cuando se acercaron al campamento, Moisés vio el becerro y las danzas, y ardió de enojo. Entonces tiró las tablas de piedra al suelo, las cuales se hicieron pedazos al pie del monte. 20 Tomó el becerro que habían hecho y lo quemó. Luego lo molió hasta hacerlo polvo, lo arrojó al agua y obligó a los israelitas a que la bebieran.
21 Por último, se dirigió a Aarón y le preguntó:
—¿Qué te hizo este pueblo para que lo llevaras a caer en un pecado tan grande?
22 —No te disgustes tanto, mi señor—contestó Aarón—. Tú sabes bien qué mala es esta gente. 23 Ellos me dijeron: “Haznos dioses que puedan guiarnos. No sabemos qué le sucedió a ese tipo, Moisés, el que nos trajo aquí desde la tierra de Egipto”. 24 Así que yo les dije: “Los que tengan joyas de oro, que se las quiten”. Cuando me las trajeron, no hice más que echarlas al fuego, ¡y salió este becerro!
25 Moisés vio que Aarón había permitido que el pueblo se descontrolara por completo y fuera el hazmerreír de sus enemigos.[v] 26 Así que se paró a la entrada del campamento y gritó: «Todos los que estén de parte del Señor, vengan aquí y únanse a mí». Y todos los levitas se juntaron alrededor de él.
27 Moisés les dijo: «Esto dice el Señor, Dios de Israel: “Cada uno de ustedes tome su espada, recorra el campamento de un extremo al otro; maten a todos, incluso a sus hermanos, amigos y vecinos”». 28 Entonces los levitas obedecieron la orden de Moisés, y ese día murieron unas tres mil personas.
29 Entonces Moisés les dijo a los levitas: «Hoy se consagraron a sí mismos[w] para el servicio del Señor, porque lo obedecieron aun cuando tuvieron que matar a sus propios hijos y hermanos. Hoy se ganaron una bendición».
Moisés intercede por Israel
30 Al día siguiente, Moisés les dijo a los israelitas: «Ustedes cometieron un terrible pecado, pero yo subiré de nuevo al monte a encontrarme con el Señor. Quizá pueda lograr que él les perdone[x] este pecado».
31 Entonces Moisés volvió a donde estaba el Señor y dijo:
—Qué terrible pecado cometió este pueblo; se hicieron dioses de oro. 32 Ahora, si solo perdonaras su pecado; pero si no, ¡borra mi nombre del registro que has escrito!
33 Pero el Señor respondió a Moisés:
—No, yo borraré el nombre de todo aquel que haya pecado contra mí. 34 Ahora ve y lleva al pueblo al lugar del que te hablé. Mi ángel irá delante de ti. Cuando llegue el día de pedirles cuentas a los israelitas, ciertamente los haré responsables de sus pecados.
35 Después, el Señor envió una terrible plaga sobre ellos porque habían rendido culto al becerro que hizo Aarón.
33 El Señor le dijo a Moisés: «Váyanse, tú y el pueblo que sacaste de la tierra de Egipto. Suban a la tierra que juré dar a Abraham, Isaac y Jacob. A ellos les dije: “Daré esta tierra a sus descendientes”. 2 Enviaré un ángel delante de ti para expulsar a los cananeos, los amorreos, los hititas, los ferezeos, los heveos y los jebuseos. 3 Suban a la tierra donde fluyen la leche y la miel. Sin embargo, yo no los acompañaré, porque son un pueblo terco y rebelde. Si lo hiciera, seguramente los destruiría en el camino».
4 Cuando los israelitas oyeron estas palabras tan duras, hicieron duelo y dejaron de usar joyas y ropa fina. 5 Pues el Señor había dicho a Moisés que les dijera: «Ustedes son un pueblo terco y rebelde. Si yo los acompañara, aunque fuera un solo instante, los destruiría en el camino. Quítense las joyas y la ropa fina mientras decido qué hacer con ustedes». 6 Así que, desde el momento que partieron del monte Sinaí,[y] los israelitas dejaron de usar joyas y de ponerse ropa fina.
7 Moisés tenía la costumbre de armar la carpa de reunión[z] a cierta distancia del campamento y toda persona que quería hacer alguna petición al Señor iba a la carpa de reunión que estaba fuera del campamento.
8 Cada vez que Moisés se dirigía a la carpa de reunión, toda la gente se levantaba y permanecía de pie a la entrada de su propia carpa. Todos seguían a Moisés con la vista hasta que entraba en la carpa. 9 Cuando Moisés entraba en la carpa, la columna de nube descendía y se quedaba en el aire a la entrada mientras el Señor hablaba con Moisés. 10 Cuando el pueblo notaba que la nube se detenía a la entrada de la carpa, cada persona se paraba a la entrada de su propia carpa y se inclinaba. 11 Dentro de la carpa de reunión, el Señor hablaba con Moisés cara a cara, como cuando alguien habla con un amigo. Después, Moisés regresaba al campamento, mientras que su asistente, el joven Josué, hijo de Nun, permanecía en la carpa de reunión.
Moisés ve la gloria del Señor
12 Un día Moisés dijo al Señor:
—Tú me has estado diciendo: “Lleva a este pueblo a la Tierra Prometida”. Pero no me has dicho a quién enviarás conmigo. Me has dicho: “Yo te conozco por tu nombre y te miro con agrado”. 13 Si es cierto que me miras con buenos ojos, permíteme conocer tus caminos, para que pueda comprenderte más a fondo y siga gozando de tu favor. Y recuerda que esta nación es tu propio pueblo.
14 El Señor le respondió:
—Yo mismo iré contigo, Moisés, y te daré descanso; todo te saldrá bien.
15 Entonces Moisés dijo:
—Si tú mismo no vienes con nosotros, no nos hagas salir de este lugar. 16 ¿Cómo se sabrá que me miras con agrado—a mí y a tu pueblo—si no vienes con nosotros? Pues tu presencia con nosotros es la que nos separa—a tu pueblo y a mí—de todos los demás pueblos de la tierra.
17 El Señor contestó a Moisés:
—Ciertamente haré lo que me pides, porque te miro con agrado y te conozco por tu nombre.
18 Moisés respondió:
—Te suplico que me muestres tu gloriosa presencia.
19 El Señor respondió:
—Haré pasar delante de ti toda mi bondad y delante de ti proclamaré mi nombre, Yahveh.[aa] Pues tendré misericordia de quien yo quiera y mostraré compasión con quien yo quiera. 20 Sin embargo, no podrás ver directamente mi rostro, porque nadie puede verme y seguir con vida.
21 El Señor siguió diciendo:
—Párate cerca de mí, sobre esta roca. 22 Cuando pase mi gloriosa presencia, te esconderé en la grieta de la roca y te cubriré con mi mano hasta que yo haya pasado. 23 Después retiraré la mano y dejaré que me veas por detrás; pero no se verá mi rostro.
Nueva copia del pacto
34 Luego el Señor le dijo a Moisés: «Talla dos tablas de piedra como las primeras. Escribiré en ellas las mismas palabras que estaban en las que hiciste pedazos. 2 Prepárate para subir al monte Sinaí mañana temprano y presentarte delante de mí en la cima del monte. 3 Nadie puede acompañarte. De hecho, no debe haber nadie en la montaña. Tampoco permitas que los rebaños ni las manadas pasten cerca del monte».
4 Entonces Moisés talló dos tablas de piedra como las primeras. Temprano en la mañana, subió al monte Sinaí, tal como el Señor le había ordenado, con las dos tablas de piedra en las manos.
5 Después, el Señor descendió en una nube y se quedó allí con Moisés; y proclamó su propio nombre, Yahveh.[ab] 6 El Señor pasó por delante de Moisés proclamando:
«¡Yahveh![ac] ¡El Señor!
¡El Dios de compasión y misericordia!
Soy lento para enojarme
y estoy lleno de amor inagotable y fidelidad.
7 Yo derramo amor inagotable a mil generaciones,[ad]
y perdono la iniquidad, la rebelión y el pecado.
Pero no absuelvo al culpable,
sino que extiendo los pecados de los padres sobre sus hijos y sus nietos;
toda la familia se ve afectada,
hasta los hijos de la tercera y cuarta generación».
8 Al instante Moisés se postró hasta el suelo y adoró. 9 Entonces dijo:
—Oh Señor, si de verdad cuento con tu favor, te ruego que nos acompañes en el viaje. Es cierto que el pueblo es terco y rebelde, pero te pido que perdones nuestra iniquidad y nuestros pecados. Tómanos como tu posesión más preciada.
10 El Señor respondió:
—Escucha, yo hago un pacto contigo en presencia de todo tu pueblo. Realizaré milagros que jamás se han hecho en ningún lugar de la tierra ni en ninguna otra nación. Todos los que te rodean serán testigos del poder del Señor, el imponente despliegue de poder que yo haré por medio de ti. 11 Pero presta atención a todo lo que hoy te ordeno, porque entonces iré delante de ustedes y expulsaré a los amorreos, a los cananeos, a los hititas, a los ferezeos, a los heveos y a los jebuseos.
12 »Ten mucho cuidado de no hacer tratados con los pueblos que viven en la tierra adonde te diriges. Si los haces, seguirás sus malos caminos y quedarás atrapado. 13 En cambio, deberás destruir sus altares paganos, destrozar sus columnas sagradas y derribar los postes dedicados a la diosa Asera. 14 No adores a ningún otro dios, porque el Señor, cuyo nombre es Celoso, es Dios celoso de su relación contigo.
15 »No hagas ningún tipo de tratado con los pueblos que viven en la tierra porque ellos se entregan a pasiones sexuales en pos de sus dioses y les ofrecen sacrificios. Te invitarán a participar con ellos en comer lo que ofrecen en sacrificio, y tú irás con ellos. 16 Acto seguido, aceptarás a sus hijas—quienes hacen sacrificios a otros dioses—como esposas para tus hijos; y ellas seducirán a tus hijos para que cometan adulterio contra mí al rendir culto a otros dioses. 17 No te hagas dioses de metal fundido.
18 »Deberás celebrar el Festival de los Panes sin Levadura. Durante siete días, prepararás sin levadura el pan que comas, tal como yo te ordené. Celebra este festival cada año, en el tiempo señalado, a comienzos de la primavera, en el mes de abib,[ae] porque en esa fecha se cumple el aniversario de tu salida de Egipto.
19 »El primer nacido de cada animal me pertenece, incluidos los machos[af] de las primeras crías de tus manadas de ganado y de tus rebaños de ovejas y de cabras. 20 Para recuperar la primera cría de un burro, podrás pagar rescate al Señor entregando como sustituto un cordero o un cabrito; pero si no pagas rescate para recuperarlo, tendrás que quebrarle el cuello al animal. Sin embargo, tienes la obligación de pagar el rescate por todo primer hijo varón.
»Nadie podrá presentarse ante mí sin una ofrenda.
21 »Tienes seis días en la semana para hacer tu trabajo habitual, pero el séptimo día dejarás de trabajar, incluso durante la temporada del arado y de la cosecha.
22 »Deberás celebrar el Festival de la Cosecha,[ag] con los primeros frutos de la cosecha del trigo, y celebrar también el Festival de la Cosecha Final[ah] cuando termine la temporada de la cosecha. 23 Tres veces al año, todo hombre de Israel deberá presentarse delante del Soberano, el Señor, Dios de Israel. 24 Yo expulsaré a las naciones en tu paso y expandiré tu territorio, para que nadie codicie ni conquiste tu tierra mientras te presentas ante el Señor tu Dios esas tres veces al año.
25 »No ofrezcas la sangre de mis sacrificios con ningún tipo de pan que contenga levadura. Tampoco guardes nada de la carne del sacrificio de la Pascua hasta la mañana siguiente.
26 »Cuando recojas tus cosechas, lleva a la casa del Señor tu Dios lo mejor de la primera cosecha.
»No cocines a un cabrito en la leche de su madre.
27 Después el Señor le dijo a Moisés: «Escribe todas estas instrucciones, porque ellas indican las condiciones del pacto que hago contigo y con Israel».
28 Moisés se quedó en el monte con el Señor durante cuarenta días y cuarenta noches. En todo ese tiempo, no comió pan ni bebió agua. Y el Señor escribió[ai] en las tablas de piedra las condiciones del pacto: los diez mandamientos.[aj]
29 Cuando Moisés descendió del monte Sinaí con las dos tablas de piedra grabadas con las condiciones del pacto,[ak] no se daba cuenta de que su rostro resplandecía porque había hablado con el Señor. 30 Así que, cuando Aarón y el pueblo de Israel vieron el resplandor del rostro de Moisés, tuvieron miedo de acercarse a él.
31 Sin embargo, Moisés llamó a Aarón y a los jefes de la comunidad, les pidió que se acercaran y habló con ellos. 32 Luego, todo el pueblo de Israel se acercó y Moisés les transmitió todas las instrucciones que el Señor le había dado en el monte Sinaí. 33 Cuando Moisés terminó de hablar con ellos, se cubrió el rostro con un velo. 34 Pero cada vez que entraba en la carpa de reunión para hablar con el Señor, se quitaba el velo hasta que salía de ella. Después le transmitía al pueblo las instrucciones que el Señor le daba, 35 y el pueblo de Israel veía el brillante resplandor de su rostro. Así que él volvía a cubrirse el rostro con el velo hasta que entraba nuevamente a hablar con el Señor.
Instrucciones para el día de descanso
35 Luego Moisés mandó llamar a toda la comunidad de Israel y dijo: «Estas son las instrucciones que el Señor ha ordenado que obedezcan: 2 tienen seis días en la semana para hacer su trabajo habitual, pero el séptimo será un día de descanso absoluto, un día santo, dedicado al Señor. Cualquiera que trabaje ese día será ejecutado. 3 Ni siquiera encenderán fuego en sus casas en el día de descanso».
Ofrendas para el tabernáculo
4 Luego Moisés le dijo a toda la comunidad de Israel: «Esto es lo que el Señor ha ordenado: 5 junten una ofrenda sagrada para el Señor. Que todas las personas de corazón generoso presenten al Señor las siguientes ofrendas:
oro, plata y bronce;
6 hilo azul, púrpura y escarlata;
lino fino y pelo de cabra para tela;
7 pieles de carnero curtidas y cuero de cabra de la mejor calidad;
madera de acacia;
8 aceite de oliva para las lámparas;
especias para el aceite de la unción y para el incienso aromático;
9 piedras de ónice y otras piedras preciosas para incrustar en el efod y en el pectoral del sacerdote.
10 »Vengan, todos los que sean hábiles artesanos y construyan todo lo que el Señor ha ordenado:
11 el tabernáculo y la carpa sagrada, la cubierta, los broches, los soportes, los travesaños, los postes y las bases;
12 el arca y las varas para transportarla;
la tapa del arca: el lugar de la expiación;
la cortina interior que protege el arca;
13 la mesa, con las varas para transportarla, y todos sus utensilios;
el pan de la Presencia;
14 para el alumbrado: el candelabro, sus accesorios, las copas para las lámparas y el aceite de oliva para la iluminación;
15 el altar del incienso y las varas para transportarlo;
el aceite de la unción y el incienso aromático;
la cortina para la entrada del tabernáculo;
16 el altar de las ofrendas quemadas, la rejilla de bronce del altar, las varas para transportarlo y sus utensilios;
el lavamanos con su base;
17 las cortinas para las paredes del atrio;
los postes y sus bases;
la cortina para la entrada del atrio;
18 las estacas para el tabernáculo y el atrio, y sus cuerdas;
19 las vestiduras finamente confeccionadas para los sacerdotes, las cuales usarán mientras sirvan en el Lugar Santo: las vestiduras sagradas para el sacerdote Aarón y las vestiduras que sus hijos llevarán puestas cuando ministren como sacerdotes».
20 Entonces, toda la comunidad de Israel se despidió de Moisés, y cada cual regresó a su carpa. 21 Todos aquellos con el corazón motivado y el espíritu conmovido regresaron con ofrendas sagradas al Señor. Trajeron todos los materiales que se necesitaban para levantar el tabernáculo,[al] para realizar las ceremonias y para confeccionar las vestiduras sagradas. 22 Vinieron todos los que tenían el corazón dispuesto, tanto hombres como mujeres, y trajeron al Señor sus ofrendas de oro: broches, aretes, anillos y collares. Presentaron toda clase de objetos de oro como una ofrenda especial para el Señor. 23 Todos los que poseían hilo azul, púrpura y escarlata; lino fino y pelo de cabra para tela; pieles de carnero curtidas y cuero de cabra de la mejor calidad, los traían voluntariamente. 24 Además, todos los que tenían objetos de plata o de bronce los entregaron como una ofrenda sagrada al Señor, y quienes tenían madera de acacia la dispusieron para que se usara en el proyecto.
25 Todas las mujeres que tenían habilidades para la costura y el tejido prepararon hilo azul, púrpura y escarlata, y tela de lino fino, y los entregaron. 26 Todas las mujeres de buena voluntad pusieron en práctica su habilidad para hilar el pelo de cabra. 27 Los líderes entregaron piedras de ónice y otras piedras preciosas para incrustarlas en el efod y en el pectoral del sacerdote. 28 También contribuyeron con especias y aceite de oliva para el alumbrado, el aceite de la unción y el incienso aromático. 29 Así, todos los del pueblo de Israel—cada hombre y cada mujer con deseos de colaborar en la obra que el Señor les había dado por medio de Moisés—presentaron sus ofrendas con generosidad al Señor.
30 Luego Moisés dijo al pueblo de Israel: «El Señor ha escogido específicamente a Bezalel, el hijo de Uri y nieto de Hur, de la tribu de Judá. 31 El Señor llenó a Bezalel del Espíritu de Dios, y le dio gran sabiduría, capacidad y destreza en toda clase de artes manuales y oficios. 32 Él es un maestro artesano, experto en trabajar el oro, la plata y el bronce. 33 Es hábil en grabar, en incrustar piedras preciosas y en tallar madera. ¡Es un maestro en todo trabajo artístico! 34 El Señor les ha dado tanto a él como a Aholiab, hijo de Ahisamac, de la tribu de Dan, la capacidad de enseñar a otros sus habilidades técnicas. 35 El Señor los ha dotado de un talento especial en el arte de grabar, de diseñar, de tejer y bordar en hilo azul, púrpura y escarlata de lino fino. Ellos se destacan como artesanos y diseñadores.
36 »El Señor ha dado sabiduría a Bezalel, a Aholiab y a los demás talentosos artesanos, y los ha dotado de habilidad para realizar todas las tareas relacionadas con la construcción del santuario. Que construyan y amueblen el tabernáculo tal como el Señor ordenó».
2 Así que Moisés mandó llamar a Bezalel y Aholiab y a todos los otros a quienes el Señor había dotado de modo especial y que estaban ansiosos por ponerse a trabajar. 3 Moisés les entregó los materiales que el pueblo de Israel había donado como ofrendas sagradas para completar la construcción del santuario. Sin embargo, el pueblo seguía entregando ofrendas adicionales cada mañana. 4 Finalmente, los artesanos que trabajaban en el santuario dejaron su labor, 5 fueron a ver a Moisés y le informaron: «¡La gente ha dado más de lo necesario para terminar la obra que el Señor nos ha ordenado hacer!».
6 Entonces Moisés dio una orden, y se envió el siguiente mensaje por todo el campamento: «Hombres y mujeres: no preparen más ofrendas para el santuario. ¡Ya tenemos lo suficiente!». Por lo tanto, la gente dejó de llevar sus ofrendas sagradas. 7 Sus contribuciones fueron más que suficientes para completar todo el proyecto.
Construcción del santuario
8 Los hábiles artesanos hicieron diez cortinas de lino de tejido fino para el tabernáculo. Luego, Bezalel[am] adornó las cortinas con hilo azul, púrpura y escarlata, y con querubines hábilmente bordados. 9 Las diez cortinas tenían exactamente la misma medida: doce metros con noventa centímetros de largo, por un metro con ochenta centímetros de ancho.[an] 10 Se juntaron cinco de estas cortinas para hacer una larga, y lo mismo se hizo con las otras cinco para formar una segunda cortina larga. 11 Bezalel hizo cincuenta presillas de tejido azul y las puso a lo largo del borde de la última cortina de cada conjunto. 12 Las cincuenta presillas a lo largo del borde de una cortina coincidían con las cincuenta presillas a lo largo del borde de la otra cortina. 13 Luego hizo cincuenta broches de oro y los usó para sujetar las dos cortinas largas. De ese modo, el tabernáculo se formaba de una pieza completa.
14 Además confeccionó once cortinas con tejido de pelo de cabra para que sirvieran de cubierta para el tabernáculo. 15 Las once cortinas tenían exactamente la misma medida: trece metros con ochenta centímetros de largo, por un metro con ochenta centímetros de ancho.[ao] 16 Bezalel juntó cinco de estas cortinas para formar una larga, y luego juntó las otras seis para formar una segunda cortina larga. 17 Hizo cincuenta presillas para colocar en el borde de cada cortina larga 18 y también hizo cincuenta broches de bronce para enganchar las dos cortinas largas. De ese modo, la cubierta se formaba de una pieza completa. 19 También completó la cubierta con una capa de pieles de carnero curtidas y otra capa de cuero de cabra de la mejor calidad.
20 Para el armazón del tabernáculo, Bezalel construyó soportes de madera de acacia. 21 Cada soporte medía cuatro metros con sesenta centímetros de alto, por sesenta y nueve centímetros de ancho,[ap] 22 y tenía dos estacas debajo de cada soporte. Todos los soportes eran idénticos. 23 Bezalel construyó veinte de estos soportes para sostener las cortinas del lado sur del tabernáculo. 24 Hizo también cuarenta bases de plata—dos bases por cada soporte—, y las estacas encajaban firmemente en las bases. 25 Para el lado norte del tabernáculo, construyó otros veinte soportes 26 con sus cuarenta bases de plata (dos bases por cada soporte). 27 Hizo seis soportes para la parte posterior—es decir, el lado occidental del tabernáculo— 28 junto con dos soportes más para reforzar las esquinas de la parte posterior del tabernáculo. 29 Los soportes de las esquinas estaban emparejados por abajo y firmemente sujetados por arriba con un solo anillo; esto formaba un solo esquinero. Ambos esquineros se hicieron de la misma manera. 30 Así que había ocho soportes en la parte posterior del tabernáculo sobre dieciséis bases de plata (dos bases por cada soporte).
31 Después hizo travesaños de madera de acacia para unir las estructuras: cinco travesaños para el lado norte del tabernáculo 32 y cinco para el lado sur. Preparó también cinco travesaños para la parte posterior del tabernáculo, que da al occidente. 33 Fijó el travesaño central a la mitad de la altura de los soportes, el cual pasaba de un extremo del tabernáculo al otro. 34 Recubrió de oro los soportes e hizo anillos de oro para sostener los travesaños, y también recubrió de oro los travesaños.
35 Para el interior del tabernáculo, Bezalel hizo una cortina especial, de lino de tejido fino. La adornó con hilo azul, púrpura y escarlata, y con querubines hábilmente bordados. 36 Para colgar la cortina, hizo cuatro postes de madera de acacia y cuatro ganchos de oro. También recubrió de oro los postes y los colocó en cuatro bases de plata.
37 Luego confeccionó otra cortina, para la entrada de la carpa sagrada. La elaboró con lino de tejido fino y la bordó con diseños refinados, usando hilo azul, púrpura y escarlata. 38 La cortina fue colgada de ganchos de oro que estaban sujetos a cinco postes. Los postes, con sus capiteles decorativos y ganchos, estaban recubiertos de oro, y las cinco bases eran de bronce fundido.
Construcción del arca del pacto
37 Después, Bezalel construyó el arca de madera de acacia, un cofre sagrado de un metro con quince centímetros de largo, por sesenta y nueve centímetros de ancho, y sesenta y nueve centímetros de alto.[aq] 2 La recubrió de oro puro por dentro y por fuera, y le puso una moldura de oro alrededor. 3 Fundió cuatro anillos de oro y los fijó en las cuatro patas, dos anillos a cada lado. 4 Luego hizo varas con madera de acacia y las recubrió de oro. 5 Entonces metió las varas por los anillos que estaban a los costados del arca para transportarla.
6 Después hizo la tapa del arca—el lugar de la expiación—de oro puro. Medía un metro con quince centímetros de largo, por sesenta y nueve centímetros de ancho.[ar] 7 Formó dos querubines de oro labrado a martillo y los colocó en los dos extremos de la tapa de la expiación. 8 Moldeó los querubines a cada extremo de la tapa de la expiación, de modo que formaban una sola pieza de oro con la tapa. 9 Los querubines estaban frente a frente, mirando hacia la tapa de la expiación, con las alas extendidas por encima de la tapa para protegerla.
Construcción de la mesa
10 Luego, Bezalel[as] hizo la mesa con madera de acacia, que medía noventa y dos centímetros de largo, por cuarenta y seis centímetros de ancho, y sesenta y nueve centímetros de alto.[at] 11 La recubrió de oro puro y le puso una moldura de oro alrededor del borde. 12 La adornó con un reborde de ocho centímetros[au] de ancho y le puso una moldura de oro alrededor del reborde. 13 Hizo cuatro anillos de oro para la mesa y los fijó en las cuatro esquinas, junto a las cuatro patas. 14 Los anillos fueron fijados cerca del reborde para sostener las varas que se usaban para transportar la mesa. 15 Bezalel hizo las varas con madera de acacia y las recubrió de oro. 16 Después hizo recipientes especiales de oro puro para la mesa—tazones, cucharones, frascos y jarras—, los cuales se usaban al derramar las ofrendas líquidas.
Construcción del candelabro
17 Luego, Bezalel hizo el candelabro de oro puro labrado a martillo. Hizo todo el candelabro y sus decoraciones de una sola pieza: la base, el tronco, las copas para las lámparas, los capullos y los pétalos. 18 El candelabro tenía seis ramas que salían del tronco, tres a cada lado. 19 Cada una de las seis ramas tenía tres copas para las lámparas en forma de flor de almendro, con capullos y pétalos. 20 El tronco del candelabro estaba artesanalmente trabajado con cuatro copas para las lámparas en forma de flor de almendro, con capullos y pétalos. 21 Había un brote de almendro debajo de cada par de ramas, donde las seis ramas salían del tronco, todo hecho de una sola pieza. 22 Los brotes de almendro y las ramas eran de una sola pieza con el tronco de oro puro labrado a martillo.
23 También hizo siete lámparas para el candelabro, las despabiladeras de las lámparas y las bandejas, todo de oro puro. 24 Para hacer el candelabro completo, junto con sus accesorios, se usaron treinta y cuatro kilos[av] de oro puro.
Construcción del altar del incienso
25 Después, Bezalel construyó, con madera de acacia, el altar para quemar el incienso. Lo hizo cuadrado, de cuarenta y seis centímetros de largo y de ancho, y noventa y dos centímetros de alto,[aw] con cuernos tallados en las esquinas de la misma pieza de madera del altar. 26 Recubrió de oro puro la parte superior, los lados y los cuernos del altar, y le puso una moldura de oro alrededor de todo el altar. 27 Hizo dos anillos de oro y los fijó en dos lados opuestos del altar, por debajo de la moldura de oro, para que sostuvieran las varas que servían para transportarlo. 28 También hizo las varas con madera de acacia y las recubrió de oro.
29 Luego elaboró el aceite sagrado de la unción y el incienso aromático con la misma técnica que emplea un experto fabricante de incienso.
Construcción del altar de las ofrendas quemadas
38 Luego, Bezalel[ax] construyó, con madera de acacia, el altar de las ofrendas quemadas. Era cuadrado, de dos metros con treinta centímetros de ancho y de largo, y un metro con cuarenta centímetros de alto.[ay] 2 Hizo cuernos en cada una de las cuatro esquinas, de modo que el altar y los cuernos formaban una sola pieza. Recubrió con bronce el altar. 3 También hizo de bronce todos los utensilios para el altar: recipientes para las cenizas, palas, tazones, tenedores para la carne y braseros. 4 Luego hizo una rejilla de bronce y la instaló, a la mitad de la altura del altar, debajo del borde. 5 Después fundió cuatro anillos y los fijó a las cuatro esquinas de la rejilla de bronce para que sostuvieran las varas que se usaban para transportar el altar. 6 Hizo las varas con madera de acacia y las recubrió de bronce. 7 Metió las varas por los anillos que estaban a los lados del altar. El altar era hueco y estaba hecho con tablas.
Construcción del lavamanos
8 Además, Bezalel hizo el lavamanos y su base, ambos de bronce usando los espejos de bronce donados por las mujeres que servían a la entrada del tabernáculo.[az]
Construcción del atrio
9 Después, Bezalel hizo el atrio, el cual estaba encerrado con cortinas de lino de tejido fino. Las cortinas del lado sur medían cuarenta y seis metros de largo[ba] 10 y estaban sostenidas por veinte postes encajados firmemente en veinte bases de bronce. Bezalel colgó las cortinas con ganchos y anillos de plata. 11 Luego confeccionó un conjunto de cortinas semejante para el lado norte: de cuarenta y seis metros de largo, sostenidas por veinte postes encajados firmemente en bases de bronce; y también colgó las cortinas con ganchos y anillos de plata. 12 Las cortinas del lado occidental del atrio medían veintitrés metros de largo,[bb] y estaban colgadas con ganchos y anillos de plata, y sostenidas por diez postes encajados en diez bases. 13 El lado oriental del atrio, o sea el frente, también medía veintitrés metros de largo.
14 La entrada al atrio estaba ubicada en el lado oriental, flanqueada por dos cortinas. La cortina del lado derecho tenía seis metros con noventa centímetros de largo[bc] y estaba sostenida por tres postes encajados en tres bases. 15 La cortina del lado izquierdo también medía seis metros con noventa centímetros de largo y estaba sostenida por tres postes encajados en tres bases. 16 Todas las cortinas que se usaron para el atrio eran de lino de tejido fino. 17 Cada poste tenía una base de bronce, y todos los ganchos y los anillos eran de plata. Los capiteles de los postes del atrio estaban recubiertos de plata, y los anillos para sostener las cortinas eran de plata.
18 Para la entrada del atrio, confeccionó una cortina de lino de tejido fino y la adornó con un hermoso bordado de hilo azul, púrpura y escarlata. Medía nueve metros con veinte centímetros de largo y dos metros con treinta centímetros de alto,[bd] igual que las cortinas de las paredes del atrio. 19 Estaba sostenida por cuatro postes, cada uno encajado firmemente en su propia base de bronce. Los capiteles de los postes estaban recubiertos de plata, y los ganchos y los anillos también eran de plata.
20 Todas las estacas que se usaban en el tabernáculo y en el atrio eran de bronce.
Inventario de materiales
21 A continuación se detalla un inventario de los materiales empleados en la construcción del tabernáculo del pacto.[be] Los levitas compilaron las cifras bajo la dirección de Moisés. Itamar, hijo del sacerdote Aarón, fue el encargado de registrarlas. 22 Bezalel, hijo de Uri y nieto de Hur, de la tribu de Judá, llevó a cabo la obra tal como el Señor le había ordenado a Moisés. 23 Le ayudó Aholiab, hijo de Ahisamac, de la tribu de Dan, un artesano experto en grabar, en diseñar y en bordar con hilo azul, púrpura y escarlata sobre tela de lino fino.
24 El pueblo contribuyó con ofrendas especiales de oro, que sumaron un total de 994 kilos,[bf] calculado según el peso del siclo del santuario. Este oro se usó en todo el tabernáculo.
25 Toda la comunidad de Israel dio 3420 kilos[bg] de plata, calculado según el peso del siclo del santuario. 26 Esta plata procedía del impuesto que cada hombre había pagado al registrarse en el censo. (El impuesto era de un becá, que equivale a medio siclo,[bh] según el peso del siclo del santuario). Recaudaron el impuesto de los 603.550 hombres que ya habían cumplido veinte años de edad. 27 Para construir las cien bases para los soportes de las paredes del santuario y los postes que sostenían la cortina interior se necesitaron 3400 kilos de plata, es decir, unos 34 kilos por cada base.[bi] 28 Los 20 kilos[bj] de plata restantes se usaron para hacer los ganchos y los anillos, y para recubrir los capiteles de los postes.
29 El pueblo también presentó como ofrenda especial 2407 kilos[bk] de bronce, 30 el cual se usó para fundir las bases de los postes que estaban en la entrada del tabernáculo, y para el altar de bronce con su rejilla de bronce y todos los utensilios del altar. 31 También se usó el bronce para hacer las bases de los postes que sostenían las cortinas alrededor del atrio, las bases para las cortinas que estaban en la entrada del atrio y todas las estacas para el tabernáculo y el atrio.
Vestiduras para los sacerdotes
39 Los artesanos confeccionaron hermosas vestiduras sagradas de tela azul, púrpura y escarlata para que Aarón las usara al ministrar en el Lugar Santo, tal como el Señor le había ordenado a Moisés.
Confección del efod
2 Bezalel[bl] hizo el efod de lino de tejido fino, y lo bordó con oro e hilo azul, púrpura y escarlata. 3 Para hacer hilo de oro, trabajó a martillo finas láminas de oro y luego las cortó en hilos finos. Con mucho cuidado y gran habilidad, lo bordó en el lino fino junto con el hilo azul, púrpura y escarlata.
4 El efod constaba de dos piezas—el frente y la espalda—unidas en los hombros por dos hombreras. 5 La faja decorativa estaba confeccionada con los mismos materiales: lino de tejido fino, bordado con oro y con hilo azul, púrpura y escarlata, tal como el Señor le había ordenado a Moisés. 6 Luego se incrustaron las dos piedras de ónice en monturas de filigrana de oro. Las piedras tenían grabados los nombres de las tribus de Israel como se graba un sello. 7 Bezalel fijó las dos piedras sobre las hombreras del efod, pues eran un recordatorio de que el sacerdote representaba al pueblo de Israel. Todo se realizó tal como el Señor le había ordenado a Moisés.
Confección del pectoral
8 Bezalel hizo el pectoral con mucho cuidado y con gran habilidad. Lo confeccionó de tal modo que hiciera juego con el efod: de lino de tejido fino, bordado con oro y con hilo azul, púrpura y escarlata. 9 Hizo el pectoral de una sola pieza de tela, doblada en forma de bolsa cuadrada, de veintitrés centímetros[bm] cada lado. 10 Sobre el pectoral, incrustaron cuatro hileras de piedras preciosas.[bn] La primera hilera tenía una cornalina roja, un peridoto de color verde pálido y una esmeralda. 11 La segunda hilera estaba compuesta por una turquesa, un lapislázuli de color azul y una adularia blanca. 12 La tercera hilera consistía de un jacinto anaranjado, un ágata y una amatista púrpura. 13 La cuarta hilera estaba formada por un berilo azul y verde, un ónice y un jaspe verde. Todas estas piedras estaban incrustadas en filigranas de oro. 14 Cada piedra representaba a uno de los doce hijos de Israel, y el nombre de la tribu que representaba estaba grabado en ella como un sello.
15 Para fijar el pectoral al efod, prepararon cordones trenzados de hilo de oro puro. 16 También hicieron dos monturas de filigrana de oro y dos anillos de oro, y los fijaron a las esquinas superiores del pectoral. 17 Luego ataron los dos cordones de oro a los anillos colocados en el pectoral. 18 También ataron los otros extremos de los cordones a las monturas de oro que iban sobre las hombreras del efod. 19 Después hicieron otros dos anillos de oro, y los fijaron a los bordes interiores del pectoral, junto al efod. 20 Luego hicieron otros dos anillos de oro y los fijaron a la parte delantera del efod, debajo de las hombreras, justo encima del nudo donde la faja decorativa se ciñe al efod. 21 Después sujetaron con cordones azules los anillos inferiores del pectoral a los anillos del efod. De este modo, el pectoral quedaba firmemente unido al efod por encima de la faja decorativa. Todo se realizó tal como el Señor le había ordenado a Moisés.
Otras vestiduras para los sacerdotes
22 Bezalel confeccionó de una sola pieza de tela azul el manto que se usa con el efod, 23 con una abertura en el centro por donde Aarón pudiera meter la cabeza. Reforzó la abertura con un cuello[bo] tejido para evitar que se rasgara. 24 Hicieron granadas de hilo azul, púrpura y escarlata, y las sujetaron al borde del manto. 25 También hicieron campanillas de oro puro y las colocaron entre las granadas, a lo largo del borde; 26 de modo que las campanillas y las granadas quedaron en forma alternada por todo el borde. El sacerdote llevaba puesto el manto cada vez que oficiaba delante del Señor, tal como el Señor le había ordenado a Moisés.
27 Confeccionaron túnicas de tela de lino fino para Aarón y sus hijos. 28 Hicieron el turbante y los gorros especiales de lino fino; también hicieron la ropa interior de lino de tejido fino. 29 Las fajas las hicieron de lino de tejido fino y bordadas con hilo azul, púrpura y escarlata, tal como el Señor le había ordenado a Moisés.
30 Por último, hicieron el medallón sagrado—la insignia de santidad—de oro puro. Lo grabaron como un sello con las palabras Santo para el Señor. 31 Con un cordón azul, sujetaron el medallón al turbante de Aarón, tal como el Señor le había ordenado a Moisés.
Moisés revisa el trabajo
32 Por fin el tabernáculo[bp] quedó terminado. Los israelitas hicieron todo tal como el Señor le había ordenado a Moisés 33 y presentaron a Moisés el tabernáculo completo:
la carpa sagrada con todo su mobiliario, los broches, los soportes, los travesaños, los postes y las bases;
34 las cubiertas para el tabernáculo de pieles de carnero curtidas y cuero de cabra de la mejor calidad;
la cortina interior que protege el arca;
35 el arca del pacto[bq] y las varas para transportarla;
la tapa del arca: el lugar de la expiación;
36 la mesa y todos sus utensilios;
el pan de la Presencia;
37 el candelabro de oro puro, con sus copas simétricas para las lámparas, todos los accesorios y el aceite de oliva para la iluminación;
38 el altar de oro;
el aceite de la unción y el incienso aromático;
la cortina para la entrada de la carpa sagrada;
39 el altar de bronce, la rejilla de bronce, las varas para transportarlo y sus utensilios;
el lavamanos con su base;
40 las cortinas para las paredes del atrio;
los postes y sus bases;
la cortina para la entrada del atrio;
las cuerdas y las estacas;
todo el mobiliario para usar durante la adoración en el tabernáculo;
41 las vestiduras finamente confeccionadas para los sacerdotes, las cuales usaban mientras servían en el Lugar Santo: las vestiduras sagradas para el sacerdote Aarón y las vestiduras que sus hijos llevaban puestas cuando ministraban como sacerdotes.
42 Así que los israelitas siguieron todas las instrucciones que el Señor le había dado a Moisés. 43 Luego Moisés revisó todo el trabajo. Cuando verificó que todo se había llevado a cabo tal como el Señor le había ordenado, los bendijo.
El tabernáculo queda terminado
40 Luego el Señor le dijo a Moisés: 2 «Levanta el tabernáculo[br] el primer día del nuevo año.[bs] 3 Coloca adentro el arca del pacto[bt] y cuelga la cortina interior para encerrar el arca dentro del Lugar Santísimo. 4 Luego manda traer la mesa y acomoda los utensilios sobre ella. Además manda traer el candelabro e instala las lámparas.
5 »Ubica el altar de oro para el incienso frente al arca del pacto. Después cuelga la cortina en la entrada del tabernáculo. 6 Coloca el altar de las ofrendas quemadas delante de la entrada del tabernáculo. 7 Pon el lavamanos entre el tabernáculo[bu] y el altar, y llénalo de agua. 8 Luego arma el atrio alrededor de la carpa y cuelga la cortina de la entrada al atrio.
9 »Toma el aceite de la unción y unge el tabernáculo junto con todo el mobiliario, a fin de consagrarlos y para que queden santos. 10 Unge el altar de las ofrendas quemadas y sus utensilios, a fin de consagrarlos. Entonces el altar será completamente santo. 11 Luego unge el lavamanos y su base, a fin de consagrarlos.
12 »Lleva a Aarón y a sus hijos a la entrada del tabernáculo y lávalos con agua. 13 Ponle a Aarón las vestiduras sagradas y úngelo, así quedará consagrado para servirme como sacerdote. 14 Luego haz que se acerquen sus hijos y vístelos con sus túnicas. 15 Úngelos como ungiste a su padre, para que ellos también me sirvan como sacerdotes. Al ungirlos, los descendientes de Aarón quedan apartados para el sacerdocio por siempre, de generación en generación».
16 Moisés hizo todo lo que el Señor le había ordenado. 17 Así que el tabernáculo fue armado el primer día del primer mes del segundo año. 18 Moisés levantó el tabernáculo: primero situó las bases, encajó los soportes, fijó los travesaños y colocó los postes. 19 Luego extendió las cubiertas sobre el armazón del tabernáculo y puso las capas protectoras encima, tal como el Señor le había ordenado.
20 Entonces tomó las tablas de piedra grabadas con las condiciones del pacto y las puso[bv] dentro del arca. Después sujetó al arca las varas para transportarla y a la tapa del arca—el lugar de la expiación—la colocó encima. 21 Luego llevó el arca del pacto dentro del tabernáculo y colgó la cortina interior para protegerla de la vista, tal como el Señor le había ordenado.
22 Después Moisés ubicó la mesa en el tabernáculo, en el lado norte del Lugar Santo, justo fuera de la cortina interior; 23 y acomodó sobre la mesa el pan de la Presencia delante del Señor, tal como el Señor le había ordenado.
24 Luego puso el candelabro en el tabernáculo, en dirección opuesta a la mesa, en el lado sur del Lugar Santo. 25 Entonces encendió las lámparas en la presencia del Señor, tal como el Señor le había ordenado. 26 También puso en el tabernáculo el altar de oro para el incienso, en el Lugar Santo, delante de la cortina interior; 27 y quemó el incienso aromático sobre el altar, tal como el Señor le había ordenado.
28 Después colgó la cortina a la entrada del tabernáculo, 29 y ubicó el altar de las ofrendas quemadas cerca de la entrada del tabernáculo. Entonces presentó una ofrenda quemada y una ofrenda de grano sobre el altar, tal como el Señor le había ordenado.
30 Luego Moisés instaló el lavamanos entre el tabernáculo y el altar, y lo llenó de agua para que los sacerdotes pudieran lavarse. 31 Moisés, Aarón y los hijos de Aarón sacaban agua del lavamanos para lavarse las manos y los pies. 32 Se lavaban cada vez que se acercaban al altar o entraban al tabernáculo, tal como el Señor le había ordenado a Moisés.
33 Después Moisés colgó las cortinas que daban forma al atrio que rodea el tabernáculo y el altar. Por último levantó la cortina en la entrada del atrio. Así por fin terminó Moisés el trabajo.
La gloria del Señor llena el tabernáculo
34 Entonces la nube cubrió el tabernáculo, y la gloria del Señor llenó el tabernáculo. 35 Moisés no podía entrar en el tabernáculo, porque la nube se había posado allí, y la gloria del Señor llenaba el tabernáculo.
36 Cada vez que la nube se levantaba del tabernáculo, el pueblo de Israel se ponía en marcha y la seguía. 37 Pero si la nube no se levantaba, ellos permanecían donde estaban hasta que la nube se elevaba. 38 Durante el día, la nube del Señor quedaba en el aire sobre el tabernáculo y, durante la noche, resplandecía fuego dentro de ella, de modo que toda la familia de Israel podía ver la nube. Eso mismo ocurrió durante todos sus viajes.
La Santa Biblia, Nueva Traducción Viviente, © Tyndale House Foundation, 2010. Todos los derechos reservados.