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The Daily Audio Bible

This reading plan is provided by Brian Hardin from Daily Audio Bible.
Duration: 731 days

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Dios Habla Hoy (DHH)
Version
Génesis 8-10

Fin del diluvio

Entonces Dios se acordó de Noé y de todos los animales que estaban con él en la barca. Hizo que el viento soplara sobre la tierra, y el agua comenzó a bajar; se cerraron las fuentes del mar profundo y también las compuertas del cielo. Dejó de llover, y el agua comenzó a bajar poco a poco. Al cabo de ciento cincuenta días, el agua ya iba bajando, y el día diecisiete del mes séptimo la barca se detuvo sobre las montañas de Ararat. El agua siguió bajando, y el primer día del mes décimo ya se podían ver las partes más altas de los montes.

Después de cuarenta días, Noé abrió la ventana de la barca que había hecho y soltó un cuervo; pero el cuervo volaba de un lado para otro, esperando que la tierra se secara. Después del cuervo, Noé soltó una paloma para ver si la tierra ya estaba seca; pero la paloma regresó a la barca porque no encontró ningún lugar donde descansar, pues la tierra todavía estaba cubierta de agua. Así que Noé sacó la mano, tomó la paloma y la hizo entrar en la barca.

10 Noé esperó otros siete días, y volvió a soltar la paloma. 11 Ya empezaba a anochecer cuando la paloma regresó, trayendo una ramita de olivo en el pico. Así Noé se dio cuenta de que la tierra se iba secando. 12 Esperó siete días más, y volvió a enviar la paloma; pero la paloma ya no regresó.

13 Cuando Noé tenía seiscientos un años, la tierra quedó seca. El primer día del mes primero, Noé quitó el techo de la barca y vio que la tierra estaba seca. 14 Para el día veintisiete del mes segundo, la tierra estaba ya bien seca. 15 Entonces Dios le dijo a Noé: 16 «Sal de la barca, junto con tu esposa, tus hijos y tus nueras. 17 Saca también a todos los animales que están contigo: las aves, los animales domésticos y los que se arrastran por el suelo, para que se vayan por toda la tierra y tengan muchas crías y llenen el mundo.»

18 Entonces Noé y su esposa, y sus hijos y nueras, salieron de la barca. 19 También salieron todos los animales domésticos y salvajes, los que se arrastran y los que vuelan. 20 Luego Noé construyó un altar en honor del Señor, tomó animales y aves puros, uno de cada clase, y los ofreció en holocausto al Señor. 21 Cuando al Señor le llegó este olor tan agradable, dijo: «Nunca más volveré a maldecir la tierra por culpa del hombre, porque desde joven el hombre sólo piensa en hacer lo malo. Tampoco volveré a destruir a todos los animales, como lo hice esta vez.

22 »Mientras el mundo exista,
habrá siembra y cosecha;
hará calor y frío,
habrá invierno y verano
y días con sus noches.»

La alianza de Dios con Noé

Dios bendijo a Noé y a sus hijos, con estas palabras: «Tengan muchos hijos y llenen la tierra. Todos los animales del mundo temblarán de miedo delante de ustedes. Todos los animales en el aire, en la tierra y en el mar, están bajo su poder. Pueden comer todos los animales y verduras que quieran. Yo se los doy. Pero hay una cosa que no deben comer: carne con sangre, porque en la sangre está la vida. Yo pediré cuentas a cada hombre y a cada animal de la sangre de cada uno de ustedes. A cada hombre le pediré cuentas de la vida de su prójimo.

»Si alguien mata a un hombre,
otro hombre lo matará a él,
pues el hombre ha sido creado
a imagen de Dios.
Pero ustedes, ¡tengan muchos hijos
y llenen el mundo con ellos!»

Dios también les dijo a Noé y a sus hijos: «Miren, yo voy a establecer mi alianza con ustedes y con sus descendientes, 10 y con todos los animales que están con ustedes y que salieron de la barca: aves y animales domésticos y salvajes, y con todos los animales del mundo. 11 Mi alianza con ustedes no cambiará: no volveré a destruir a los hombres y animales con un diluvio. Ya no volverá a haber otro diluvio que destruya la tierra. 12 Ésta es la señal de la alianza que para siempre hago con ustedes y con todos los animales: 13 he puesto mi arco iris en las nubes, y servirá como señal de la alianza que hago con la tierra. 14 Cuando yo haga venir nubes sobre la tierra, mi arco iris aparecerá entre ellas. 15 Entonces me acordaré de la alianza que he hecho con ustedes y con todos los animales, y ya no volverá a haber ningún diluvio que los destruya. 16 Cuando el arco iris esté entre las nubes, yo lo veré y me acordaré de la alianza que he hecho para siempre con todo hombre y todo animal que hay en el mundo. 17 Ésta es la señal de la alianza que yo he establecido con todo hombre y animal aquí en la tierra.» Así habló Dios con Noé.

Noé y sus hijos

18 Los hijos de Noé que salieron de la barca fueron Sem, Cam, padre de Canaán, y Jafet. 19 Éstos fueron los tres hijos de Noé, y con sus descendientes se volvió a poblar la tierra.

20 Noé comenzó a cultivar la tierra, y plantó una viña. 21 Un día Noé bebió vino y se emborrachó, y se quedó tirado y desnudo en medio de su tienda de campaña. 22 Cuando Cam, o sea el padre de Canaán, vio a su padre desnudo, salió a contárselo a sus dos hermanos. 23 Entonces Sem y Jafet tomaron una capa, se la pusieron sobre sus propios hombros, y con ella cubrieron a su padre. Para no verlo desnudo, se fueron caminando hacia atrás y mirando a otro lado.

24 Cuando Noé despertó de su borrachera y supo lo que su hijo menor había hecho con él, 25 dijo:

«¡Maldito sea Canaán!
¡Será el esclavo más bajo
de sus dos hermanos!»

26 Luego añadió:
«Bendito sea el Señor, Dios de Sem,
y que Canaán sea su esclavo.
27 Dios permita que Jafet pueda extenderse;
que viva en los campamentos de Sem,
y que Canaán sea su esclavo.»

28 Después del diluvio, Noé vivió todavía trescientos cincuenta años; 29 así que murió cuando tenía novecientos cincuenta años.

Los descendientes de Noé(A)

10 Éstos son los descendientes de Sem, Cam y Jafet, los hijos de Noé, que después del diluvio tuvieron sus propios hijos.

Los hijos de Jafet fueron Gómer, Magog, Madai, Javán, Tubal, Mésec y Tirás. Los hijos de Gómer fueron Asquenaz, Rifat y Togarmá. Los hijos de Javán fueron Elisá, Tarsis, Quitim y Rodanim. Éstos fueron los descendientes de Jafet que poblaron las costas, cada nación y clan en su propia tierra y con su propio idioma.

Los hijos de Cam fueron Cus, Misraim, Fut y Canaán. Los hijos de Cus fueron Sebá, Havilá, Sabtá, Raamá y Sabtecá. Los hijos de Raamá fueron Sebá y Dedán. Cus fue el padre de Nimrod, el primer hombre poderoso de la tierra. Nimrod, por la voluntad del Señor, fue un gran cazador. De ahí viene el dicho: «Igual a Nimrod, que por la voluntad del Señor fue un gran cazador.» 10 Las principales ciudades de su reino fueron Babel, Érec, Acad y Calné, en la región de Sinar. 11 De esta región salió Asur, que construyó las ciudades de Nínive, Rehobot-ir, Quélah 12 y la gran ciudad de Resen, que está entre Nínive y Quélah.

13 De Misraim descienden los ludeos, los anameos, los lehabitas, los naftuhítas, 14 los patruseos, los casluhítas y los caftoritas, de quienes descienden los filisteos.

15 Canaán fue padre de Sidón, su primer hijo, y de Het. 16 De Canaán descienden los jebuseos, amorreos, gergeseos, 17 heveos, araceos, sineos, 18 arvadeos, semareos y hamateos. Después, todos los clanes cananeos se dispersaron. 19 El territorio de los cananeos llegó a extenderse en dirección a la región de Guerar, desde la ciudad de Sidón hasta el pueblo de Gaza, y en dirección de las ciudades de Sodoma, Gomorra, Admá y Seboím, hasta el pueblo de Lesa. 20 Éstos fueron los descendientes de Cam, cada nación y clan en su propia tierra y con su propio idioma.

21 Sem, que fue el hermano mayor de Jafet, también tuvo hijos. Todos los hijos de Éber fueron descendientes de Sem. 22 Los hijos de Sem fueron Elam, Asur, Arfaxad, Lud y Aram. 23 Los hijos de Aram fueron Us, Hul, Guéter y Mas. 24 Arfaxad fue el padre de Sélah, y Sélah fue el padre de Éber. 25 Después Éber tuvo dos hijos: uno de ellos se llamaba Péleg, porque en su tiempo la gente de la tierra se dividió; y el hermano de Péleg se llamaba Joctán. 26 Joctán fue el padre de Almodad, Sélef, Hasar-mávet, Jérah, 27 Hadoram, Uzal, Diclá, 28 Obal, Abimael, Sebá, 29 Ofir, Havilá y Jobab. Todos estos fueron hijos de Joctán, 30 y vivieron en las tierras que se extienden desde la región de Mesá hasta la de Sefar, que es la región montañosa del oriente. 31 Éstos fueron los descendientes de Sem, cada nación y clan en su propia tierra y con su propio idioma.

32 Éstos son los clanes de los hijos de Noé, según sus diferentes líneas de descendientes y sus territorios. Después del diluvio, se esparcieron por todas partes y formaron las naciones del mundo.

Mateo 4:12-25

Jesús comienza su actividad en Galilea(A)

12 Cuando Jesús oyó que habían metido a Juan en la cárcel, se dirigió a Galilea. 13 Pero no se quedó en Nazaret, sino que se fue a vivir a Cafarnaúm, a orillas del lago, en la región de las tribus de Zabulón y Neftalí. 14 Esto sucedió para que se cumpliera lo que había escrito el profeta Isaías:

15 «Tierra de Zabulón y de Neftalí,
al otro lado del Jordán,
a la orilla del mar:
Galilea, donde viven los paganos.
16 El pueblo que andaba en la oscuridad
vio una gran luz;
una luz ha brillado
para los que vivían en sombras de muerte.»

17 Desde entonces Jesús comenzó a proclamar: «Vuélvanse a Dios, porque el reino de los cielos está cerca.»

Jesús llama a cuatro pescadores(B)

18 Jesús iba caminando por la orilla del Lago de Galilea, cuando vio a dos hermanos: uno era Simón, también llamado Pedro, y el otro Andrés. Eran pescadores, y estaban echando la red al agua. 19 Jesús les dijo:

—Síganme, y yo los haré pescadores de hombres.

20 Al momento dejaron sus redes y se fueron con él.

21 Un poco más adelante, Jesús vio a otros dos hermanos: Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que estaban con su padre en una barca arreglando las redes. Jesús los llamó, 22 y en seguida ellos dejaron la barca y a su padre, y lo siguieron.

Jesús enseña a mucha gente(C)

23 Jesús recorría toda Galilea, enseñando en la sinagoga de cada lugar. Anunciaba la buena noticia del reino y curaba a la gente de todas sus enfermedades y dolencias. 24 Se hablaba de Jesús en toda la región de Siria, y le traían a cuantos sufrían de diferentes males, enfermedades y dolores, y a los endemoniados, a los epilépticos y a los paralíticos. Y Jesús los sanaba.

25 Mucha gente de Galilea, de los pueblos de Decápolis, de Jerusalén, de Judea y de la región al oriente del Jordán seguía a Jesús.

Salmos 4

Plena confianza en el Señor

(1) Del maestro de coro, con instrumentos de cuerda. Salmo de David.

(2) Dios y defensor mío,
¡contéstame cuando te llame!
Tú, que en mi angustia me diste alivio,
¡ten compasión de mí y escucha mi oración!

(3) Ustedes, que se creen grandes señores,
¿hasta cuándo ofenderán mi honor?,
¿hasta cuándo desearán y buscarán
lo que no tiene sentido,
lo que sólo es falsedad?
(4) Sepan que el Señor prefiere al hombre que le es fiel;
sepan que el Señor me escucha cuando lo llamo.
(5) ¡Tiemblen y no pequen más!
Ya acostados, y en silencio,
examinen su propia conciencia;
(6) ofrezcan sacrificios sinceros
y confíen en el Señor.

(7) Muchos dicen: «¿Quién nos mostrará la dicha?»
¡Señor, míranos con buenos ojos!
(8) Tú has puesto en mi corazón más alegría
que en quienes tienen trigo y vino en abundancia.

(9) Yo me acuesto tranquilo y me duermo en seguida,
pues tú, Señor, me haces vivir confiado.

Proverbios 1:20-23

Invitación de la sabiduría

20 Por calles y avenidas
la sabiduría hace oír su voz;
21 proclama sus palabras por las puertas,
por los puntos más concurridos de la ciudad:

22 «Jóvenes inexpertos, burlones y necios,
¿hasta cuándo amarán la inexperiencia,
y hallarán placer en sus burlas,
y despreciarán el saber?
23 Presten atención a mis correcciones
y yo los colmaré de mi espíritu;
les daré a conocer mis pensamientos.

Dios Habla Hoy (DHH)

Dios habla hoy ®, © Sociedades Bíblicas Unidas, 1966, 1970, 1979, 1983, 1996.