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The Daily Audio Bible

This reading plan is provided by Brian Hardin from Daily Audio Bible.
Duration: 731 days

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Nueva Biblia de las Américas (NBLA)
Version
Éxodo 8-9

Segunda plaga: las ranas

[a]Entonces el Señor dijo a Moisés: «Ve a Faraón y dile: “Así dice el Señor: ‘Deja ir a Mi pueblo para que me sirva(A). Pero si te niegas a dejarlos ir, entonces heriré todo tu territorio con ranas. El Nilo se llenará[b] de ranas, que subirán y entrarán en tu casa, en tu alcoba y sobre tu cama(B), en las casas de tus siervos y en tu pueblo, en tus hornos y en tus artesas. Subirán las ranas sobre ti, sobre tu pueblo y sobre todos tus siervos’”». [c]Dijo además el Señor a Moisés: «Dile a Aarón: “Extiende tu mano con tu vara sobre los ríos, sobre los arroyos[d] y sobre los estanques(C), y haz que suban ranas sobre la tierra de Egipto”».

Aarón extendió su mano sobre las aguas de Egipto, y las ranas subieron y cubrieron[e] la tierra de Egipto(D). Los magos[f] hicieron lo mismo[g] con sus encantamientos[h](E), e hicieron subir ranas sobre la tierra de Egipto.

Entonces Faraón llamó a Moisés y a Aarón(F), y dijo: «Rueguen al Señor para que quite las ranas de mí y de mi pueblo, y yo dejaré ir al pueblo(G) para que ofrezca sacrificios al Señor(H)». Moisés dijo a Faraón: «Dígnate decirme[i] cuándo he de rogar por ti, por tus siervos y por tu pueblo, para que las ranas sean quitadas[j] de ti y de tus casas y queden solamente en el río».

10 «Mañana», respondió Faraón. Entonces Moisés dijo: «Sea conforme a tu palabra para que sepas que no hay nadie como el Señor nuestro Dios(I). 11 Las ranas se alejarán de ti, de tus casas, de tus siervos y de tu pueblo(J); solo quedarán en el Nilo».

12 Entonces Moisés y Aarón salieron de la presencia de Faraón, y Moisés clamó al Señor(K) acerca de las ranas que Él había puesto sobre Faraón. 13 Y el Señor hizo conforme a la palabra de Moisés, y murieron las ranas en las casas, en los patios y en los campos. 14 Las juntaron en montones, y la tierra se corrompió[k]. 15 Pero al ver Faraón que había alivio, endureció[l] su corazón y no los escuchó, tal como el Señor había dicho(L).

Tercera plaga: los piojos

16 Entonces el Señor dijo a Moisés: «Dile a Aarón: “Extiende tu vara y golpea el polvo de la tierra para que se convierta en piojos[m] por toda la tierra de Egipto”». 17 Y así lo hicieron. Aarón extendió su mano con su vara, y golpeó el polvo de la tierra, y hubo piojos[n] en hombres y animales. Todo el polvo de la tierra se convirtió en piojos[o] por todo el país de Egipto(M).

18 Los magos[p] trataron de producir piojos[q] con sus encantamientos[r], pero no pudieron(N). Hubo, pues, piojos en hombres y animales. 19 Entonces los magos[s] dijeron a Faraón: «Este es el dedo de Dios(O)». Pero el corazón de Faraón se endureció[t] y no los escuchó, tal como el Señor había dicho.

Cuarta plaga: los insectos

20 El Señor dijo a Moisés: «Levántate muy de mañana y ponte delante de Faraón cuando salga[u] del agua(P), dile: “Así dice el Señor: ‘Deja ir a Mi pueblo para que me sirva(Q). 21 Porque si no dejas ir a Mi pueblo, entonces enviaré enjambres de insectos sobre ti y sobre tus siervos, sobre tu pueblo y dentro de tus casas. Las casas de los egipcios se llenarán de enjambres de insectos, y también el suelo sobre el cual están. 22 Pero en aquel día Yo pondré aparte la tierra de Gosén en la que mora[v] Mi pueblo(R), para que no haya allí enjambres de insectos, a fin de que sepas que Yo, el Señor, estoy[w] en medio de la tierra(S). 23 Yo haré distinción[x] entre Mi pueblo y tu pueblo. Mañana tendrá lugar esta señal’”».

24 Así lo hizo el Señor. Y entraron grandes[y] enjambres de insectos en la casa de Faraón y en las casas de sus siervos, y en todo el país de Egipto la tierra fue devastada a causa de los enjambres de insectos(T).

25 Entonces llamó Faraón a Moisés y a Aarón, y dijo(U): «Vayan, ofrezcan sacrificio a su Dios dentro del país(V)». 26 «No conviene que lo hagamos así», respondió Moisés, «porque es abominación para[z] los egipcios lo que sacrificaremos al Señor nuestro Dios(W). Si sacrificamos lo que es abominación para[aa] los egipcios delante de sus ojos, ¿no nos apedrearán? 27 Andaremos una distancia de tres días de camino en el desierto, y ofreceremos sacrificios al Señor nuestro Dios, tal como Él nos manda[ab](X)».

28 Faraón dijo: «Los dejaré ir para que ofrezcan sacrificio al Señor su Dios en el desierto(Y), solo que no vayan muy lejos. Oren por mí(Z)». 29 «Voy a salir de tu presencia», le contestó Moisés «y rogaré al Señor que los enjambres de insectos se alejen mañana de Faraón, de sus siervos y de su pueblo. Pero que Faraón no vuelva a obrar con engaño, no dejando ir al pueblo a ofrecer sacrificios al Señor(AA)».

30 Salió Moisés de la presencia de Faraón y oró al Señor(AB). 31 Y el Señor hizo como Moisés le pidió[ac], y quitó los enjambres de insectos de Faraón, de sus siervos y de su pueblo. No quedó ni uno solo. 32 Pero Faraón endureció[ad] su corazón también esta vez y no dejó salir al pueblo(AC).

Quinta plaga: la peste en el ganado

Entonces el Señor dijo a Moisés: «Ve a Faraón y dile: “Así dice el Señor, el Dios de los hebreos: ‘Deja ir a Mi pueblo para que me sirva(AD). Porque si te niegas a dejarlos ir(AE) y los sigues deteniendo[ae], entonces la mano del Señor vendrá[af] con gravísima pestilencia(AF) sobre tus ganados que están en el campo: sobre los caballos, sobre los asnos, sobre los camellos, sobre las vacas y sobre las ovejas. Pero el Señor hará distinción entre los ganados de Israel y los ganados de Egipto(AG), y nada perecerá de todo lo que pertenece a los israelitas(AH)’”».

Y el Señor fijó un plazo definido y dijo: «Mañana el Señor hará esto en la tierra». El Señor hizo esto al día siguiente, y perecieron todos los ganados de Egipto(AI). Pero de los ganados de los israelitas, ni un solo animal murió(AJ). Faraón envió a ver, y ni un solo animal de los ganados de Israel había perecido. Pero el corazón de Faraón se endureció[ag] y no dejó ir al pueblo(AK).

Sexta plaga: las úlceras

Entonces el Señor dijo a Moisés y a Aarón: «Tomen puñados de hollín de un horno, y que Moisés lo esparza hacia el cielo en presencia de Faraón. El hollín se convertirá en polvo fino sobre toda la tierra de Egipto, y producirá[ah] tumores que resultarán en[ai] úlceras en los hombres y en los animales, por toda la tierra de Egipto(AL)».

10 Tomaron, pues, hollín de un horno, y se presentaron[aj] delante de Faraón, y Moisés lo arrojó hacia el cielo, y produjo[ak] tumores que resultaron en[al] úlceras en los hombres y en los animales. 11 Y los magos[am] no podían estar delante de Moisés a causa de los tumores, pues los tumores estaban tanto en los magos como en todos los egipcios(AM). 12 Y el Señor endureció[an] el corazón de Faraón y no los escuchó, tal como el Señor había dicho a Moisés(AN).

Séptima plaga: el granizo

13 Entonces el Señor dijo a Moisés: «Levántate muy de mañana, y ponte delante de Faraón, y dile: “Así dice el Señor, el Dios de los hebreos: ‘Deja ir a Mi pueblo para que me sirva(AO). 14 Porque esta vez enviaré todas Mis plagas sobre ti[ao], sobre tus siervos y sobre tu pueblo, para que sepas que no hay otro como Yo en toda la tierra(AP). 15 Porque si Yo hubiera extendido Mi mano y te hubiera herido a ti y a tu pueblo con pestilencia, ya habrías sido cortado de la tierra. 16 Pero en verdad, por esta razón te he permitido permanecer[ap]: para mostrarte Mi poder(AQ) y para proclamar Mi nombre por toda la tierra. 17 Y todavía te enalteces contra Mi pueblo no dejándolos[aq] ir. 18 Así que mañana como a esta hora, enviaré[ar] granizo muy pesado, tal como no ha habido en Egipto desde el día en que fue fundado hasta[as] ahora(AR). 19 Ahora pues, manda poner a salvo tus ganados(AS) y todo lo que tienes en el campo, porque todo hombre o[at] todo animal que se encuentre en el campo, y no sea traído a la casa, morirá cuando caiga sobre ellos el granizo(AT)’”».

20 El que de entre los siervos de Faraón tuvo temor de[au] la palabra del Señor(AU), hizo poner a salvo a sus siervos y sus ganados en sus[av] casas, 21 pero el que no hizo caso a[aw] la palabra del Señor, dejó[ax] a sus siervos y sus ganados en el campo.

22 Entonces el Señor dijo a Moisés: «Extiende tu mano hacia el cielo para que caiga[ay] granizo(AV) en toda la tierra de Egipto, sobre los hombres, sobre los animales y sobre toda planta del campo por toda la tierra de Egipto».

23 Moisés extendió su vara hacia el cielo, y el Señor envió[az] truenos[ba] y granizo, y cayó fuego sobre la tierra. El Señor hizo llover granizo(AW) sobre la tierra de Egipto. 24 Y hubo granizo muy intenso, y fuego centelleando continuamente[bb] en medio del granizo, muy pesado, tal como no había habido en toda la tierra de Egipto desde que llegó a ser una nación. 25 El granizo hirió todo lo que había en el campo por toda la tierra de Egipto, tanto hombres como animales. El granizo hirió también toda planta del campo, y destrozó todos los árboles del campo(AX). 26 Solo en la tierra de Gosén, donde estaban los israelitas, no hubo granizo(AY).

27 Entonces Faraón envió llamar a Moisés y Aarón y les dijo(AZ): «Esta vez he pecado. El Señor es el justo(BA), y yo y mi pueblo somos los impíos. 28 Rueguen al Señor(BB), porque ha habido ya suficientes truenos y granizo de parte de Dios. Los dejaré ir y no se quedarán(BC) más aquí». 29 «Tan pronto como yo salga de la ciudad», le dijo Moisés, «extenderé mis manos[bc](BD) al Señor. Los truenos cesarán, y no habrá más granizo, para que sepas que la tierra es del Señor(BE). 30 En cuanto a ti y a tus siervos, sé que aún no temen[bd] al[be] Señor Dios(BF)».

31 Y el lino y la cebada fueron destruidos[bf], pues la cebada estaba en espiga(BG) y el lino estaba en flor; 32 pero el trigo y el centeno no fueron destruidos[bg], por ser tardíos.

33 Salió Moisés de la ciudad, de la presencia de Faraón, y extendió sus manos[bh] al Señor, y los truenos y el granizo cesaron(BH), y no cayó más[bi] lluvia sobre la tierra. 34 Pero cuando Faraón vio que la lluvia y el granizo y los truenos habían cesado, pecó otra vez, y endureció[bj] su corazón, tanto él como[bk] sus siervos. 35 Y se endureció[bl] el corazón de Faraón y no dejó ir a los israelitas, tal como el Señor había dicho por medio[bm] de Moisés(BI).

Mateo 19:13-30

Jesús bendice a los niños

13 (A)Entonces trajeron algunos niños a Jesús para que pusiera las manos sobre ellos y orara; y los discípulos los reprendieron. 14 Pero Jesús dijo: «Dejen a los niños(B), y no les impidan que vengan a Mí, porque de los que son como estos[a]es el reino de los cielos(C)». 15 Y después de poner Él las manos sobre ellos, se fue de allí.

El joven rico

16 (D)Y un hombre se acercó a Jesús y le dijo: «Maestro, ¿qué cosa buena haré para obtener la vida eterna(E)?». 17 Jesús le respondió: «¿Por qué me preguntas acerca de lo que es bueno? Solo Uno es bueno; pero si deseas entrar en la vida(F), guarda los mandamientos». 18 «¿Cuáles?», preguntó* el hombre. Y Jesús respondió: «No matarás; no cometerás adulterio; no hurtarás; no darás falso testimonio(G); 19 honra a tu padre y a tu madre(H); y amarás a tu prójimo como a ti mismo(I)».

20 El joven dijo*: «Todo esto lo he guardado; ¿qué me falta todavía?». 21 Jesús le respondió: «Si quieres ser perfecto, ve y vende lo que posees(J)y da a los pobres, y tendrás tesoro en los cielos(K); y ven, sé Mi discípulo». 22 Pero al oír el joven estas palabras[b], se fue triste, porque era dueño de muchos bienes.

Peligro de las riquezas

23 Jesús dijo entonces a Sus discípulos: «En verdad les digo que es difícil que un rico entre en el reino de los cielos(L). 24 Otra vez les digo que es más fácil para un camello pasar por el ojo de una aguja, que para un rico entrar en el reino de Dios(M)». 25 Al oír esto, los discípulos estaban llenos de asombro, y decían: «Entonces, ¿quién podrá salvarse?». 26 Jesús, mirándolos, les dijo: «Para los hombres eso es imposible, pero para Dios todo es posible(N)».

27 Entonces Pedro le respondió: «Mira, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido; ¿qué, pues, recibiremos[c]?». 28 Jesús les dijo: «En verdad les digo que ustedes que me han seguido, en la regeneración, cuando el Hijo del Hombre(O)se siente en el trono de Su gloria, ustedes se sentarán también sobre doce tronos(P)para juzgar a las doce tribus de Israel. 29 Y todo el que haya dejado casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre[d], o hijos o tierras por Mi nombre(Q), recibirá cien[e]veces más, y heredará la vida eterna. 30 Pero muchos primeros serán últimos, y los últimos, primeros(R).

Salmos 24

Salmo 24

Entrada del rey de gloria

Salmo de David.

24 Del Señor es la tierra y todo lo que hay en ella(A),
El mundo(B) y los que en él habitan.
Porque Él la fundó sobre los mares,
Y la asentó sobre los ríos(C).
¿Quién subirá(D) al monte del Señor(E)?
¿Y quién podrá estar en Su lugar santo(F)?
El de manos limpias(G) y corazón puro(H),
El que no ha alzado su alma a la falsedad(I)
Ni jurado con engaño(J).
Ese recibirá bendición del Señor(K),
Y justicia(L) del Dios de su salvación.
Tal es la generación de los que lo buscan,
De los que buscan Tu rostro, como Jacob(M). (Selah)
¶Alcen, oh puertas(N), sus cabezas,
Álcense, puertas eternas,
Para que entre el Rey de la gloria(O).
¿Quién es este Rey de la gloria?
El Señor, fuerte y poderoso(P);
El Señor, poderoso en batalla(Q).
Álcen, oh puertas, sus cabezas,
Álcenlas, puertas eternas,
Para que entre el Rey de la gloria(R).
10 ¿Quién es este Rey de la gloria?
El Señor de los ejércitos(S),
Él es el Rey de la gloria. (Selah)

Proverbios 6:1-5

Advertencias al fiador y al perezoso

Hijo mío, si has salido fiador por tu prójimo,
Si has dado promesa a[a] un extraño(A),
Si te has enredado con las palabras de tu boca,
Si con las palabras de tu boca has sido atrapado,
Haz esto ahora, hijo mío, y líbrate,
Ya que has caído en la mano[b] de tu prójimo:
Ve, humíllate e importuna a tu prójimo.
No des sueño a tus ojos
Ni adormecimiento a tus párpados(B);
Líbrate como la gacela de la mano del cazador
Y como ave de la mano del que caza(C).

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