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The Daily Audio Bible

This reading plan is provided by Brian Hardin from Daily Audio Bible.
Duration: 731 days

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Palabra de Dios para Todos (PDT)
Version
Éxodo 23:14-25:40

Principales fiestas

(Éx 34:18-26; Dt 16:1-17)

14 »Tres veces al año celebrarás fiesta en mi honor. 15 La primera fiesta es la de los Panes sin Levadura. Puesto que en el mes de aviv salieron de Egipto, en ese mes comerán pan sin levadura durante siete días tal como yo se los ordené. Nadie se acercará a mí sin traer una ofrenda.

16 »La segunda será la fiesta de la Cosecha[a]. Esta fiesta la celebrarás cuando comiences a cosechar lo que hayas sembrado en tus campos.

»La tercera será la fiesta de la Recolección. Se llevará a cabo en el otoño[b] cuando termines de cosechar todo lo que creció en tus campos.

17 »Tres veces al año, todos los hombres deben presentarse ante el Señor DIOS.

18 »Cuando sacrifiques un animal para ofrecérmelo, no ofrezcas junto con su sangre pan que tenga levadura, y tampoco dejarás ni la grasa de mi fiesta hasta la mañana siguiente.

19 »Llevarás lo mejor de los primeros frutos de tu cosecha a la casa[c] del SEÑOR tu Dios.

»No cocines al cabrito en la leche de la mamá del cabrito.

20 »Voy a mandarte mi ángel para que te guíe y te cuide en tu camino hacia el lugar que te he preparado. 21 Préstale atención y obedécele. No te rebeles contra él, porque si lo haces, no los perdonará, pues él va en mi nombre. 22 Si realmente le obedeces y haces todo lo que yo te digo, seré enemigo de tus enemigos y estaré en contra de los que estén en tu contra.

23 »Cuando mi ángel vaya delante de ti, te llevará a la tierra de los amorreos, heteos, ferezeos, cananeos, heveos y jebuseos, y los destruirá a ellos.

24 »No te inclines ante los dioses de ellos ni los adores, ni sigas las costumbres que ellos tienen. Todo lo contrario, destruye sus ídolos y derriba sus monumentos. 25 Si adoras al SEÑOR tu Dios, él bendecirá tu alimento y tu agua. Yo alejaré de ti la enfermedad. 26 Ninguna de tus mujeres abortará ni será estéril y te bendeciré con larga vida.

27 »Yo haré que cunda el miedo delante de ti, confundiré a todos tus enemigos y haré que deseen huir. 28 Haré que todos tengan miedo de ustedes. Así podrán expulsar a los heveos, a los cananeos y a los heteos. 29 No los voy a echar en un solo año para que los animales salvajes no se multipliquen en tu contra al ver la tierra abandonada. 30 Los voy a expulsar de tu presencia lentamente y así tendrás tiempo de reproducirte lo suficiente como para ocupar la tierra. 31 Te voy a dar la tierra que está entre el mar Rojo y el mar de los filisteos[d] y entre el desierto y el río Éufrates. Los ayudaré a derrotar a los habitantes de esa tierra y tú los expulsarás de tu presencia.

32 »No harás ningún pacto con ellos ni con sus dioses. 33 No se quedarán ellos en tu tierra para que no te hagan pecar contra mí, pues podrías adorar a sus dioses y eso sería caer en una trampa».

Pacto de Dios con Israel

24 El SEÑOR le dijo a Moisés:

—Sube aquí donde yo estoy y trae contigo a Aarón, Nadab, Abiú y a 70 de los ancianos líderes de Israel, e inclínense ante mí a cierta distancia. Luego únicamente Moisés se acercará al SEÑOR; que no se acerquen los demás, ni que el pueblo lo acompañe al subir.

Entonces Moisés vino y le contó al pueblo lo que el SEÑOR le dijo y cuáles eran sus órdenes. Entonces todo el pueblo le dijo:

—¡Haremos todo lo que el SEÑOR ha ordenado!

Moisés escribió todo lo que el SEÑOR había dicho. A la mañana siguiente, se levantó temprano y construyó un altar al pie de la montaña. Colocó doce piedras sagradas, una por cada tribu de Israel. Luego, envió a unos jóvenes de Israel para que ofrecieran sacrificios y ellos ofrecieron toros al SEÑOR en señal de paz.

Moisés echó la mitad de la sangre en unas vasijas y derramó la otra mitad sobre el altar.[e] Luego tomó el libro donde estaba escrito el pacto y se lo leyó al pueblo. Ellos dijeron:

—Cumpliremos y obedeceremos todo lo que el SEÑOR nos ha ordenado.

Moisés recogió la sangre que tenía en las vasijas y la roció sobre el pueblo diciendo:

—Esta es la sangre del pacto que el SEÑOR ha hecho con ustedes. El pacto está basado en todas estas leyes.

Luego Moisés, Aarón, Nadab, Abiú y 70 de los ancianos líderes de Israel subieron 10 y vieron al Dios de Israel. Bajo los pies de él parecía haber un pavimento de piedras de zafiro tan claro como el cielo. 11 Dios no le hizo daño a ninguno de estos líderes de Israel. Ellos vieron a Dios y comieron y bebieron.[f]

Moisés va por la ley de Dios

12 El SEÑOR dijo a Moisés:

—Sube al monte donde estoy yo y espérame ahí. Te daré unas tablas de piedra en las que he escrito mi ley y mis mandamientos para enseñárselos a los israelitas.

13 Entonces Moisés y su siervo Josué se levantaron. Moisés subió al monte de Dios, 14 pero les dijo a los ancianos:

—Espérennos aquí hasta que volvamos. Aarón y Jur se quedarán aquí con ustedes. El que tenga alguna demanda legal que hable con ellos.

15 Moisés subió a la montaña y una nube lo cubrió. 16 La gloria del SEÑOR bajó al monte Sinaí y la nube cubrió el monte durante seis días. El séptimo día, el SEÑOR llamó a Moisés desde adentro de la nube. 17 A la vista de los israelitas, el aspecto de la gloria del SEÑOR era como un fuego que consumía la cima de la montaña.

18 Moisés entró en la nube, subió al monte y ahí permaneció durante 40 días y 40 noches.

Ofrendas para el santuario

(Éx 35:4-9)

25 El SEÑOR le dijo a Moisés: «Diles a los israelitas que me traigan ofrendas. Tú aceptarás lo que cada uno ofrende de corazón y voluntariamente para mí. Esto es lo que recibirás de ellos: oro, plata, bronce, tela azul, morada y roja, lino fino, pelo de cabra, pieles de carnero teñidas de rojo, pieles finas, madera de acacia, aceite para lámparas, perfumes para el aceite de consagrar y para el incienso aromático, piedras de ónice y otras piedras preciosas para colocar en el efod y en el pectoral.

»Construirán un santuario para mí y yo habitaré entre ustedes. Lo harán de acuerdo al modelo que te voy a mostrar de la Carpa Sagrada y de todo su mobiliario.

El cofre del pacto

(Éx 37:1-9)

10 »Haz un cofre de madera de acacia. Medirá un metro con 10 centímetros de largo, 66 centímetros de ancho y 66 centímetros de alto.[g] 11 Recubre el cofre por dentro y por fuera de oro puro y coloca un ribete de oro alrededor de todo el cofre. 12 Haz cuatro argollas de oro y colócalas en las cuatro esquinas del cofre; dos a un lado y dos al otro. 13 Luego haz unas varas largas de madera de acacia y recúbrelas de oro. 14 Mete las varas por las argollas del cofre y úsalas para cargarlo. 15 Las varas tienen que dejarse dentro de las argollas, no se deben sacar de ahí.

16 »Mete dentro del cofre el pacto que te voy a entregar. 17 Luego construye una tapa de oro puro, que mida un metro con 10 centímetros de largo y 66 centímetros de ancho. 18 Después construye dos querubines de oro martillado y colócalos en los dos extremos. 19 Pon un querubín en un extremo de la tapa y el otro en el otro extremo, formando una sola pieza con la tapa. 20 Los querubines deben estar frente a frente mirando hacia la tapa y sus alas se extenderán por encima, cubriendo el cofre.

21 »Voy a entregarte el Testimonio, mételo en el cofre y tápalo. 22 Cuando me reúna contigo, voy a hablarte desde lo alto de la tapa, entre los querubines que están sobre la tapa del cofre. Desde ahí te voy a dar todas mis órdenes para el pueblo de Israel.

La mesa

(Éx 37:10-16)

23 »Haz una mesa de madera de acacia. La mesa debe medir 90 centímetros de largo, 44 centímetros de ancho y 66 centímetros de alto. 24 Recubre la mesa de oro puro y hazle un borde de oro alrededor. 25 Luego hazle un marco de 7 centímetros de ancho y ponle un ribete de oro. 26 Haz también cuatro argollas de oro y colócalas en las cuatro esquinas de la mesa, sobre las cuatro patas. 27 Pon las argollas cerca del marco, para sostener las varas que vas a usar para cargar la mesa. 28 Usa madera de acacia para hacer las varas y recúbrelas de oro. Las varas son para cargar la mesa. 29 Harás de oro puro los platos, cucharones, jarras y tazones. Las jarras y los tazones se usarán para servir las ofrendas. 30 Colocarás en la mesa, permanentemente ante mí, el pan de la presencia[h].

El candelabro

(Éx 37:17-24)

31 »Harás también un candelabro. Toma oro puro y martíllalo para formar la base y el tronco. Haz flores, copas y pétalos de oro puro y únelo todo en una sola pieza.

32 »El candelabro tendrá seis brazos a cada lado del tronco, tres de un lado y tres del otro. 33 Cada brazo tendrá tres copas en forma de flores de almendra con su cáliz y sus pétalos. 34 El tronco del candelabro tendrá cuatro copas en forma de flor de almendra con su cáliz y sus pétalos. 35 Pon las copas en los sitios donde se unen cada uno de los tres pares de brazos del candelabro. 36 Las copas y los brazos deberán formar una sola pieza con el candelabro, el cual debe ser de oro puro martillado. 37 Luego hazle siete lámparas y colócalas de tal forma que alumbren hacia el frente. 38 Sus tenazas y platillos también deben ser de oro puro. 39 Usa 33 kilos[i] de oro puro para construir todo el candelabro. 40 Asegúrate de hacer todo conforme al modelo que te mostré en el monte.

Mateo 24:29-51

La venida del Hijo del hombre

(Mr 13:24-37; Lc 17:26-30, 34-35; 21:25-33)

29 »Inmediatamente después de esos días terribles:

“El sol se oscurecerá,
    la luna no iluminará más,
las estrellas caerán
    y los cuerpos celestes temblarán”.[a]

30 »En esos días, la señal del Hijo del hombre se verá en el cielo. Entonces todas las familias de la tierra llorarán y verán al Hijo del hombre que vendrá sobre las nubes del cielo con poder y gran gloria. 31 Enviará a sus ángeles con una gran trompeta y reunirán a sus elegidos de los cuatro puntos cardinales, de un extremo a otro del cielo.

32 »Aprendan la lección de la higuera: Tan pronto como sus ramas se vuelven tiernas y sus hojas se abren, ustedes saben que se acerca el verano. 33 Así también, cuando vean suceder todo esto,[b] sabrán que el tiempo está cerca, a la puerta. 34 Les digo la verdad: todo esto sucederá antes de que muera esta generación. 35 El cielo y la tierra no durarán para siempre, pero mis palabras sí.

Sólo Dios sabe cuándo será el momento

(Mr 13:32-37; Lc 17:26-30, 34-36)

36 »Nadie sabe cuándo será el día o la hora, ni siquiera los ángeles del cielo, ni el Hijo mismo. Solamente lo sabe el Padre.

37 »La venida del Hijo del hombre será como en los días en que vivió Noé. 38 En aquellos días antes del diluvio, la gente comía y bebía, se casaba y daba a sus hijos en casamiento hasta el día en que Noé entró en el arca. 39 Como ellos no sabían lo que iba a pasar, vino el diluvio y los arrastró a todos. Así será cuando venga el Hijo del hombre. 40 En esos días, dos hombres estarán trabajando en un terreno. Uno de ellos será llevado y el otro será dejado. 41 Dos mujeres estarán moliendo. Una de ellas será llevada y la otra será dejada.

42 »Por lo tanto, ustedes manténganse alerta porque no saben qué día va a venir su Señor. 43 Y recuerden esto: si el dueño de una casa supiera a qué hora viene el ladrón, se quedaría despierto y no dejaría que el ladrón entrara a su casa. 44 Por eso tienen que estar listos, porque el Hijo del hombre vendrá a la hora menos pensada.

Los siervos reciben lo que merecen

(Lc 12:41-48)

45 »¿Quién es, pues, el siervo responsable y digno de confianza? El señor de la casa le encarga a un siervo la responsabilidad de dar de comer a los demás a su debido tiempo. ¿Cuál es el siervo en quien confía el dueño para hacer ese trabajo? 46 ¡Qué afortunado aquel siervo que cuando su señor regresa, lo encuentra cumpliendo su deber! 47 Digo la verdad: el patrón lo pondrá a cargo de todas sus cosas. 48 Por otra parte, supongan que ese siervo es malo y se dice a sí mismo: “Mi señor se va a demorar”. 49 Comienza a pegarles a los demás siervos y a comer y a emborracharse con otros como él. 50 Su señor volverá el día en que menos se lo espere y a la hora en que menos se lo imagine. 51 Lo cortará en pedazos como ocurre con los hipócritas. Mueren entre el dolor, llantos y el crujir de dientes.

Salmos 30

Siempre te alabaré

Canto para la dedicación del templo. Canción de David.

SEÑOR, yo te alabo porque tú me sacaste del peligro
    y no les diste motivo a mis enemigos de alegrarse con mi desgracia.
SEÑOR Dios mío, clamé por tu ayuda
    y tú me sanaste.
SEÑOR, tú me sacaste del lugar de la muerte[a];
    estaba al borde de la tumba y me diste vida.

Que cante al SEÑOR todo su pueblo fiel
    y honre su sagrado nombre.
Porque su enojo dura sólo por un momento,
    pero luego su favor sigue dando vida.
Por la noche hubo llanto,
    pero al amanecer hubo canto.

Yo pensaba, muy seguro,
    que nada podía vencerme.
Mientras me mostraste tu bondad
    me sentía invencible,[b] SEÑOR.
Pero cuando te alejaste de mí,
    me invadió el miedo.

SEÑOR, entonces te pedí ayuda;
    imploré tu compasión, Señor.
¿De qué serviría que yo muriera,
    que descienda al sepulcro?
El polvo no puede alabarte
    ni puede hablarle a otros de tu bondad.
10 SEÑOR, escucha mi oración y muéstrame tu compasión.
    ¡Ayúdame, SEÑOR!

11 Entonces tú cambiaste mi tristeza en baile.
    Me quitaste el luto y me vestiste de alegría.
12 Que todo mi ser te alabe,
    te alabaré por siempre, SEÑOR.

Proverbios 7:24-27

24 Ahora hijo, escúchame;
    presta atención a lo que te digo:
25 No desvíes tu corazón hacia esa mujer,
    no te extravíes por sus caminos,
26 porque a muchos ha hecho caer heridos de muerte;
    sus víctimas han sido numerosas.
27 Su casa lleva al sepulcro,
    conduce directo a la muerte.

Palabra de Dios para Todos (PDT)

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