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The Daily Audio Bible

This reading plan is provided by Brian Hardin from Daily Audio Bible.
Duration: 731 days

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Biblia del Jubileo (JBS)
Version
Éxodo 35:10-36:38

10 Y todo sabio de corazón de entre vosotros, vendrá y hará todas las cosas que el SEÑOR ha mandado:

11 El tabernáculo, su tienda, y su cubierta, y sus corchetes, y sus tablas, sus barras, sus columnas, y sus basas;

12 el arca, y sus varas, el asiento de la reconciliación, y el velo de la tienda;

13 la mesa, y sus varas, y todos sus vasos, y el pan de la proposición.

14 El candelero del alumbrado, y sus vasos, y sus lámparas, y el aceite para el alumbrado;

15 y el altar del incienso, y sus varas, y el aceite de la unción, y el incienso aromático, y la cortina de la puerta, para la entrada del tabernáculo;

16 el altar del holocausto, y su enrejado de bronce, y sus varas, y todos sus vasos, y la fuente con su basa;

17 las cortinas del atrio, sus columnas, y sus basas, y la cortina de la puerta del atrio;

18 las estacas del tabernáculo, y las estacas del atrio, y sus cuerdas;

19 las vestiduras del servicio para ministrar en el santuario; es a saber, las santas vestiduras de Aarón el sacerdote, y las vestiduras de sus hijos para servir en el sacerdocio.

20 ¶ Y salió toda la congregación de los hijos de Israel de delante de Moisés.

21 Y vino todo varón a quien su corazón estimuló, y todo aquel a quien su espíritu le dio voluntad, y trajeron ofrenda al SEÑOR para la obra del tabernáculo del testimonio, y para todo su servicio, y para las santas vestiduras.

22 Y vinieron así hombres como mujeres, todo voluntario de corazón, y trajeron cadenas y zarcillos, anillos y brazaletes, y toda joya de oro; y cualquiera ofrecía ofrenda de oro al SEÑOR.

23 Todo hombre que se hallaba con cárdeno, o púrpura, o carmesí, o lino fino, o pelo de cabras, o cueros rojos de carneros, o cueros de tejones, lo traía.

24 Cualquiera que ofrecía ofrenda de plata o de bronce, traía al SEÑOR la ofrenda; y todo el que se hallaba con madera de cedro, la traía para toda la obra del servicio.

25 Además todas las mujeres sabias de corazón hilaban con sus manos, y traían lo que habían hilado: cárdeno, o púrpura, o carmesí, o lino fino.

26 Y todas las mujeres cuyo corazón las levantó en sabiduría, hilaron pelos de cabras.

27 Y los príncipes trajeron piedras de ónice, y las piedras de los engastes para el efod y el pectoral;

28 y la especia aromática y aceite, para el alumbrado, y para el aceite de la unción, y para el perfume aromático.

29 De los hijos de Israel, así hombres como mujeres, todos los que tuvieron corazón voluntario para traer para toda la obra, que el SEÑOR había mandado por medio de Moisés que hicieran, trajeron ofrenda voluntaria al SEÑOR.

30 ¶ Y dijo Moisés a los hijos de Israel: Mirad, el SEÑOR ha nombrado a Bezaleel hijo de Uri, hijo de Hur, de la tribu de Judá;

31 y lo ha llenado del Espíritu de Dios, en sabiduría, en inteligencia, y en ciencia, y en todo artificio,

32 para proyectar inventos, para obrar en oro, y en plata, y en bronce,

33 y en obra de pedrería para engastar, y en obra de madera, para trabajar en toda invención ingeniosa.

34 Y ha puesto en su corazón para que pueda enseñar, así él como Aholiab hijo de Ahisamac, de la tribu de Dan.

35 Y los ha llenado de sabiduría de corazón, para que hagan toda obra de artificio, y de invención, y de recamado en cárdeno, y en púrpura, y en carmesí, y en lino fino, y en telar; para que hagan toda labor, e inventen todo diseño.

36 ¶ Hizo, pues, Bezaleel y Aholiab, y todo hombre sabio de corazón, a quien el SEÑOR dio sabiduría e inteligencia para que supieran hacer toda la obra del servicio del santuario, todas las cosas que había mandado el SEÑOR.

Y Moisés llamó a Bezaleel y a Aholiab, y a todo varón sabio de corazón, en cuyo corazón había dado el SEÑOR sabiduría, y a todo hombre a quien su corazón le movió a venir a la obra, para trabajar en ella;

y tomaron de delante de Moisés toda la ofrenda que los hijos de Israel habían traído para la obra del servicio del santuario, a fin de hacerla. Y ellos le traían aun ofrenda voluntaria cada mañana.

Tanto que vinieron, todos los maestros que hacían toda la obra del santuario, cada uno de la obra que hacía.

Y hablaron a Moisés, diciendo: El pueblo trae mucho más de lo que se necesita para hacer la obra para el ministerio que el SEÑOR ha mandado que se haga.

Entonces Moisés mandó pregonar por el campamento, diciendo: Ningún hombre ni mujer haga más obra para ofrecer para el santuario. Y así fue el pueblo detenido de ofrecer;

pues tenían material abundante para hacer toda la obra, y sobraba.

¶ Y todos los sabios de corazón entre los que hacían la obra, hicieron el tabernáculo de diez cortinas, de lino torcido, y de cárdeno, y de púrpura y carmesí; las cuales hicieron de obra primorosa, con querubines.

La longitud de una cortina era de veintiocho codos, y la anchura de cuatro codos; todas las cortinas tenían una misma medida.

10 Y juntó las cinco cortinas la una con la otra; asimismo unió las otras cinco cortinas la una con la otra.

11 E hizo las lazadas de color de cárdeno en la orilla de una cortina, en el borde, a la juntura; y así hizo en la orilla al borde de la segunda cortina, en la juntura.

12 Cincuenta lazadas hizo en una cortina, y otras cincuenta en la segunda cortina, en el borde, en la juntura; las lazadas enfrente de las otras.

13 Hizo también cincuenta corchetes de oro, con los cuales juntó las cortinas, la una con la otra; y se hizo un tabernáculo.

14 ¶ Hizo asimismo cortinas de pelo de cabras para la tienda sobre el tabernáculo; once cortinas hizo.

15 La longitud de una cortina era de treinta codos, y la anchura de cuatro codos; las once cortinas tenían una misma medida.

16 Y juntó las cinco cortinas de por sí, y las seis cortinas aparte.

17 Hizo además cincuenta lazadas en la orilla de la postrera cortina en la juntura, y otras cincuenta lazadas en la orilla de la otra cortina en la juntura.

18 Hizo también cincuenta corchetes de bronce para juntar la tienda, de modo que fuera una.

19 E hizo una cubierta para la tienda de cueros rojos de carneros, y otra cubierta encima de cueros de tejones.

20 E hizo las tablas para el tabernáculo de madera de cedro estantes.

21 La longitud de cada tabla de diez codos, y de codo y medio la anchura.

22 Cada tabla tenía dos quicios enclavijados el uno delante del otro; así hizo todas las tablas del tabernáculo.

23 Hizo, pues, las tablas para el tabernáculo: veinte tablas al lado del austro, al mediodía.

24 Hizo también las cuarenta basas de plata debajo de las veinte tablas: dos basas debajo de una tabla para sus dos quicios, y dos basas debajo de la otra tabla para sus dos quicios.

25 Y para el otro lado del tabernáculo, en el lado del aquilón, hizo veinte tablas,

26 con sus cuarenta basas de plata: dos basas debajo de una tabla, y dos basas debajo de la otra tabla.

27 Y para el lado occidental del tabernáculo hizo seis tablas.

28 Para las esquinas del tabernáculo en los dos lados hizo dos tablas,

29 las cuales se juntaban por abajo, y asimismo por arriba a un gozne; y así hizo a la una y a la otra en las dos esquinas.

30 Eran, pues, ocho tablas, y sus basas de plata dieciséis; dos basas debajo de cada tabla.

31 Hizo también las barras de madera de cedro; cinco para las tablas de un lado del tabernáculo,

32 y cinco barras para las tablas del otro lado del tabernáculo, y cinco barras para las tablas del lado del tabernáculo a la parte occidental.

33 E hizo que la barra del medio pasara por en medio de las tablas de un extremo al otro.

34 Y cubrió las tablas de oro, e hizo de oro los anillos de ellas por donde pasaran las barras; cubrió también de oro las barras.

35 ¶ Hizo asimismo el velo de cárdeno, y púrpura, y carmesí, y lino torcido, el cual hizo con querubines de delicada obra.

36 Y para él hizo cuatro columnas de cedro; y las cubrió de oro, los capiteles de las cuales eran de oro; e hizo para ellas cuatro basas de plata de fundición.

37 Hizo asimismo el velo para la puerta del tabernáculo, de cárdeno, y púrpura, y carmesí, y lino torcido, obra de recamador;

38 y sus cinco columnas con sus capiteles; y cubrió las cabezas de ellas y sus molduras de oro; y sus cinco basas las hizo de bronce.

Mateo 27:32-66

32 Y saliendo, hallaron a un cireneo, que se llamaba Simón; a éste obligaron para que llevara su madero.

33 ¶ Y como llegaron al lugar que se llamaba Gólgota, que es dicho: El lugar de la calavera,

34 le dieron a beber vinagre mezclado con hiel; y gustándolo, no quiso beberlo.

35 Y después que le hubieron colgado del madero, repartieron sus vestidos, echando suertes, para que se cumpliera lo que fue dicho por el profeta: Se repartieron mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes.

36 Y sentados le guardaban allí.

37 Y pusieron sobre su cabeza su causa escrita: ESTE ES JESÚS EL REY DE LOS JUDÍOS.

38 Entonces colgaron en maderos con él dos ladrones, uno a la derecha, y otro a la izquierda.

39 Y los que pasaban, le decían injurias, meneando sus cabezas,

40 y diciendo: Tú, el que derribas el Templo, y en tres días lo reedificas, sálvate a ti mismo. Si eres Hijo de Dios, desciende del madero.

41 De esta manera también los príncipes de los sacerdotes, escarneciéndole con los escribas y los ancianos, decían:

42 A otros salvó, a sí mismo no se puede salvar; si es el Rey de Israel, descienda ahora del madero, y creeremos a él.

43 Confió en Dios; líbrele ahora si le quiere; porque ha dicho: Soy Hijo de Dios.

44 Lo mismo también le injuriaban los ladrones que estaban colgados en maderos con él.

45 Y desde la hora sexta hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena.

46 Y cerca de la hora novena, Jesús exclamó con gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?

47 Y algunos de los que estaban allí, oyéndolo, decían: A Elías llama éste.

48 Y luego, corriendo uno de ellos, tomó una esponja, y la empapó de vinagre, y poniéndola en una caña, le daba de beber.

49 Y los otros decían: Deja, veamos si viene Elías a librarle.

50 ¶ Mas Jesús, habiendo otra vez exclamado con gran voz, dio el Espíritu.

51 Y he aquí, el velo del Templo se rompió en dos, de alto a bajo; y la tierra tembló, y las piedras se hendieron;

52 y se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos que habían dormido, se levantaron;

53 y salidos de los sepulcros, después de su resurrección, vinieron a la santa ciudad, y aparecieron a muchos.

54 Y el centurión, y los que estaban con él guardando a Jesús, visto el terremoto, y las cosas que habían sido hechas, temieron en gran manera, diciendo: Verdaderamente Hijo de Dios era éste.

55 Y estaban allí muchas mujeres mirando de lejos, las cuales habían seguido de Galilea a Jesús, sirviéndole,

56 entre las cuales estaban María Magdalena, y María de Jacobo, y la madre de José, y la madre de los hijos de Zebedeo.

57 ¶ Cuando llegó la tarde del día, vino un hombre rico de Arimatea, llamado José, el cual también había sido discípulo de Jesús.

58 Este llegó a Pilato, y pidió el cuerpo de Jesús. Entonces Pilato mandó que se le diera el cuerpo.

59 Y tomando José el cuerpo, lo envolvió en una sábana limpia,

60 y lo puso en su sepulcro nuevo, que había labrado en la peña; y revuelta una grande piedra a la puerta del sepulcro, se fue.

61 Y estaban allí María Magdalena, y la otra María, sentadas delante del sepulcro.

62 Y el siguiente día, que es el segundo día de la preparación, se juntaron los príncipes de los sacerdotes y los fariseos a Pilato,

63 diciendo: Señor, nos acordamos que aquel engañador dijo, viviendo aún: Después del tercer día resucitaré.

64 Manda, pues, que se asegure el sepulcro hasta el día tercero; para que no vengan sus discípulos de noche, y lo hurten, y digan al pueblo: Resucitó de los muertos. Y será el postrer error peor que el primero.

65 Y Pilato les dijo: Tenéis la guardia: id, aseguradlo como sabéis.

66 Y yendo ellos, aseguraron el sepulcro con guardia, sellando la piedra.

Salmos 34:1-10

De David. Cuando mudó su semblante delante de Abimelec, y él lo echó, y se fue.

Alef

Bendeciré al SEÑOR en todo tiempo; su alabanza será siempre en mi boca.

Bet

En el SEÑOR se gloriará mi alma; lo oirán los mansos, y se alegrarán.

Guímel

Engrandeced al SEÑOR conmigo, y ensalcemos su Nombre a una.

Dálet

Busqué al SEÑOR, y él me oyó; y me libró de todos mis temores.

He

¡A él miraron y fueron alumbrados! Y sus rostros no se avergonzaron.

Vau

Este pobre llamó, y le oyó el SEÑOR, y lo libró de todas sus angustias.

Zain

El ángel del SEÑOR acampa en derredor de los que le temen, y los defiende.

Chet

Gustad, y ved que es bueno el SEÑOR; dichoso el hombre que confiará en él.

Tet

Temed al SEÑOR, vosotros sus santos; porque no hay falta para los que le temen.

Yod

10 Los leoncillos necesitaron, y tuvieron hambre; pero los que buscan al SEÑOR, no tendrán falta de ningún bien.

Proverbios 9:7-8

El que castiga al burlador, afrenta se acarrea; el que reprende al impío, se atrae mancha.

No castigues al burlador, para que no te aborrezca; castiga al sabio, y te amará.

Biblia del Jubileo (JBS)

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