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The Daily Audio Bible

This reading plan is provided by Brian Hardin from Daily Audio Bible.
Duration: 731 days

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Biblia del Jubileo (JBS)
Version
Números 15:17-16:40

17 También habló el SEÑOR a Moisés, diciendo:

18 Habla a los hijos de Israel, y diles: Cuando hubiereis entrado en la tierra a la cual yo os llevo,

19 será que cuando comenzareis a comer del pan de la tierra, ofreceréis ofrenda al SEÑOR.

20 De lo primero que amasareis, ofreceréis una torta en ofrenda; como la ofrenda de la era, así la ofreceréis.

21 De las primicias de vuestras masas daréis al SEÑOR ofrenda por vuestras generaciones.

22 ¶ Y cuando errareis, y no hiciereis todos estos mandamientos que el SEÑOR ha dicho a Moisés,

23 todas las cosas que el SEÑOR os ha mandado por la mano de Moisés, desde el día que el SEÑOR mandó a Moisés, y en adelante, por vuestras edades,

24 será que, si el pecado fue hecho por yerro con ignorancia de la congregación, toda la congregación ofrecerá un novillo como holocausto, en olor grato al SEÑOR, con su presente y su libación, conforme a la ley; y un macho cabrío como el pecado.

25 Y reconciliará el sacerdote a toda la congregación de los hijos de Israel; y les será perdonado, porque yerro es; y ellos traerán sus ofrendas, ofrenda encendida al SEÑOR, y sus pecados delante del SEÑOR, que cometieron en su ignorancia.

26 Y será perdonado a toda la congregación de los hijos de Israel, y al extranjero que mora entre ellos, por cuanto es yerro de todo el pueblo.

27 Y si una persona pecare por yerro, ofrecerá una cabra de un año como el pecado.

28 Y el sacerdote reconciliará a la persona que habrá errado por ignorancia, cuando pecare por yerro delante del SEÑOR, la reconciliará, y le será perdonado.

29 El natural entre los hijos de Israel, y el extranjero que habitare entre ellos, una misma ley tendréis para el que hiciere algo por yerro.

30 ¶ Mas el alma que hiciere algo a conciencia, así el natural como el extranjero, al SEÑOR injurió; y la tal persona será cortada de en medio de su pueblo.

31 Por cuanto tuvo en poco la palabra del SEÑOR, y dio por nulo su mandamiento, enteramente será cortada esa persona; su iniquidad será sobre ella.

32 Y estando los hijos de Israel en el desierto, hallaron un hombre que recogía leña en día de sábado.

33 Y los que le hallaron recogiendo leña lo trajeron a Moisés y a Aarón, y a toda la congregación;

34 y lo pusieron bajo guarda, porque no estaba declarado qué se le había de hacer.

35 Y el SEÑOR dijo a Moisés: Irremisiblemente muera aquel hombre; apedréelo con piedras toda la congregación fuera del campamento.

36 Entonces la congregación lo sacó fuera del campamento, y lo apedrearon con piedras, y murió; como el SEÑOR mandó a Moisés.

37 ¶ Y el SEÑOR habló a Moisés, diciendo:

38 Habla a los hijos de Israel, y diles que se hagan flecos (franjas) en los bordes de sus vestidos, por sus generaciones; y pongan en cada fleco de los bordes del vestido un cordón de cárdeno.

39 Y os servirá de fleco, para que cuando lo viereis, os acordéis de todos los mandamientos del SEÑOR, para ponerlos por obra; y no miréis en pos de vuestro corazón y de vuestros ojos, en pos de los cuales fornicáis.

40 Para que os acordéis, y hagáis todos mis mandamientos, y seáis santos a vuestro Dios.

41 Yo el SEÑOR vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto, para ser vuestro Dios. YO SOY vuestro Dios.

16 ¶ Y Coré, hijo de Izhar, hijo de Coat, hijo de Leví; y Datán y Abiram, hijos de Eliab; y On, hijo de Pelet, de los hijos de Rubén, tomaron hombres,

y se levantaron contra Moisés con doscientos cincuenta varones de los hijos de Israel, príncipes de la congregación, de los del consejo, varones de nombre;

y se juntaron contra Moisés y Aarón, y les dijeron: Basta ya de vosotros, porque toda la congregación, todos ellos son santos, y en medio de ellos está el SEÑOR; ¿por qué, pues, os levantáis vosotros sobre la congregación del SEÑOR?

Y cuando lo oyó Moisés, se postró sobre su rostro;

y habló a Coré y a todo su séquito, diciendo: Mañana mostrará el SEÑOR quién es suyo, y al santo lo hará llegar a sí; y al que él escogiere, él lo acercará a sí.

Haced esto: tomad incensarios, Coré y todo su séquito,

y poned fuego en ellos, y poned en ellos sahumerio delante del SEÑOR mañana; y será que el varón a quien el SEÑOR escogiere, aquel será el santo; esto os baste, hijos de Leví.

Dijo más Moisés a Coré: Oíd ahora, hijos de Leví:

¿Os es poco que el Dios de Israel os haya apartado de la congregación de Israel, haciéndoos acercar a sí para que ministraseis en el servicio del tabernáculo del SEÑOR, y estuvierais delante de la congregación para ministrarles?

10 ¿Y que te hizo acercar a ti, y a todos tus hermanos los hijos de Leví contigo; para que procuréis también el sacerdocio?

11 Por tanto, tú y todo tu séquito sois los que os juntáis contra el SEÑOR; pues Aarón, ¿qué es, para que contra él murmuréis?

12 ¶ Y envió Moisés a llamar a Datán y Abiram, hijos de Eliab; mas ellos respondieron: No iremos allá.

13 ¿Es poco que nos hayas hecho venir de una tierra que destila leche y miel, para hacernos morir en el desierto, sino que también te enseñorees de nosotros imperiosamente?

14 Ni tampoco nos has metido tú en tierra que fluya leche y miel, ni nos has dado heredades de tierras y viñas; ¿has de arrancar los ojos de estos hombres? No subiremos.

15 Entonces Moisés se enojó en gran manera, y dijo al SEÑOR: No mires a su presente; ni aun un asno he tomado de ellos, ni a ninguno de ellos he hecho mal.

16 Después dijo Moisés a Coré: Tú y todo tu séquito, poneos mañana delante del SEÑOR; tú, y ellos, y Aarón;

17 y tomad cada uno su incensario, y poned sahumerio en ellos, y acercaos delante del SEÑOR cada uno con su incensario, doscientos cincuenta incensarios; tú también, y Aarón, cada uno con su incensario.

18 Y tomaron cada uno su incensario, y pusieron en ellos fuego, y pusieron también en ellos sahumerio, y se pusieron a la puerta del tabernáculo del testimonio con Moisés y Aarón.

19 Ya Coré había hecho juntar contra ellos toda la congregación a la puerta del tabernáculo del testimonio; entonces la gloria del SEÑOR apareció a toda la congregación.

20 Y el SEÑOR habló a Moisés y a Aarón, diciendo:

21 Apartaos de entre esta congregación, y los consumiré en un momento.

22 Y ellos se echaron sobre sus rostros, y dijeron: Dios, Dios de los espíritus de toda carne, ¿no es un varón el que pecó? ¿Y te airarás contra toda la congregación?

23 ¶ Entonces el SEÑOR habló a Moisés, diciendo:

24 Habla a la congregación, diciendo: Apartaos de en derredor de la tienda de Coré, Datán, y Abiram.

25 Y Moisés se levantó, y fue a Datán y a Abiram; y los ancianos de Israel fueron en pos de él.

26 Y él habló a la congregación, diciendo: Apartaos ahora de las tiendas de estos impíos hombres, y no toquéis ninguna cosa suya, para que no perezcáis por ventura en todos sus pecados.

27 Y se apartaron de las tiendas de Coré, de Datán, y de Abiram en derredor; y Datán y Abiram salieron y se pusieron a las puertas de sus tiendas, con sus mujeres, sus hijos, y sus chiquitos.

28 Y dijo Moisés: En esto conoceréis que el SEÑOR me ha enviado para que hiciera todas estas cosas; y que no las hice de mi propio corazón.

29 Si como mueren todos los hombres murieren éstos, o si fueren ellos visitados a la manera de todos los hombres, el SEÑOR no me envió.

30 Mas si el SEÑOR hiciere una nueva cosa, y la tierra abriere su boca, y los tragare con todas sus cosas, y descendieren vivos al Seol, entonces conoceréis que estos hombres irritaron al SEÑOR.

31 Y aconteció, que al acabar él de hablar todas estas palabras, se rompió la tierra que estaba debajo de ellos;

32 y abrió la tierra su boca, y los tragó a ellos, y a sus casas; a todos los hombres de Coré, y a toda su hacienda.

33 Y ellos, con todo lo que tenían, descendieron vivos al Seol, y los cubrió la tierra, y perecieron de en medio de la congregación.

34 Y todo Israel, los que estaban en derredor de ellos, huyeron al estruendo de ellos; porque decían: Por ventura no nos trague la tierra.

35 ¶ Y salió fuego del SEÑOR, y consumió los doscientos cincuenta hombres que ofrecían el sahumerio.

36 Entonces el SEÑOR habló a Moisés, diciendo:

37 Di a Eleazar, hijo de Aarón sacerdote, que tome los incensarios de en medio del incendio, y derrame más allá el fuego; porque son santificados

38 los incensarios de estos pecadores contra sus almas; y harán de ellos planchas extendidas para cubrir el altar; por cuanto ofrecieron con ellos delante del SEÑOR, son santificados; y serán por señal a los hijos de Israel.

39 Y el sacerdote Eleazar tomó los incensarios de bronce con que los quemados habían ofrecido; y los extendieron para cubrir el altar,

40 en recuerdo a los hijos de Israel, que ningún extraño que no sea de la simiente de Aarón, llegue a ofrecer sahumerio delante del SEÑOR, para que no sea como Coré, y como su séquito; según se lo dijo el SEÑOR por mano de Moisés.

Marcos 15

15 ¶ Y luego por la mañana, habiendo tenido consejo los príncipes de los sacerdotes con los ancianos, y con los escribas, y con todo el concilio, llevaron a Jesús atado, y le entregaron a Pilato.

Y Pilato le preguntó: ¿Eres tú el Rey de los Judíos? Y respondiendo él, le dijo: Tú lo dices.

Y los príncipes de los sacerdotes le acusaban mucho.

Y le preguntó otra vez Pilato, diciendo: ¿No respondes algo? Mira de cuántas cosas te acusan.

Mas Jesús ni aun con eso respondió; de modo que Pilato se maravillaba.

Pero en el día de la fiesta les soltaba un preso, cualquiera que pidieran.

Y había uno, que se llamaba Barrabás, preso con sus compañeros de motín que habían hecho muerte en una revuelta.

Y la multitud, dando voces, comenzó a pedir que hiciera como siempre les había hecho.

Y Pilato les respondió, diciendo: ¿Queréis que os suelte al Rey de los Judíos?

10 Porque conocía que por envidia le habían entregado los príncipes de los sacerdotes.

11 Mas los príncipes de los sacerdotes incitaron a la multitud, que les soltara antes a Barrabás.

12 Y respondiendo Pilato, les dice otra vez: ¿Qué pues queréis que haga del que llamáis Rey de los Judíos?

13 Y ellos volvieron a dar voces: Cuélguenlo de un madero.

14 Mas Pilato les decía: ¿Pues qué mal ha hecho? Y ellos daban más voces: Cuélguenlo de un madero.

15 ¶ Y Pilato, queriendo satisfacer al pueblo, les soltó a Barrabás, y entregó a Jesús, después de azotarle, para que fuera colgado de un madero.

16 Entonces los soldados le llevaron dentro del patio, es a saber al Pretorio; y convocaron toda la cuadrilla.

17 Y le vistieron de púrpura; y poniéndole una corona tejida de espinas,

18 Comenzaron luego a saludarle: ¡Salve, Rey de los Judíos!

19 Y le herían su cabeza con una caña, y escupían en él, y le adoraban hincadas las rodillas.

20 Y cuando le hubieron escarnecido, le desnudaron la ropa de púrpura, y le vistieron sus propios vestidos, y le sacaron para colgarle del madero.

21 Y cargaron a uno que pasaba, (Simón Cireneo, padre de Alejandro y de Rufo, que venía del campo), para que llevara su madero.

22 ¶ Y le llevaron al lugar de Gólgota, que declarado quiere decir: Lugar de la Calavera.

23 Y le dieron a beber vino mezclado con mirra; mas él no lo tomó.

24 Y cuando le hubieron colgado del madero, repartieron sus vestidos echando suertes sobre ellos, qué llevaría cada uno.

25 Y era la hora de las tres cuando le colgaron del madero.

26 Y el título escrito de su causa era: EL REY DE LOS JUDIOS.

27 Y colgaron de maderos con él dos ladrones, uno a su mano derecha, y el otro a su mano izquierda.

28 Y se cumplió la Escritura, que dice: Y con los inicuos fue contado.

29 Y los que pasaban le denostaban, meneando sus cabezas, y diciendo: ¡Ah! Tú que derribas el Templo de Dios, y en tres días lo edificas,

30 sálvate a ti mismo, y desciende del madero.

31 Y de esta manera también los príncipes de los sacerdotes escarneciendo, decían unos a otros, con los escribas: A otros salvó, a sí mismo no se puede salvar.

32 El Cristo, Rey de Israel, descienda ahora del madero, para que veamos y creamos. También los que estaban colgados de maderos con él le denostaban.

33 ¶ Y cuando vino la hora sexta, fueron hechas tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena.

34 Y a la hora novena, exclamó Jesús a gran voz, diciendo: Eloi, Eloi, ¿lama sabactani? Que declarado, quiere decir: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?

35 Y oyéndole unos de los que estaban allí, decían: He aquí, llama a Elías.

36 Y corrió uno, y empapando una esponja en vinagre, y poniéndola en una caña, le dio a beber, diciendo: Dejad, veamos si vendrá Elías a quitarle.

37 Mas Jesús, dando una grande voz, expiró.

38 Entonces el velo del Templo se rasgó en dos, de alto abajo.

39 Y el centurión que estaba delante de él, viendo que había expirado así clamando, dijo: Verdaderamente este hombre era el Hijo de Dios.

40 Y también estaban algunas mujeres mirando de lejos; entre las cuales estaba María Magdalena, y María la madre de Jacobo el menor y de José, y Salomé;

41 las cuales, estando aún él en Galilea, le habían seguido, y le servían; y otras muchas que juntamente con él habían subido a Jerusalén.

42 ¶ Y cuando fue la tarde, porque era la preparación, es decir, la víspera del sábado,

43 José de Arimatea, senador noble, que también esperaba el Reino de Dios, vino, y osadamente entró a Pilato, y pidió el cuerpo de Jesús.

44 Y Pilato se maravilló que ya hubiera muerto; y haciendo venir al centurión, le preguntó si estaba ya muerto.

45 Y enterado por el centurión, dio el cuerpo a José.

46 El cual compró una sábana, y quitándole, le envolvió en la sábana, y le puso en un sepulcro que estaba cavado en una peña, y revolvió la piedra a la puerta del sepulcro.

47 Y María Magdalena, y María madre de José, miraban dónde era puesto.

Salmos 54

Al Vencedor: en Neginot: Masquil de David, cuando vinieron los zifeos y dijeron a Saúl: ¿No está David escondido en nuestra tierra?

Oh Dios, sálvame en tu Nombre, y con tu valentía defiéndeme.

Oh Dios, oye mi oración; escucha las razones de mi boca.

Porque extraños se han levantado contra mí, y fuertes buscan mi alma; no han puesto a Dios delante de sí. (Selah.)

¶ He aquí, Dios es el que me ayuda; el Señor es con los que sustentan mi alma.

El volverá el mal a mis enemigos; córtalos por tu verdad.

Voluntariamente sacrificaré a ti; alabaré tu Nombre, oh SEÑOR, porque es bueno.

Porque me ha librado de toda angustia, y sobre mis enemigos vieron mis ojos el deseo de El.

Proverbios 11:5-6

¶ La justicia del perfecto enderezará su camino; mas el impío por su impiedad caerá.

La justicia de los rectos los librará; mas los pecadores en su pecado serán presos.

Biblia del Jubileo (JBS)

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