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The Daily Audio Bible

This reading plan is provided by Brian Hardin from Daily Audio Bible.
Duration: 731 days

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Spanish Blue Red and Gold Letter Edition (SRV-BRG)
Version
Deuteronomio 29-30

29 ESTAS son las palabras del pacto que Jehová mandó á Moisés concertara con los hijos de Israel en la tierra de Moab, además del pacto que concertó con ellos en Horeb.

Moisés pues llamó á todo Israel, y díjoles: Vosotros habéis visto todo lo que Jehová ha hecho delante de vuestros ojos en la tierra de Egipto á Faraón y á todos sus siervos, y á toda su tierra:

Las pruebas grandes que vieron tus ojos, las señales, y las grandes maravillas.

Y Jehová no os dió corazón para entender, ni ojos para ver, ni oídos para oir, hasta el día de hoy.

Y yo os he traído cuarenta años por el desierto: vuestros vestidos no se han envejecido sobre vosotros, ni tu zapato se ha envejecido sobre tu pie.

No habéis comido pan, ni bebisteis vino ni sidra: para que supieseis que yo soy Jehová vuestro Dios.

Y llegasteis á este lugar, y salió Sehón rey de Hesbón, y Og rey de Basán, delante de nosotros para pelear, y herímoslos;

Y tomamos su tierra, y dímosla por heredad á Rubén y á Gad, y á la media tribu de Manasés.

Guardaréis, pues, las palabras de este pacto, y las pondréis por obra, para que prosperéis en todo lo que hiciereis.

10 Vosotros todos estáis hoy delante de Jehová vuestro Dios; vuestros príncipes de vuestras tribus, vuestros ancianos, y vuestros oficiales, todos los varones de Israel,

11 Vuestros niños, vuestras mujeres, y tus extranjeros que habitan en medio de tu campo, desde el que corta tu leña hasta el que saca tus aguas:

12 Para que entres en el pacto de Jehová tu Dios, y en su juramento, que Jehová tu Dios acuerda hoy contigo:

13 Para confirmarte hoy por su pueblo, y que él te sea á ti por Dios, de la manera que él te ha dicho, y como él juró á tus padres Abraham, Isaac, y Jacob.

14 Y no con vosotros solos acuerdo yo este pacto y este juramento,

15 Sino con los que están aquí presentes hoy con nosotros delante de Jehová nuestro Dios, y con los que no están aquí hoy con nosotros.

16 Porque vosotros sabéis cómo habitamos en la tierra de Egipto, y cómo hemos pasado por medio de las gentes que habéis pasado;

17 Y habéis visto sus abominaciones y sus ídolos, madera y piedra, plata y oro, que tienen consigo.

18 Quizá habrá entre vosotros varón, ó mujer, ó familia, ó tribu, cuyo corazón se vuelva hoy de con Jehová nuestro Dios, por andar á servir á los dioses de aquellas gentes; quizá habrá en vosotros raíz que eche veneno y ajenjo;

19 Y sea que, cuando el tal oyere las palabras de esta maldición, él se bendiga en su corazón, diciendo: Tendré paz, aunque ande según el pensamiento de mi corazón, para añadir la embriaguez á la sed:

20 Jehová no querrá perdonarle; antes humeará luego el furor de Jehová y su celo sobre el tal hombre, y asentaráse sobre él toda maldición escrita en este libro, y Jehová raerá su nombre de debajo del cielo:

21 Y apartarálo Jehová de todas las tribus de Israel para mal, conforme á todas las maldiciones del pacto escrito en este libro de la ley.

22 Y dirá la generación venidera, vuestros hijos que vendrán después de vosotros, y el extranjero que vendrá de lejanas tierras, cuando vieren las plagas de aquesta tierra, y sus enfermedades de que Jehová la hizo enfermar,

23 (Azufre y sal, abrasada toda su tierra: no será sembrada, ni producirá, ni crecerá en ella hierba ninguna, como en la subversión de Sodoma y de Gomorra, de Adma y de Seboim, que Jehová subvirtió en su furor y en su ira:)

24 Dirán, pues, todas las gentes: ¿Por qué hizo Jehová esto á esta tierra? ¿qué ira es ésta de tan gran furor?

25 Y responderán: Por cuanto dejaron el pacto de Jehová el Dios de sus padres, que él concertó con ellos cuando los sacó de la tierra de Egipto,

26 Y fueron y sirvieron á dioses ajenos, e inclináronse á ellos, dioses que no conocían, y que ninguna cosa les habían dado:

27 Encendióse por tanto, el furor de Jehová contra esta tierrra, para traer sobre ella todas las maldiciones escritas en este libro;

28 Y Jehová los desarraigó de su tierra con enojo, y con saña, y con furor grande, y los echó á otra tierra, como hoy.

29 Las cosas secretas pertenecen á Jehová nuestro Dios: mas las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos por siempre, para que cumplamos todas las palabras de esta ley.

30 Y SERÁ que, cuando te sobrevinieren todas estas cosas, la bendición y la maldición que he puesto delante de ti, y volvieres á tu corazón en medio de todas las gentes á las cuales Jehová tu Dios te hubiere echado,

Y te convirtieres á Jehová tu Dios, y obedecieres á su voz conforme á todo lo que yo te mando hoy, tú y tus hijos, con todo tu corazón y con toda tu alma,

Jehová también volverá tus cautivos, y tendrá misericordia de ti, y tornará á recogerte de todos los pueblos á los cuales te hubiere esparcido Jehová tu Dios.

Si hubieres sido arrojado hasta el cabo de los cielos, de allí te recogerá Jehová tu Dios, y de allá te tomará:

Y volverte ha Jehová tu Dios á la tierra que heredaron tus padres, y la poseerás; y te hará bien, y te multiplicará más que á tus padres.

Y circuncidará Jehová tu Dios tu corazón, y el corazón de tu simiente, para que ames á Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, á fin de que tú vivas.

Y pondrá Jehová tu Dios todas estas maldiciones sobre tus enemigos, y sobre tus aborrecedores que te persiguieron.

Y tú volverás, y oirás la voz de Jehová, y pondrás por obra todos sus mandamientos, que yo te intimo hoy.

Y hacerte ha Jehová tu Dios abundar en toda obra de tus manos, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu bestia, y en el fruto de tu tierra, para bien: porque Jehová volverá á gozarse sobre ti para bien, de la manera que se gozó sobre tus padres;

10 Cuando oyeres la voz de Jehová tu Dios, para guardar sus mandamientos y sus estatutos escritos en este libro de la ley; cuando te convirtieres á Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma.

11 Porque este mandamiento que yo te intimo hoy, no te es encubierto, ni está lejos:

12 No está en el cielo, para que digas: ¿Quién subirá por nosotros al cielo, y nos lo traerá y nos lo representará, para que lo cumplamos?

13 Ni está de la otra parte de la mar, para que digas: ¿Quién pasará por nosotros la mar, para que nos lo traiga y nos lo represente, á fin de que lo cumplamos?

14 Porque muy cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón, para que la cumplas.

15 Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal:

16 Porque yo te mando hoy que ames á Jehová tu Dios, que andes en sus caminos, y guardes sus mandamientos y sus estatutos y sus derechos, para que vivas y seas multiplicado, y Jehová tu Dios te bendiga en la tierra á la cual entras para poseerla.

17 Mas si tu corazón se apartare, y no oyeres, y fueres incitado, y te inclinares á dioses ajenos, y los sirvieres;

18 Protéstoos hoy que de cierto pereceréis: no tendréis largos días sobre la tierra, para ir á la cual pasas el Jordán para poseerla.

19 A los cielos y la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición: escoge pues la vida, porque vivas tú y tu simiente:

20 Que ames á Jehová tu Dios, que oigas su voz, y te allegues á él; porque él es tu vida, y la longitud de tus días; á fin de que habites sobre la tierra que juró Jehová á tus padres Abraham, Isaac, y Jacob, que les había de dar.

Lucas 11:37-12:7

37 Y luego que hubo hablado, rogóle un Fariseo que comiese con él: y entrado Jesús, se sentó á la mesa.

38 Y el Fariseo, como lo vió, maravillóse de que no se lavó antes de comer.

39 Y el Señor le dijo: Ahora vosotros los Fariseos lo de fuera del vaso y del plato limpiáis; mas lo interior de vosotros está lleno de rapiña y de maldad.

40 Necios, ¿el que hizo lo de fuera, no hizo también lo de dentro?

41 Empero de lo que os resta, dad limosna; y he aquí todo os será limpio.

42 Mas ¡ay de vosotros, Fariseos! que diezmáis la menta, y la ruda, y toda hortaliza; mas el juicio y la caridad de Dios pasáis de largo. Pues estas cosas era necesario hacer, y no dejar las otras.

43 ¡Ay de vosotros, Fariseos! que amáis las primeras sillas en las sinagogas, y las salutaciones en las plazas.

44 ¡Ay de vosotros, escribas y Fariseos, hipócritas! que sois como sepulcros que no se ven, y los hombres que andan encima no lo saben.

45 Y respondiendo uno de los doctores de la ley, le dice: Maestro, cuando dices esto, también nos afrentas á nosotros.

46 Y él dijo: ¡Ay de vosotros también, doctores de la ley! que cargáis á los hombres con cargas que no pueden llevar; mas vosotros ni aun con un dedo tocáis las cargas.

47 ¡Ay de vosotros! que edificáis los sepulcros de los profetas, y los mataron vuestros padres.

48 De cierto dais testimonio que consentís en los hechos de vuestros padres; porque á la verdad ellos los mataron, mas vosotros edificáis sus sepulcros.

49 Por tanto, la sabiduría de Dios también dijo: Enviaré á ellos profetas y apóstoles; y de ellos á unos matarán y á otros perseguirán;

50 Para que de esta generación sea demandada la sangre de todos los profetas, que ha sido derramada desde la fundación del mundo;

51 Desde la sangre de Abel, hasta la sangre de Zacarías, que murió entre el altar y el templo: así os digo, será demandada de esta generación.

52 ¡Ay de vosotros, doctores de la ley! que habéis quitado la llave de la ciencia; vosotros mismos no entrasteis, y á los que entraban impedisteis.

53 Y diciéndoles estas cosas, los escribas y los Fariseos comenzaron á apretarle en gran manera, y á provocarle á que hablase de muchas cosas;

54 Acechándole, y procurando cazar algo de su boca para acusarle.

12 EN esto, juntándose muchas gentes, tanto que unos á otros se hollaban, comenzó á decir á sus discípulos, primeramente: Guardaos de la levadura de los Fariseos, que es hipocresía.

Porque nada hay encubierto, que no haya de ser descubierto; ni oculto, que no haya de ser sabido.

Por tanto, las cosas que dijisteis en tinieblas, á la luz serán oídas; y lo que hablasteis al oído en las cámaras, será pregonado en los terrados.

Mas os digo, amigos míos: No temáis de los que matan el cuerpo, y después no tienen más que hacer.

Mas os enseñaré á quién temáis: temed á aquel que después de haber quitado la vida, tiene poder de echar en la Gehenna: así os digo: á éste temed.

¿No se venden cinco pajarillos por dos blancas? pues ni uno de ellos está olvidado delante de Dios.

Y aun los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No temáis pues: de más estima sois que muchos pajarillos.

Salmos 78:1-31

Masquil de Asaph.

78 ESCUCHA, pueblo mío, mi ley:

Inclinad vuestro oído á las palabras de mi boca.

Abriré mi boca en parábola;

Hablaré cosas reservadas de antiguo:

Las cuales hemos oído y entendido;

Que nuestros padres nos las contaron.

No las encubriremos á sus hijos,

Contando á la generación venidera las alabanzas de Jehová,

Y su fortaleza, y sus maravillas que hizo.

Él estableció testimonio en Jacob,

Y pusó ley en Israel;

La cual mandó á nuestros padres

Que la notificasen á sus hijos;

Para que lo sepa la generación venidera, y los hijos que nacerán;

Y los que se levantarán, lo cuenten á sus hijos;

A fin de que pongan en Dios su confianza,

Y no se olviden de las obras de Dios,

Y guarden sus mandamientos:

Y no sean como sus padres,

Generación contumaz y rebelde;

Generación que no apercibió su corazón,

Ni fué fiel para con Dios su espíritu.

Los hijos de Ephraim armados, flecheros,

Volvieron las espaldas el día de la batalla.

10 No guardaron el pacto de Dios,

Ni quisieron andar en su ley:

11 Antes se olvidaron de sus obras,

Y de sus maravillas que les había mostrado.

12 Delante de sus padres hizo maravillas

En la tierra de Egipto, en el campo de Zoán.

13 Rompió la mar, e hízolos pasar;

E hizo estar las aguas como en un montón.

14 Y llevólos de día con nube,

Y toda la noche con resplandor de fuego.

15 Hendió las peñas en el desierto:

Y dióles á beber como de grandes abismos;

16 Pues sacó de la peña corrientes,

E hizo descender aguas como ríos.

17 Empero aun tornaron á pecar contra él,

Enojando en la soledad al Altísimo.

18 Pues tentaron á Dios en su corazón,

Pidiendo comida á su gusto.

19 Y hablaron contra Dios,

Diciendo: ¿Podrá poner mesa en el desierto?

20 He aquí ha herido la peña, y corrieron aguas,

Y arroyos salieron ondeando:

¿Podrá también dar pan?

¿Aparejará carne á su pueblo?

21 Por tanto oyó Jehová, e indignóse:

Y encendióse el fuego contra Jacob,

Y el furor subió también contra Israel;

22 Por cuanto no habían creído á Dios,

Ni habían confiado en su salud:

23 A pesar de que mandó á las nubes de arriba,

Y abrió las puertas de los cielos,

24 E hizo llover sobre ellos maná para comer,

Y dióles trigo de los cielos.

25 Pan de nobles comió el hombre:

Envióles comida á hartura.

26 Movió el solano en el cielo,

Y trajo con su fortaleza el austro.

27 E hizo llover sobre ellos carne como polvo,

Y aves de alas como arena de la mar.

28 E hízolas caer en medio de su campo,

Alrededor de sus tiendas.

29 Y comieron, y hartáronse mucho:

Cumplióles pues su deseo.

30 No habían quitado de sí su deseo,

Aun estaba su vianda en su boca,

31 Cuando vino sobre ellos el furor de Dios,

Y mató los más robustos de ellos,

Y derribó los escogidos de Israel.

Proverbios 12:19-20

19 El labio de verdad permanecerá para siempre:

Mas la lengua de mentira por un momento.

20 Engaño hay en el corazón de los que piensan mal:

Mas alegría en el de los que piensan bien.

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