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The Daily Audio Bible

This reading plan is provided by Brian Hardin from Daily Audio Bible.
Duration: 731 days

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Biblia del Jubileo (JBS)
Version
Job 16-19

16 Y respondió Job, y dijo:

Muchas veces he oído cosas como éstas; consoladores molestos sois todos vosotros.

¿Tendrán fin las palabras ventosas? O ¿qué es lo que te anima a responder?

También yo hablaría como vosotros. Deseo que vuestra alma estuviera en lugar de la mía, que yo os tendría compañía en las palabras, y sobre vosotros movería mi cabeza.

Pero yo os alentaría con mis palabras, y la consolación de mis labios detendría el dolor.

Mas si hablo, mi dolor no cesa; y si dejo de hablar, no se aparta de mí.

Pero ahora me ha fatigado; tú has asolado toda mi compañía.

me has arrugado; el testigo es mi delgadez, que se levanta contra mí para testificar en mi rostro.

Su furor me arrebató, y me ha sido contrario; crujió sus dientes contra mí; contra mí aguzó sus ojos mi enemigo.

10 Abrieron contra mí su boca; hirieron mis mejillas con afrenta; contra mí se juntaron todos.

11 ¶ Me ha entregado Dios al mentiroso, y en las manos de los impíos me hizo temblar.

12 Próspero estaba, y me desmenuzó; me arrebató por la cerviz, y me despedazó, y me puso por blanco suyo.

13 Me cercaron sus flecheros, partió mis riñones, y no perdonó; mi hiel derramó por tierra.

14 Me quebrantó de quebranto sobre quebranto; corrió contra mí como un gigante.

15 Yo cosí cilicio sobre mi piel, y cargué mi cabeza de polvo.

16 Mi rostro está enlodado con lloro, y mis párpados entenebrecidos;

17 a pesar de no haber injusticia en mis manos, y de haber sido limpia mi oración.

18 ¡Oh tierra! No cubras mi sangre, y no haya lugar donde se esconda mi clamor.

19 Por cierto aun ahora en los cielos está mi testigo, y mi testimonio en las alturas.

20 Mis disputadores son mis amigos; mas a Dios destilarán mis ojos.

21 ¡Deseo que pudiera disputar el hombre con Dios, como puede con su prójimo!

22 Mas los años contados vendrán, y yo andaré el camino por donde no volveré.

17 Mi aliento está corrompido, mis días son cortados, y me está aparejado el sepulcro.

Ya no hay conmigo sino escarnecedores, en cuyas amarguras se detienen mis ojos.

Pon ahora, dame fianzas contigo; ¿quién tocará ahora mi mano?

Porque a éstos has tú escondido su corazón de entendimiento; por tanto, no los ensalzarás.

El que denuncia lisonjas a su prójimo, los ojos de sus hijos desfallezcan.

El me ha puesto por refrán de los pueblos, y delante de ellos he sido como tamboril.

Y mis ojos se oscurecieron de desabrimiento, y todos mis pensamientos han sido como sombra.

Los rectos se maravillarán de esto, y el inocente se despertará contra el hipócrita.

El justo retendrá su carrera, y el limpio de manos aumentará la fuerza.

10 ¶ Pero volved todos vosotros, y venid ahora, que no hallaré entre vosotros sabio.

11 Mis días se pasaron, y mis pensamientos fueron arrancados, los designios de mi corazón.

12 Me pusieron la noche por día, y la luz se acorta delante de las tinieblas.

13 Si yo espero, el Seol es mi casa; en las tinieblas hice mi cama.

14 A la huesa tengo dicho: Mi padre eres tú; a los gusanos: Mi madre y mi hermano.

15 ¿Dónde pues estará ahora mi esperanza? Y mi esperanza ¿quién la verá?

16 A los rincones del Seol descenderán, y juntamente descansarán en el polvo.

18 Y respondió Bildad suhita, y dijo:

¿Cuándo pondréis fin a las palabras? Entended, y después hablemos.

¿Por qué somos tenidos por bestias? ¿En vuestros ojos somos viles?

Oh tú, que despedazas tu alma con tu furor, ¿será dejada la tierra por tu causa, y serán traspasadas de su lugar las peñas?

Ciertamente la luz de los impíos será apagada, y no resplandecerá la centella de su fuego.

La luz se oscurecerá en su tabernáculo, y su candil se apagará sobre él.

Los pasos de su potencia serán acortados, y su mismo consejo lo echará a perder.

Porque red será echada en sus pies, y sobre red andará.

Lazo prenderá su calcañar; esforzará contra él los sedientos.

10 Su cuerda está escondida en la tierra, y su torzuelo sobre la senda.

11 De todas partes lo asombrarán temores, y con sus mismos pies lo ahuyentarán.

12 Su fuerza será hambrienta, y a su lado estará aparejado quebrantamiento.

13 Comerán los ramos de su cuero, y el primogénito de la muerte tragará sus miembros.

14 Su confianza será arrancada de su tienda, y al rey de los espantos será conducido.

15 En su tienda morará como si no fuera suya; piedra de azufre será esparcida sobre su morada.

16 Abajo se secarán sus raíces, y arriba serán cortadas sus ramas.

17 Su memoria perecerá de la tierra, y no tendrá nombre por las calles.

18 De la luz será lanzado a las tinieblas, y echado fuera del mundo.

19 No tendrá hijo ni nieto en su pueblo, ni quien le suceda en sus moradas.

20 Sobre su día se espantarán los por venir, como ocupó el pavor a los que fueron antes.

21 Ciertamente tales son las moradas del impío, y éste es el lugar del que no conoció a Dios.

19 Y respondió Job, y dijo:

¿Hasta cuándo angustiaréis mi alma, y me moleréis con palabras?

Ya me habéis vituperado diez veces; ¿no os avergonzáis de descomediros delante de mí?

Sea así que realmente haya yo errado, conmigo se quedará mi yerro.

Mas si vosotros os engrandeciéreis contra mí, y redarguyeres mi oprobio contra mí,

sabed ahora que Dios me ha derribado, y me ha envuelto en su red.

He aquí yo clamaré agravio, y no seré oído; daré voces, y no habrá juicio.

Cercó de vallado mi camino, y no pasaré; y sobre mis veredas puso tinieblas.

Me quitó mi honra, y quitó la corona de mi cabeza.

10 Me arrancó por todos lados, y me sequé; y ha hecho pasar mi esperanza como árbol arrancado.

11 E hizo inflamar contra mí su furor, y me contó para sí entre sus enemigos.

12 Vinieron sus tropas a una, y trillaron sobre mí su camino, y asentaron campamento en derredor de mi tienda.

13 Hizo alejar de mí mis hermanos, y ciertamente mis conocidos se extrañaron de mí.

14 Mis parientes se detuvieron, y mis conocidos se olvidaron de mí.

15 Los moradores de mi casa y mis criadas me tuvieron por extraño; forastero fui yo en sus ojos.

16 Llamé a mi esclavo, y no respondió; de mi propia boca le suplicaba.

17 Mi espíritu vino a ser extraño a mi mujer, aunque por los hijos de mis entrañas le rogaba.

18 Aun los muchachos me menospreciaron; levantándome, hablaban contra mí.

19 Todos mis íntimos amigos me aborrecieron; y los que yo amaba, se tornaron contra mí.

20 Mi piel y mi carne se pegaron a mis huesos; y he escapado con la piel de mis dientes.

21 Oh vosotros mis amigos, tened compasión de mí, tened compasión de mí; porque la mano de Dios me ha tocado.

22 ¿Por qué me perseguís como Dios, y no os saciáis de mis carnes?

23 ¡Quién diera ahora que mis palabras fueran escritas! ¡Quién diera que se escribieran en un libro!

24 ¡Que con cincel de hierro y con plomo fueran en piedra esculpidas para siempre!

25 Yo sé que mi Redentor vive, y al fin se levantará sobre el polvo;

26 y después desde esta mi piel rota, y desde mi propia carne tengo que ver a Dios.

27 Al cual yo tengo que ver por mí, y mis ojos lo han de ver, y no otro, aunque mis riñones se consuman dentro de mí.

28 Mas debierais decir: ¿Por qué lo perseguimos? Ya que la raíz del negocio en mí se halla.

29 Temed vosotros delante de la espada; porque sobreviene el furor de la espada a causa de las iniquidades, para que sepáis que hay un juicio.

1 Corintios 16

16 ¶ En cuanto a la colecta para los santos, haced vosotros también de la manera que ordené en las Iglesias de Galacia.

Cada primer sábado, cada uno de vosotros aparte en su casa, guardando lo que por la bondad de Dios pudiere; para que cuando yo llegare, no se hagan entonces colectas.

Y cuando hubiere llegado, los que aprobareis por cartas, a éstos enviaré que lleven vuestro donativo a Jerusalén.

Y si fuere digno el negocio de que yo también vaya, irán conmigo.

¶ Y a vosotros iré, cuando hubiere pasado por Macedonia, porque por Macedonia tengo que pasar.

Y podrá ser que me quede con vosotros, o invernare también, para que vosotros me llevéis a donde hubiere de ir.

Porque no os quiero ahora ver de paso; porque espero estar con vosotros algún tiempo, si el Señor lo permitiere.

Pero estaré en Efeso hasta Pentecostés;

porque se me ha abierto puerta grande y eficaz, y muchos son los adversarios.

10 ¶ Y si llegare Timoteo, mirad que esté con vosotros seguramente; porque también hace la obra del Señor como yo.

11 Por tanto, nadie le tenga en poco; antes, llevadlo en paz, para que venga a mí, porque lo espero con los hermanos.

12 Acerca del hermano Apolos, mucho le he rogado que fuera a vosotros con algunos hermanos; mas en ninguna manera tuvo voluntad de ir por ahora; pero irá cuando tuviere oportunidad.

13 ¶ Velad, estad firmes en la fe; portaos varonilmente, y esforzaos.

14 Todas vuestras cosas sean hechas con caridad.

15 Y os ruego, hermanos, (ya sabéis que la casa de Estéfanas es las primicias de Acaya, y que se han dedicado al ministerio de los santos,)

16 que vosotros os sujetéis a los tales, y a todos los que ayudan y trabajan.

17 Me regocijo de la venida de Estéfanas y de Fortunato y de Acaico, porque éstos suplieron vuestra ausencia.

18 Porque recrearon mi espíritu y el vuestro; reconoced pues a los tales.

19 ¶ Las Iglesias de Asia os saludan. Os saludan mucho en el Señor Aquila y Priscila, con la Iglesia que está en su casa.

20 Os saludan todos los hermanos. Saludaos los unos a los otros con ósculo santo.

21 La salutación de mí, Pablo, de mi mano.

22 El que no amare al Señor Jesús, el Cristo, sea anatema. Nuestro Señor ha venido.

23 La gracia del Señor Jesús el Cristo sea con vosotros.

24 Mi caridad en Cristo Jesús sea con todos vosotros. Amén.

Salmos 40:1-10

Al Vencedor: Salmo de David.

Pacientemente esperé al SEÑOR, y se inclinó a mí, y oyó mi clamor.

Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; y puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos.

Y puso en mi boca canción nueva, alabanza a nuestro Dios. Verán esto muchos, y temerán, y esperarán en el SEÑOR.

Bienaventurado el varón que puso al SEÑOR por su confianza, y no miró a los soberbios, ni a los que declinan a la mentira.

Aumentado has tú, oh SEÑOR Dios mío, tus maravillas; y tus pensamientos para con nosotros, no te los podremos contar, anunciar, ni hablar; no pueden ser narrados.

¶ Sacrificio y presente no te agrada; me has labrado oídos; holocausto y expiación no has demandado.

Entonces dije: He aquí, vengo; en el envoltorio del libro está escrito de mí:

El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado; y tu ley está en medio de mis entrañas.

He anunciado justicia en grande congregación; he aquí, no detuve mis labios, SEÑOR, tú lo sabes.

10 No encubrí tu justicia en medio de mi corazón; tu verdad y tu salvación he declarado; no negué tu misericordia y tu verdad en grande ayuntamiento.

Proverbios 22:1

22 ¶ De más estima es la buena fama que las muchas riquezas; y la buena gracia más que la plata y el oro.

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