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The Daily Audio Bible

This reading plan is provided by Brian Hardin from Daily Audio Bible.
Duration: 731 days

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Nueva Traducción Viviente (NTV)
Version
Isaías 30:12-33:9

12 Esta es la respuesta del Santo de Israel:

«Dado que ustedes desprecian lo que les digo
    pero más bien confían en la opresión y en las mentiras,
13 la calamidad caerá sobre ustedes de repente,
    como una pared pandeada que explota y se cae.
En un instante, se desplomará
    y se derrumbará.
14 Ustedes serán aplastados como una vasija de barro,
    hechos añicos de una manera tan completa
que no habrá un pedazo lo suficientemente grande
    para llevar los carbones de una hoguera
    ni un poco de agua del pozo».

15 Esto dice el Señor Soberano,
    el Santo de Israel:
«Ustedes se salvarán solo si regresan a mí
    y descansan en mí.
En la tranquilidad y en la confianza está su fortaleza;
    pero no quisieron saber nada de esto.
16 “No—dijeron ustedes—, nuestra ayuda vendrá de Egipto;
    ellos nos darán caballos veloces para entrar en batalla”.
Sin embargo, la única velocidad que verán
    ¡será la de sus enemigos dándoles caza!
17 Uno de ellos perseguirá a mil de ustedes
    y cinco de ellos los harán huir a todos.
Quedarán como un asta de bandera solitaria sobre una colina
    o como un estandarte hecho jirones en la cima de un monte lejano».

Bendiciones para el pueblo de Dios

18 Así que el Señor esperará a que ustedes acudan a él
    para mostrarles su amor y su compasión.
Pues el Señor es un Dios fiel.
    Benditos son los que esperan su ayuda.

19 Oh pueblo de Sion, que vives en Jerusalén,
    ya no llorarás más.
Él será compasivo si le pides ayuda;
    sin ninguna duda, él responderá a los clamores.
20 Aunque el Señor te dio a comer adversidad
    y a beber sufrimiento,
él seguirá contigo a fin de enseñarte;
    verás a tu maestro con tus propios ojos.
21 Tus oídos lo escucharán.
    Detrás de ti, una voz dirá:
«Este es el camino por el que debes ir»,
    ya sea a la derecha o a la izquierda.
22 Entonces destruirás todos tus ídolos de plata
    y tus valiosas imágenes de oro.
Los desecharás como trapos sucios,
    y les dirás: «¡Adiós y hasta nunca!».

23 Entonces el Señor te bendecirá con lluvia durante el tiempo de la siembra. Habrá cosechas maravillosas y muchos pastizales para tus animales. 24 Los bueyes y los burros que cultivan los campos comerán buen grano, y el viento llevará la paja. 25 En aquel día, cuando tus enemigos sean masacrados y caigan las torres, descenderán corrientes de agua de cada monte y colina. 26 La luna será tan resplandeciente como el sol, y el sol brillará siete veces más, como la luz de siete días en uno solo. Así será cuando el Señor comience a sanar a su pueblo y a curar las heridas que le hizo.

27 ¡Miren! El Señor viene desde muy lejos,
    ardiendo de enojo,
    rodeado de un humo espeso que sube.
Sus labios están llenos de furia;
    sus palabras consumen como el fuego.
28 Su ardiente aliento fluye como una inundación
    hasta el cuello de sus enemigos.
Él zarandeará a las naciones soberbias para destrucción;
    les pondrá el freno en la boca y las llevará a la ruina.

29 Sin embargo, el pueblo de Dios entonará una canción de alegría,
    como los cantos de los festivales sagrados.
Estarás lleno de alegría,
    como cuando un flautista dirige a un grupo de peregrinos
a Jerusalén, el monte del Señor,
    a la Roca de Israel.
30 Y el Señor hará oír su majestuosa voz
    y demostrará la fuerza de su brazo poderoso.
Descenderá con llamas consumidoras,
    con aguaceros, con tormentas eléctricas y enormes granizos.
31 Por orden del Señor, los asirios serán destrozados;
    los herirá de muerte con su cetro real.
32 Y cuando el Señor los golpee con su vara de castigo,[a]
    su pueblo celebrará con arpas y panderetas.
    Él levantará su brazo poderoso y peleará contra los asirios.
33 Tofet, el lugar de incineración,
    hace tiempo que está preparado para el rey asirio;
    la pira tiene un gran montón de leña.
El aliento del Señor, como fuego de volcán,
    la encenderá.

Es inútil confiar en Egipto

31 ¡Qué aflicción les espera a los que buscan ayuda en Egipto,
    al confiar en sus caballos, en sus carros de guerra y en sus conductores;
y al depender de la fuerza de ejércitos humanos
    en lugar de buscar ayuda en el Señor,
    el Santo de Israel!
En su sabiduría, el Señor enviará una gran calamidad;
    no cambiará de parecer.
Se levantará contra los malvados
    y contra quienes los ayudan.
¡Pues estos egipcios son simples seres humanos; no son Dios!
    Sus caballos son solo carne, no espíritus poderosos.
Cuando el Señor levante el puño contra ellos,
    quienes los ayudan tropezarán,
y aquellos que reciben ayuda caerán;
    todos caerán y morirán juntos.

Pero el Señor me ha dicho:

«Cuando un león joven y fuerte
    ruge sobre la oveja que ha matado,
no lo asustan los gritos ni los ruidos
    de toda una multitud de pastores.
De la misma manera, el Señor de los Ejércitos Celestiales
    descenderá para pelear en el monte Sion.
El Señor de los Ejércitos Celestiales se moverá en el aire sobre Jerusalén
    y la protegerá como un ave protege su nido.
Defenderá y salvará la ciudad;
    pasará sobre ella y la rescatará».

Pueblo mío, aunque eres rebelde y perverso, ven y regresa al Señor. Yo sé que llegará el día glorioso cuando cada uno de ustedes desechará los ídolos de oro y las imágenes de plata que han hecho sus manos pecadoras.

«Los asirios serán destruidos,
    pero no por las espadas de los hombres.
La espada de Dios los golpeará;
    se dejarán llevar por el pánico y huirán.
Los fuertes jóvenes asirios
    serán llevados cautivos.
Hasta los más fuertes temblarán de terror,
    y los príncipes huirán al ver sus banderas de guerra»,
dice el Señor, cuyo fuego está en Sion
    y sus llamas arden desde Jerusalén.

Liberación definitiva de Israel

32 ¡Miren! ¡Se acerca un rey justo!,
    y príncipes honrados gobernarán bajo su mando.
Cada uno será como refugio del viento
    y resguardo de la tormenta,
como corrientes de agua en el desierto
    y sombra de una gran roca en tierra reseca.

Entonces todo el que tenga ojos podrá ver la verdad,
    y todo el que tenga oídos podrá oírla.
Hasta los impulsivos estarán llenos de sentido común y de entendimiento,
    y los que tartamudean hablarán con claridad.
En aquel día, los necios que viven sin Dios no serán héroes;
    los canallas no serán respetados.
Pues los necios hablan necedades
    y hacen planes malvados;
practican la impiedad
    y difunden enseñanzas falsas acerca del Señor.
Privan de alimento a los hambrientos
    y no dan agua a los sedientos.
Las sutiles artimañas de los canallas son maliciosas;
    traman planes torcidos.
Mienten para condenar a los pobres,
    aun cuando la causa de los pobres es justa.
Pero los generosos proponen hacer lo que es generoso
    y se mantienen firmes en su generosidad.

Escuchen, mujeres, ustedes que están acostumbradas a la buena vida.
    Escúchenme, ustedes que son tan engreídas.
10 Dentro de poco tiempo, algo más de un año,
    ustedes que son tan despreocupadas, de repente comenzarán a preocuparse.
Pues se perderán sus cultivos de frutas,
    y no habrá cosecha.
11 Tiemblen, mujeres de la buena vida;
    abandonen su autosuficiencia.
Quítense sus ropas bonitas
    y pónganse tela áspera en señal de su dolor.
12 Golpéense el pecho con profunda pena por sus abundantes granjas
    y por sus vides llenas de fruto.
13 Pues su tierra se cubrirá de espinos y zarzas;
    sus hogares alegres y ciudades felices desaparecerán.
14 El palacio y la ciudad quedarán abandonados,
    y pueblos de mucha actividad estarán vacíos.
Los burros retozarán y las manadas pastarán
    en los fuertes abandonados[b] y en las torres de vigilancia,
15 hasta que al fin se derrame el Espíritu
    sobre nosotros desde el cielo.
Entonces el desierto se convertirá en campo fértil,
    y el campo fértil dará cosechas abundantes.

16 La justicia gobernará en el desierto
    y la rectitud en el campo fértil.
17 Y esta rectitud traerá la paz;
    es cierto, traerá tranquilidad y confianza para siempre.
18 Mi pueblo vivirá seguro, tranquilo en su hogar,
    y encontrará reposo.
19 Aunque se destruya el bosque
    y se derrumbe la ciudad,
20 el Señor bendecirá grandemente a su pueblo.
    Dondequiera que siembre la semilla, brotarán cosechas abundantes
    y su ganado y sus burros pastarán con libertad.

Mensaje acerca de Asiria

33 ¡Qué aflicción les espera a ustedes, asirios, que han destruido a otros,[c]
    pero nunca han sido destruidos!
Traicionan a los demás,
    pero nunca han sido traicionados.
Cuando terminen de destruir,
    serán destruidos.
Cuando terminen de traicionar,
    serán traicionados.
Pero tú, Señor, ten misericordia de nosotros,
    porque hemos esperado en ti.
Sé nuestro brazo fuerte cada día
    y nuestra salvación en los tiempos difíciles.
El enemigo corre al sonido de tu voz;
    cuando te pones en pie, ¡las naciones huyen!
Así como la oruga y la langosta despojan los campos y las vides,
    de la misma forma será despojado el ejército caído de Asiria.

Aunque el Señor es muy grande y vive en el cielo,
    hará de Jerusalén[d] el hogar de su justicia y rectitud.
En aquel día, él será tu cimiento seguro,
    y te proveerá de una abundante reserva de salvación, sabiduría y conocimiento;
    el temor del Señor será tu tesoro.

Pero ahora tus valientes guerreros lloran en público;
    tus embajadores de paz lloran con amarga desilusión.
Tus caminos están abandonados;
    ya nadie viaja por ellos.
Los asirios rompieron su tratado de paz
    y no les importan las promesas que hicieron delante de testigos;[e]
    no le tienen respeto a nadie.
La tierra de Israel se marchita con el duelo;
    el Líbano se seca a causa de la vergüenza.
La llanura de Sarón es ahora un desierto;
    Basán y el Carmelo han sido saqueados.

Gálatas 5:1-12

Libertad en Cristo

Por lo tanto, Cristo en verdad nos ha liberado. Ahora asegúrense de permanecer libres y no se esclavicen de nuevo a la ley.

¡Presten atención! Yo, Pablo, les digo lo siguiente: si dependen de la circuncisión para hacerse justos ante Dios, entonces Cristo no les servirá de nada. Lo repito: si pretenden lograr el favor de Dios mediante la circuncisión, entonces están obligados a obedecer cada una de las ordenanzas de la ley de Moisés. Pues, si ustedes pretenden hacerse justos ante Dios por cumplir la ley, ¡han quedado separados de Cristo! Han caído de la gracia de Dios.

Sin embargo, los que vivimos por el Espíritu esperamos con anhelo recibir por la fe la justicia que Dios nos ha prometido. Pues, una vez que depositamos nuestra fe en Cristo Jesús, de nada sirve estar o no circuncidado. Lo importante es la fe que se expresa por medio del amor.

Ustedes corrían muy bien la carrera. ¿Quién les impidió seguir la verdad? Seguro que no fue Dios, porque él es quien los llamó a ser libres. ¡Esa falsa enseñanza es como un poquito de levadura que impregna toda la masa! 10 Confío en que el Señor los guardará de creer falsas enseñanzas. Dios juzgará a la persona que los está confundiendo, sea quien fuere.

11 Amados hermanos, si yo todavía predicara que ustedes deben circuncidarse—como algunos dicen que hago—, ¿por qué, entonces, aún se me persigue? Si ya no predicara que la salvación es por medio de la cruz de Cristo, nadie se ofendería. 12 Cómo me gustaría que esos perturbadores que quieren mutilarlos a ustedes mediante la circuncisión se mutilaran ellos mismos.[a]

Salmos 63

Salmo de David, acerca de cuando estaba en el desierto de Judá.

63 Oh Dios, tú eres mi Dios;
    de todo corazón te busco.
Mi alma tiene sed de ti;
    todo mi cuerpo te anhela
en esta tierra reseca y agotada
    donde no hay agua.
Te he visto en tu santuario
    y he contemplado tu poder y tu gloria.
Tu amor inagotable es mejor que la vida misma;
    ¡cuánto te alabo!
Te alabaré mientras viva;
    a ti levantaré mis manos en oración.
Tú me satisfaces más que un suculento banquete;
    te alabaré con cánticos de alegría.

Recostado, me quedo despierto
    pensando y meditando en ti durante la noche.
Como eres mi ayudador,
    canto de alegría a la sombra de tus alas.
Me aferro a ti;
    tu fuerte mano derecha me mantiene seguro.

Pero los que traman destruirme acabarán arruinados;
    descenderán a las profundidades de la tierra.
10 Morirán a espada
    y se convertirán en comida de chacales.
11 Pero el rey se alegrará en Dios;
    todos los que juran decir la verdad lo alabarán,
    mientras que los mentirosos serán silenciados.

Proverbios 23:22

22 Escucha a tu padre, que te dio la vida,
    y no desprecies a tu madre cuando sea anciana.

Nueva Traducción Viviente (NTV)

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