The Daily Audio Bible
Today's audio is from the CSB. Switch to the CSB to read along with the audio.
10 El SEÑOR dice: «Ahora es mi turno de levantarme,
de mostrar mi grandeza y poder.
11 Lo que ustedes planean y ejecutan es paja y basura.
Su aliento es fuego que acabará con ustedes.
12 Las naciones quedarán reducidas a cenizas;
arderán en el fuego como espinos cortados.
13 Ustedes, los que están lejos,
entérense de lo que he hecho.
Y ustedes, los que están cerca,
dense cuenta de mi poder.
14 Los pecadores de Sion están temerosos.
El temor se ha apoderado de los que no respetan a Dios».
Ellos dicen: «¿Quién de nosotros puede vivir
eternamente en fuego consumidor?
¿Quién de nosotros puede vivir
eternamente en una hoguera?»
15 Los que vivan justamente
y hablen de manera honesta;
los que rechacen el dinero obtenido explotando al pueblo;
los que no acepten sobornos;
los que se nieguen a participar en asesinatos
y aparten sus ojos del mal,
16 vivirán seguros.
Se refugiarán en una fortaleza en las rocas;
tendrán alimento
y no les faltará el agua.
17 Tus ojos verán al rey en su esplendor
y contemplarás una tierra que se extiende hasta muy lejos.
18 Reflexionarás acerca del terror:
«¿Dónde está el contador?
¿Dónde está el que comprobaba el peso?
¿Dónde está el que lleva el registro de las torres?»
19 Ya no verás a la gente arrogante,
que hablaba una lengua difícil de entender,
un idioma confuso que tú no entendías.
20 Mira a Sion,
la ciudad de nuestras fiestas religiosas.
Tus ojos verán a Jerusalén, hogar seguro
y carpa que no será removida.
Jamás quitarán sus estacas,
ni le romperán alguna de sus cuerdas.
21 Sino que allí estará el SEÑOR,
majestuoso, a nuestro favor,
como un lugar con ríos y amplias corrientes.
Lugar sin barcos de remos ni naves poderosas.
22 Porque el SEÑOR será nuestro gobernante;
el SEÑOR será nuestro legislador.
El SEÑOR será nuestro Rey;
él nos salvará.
23 Tus cuerdas se desataron.
No pueden sostener el mástil
ni izar las velas.
Se repartirá un buen botín
y hasta el cojo tomará parte en el saqueo.
24 Ningún habitante dirá: «Estoy enfermo».
El pueblo que viva allí tendrá perdón de pecados.
Castigo para las naciones
34 Acérquense, naciones, escuchen.
Pueblos, pongan atención.
Que toda la tierra y lo que hay en ella escuchen,
el mundo y todo lo que él produce.
2 El SEÑOR está enojado con todas las naciones
y con todos sus ejércitos.
Los ha condenado a una destrucción total;
los ha entregado a la muerte.
3 Los muertos quedarán tirados;
despedirán mal olor,
y su sangre correrá por las montañas.
4 Los astros en su totalidad se desintegrarán,
y el cielo se enrollará como un pergamino.
Todos los astros se apagarán
como cuando las hojas de una vid
o de una higuera se marchitan y caen.
5 Cuando se haya saciado mi espada en los cielos, bajaré a Edom,
pueblo que he condenado a muerte.
6 El SEÑOR tiene una espada,
está cubierta de sangre,
está cubierta de sebo,
con la sangre de corderos y cabras,
con el sebo de riñones de carneros.
Es que el SEÑOR ofrecerá un sacrificio en Bosra[a],
una gran matanza en la tierra de Edom.
7 Caerán con ellos los toros salvajes,
los terneros junto con los toros.
Su tierra quedará empapada en sangre
y el suelo cubierto de su sebo.
8 Porque el SEÑOR ha determinado el día de su venganza:
un año de arreglar cuentas a favor de Sion.
9 Los ríos de Edom se volverán brea
y el suelo se volverá sulfuro.
Su tierra será como brea ardiente.
10 No se apagará ni de día ni de noche
y echará humo eternamente.
Quedará desolada generación tras generación.
Nadie viajará a través de ella.
11 Los pelícanos y erizos se adueñarán de ella.
Servirá de nicho para los búhos y los cuervos.
El SEÑOR tomará medidas en Edom:
extenderá la cinta del caos
y la plomada de la desolación.[b]
12 Allí los nobles no tendrán nada
a lo que puedan llamar un reino;
todos sus príncipes desaparecerán.
13 Sus fortalezas se llenarán de espinos
y en sus ciudades amuralladas crecerán ortigas y cardos.
Se volverá un refugio de chacales
y un sitio para que vivan los búhos.
14 Servirá de encuentro para los gatos monteses y las hienas.
Allí las cabras salvajes se llamarán unas a otras.
Allí el animal nocturno[c] vivirá
y encontrará descanso.
15 Los búhos anidarán y pondrán sus huevos;
bajo sus alas incubarán y protegerán sus crías.
Allí también se reunirán los buitres,
cada uno con su pareja.
16 Examinen el libro del SEÑOR
y léanlo en voz alta.
Que no se omita nada,
que no se pierda ni un renglón paralelo.
Pues el SEÑOR los pronunció con su boca
y su Espíritu los reunió.
17 Dios tiró los dados para decidirles su suerte,
su mano fue la que les señaló su hábitat.
Lo poseerán para siempre
y vivirán allí de generación en generación.
Dios da ánimo a su pueblo
35 Se alegrarán el desierto
y la tierra seca.
El desierto se pondrá feliz
y brotarán las flores silvestres;
2 contento florecerá,
gritando de alegría.
Se le dará la belleza del Líbano,
el esplendor del Carmelo y de Sarón.
Verán la gloria del SEÑOR,
el esplendor y la majestad de nuestro Dios.
3 Fortalezcan las manos cansadas,
y afirmen las rodillas débiles.
4 Díganles a los temerosos:
«Sean fuertes, no teman,
aquí está su Dios.
Ya viene la compensación,
la retribución de Dios.
Él vendrá a rescatarlos».
5 Entonces los ciegos verán
y los sordos oirán.
6 Los cojos saltarán como venados
y los mudos cantarán de alegría.
Porque brotará agua en la tierra seca
y manantiales en el desierto.
7 La arena ardiente se convertirá en un lago
y la tierra seca en fuentes de aguas.
La guarida de descanso para chacales,
se convertirá en juncos y cañas.
8 Habrá una carretera
que será llamada «El Camino a la Santidad».
No será transitada por gente impura,
sino por aquellos que siguen el camino de la santidad.
Los necios no caminarán por él.
9 Allí no habrá leones,
ni se aparecerán bestias salvajes.
No estarán ahí,
será sólo para que transite la gente que ha sido rescatada.
10 Los rescatados por el SEÑOR volverán
y entrarán cantando a Sion.
Serán felices eternamente.
Vivirán rebosantes de gozo y alegría;
la tristeza y los quejidos se alejarán de ellos.
Invasión de los asirios
(2 R 18:13-37; 2 Cr 32:1-19)
36 Durante el año 14 del reinado de Ezequías, Senaquerib, rey de Asiria, salió a atacar todas las ciudades fortificadas de Judá y las capturó. 2 El rey de Asiria mandó desde Laquis a su comandante en jefe, junto con un gran ejército, a Jerusalén para atacar al rey Ezequías. Tomó su posición junto al acueducto del estanque superior en el camino que lleva al Campo del Lavandero. 3 Salieron a reunirse con él Eliaquín hijo de Jilquías, que era el administrador del palacio real, el cronista Sebna y Joa hijo de Asaf, que era el secretario. 4 El comandante en jefe les dijo:
—Díganle a Ezequías que esto es lo que dice el gran rey, el rey de Asiria:
»¿Por qué estás tan confiado? 5 ¿Acaso piensas que la guerra se hace tan solo con palabras? ¿En quién te apoyas para rebelarte contra mí? 6 Mira, tú estás confiando en esa vara astillada que es Egipto. Si uno se apoya en ella, hiere y traspasa la mano. Eso es lo que es el faraón, rey de Egipto, para todos los que se apoyan en él. 7 Si me sales con eso de que “confiamos en el SEÑOR, nuestro Dios”, ¿no es ese el mismo del que Ezequías ordenó quitar los altares y los santuarios de las colinas cuando les dijo a Judá y a Jerusalén: “Ustedes sólo deben adorar frente a este altar”?
8 »Ahora, haz un tratado con mi señor, el rey de Asiria. Te daré 2000 caballos si puedes conseguir jinetes que los monten. 9 ¿No irás a rechazar la oferta de un capitán, así sea uno de los menos importantes de mi señor y ponerte a confiar en el rey de Egipto para que te dé carros de combate y caballos? 10 Mira, ¿crees que vine a destruir este país sin la ayuda del SEÑOR? Pues el mismo SEÑOR fue el que me dijo: “Sube y destruye ese país”.
11 Entonces, Eliaquín, Sebna y Joa le dijeron al comandante en jefe asirio:
—Por favor, háblanos en arameo, pues nosotros tus siervos entendemos ese idioma. No nos hables en el idioma de Judá porque nos escuchará la gente que está sobre la muralla.
12 Pero el comandante en jefe dijo:
—¿Acaso mi señor me mandó a hablarles sólo a su señor y a ustedes? ¿No me mandó él a decirle a la gente que está sentada en la muralla y a ustedes, que se tendrán que comer sus propios excrementos y beber su propia orina[d]?
13 Luego se puso en pie y gritó fuerte en el lenguaje de Judá:
—Oigan lo que les dice el gran rey, el rey de Asiria. 14 Esto es lo que él dice:
»No se dejen engañar por Ezequías, porque él no los podrá librar. 15 No permitan que Ezequías los haga confiar en el SEÑOR, diciendo: “Seguro que el SEÑOR nos librará, no dejará que esta ciudad caiga en manos del rey de Asiria”.
16 »No oigan a Ezequías, porque esto es lo que dice el rey de Asiria: “Hagan un tratado de paz conmigo y ríndanse, y permitiré que cada uno de ustedes se alimente de su propia vid y de su propia higuera, y que beba de su propio pozo. 17 Eso será hasta que yo venga y los lleve a un país como el de ustedes, un país con grano, vino, pan y viñedos”.
18 »Cuídense de no dejarse convencer por Ezequías con eso de que “el SEÑOR nos rescatará”. ¿Acaso alguno de los dioses de las otras naciones ha librado a su pueblo de las manos del rey de Asiria? 19 ¿Dónde están los dioses de Jamat y de Arfad?[e] ¿Dónde están los dioses de Sefarvayin[f]? ¿Libraron a Samaria de caer en mis manos? 20 ¿Cuál de los dioses de esas naciones las ha librado de caer en mis manos? ¿Cómo pues podrá el SEÑOR librar a Jerusalén de mí?
21 Pero el pueblo permaneció en silencio y no le contestó nada, porque el rey había dado orden de no contestarle nada.
22 Entonces, Eliaquín hijo de Jilquías, que estaba a cargo de la administración del palacio, Sebna el escriba, y el cronista Joa hijo de Asaf, fueron a donde estaba Ezequías con su ropa rasgada en señal de aflicción y le contaron todo lo que el comandante en jefe había dicho.
13 Hermanos, Dios los ha llamado para ser libres. Pero no permitan que la libertad sea una excusa para complacer sus deseos perversos. Mejor ayúdense los unos a los otros siempre con amor. 14 (A)Pues toda la ley se puede resumir en una sola frase: «Ama a tus semejantes como a ti mismo».[a] 15 Pero si ustedes siguen atacándose y haciéndose daño unos a otros, van a terminar por destruirse todos.
El Espíritu contra la carne
16 Por eso les doy este consejo: dejen que el Espíritu guíe su vida y no complazcan los deseos perversos de su naturaleza carnal. 17 Nuestra naturaleza carnal desea lo que está en contra del Espíritu y el Espíritu desea lo que está en contra de la naturaleza carnal. Los dos se oponen. Por eso resulta que ustedes no están haciendo lo que realmente quieren, 18 pero si se dejan guiar por el Espíritu, quedan libres de la ley.
19 Está muy claro que las cosas que hace nuestra naturaleza carnal son: inmoralidad sexual, impureza, descontrol, 20 idolatría, participar en brujerías, odio, discordia, celos, iras, rivalidades, peleas, divisiones, 21 envidias, borracheras, parrandas y otras cosas parecidas. Ya les advertí contra eso y ahora les vuelvo a decir lo mismo, que todos los que hacen eso no tendrán parte en el reino de Dios.
22 En cambio, el Espíritu produce amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, 23 humildad y dominio propio. No existe ninguna ley en contra de esas cosas. 24 Todos los que pertenecen a Cristo han crucificado su naturaleza carnal con sus pasiones y sentimientos egoístas. 25 Ya que el Espíritu nos da vida, debemos dejarlo que nos guíe. 26 No seamos orgullosos, ni envidiosos ni causemos peleas entre nosotros mismos.
Lo justos confían en Dios
Al director. Canción de David.
1 Dios mío, escucha mi queja,
protégeme de las amenazas de mis enemigos.
2 Protégeme de los planes secretos de los delincuentes;
escóndeme de esa pandilla de perversos.
3 Afilan su lengua como afilar una espada;
lanzan palabras venenosas como si fueran flechas.
4 De repente disparan flechas contra gente inocente;
nadie los ve en sus escondites.
5 Se animan unos a otros a hacer el mal.
Planean juntos cómo tender sus trampas a los demás
y están seguros de que nadie podrá descubrirlos.
6 Ellos planean hacer injusticias,
hacen investigaciones minuciosas.
El ser humano puede llegar a ser muy malo,
es muy difícil saber qué es lo que realmente está pensando.
7 Pero Dios les lanzará sus flechas,
caerán heridos sin previo aviso.
8 Sus propias palabras los harán caer,
el que los vea se burlará de ellos.
9 Todo el mundo verá lo que Dios es capaz de hacer
y se lo contará a los demás.
Así todos conocerán lo que Dios es capaz de hacer.
10 Los justos confían en Dios,
y el SEÑOR les da refugio.
La gente honesta se sentirá bien.
23 Vale la pena invertir para obtener la verdad,
la sabiduría, el aprendizaje y el entendimiento;
invierte en ellos y no los vendas.
© 2005, 2015 Bible League International