Print Page Options
Previous Prev Day Next DayNext

The Daily Audio Bible

This reading plan is provided by Brian Hardin from Daily Audio Bible.
Duration: 731 days

Today's audio is from the NIV. Switch to the NIV to read along with the audio.

Biblia del Jubileo (JBS)
Version
Jeremías 10-11

10 Oíd la palabra que el SEÑOR ha hablado sobre vosotros, oh Casa de Israel.

Así dijo el SEÑOR: No aprendáis el camino de los gentiles, ni de las señales del cielo tengáis temor, aunque los gentiles las teman.

Porque las ordenanzas de los pueblos son vanidad; porque leño del monte cortaron, obra de manos de artífice con cepillo.

Con plata y oro lo engalanan; con clavos y martillo lo afirman, para que no se caiga.

Como palma lo igualan, y no hablan; son llevados, porque no pueden andar. No tengáis temor de ellos; porque ni pueden hacer mal, ni para hacer bien tienen poder.

No hay semejante a ti, oh SEÑOR; grande eres tú, y grande tu Nombre en fortaleza.

¿Quién no te temerá, oh Rey de los gentiles? Porque a ti compete ello; porque entre todos los sabios de los gentiles, y en todos sus reinos, no hay semejante a ti.

Y todos se volverán locos y carnales. Enseñanza de vanidades es el mismo leño.

Traerán plata batida de Tarsis, y oro de Ufaz; obrará el artífice, y las manos del fundidor; los vestirán de cárdeno y de púrpura; obra de peritos es todo.

10 Mas el SEÑOR Dios es la Verdad; él mismo es Dios Vivo y Rey Eterno; de su ira tiembla la tierra, y los gentiles no pueden sufrir su furor.

11 Les diréis así: dioses que no hicieron los cielos ni la tierra, perezcan de la tierra y de debajo de estos cielos.

12 El que hace la tierra con su potencia, el que pone en orden el mundo con su saber, y extiende los cielos con su inteligencia;

13 a su voz se da muchedumbre de aguas en el cielo, y hace subir las nubes de lo postrero de la tierra; hace los relámpagos con la lluvia, y hace salir el viento de sus escondederos.

14 Todo hombre es carnal en su ciencia. Avergüéncese de su vaciadizo todo fundidor, porque mentira es su obra de fundición, ni hay espíritu en ellos;

15 vanidad son, obra de escarnios; en el tiempo de su visitación perecerán.

16 No es como ellos la suerte de Jacob; porque él es el Hacedor de todo, e Israel es la vara de su herencia; el SEÑOR de los ejércitos es su Nombre.

17 Recoge de las tierras tus mercaderías, la que moras en lugar fuerte.

18 Porque así dijo el SEÑOR: He aquí que esta vez arrojaré con honda los moradores de la tierra, y he de afligirlos, para que lo hallen.

19 ¡Ay de mí, por mi quebrantamiento! Mi llaga es muy dolorosa. Pero yo dije: Ciertamente enfermedad mía es ésta, y debo sufrirla.

20 Mi tienda es destruida, y todas mis cuerdas están rotas; mis hijos fueron sacados de mí, y perecieron; no hay ya más quien extienda mi tienda, ni quien levante mis cortinas.

21 Porque los pastores se enloquecieron, y no buscaron al SEÑOR; por tanto, no entendieron, y todo su ganado se esparció.

22 He aquí que voz de fama viene, y alboroto grande de la tierra del aquilón, para tornar en soledad todas las ciudades de Judá, en morada de dragones.

23 Conozco, oh SEÑOR, que el hombre no es señor de su propio camino, ni del hombre que camina es el ordenar sus pasos.

24 Castígame, oh SEÑOR, mas con juicio; no con tu furor, para que no me aniquiles.

25 Derrama tu enojo sobre los gentiles que no te conocen, y sobre las naciones que no invocan tu Nombre; porque se comieron a Jacob, y lo devoraron, y le han consumido, y su morada destruyeron.

11 Palabra que vino del SEÑOR, a Jeremías, diciendo:

Oíd las palabras de este Pacto, y hablad a todo varón de Judá, y a todo morador de Jerusalén.

Y les dirás tú: Así dijo el SEÑOR Dios de Israel: Maldito el varón que no oyere las palabras de este Pacto,

el cual mandé a vuestros padres el día que los saqué de la tierra de Egipto, del horno de hierro, diciéndoles: Oíd mi voz, y cumplid mis palabras, conforme a todo lo que os mando, y me seréis por pueblo, y yo seré a vosotros por Dios;

para que confirme el juramento que hice a vuestros padres, que les daría la tierra que corre leche y miel, como este día. Y respondí, y dije: Amén, oh SEÑOR.

Y el SEÑOR me dijo: Pregona todas estas palabras en las ciudades de Judá y en las plazas de Jerusalén, diciendo: Oíd las palabras de este Pacto, y ponedlas por obra.

Porque con eficacia protesté a vuestros padres el día que los hice subir de la tierra de Egipto hasta el día de hoy, madrugando y protestando, diciendo: Oíd mi voz.

Mas no oyeron, ni inclinaron su oído, antes se fueron cada uno tras la imaginación de su corazón malvado; por tanto, traeré sobre ellos todas las palabras de este Pacto, el cual mandé que cumplieran, y no lo cumplieron.

Y me dijo el SEÑOR: Conjuración se ha hallado en los varones de Judá, y en los moradores de Jerusalén.

10 Se han vuelto a las iniquidades de sus primeros padres, los cuales no quisieron escuchar mis palabras, antes se fueron tras dioses ajenos para servirles; la Casa de Israel y la Casa de Judá invalidaron mi Pacto, el cual yo había concertado con sus padres.

11 Por tanto, así dijo el SEÑOR: He aquí yo traigo sobre ellos mal del cual no podrán salir; y clamarán a mí, y no los oiré.

12 E irán las ciudades de Judá y los moradores de Jerusalén, y clamarán a los dioses a quienes queman ellos inciensos, los cuales no los podrán salvar en el tiempo de su mal.

13 Porque según el número de tus ciudades fueron tus dioses, oh Judá; y según el número de tus calles, oh Jerusalén, pusisteis los altares de confusión, altares para ofrecer sahumerios a Baal.

14 Tú, pues, no ores por este pueblo, ni levantes por ellos clamor ni oración; porque yo no oiré el día que clamaren a mí en su aflicción.

15 ¿Qué tiene mi amado en mi Casa, habiendo hecho muchas abominaciones? Y las carnes santas pasarán de sobre ti, porque en tu maldad te gloriaste.

16 Oliva verde, hermosa en fruto y en parecer, llamó el SEÑOR tu nombre. A la voz de gran palabra hizo encender fuego sobre ella, y quebraron sus ramas.

17 Pues el SEÑOR de los ejércitos, el que te planta, pronunció mal contra ti, a causa de la maldad de la Casa de Israel y de la Casa de Judá, que hicieron a sí mismos, provocándome a ira incensando a Baal.

18 Y el SEÑOR me lo hizo saber, y lo conocí; entonces me hiciste ver sus obras.

19 Y yo como carnero o buey que llevan a degollar, pues no entendía que maquinaban contra mí designios, diciendo: Destruyamos el árbol con su fruto, y cortémoslo de la tierra de los vivientes, y no haya más memoria de su nombre.

20 Mas, oh SEÑOR de los ejércitos, que juzgas justicia, que pruebas los riñones y el corazón, vea yo tu venganza en ellos; porque a ti he descubierto mi causa.

21 Por tanto, así dijo el SEÑOR acerca de los varones de Anatot, que buscan tu alma, diciendo: No profetices en nombre del SEÑOR, y no morirás a nuestras manos;

22 por tanto, así dijo el SEÑOR de los ejércitos: He aquí que yo los visito; los jóvenes morirán a espada; sus hijos y sus hijas morirán de hambre;

23 y no quedará remanente de ellos; porque yo traeré mal sobre los varones de Anatot, año de su visitación.

Colosenses 3:18-4

18 ¶ Casadas, estad sujetas a vuestros propios maridos, como conviene en el Señor.

19 Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis desapacibles con ellas.

20 Hijos, obedeced a vuestros padres en todo; porque esto agrada al Señor.

21 Padres, no irritéis a vuestros hijos, para que no se vuelvan de poco ánimo.

22 Esclavos, oigan en todo a vuestros amos carnales, no sirviendo al ojo, como los que agradan solamente a los hombres, sino con sencillez de corazón, temiendo a Dios;

23 y todo lo que hagáis, hacedlo de buen ánimo, como al Señor, y no a los hombres;

24 estando ciertos que del Señor recibiréis el salario de herencia, porque al Señor Cristo servís.

25 Mas el que hace injuria, recibirá la injuria que hiciere; ya que no hay acepción de personas.

¶ Amos, haced lo que es justo y derecho con vuestros esclavos, sabiendo que también vosotros tenéis amo en los cielos.

¶ Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias;

orando también juntamente por nosotros, que el Señor nos abra la puerta de la palabra, para que hablemos el misterio del Cristo, (por el cual aun estoy preso),

para que lo manifieste como me conviene hablar.

¶ Andad en sabiduría para con los extraños, ganando la ocasión.

Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal; para que sepáis cómo os conviene responder a cada uno.

¶ Todos mis negocios os lo hará saber Tíquico, hermano amado y fiel ministro y conesclavo en el Señor,

el cual os he enviado a esto mismo, para que entienda vuestros negocios, y consuele vuestros corazones;

con Onésimo, amado y fiel hermano, el cual es de vosotros. Todo lo que acá pasa, os lo harán saber.

10 Aristarco, mi compañero en la prisión, os saluda, y Marcos, el sobrino de Bernabé (acerca del cual habéis recibido mandamientos; si fuere a vosotros, recibidle),

11 y Jesús, el que se llama el Justo; los cuales son de la circuncisión, éstos solos son los que me ayudan en el Reino de Dios, y me han sido consuelo.

12 Os saluda Epafras, el cual es de vosotros, esclavo de Cristo, siempre solícito por vosotros en sus oraciones, para que estéis firmes, perfectos y cumplidos en todo lo que Dios quiere.

13 Porque les doy testimonio, que tiene gran celo por vosotros, y por los que están en Laodicea, y los que están en Hierápolis.

14 Os saluda Lucas, el médico amado, y Demas.

15 Saludad a los hermanos que están en Laodicea, y a Ninfas, y a la Iglesia que está en su casa.

16 Y cuando esta carta fuere leída entre vosotros, haced que también sea leída en la Iglesia de los laodicenses; y la de Laodicea que la leáis también vosotros.

17 Y decid a Arquipo: Mira que cumplas el ministerio que has recibido en el Señor.

18 La salutación de mi mano, de Pablo. Acordaos de mis prisiones. La gracia sea con vosotros. Amén.

Salmos 78:56-72

56 Mas tentaron y enojaron al Dios Altísimo, y no guardaron sus testimonios;

57 sino que se volvieron, y se rebelaron como sus padres; se volvieron como arco engañoso.

58 Y le enojaron con sus lugares altos, y le provocaron a celo con sus esculturas.

59 Lo oyó Dios, y se enojó, y en gran manera aborreció a Israel.

60 Por esta causa dejó el tabernáculo de Silo, la tienda en que habitó entre los hombres;

61 y dio en cautividad su fortaleza, y su gloria en mano del enemigo.

62 Entregó también su pueblo a espada, y se airó contra su heredad.

63 El fuego devoró sus jóvenes, y sus vírgenes no fueron loadas en cantos nupciales.

64 Sus sacerdotes cayeron a espada, y sus viudas no se lamentaron.

65 Entonces despertó el Señor a la manera del que ha dormido, como un valiente que grita a causa del vino:

66 e hirió a sus enemigos en las partes posteriores; les dio perpetua afrenta.

67 Y aborreció la tienda de José, y no escogió la tribu de Efraín.

68 Sino que escogió la tribu de Judá, el monte de Sion, al cual amó.

69 Y edificó su santuario a manera de eminencia, como la tierra que cimentó para siempre.

70 Y eligió a David su esclavo, y lo tomó de las majadas de las ovejas;

71 de tras las paridas lo trajo, para que apacentara a Jacob su pueblo, y a Israel su heredad.

72 Y los apacentó con entereza de su corazón; y los pastoreó con la inteligencia de sus manos.

Proverbios 24:28-29

28 ¶ No seas testigo falso contra tu prójimo; y no lisonjees con tus labios.

29 No digas: Como me hizo, así le haré; daré el pago al varón según su obra.

Biblia del Jubileo (JBS)

Biblia del Jubileo 2000 (JUS) © 2000, 2001, 2010, 2014, 2017, 2020 by Ransom Press International