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The Daily Audio Bible

This reading plan is provided by Brian Hardin from Daily Audio Bible.
Duration: 731 days

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Nueva Biblia de las Américas (NBLA)
Version
Jeremías 42:1-44:23

Jeremías se opone a la huida a Egipto

42 Entonces se acercaron todos los jefes[a] de las tropas, Johanán, hijo de Carea, Jezanías(A), hijo de Osaías, y todo el pueblo desde el menor hasta el mayor(B), y dijeron al profeta Jeremías: «Llegue[b] ahora ante ti nuestra súplica(C), y ruega al Señor tu Dios por nosotros(D), por todo este remanente, porque quedamos pocos de muchos que éramos(E), como pueden ver tus ojos, para que el Señor tu Dios nos indique el camino por donde debemos ir(F) y lo que debemos hacer».

Entonces el profeta Jeremías les dijo: «Los he oído. Voy a orar al Señor su Dios conforme a sus palabras(G), y todas las palabras que el Señor les responda, yo se las declararé(H). No les ocultaré palabra alguna(I)». Y ellos dijeron a Jeremías: «Que el Señor sea un testigo(J) veraz y fiel contra nosotros si no obramos conforme a toda palabra que el Señor tu Dios te mande para nosotros. Sea buena o mala, escucharemos la voz del Señor nuestro Dios(K) a quien te enviamos, para que nos vaya bien cuando escuchemos la voz del Señor nuestro Dios(L)».

Después de diez días, vino la palabra del Señor(M) a Jeremías. Entonces llamó a Johanán, hijo de Carea, y a todos los jefes[c] de las tropas que estaban con él, y a todo el pueblo desde el menor hasta el mayor, y Jeremías les dijo: «Así dice el Señor, Dios de Israel, a quien me enviaron(N) para presentar delante de Él la súplica de ustedes: 10 “Si se quedan en esta tierra, entonces los edificaré y no los derribaré, los plantaré y no los arrancaré(O), porque estoy arrepentido del[d] mal que les he hecho(P). 11 No teman al rey de Babilonia(Q), a quien temen; no le teman”, declara el Señor, “porque Yo estoy con ustedes para salvarlos y librarlos de su mano(R).

12 ”También tendré compasión de ustedes(S), para que él les tenga compasión y los restaure a la tierra de ustedes. 13 Pero si dicen: ‘No nos quedaremos en esta tierra’, no obedeciendo así la voz del Señor su Dios(T), 14 y dicen: ‘No, sino que iremos a la tierra de Egipto(U), donde no veremos guerra, ni oiremos el sonido de la trompeta, ni tendremos hambre de pan(V), y allí nos quedaremos’; 15 en este caso, oigan la palabra del Señor, remanente de Judá. Así dice el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: ‘Si se obstinan en[e] entrar en Egipto, y entran para residir allí(W), 16 entonces sucederá que la espada que ustedes temen los alcanzará allí en la tierra de Egipto, y el hambre que les preocupa(X) les seguirá de cerca allí en Egipto, y allí morirán. 17 Así pues, todos los hombres que se obstinen en[f] ir a Egipto para residir allí, morirán a espada, de hambre y de pestilencia(Y). No les quedará sobreviviente(Z) ni quien escape del mal que voy a traer sobre ellos’”».

18 Porque así dice el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: «Como se derramó Mi ira y Mi furor sobre los habitantes de Jerusalén(AA), así se derramará Mi furor sobre ustedes cuando entren en Egipto. Y serán motivo de maldición, de horror, de imprecación y de oprobio(AB), y no verán más este lugar(AC)». 19 El Señor les ha hablado(AD), remanente de Judá: «No entren en Egipto». Sépanlo bien(AE), que hoy lo he declarado contra ustedes(AF). 20 Porque se engañan a sí mismos[g], pues ustedes fueron los que me enviaron al Señor su Dios, diciendo(AG): «Ruega por nosotros al Señor nuestro Dios, y lo que el Señor nuestro Dios diga, nos lo haces saber y lo haremos». 21 Y hoy se lo he declarado, pero no han escuchado la voz del Señor su Dios(AH), ni en cosa alguna de lo que Él me ha enviado a decirles(AI). 22 Ahora pues, sépanlo bien, que morirán(AJ) a espada, de hambre y de pestilencia(AK) en el lugar adonde desean ir a residir.

Huida del pueblo a Egipto

43 Pero tan pronto como Jeremías terminó de hablar a todo el pueblo todas las palabras del Señor su Dios, es decir, todas estas palabras con las cuales el Señor(AL) su Dios le había enviado, Azarías, hijo de Osaías, y Johanán, hijo de Carea(AM), y todos los hombres arrogantes dijeron a Jeremías: «Es mentira lo que dices(AN). El Señor nuestro Dios no te ha enviado a decir: “No deben entrar en Egipto para residir allí”; sino que Baruc, hijo de Nerías(AO), te provoca contra nosotros para entregarnos en mano de los caldeos, a fin de que nos maten o nos deporten a Babilonia».

Así que Johanán, hijo de Carea, ni ninguno de los jefes[h] de las tropas, ni nadie del pueblo(AP), obedecieron la voz del Señor(AQ), de quedarse en la tierra(AR) de Judá, sino que Johanán, hijo de Carea, y todos los jefes[i] de las tropas, tomaron a todo el remanente de Judá(AS) que había vuelto de todas las naciones a las cuales habían sido dispersados, para residir en la tierra de Judá: a hombres, mujeres y niños, a las hijas del rey y a toda persona que Nabuzaradán, capitán de la guardia, había dejado con Gedalías, hijo de Ahicam(AT) y nieto[j] de Safán, y también al profeta Jeremías(AU) y a Baruc, hijo de Nerías, y entraron en la tierra de Egipto (pues no escucharon la voz del Señor) y llegaron hasta Tafnes(AV).

Entonces vino la palabra del Señor a Jeremías en Tafnes(AW): «Toma en tus manos[k] piedras grandes y escóndelas en la mezcla en la terraza de ladrillo[l] que está a la entrada del palacio[m] de Faraón en Tafnes, a vista de los[n] judíos, 10 y diles: “Así dice el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: ‘Voy a enviar que traigan a Nabucodonosor, rey de Babilonia, siervo Mío(AX), y pondré su trono sobre estas piedras que he escondido(AY), y él extenderá su pabellón sobre ellas. 11 Vendrá y herirá la tierra de Egipto; los que sean para la muerte, a la muerte, los que para el cautiverio, al cautiverio, y los que para la espada(AZ), a la espada(BA). 12 Prenderá[o] fuego a los templos[p] de los dioses de Egipto(BB), los quemará y se[q] llevará cautivos a sus ídolos. Y se envolverá de la tierra de Egipto como el pastor se envuelve con su capa(BC), y saldrá de allí en paz. 13 También quebrará los obeliscos[r] de Heliópolis[s], que está en la tierra de Egipto, y prenderá fuego a los templos[t] de los dioses de Egipto’”».

Profecía de Jeremías a los judíos en Egipto

44 La palabra que vino a Jeremías para todos los judíos que moraban en la tierra de Egipto, los que moraban en Migdol, en Tafnes(BD), en Menfis[u](BE) y en la tierra de Patros(BF): «Así dice el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: “Ustedes han visto toda la calamidad que he traído sobre Jerusalén y sobre todas las ciudades de Judá, y que hoy están en ruinas y que en ellas no hay morador(BG) alguno, a causa de la maldad que ellos cometieron(BH) para provocarme a ira(BI), quemando constantemente sacrificios[v] y sirviendo a otros dioses que no habían conocido, ni ellos, ni ustedes, ni sus padres(BJ). Con todo, les envié a todos Mis siervos los profetas repetidas veces[w](BK), diciéndoles: ‘No hagan ahora esta cosa abominable que Yo aborrezco(BL)’. Pero no escucharon ni prestaron atención para apartarse de su maldad, para dejar de quemar sacrificios a otros dioses(BM). Por tanto, se derramó Mi ira y Mi furor y ardió en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén(BN), que fueron convertidas en ruinas y en desolación(BO), como lo están hoy.

”Ahora pues, así dice el Señor Dios de los ejércitos, el Dios de Israel: ‘¿Por qué ustedes se hacen un daño tan grande a sí mismos(BP) cortando de entre ustedes a hombre y mujer, niño(BQ) y lactante de en medio de Judá, sin que les quede remanente, provocándome a ira con la obra de sus manos, quemando sacrificios a otros dioses(BR) en la tierra de Egipto(BS), adonde han entrado a residir, de modo que sean exterminados y vengan a ser maldición y oprobio entre todas las naciones de la tierra(BT)? ¿Han olvidado las maldades de sus padres, las maldades de los reyes de Judá y las maldades de sus mujeres, las propias maldades de ustedes y las maldades de sus mujeres, que cometieron en la tierra de Judá y en las calles de Jerusalén(BU)? 10 Pero hasta hoy no se han humillado[x](BV), ni han temido, ni han andado en Mi ley ni en Mis estatutos que puse delante de ustedes(BW) y delante de sus padres’”.

11 »Por tanto, así dice el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: “Yo volveré el rostro contra ustedes para mal(BX), y para destruir a todo Judá. 12 Quitaré el remanente de Judá que ha decidido[y] entrar en la tierra de Egipto para residir allí, y serán acabados en la tierra de Egipto; caerán a espada, por el hambre serán acabados(BY). Tanto el pequeño como el grande morirán a espada y de hambre(BZ). Serán motivo de maldición, de horror, de imprecación y de oprobio(CA). 13 Castigaré a los que moran en la tierra de Egipto, como he castigado a Jerusalén, con espada, con hambre(CB) y con pestilencia. 14 Así que no quedará quien escape ni quien sobreviva del remanente de Judá que ha entrado en la tierra de Egipto(CC) para residir allí, para luego volver a la tierra de Judá a la cual anhelan volver[z] a fin de morar allí(CD), porque ninguno volverá(CE), excepto unos pocos fugitivos”».

15 Entonces todos los hombres que sabían que sus mujeres quemaban sacrificios a otros dioses, junto con todas las mujeres que estaban presentes, una gran multitud, y todo el pueblo(CF) que moraba en la tierra de Egipto, en Patros, respondieron a Jeremías: 16 «En cuanto al mensaje[aa](CG) que nos has hablado en el nombre del Señor, no vamos a escucharte(CH), 17 sino que ciertamente cumpliremos toda palabra que ha salido de nuestra boca(CI), y quemaremos[ab] sacrificios a la reina del cielo(CJ), derramándole libaciones, como hacíamos nosotros, nuestros padres, nuestros reyes y nuestros príncipes en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén(CK). Entonces teníamos bastante alimento[ac](CL), prosperábamos y no veíamos mal alguno. 18 Pero desde que dejamos de quemar sacrificios a la reina del cielo y de derramarle libaciones, carecemos de todo(CM), y por la espada y por el hambre hemos sido acabados». 19 Y las mujeres dijeron: «Cuando nosotras quemábamos sacrificios a la reina del cielo(CN) y le derramábamos libaciones, ¿acaso no sabían nuestros maridos(CO) que le hacíamos tortas con su imagen[ad] y le derramábamos libaciones?».

20 Entonces Jeremías habló a todo el pueblo, a hombres y a mujeres, a todo el pueblo que así le respondía: 21 «En cuanto a los sacrificios que han quemado en las ciudades(CP) de Judá y en las calles de Jerusalén(CQ), ustedes y sus padres, sus reyes y sus príncipes y el pueblo de la tierra, ¿no se ha acordado el Señor de ellos, y no ha venido esto a Su mente[ae](CR)? 22 El Señor no pudo soportar más, a causa de la maldad de las obras(CS) de ustedes y a causa de las abominaciones que habían cometido(CT). Por eso su tierra fue convertida en ruinas, en objeto de horror y maldición, sin habitantes(CU), como está hoy. 23 Porque ustedes quemaron sacrificios y pecaron contra el Señor y no obedecieron la voz del Señor ni anduvieron en Su ley(CV), ni en Sus estatutos, ni en Sus testimonios, por tanto, les ha sobrevenido esta calamidad(CW), como sucede hoy(CX)».

2 Timoteo 2:1-21

El buen soldado de Jesucristo

Tú, pues, hijo mío(A), fortalécete en la gracia(B) que hay en Cristo Jesús(C). Y lo que has oído de mí(D) en la presencia de muchos testigos(E), eso encarga[a](F) a hombres fieles(G) que sean capaces de enseñar también a otros(H). Sufre penalidades[b](I) conmigo, como buen soldado(J) de Cristo Jesús(K). El soldado en servicio activo no se enreda(L) en los negocios de la vida diaria, a fin de poder agradar al que lo reclutó como soldado.

También el que[c] compite como atleta(M), no gana el premio[d] si no compite de acuerdo con las reglas[e]. El labrador que trabaja(N) debe ser el primero en recibir su parte de los frutos[f]. Considera lo que digo, pues el Señor te dará entendimiento en todo.

Acuérdate de Jesucristo, resucitado de entre los muertos(O), descendiente de David(P), conforme a mi evangelio(Q), por[g] el cual sufro penalidades(R), hasta el encarcelamiento(S) como un malhechor(T). Pero la palabra de Dios(U) no está presa(V). 10 Por tanto, todo lo soporto(W) por amor a los escogidos(X), para que también ellos obtengan(Y) la salvación(Z) que está en Cristo Jesús(AA), y con ella gloria eterna(AB). 11 Palabra fiel es esta(AC):

Que si morimos con Él(AD), también viviremos con Él;
12 Si perseveramos, también reinaremos con Él(AE);
Si lo negamos[h](AF), Él también nos negará;
13 Si somos infieles[i], Él permanece fiel(AG), pues no puede negarse Él mismo(AH).

El buen obrero de Dios

14 Recuérdales esto, encargándoles(AI) solemnemente en la presencia de Dios, que no discutan sobre palabras(AJ), lo cual para nada aprovecha y lleva a los oyentes a la ruina. 15 Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado(AK), como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que maneja con precisión la palabra de verdad(AL). 16 Evita[j](AM) las palabrerías vacías y profanas(AN), porque los dados a ellas, conducirán más y más a la impiedad[k], 17 y su palabra[l] se extenderá como gangrena[m]. Entre ellos están Himeneo y Fileto(AO), 18 que se han desviado de la verdad diciendo que la resurrección ya tuvo lugar(AP), trastornando así la fe de algunos(AQ). 19 No obstante, el sólido fundamento de Dios permanece(AR) firme, teniendo este sello(AS): «El Señor conoce a los que son Suyos(AT)», y: «Que se aparte de la iniquidad todo aquel que menciona el nombre del Señor(AU)».

20 Ahora bien, en una casa grande no solamente hay vasos de oro y de plata, sino también de madera y de barro, y unos para honra y otros para deshonra(AV). 21 Por tanto, si alguien se limpia de estas cosas(AW), será un vaso para honra, santificado, útil para el Señor, preparado para toda buena obra(AX).

Salmos 92-93

Salmo 92

Alabanza por la bondad del Señor

Salmo. Cántico para el día de reposo.

92 Bueno es dar gracias al Señor(A),
Y cantar alabanzas a Tu nombre(B), oh Altísimo;
Anunciar por la mañana Tu bondad(C),
Y Tu fidelidad por las noches(D),
Con laúd de diez cuerdas(E) y con el arpa(F),
Con la música sonora de la lira(G).
Porque Tú, oh Señor, me has alegrado con Tus obras(H),
Cantaré con gozo(I) ante las obras de Tus manos(J).
¶¡Qué grandes son Tus obras(K), oh Señor,
Cuán profundos(L) Tus pensamientos(M)!
El hombre torpe no tiene conocimiento,
Y el necio no entiende esto(N):
Que cuando los impíos brotaron como la hierba(O),
Y florecieron todos los que hacían iniquidad(P),
Solo fue para ser destruidos para siempre(Q).
Pero Tú, oh Señor, excelso eres eternamente(R).
Porque Tus enemigos, Señor,
Porque Tus enemigos perecerán(S);
Serán esparcidos todos los que hacen iniquidad(T).
10 ¶Pero Tú has exaltado mi poder(U) como el del búfalo;
He sido ungido con aceite fresco(V).
11 Mis ojos satisfechos han mirado(W) a los que me acechaban,
Y oyen mis oídos de los malhechores que se levantan contra mí.
12 El justo florecerá(X) como la palma,
Crecerá como cedro en el Líbano(Y).
13 Plantados en la casa del Señor(Z),
Florecerán en los atrios de nuestro Dios(AA).
14 Aun en la vejez darán fruto(AB);
Estarán vigorosos y muy verdes,
15 Para anunciar cuán recto es el Señor(AC);
Él es mi Roca(AD), y que en Él no hay injusticia(AE).

Salmo 93

La majestad del Señor

93 El Señor reina(AF), vestido está de majestad(AG);
El Señor se ha vestido y ceñido de poder(AH);
Ciertamente el mundo está bien afirmado(AI), será inconmovible.
Desde la antigüedad está establecido Tu trono(AJ);
Tú eres desde la eternidad(AK).
¶Los torrentes han alzado, oh Señor,
Los torrentes han alzado su voz;
Los torrentes alzan sus batientes olas(AL).
Más que el fragor de muchas aguas,
Más que las poderosas olas del mar,
Es poderoso el Señor en las alturas(AM).
Tus testimonios(AN) son muy fidedignos;
La santidad conviene a Tu casa(AO),
Eternamente, oh Señor.

Proverbios 26:3-5

El látigo es para el caballo, la brida para el asno(A),
Y la vara para la espalda de los necios(B).
No respondas al necio de acuerdo con su necedad(C),
Para que no seas tú también como él.
Responde al necio según su necedad(D) se merece,
Para que no sea sabio ante sus propios ojos(E).

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