The Daily Audio Bible
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13 Esta será la ofrenda que ofreceréis: la sexta parte de un efa de homer del trigo, y la sexta parte de un efa de homer de la cebada.
14 Y la ordenanza del aceite será que ofreceréis un bato de aceite, que es la décima parte de un coro: diez batos harán un homer; porque diez batos son un homer.
15 Y una cordera de la manada de doscientas, de las gruesas de Israel, para sacrificio, y para holocausto y para pacíficos, para ser reconciliados, dijo el Señor DIOS.
16 Todo el pueblo de la tierra será obligado a esta ofrenda para el príncipe de Israel.
17 Mas del príncipe será la obligación de dar el holocausto, y el sacrificio, y la libación, en las solemnidades, y en las lunas nuevas, y en los sábados, y en todas las fiestas de la Casa de Israel; él ofrecerá el pecado, el presente, el holocausto, y los pacíficos, para reconciliar la Casa de Israel.
18 Así dijo el Señor DIOS: El mes primero, al primero del mes, tomarás un becerro, hijo de vaca, sin defecto, y removerás el pecado del Santuario.
19 Y el sacerdote tomará de la sangre del pecado, y pondrá sobre los postes de la Casa, y sobre los cuatro ángulos del patio del altar, y sobre los postes de las puertas del atrio de adentro.
20 Así harás hasta el séptimo día del mes por los errados y engañados; y reconciliarás la Casa.
21 El mes primero, a los catorce días del mes, tendréis la pascua, que será fiesta de siete días; se comerá pan sin levadura.
22 Y aquel día el príncipe sacrificará por sí, y por todo el pueblo de la tierra, un becerro como pecado.
23 Y en todos los siete días de solemnidad hará holocausto al SEÑOR, siete becerros y siete carneros sin defecto, cada día de los siete días; y como pecado un macho cabrío cada día.
24 Y con cada becerro ofrecerá Presente de un efa de flor de harina, y con cada carnero otro efa; y por cada efa un hin de aceite.
25 En el mes séptimo, a los quince del mes, en la fiesta, ofrecerá otra vez como en estos siete días, el pecado, el holocausto, el presente, y el aceite.
46 Así dijo el Señor DIOS: La puerta del atrio de adentro que mira al oriente, estará cerrada los seis días de trabajo, y el día del sábado se abrirá: y asimismo se abrirá; el día de la nueva luna.
2 Y el príncipe entrará de afuera por el camino del portal de la puerta, y estará al umbral de la puerta, (mientras los sacerdotes harán su holocausto y sus pacíficos) y adorará a la entrada de la puerta; después saldrá; mas no se cerrará la puerta hasta la tarde.
3 Asimismo adorará el pueblo de la tierra delante del SEÑOR, a la entrada de la puerta, en los sábados y en las nuevas lunas.
4 Y el holocausto que el príncipe ofrecerá al SEÑOR el día del sábado, será seis corderos sin defecto, y un carnero sin tacha;
5 y por presente un efa de flor de harina con cada carnero; y con cada cordero un presente, don de su mano, y un hin de aceite con el efa.
6 Mas el día de la nueva luna, un becerro, hijo de vaca, sin tacha, y seis corderos, y un carnero; deberán ser sin defecto.
7 Y hará presente de un efa de flor de harina con el becerro, y otro efa con cada carnero; mas con los corderos, conforme a su facultad; y un hin de aceite con cada efa.
8 Y cuando el príncipe entrare, entrará por el camino del portal de la puerta; y por el mismo camino saldrá.
9 Mas cuando el pueblo de la tierra entrare delante del SEÑOR en las fiestas, el que entrare por la puerta del norte, saldrá por la puerta del mediodía; y el que entrare por la puerta del mediodía, saldrá por la puerta del norte; no volverá por la puerta por donde entró, sino que saldrá por la de enfrente de ella.
10 Y el príncipe, cuando ellos entraren, él entrará en medio de ellos; y cuando ellos hubieren salido, él saldrá.
11 Y en las fiestas y en las solemnidades será el presente un efa de flor de harina con cada becerro, y otro efa con cada carnero; y con los corderos, don de su mano; y un hin de aceite con cada efa.
12 Mas cuando el príncipe libremente hiciere holocausto o pacíficos al SEÑOR, le abrirán la puerta que mira al oriente, y hará su holocausto y sus pacíficos, como hace en el día del sábado; después saldrá; y cerrarán la puerta después que saliere.
13 Y sacrificarás al SEÑOR cada día en holocausto un cordero de un año sin defecto, cada mañana lo sacrificarás.
14 Y con él harás todas las mañanas presente de la sexta parte de un efa de flor de harina, y la tercera parte de un hin de aceite para mezclar con la flor de harina; esto será presente para el SEÑOR continuamente por estatuto perpetuo.
15 Ofrecerán, pues, el cordero, y el presente y el aceite, todas las mañanas en holocausto continuo.
16 Así dijo el Señor DIOS: Si el príncipe diere algún don de su heredad a alguno de sus hijos, será de ellos; posesión de ellos será por herencia.
17 Mas si de su heredad diere don a alguno de sus esclavos, será de él hasta el año de libertad, y volverá al príncipe; mas su herencia será de sus hijos.
18 Y el príncipe no tomará nada de la herencia del pueblo, por no defraudarlos de su posesión; de lo que él posee dará herencia a sus hijos; para que mi pueblo no sea echado cada uno de su posesión.
19 Me metió después por la entrada que estaba hacia la puerta, a las cámaras santas de los sacerdotes, las cuales miraban al norte, y había allí un lugar a los lados del occidente.
20 Y me dijo: Este es el lugar donde los sacerdotes cocerán lo ofrecido como la culpa y lo ofrecido como el pecado; allí cocerán el presente, por no sacarlo al atrio de afuera para santificar al pueblo.
21 Luego me sacó al atrio de afuera, y me llevó por los cuatro rincones del atrio; y en cada rincón había un patio.
22 En los cuatro rincones del atrio había patios juntos de cuarenta codos de longitud, y treinta de anchura; tenían una misma medida todos cuatro a los rincones.
23 Y había una pared alrededor de ellos, alrededor de todos cuatro, y chimeneas hechas abajo alrededor de los palacios.
24 Y me dijo: Estos son los aposentos de los cocineros, donde los servidores de la casa cocerán el sacrificio del pueblo.
13 ¶ Por lo cual, teniendo los lomos de vuestro entendimiento ceñidos con templanza, esperad perfectamente en la gracia que os es presentada cuando Jesús el Cristo, os es manifestado,
14 como hijos obedientes, no conformándoos con los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia;
15 mas como aquel que os ha llamado es santo, semejantemente también sed vosotros santos en toda conversación;
16 porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.
17 Y si invocáis por Padre a aquel que sin acepción de personas juzga según la obra de cada uno, conversad en temor todo el tiempo de vuestra peregrinación,
18 sabiendo que habéis sido rescatados de vuestra vana conversación (la cual recibisteis de vuestros padres), no con cosas corruptibles, como oro o plata;
19 sino con la sangre preciosa del Cristo, como de un Cordero sin mancha y sin contaminación,
20 ya ordenado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postrimeros tiempos por amor de vosotros,
21 que por él creéis a Dios, el cual le resucitó de los muertos, y le ha dado gloria, para que vuestra fe y esperanza sean en Dios.
22 Habiendo purificado vuestras almas en la obediencia de la verdad, por el Espíritu, en amor hermanable sin fingimiento, amaos unos a otros entrañablemente de corazón puro,
23 siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra del Dios, viviente y que permanece para siempre.
24 ¶ Porque: Toda carne es como la hierba, y toda la gloria del hombre, como la flor de la hierba. Se seca la hierba, y la flor se cae;
25 mas la palabra del Señor permanece para siempre. Y esta es la Palabra que por el Evangelio os ha sido anunciada.
2 ¶ Habiendo pues dejado toda malicia, y todo engaño, y fingimientos, y envidias, y todas las murmuraciones,
2 desead, como niños recién nacidos, la leche racional, y que es sin engaño, para que por ella crezcáis en salud,
3 si empero habéis gustado que el Señor es benigno;
4 ¶ al cual allegándoos (que es la Piedra viva, reprobada ciertamente de los hombres, pero elegida de Dios, preciosa),
5 vosotros también, como piedras vivas, son edificados una casa espiritual, y un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales, agradables a Dios por Jesús el Cristo.
6 Por lo cual también contiene la Escritura: He aquí, pongo en Sión la principal Piedra de la esquina, escogida, preciosa: Y el que creyere en ella, no será confundido.
7 Es pues honor a vosotros que creéis; mas para los desobedientes: La Piedra que los edificadores reprobaron, ésta fue hecha la cabeza de la esquina;
8 Y: Piedra de tropiezo, y piedra de escándalo, a aquellos que tropiezan en la Palabra, y no obedecen aquello para lo cual fueron ordenados.
9 Mas vosotros sois el linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido, para que mostréis las virtudes de aquel que os ha llamado de las tinieblas a su luz admirable.
10 Vosotros, que en el tiempo pasado no erais pueblo, mas ahora sois pueblo de Dios; que en el tiempo pasado no habíais alcanzado misericordia, mas ahora habéis ya alcanzado misericordia.
33 ¶ HE Enséñame, oh SEÑOR, el camino de tus estatutos, y lo guardaré hasta el fin.
34 Dame entendimiento, y guardaré tu ley; y la cumpliré de todo corazón.
35 Guíame por la senda de tus mandamientos, porque en ella tengo mi voluntad.
36 Inclina mi corazón a tus testimonios, y no a la avaricia.
37 Aparta mis ojos, que no vean la vanidad; avívame en tu camino.
38 Confirma tu palabra a tu esclavo, que te teme.
39 Quita de mí el oprobio que he temido, porque buenos son tus juicios.
40 He aquí yo he codiciado tus mandamientos, vivifícame en tu justicia.
41 ¶ VAU Y venga a mí tu misericordia, oh SEÑOR; tu salvación, conforme a tu dicho.
42 Y daré por respuesta a mi avergonzador, que en tu palabra he confiado.
43 Y no quites de mi boca en ningún tiempo la palabra de verdad; porque a tu juicio espero.
44 Y guardaré tu ley siempre, de siglo a siglo.
45 Y andaré en libertad, porque busqué tus mandamientos.
46 Y hablaré de tus testimonios delante de los reyes, y no me avergonzaré.
47 Y me deleitaré en tus mandamientos, que he amado.
48 Alzaré asimismo mis manos a tus mandamientos que amé; y meditaré en tus estatutos.
11 ¶ El hombre rico es sabio en su opinión; mas el pobre entendido es más sabio que él.
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