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The Daily Audio Bible

This reading plan is provided by Brian Hardin from Daily Audio Bible.
Duration: 731 days

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Biblia del Jubileo (JBS)
Version
Daniel 6

Pareció bien delante de Darío constituir sobre el reino ciento veinte gobernadores, que estuvieran en todo el reino.

Y sobre ellos tres presidentes, de los cuales Daniel era el primero, a quienes estos gobernadores dieran cuenta, para que el rey no tuviera molestia.

Entonces el mismo Daniel era superior a estos gobernadores y presidentes, porque había en él más abundancia de Espíritu: y el rey pensaba ponerlo sobre todo el reino.

Entonces los presidentes y gobernadores buscaban ocasiones contra Daniel por parte del reino; mas no podían hallar alguna ocasión o falta, porque él era fiel, y ningún vicio ni falta fue en él hallado.

Entonces estos varones dijeron: Nunca hallaremos contra este Daniel ocasión alguna, si no la hallamos contra él en la ley de su Dios.

Entonces estos gobernadores y presidentes se juntaron delante del rey, y le dijeron así: rey Darío, para siempre vive:

Todos los presidentes del reino, magistrados, gobernadores, grandes y capitanes, han acordado por consejo, promulgar un edicto real, y confirmarlo: Que cualquiera que demandare petición de cualquier dios u hombre por espacio de treinta días, sino de ti, oh rey, sea echado en el foso de los leones.

Ahora, oh rey, confirma el edicto, y firma la escritura, para que no se pueda mudar, conforme a la ley de Media y de Persia, que no se quebranta.

Por esta causa el rey Darío firmó la escritura y el edicto.

10 Y Daniel, cuando supo que la escritura estaba firmada, entró en su casa, y abiertas las ventanas de su cenadero que estaban hacia Jerusalén, se arrodillaba tres veces al día, y oraba, y confesaba delante de su Dios, como lo solía hacer antes.

11 Entonces se juntaron aquellos hombres, y hallaron a Daniel orando y rogando delante de su Dios.

12 Fueron luego, y hablaron delante del rey acerca del edicto real: ¿No confirmaste edicto que cualquiera que pidiere a cualquier dios u hombre por espacio de treinta días, sino a ti, oh rey, fuera echado en el foso de los leones? Respondió el rey y dijo: Verdad es, conforme a la ley de Media y de Persia, que no se quebranta.

13 Entonces respondieron y dijeron delante del rey: Daniel, que es de los hijos de la cautividad de los judíos, no ha hecho cuenta de ti, oh rey, ni del edicto que confirmaste; antes tres veces al día hace su petición.

14 El rey entonces, oyendo el negocio, le pesó en gran manera, y sobre Daniel puso corazón para librarlo; y hasta la puesta del sol trabajó para librarle.

15 Entonces aquellos varones se reunieron cerca del rey, y le dijeron: Sepas, oh rey, que es ley de Media y de Persia, que ningún decreto u ordenanza que el rey confirmare puede ser mudada.

16 Entonces el rey mandó, y trajeron a Daniel, y le echaron en el foso de los leones. Y hablando el rey dijo a Daniel: El Dios tuyo, a quien tú continuamente sirves, él te libre.

17 Y fue traída una piedra, y puesta sobre la puerta del foso, la cual selló el rey con su anillo, y con el anillo de sus príncipes, para que el acuerdo acerca de Daniel no se mudara.

18 Luego el rey se fue a su palacio, y se acostó en ayuno; ni instrumentos de música fueron traídos delante de él, y el sueño huyó de él.

19 El rey, por tanto, se levantó de mañana al amanecer, y fue aprisa al foso de los leones.

20 Y acercándose cerca del foso llamó a voces a Daniel con voz triste; y hablando el rey dijo a Daniel: Daniel, siervo del Dios viviente, el Dios tuyo, a quien tú continuamente sirves ¿te ha podido librar de los leones?

21 Entonces habló Daniel con el rey: oh rey, para siempre vive.

22 El Dios mío envió su ángel, el cual cerró la boca de los leones, para que no me hicieran mal; porque delante de él se halló justicia en mí; y aun delante de ti, oh rey, yo no he hecho corrupción.

23 Entonces se alegró el rey en gran manera a causa de él, y mandó sacar a Daniel del foso; y fue Daniel sacado del foso, y ninguna lesión se halló en él, porque creyó en su Dios.

24 Y mandándolo el rey fueron traídos aquellos varones que habían acusado a Daniel, y fueron echados en el foso de los leones, ellos, sus hijos, y sus mujeres; y aún no habían llegado al suelo del foso, cuando los leones se apoderaron de ellos, y quebrantaron todos sus huesos.

25 Entonces el rey Darío escribió a todos los pueblos, naciones, y lenguas, que habitan en toda la tierra: Paz os sea multiplicada:

26 De parte mía es puesta ordenanza, que en todo el señorío de mi reino todos teman y tiemblen de la presencia del Dios de Daniel, porque él es el Dios Viviente y permanente por todos los siglos, y su Reino tal que no se deshará, y su señorío hasta el fin:

27 Que salva y libra, y hace señales y maravillas en el cielo y en la tierra; el cual libró a Daniel del poder de los leones.

28 Y este Daniel fue prosperado durante el reinado de Darío, y durante el reinado de Ciro, el persa.

2 Pedro 3

¶ Carísimos, yo os escribo ahora esta segunda carta, por la cual despierto con exhortación vuestro limpio entendimiento;

para que tengáis memoria de las palabras que antes han sido dichas por los santos profetas, y de nuestro mandamiento, que somos apóstoles del Señor y Salvador;

¶ sabiendo primero esto, que en los postrimeros días vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias,

y diciendo: ¿Dónde está la Promesa de su advenimiento? Porque desde el día en que los padres durmieron, todas las cosas permanecen así como desde el principio de la creación.

Cierto, ellos ignoran voluntariamente, que los cielos fueron creados en el tiempo antiguo y la tierra salida del agua y en el agua, por la palabra de Dios;

por lo cual el mundo de entonces pereció anegado por agua;

pero los cielos que son ahora, y la tierra, son conservados por la misma Palabra, guardados para el fuego en el día del juicio, y de la perdición de los hombres impíos.

¶ Mas, oh amados, no ignoréis una cosa: y es que un día delante del Señor es como mil años y mil años son como un día.

¶ El Señor no tarda su promesa, como algunos la tienen por tardanza; pero es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno se pierda, sino que todos procedan al arrepentimiento.

10 Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo, serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella están, serán quemadas.

11 ¶ Pues como sea así que todas estas cosas han de ser deshechas, ¿no conviene que vosotros seáis en santas y pías conversaciones,

12 esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos siendo encendidos, serán deshechos, y los elementos siendo abrasados, se fundirán?

13 Pero esperamos cielos nuevos y tierra nueva, según sus Promesas, en los cuales mora la justicia.

14 Por lo cual, oh amados, estando en esperanza de estas cosas, procurad con diligencia que seáis hallados de él sin mácula, y sin reprensión, en paz.

15 Y tened por salud la paciencia de nuestro Señor; como también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito también;

16 casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para perdición de sí mismos.

17 Así que vosotros, oh amados, pues estáis amonestados, guardaos que por el error de los abominables no seáis juntamente con los otros engañados, y caigáis de vuestra firmeza.

18 Mas creced en la gracia, y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador, Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén.

Salmos 119:129-152

129 ¶ PE Maravillosos son tus testimonios; por tanto los ha guardado mi alma.

130 La exposición de tus palabras alumbra; hace entender a los simples.

131 Mi boca abrí y suspiré; porque deseaba tus mandamientos.

132 Mírame, y ten misericordia de mí, como acostumbras con los que aman tu Nombre.

133 Ordena mis pasos con tu palabra; y ninguna iniquidad se enseñoree de mí.

134 Redímeme de la violencia de los hombres; y guardaré tus mandamientos.

135 Haz que tu rostro resplandezca sobre tu esclavo; y enséñame tus estatutos.

136 Ríos de agua descendieron de mis ojos, porque no guardaban tu ley.

137 ¶ TSADE Justo eres tú, oh SEÑOR, y rectos tus juicios.

138 Encargaste la justicia es a saber tus testimonios, y tu verdad.

139 Mi celo me ha consumido; porque mis enemigos se olvidaron de tus palabras.

140 Sumamente pura es tu palabra; y tu esclavo la ama.

141 Pequeño soy yo y desechado; mas no me he olvidado de tus mandamientos.

142 Tu justicia es justicia eterna, y tu ley la misma verdad.

143 Aflicción y angustia me hallaron; mas tus mandamientos fueron mis deleites.

144 Justicia eterna son tus testimonios; dame entendimiento, y viviré.

145 ¶ COF Clamé con todo mi corazón; respóndeme, SEÑOR, y guardaré tus estatutos.

146 Clamé a ti; sálvame, y guardaré tus testimonios.

147 Me anticipé al alba, y clamé; esperé en tu palabra.

148 Se anticiparon mis ojos a las vigilias de la noche, para meditar en tus dichos.

149 Oye mi voz conforme a tu misericordia, oh SEÑOR; vivifícame conforme a tu juicio.

150 Se acercaron a la maldad los que me persiguen; se alejaron de tu ley.

151 Cercano estás tú, oh SEÑOR; y todos tus mandamientos son la misma verdad.

152 Hace ya mucho que he entendido de tus testimonios, que para siempre los fundaste.

Proverbios 28:21-22

21 ¶ Tener acepción de personas en el juicio, no es bueno; hasta por un bocado de pan prevaricará el hombre.

22 ¶ Se apresura a ser rico el hombre de mal ojo; y no conoce que le ha de venir pobreza.

Biblia del Jubileo (JBS)

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