Un dia a la Vez

Día de dar gracias

Pero el Señor es fiel, y él los fortalecerá y los protegerá del maligno.
2 Tesalonicenses 3:3

Sé que no todos nuestros días deben ser de peticiones y que no debemos buscar a Dios solo para obtener algo a cambio.

Es una tremenda terapia acostumbrarnos a darle gracias todos los días mientras tengamos vida. Comprendo que para muchas personas ser agradecidos les resulta demasiado difícil.

Pues así como para obtener fe necesitamos ejercerla, que es similar a un músculo en el gimnasio, debemos acostumbrarnos a abrir la boca y contar en público todas las maravillas de Dios.

Sé que ese testimonio dará esperanza al abatido.

Mucha gente está en este mundo sin la experiencia de tener a Jesús en el corazón. Nuestro testimonio puede hacer que el incrédulo cambie su manera de pensar.

Por lo tanto, hoy le doy gracias al Señor por estar viva, por sanarme hace casi cuatro años. Le doy gracias por mis princesas, por el esposo que reservó para mí, por mi trabajo, por mis talentos, por la posibilidad de escribir este libro inspirado por Él y también le doy gracias por mi familia.

Y tú, ¿qué esperas? Ahí donde estás abre tu boca y dile a Dios todo lo que por años has dejado de valorar. Además, pon en esta oportunidad toda tu confianza en Él.

«Gracias, Dios mío, gracias».

Amén y amén.