Un dia a la Vez

Promesas cumplidas: Testimonio de sanidad (sexta parte)

Envió su palabra para sanarlos, y así los rescató del sepulcro.
Salmo 107:20

La manera más hermosa en la que puedo cerrar estos devocionales de mi testimonio es con un corazón agradecido. La mano de mi Creador estuvo sobre mí porque aprendí a conocer otras de sus facetas como las de Padre, Médico, Sanador, Dador, Amigo… Aunque por momentos no entendía lo que vivía, también llegaron a mis oídos promesas suyas, como por ejemplo:

• «Escribe en un libro todas las palabras que te he dicho»: Cuatro años más tarde lo tenemos en nuestras manos, así que eres testigo de esa promesa cumplida (Jeremías 30:2).
• «Yo estoy contigo para salvarte» (Jeremías 30:11).
• «Yo te restauraré y sanaré tus heridas» (Jeremías 30:17).
• «De entre ellos surgirá su líder […] Lo acercaré hacia mí, y él estará a mi lado»: La promesa

de mi esposo se cumplió siete meses más tarde (Jeremías 30:21).

Conocí a mi esposo casi ocho años atrás en Las Vegas y Dios lo puso de nuevo en mi camino y lo acercó a mí. Después de un noviazgo de un año y medio, decidimos casarnos. Así que pidió mi mano y se vino a vivir a Miami. Ahora tenemos un matrimonio lleno de felicidad porque cuenta con el sello de nuestro Dios.

Hoy puedo testificar que Dios cumple «todo» lo que promete. Lo que es más importante,

lo hace en el tiempo perfecto para que las cosas sucedan como Él manda.

Si puedes leer de la Biblia la promesa que Dios me dio el 13 de septiembre de 2005, entenderás mejor este milagro de vida que soy yo. Analiza esa promesa, ¡está en Jeremías 30!