Bible in 90 Days
Contra los falsos profetas
21 Entonces vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo: 22 “Oh hijo de hombre, ¿qué refrán es este que tienen ustedes acerca de la tierra de Israel, que dice: ‘Los días se prolongan, y toda visión se desvanece’? 23 Por tanto, diles que así ha dicho el SEÑOR Dios[a]: ‘Haré cesar este refrán, y no lo pronunciarán más en Israel’. Más bien, diles que se han acercado los días y el cumplimiento[b] de toda visión, 24 pues no habrá más falsa visión ni adivinación lisonjera en medio de la casa de Israel. 25 Porque yo, el SEÑOR, hablaré; la palabra que hablaré se cumplirá. No habrá más dilación, pues en sus días, oh casa rebelde, diré la palabra y la cumpliré”, dice el SEÑOR Dios[c].
26 Y vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo: 27 “Oh hijo de hombre, he aquí que los de la casa de Israel dicen: ‘La visión que este ha visto es para después de muchos días; este profetiza para tiempos remotos’. 28 Por tanto, diles que así ha dicho el SEÑOR Dios[d]: ‘No habrá más dilación para ninguna de mis palabras. La palabra que hable se cumplirá’ ”, dice el SEÑOR Dios[e].
13 Entonces vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo: 2 “Oh hijo de hombre, profetiza contra los profetas de Israel que profetizan. Di a los que solo profetizan lo que hay en sus propios corazones: ‘Escuchen la palabra del SEÑOR. 3 Así ha dicho el SEÑOR Dios: ¡Ay de los profetas insensatos que andan tras su propio espíritu, y que nada han visto! 4 Oh Israel, como zorras entre las ruinas han sido tus profetas. 5 Ustedes no han subido a las brechas ni han levantado un muro alrededor de la casa de Israel, de modo que pueda prevalecer en la batalla en el día del SEÑOR’. 6 Ellos ven vanidad y adivinación mentirosa. Dicen: ‘Así dice el SEÑOR’, pero el SEÑOR no los ha enviado. ¡Con todo, esperan que él confirme las palabras de ellos! 7 ¿Acaso no es vana la visión que han visto, y no es mentira la adivinación que han pronunciado? Porque dicen: ‘El SEÑOR dice’, sin que yo haya hablado. 8 Por tanto, así ha dicho el SEÑOR Dios, porque han hablado vanidad y han visto mentira; por eso, he aquí yo estoy contra ustedes, dice el SEÑOR Dios. 9 Mi mano estará contra los profetas que ven vanidad y adivinan mentira. Ellos no estarán en el consejo de mi pueblo. No serán inscritos en el registro de la casa de Israel ni volverán al suelo de Israel. Y sabrán que yo soy el SEÑOR Dios.
10 “Por tanto, porque han extraviado a mi pueblo diciendo: ‘¡Paz!’, cuando no hay paz, y porque mientras él edifica el muro, ellos[f] lo recubren con cal, 11 di a los que lo recubren con cal, que caerá. Vendrá una lluvia torrencial, caerán piedras de granizo y se desencadenará un viento huracanado. 12 Y he aquí que el muro caerá. ¿Acaso no les dirán: ‘¿Dónde está, pues, la cal con que lo recubrieron?’. 13 Por tanto, así dice el SEÑOR Dios[g], a causa de mi ira haré que se desate un viento huracanado. Por mi furor habrá lluvia torrencial, y piedras de granizo con furia, para destruir. 14 Así destruiré el muro que ustedes han recubierto con cal; lo echaré a tierra, y su cimiento quedará al descubierto. Y cuando caiga, ustedes serán exterminados en medio de la ciudad. Y sabrán que yo soy el SEÑOR. 15 Así desahogaré mi ira en el muro y en los que lo recubrieron con cal. Y les diré: ‘Ya no existe el muro ni aquellos que lo recubrieron, 16 los profetas de Israel que profetizan a Jerusalén y ven visiones de paz, cuando no hay paz’, dice el SEÑOR Dios[h].
Contra las profetisas falsas
17 “Y tú, oh hijo de hombre, pon tu rostro contra las hijas de tu pueblo que profetizan lo que hay en sus propios corazones. Profetiza contra ellas, 18 y diles que así ha dicho el SEÑOR Dios[i]: ‘¡Ay de aquellas que cosen cintas sobre las muñecas de las manos[j], y que para cazar las almas hacen velos de todo tamaño para las cabezas! ¿Habrán de cazar las almas de mi pueblo y preservarán su propia vida? 19 Ustedes me han profanado entre mi pueblo por puñados de cebada y por pedazos de pan, dando muerte a las personas que no debían morir y dando vida a las personas que no debían vivir, mediante el mentir a mi pueblo que escucha la mentira’.
20 “Por tanto, así ha dicho el SEÑOR Dios[k]: ‘He aquí, yo estoy contra sus cintas con que cazan las almas como aves. Las arrancaré de sus brazos y dejaré ir libres como aves las almas que cazan. 21 Asimismo, romperé sus velos y libraré a mi pueblo de su mano. No estarán más al alcance de sus manos cual presa de caza. Y sabrán que yo soy el SEÑOR. 22 Por cuanto en vano han causado dolor al corazón del justo, al cual yo no causé dolor, y han fortalecido las manos del pecador para no apartarlo de su mal camino a fin de librar su vida. 23 Por tanto, ya no verán más visiones vanas, ni volverán a proferir adivinación; yo libraré a mi pueblo de sus manos. Y sabrán que yo soy el SEÑOR’”.
Contra los dirigentes de Israel
14 Algunos hombres de los ancianos de Israel vinieron a mí y se sentaron delante de mí. 2 Entonces vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo: 3 “Oh hijo de hombre, estos hombres han erigido sus ídolos en sus corazones y han puesto delante de sus rostros aquello que los hace caer en la iniquidad. ¿Habré yo de ser consultado por ellos? 4 Por tanto, háblales y diles que así ha dicho el SEÑOR Dios[l]: ‘A cualquier hombre de la casa de Israel que haya erigido sus ídolos en su corazón, que haya colocado delante de su rostro aquello que lo hace caer en la iniquidad, y que luego acuda al profeta, yo el SEÑOR me dignaré responderle como merece la multitud de sus ídolos, 5 a fin de prender a la casa de Israel en su propio corazón. Porque todos ellos se han apartado de mí por causa de sus ídolos’.
6 “Por tanto, di a la casa de Israel que así ha dicho el SEÑOR Dios[m]: ‘Arrepiéntanse y vuelvan de sus ídolos; aparten su rostro de todas sus abominaciones. 7 Porque cualquiera de la casa de Israel, o de los extranjeros que residen en Israel, que se haya apartado de en pos de mí, que haya erigido sus ídolos en su corazón, que haya colocado delante de su rostro aquello que lo hace caer en la iniquidad, y que luego acuda al profeta para consultarle acerca de mí, yo, el SEÑOR, le responderé por mí mismo. 8 Fijaré mi rostro contra aquel hombre, lo convertiré en señal y refrán, y lo eliminaré de entre mi pueblo. Y sabrán que yo soy el SEÑOR.
9 “‘En cuanto al profeta que sea inducido y hable algo, yo, el SEÑOR, habré inducido a tal profeta. Extenderé mi mano sobre él y lo eliminaré de en medio de mi pueblo Israel. 10 Ellos cargarán con su iniquidad: Como la iniquidad del que consulta, así será la iniquidad del profeta; 11 para que los de la casa de Israel no se desvíen más de en pos de mí ni se contaminen más con todas sus transgresiones. Así ellos serán mi pueblo, y yo seré su Dios’ ”, dice el SEÑOR Dios[n].
Contra las falsas esperanzas
12 Entonces vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo: 13 “Oh hijo de hombre, si una tierra peca contra mí cometiendo grave infidelidad, y yo extiendo sobre ella mi mano y quebranto su sustento de pan, y le envío hambre, y extermino en ella a hombres y animales; 14 si en medio de ella estuvieran estos tres hombres: Noé[o], Daniel[p] y Job[q], por su justicia ellos librarán solo su propia vida, dice el SEÑOR Dios[r]. 15 Si yo hago pasar fieras dañinas por la tierra, y estas la privan de sus habitantes, y ella queda desolada, de modo que no haya quien pase por ella a causa de las fieras; 16 si estos tres hombres estuvieran en medio de ella, ¡vivo yo, que ni a sus hijos ni a sus hijas librarían!, dice el SEÑOR Dios[s]. Ellos solos se librarían, pero la tierra sería una desolación. 17 Y si les traigo espada sobre la tierra y le digo: ‘¡Espada, pasa por la tierra!’, y extermino en ella a hombres y animales; 18 aunque estos tres hombres estuvieran en medio de ella, ¡vivo yo, que no librarían ni a sus hijos ni a sus hijas!, dice el SEÑOR Dios[t]. Ellos solos se librarían. 19 Y si envío peste sobre la tierra, y sobre ella derramo mi ira con sangre, para exterminar en ella a hombres y animales, 20 aun si Noé, Daniel y Job estuvieran en medio de ella, ¡vivo yo, que no librarían ni un solo hijo ni una sola hija!, dice el SEÑOR Dios[u]. Ellos, por su justicia, librarían solo sus propias vidas”.
21 Porque así ha dicho el SEÑOR Dios[v]: “¡Con mayor razón, si yo envío mis cuatro juicios terribles —espada, hambre, fieras dañinas y peste— contra Jerusalén, para exterminar en ella a hombres y animales! 22 Sin embargo, he aquí todavía quedarán en ella sobrevivientes, hombres y mujeres, que serán sacados fuera. He aquí que ellos saldrán a ustedes, y verán su conducta y sus hechos. Y serán consolados del mal que habré traído sobre Jerusalén, de todas las cosas que habré traído sobre ella. 23 Ellos los consolarán cuando vean su conducta y sus hechos, y conocerán que no es sin causa todo lo que habré hecho en ella”, dice el SEÑOR Dios[w].
Alegoría de la vid inútil
15 Entonces vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo: 2 “Oh hijo de hombre, ¿qué es la madera de la vid, comparada con la madera de cualquier otra rama de los árboles del bosque? 3 ¿Tomarán de su madera para hacer algún objeto? ¿Tomarán de ella siquiera una estaca para colgar de ella cualquier utensilio? 4 He aquí que más bien es echada al fuego para ser consumida; el fuego consume sus dos extremos, y su parte de en medio es abrasada. ¿Servirá para hacer algún objeto? 5 He aquí que cuando estaba íntegra, no servía para hacer ningún objeto; ¡cuánto menos podrá servir para hacer algún objeto después que el fuego la haya abrasado y haya sido consumida!
6 “Por tanto, así ha dicho el SEÑOR Dios[x]: ‘Como a la madera de la vid entre los árboles del bosque, que eché al fuego para ser consumida, así haré a los habitantes de Jerusalén. 7 Pondré mi rostro contra ellos; salieron del fuego, pero el fuego los devorará. Y sabrán que soy el SEÑOR, cuando ponga mi rostro contra ellos. 8 Convertiré la tierra en desolación, porque cometieron infidelidad’”, dice el SEÑOR Dios[y].
Alegoría de la esposa infiel
16 Entonces vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo: 2 “Oh hijo de hombre, haz conocer sus abominaciones a Jerusalén. 3 Dile que así ha dicho el SEÑOR Dios[z] a Jerusalén: ‘En cuanto a tu origen y a tu nacimiento, eres de la tierra de los cananeos; tu padre fue un amorreo y tu madre una hetea. 4 Y en cuanto a tu nacimiento, el día en que naciste no fue cortado tu cordón umbilical ni fuiste lavada con agua por higiene. No fuiste frotada con sal ni envuelta en pañales. 5 No hubo ojo que te tuviera lástima, para hacer por ti alguna de estas cosas, teniendo compasión de ti. Al contrario, el día en que naciste fuiste echada sobre la superficie del campo con repulsión por tu vida.
6 “‘Pero pasé junto a ti y te vi revolcándote en tu sangre. Y estando tú en tu sangre, te dije: ¡Vive! Te dije: ¡Sí, vive en tu sangre!
7 “‘Te hice crecer como la hierba del campo. Creciste, te desarrollaste y llegaste a la flor de la juventud. Tus pechos se afirmaron, y tu cabello creció; pero estabas desnuda y descubierta.
8 “‘Pasé junto a ti y te miré, y he aquí que estabas en tu tiempo de amar. Entonces extendí sobre ti mis alas[aa] y cubrí tu desnudez. Te hice juramento y entré en pacto contigo; y fuiste mía, dice el SEÑOR Dios[ab]. 9 Te lavé con agua, limpié la sangre que tenías sobre ti y te ungí con aceite. 10 Te vestí con un vestido de colores variados, y te calcé con sandalias de cuero fino. Te ceñí de lino y te cubrí de seda. 11 Te adorné con joyas; puse brazaletes en tus manos y un collar en tu cuello. 12 Puse un zarcillo en tu nariz, aretes en tus orejas y una corona de hermosura sobre tu cabeza. 13 Fuiste adornada con oro y plata; tu vestido era de lino, de seda y de tela bordada. Comiste harina fina, miel y aceite. Llegaste a ser sumamente bella y alcanzaste la realeza. 14 Y tu fama se difundió entre las naciones, a causa de tu belleza, que era perfecta por el esplendor que puse en ti, dice el SEÑOR Dios[ac].
15 “‘Pero confiaste en tu belleza y te prostituiste a causa de tu fama; vertiste tu lujuria sobre todo el que pasaba, fuera quien fuera. 16 Tomaste algunos de tus vestidos y te hiciste lugares altos de vivos colores, y sobre ellos te prostituiste. ¡Cosa semejante no ha sucedido ni volverá a suceder! 17 Asimismo, tomaste las bellas joyas de mi oro y de mi plata que yo te había dado, y te hiciste símbolos de varón, y con ellos te prostituías. 18 Tomaste tus vestidos bordados para cubrirlos, y pusiste ante ellos mi aceite y mi incienso. 19 También tomaste mi pan que yo te había dado —la harina fina, el aceite y la miel con que yo te alimentaba— y lo pusiste delante de ellos como grato olor, dice el SEÑOR Dios[ad].
20 “‘Además de esto, tomaste a tus hijos y a tus hijas que me habías dado a luz, y los sacrificaste ante ellos para que fueran consumidos. ¿Eran poca cosa tus prostituciones?
21 Pues degollaste a mis hijos y los diste para hacerlos pasar por fuego ante ellos[ae]. 22 En medio de tus abominaciones y de tus prostituciones no te acordaste de los días de tu juventud, cuando estabas desnuda y descubierta, revolcándote en tu sangre. 23 Y sucedió que después de toda tu maldad (¡Ay, ay de ti! dice el SEÑOR Dios[af]), 24 construiste plataformas e hiciste lugares altos en todas las plazas. 25 En cada comienzo de camino construiste lugares altos y convertiste tu hermosura en abominación, ofreciéndote a cuantos pasaban y multiplicando tus prostituciones.
26 “‘Te prostituiste con los hijos de Egipto, tus vecinos de grandes carnes; multiplicaste tus prostituciones, provocándome a ira. 27 Por tanto, he aquí que extendí mi mano contra ti y disminuí tu ración. Te entregué a la voluntad de quienes te aborrecen, las hijas de los filisteos, las cuales se avergüenzan de tu conducta infame. 28 Y como no te quedaste satisfecha, te prostituiste también con los hijos de Asiria. Te prostituiste con ellos, pero tampoco te quedaste satisfecha. 29 Igualmente, multiplicaste tus prostituciones con una tierra de mercaderes, con Caldea. Pero tampoco con esto te quedaste satisfecha.
30 “‘¡Cuán débil es tu corazón!, dice el SEÑOR Dios[ag]. Porque has hecho todas estas cosas, obras de una prostituta atrevida, 31 al edificar tus plataformas en el comienzo de cada camino, y tus altares que hiciste en todas las plazas. No has sido como una prostituta, porque tú despreciaste la paga. 32 ¡Mujer adúltera! ¡En lugar de su marido recibe a los extraños! 33 A todas las prostitutas les dan obsequios; en cambio, tú diste regalos a todos tus amantes y los sobornaste para que vinieran a ti de todas partes para tus prostituciones. 34 Cuando te prostituiste, contigo sucedió lo contrario de las otras mujeres. A ti no se te solicitó para la prostitución; y eres diferente, porque diste tú la paga y no te fue dada la paga a ti.
35 “‘Por tanto, oh prostituta, escucha la palabra del SEÑOR. 36 Así ha dicho el SEÑOR Dios[ah]: Por cuanto han sido vertidos tus recursos, ha sido descubierta tu desnudez en tus prostituciones con tus amantes y con todos tus ídolos abominables, y les has dado la sangre de tus hijos, 37 por eso, he aquí que voy a reunir a todos tus amantes con quienes tuviste placer. A todos los que amaste y a todos los que aborreciste, los reuniré contra ti de los alrededores. Ante ellos descubriré tu desnudez, y verán toda tu desnudez. 38 Luego te aplicaré la sentencia de las mujeres adúlteras y de las que derraman sangre. Traeré sobre ti sangre de ira y de celos. 39 Te entregaré en mano de ellos, y destruirán tus plataformas y derribarán tus altares. Te desnudarán de tus ropas, se llevarán tus hermosas joyas y te dejarán desnuda y descubierta. 40 Harán subir contra ti una multitud, quienes te arrojarán piedras y con sus espadas te harán pedazos. 41 Quemarán tus casas con fuego y ejecutarán actos justicieros contra ti, ante los ojos de muchas mujeres. Así haré que dejes de ser una prostituta y que ceses de dar tú la paga. 42 Haré que sobre ti se asiente mi ira; mi celo se apartará de ti y me calmaré, y no me enojaré más. 43 Porque no te acordaste de los días de tu juventud y me provocaste a ira con todas estas cosas, yo también haré recaer tu conducta sobre tu propia cabeza, dice el SEÑOR Dios[ai]. ¿Acaso no has agregado la depravación a todas tus abominaciones?
44 “‘He aquí que todo el que suele usar refranes usará este refrán contra ti, diciendo: ¡De tal madre, tal hija! 45 ¡Tú eres hija de tu madre! Ella aborreció a su marido y a sus hijos. Eres hermana de tus hermanas, que aborrecieron a sus maridos y a sus hijos. La madre de ustedes fue una hetea, y su padre un amorreo. 46 Tu hermana mayor es Samaria, la cual con sus hijas habita al norte de ti. Y tu hermana menor es Sodoma[aj], la cual con sus hijas habita al sur de ti. 47 Pero no solo anduviste en los caminos de ellas e hiciste sus abominaciones. ¡Como si fuera poca cosa, te corrompiste más que ellas en todos tus caminos! 48 ¡Vivo yo, que tu hermana Sodoma y sus hijas no han hecho como hiciste tú con tus hijas!, dice el SEÑOR Dios[ak]. 49 He aquí, esta fue la iniquidad de tu hermana Sodoma: Orgullo, abundancia de pan y despreocupada tranquilidad tuvieron ella y sus hijas. Pero ella no dio la mano al pobre y al necesitado. 50 Ellas se enaltecieron e hicieron abominación delante de mí; de modo que cuando las vi, las eliminé. 51 Samaria no ha cometido ni la mitad de tus pecados, porque tú has hecho muchas más abominaciones que ellas. Por todas tus abominaciones que has cometido, ¡has hecho que tus hermanas parezcan justas! 52 Tú, también, carga con tu afrenta, pues has hecho que el juicio fuera favorable para tus hermanas; porque los pecados que tú has cometido son más abominables que los de ellas. ¡Ellas son más justas que tú! Avergüénzate, pues, tú también y carga con tu afrenta; pues has hecho que tus hermanas parezcan justas.
53 “‘Sin embargo, yo las restauraré de su cautividad: la cautividad de Sodoma y de sus hijas, y la cautividad de Samaria y de sus hijas. Y entre ellas también te restauraré a ti de tu cautividad, 54 para que cargues con tu afrenta y te avergüences de todo lo que has hecho, sirviéndoles de consuelo. 55 Tus hermanas, Sodoma y sus hijas, volverán a su estado anterior; y Samaria y sus hijas volverán a su estado anterior. También tú y tus hijas volverán a su estado anterior. 56 ¿Acaso tu hermana Sodoma no fue un proverbio en tu boca en el día de tu soberbia, 57 antes que fuera descubierta tu propia maldad? Ahora tú has llegado a ser como ella[al], una vergüenza para las hijas de Edom[am] y todos los que la rodean, y para las hijas de los filisteos, quienes por todos lados te desprecian. 58 Cargarás con tu infamia y con tus abominaciones, dice el SEÑOR. 59 Porque así ha dicho el SEÑOR Dios[an]: Haré contigo como tú hiciste al menospreciar el juramento e invalidar mi pacto[ao].
60 “‘Sin embargo, yo me acordaré de mi pacto que hice contigo en los días de tu juventud, y estableceré contigo un pacto eterno. 61 Entonces te acordarás de tus caminos y te avergonzarás cuando recibas a tus hermanas mayores que tú, y a las menores que tú, las cuales te daré por hijas, pero no a causa del pacto hecho contigo. 62 Pues yo restableceré mi pacto contigo, y tú sabrás que yo soy el SEÑOR; 63 para que te acuerdes y te avergüences, y nunca más abras la boca a causa de tu afrenta cuando yo haga expiación por todo lo que has hecho’ ”, dice el SEÑOR Dios[ap].
Parábola de las águilas, el cedro y la vid
17 Entonces vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo: 2 “Oh hijo de hombre, propón un enigma y relata una parábola a la casa de Israel. 3 Di que así ha dicho el SEÑOR Dios[aq]: ‘Una gran águila de grandes alas, largos miembros y llena de un plumaje de diversos colores, vino al Líbano y tomó la copa del cedro. 4 Arrancó la punta de su renuevo, lo llevó a una tierra de mercaderes, y lo puso en una ciudad de comerciantes. 5 Tomó también de la semilla de la tierra, un brote, y lo puso en un campo fértil, junto a aguas abundantes, como se planta un sauce. 6 Luego creció y se hizo una vid de muchas ramas, aunque de baja altura, para dirigir sus ramas hacia el águila, de modo que sus raíces estuvieran debajo de ella. Así llegó a ser una vid, y arrojó renuevos y extendió sus ramas.
7 “‘Pero surgió otra gran águila, de grandes alas y denso plumaje. Y he aquí que aquella vid dirigió hacia ella sus raíces y extendió a ella sus ramas desde el terreno donde estaba plantada, a fin de ser regada. 8 En buen campo, junto a muchas aguas, estaba plantada para que echara ramaje y llevara fruto, a fin de que fuera una vid espléndida’.
9 “Di que así ha dicho el SEÑOR Dios[ar]: ‘¿Será prosperada? ¿Acaso el águila no habrá de arrancar sus raíces y echará a perder su fruto, y se secará? Todos sus brotes tiernos se secarán. No será necesario un gran brazo ni mucha gente para arrancarla de sus raíces. 10 He aquí que está plantada; pero, ¿será prosperada? ¿No se secará del todo, cuando la toque el viento oriental? ¡Sobre el mismo terreno donde creció se secará!’ ”.
11 Entonces vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo: 12 “Di a la casa rebelde: ‘¿No han entendido qué significan estas cosas?’. Di: ‘He aquí que el rey de Babilonia vino a Jerusalén, tomó a su rey[as] y a sus magistrados, y los llevó consigo a Babilonia. 13 También tomó a uno de la descendencia real[at] e hizo un convenio con él, poniéndolo bajo juramento. También se llevó a los poderosos del país, 14 para que el reino fuera abatido y no volviera a levantarse, para que guardara el convenio y lo mantuviera. 15 No obstante, se rebeló[au] contra él al enviar embajadores a Egipto para que le dieran caballos y mucha gente. ¿Será prosperado? ¿Escapará el que hace estas cosas? ¿Podrá romper el convenio y quedar ileso?
16 “‘¡Vivo yo, que morirá en medio de Babilonia, en el lugar donde habita el rey que lo hizo reinar, cuyo juramento menospreció y cuyo convenio con él rompió!, dice el SEÑOR Dios[av]. 17 Cuando construyan terraplenes y edifiquen muros de asedio para destruir muchas vidas, el faraón no lo socorrerá en la batalla, a pesar del gran ejército y de la numerosa multitud. 18 No escapará, pues menospreció el juramento para invalidar el convenio; porque he aquí que habiendo dado la mano, hizo todas estas cosas. 19 Por tanto, así ha dicho el SEÑOR Dios[aw], ¡vivo yo, que traeré sobre su cabeza mi juramento que menospreció y mi convenio que quebrantó! 20 Yo extenderé sobre él mi red, y será apresado en mi trampa. Lo haré traer a Babilonia, y allí entraré en juicio contra él por su rebelión contra mí. 21 Todos sus fugitivos y todas sus tropas caerán a espada, y los que queden serán esparcidos hacia todos los vientos. Y ustedes sabrán que yo, el SEÑOR, he hablado’.
22 “Así ha dicho el SEÑOR Dios[ax]: ‘Pero yo mismo arrancaré un renuevo de la alta copa de aquel cedro, y lo plantaré. De los principales renuevos cortaré uno tierno y lo plantaré sobre un monte alto y erguido. 23 Lo plantaré en el monte más alto de Israel. Y echará ramas, llevará fruto y se convertirá en un cedro majestuoso. Debajo de él habitará toda clase de pájaros; a la sombra de sus ramas habitará toda clase de aves. 24 Y así sabrán todos los árboles del campo que yo, el SEÑOR, eché abajo el árbol elevado y elevé el árbol bajo; que hice que el árbol verde se secara y que el árbol seco floreciera. Yo, el SEÑOR, lo he dicho y lo haré’ ”.
La responsabilidad individual
18 Entonces vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo: 2 “¿Por qué usan ustedes este refrán acerca de la tierra de Israel: ‘Los padres comieron las uvas agrias, y los dientes de los hijos sufren la dentera’? 3 ¡Vivo yo, que nunca más habrán de pronunciar este refrán en Israel!, dice el SEÑOR Dios[ay]. 4 He aquí que todas las vidas me pertenecen; tanto la del padre como la del hijo son mías. La persona que peca, esa morirá.
5 “Si un hombre es justo y practica el derecho y la justicia 6 —no come sobre los montes, no alza sus ojos hacia los ídolos de la casa de Israel, no mancilla a la mujer de su prójimo, no se une a mujer menstruosa, 7 no oprime a nadie, devuelve su prenda a quien le debe, no comete robo, da de su pan al hambriento y cubre con ropa al desnudo, 8 no presta con usura ni cobra intereses, retrae su mano de la maldad, obra verdadera justicia entre hombre y hombre, 9 camina según mis estatutos y guarda mis decretos para actuar de acuerdo con la verdad—, este es justo. Este vivirá, dice el SEÑOR Dios[az].
10 “Pero si engendra un hijo violento, derramador de sangre, que hace alguna[ba] de estas cosas 11 (pero el padre no ha hecho ninguna de estas cosas), y también come sobre los montes, mancilla a la mujer de su prójimo, 12 oprime al pobre y al necesitado, comete robo, no devuelve la prenda, alza sus ojos hacia los ídolos, hace abominación, 13 presta con usura o cobra intereses, ¿vivirá tal hijo? ¡No vivirá! Si hace todas estas abominaciones, morirá irremisiblemente; su sangre recaerá sobre él.
14 “Pero he aquí que si este engendra un hijo que ve todos los pecados que su padre cometió y teme[bb], y no hace cosas como estas 15 —no come sobre los montes, no alza sus ojos hacia los ídolos de la casa de Israel, no mancilla a la mujer de su prójimo, 16 no oprime a nadie, no toma prenda, no comete robo, da de su pan al hambriento y cubre con ropa al desnudo, 17 retrae su mano de la maldad[bc], y no presta con usura ni cobra intereses, ejecuta mis decretos y camina según mis estatutos—, este no morirá por el pecado de su padre; ciertamente vivirá. 18 Pero su padre, porque hizo agravio y cometió extorsión, y porque en medio de su pueblo hizo lo que no es bueno, he aquí que él morirá por su iniquidad.
19 “Y si ustedes preguntan: ‘¿Por qué es que el hijo no cargará con el pecado de su padre?’, es porque el hijo practicó el derecho y la justicia, guardó todos mis estatutos y los puso por obra; por eso vivirá. 20 El alma que peca, esa morirá. El hijo no cargará con el pecado del padre, ni el padre cargará con el pecado del hijo. La justicia del justo será sobre él, y la injusticia del impío será sobre él.
21 “Pero si el impío se aparta de todos sus pecados que cometió, guarda todos mis estatutos y practica el derecho y la justicia, ciertamente vivirá; no morirá. 22 No le serán recordadas todas sus transgresiones que cometió; por la justicia que hizo vivirá. 23 ¿Acaso quiero yo la muerte del impío?, dice el SEÑOR Dios[bd]. ¿No vivirá él, si se aparta de sus caminos? 24 Pero si el justo se aparta de su justicia y comete maldad, conforme a todas las abominaciones que hace el impío, ¿vivirá él? Ninguna de las acciones justas que hizo vendrán a la memoria; por la infidelidad que cometió y por el pecado que cometió, por ellos morirá.
25 “Sin embargo, dicen: ‘No es correcto el camino del Señor’. Oigan, oh casa de Israel: ¿No es correcto mi camino? ¿No son, más bien, sus caminos los incorrectos? 26 Si el justo se aparta de su justicia y hace injusticia, por ello morirá; por la injusticia que hizo morirá. 27 Y si el impío se aparta de la maldad que hizo, y practica el derecho y la justicia, hará vivir su alma. 28 Por cuanto mira y se aparta de todas las transgresiones que cometió, ciertamente vivirá; no morirá.
29 “Sin embargo, la casa de Israel dice: ‘No es correcto el camino del Señor’. ¿Acaso mis caminos son incorrectos, oh casa de Israel? ¿No son, más bien, los caminos de ustedes los incorrectos? 30 Por tanto, yo los juzgaré a cada uno según sus caminos, oh casa de Israel, dice el SEÑOR Dios[be]. Arrepiéntanse y vuelvan de todas sus transgresiones, para que la iniquidad no les sea causa de tropiezo. 31 Echen de ustedes todas sus transgresiones que han cometido, y adquieran un corazón nuevo y un espíritu nuevo. ¿Por qué han de morir, oh casa de Israel? 32 Ciertamente, yo no quiero la muerte del que muere, dice el SEÑOR Dios[bf]. ¡Arrepiéntanse y vivan!
Lamento por los gobernantes
19 “Entona tú un lamento por los gobernantes de Israel, 2 y di:
“‘¡Qué madre la tuya! Era una leona[bg]
en medio de los leones.
Tendida entre los leoncillos
criaba sus cachorros.
3 Enalteció a uno de sus cachorros,
el cual se hizo león.
Aprendió a arrebatar la presa
y devoró hombres.
4 Las naciones oyeron de él,
y fue cazado en la trampa de ellas.
Y lo llevaron con ganchos
a la tierra de Egipto.
5 “‘Al ver que había aguardado demasiado, y que se había perdido su esperanza, tomó a otro de sus cachorros[bh]
y lo puso por león.
6 Él merodeaba entre los leones
y se hizo león.
Aprendió a arrebatar la presa
y devoró hombres.
7 Arruinó sus palacios[bi] y asoló sus ciudades. Quedó desolada la tierra y su plenitud
a causa del ruido de sus rugidos.
8 Entonces arremetieron contra él
las gentes de las provincias de alrededor. Extendieron sobre él su red,
y fue cazado en la trampa de ellas.
9 Con ganchos lo pusieron en una jaula
y lo llevaron al rey de Babilonia. Lo metieron en la prisión,
para que su voz ya no fuera oída sobre los montes de Israel.
10 “‘Tu madre era como una vid[bj] en tu viña[bk] plantada junto a las aguas.
Era fructífera y llena de ramas
a causa de la abundancia de aguas.
11 Ella tenía varas fuertes
para cetros de gobernantes.
Se elevó su estatura hasta las nubes[bl];
se hizo visible por su altura
y por la abundancia de sus ramas.
12 Pero con ira fue arrancada
y derribada a tierra.
El viento del oriente secó su fruto;
sus varas fuertes fueron quebradas
y se secaron.
El fuego las consumió.
13 Ahora está trasplantada en el desierto, en una tierra reseca y sedienta[bm].
14 Y ha salido fuego de la vara de sus
renuevos, el cual consumió su fruto. En ella no ha quedado una vara fuerte, un cetro para gobernar’ ”.
Este es un lamento, y como lamento servirá.
Infidelidad de Israel hacia su Dios
20 Aconteció en el día diez del mes quinto[bn] del séptimo año que vinieron algunos hombres de los ancianos de Israel para consultar al SEÑOR, y se sentaron delante de mí. 2 Entonces vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo: 3 “Oh hijo de hombre, habla a los ancianos de Israel y diles que así ha dicho el SEÑOR Dios[bo]: ‘¿Han venido para consultarme? ¡Vivo yo, que no seré consultado por ustedes!’, dice el SEÑOR Diosc. 4 ¿Quieres juzgarlos tú? ¿Los quieres juzgar tú, hijo de hombre? Hazles conocer las abominaciones de sus padres. 5 Diles que así ha dicho el SEÑOR Dios[bp]: ‘El día que escogí a Israel, alcé mi mano jurando a la descendencia de la casa de Jacob, y me di a conocer a ellos en la tierra de Egipto. Entonces alcé mi mano jurando y dije: Yo soy el SEÑOR su Dios. 6 Aquel día les alcé mi mano jurando que los sacaría de la tierra de Egipto a la tierra que había explorado para ellos, que fluye leche y miel y que es la más hermosa de todas las tierras. 7 Entonces les dije: Arroje cada uno de sí los ídolos detestables que sus ojos aman, y no se contaminen con los ídolos de Egipto[bq]. Yo soy el SEÑOR su Dios’.
8 “Pero ellos se obstinaron contra mí y no quisieron obedecerme. No arrojaron de sí los ídolos detestables que sus ojos aman ni dejaron los ídolos de Egipto. Entonces yo dije que derramaría sobre ellos mi ira para agotar en ellos mi furor, en medio de la tierra de Egipto. 9 Pero actué por causa de mi nombre, para no ser profanado a la vista de las naciones en medio de las cuales se encontraban, ante cuya vista me di a conocer al sacarlos de la tierra de Egipto.
10 “Yo los saqué de la tierra de Egipto y los traje al desierto. 11 Les di mis estatutos y los hice conocer mis decretos, los cuales, el hombre que los cumpla, por ellos vivirá. 12 También les di mis sábados para que fueran una señal entre ellos y yo, para que supieran que yo soy el SEÑOR, el que los santifico. 13 Pero la casa de Israel se rebeló contra mí en el desierto; no anduvieron en mis estatutos. Más bien, rechazaron mis decretos, los cuales, el hombre que los cumpla, por ellos vivirá. Y profanaron gravemente mis sábados, por lo cual dije que derramaría sobre ellos mi ira en el desierto, para acabar con ellos. 14 Pero actué por causa de mi nombre, para no ser profanado a vista de las naciones, ante cuya vista los saqué. 15 También en el desierto alcé mi mano, jurándoles que no los llevaría a la tierra que les había dado, que fluye leche y miel y que es la más hermosa de todas las tierras. 16 Fue porque rechazaron mis decretos, no anduvieron en mis estatutos y profanaron mis sábados; porque el corazón de ellos se iba tras sus ídolos. 17 A pesar de ello, mi ojo les tuvo lástima, para no destruirlos, y no acabé con ellos en el desierto.
18 “Y dije a sus hijos en el desierto: ‘No anden según las leyes de sus padres; no guarden sus decretos ni se contaminen con sus ídolos. 19 Yo soy el SEÑOR su Dios. Anden según mis estatutos, guarden mis decretos y pónganlos por obra. 20 Santifiquen mis sábados, y serán una señal entre mí y ustedes, para que se sepa que yo soy el SEÑOR su Dios’.
21 “Pero los hijos se rebelaron contra mí. No anduvieron según mis estatutos ni guardaron mis decretos poniéndolos por obra, los cuales, el hombre que los cumpla, por ellos vivirá. Y profanaron mis sábados, por lo cual dije que derramaría sobre ellos mi ira para agotar en ellos mi furor en el desierto. 22 Pero yo retiré mi mano y actué por causa de mi nombre, para no ser profanado a vista de las naciones, ante cuya vista los saqué. 23 También en el desierto les alcé mi mano jurándoles que los dispersaría entre las naciones y que los esparciría entre los países, 24 porque no pusieron por obra mis decretos, rechazaron mis estatutos, profanaron mis sábados, y sus ojos se fueron tras los ídolos de sus padres. 25 Yo también les di leyes que no eran buenas y decretos por los cuales no pudieran vivir. 26 Y cuando hacían pasar por fuego[br] a todo primogénito del vientre, los consideré inmundos, juntamente con sus dones, para desolarlos, a fin de que supieran que yo soy el SEÑOR.
27 “Por tanto, oh hijo de hombre, habla a la casa de Israel y diles que así ha dicho el SEÑOR Dios[bs]: ‘Aun en esto sus padres me afrentaron cuando actuaron contra mí con infidelidad’. 28 Los llevé a la tierra con respecto a la cual yo había alzado mi mano jurándoles que les habría de dar, pero ellos vieron toda colina alta y todo árbol frondoso, y allí sacrificaron sus víctimas y presentaron sus ofrendas que me indignan. Allí pusieron también su grato olor y allí derramaron sus libaciones. 29 Les dije: ‘¿Qué es este lugar alto adonde van?’. Y fue llamado su nombre Bamah, hasta el día de hoy.
30 “Por tanto, di a los de la casa de Israel que así ha dicho el SEÑOR Dios[bt]: ‘¿A la manera de sus padres se contaminan ustedes y se prostituyen tras sus ídolos abominables? 31 Pues al presentar sus ofrendas y hacer pasar por fuego[bu] a sus hijos, se han contaminado con todos sus ídolos, hasta ahora. ¿Y he de ser consultado por ustedes, oh casa de Israel? ¡Vivo yo, que no seré consultado por ustedes!, dice el SEÑOR Dios[bv]. 32 No será como lo han pensado. Porque ustedes dicen: ‘Seamos como las demás naciones, como las familias de los países, para servir a la madera y a la piedra’. 33 ¡Vivo yo, que con mano fuerte, con brazo extendido y con ira derramada he de reinar sobre ustedes!, dice el SEÑOR Dios[bw]. 34 Yo los sacaré de entre los pueblos, y los reuniré de los países en los cuales han sido dispersados con mano fuerte, con brazo extendido y con ira derramada. 35 Os traeré al desierto de los pueblos, y allí, cara a cara, entraré en juicio contra ustedes. 36 Como entré en juicio contra sus padres en el desierto de la tierra de Egipto, así entraré en juicio contra ustedes, dice el SEÑOR Dios[bx]. 37 Los haré pasar bajo la vara y los haré entrar en el vínculo del pacto. 38 Eliminaré de entre ustedes a los rebeldes y a los que han transgredido contra mí. Los sacaré de la tierra de sus peregrinaciones, pero no entrarán en la tierra de Israel. Y sabrán que yo soy el SEÑOR’.
39 “Y en cuanto a ustedes, oh casa de Israel, así ha dicho el SEÑOR Dios[by]: ‘Si a mí no me escuchan, ¡vaya cada uno tras sus dioses y sírvalos! Pero no profanen más mi santo nombre con sus ofrendas y sus ídolos’.
Aceptación de Israel en Sion
40 “Ciertamente en mi santo monte, en el alto monte de Israel, dice el SEÑOR Dios[bz], allí me servirá toda la casa de Israel, cuando toda ella esté en la tierra. Allí los aceptaré, y allí reclamaré sus ofrendas alzadas y las primicias de sus obsequios con todas sus cosas sagradas. 41 Como grato olor los aceptaré cuando yo los haya sacado de entre los pueblos y los haya reunido de los países en que están dispersados. Entonces en medio de ustedes seré tratado como santo, ante la vista de las naciones. 42 Y sabrán que yo soy el SEÑOR, cuando los traiga a la tierra de Israel, la tierra por la cual alcé mi mano jurando que la daría a sus padres. 43 Allí se acordarán de sus caminos y de todos sus hechos con que se han contaminado, y se detestarán a ustedes mismos por todas sus maldades que han hecho. 44 Y sabrán que yo soy el SEÑOR, cuando por causa de mi nombre yo haga con ustedes, no según sus malos caminos ni según sus perversas obras, oh casa de Israel”, dice el SEÑOR Dios[ca].
Profecía contra la tierra del sur
45 Entonces vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo:
46 —Oh hijo de hombre, pon tu rostro en dirección de Temán; predica contra el sur y profetiza contra el bosque del campo del Néguev. 47 Dirás al bosque del Néguev: “Escucha la palabra del SEÑOR; así ha dicho el SEÑOR Dios[cb]: ‘He aquí, yo enciendo fuego en ti, el cual devorará en ti todo árbol verde y todo árbol seco. La poderosa llama no se apagará, y por causa de ella todas las caras serán quemadas, desde el Néguev hasta el norte. 48 Y verá todo mortal que yo, el SEÑOR, la encendí; no se apagará’”.
49 Entonces dije:
—¡Ah, SEÑOR Dios[cc]! Ellos dicen de mí: “¿Acaso no es este el que anda diciendo parábolas?”.
La guerra contra Jerusalén
21 Entonces vino a mí la palabra del SE—OR, diciendo: 2 “Oh hijo de hombre, pon tu rostro hacia Jerusalén; predica contra los santuarios y profetiza contra la tierra de Israel. 3 Dirás a la tierra de Israel que así ha dicho el SEÑOR: ‘He aquí que yo estoy contra ti; sacaré mi espada de su vaina y eliminaré de ti al justo y al impío. 4 Por cuanto he de eliminar de ti al justo y al impío, por eso mi espada saldrá de su vaina contra todo mortal, desde el Néguev hasta el norte. 5 Y sabrá todo mortal que yo, el SEÑOR, he sacado mi espada de su vaina; no volverá a ella’.
6 “Y tú, oh hijo de hombre, gime con quebrantamiento de corazón; gime con amargura ante sus ojos. 7 Y sucederá que cuando te digan: ‘¿Por qué gimes?’, les dirás: ‘Por la noticia que viene, porque todo corazón desfallecerá y todas las manos se debilitarán. Todo espíritu desmayará, y todas las rodillas se escurrirán como agua. ¡He aquí que viene, y va a suceder!’”, dice el SEÑOR Dios[cd].
8 Entonces vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo: 9 “Oh hijo de hombre, profetiza y di que así ha dicho el Señor[ce]: ‘¡La espada, la espada está afilada y pulida también! 10 Está afilada para realizar una matanza, pulida para que tenga resplandor. ¿Hemos de alegrarnos cuando el cetro de mi hijo menosprecia todo consejo? 11 Él la entregó para ser pulida y para tomarla en la mano. Ha afilado la espada; la ha pulido para entregarla en manos del verdugo’. 12 Grita y gime, oh hijo de hombre, porque ella está contra mi pueblo; ella está contra todos los gobernantes de Israel. Ellos, juntamente con mi pueblo, son arrojados a la espada; por tanto, golpea tu muslo[cf]. 13 Porque será probado, ¿y qué si ella aún desprecia al cetro? ¡Él dejará de ser!, dice el SEÑOR Dios[cg]. 14 Tú, pues, oh hijo de hombre, profetiza y golpea mano contra mano, y la espada se duplicará y se triplicará. Esta es la espada de la matanza. Esta es la espada de la gran matanza, que los traspasará, 15 para que se derrita su corazón y se multipliquen los caídos. En todas las puertas de ellos he puesto el degüello[ch] a espada. ¡Ay! Está hecha para resplandecer, y pulida[ci] para degollar. 16 Agúzate; dirígete a la derecha; ponte a la izquierda. Pon tu rostro hacia donde están dirigidos tus filos. 17 Yo también golpearé mano contra mano y haré que se asiente mi ira. Yo, el SEÑOR, he hablado”.
Profecía del asedio de Jerusalén
18 Entonces vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo: 19 “Tú, oh hijo de hombre, traza dos caminos por donde pueda ir la espada del rey de Babilonia. Ambos caminos han de salir de la misma tierra. Pon al comienzo de cada camino una señal que conduzca a la ciudad. 20 Señala el camino por donde vaya la espada contra Rabá de los hijos de Amón, y contra Judá y la fortificada Jerusalén. 21 Porque el rey de Babilonia se ha detenido en la encrucijada, al comienzo de los dos caminos, para tomar consejo de adivinación. Ha sacudido las flechas, ha consultado por medio de los ídolos domésticos y ha observado el hígado.
22 “La adivinación señala a la derecha, a Jerusalén, para poner arietes, para abrir la boca con griterío[cj], para levantar la voz con grito de guerra, para poner arietes contra las puertas y para levantar terraplenes y construir muros de asedio. 23 Sin embargo, a sus ojos eso parecerá una adivinación mentirosa, por estar aliados con ellos bajo juramento. Pero él traerá a la memoria la ofensa, a fin de prenderlos. 24 Por tanto, así ha dicho el SEÑOR Dios[ck]: ‘Serán atrapados en sus manos, porque han hecho recordar sus ofensas, poniendo al descubierto sus transgresiones, quedando a la vista sus pecados en todas sus obras. Porque han sido traídos a la memoria, serán apresados por su mano’.
25 “Y tú, profano y malvado gobernante[cl] de Israel, cuyo día ha llegado con el tiempo del castigo final, 26 así ha dicho el SEÑOR Dios[cm]: ‘¡Despójate del turbante y quítate la corona! ¡Esto no será más así! Hay que enaltecer al humilde y humillar al altivo’. 27 ¡En ruinas, en ruinas, en ruinas la convertiré, y no existirá más, hasta que venga aquel a quien le pertenece el derecho[cn]; y a él se lo entregaré!
Profecía contra Amón
28 “Y tú, oh hijo de hombre, profetiza y di que así ha dicho el SEÑOR Dios[co] acerca de los hijos de Amón y de sus afrentas. Dirás: ‘¡La espada, la espada está desenvainada para la matanza, pulida para exterminar y para resplandecer! 29 Porque cuando te profetizan, es vanidad; cuando adivinan, es mentira; para ponerte junto con los cuellos de los más pervertidos de los pecadores, cuyo día ha llegado con el tiempo del castigo final. 30 ¿Ha de volver a su vaina? En el lugar donde fuiste creado, en tu tierra de origen, allí te juzgaré. 31 Derramaré sobre ti mi indignación, soplaré el fuego de mi ira contra ti y te entregaré en manos de hombres brutales, artífices de destrucción. 32 Serás combustible para el fuego; tu sangre quedará en medio de la tierra. No habrá más memoria de ti, porque yo, el SEÑOR, he hablado’ ”.
Sentencia divina contra Jerusalén
22 Entonces vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo: 2 “Tú, oh hijo de hombre, ¿juzgarás a la ciudad derramadora de sangre? ¿La juzgarás? ¿Le mostrarás todas sus abominaciones? 3 Tú, pues, dirás que así ha dicho el SEÑOR Dios[cp]: ‘¡Ciudad que derrama sangre en medio de sí, para que venga su hora, y que se ha hecho ídolos para contaminarse! 4 Eres culpable por la sangre que has derramado, y te has contaminado con los ídolos que hiciste. Tú has hecho que se acerque tu día[cq] y has llegado al término de[cr] tus años. Por tanto, te he entregado como afrenta a las naciones y como objeto de burla a todos los países. 5 Los que están cerca y los que están lejos harán burla de ti, ¡oh ciudad de nombre manchado y de gran confusión!
6 “‘He aquí que los gobernantes de Israel, cada uno según su poder, están en ti solamente para derramar sangre. 7 En ti desprecian al padre y a la madre; en medio de ti tratan con abuso al extranjero; en ti explotan al huérfano y a la viuda. 8 Menosprecias mis cosas sagradas y profanas mis sábados. 9 En ti hay calumniadores listos a derramar sangre; en ti están los que comen sobre los montes. En medio de ti cometen infamia: 10 En ti descubren[cs] la desnudez del padre; en ti mancillan a la mujer que está impura por su menstruación. 11 En ti está el hombre que comete abominación con la mujer de su prójimo, el que contamina pervertidamente a su nuera y el que mancilla a su hermana, hija de su padre. 12 En ti reciben soborno para derramar sangre. Cobras usura e intereses, y te aprovechas de tu prójimo con extorsión. Te has olvidado de mí’, dice el SEÑOR Dios[ct].
13 “‘He aquí que golpeo con mi mano a causa de las ganancias deshonestas que has conseguido, y a causa de la sangre que hay en medio de ti. 14 ¿Estará firme tu corazón? ¿Estarán fuertes tus manos en los días cuando yo actúe contra ti? Yo, el SEÑOR, he hablado y lo cumpliré: 15 Te dispersaré entre las naciones y te esparciré por los países. Así eliminaré de ti tu impureza. 16 Fui profanado[cu] en ti a vista de las naciones. Y sabrás que yo soy el SEÑOR’ ”.
17 Entonces vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo: 18 “Oh hijo de hombre, para mí la casa de Israel se ha convertido en escoria. Todos ellos —plata, cobre, estaño, hierro y plomo— se han convertido en escoria en medio del horno. 19 Por tanto, así ha dicho el SEÑOR Dios[cv]: ‘Ya que todos ustedes se han convertido en escoria, he aquí que por eso yo los junto en medio de Jerusalén. 20 Como cuando se junta plata, cobre, hierro, plomo y estaño dentro del horno, y se sopla el fuego para fundirlos, así los juntaré en mi furor y en mi ira. Allí los colocaré y los fundiré. 21 Los reuniré y soplaré sobre ustedes con el fuego de mi ira, y serán fundidos dentro de ella. 22 Como se funde la plata dentro del horno, así serán fundidos dentro de ella. Y sabrán que yo, el SEÑOR, he derramado mi ira sobre ustedes’ ”.
23 Entonces vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo: 24 “Oh hijo de hombre, di a ella: ‘Tú eres una tierra no purificada, que no ha sido rociada con lluvia en el día de la ira’. 25 Porque en medio de ella hay una conspiración de sus profetas[cw]; son como un león rugiente que arrebata la presa. Devoran a la gente, se apoderan del patrimonio y de las cosas preciosas, y multiplican sus viudas en medio de ellos.
26 “Sus sacerdotes violan mi ley y profanan mis cosas sagradas. No hacen diferencia entre lo santo y lo profano, ni enseñan a distinguir entre lo impuro y lo puro. Con respecto a mis sábados esconden sus ojos, y he sido profanado en medio de ellos.
27 “Sus magistrados en medio de ella son como lobos que arrebatan la presa para derramar sangre y destruir las vidas, a fin de conseguir ganancias deshonestas.
28 “Sus profetas les han recubierto con cal. Ven vanidad y les adivinan mentira, diciendo: ‘Así ha dicho el SEÑOR Dios[cx]’, pero el SEÑOR no ha hablado.
29 “Y el pueblo de la tierra ha practicado la opresión y ha cometido robo. Abusan del pobre y del necesitado, y oprimen sin derecho al extranjero. 30 Busqué entre ellos un hombre que levantara el muro y que se pusiera en la brecha delante de mí, intercediendo por la tierra para que yo no la destruyera; pero no lo hallé. 31 Por tanto, derramaré sobre ellos mi indignación; con el fuego de mi ira los consumiré. Haré recaer su conducta sobre sus propias cabezas”, dice el SEÑOR Dios[cy].
Alegoría de las dos hermanas
23 Entonces vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo: 2 “Oh hijo de hombre: Había dos mujeres, que eran hijas de una sola madre. 3 Se prostituyeron en Egipto; en su juventud se prostituyeron. Allá fueron apretados sus pechos; allí fueron estrujados sus senos virginales. 4 La mayor se llamaba Ohola[cz], y su hermana se llamaba Oholiba[da]. Fueron mías y dieron a luz hijos e hijas. En cuanto a sus nombres, Ohola es Samaria, y Oholiba es Jerusalén.
5 “Ohola se prostituyó cuando me pertenecía. Ardió en deseo por sus amantes, los asirios, hombres de guerra 6 vestidos de color azul, gobernadores y oficiales; todos ellos jóvenes atractivos, todos ellos jinetes que montaban a caballo. 7 Con ellos se entregó a la prostitución; todos ellos eran lo más selecto de los hijos de Asiria. Y se contaminó con todos los ídolos de aquellos por quienes ardió en deseo. 8 Pero no abandonó su prostitución de Egipto, pues se acostaron con ella en su juventud, estrujaron sus senos virginales y vertieron sobre ella su lujuria. 9 Por tanto, la entregué en mano de sus amantes, en mano de los hijos de Asiria por quienes ardía en deseo. 10 Ellos descubrieron su desnudez, tomaron a los hijos y a las hijas de ella, y a ella la mataron a espada. Y vino a ser un refrán entre las mujeres, pues en ella ejecutaron actos justicieros.
11 “Su hermana Oholiba vio esto, pero corrompió su deseo más que la otra; su lujuria sobrepasó a la de su hermana. 12 Ardió en deseo por los asirios; gobernadores y oficiales, hombres de guerra espléndidamente vestidos, jinetes montados a caballo, todos ellos jóvenes atractivos. 13 Y vi que se había contaminado y que ambas habían seguido por el mismo camino. 14 Pero esta aumentó su prostitución, pues vio hombres grabados en la pared, figuras de caldeos grabadas con ocre rojo, 15 ceñidas las cinturas con cinturón, con amplios turbantes sobre sus cabezas, teniendo todos la apariencia de comandantes, a la manera de los hijos de Babilonia, de Caldea, la tierra de su origen. 16 Por ellos ardió en deseo con solo verlos, y les envió mensajeros a Caldea. 17 Los hombres de Babilonia se unieron a ella en cama de amores, y la contaminaron con su lujuria. Se contaminó con ellos, y su alma se hastió de ellos. 18 Así practicó abiertamente su prostitución y descubrió su desnudez, por lo cual mi alma se hastió de ella, como mi alma se había hastiado de su hermana. 19 Pero ella multiplicó su prostitución, trayendo a la memoria los días de su juventud, en los cuales se había prostituido en la tierra de Egipto. 20 Ardió en deseo por sus amantes, cuyas carnes eran como las de los burros, y cuya eyaculación era como la de los caballos. 21 Así echabas de menos la inmundicia de tu juventud, cuando en Egipto estrujaban tus senos y apretaban[db] tus pechos juveniles”.
22 Por tanto, Oholiba, así ha dicho el SEÑOR: “He aquí que yo incito contra ti a tus amantes, de los cuales tu alma ya se ha hastiado. Los traeré contra ti de todas partes. 23 Los hijos de Babilonia y todos los caldeos; los de Pecod, de Soa y de Coa, y con ellos todos los hijos de Asiria. Todos ellos jóvenes atractivos, gobernadores y oficiales, comandantes y hombres notables; todos ellos montados a caballo. 24 Vendrán contra ti desde el norte[dc] con carros y ruedas, y una multitud de pueblos. Contra ti, y alrededor de ti, pondrán escudos, defensas y cascos. Yo les encargaré el juicio, y te juzgarán de acuerdo con sus decretos. 25 Pondré mi celo contra ti, y te tratarán con furor. Te arrancarán la nariz y las orejas, y tu descendencia caerá a espada. Tomarán a tus hijos y a tus hijas, y tu descendencia será devorada por el fuego. 26 Te desnudarán de tus ropas y se llevarán tus hermosas joyas. 27 Así pondré fin a tu inmundicia y a tu prostitución traídas de la tierra de Egipto. Nunca más alzarás la vista hacia los egipcios, ni nunca más te acordarás de ellos. 28 Pues así ha dicho el SEÑOR Dios[dd]: ‘He aquí, yo te entrego en mano de aquellos que odias, en mano de aquellos de quienes se ha hastiado tu alma. 29 Te tratarán con odio y tomarán todo el fruto de tu labor. Te dejarán desnuda y descubierta. Será puesta al descubierto la vergüenza de tu prostitución, tu infamia y tu lujuria. 30 Estas cosas te serán hechas por haberte prostituido tras las naciones, porque te contaminaste con sus ídolos. 31 Anduviste en el camino de tu hermana. ¡Yo, pues, pondré su copa en tu mano!’”.
32 Así ha dicho el SEÑOR Dios[de]: “Beberás la copa de tu hermana, la cual es honda y ancha. Servirá de mofa y de burla, pues es de abundante contenido. 33 Te llenarás de embriaguez y de dolor; copa de horror y de desolación es la copa de tu hermana Samaria. 34 La beberás hasta secarla; desmenuzarás sus fragmentos y desgarrarás tus pechos, porque yo he hablado”, dice el SEÑOR Dios[df].
35 Por tanto, así ha dicho el SEÑOR Dios[dg]: “Porque te olvidaste de mí y me echaste a tus espaldas, por eso tú también carga con tu infamia y con tu prostitución”.
36 Luego me habló el SEÑOR diciendo: “Oh hijo de hombre, ¿juzgarás tú a Ohola y a Oholiba? Entonces declárales sus abominaciones. 37 Porque han cometido adulterio y hay sangre en sus manos. Han cometido adulterio con sus ídolos; y aun a los hijos que me habían dado a luz los hicieron pasar por fuego[dh] para servirles de alimento. 38 Además, me hicieron esto: Aquel mismo día contaminaron mi santuario y profanaron mis sábados, 39 pues habiendo sacrificado sus hijos a sus ídolos, en el mismo día entraron en mi santuario para profanarlo. He aquí, así hicieron dentro de mi casa.
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