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The Daily Audio Bible

This reading plan is provided by Brian Hardin from Daily Audio Bible.
Duration: 731 days

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Dios Habla Hoy (DHH)
Version
Éxodo 12:14-13:16

14 Éste es un día que ustedes deberán recordar y celebrar con una gran fiesta en honor del Señor. Lo celebrarán como una ley permanente que pasará de padres a hijos. 15 Comerán pan sin levadura durante siete días; por lo tanto, desde el primer día no deberá haber levadura en sus casas. Cualquiera que coma pan con levadura durante estos siete días, será eliminado del pueblo de Israel. 16 Tanto el primer día como el séptimo deberán dedicarlos a una reunión santa. Esos días no se trabajará, a no ser para preparar la comida de cada persona. 17 La fiesta de los panes sin levadura es un día que ustedes deberán celebrar, porque en ese mismo día los saqué de Egipto a todos ustedes. Lo celebrarán como una ley permanente que pasará de padres a hijos. 18 Comerán pan sin levadura desde la tarde del día catorce del primer mes hasta la tarde del día veintiuno del mismo mes. 19 No deberá haber levadura en sus casas durante siete días, porque cualquiera que coma pan con levadura será eliminado de la comunidad israelita, tanto si es extranjero como si es del país. 20 Por lo tanto, no coman nada que tenga levadura. Dondequiera que ustedes vivan, deberán comer pan sin levadura.”»

21 Moisés mandó llamar a todos los ancianos israelitas y les dijo: «Vayan y tomen un cordero o un cabrito para sus familias, y mátenlo para celebrar la Pascua. 22 La sangre debe quedar en una palangana; tomen después un manojo de ramas de hisopo, mójenlo en la sangre, y unten la sangre por todo el marco de la puerta de la casa. Ninguno de ustedes debe salir de su casa antes del amanecer. 23 Cuando el Señor pase para herir de muerte a los egipcios, verá la sangre por todo el marco de la puerta, y pasará de largo por esa casa. Así el Señor no dejará que el destructor entre en las casas de ustedes. 24 Esta orden la respetarán ustedes y sus descendientes, como una ley eterna. 25 Cuando ustedes hayan entrado ya en la tierra que el Señor les va a dar, tal como lo ha prometido, deberán seguir celebrando esta ceremonia. 26 Y cuando sus hijos les pregunten: “¿Qué significa esta ceremonia?”, 27 ustedes deberán contestar: “Este animal se sacrifica en la Pascua, en honor del Señor. Cuando él hirió de muerte a los egipcios, pasó de largo por las casas de los israelitas que vivían en Egipto, y así salvó a nuestras familias.”»

Entonces los israelitas se inclinaron en actitud de adoración, 28 y luego fueron e hicieron todo tal como el Señor se lo había ordenado a Moisés y Aarón.

La muerte de los hijos mayores

29 A medianoche el Señor hirió de muerte al hijo mayor de cada familia egipcia, lo mismo al hijo mayor del faraón que ocupaba el trono, que al hijo mayor del que estaba preso en la cárcel, y también a las primeras crías de los animales. 30 El faraón, sus funcionarios, y todos los egipcios, se levantaron esa noche, y hubo grandes gritos de dolor en todo Egipto. No había una sola casa donde no hubiera algún muerto. 31 Esa misma noche el faraón mandó llamar a Moisés y Aarón, y les dijo:

—Váyanse, apártense de mi gente, ustedes y los israelitas. Vayan a adorar al Señor, tal como dijeron. 32 Llévense también sus ovejas y vacas, como querían, y váyanse. Y rueguen a Dios por mí.

33 Los egipcios apuraron a los israelitas para que se fueran pronto de su país, pues pensaban que todos iban a morir. 34 Los israelitas sacaron la masa, todavía sin levadura, y con artesa y todo la envolvieron en sus ropas y se la echaron al hombro. 35 Además, siguiendo las órdenes de Moisés, les pidieron a los egipcios objetos de oro y plata, y vestidos. 36 El Señor hizo que los egipcios dieran de buena gana todo lo que los israelitas pedían, y así los israelitas despojaron a los egipcios.

Los israelitas salen de Egipto

37 Los israelitas salieron de Ramsés a Sucot. Sin contar mujeres y niños, eran como seiscientos mil hombres de a pie, en edad militar. 38 Con ellos se fue muchísima gente de toda clase, además de muchas ovejas y vacas. 39 Como no habían tenido tiempo de preparar comida, pues los egipcios los habían echado de su país, hicieron tortas sin levadura con la masa que habían sacado de Egipto, la cual estaba sin fermentar.

40 Los israelitas habían vivido en Egipto cuatrocientos treinta años, 41 y el mismo día en que se cumplieron los cuatrocientos treinta años, todos los ejércitos del Señor salieron de aquel país. 42 Esa noche el Señor estuvo vigilante para sacarlos de Egipto. Esa es la noche del Señor, la noche en que, en su honor, los israelitas también deberán estar vigilantes, generación tras generación.

Leyes acerca de la Pascua

43 El Señor les dijo a Moisés y Aarón:

«Ésta es la ley para la Pascua: Ningún extranjero podrá comer del animal sacrificado, 44 pero el esclavo comprado por dinero sí podrá comer de él, si ha sido circuncidado antes. 45 Ningún extranjero, ya sea que esté de paso o que viva como asalariado, podrá comer del animal, 46 el cual deberá comerse en una sola casa. No se sacará de la casa ni un solo pedazo de carne del animal sacrificado, ni se le quebrarán los huesos. 47 Esto lo hará toda la comunidad israelita. 48 Sin embargo, si un extranjero vive entre ustedes y quiere celebrar la Pascua en honor del Señor, primero ha de hacer que se circunciden todos los hombres de su familia, y después podrá celebrarla, pues entonces será como los nacidos en el país. Pero no podrá comer del animal nadie que no esté circuncidado. 49 La misma ley se aplicará a los nacidos en el país y a los extranjeros que vivan entre ustedes.»

50 Los israelitas lo hicieron todo tal como el Señor se lo había ordenado a Moisés y Aarón. 51 Aquel mismo día, el Señor sacó de Egipto a los ejércitos israelitas.

13 El Señor se dirigió a Moisés y le dijo:

«Conságrame los hijos mayores, porque todo primer hijo de los israelitas me pertenece, lo mismo que toda primera cría de sus animales.»

Entonces Moisés le dijo al pueblo: «Acuérdense de este día, en que con gran poder el Señor los sacó de Egipto, donde vivían como esclavos. No deberán comer pan con levadura. Ustedes salen este día, en el mes de Abib, y en este mismo mes deberán celebrar la fiesta, una vez que el Señor los haya llevado a la tierra donde la leche y la miel corren como el agua, es decir, al país de los cananeos, hititas, amorreos, heveos y jebuseos, que ya había prometido a sus antepasados que se lo daría a ustedes. Comerán pan sin levadura durante siete días, y en el séptimo día harán fiesta en honor del Señor. Durante los siete días se comerá pan sin levadura, y en ninguna parte de su territorio deberá haber levadura o pan con levadura. En ese día les dirán a sus hijos: “Esto se hace por lo que el Señor hizo con nosotros cuando salimos de Egipto. Y, como si tuvieran ustedes una marca en el brazo o en la frente, esto les hará recordar que siempre deben hablar de la ley del Señor, pues él los sacó de Egipto con gran poder. 10 Por eso deben celebrar esta ceremonia año tras año, en la fecha señalada.”

11 »Cuando el Señor los haya llevado al país de los cananeos, es decir, cuando les entregue el país, según la promesa que les hizo a ustedes y a sus antepasados, 12 tendrán que dedicarle todos sus primeros hijos varones y todos los primeros machos que les nazcan a sus animales, porque pertenecen al Señor. 13 En el caso de la primera cría de una asna, deberán dar un cordero o un cabrito como rescate por el asno, pero si no dan el cordero, entonces le romperán el cuello al asno. También deberán dar una ofrenda como rescate por cada hijo mayor, 14 y cuando el día de mañana sus hijos les pregunten: “¿Qué quiere decir esto?”, les responderán: “El Señor nos sacó con gran poder de Egipto, donde vivíamos como esclavos. 15 Cuando el faraón se puso terco en no dejarnos salir, el Señor hirió de muerte al hijo mayor de cada familia egipcia y a todas las primeras crías de sus animales; por eso le ofrecemos al Señor todos los machos que nacen primero, y damos una ofrenda como rescate por nuestro hijo mayor. 16 Por lo tanto, como si tuvieran una marca en el brazo o en la frente, esta ceremonia les hará recordar a ustedes que el Señor nos sacó de Egipto con gran poder.”»

Mateo 20:29-21:22

Jesús sana a dos ciegos(A)

29 Al salir ellos de Jericó, mucha gente siguió a Jesús. 30 Dos ciegos que estaban sentados junto al camino, al oír que Jesús pasaba, gritaron:

—¡Señor, Hijo de David, ten compasión de nosotros!

31 La gente los reprendía para que se callaran, pero ellos gritaban más todavía:

—¡Señor, Hijo de David, ten compasión de nosotros!

32 Entonces Jesús se detuvo, llamó a los ciegos y les preguntó:

—¿Qué quieren que haga por ustedes?

33 Ellos le contestaron:

—Señor, que recobremos la vista.

34 Jesús tuvo compasión de ellos, y les tocó los ojos. En el mismo momento los ciegos recobraron la vista, y siguieron a Jesús.

Jesús entra en Jerusalén(B)

21 Cuando ya estaban cerca de Jerusalén y habían llegado a Betfagé, al Monte de los Olivos, Jesús envió a dos de sus discípulos, diciéndoles:

—Vayan a la aldea que está enfrente. Allí encontrarán una burra atada, y un burrito con ella. Desátenla y tráiganmelos. Y si alguien les dice algo, díganle que el Señor los necesita y que en seguida los devolverá.

Esto sucedió para que se cumpliera lo que dijo el profeta, cuando escribió:

«Digan a la ciudad de Sión:
“Mira, tu Rey viene a ti,
humilde, montado en un burro,
en un burrito, cría de una bestia de carga.”»

Los discípulos fueron e hicieron lo que Jesús les había mandado. Llevaron la burra y su cría, echaron sus capas encima de ellos, y Jesús montó. Había mucha gente. Unos tendían sus capas por el camino, y otros tendían ramas que cortaban de los árboles. Y tanto los que iban delante como los que iban detrás, gritaban:

—¡Hosana al Hijo del rey David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosana en las alturas!

10 Cuando Jesús entró en Jerusalén, toda la ciudad se alborotó, y muchos preguntaban:

—¿Quién es éste?

11 Y la gente contestaba:

—Es el profeta Jesús, el de Nazaret de Galilea.

Jesús purifica el templo(C)

12 Jesús entró en el templo y echó de allí a todos los que estaban vendiendo y comprando. Volcó las mesas de los que cambiaban dinero a la gente, y los puestos de los que vendían palomas; 13 y les dijo:

—En las Escrituras se dice: “Mi casa será declarada casa de oración”, pero ustedes están haciendo de ella una cueva de ladrones.

14 Se acercaron a Jesús en el templo los ciegos y los cojos, y él los sanó. 15 Pero cuando los jefes de los sacerdotes y los maestros de la ley vieron los milagros que hacía, y oyeron que los niños gritaban en el templo: «¡Hosana al Hijo del rey David!», se enojaron 16 y dijeron a Jesús:

—¿Oyes lo que ésos están diciendo?

Jesús les contestó:

—Sí, lo oigo. Pero ¿no han leído ustedes la Escritura que habla de esto? Dice:

“Con los cantos de los pequeños,
de los niñitos de pecho,
has dispuesto tu alabanza.”

17 Entonces los dejó, y se fue de la ciudad a Betania, donde pasó la noche.

Jesús maldice la higuera sin fruto(D)

18 Por la mañana, cuando volvía a la ciudad, Jesús sintió hambre. 19 Vio una higuera junto al camino y se acercó a ella, pero no encontró más que hojas. Entonces le dijo a la higuera:

—¡Nunca más vuelvas a dar fruto!

Y al instante la higuera se secó. 20 Al ver lo ocurrido, los discípulos se maravillaron y preguntaron a Jesús:

—¿Cómo es que la higuera se secó al instante?

21 Jesús les contestó:

—Les aseguro que si tienen fe y no dudan, no solamente podrán hacer esto que le hice a la higuera, sino que aun si a este cerro le dicen: “Quítate de ahí y arrójate al mar”, así sucederá. 22 Y todo lo que ustedes, al orar, pidan con fe, lo recibirán.

Salmos 25:16-22

16 Mírame, Señor, y ten compasión de mí,
porque estoy solo y afligido.
17 Mi corazón se aflige más y más;
líbrame de mis angustias.
18 Mira mis tristezas y trabajos,
y perdona mis pecados.
19 Mira cuántos enemigos tengo
que sienten por mí un odio mortal.
20 ¡Cuídame, sálvame la vida!
¡No dejes que me hunda en la vergüenza,
pues en ti busco protección!
21 Que me protejan mi honradez y mi inocencia,
pues en ti he puesto mi confianza.

22 ¡Dios mío,
salva a Israel de todas sus angustias!

Proverbios 6:12-15

Características del malvado

12 El que es malvado y perverso
anda siempre contando mentiras;
13 guiña los ojos,
hace señas con los pies,
señala con los dedos;
14 su mente es perversa,
piensa siempre en hacer lo malo
y en andar provocando peleas.
15 Por eso, en un instante le vendrá el desastre;
en un abrir y cerrar de ojos
quedará arruinado sin remedio.

Dios Habla Hoy (DHH)

Dios habla hoy ®, © Sociedades Bíblicas Unidas, 1966, 1970, 1979, 1983, 1996.