Bible in 90 Days
El Sermón del monte: Las bienaventuranzas(A)
5 Cuando Jesús vio a la multitud, subió al monte y se sentó. Entonces sus discípulos se le acercaron, 2 y él comenzó a enseñarles diciendo:
3 «Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
4 »Bienaventurados los que lloran,(B) porque ellos recibirán consolación.
5 »Bienaventurados los mansos,(C) porque ellos heredarán la tierra.
6 »Bienaventurados los que tienen hambre y sed(D) de justicia, porque ellos serán saciados.
7 »Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos serán tratados con misericordia.
8 »Bienaventurados los de limpio corazón,(E) porque ellos verán a Dios.
9 »Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
10 »Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia,(F) porque de ellos es el reino de los cielos.
11 »Bienaventurados serán ustedes cuando por mi causa los insulten y persigan, y mientan y digan contra ustedes toda clase de mal.(G) 12 Gócense y alégrense, porque en los cielos ya tienen ustedes un gran galardón; pues así persiguieron a los profetas(H) que vivieron antes que ustedes.
La sal de la tierra
13 »Ustedes son la sal de la tierra, pero si la sal pierde su sabor, ¿cómo volverá a ser salada? Ya no servirá para nada, sino para ser arrojada a la calle y pisoteada por la gente.(I)
La luz del mundo
14 »Ustedes son la luz del mundo.(J) Una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. 15 Tampoco se enciende una lámpara y se pone debajo de un cajón, sino sobre el candelero,(K) para que alumbre a todos los que están en casa. 16 De la misma manera, que la luz de ustedes alumbre delante de todos, para que todos vean sus buenas obras y glorifiquen a su Padre, que está en los cielos.(L)
Jesús y la ley
17 »No piensen ustedes que he venido para abolir la ley o los profetas; no he venido para abolir, sino para cumplir. 18 Porque de cierto les digo que, mientras existan el cielo y la tierra, no pasará ni una jota ni una tilde de la ley, hasta que todo se haya cumplido.(M) 19 De manera que, cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los demás, será considerado muy pequeño en el reino de los cielos; pero cualquiera que los practique y los enseñe, será considerado grande en el reino de los cielos. 20 Yo les digo que, si la justicia de ustedes no es mayor que la de los escribas y los fariseos, ustedes no entrarán en el reino de los cielos.
Jesús y la ira(N)
21 »Ustedes han oído que se dijo a los antiguos: “No matarás”,(O) y que cualquiera que mate será culpable de juicio. 22 Pero yo les digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio, y cualquiera que a su hermano le diga “necio”, será culpable ante el concilio, y cualquiera que le diga “fatuo”, quedará expuesto al infierno de fuego. 23 Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, 24 deja allí tu ofrenda delante del altar, y ve y reconcíliate primero con tu hermano, y después de eso vuelve y presenta tu ofrenda. 25 Ponte de acuerdo pronto con tu adversario, mientras estás con él en el camino, no sea que el adversario te entregue al juez, y el juez al alguacil, y seas echado en la cárcel. 26 De cierto te digo que no saldrás de allí, hasta que hayas pagado el último centavo.
Jesús y el adulterio
27 »Ustedes han oído que fue dicho: “No cometerás adulterio”.(P) 28 Pero yo les digo que cualquiera que mira con deseos a una mujer, ya adulteró con ella en su corazón. 29 Por tanto, si tu ojo derecho te hace caer en pecado, sácatelo y deshazte de él; es mejor que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno.(Q) 30 Y si tu mano derecha te hace caer en pecado, córtatela y deshazte de ella; es mejor que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno.(R)
Jesús y el divorcio
31 »También fue dicho: “Cualquiera que se divorcia de su mujer, debe darle un certificado de divorcio.”(S) 32 Pero yo les digo que el que se divorcia de su mujer, a no ser por causa de fornicación, hace que ella adultere, y el que se casa con la divorciada, comete adulterio.(T)
Jesús y los juramentos
33 »Ustedes han oído también que se dijo a los antiguos: “No perjurarás,(U) sino que cumplirás tus juramentos al Señor.”(V) 34 Pero yo les digo: No juren en ninguna manera;(W) ni por el cielo, porque es el trono de Dios,(X) 35 ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies,(Y) ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey.(Z) 36 No jurarás ni por tu cabeza, porque no puedes hacer blanco o negro un solo cabello tuyo. 37 Cuando ustedes digan algo, que sea “sí, sí”, o “no, no”; porque lo que es más de esto, proviene del mal.
El amor hacia los enemigos(AA)
38 »Ustedes han oído que fue dicho: “Ojo por ojo, y diente por diente.”(AB) 39 Pero yo les digo: No resistan al que es malo, sino que a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, preséntale también la otra; 40 al que quiera provocarte a pleito para quitarte la túnica, déjale también la capa; 41 y a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él dos. 42 Al que te pida, dale, y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo rehúses.
43 »Ustedes han oído que fue dicho: “Amarás a tu prójimo,(AC) y odiarás a tu enemigo.” 44 Pero yo les digo: Amen a sus enemigos, bendigan a los que los maldicen, hagan bien a los que los odian, y oren por quienes los persiguen, 45 para que sean ustedes hijos de su Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos. 46 Porque si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué recompensa tendrán? ¿Acaso no hacen lo mismo los cobradores de impuestos? 47 Y si ustedes saludan solamente a sus hermanos, ¿qué hacen de más? ¿Acaso no hacen lo mismo los paganos? 48 Por lo tanto, sean ustedes perfectos, como su Padre que está en los cielos es perfecto.(AD)
Jesús y la limosna
6 »Cuidado con hacer sus obras de justicia sólo para que la gente los vea.(AE) Si lo hacen así, su Padre que está en los cielos no les dará ninguna recompensa.
2 Cuando tú des limosna, no toques trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para que la gente los alabe. De cierto les digo que con eso ya se han ganado su recompensa. 3 Pero cuando tú des limosna, asegúrate de que tu mano izquierda no sepa lo que hace la derecha; 4 así tu limosna será en secreto, y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.
Jesús y la oración(AF)
5 »Cuando ores, no seas como los hipócritas, porque a ellos les encanta orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para que la gente los vea;(AG) de cierto les digo que con eso ya se han ganado su recompensa. 6 Pero tú, cuando ores, entra en tu aposento, y con la puerta cerrada(AH) ora a tu Padre que está en secreto, y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.
7 »Cuando ustedes oren, no sean repetitivos, como los paganos, que piensan que por hablar mucho serán escuchados. 8 No sean como ellos, porque su Padre ya sabe de lo que ustedes tienen necesidad, antes de que ustedes le pidan. 9 Por eso, ustedes deben orar así:
“Padre nuestro, que estás en los cielos,
santificado sea tu nombre.
10 Venga tu reino.
Hágase tu voluntad,
en la tierra como en el cielo.
11 El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.
12 Perdónanos nuestras deudas,
como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.
13 No nos metas en tentación,
sino líbranos del mal.”
[Porque tuyo es el reino,
el poder, y la gloria,(AI)
por todos los siglos. Amén.][a]
14 Si ustedes perdonan a los otros sus ofensas, también su Padre celestial los perdonará a ustedes. 15 Pero si ustedes no perdonan a los otros sus ofensas, tampoco el Padre de ustedes les perdonará sus ofensas.(AJ)
Jesús y el ayuno
16 »Cuando ustedes ayunen, no se muestren afligidos, como los hipócritas, porque ellos demudan su rostro para mostrar a la gente que están ayunando; de cierto les digo que ya se han ganado su recompensa. 17 Pero tú, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, 18 para no mostrar a los demás que estás ayunando, sino a tu Padre que está en secreto, y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.
Tesoros en el cielo(AK)
19 »No acumulen ustedes tesoros en la tierra, donde la polilla y el óxido corroen,(AL) y donde los ladrones minan y hurtan. 20 Por el contrario, acumulen tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el óxido corroen, y donde los ladrones no minan ni hurtan. 21 Pues donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón.
La lámpara del cuerpo(AM)
22 »La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz; 23 pero si tu ojo es malo, todo tu cuerpo estará a oscuras. Y si la luz que hay en ti es oscuridad, ¡cuán oscura no será la misma oscuridad!
Dios y las riquezas(AN)
24 »Nadie puede servir a dos amos, pues odiará a uno y amará al otro, o estimará a uno y menospreciará al otro. Ustedes no pueden servir a Dios y a las riquezas.[b]
El afán y la ansiedad(AO)
25 »Por lo tanto les digo: No se preocupen por su vida, ni por qué comerán o qué beberán; ni con qué cubrirán su cuerpo. ¿Acaso no vale más la vida que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? 26 Miren las aves del cielo, que no siembran, ni cosechan, ni recogen en graneros, y el Padre celestial las alimenta. ¿Acaso no valen ustedes mucho más que ellas? 27 ¿Y quién de ustedes, por mucho que lo intente, puede añadir medio metro a su estatura? 28 ¿Y por qué se preocupan por el vestido? Observen cómo crecen los lirios del campo: no trabajan ni hilan, 29 y aun así ni el mismo Salomón, con toda su gloria,(AP) se vistió como uno de ellos. 30 Pues si Dios viste así a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se echa en el horno, ¿no hará mucho más por ustedes, hombres de poca fe? 31 Por lo tanto, no se preocupen ni se pregunten “¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?” 32 Porque la gente anda tras todo esto, pero su Padre celestial sabe que ustedes tienen necesidad de todas estas cosas. 33 Por lo tanto, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas.
34 »Así que, no se preocupen por el día de mañana, porque el día de mañana traerá sus propias preocupaciones. ¡Ya bastante tiene cada día con su propio mal!
El juzgar a los demás(AQ)
7 »No juzguen, para que no sean juzgados. 2 Porque con el juicio con que ustedes juzgan, serán juzgados; y con la medida con que miden, serán medidos.(AR) 3 ¿Por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no miras la viga que está en tu propio ojo? 4 ¿Cómo dirás a tu hermano: “Déjame sacar la paja de tu ojo”, cuando tienes una viga en el tuyo? 5 ¡Hipócrita! Saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano.
6 »No den ustedes lo santo a los perros, ni echen sus perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen, y se vuelvan contra ustedes y los despedacen.
La oración, y la regla de oro(AS)
7 »Pidan, y se les dará, busquen, y encontrarán, llamen, y se les abrirá. 8 Porque todo aquel que pide, recibe, y el que busca, encuentra, y al que llama, se le abre. 9 ¿Quién de ustedes, si su hijo le pide pan, le da una piedra? 10 ¿O si le pide un pescado, le da una serpiente? 11 Pues si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más su Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan! 12 Así que, todo lo que quieran que la gente haga con ustedes, eso mismo hagan ustedes con ellos, porque en esto se resumen la ley y los profetas.
La puerta estrecha(AT)
13 »Entren por la puerta estrecha, porque ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella. 14 Pero estrecha es la puerta y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la encuentran.
Según el árbol es el fruto(AU)
15 »Cuídense de los falsos profetas, que vienen a ustedes disfrazados de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. 16 Ustedes los conocerán por sus frutos, pues no se recogen uvas de los espinos, ni higos de los abrojos. 17 Del mismo modo, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. 18 El buen árbol no puede dar frutos malos, ni el árbol malo dar frutos buenos. 19 Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego.(AV) 20 Así que ustedes los conocerán por sus frutos.(AW)
Jesús conoce a los suyos(AX)
21 »No todo el que me dice: “Señor, Señor”, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. 22 En aquel día, muchos me dirán: “Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?” 23 Pero yo les diré claramente: “Nunca los conocí. ¡Apártense de mí, obreros de la maldad!”(AY)
Los dos cimientos(AZ)
24 »A cualquiera que me oye estas palabras, y las pone en práctica, lo compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. 25 Cayó la lluvia, vinieron los ríos, y soplaron los vientos, y azotaron aquella casa, pero ésta no se vino abajo, porque estaba fundada sobre la roca. 26 Por otro lado, a cualquiera que me oye estas palabras y no las pone en práctica, lo compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena. 27 Cayó la lluvia, vinieron los ríos, y soplaron los vientos, y azotaron aquella casa, y ésta se vino abajo, y su ruina fue estrepitosa.»
28 Cuando Jesús terminó de hablar, la gente se admiraba de su enseñanza, 29 porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como sus escribas.(BA)
Jesús sana a un leproso(BB)
8 Al descender Jesús del monte, lo seguía mucha gente. 2 Un leproso se le acercó, se arrodilló ante él y le dijo: «Señor, si quieres, puedes limpiarme.» 3 Jesús extendió la mano, lo tocó y le dijo: «Quiero. Ya has quedado limpio.» Y al instante su lepra desapareció. 4 Entonces Jesús le dijo: «Ten cuidado de no decirle nada a nadie. Más bien, ve y preséntate ante el sacerdote, y ofrece por tu purificación lo que Moisés mandó,(BC) para que les sirva de testimonio.»
Jesús sana al siervo de un centurión(BD)
5 Al entrar Jesús en Cafarnaún, se le acercó un centurión, y le rogó: 6 «Señor, mi criado yace en casa, paralítico y con muchos sufrimientos.» 7 Jesús le dijo: «Iré a sanarlo.» 8 El centurión le respondió: «Señor, yo no soy digno de que entres a mi casa. Pero una sola palabra tuya bastará para que mi criado sane. 9 Porque yo también estoy bajo autoridad, y tengo soldados bajo mis órdenes. Si a uno le digo que vaya, va; y si a otro le digo que venga, viene; y si le digo a mi siervo: “Haz esto”, lo hace.» 10 Al oír esto Jesús, se quedó admirado y dijo a los que lo seguían: «De cierto les digo, que ni aun en Israel he hallado tanta fe. 11 Yo les digo que muchos vendrán del oriente y del occidente, y se sentarán con Abrahán, Isaac y Jacob en el reino de los cielos;(BE) 12 pero los hijos del reino serán arrojados a las tinieblas de afuera. Allí habrá llanto y rechinar de dientes.»(BF) 13 Luego dijo Jesús al centurión: «Ve, y que se haga contigo tal y como has creído.» Y en ese mismo momento el criado del centurión quedó sano.
Jesús sana a la suegra de Pedro(BG)
14 Jesús fue a la casa de Pedro, y encontró a la suegra de éste postrada en cama y con fiebre. 15 Cuando Jesús le tocó la mano, la fiebre se le quitó. Entonces ella se levantó y los atendió. 16 Al caer la noche, le llevaron muchos endemoniados, y él, con su sola palabra, expulsó a los demonios y sanó a todos los enfermos. 17 Esto, para que se cumpliera lo dicho por el profeta Isaías: «Él mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias.»(BH)
Los que querían seguir a Jesús(BI)
18 Al verse Jesús rodeado de tanta gente, dio órdenes de cruzar el lago. 19 Entonces se le acercó un escriba, y le dijo: «Maestro, yo te seguiré adondequiera que vayas.» 20 Jesús le dijo: «Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo tienen nidos, pero el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar su cabeza.» 21 Otro de sus discípulos le dijo: «Señor, permíteme ir primero a enterrar a mi padre.» 22 Jesús le dijo: «Sígueme, y deja que los muertos entierren a sus muertos.»
Jesús calma la tempestad(BJ)
23 Luego subió a la barca, y sus discípulos lo siguieron. 24 En esto se levantó en el lago una tempestad tan grande que las olas cubrían la barca, pero él dormía. 25 Sus discípulos lo despertaron y le dijeron: «¡Señor, sálvanos, que estamos por naufragar!» 26 Él les dijo: «¿Por qué tienen miedo, hombres de poca fe?» Entonces se levantó, reprendió al viento y a las aguas, y sobrevino una calma impresionante. 27 Y esos hombres se quedaron asombrados, y decían: «¿Qué clase de hombre es éste, que hasta el viento y las aguas lo obedecen?»
Los endemoniados gadarenos(BK)
28 Cuando llegó a la otra orilla, que era la tierra de los gadarenos, dos endemoniados salieron de entre los sepulcros y se le acercaron. Eran tan feroces que nadie se atrevía a pasar por aquel camino. 29 Y entre gritos le dijeron: «Hijo de Dios, ¿qué tienes que ver con nosotros? ¿Has venido a atormentarnos antes de tiempo?» 30 Lejos de ellos había un hato de muchos cerdos, que pacían. 31 Y los demonios le rogaron: «Si nos expulsas, permítenos ir a aquel hato de cerdos.» 32 Él les dijo: «Vayan.» Ellos salieron, y se fueron a los cerdos, y todo el hato se lanzó al lago por un despeñadero, y perecieron ahogados. 33 Los que cuidaban de los cerdos huyeron y fueron corriendo a la ciudad, y allí contaron todas estas cosas, incluso lo que había pasado con los endemoniados. 34 Y todos en la ciudad fueron a ver a Jesús y, cuando lo encontraron, le rogaron que se fuera de sus contornos.
Jesús sana a un paralítico(BL)
9 Después de esto, Jesús subió a la barca, cruzó a la otra orilla y fue a su ciudad. 2 Allí le llevaron un paralítico, tendido sobre una camilla. Cuando Jesús vio la fe de ellos, le dijo al paralítico: «Ten ánimo, hijo; los pecados te son perdonados.» 3 Algunos de los escribas se decían a sí mismos: «Éste blasfema.» 4 Pero Jesús, que conocía los pensamientos de ellos, dijo: «¿Por qué piensan mal dentro de ustedes mismos? 5 ¿Qué es más fácil? ¿Que le diga “los pecados te son perdonados”, o que le diga “levántate y anda”? 6 Pues para que ustedes sepan que el Hijo del Hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados, entonces éste le dice al paralítico: “Levántate, toma tu camilla, y vete a tu casa.”» 7 Entonces el paralítico se levantó y se fue a su casa. 8 Al ver esto, la gente se quedó asombrada y glorificó a Dios, que había dado tal poder a los hombres.
Llamamiento de Mateo(BM)
9 Al continuar su camino, Jesús vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado donde se cobraban los impuestos, y le dijo: «Sígueme.» Y Mateo se levantó y lo siguió. 10 Estando Jesús en la casa, sentado a la mesa, muchos cobradores de impuestos y pecadores que habían venido se sentaron también a la mesa, con Jesús y sus discípulos. 11 Cuando los fariseos vieron esto, dijeron a los discípulos: «¿Por qué come su Maestro con cobradores de impuestos y con pecadores?»(BN) 12 Al oír esto, Jesús les dijo: «No son los sanos los que necesitan de un médico, sino los enfermos. 13 Vayan y aprendan lo que significa(BO) “Misericordia quiero, y no sacrificio”.(BP) Porque no he venido a llamar a los justos al arrepentimiento, sino a los pecadores.»
La pregunta sobre el ayuno(BQ)
14 Los discípulos de Juan se le acercaron entonces, y le preguntaron: «¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos muchas veces, y tus discípulos no?» 15 Jesús les respondió: «¿Acaso los invitados a una boda pueden estar de luto mientras el esposo está con ellos? ¡Claro que no! Pero vendrán días, cuando el esposo les será quitado. Entonces ayunarán.» 16 Nadie remienda un vestido viejo con un paño de tela nueva, porque la tela nueva estira la tela vieja, y la rotura se hace peor. 17 Ni tampoco se echa vino nuevo en odres viejos, porque el vino nuevo revienta los odres, y entonces el vino se derrama y los odres se echan a perder. Más bien, el vino nuevo debe echarse en odres nuevos, y tanto lo uno como lo otro se conserva juntamente.
La hija de Jairo, y la mujer que tocó el manto de Jesús(BR)
18 Mientras él les decía estas cosas, un magistrado vino y se arrodilló ante él, y le dijo: «Mi hija acaba de morir; pero ven y pon tu mano sobre ella, y ella volverá a la vida.» 19 Jesús se levantó y lo siguió con sus discípulos. 20 En eso, una mujer que desde hacía doce años padecía de hemorragias, se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto, 21 pues pensaba: «Si alcanzo a tocar tan sólo su manto, me sanaré.» 22 Pero Jesús se volvió a mirarla y le dijo: «Ten ánimo, hija; tu fe te ha salvado.» Y a partir de ese momento la mujer quedó sana. 23 Cuando Jesús entró en la casa del magistrado, vio a los que tocaban flautas y a la gente que hacía alboroto, 24 y les dijo: «Váyanse, porque la niña no está muerta, sino dormida.» Ellos se burlaron de él. 25 Pero luego de despedir a la gente, él entró y tomó de la mano a la niña, y ella se levantó. 26 Esta noticia se difundió por toda aquella región.
Dos ciegos reciben la vista
27 Cuando Jesús salió de allí, dos ciegos lo siguieron, y a gritos le decían: «¡Ten misericordia de nosotros, Hijo de David!» 28 Cuando Jesús llegó a la casa, los ciegos se le acercaron y él les preguntó: «¿Creen que puedo hacer esto?» Ellos dijeron: «Sí, Señor.» 29 Entonces les tocó los ojos, y les dijo: «Que se haga con ustedes conforme a su fe.» 30 Y los ojos de ellos fueron abiertos. Pero Jesús les encargó con mucha firmeza: «Asegúrense de que nadie sepa esto.» 31 Sin embargo, en cuanto ellos salieron, divulgaron la fama de él por toda aquella región.
Un mudo habla
32 En el momento en que salían, le trajeron a Jesús un mudo que estaba endemoniado. 33 En cuanto el demonio fue expulsado, el mudo comenzó a hablar. Y la gente se asombraba y decía: «¡Nunca se ha visto nada igual en Israel!» 34 Pero los fariseos decían: «Éste expulsa a los demonios por el poder del príncipe de los demonios.»(BS)
La mies es mucha
35 Jesús recorría todas las ciudades y las aldeas, y enseñaba en las sinagogas de ellos, predicaba el evangelio del reino y sanaba toda enfermedad y toda dolencia del pueblo.(BT) 36 Al ver las multitudes, Jesús tuvo compasión de ellas porque estaban desamparadas y dispersas, como ovejas que no tienen pastor.(BU) 37 Entonces dijo a sus discípulos: «Ciertamente, es mucha la mies, pero son pocos los segadores. 38 Por tanto, pidan al Señor de la mies que envíe segadores a cosechar la mies.»(BV)
Elección de los doce apóstoles(BW)
10 Jesús reunió a sus doce discípulos, y les dio poder para expulsar a los espíritus impuros y para sanar toda enfermedad y toda dolencia. 2 Éstos son los nombres de los doce apóstoles: primero Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano; luego Jacobo y su hermano Juan, hijos de Zebedeo; 3 Felipe, Bartolomé, Tomás, Mateo el cobrador de impuestos, Jacobo hijo de Alfeo, Tadeo, 4 Simón el cananista, y Judas Iscariote, que después lo traicionó.
Misión de los doce(BX)
5 Jesús envió a estos doce, con las siguientes instrucciones: «No vayan por camino de paganos, ni entren en ciudad de samaritanos, 6 sino vayan más bien a las ovejas perdidas de la casa de Israel. 7 Vayan y prediquen: “El reino de los cielos se ha acercado.” 8 Sanen enfermos, limpien leprosos, resuciten muertos y expulsen demonios. Den gratuitamente lo que gratuitamente recibieron. 9 No lleven consigo oro ni plata ni cobre,(BY) 10 ni mochila para el camino, ni dos túnicas, ni calzado, ni bastón; porque el obrero es digno de su alimento.(BZ) 11 En cualquier ciudad o aldea a la que lleguen, busquen a alguien que sea digno, y quédense allí hasta que salgan. 12 Al entrar en la casa, saluden. 13 Si la casa es digna, recibirá la paz que ustedes le deseen; pero si no es digna, ese deseo de paz se volverá a ustedes. 14 Si alguien no los recibe, ni oye sus palabras, salgan de aquella casa o ciudad, y sacúdanse el polvo de los pies.(CA) 15 De cierto les digo que, en el día del juicio, el castigo para la tierra de Sodoma y de Gomorra,(CB) será más tolerable que para aquella ciudad.(CC)
Persecuciones venideras
16 »Tengan ustedes en cuenta que los estoy enviando como a ovejas en medio de lobos;(CD) así que sean prudentes como serpientes y sencillos como palomas. 17 Cuídense de la gente, porque los entregarán a los tribunales, y los azotarán en las sinagogas; 18 y por causa de mí, incluso los harán comparecer ante gobernadores y reyes, para que den testimonio ante ellos y ante las naciones. 19 Pero cuando ustedes sean entregados, no se preocupen por lo que han de decir, ni por cómo habrán de decirlo, porque en ese momento se les dará lo que tienen que decir. 20 Porque no serán ustedes los que hablen, sino que el Espíritu de su Padre hablará por ustedes. 21 El hermano entregará a la muerte al hermano, y el padre al hijo. Los hijos se levantarán contra los padres, y los harán morir.(CE) 22 Por causa de mi nombre todo el mundo los odiará,(CF) pero el que resista hasta el fin será salvado.(CG) 23 Cuando los persigan en una ciudad, huyan a otra; porque de cierto les digo que no terminarán de recorrer todas las ciudades de Israel, antes que venga el Hijo del Hombre.
24 El discípulo no es más que su maestro,(CH) ni el siervo más que su señor.(CI) 25 Al discípulo debe bastarle con ser como su maestro, y al siervo como su señor. Si al dueño de la casa lo han llamado Beelzebú,(CJ) ¿cuánto más a los de su familia?
A quién se debe temer(CK)
26 »Así que, no los teman, porque no hay nada encubierto que no haya de ser manifestado, ni nada oculto que no haya de saberse.(CL) 27 Lo que les digo en las tinieblas, díganlo en la luz; y lo que oyen al oído, proclámenlo desde las azoteas. 28 No teman a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. Más bien, teman a aquel que puede destruir alma y cuerpo en el infierno. 29 ¿Acaso no se venden dos pajarillos por unas cuantas monedas? Aun así, ni uno de ellos cae a tierra sin que el Padre de ustedes lo permita, 30 pues aun los cabellos de ustedes están todos contados. 31 Así que no teman, pues ustedes valen más que muchos pajarillos. 32 A cualquiera que me confiese delante de los hombres, yo también lo confesaré delante de mi Padre que está en los cielos. 33 Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también lo negaré delante de mi Padre que está en los cielos.(CM)
Jesús, causa de división(CN)
34 »No piensen que he venido para traer paz a la tierra; no he venido para traer paz, sino espada. 35 He venido para poner al hijo contra su padre, a la hija contra su madre, y a la nuera contra su suegra. 36 Los enemigos del hombre serán los de su casa.(CO) 37 El que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí. El que ama a su hijo o hija más que a mí, no es digno de mí. 38 El que no toma su cruz y me sigue, no es digno de mí.(CP) 39 El que halla su vida, la perderá; y el que pierde su vida por causa de mí, la hallará.(CQ)
Recompensas(CR)
40 »El que los recibe a ustedes, me recibe a mí;(CS) y el que me recibe a mí, recibe al que me envió.(CT) 41 El que recibe a un profeta porque es profeta, recibirá igual recompensa que el profeta; y el que recibe a un justo porque es justo, recibirá igual recompensa que el justo. 42 De cierto les digo que cualquiera que dé a uno de estos pequeñitos aunque sea un vaso de agua fría, por tratarse de un discípulo, no perderá su recompensa.»
Los mensajeros de Juan el Bautista(CU)
11 Cuando Jesús terminó de dar instrucciones a sus doce discípulos, se fue de allí a enseñar y a predicar en otras ciudades.
2 Juan, que estaba en la cárcel, se enteró de los hechos de Cristo y envió a dos de sus discípulos 3 para que le preguntaran: «¿Eres tú aquel que había de venir, o esperaremos a otro?» 4 Jesús les respondió: «Vuelvan y cuéntenle a Juan las cosas que han visto y oído. 5 Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen,(CV) los muertos son resucitados, y a los pobres se les anuncian las buenas noticias.(CW) 6 Bienaventurado el que no tropieza por causa de mí.»
7 Mientras ellos se iban, Jesús comenzó a decir a la gente acerca de Juan: «¿Qué fueron ustedes a ver al desierto? ¿Una caña sacudida por el viento? 8 ¿Qué fueron a ver? ¿A un hombre vestido con ropa elegante? Los que se visten con ropa elegante se encuentran en los palacios. 9 Pero ¿qué es lo que ustedes fueron a ver? ¿A un profeta? Yo les digo que sí, ¡y a alguien mayor que un profeta! 10 Porque éste es de quien está escrito:
“Yo envío mi mensajero delante de ti,
El cual preparará tu camino.”(CX)
11 »De cierto les digo que, entre los que nacen de mujer, no ha surgido nadie mayor que Juan el Bautista. Aun así, el más pequeño en el reino de los cielos es mayor que él. 12 Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan. 13 Y todos los profetas y la ley profetizaron hasta Juan.(CY) 14 Si quieren recibirlo, él es Elías, el que había de venir.(CZ) 15 El que tenga oídos para oír, que oiga. 16 Pero ¿con qué compararé a esta generación? Se parece a los niños que se sientan en las plazas y les gritan a sus compañeros: 17 “Tocamos la flauta, y ustedes no bailaron; entonamos cantos fúnebres, y ustedes no lloraron.” 18 Porque vino Juan, que ni comía ni bebía, y dicen que tiene un demonio; 19 luego vino el Hijo del Hombre, que come y bebe, y lo califican de glotón y borracho, y de ser amigo de cobradores de impuestos y de pecadores. Pero a la sabiduría la reivindican sus hijos.»
Ayes sobre las ciudades impenitentes(DA)
20 Jesús comenzó entonces a reprender a las ciudades donde había hecho muchos de sus milagros, porque no se habían arrepentido. Les decía: 21 «¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón(DB) se hubieran hecho los milagros que se han hecho en ustedes, hace tiempo que en cilicio y cubiertas de ceniza ellas habrían mostrado su arrepentimiento. 22 Por tanto les digo que, en el día del juicio, el castigo para Tiro y para Sidón será más tolerable que para ustedes. 23 Y tú, Cafarnaún, que te elevas hasta el cielo, hasta el Hades[c] caerás abatida.(DC) Porque si en Sodoma(DD) se hubieran hecho los milagros que se han hecho en ti, hasta el día de hoy habría permanecido. 24 Por tanto les digo que, en el día del juicio, el castigo para Sodoma(DE) será más tolerable que para ti.»
Vengan a mí y descansen(DF)
25 En ese momento, Jesús dijo: «Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque estas cosas las escondiste de los sabios y de los entendidos, y las revelaste a los niños. 26 Sí, Padre, porque así te agradó. 27 El Padre me ha entregado todas las cosas,(DG) y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni nadie conoce al Padre, sino el Hijo,(DH) y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar. 28 Vengan a mí todos ustedes, los agotados de tanto trabajar, que yo los haré descansar. 29 Lleven mi yugo sobre ustedes, y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallarán descanso para su alma;(DI) 30 porque mi yugo es fácil, y mi carga es liviana.»
Los discípulos recogen espigas en el día de reposo(DJ)
12 En aquel tiempo, al pasar Jesús por los sembrados en un día de reposo, sus discípulos tuvieron hambre y comenzaron a arrancar espigas(DK) y a comerlas. 2 Cuando los fariseos vieron esto, le dijeron: «¡Fíjate! Tus discípulos hacen lo que no está permitido hacer en el día de reposo.» 3 Pero él les dijo: «¿No han leído ustedes lo que hizo David, cuando él y sus acompañantes tuvieron hambre? 4 ¡Pues entró en la casa de Dios y comió los panes de la proposición!(DL) Panes que ni a él ni a sus acompañantes les estaba permitido comer, sino solamente a los sacerdotes.(DM) 5 ¿O no han leído ustedes en la ley que, en el día de reposo, los sacerdotes que están en el templo profanan el día de reposo, y no se les culpa de nada?(DN) 6 Pues yo les digo que aquí está uno mayor que el templo. 7 Si ustedes supieran lo que significa(DO) “Misericordia quiero, y no sacrificio”,(DP) no condenarían a los inocentes; 8 porque el Hijo del Hombre es Señor del día de reposo.»
El hombre de la mano atrofiada(DQ)
9 Al salir de allí, Jesús fue a la sinagoga del lugar. 10 Allí había un hombre que tenía atrofiada una mano. Para poder acusar a Jesús, algunos le preguntaron: «¿Está permitido sanar en el día de reposo?» 11 Él les respondió: «¿Quién de ustedes, si tiene una oveja, y ésta se cae en un hoyo en día de reposo, no va y la saca?(DR) 12 ¡Y un hombre vale mucho más que una oveja! Por consiguiente, está permitido hacer el bien en los días de reposo.» 13 Entonces le dijo a aquel hombre: «Extiende tu mano.» El hombre la extendió, y su mano le quedó tan sana como la otra. 14 Pero los fariseos, en cuanto se fueron, conspiraron para matar a Jesús.
El siervo escogido
15 Cuando Jesús supo esto, se alejó de allí. Pero mucha gente lo siguió, y él los sanó a todos, 16 aunque les encargaba con firmeza que no lo descubrieran, 17 para que se cumpliera lo dicho por el profeta Isaías:
18 «Éste es mi siervo, a quien he escogido;
mi Amado, en quien se complace mi alma.
Pondré mi Espíritu sobre él,
y a las naciones anunciará juicio.
19 No disputará, ni gritará,
ni nadie oirá su voz en las calles.
20 No quebrará la caña cascada,
ni apagará la mecha humeante,
hasta que haga triunfar la justicia.
21 En su nombre esperarán las naciones.»(DS)
La blasfemia contra el Espíritu Santo(DT)
22 Un día le llevaron un endemoniado ciego y mudo, y él lo sanó, así que el ciego y mudo podía ver y hablar. 23 Toda la gente estaba atónita, y decía: «¿Será éste el Hijo de David?» 24 Los fariseos, al oírlo, decían: «Éste expulsa los demonios por el poder de Beelzebú, príncipe de los demonios.»(DU) 25 Pero Jesús, que sabía lo que ellos pensaban, les dijo: «Todo reino dividido internamente acaba en la ruina. No hay casa o ciudad que permanezca, si internamente está dividida. 26 Así que, si Satanás expulsa a Satanás, se estará dividiendo a sí mismo; y así, ¿cómo podrá permanecer su reino? 27 Si yo expulso a los demonios por el poder de Beelzebú, ¿por el poder de quién los expulsan los hijos de ustedes? Por lo tanto, ellos serán los jueces de ustedes. 28 Pero si yo expulso a los demonios por el poder del Espíritu de Dios, eso significa que el reino de Dios ha llegado a ustedes. 29 Porque ¿cómo va a entrar alguien en la casa de un hombre fuerte, y cómo va a saquear sus bienes, si antes no lo ata? Sólo así podrá saquear su casa. 30 El que no está conmigo, está contra mí;(DV) y el que no recoge conmigo, desparrama. 31 Por tanto, les digo: A ustedes se les perdonará todo pecado y blasfemia, excepto la blasfemia contra el Espíritu. 32 Cualquiera que hable mal del Hijo del Hombre, será perdonado; pero el que hable contra el Espíritu Santo no será perdonado, ni en este tiempo ni en el venidero.(DW) 33 Si el árbol es bueno, también su fruto es bueno; pero si el árbol es malo, también su fruto es malo. Al árbol se le conoce por sus frutos.(DX) 34 ¡Generación de víboras!(DY) ¿Cómo pueden decir cosas buenas, si son malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca.(DZ) 35 El hombre bueno saca cosas buenas del buen tesoro de su corazón; el hombre malo saca cosas malas de su mal tesoro. 36 Pero yo les digo que, en el día del juicio, cada uno de ustedes dará cuenta de cada palabra ociosa que haya pronunciado. 37 Porque por tus palabras serás reivindicado, y por tus palabras serás condenado.»
La generación perversa demanda señal(EA)
38 Entonces algunos de los escribas y de los fariseos le dijeron: «Maestro, deseamos ver una señal tuya.»(EB) 39 Pero él les dijo: «La generación mala y adúltera demanda una señal,(EC) pero no tendrán más señal que la del profeta Jonás. 40 Porque así como Jonás estuvo tres días y tres noches en el vientre del gran pez,(ED) así también el Hijo del Hombre estará tres días y tres noches en el corazón de la tierra. 41 En el juicio, los habitantes de Nínive se levantarán contra esta generación y la condenarán, porque ellos se arrepintieron por la predicación de Jonás,(EE) y aquí hay alguien que es más grande que Jonás. 42 En el juicio, la reina del Sur se levantará contra esta generación y la condenará, porque ella vino desde los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón,(EF) y aquí hay alguien que es más grande que Salomón.
El espíritu inmundo que vuelve(EG)
43 »Cuando el espíritu impuro sale del hombre, anda por lugares áridos en busca de reposo, y no lo halla. 44 Entonces dice: “Volveré a mi casa, de donde salí.” Y cuando llega, la halla desocupada, barrida y adornada. 45 Entonces va y trae otros siete espíritus peores que él, y entran y allí se quedan a vivir. ¡Y el estado final de aquel hombre resulta ser peor que el primero! Así también le pasará a esta generación malvada.»
La madre y los hermanos de Jesús(EH)
46 Mientras Jesús hablaba con la gente, su madre y sus hermanos estaban afuera, y querían hablar con él. 47 Alguien le dijo: «Tu madre y tus hermanos están afuera, y te quieren hablar.» 48 Él respondió al que le dijo esto: «¿Quién es mi madre, y quiénes son mis hermanos?» 49 Y extendiendo la mano hacia sus discípulos, dijo: «Mi madre y mis hermanos están aquí. 50 Porque todos los que hacen la voluntad de mi Padre que está en los cielos son mis hermanos, mis hermanas, y mi madre.»
Parábola del sembrador(EI)
13 Aquel día, Jesús salió de la casa y se sentó a la orilla del lago. 2 Como mucha gente se le acercó, él se subió a una barca y se sentó,(EJ) mientras que la gente se quedó en la playa. 3 Entonces les habló por parábolas de muchas cosas. Les dijo: «El sembrador salió a sembrar. 4 Al sembrar, una parte de las semillas cayó junto al camino, y vinieron las aves y se la comieron. 5 Otra parte cayó entre las piedras, donde no había mucha tierra, y pronto brotó, porque la tierra no era profunda; 6 pero en cuanto salió el sol, se quemó y se secó, porque no tenía raíz. 7 Otra parte cayó entre espinos, pero los espinos crecieron y la ahogaron. 8 Pero una parte cayó en buena tierra, y rindió una cosecha de cien, sesenta, y hasta treinta semillas por una. 9 El que tenga oídos para oír, que oiga.»
Propósito de las parábolas(EK)
10 Los discípulos se acercaron y le preguntaron: «¿Por qué les hablas por parábolas?» 11 Él les respondió: «Porque a ustedes se les concede entender el misterio del reino de los cielos, pero a ellos no. 12 Porque a cualquiera que tiene, se le dará, y tendrá más; pero al que no tiene, aun lo poco que tiene se le quitará.(EL) 13 Por eso les hablo por parábolas: porque viendo no ven, y oyendo no oyen, ni entienden. 14 De manera que en ellos se cumple la profecía de Isaías, que dijo:
“Ustedes oirán con sus oídos, pero no entenderán;
y verán con sus ojos, pero no percibirán.
15 Porque el corazón de este pueblo se ha endurecido;
con dificultad oyen con los oídos,
y han cerrado sus ojos;
no sea que con sus ojos vean,
y con sus oídos oigan,
y con su corazón entiendan
Y se vuelvan a mí,
Y yo los sane.”(EM)
16 Pero dichosos los ojos de ustedes, porque ven; y los oídos de ustedes, porque oyen. 17 Porque de cierto les digo, que muchos profetas y hombres justos desearon ver lo que ustedes ven, y no lo vieron; y oír lo que ustedes oyen, y no lo oyeron.(EN)
Jesús explica la parábola del sembrador(EO)
18 »Escuchen ahora lo que significa la parábola del sembrador: 19 Cuando alguien oye la palabra del reino, y no la entiende, viene el maligno y le arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Ésta es la semilla sembrada junto al camino. 20 El que oye la palabra es la semilla sembrada entre las piedras, que en ese momento la recibe con gozo, 21 pero su gozo dura poco por tener poca raíz; al venir la aflicción o la persecución por causa de la palabra, se malogra. 22 La semilla sembrada entre espinos es el que oye la palabra, pero las preocupaciones de este mundo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, por lo que ésta no llega a dar fruto. 23 Pero la semilla sembrada en buena tierra es el que oye la palabra y la entiende, y da fruto, y produce cien, sesenta, y treinta semillas por cada semilla sembrada.»
Parábola del trigo y la cizaña
24 Jesús les contó otra parábola: «El reino de los cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo; 25 pero, mientras dormían los trabajadores, vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo, y se fue. 26 Cuando el trigo brotó y dio fruto, apareció también la cizaña. 27 Entonces, los siervos fueron a preguntarle al dueño del terreno: “Señor, ¿acaso no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde salió la cizaña?” 28 El dueño les dijo: “Esto lo ha hecho un enemigo.” Los siervos le preguntaron: “¿Quieres que vayamos y la arranquemos?” 29 Y él les respondió: “No, porque al arrancar la cizaña podrían también arrancar el trigo. 30 Dejen que crezcan lo uno y lo otro hasta la cosecha. Cuando llegue el momento de cosechar, yo les diré a los segadores que recojan primero la cizaña y la aten en manojos, para quemarla, y que después guarden el trigo en mi granero.”»
Parábola de la semilla de mostaza(EP)
31 Jesús les contó otra parábola: «El reino de los cielos es semejante a un grano de mostaza, que un hombre sembró en su campo. 32 Sin duda, ésta es la más pequeña de todas las semillas; pero, cuando crece, es la más grande de las plantas; se hace árbol, y hasta las aves del cielo vienen y hacen nidos en sus ramas.»
Parábola de la levadura(EQ)
33 Jesús les contó otra parábola: «El reino de los cielos es semejante a la levadura que una mujer tomó y mezcló con tres medidas de harina, hasta que toda la harina fermentó.»
El uso que Jesús hace de las parábolas(ER)
34 De todo esto habló Jesús con la gente por parábolas, y no les hablaba de otra manera, 35 para que se cumpliera lo dicho por el profeta:
«Abriré mi boca y en parábolas
hablaré de cosas escondidas
desde la fundación del mundo.»(ES)
Jesús explica la parábola de la cizaña
36 Luego de despedir a la gente, Jesús entró en la casa. Sus discípulos se le acercaron y le dijeron: «Explícanos la parábola de la cizaña en el campo.» 37 Él les dijo: «El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre. 38 El campo es el mundo, la buena semilla son los hijos del reino, y la cizaña son los hijos del maligno. 39 El enemigo que la sembró es el diablo, la cosecha es el fin del mundo, y los segadores son los ángeles. 40 Y así como se arranca la cizaña y se quema en el fuego, así también será en el fin de este mundo. 41 El Hijo del Hombre enviará a sus ángeles, y ellos recogerán de su reino a todos los que sirven de tropiezo y a los que hacen lo malo, 42 y los echarán en el horno de fuego; allí habrá llanto y rechinar de dientes. 43 Entonces, en el reino de su Padre los justos resplandecerán como el sol. El que tenga oídos, que oiga.
El tesoro escondido
44 »Además, el reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo. Cuando alguien encuentra el tesoro, lo esconde de nuevo y, muy feliz, va y vende todo lo que tiene, y compra ese campo.
La perla de gran precio
45 »También el reino de los cielos es semejante a un comerciante que busca buenas perlas, 46 y que cuando encuentra una perla preciosa, va y vende todo lo que tiene, y compra la perla.
La red
47 »Asimismo, el reino de los cielos es semejante a una red que, lanzada al agua, recoge toda clase de peces. 48 Una vez que se llena, la sacan a la orilla, y los pescadores se sientan a echar el buen pescado en cestas, y desechan el pescado malo. 49 Así será al fin del mundo: los ángeles saldrán y apartarán de los hombres justos a la gente malvada, 50 y a esta gente la echarán en el horno de fuego. Allí habrá llanto y rechinar de dientes.»
Tesoros nuevos y viejos
51 Jesús les preguntó: «¿Han comprendido todo esto?» Ellos respondieron: «Sí, Señor.» 52 Él les dijo: «Por eso todo escriba que ha sido instruido en el reino de los cielos es semejante al dueño de una casa, que de su tesoro saca cosas nuevas y cosas viejas.»
Jesús en Nazaret(ET)
53 Cuando Jesús terminó de exponer estas parábolas, se fue de allí. 54 Al llegar a su tierra, les enseñaba en la sinagoga del lugar. La gente se asombraba y decía: «¿De dónde le viene a éste la sabiduría? ¿Cómo es que hace estos milagros? 55 ¿Acaso no es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María, y sus hermanos son Jacobo, José, Simón y Judas? 56 ¿No están todas sus hermanas con nosotros? ¿De dónde, pues, le viene todo esto?» 57 Y les era muy difícil entenderlo. Pero Jesús les dijo: «No hay profeta sin honra, sino en su propia tierra y en su propia familia.»(EU) 58 Y por la incredulidad de ellos no hizo allí muchos milagros.
Muerte de Juan el Bautista(EV)
14 Por esos días Herodes el tetrarca se enteró de la fama de Jesús, 2 y les dijo a sus criados: «Éste es Juan el Bautista, que ha resucitado de los muertos. Por eso operan en él estos poderes.» 3 Y es que Herodes había aprehendido a Juan, y lo había encadenado y metido en la cárcel. Lo había hecho por causa de Herodías, la mujer de Felipe su hermano, 4 pues Juan le decía: «No te es lícito tenerla.»(EW)(EX) 5 Herodes quería matarlo, pero tenía miedo porque la gente veía a Juan como un profeta. 6 En el cumpleaños de Herodes, la hija de Herodías danzó delante de todos, y tanto agradó esto a Herodes 7 que bajo juramento prometió darle todo lo que ella le pidiera. 8 Ella, instigada por su madre, le dijo: «Entrégame aquí, en un plato, la cabeza de Juan el Bautista.» 9 Esto entristeció mucho al rey, pero a causa del juramento y de los que estaban con él a la mesa, mandó que se le concediera su deseo 10 y ordenó decapitar a Juan en la cárcel. 11 Llevaron entonces la cabeza de Juan en un plato, y se la dieron a la muchacha; y ella se la entregó a su madre. 12 Más tarde, los discípulos de Juan fueron y tomaron el cuerpo, lo enterraron y fueron a darle las noticias a Jesús.
Alimentación de los cinco mil(EY)
13 Cuando Jesús se enteró, se fue de allí en una barca, a un lugar apartado. Cuando la gente lo supo, lo siguió a pie desde las ciudades. 14 Cuando Jesús salió de la barca y vio a tanta gente, tuvo compasión de ellos y sanó a los que estaban enfermos. 15 Ya anochecía cuando sus discípulos se acercaron a él y le dijeron: «Ya es muy tarde, y en este lugar no hay nada. Despide a toda esta gente, para que vayan a las aldeas y compren de comer.» 16 Jesús les dijo: «No tienen por qué irse. Denles ustedes de comer.» 17 Ellos le dijeron: «Aquí tenemos sólo cinco panes y dos pescados.» 18 Él les dijo: «Tráiganmelos acá.» 19 Mandó entonces a la gente que se recostara sobre la hierba. Tomó los cinco panes y los dos pescados, y levantando los ojos al cielo los bendijo, los partió, y dio los panes a los discípulos, y los discípulos a la multitud. 20 Todos comieron, y quedaron satisfechos; y de lo que sobró se recogieron doce cestas llenas. 21 Los que comieron fueron como cinco mil hombres, sin contar a las mujeres y los niños.
Jesús camina sobre las aguas(EZ)
22 Enseguida, Jesús hizo que sus discípulos entraran en la barca y que se adelantaran a la otra orilla, mientras él despedía a la multitud. 23 Luego de despedir a la gente, subió al monte a orar aparte. Cuando llegó la noche, Jesús estaba allí solo. 24 La barca ya estaba a la mitad del lago, azotada por las olas, porque tenían el viento en contra. 25 Pero ya cerca del amanecer Jesús fue hacia ellos caminando sobre las aguas. 26 Cuando los discípulos lo vieron caminar sobre las aguas, se asustaron y, llenos de miedo, gritaron: «¡Un fantasma!» 27 Pero enseguida Jesús les dijo: «¡Ánimo! ¡Soy yo! ¡No tengan miedo!»
28 Pedro le dijo: «Señor, si eres tú, manda que yo vaya hacia ti sobre las aguas.» 29 Y él le dijo: «Ven.» Entonces Pedro salió de la barca y comenzó a caminar sobre las aguas en dirección a Jesús. 30 Pero al sentir la fuerza del viento, tuvo miedo y comenzó a hundirse. Entonces gritó: «¡Señor, sálvame!» 31 Al momento, Jesús extendió la mano y, mientras lo sostenía, le dijo: «¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?» 32 Cuando ellos subieron a la barca, el viento se calmó. 33 Entonces los que estaban en la barca se acercaron y lo adoraron, diciendo: «Verdaderamente, tú eres Hijo de Dios.»
Jesús sana a los enfermos en Genesaret(FA)
34 Terminada la travesía, fueron a la tierra de Genesaret, 35 y cuando la gente de aquel lugar lo reconoció, lo hizo saber por toda aquella tierra. Entonces le llevaron todos los enfermos 36 y le rogaban que los dejara tocar al menos el borde de su manto. ¡Y todos los que lo tocaban quedaban sanos!
La verdadera contaminación(FB)
15 Ciertos escribas y fariseos de Jerusalén se acercaron entonces a Jesús, y le preguntaron: 2 «¿Por qué tus discípulos quebrantan la tradición de los ancianos? ¡No se lavan las manos cuando comen pan!» 3 Él les respondió: «¿Por qué también ustedes quebrantan el mandamiento de Dios por causa de su tradición? 4 Porque Dios dijo: “Honra a tu padre y a tu madre”;(FC) también: “El que maldiga al padre o a la madre, morirá irremisiblemente”.(FD) 5 Pero ustedes dicen: “Cualquiera que diga a su padre o a su madre: ‘Todo aquello con lo que podría ayudarte es mi ofrenda a Dios’, 6 ya no tiene que honrar a su padre o a su madre”. Y así, por la tradición de ustedes, invalidan el mandamiento de Dios. 7 ¡Hipócritas! Bien profetizó de ustedes Isaías, cuando dijo:
8 “Este pueblo me honra con los labios,
Pero su corazón está lejos de mí.
9 No tiene sentido que me honren,
si sus enseñanzas son mandamientos humanos.”»(FE)
10 Luego, Jesús convocó a la multitud y les dijo: «Escúchenme, y entiendan: 11 Lo que contamina al hombre no es lo que entra por su boca. Por el contrario, lo que contamina al hombre es lo que sale de su boca.» 12 Entonces sus discípulos se le acercaron y le preguntaron: «¿Sabes que los fariseos se ofendieron cuando oyeron estas palabras?» 13 Él les respondió: «Toda planta que mi Padre celestial no ha plantado, será arrancada de raíz. 14 Déjenlos, pues son ciegos que guían a otros ciegos; y si un ciego guía a otro ciego, ambos caerán en el hoyo.»(FF) 15 Pedro le dijo: «Explícanos esta parábola.» 16 Jesús les dijo: «¿Tampoco ustedes han podido entender? 17 ¿No entienden que todo lo que entra por la boca se va al vientre, y luego se echa en la letrina? 18 Pero lo que sale de la boca, sale del corazón;(FG) y esto es lo que contamina al hombre. 19 Porque del corazón salen los malos deseos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los robos, los falsos testimonios, las blasfemias. 20 Estas cosas son las que contaminan al hombre. El comer sin lavarse las manos no contamina a nadie.»
La fe de la mujer cananea(FH)
21 Cuando Jesús salió de allí, se fue a la región de Tiro y de Sidón. 22 De pronto salió una mujer cananea de aquella región, y a gritos le decía: «¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí! ¡A mi hija la atormenta un demonio!» 23 Pero Jesús no le dijo una sola palabra. Entonces sus discípulos se acercaron a él y le rogaron: «Despídela, pues viene gritando detrás de nosotros.» 24 Él respondió: «Yo no fui enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel.» 25 Entonces ella vino, se postró ante él, y le dijo: «¡Señor, ayúdame!» 26 Él le dijo: «No está bien tomar el pan que es de los hijos, y echarlo a los perritos.» 27 Ella respondió: «Cierto, Señor. Pero aun los perritos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos.» 28 Entonces, Jesús le dijo: «¡Ah, mujer, tienes mucha fe! ¡Que se haga contigo tal y como quieres!» Y desde ese mismo instante su hija quedó sana.
Jesús sana a muchos
29 Jesús se fue de allí y llegó a la orilla del lago de Galilea. Luego, subió al monte y se sentó allí. 30 Mucha gente se le acercó. Llevaban cojos, ciegos, mudos, mancos, y muchos otros enfermos, y los pusieron a los pies de Jesús, y él los sanó, 31 La multitud se quedaba asombrada, y al ver que los mudos hablaban, los mancos eran sanados, los cojos andaban y los ciegos veían, glorificaban al Dios de Israel.
Alimentación de los cuatro mil(FI)
32 Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: «Esta gente me parte el corazón. Hace ya tres días que están conmigo, y no tienen qué comer. Y no quisiera enviarlos en ayunas, pues se pueden desmayar en el camino.» 33 Entonces sus discípulos le dijeron: «Y en este lugar tan apartado, ¿de dónde vamos a sacar pan para saciar a una multitud tan grande?» 34 Jesús les preguntó: «¿Cuántos panes tienen ustedes?» Ellos le respondieron: «Siete, y unos cuantos pescaditos.» 35 Entonces mandó que la multitud se recostara en el suelo, 36 luego tomó los siete panes y los pescados, dio gracias, y los partió y dio a sus discípulos, y ellos a la multitud. 37 Todos comieron hasta quedar satisfechos, y de lo que sobró se recogieron siete canastas llenas. 38 Y los que comieron eran cuatro mil hombres, sin contar a las mujeres y los niños. 39 Luego de despedir a la gente, Jesús entró en la barca y se fue a la región de Magdala.
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