The Daily Audio Bible
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Sofar
20 Tú me pones inquieto e impaciente;
por eso quiero contestarte.
3 Con tus reproches me insultas,
pero yo sé cómo responderte.
4 Tú sabes que siempre ha sido así
desde que el hombre existe sobre la tierra:
5 la alegría del malvado dura poco;
su gozo es sólo por un momento.
6 Aunque sea tan alto como el cielo
y su cabeza llegue hasta las nubes,
7 acabará como el estiércol
y sus amigos no sabrán su paradero.
8 Desaparecerá como un sueño, como una visión nocturna,
y nadie podrá encontrarlo.
9 Los que vivían con él y lo veían,
no lo volverán a ver.
10 Sus hijos tendrán que devolver a los pobres
lo que él había robado.
11 En pleno vigor y juventud
bajará a la tumba.
12 El mal le parece tan delicioso
que lo saborea con la lengua;
13 retiene su sabor en la boca
y lo paladea lentamente.
14 Pero luego, en el estómago,
se le convierte en veneno de serpiente.
15 Vomita las riquezas que había devorado;
Dios se las saca del estómago.
16 Estaba chupando veneno de serpiente,
y ese veneno lo matará.
17 No podrá disfrutar de la abundancia
de la leche y la miel, que corren como ríos.
18 Todo lo que había ganado, tendrá que devolverlo;
no podrá aprovecharlo ni gozar de sus riquezas.
19 Explotó y abandonó a los pobres;
se adueñó de casas que no había construido.
20 Nunca quedaba satisfecho su apetito,
ni nada se libraba de su ambición;
21 nada escapaba a su voracidad.
Por eso no podrá durar su dicha.
22 Cuanta más abundancia tenga, más infeliz será;
sobre él caerá la mano de los malvados.
23 Cuando trate de llenar su estómago,
Dios descargará su ira sobre él:
hará llover sobre él su enojo.
24 Si escapa de un arma de hierro,
lo alcanzarán con un arco de bronce.
25 La flecha le atravesará el cuerpo,
y la punta le saldrá por el hígado.
Se llenará de terror;
26 total oscuridad lo envolverá.
Un fuego que no hará falta avivar
acabará con él y con toda su casa.
27 El cielo pondrá al descubierto su pecado,
y la tierra se levantará para acusarlo.
28 Cuando la ira de Dios se desborde sobre él,
se perderán todas sus riquezas.
29 Esto es lo que Dios ha destinado para el malo;
ésta es la suerte que le tiene preparada.
Job
21 El mejor consuelo que ustedes pueden darme
es escuchar mis palabras.
3 Tengan paciencia mientras hablo,
y después, ríanse si quieren.
4 Mi pleito no es con ningún hombre;
por eso estoy tan impaciente.
5 Si me ponen atención,
se quedarán mudos de miedo.
6 Si yo mismo pienso en ello, me espanto;
mi cuerpo se estremece.
7 ¿Por qué siguen con vida los malvados,
y llegan a viejos, llenos de poder?
8 Ven crecer a sus hijos y a sus nietos,
que a su lado gozan de seguridad.
9 Nada amenaza la paz de sus hogares;
Dios no los castiga.
10 Su ganado es siempre fecundo;
las crías nunca se malogran.
11 Sus hijos corretean y juegan como corderitos,
12 y alegres bailan y saltan
al son del arpa, los tambores y las flautas.
13 Terminan su vida en la prosperidad;
bajan tranquilos a la tumba.
14 A Dios le dicen: «¡Déjanos en paz,
no queremos conocer tus leyes!
15 ¿Quién es el Todopoderoso, para que le sirvamos?
¿Qué ganamos con orar ante él?»
16 (Pero los malvados no son dueños de su bienestar.
¡Lejos de mí pensar como ellos!)
17 ¿Cuándo se ha apagado la luz de los malvados?
¿Cuándo han caído en la desgracia?
¿Cuándo se ha enojado Dios con ellos
y los ha hecho sufrir?
18 ¿Cuándo han sido dispersados como paja
que arrastra el viento en sus torbellinos?
19 Se dice que Dios hace pagar a los hijos
por las faltas de sus padres.
Pero es el propio malvado
quien debe pagar y escarmentar.
20 Él debe recibir el castigo
de la ira del Todopoderoso.
21 ¿Qué le importa lo que pueda pasarle a su familia
una vez que él haya muerto?
22 (Pero, ¿quién puede dar lecciones a Dios,
que juzga aun a los habitantes del cielo?)
23 Hay quienes llegan a la muerte
llenos de vigor, felices y tranquilos,
24 llenos de prosperidad y de salud.
25 Otros, en cambio, viven amargados
y mueren sin haber probado la felicidad.
26 Sin embargo, todos en la tumba son iguales;
a unos y a otros se los comen los gusanos.
27 Yo sé lo que ustedes piensan de mí
y las ideas perversas que tienen.
28 Se preguntan: «¿Dónde ha quedado la casa
de aquel malvado tirano?»
29 ¿No han hablado ustedes con la gente que viaja?
¿No han oído las cosas que ellos cuentan:
30 que cuando Dios se enoja, manda una desgracia
y al malvado no le pasa nada?
31 Nadie le echa en cara su conducta,
nadie le da su merecido.
32-33 Y cuando al fin lo llevan a enterrar,
todos en cortejo lo acompañan,
unos delante y otros detrás,
y hacen guardia en el sepulcro,
y hasta la tierra es suave para él.
34 ¡Es absurdo que ustedes quieran consolarme!
¡Es mentira todo lo que dicen!
Tercera serie de diálogos(A)
Elifaz
22 ¿Crees tú que el hombre, por muy sabio que sea,
puede serle a Dios de alguna utilidad?
3 ¿Qué interés o beneficio obtiene el Todopoderoso
de que tú seas recto e intachable?
4 Si él te corrige y te llama a juicio,
no es porque tú le sirvas con fidelidad,
5 sino porque tu maldad es mucha
y tus pecados no tienen límite.
6 Tú, sin necesitarlo, exigías prenda a tus hermanos;
les quitabas su ropa y los dejabas desnudos.
7 A quien tenía sed, no le dabas agua;
a quien tenía hambre, no le dabas de comer.
8 ¡Como eras poderoso y respetable,
te creías el dueño de la tierra!
9 Dejabas ir a las viudas con las manos vacías,
y maltratabas a los huérfanos.
10 Por eso ahora el peligro te rodea
y te sientes de pronto lleno de terror.
11 Todo es oscuridad, no puedes ver nada;
un torrente de agua te inunda.
12 Dios está en lo más alto del cielo;
las estrellas más altas quedan a sus pies.
13-14 ¿Cómo puedes decir que Dios no se da cuenta,
que las densas nubes le impiden juzgar?
¿Cómo puedes decir que Dios no ve
porque anda paseando de un lado a otro del cielo?
15 ¿Piensas seguir por el camino oscuro
que han seguido los malvados?
16 Ellos murieron muy pronto
como arrebatados por un río crecido.
17 Decían a Dios: «¡Déjanos en paz!
¿Qué puede hacer el Todopoderoso por nosotros?»
18 (Y sin embargo, él fue quien llenó sus casas de bienes.
¡Lejos de mí pensar como los malos!)
19 Los justos ven esto y se alegran;
los inocentes se ríen
20 al ver que las riquezas de los malos
acaban devoradas por el fuego.
21 Ponte de nuevo en paz con Dios,
y volverás a tener prosperidad.
22 Deja que él te instruya,
grábate en la mente sus palabras.
23 Si te humillas, y te vuelves al Todopoderoso,
y alejas el mal de tu casa,
24 y si miras aun el oro más precioso
como si fuera polvo, como piedras del arroyo,
25 el Todopoderoso será entonces
tu oro y tu plata en abundancia.
26 Él será tu alegría,
y podrás mirarlo con confianza.
27 Si le pides algo, él te escuchará,
y tú cumplirás las promesas que le hagas.
28 Tendrás éxito en todo lo que emprendas;
la luz brillará en tu camino.
29 Porque Dios humilla al orgulloso
y salva al humilde.
30 Él te librará, si eres inocente,
si estás limpio de pecado.
Saludo
1 Pablo, llamado por la voluntad de Dios a ser apóstol de Cristo Jesús, saluda, junto con el hermano Sóstenes, a los que forman la iglesia de Dios que está en Corinto, que en Cristo Jesús fueron santificados y llamados a formar su pueblo santo, junto con todos los que en todas partes invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor nuestro y del pueblo santo. 3 Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo derramen sobre ustedes su gracia y su paz.
Acción de gracias
4 Siempre doy gracias a mi Dios por ustedes, por la gracia que Dios ha derramado sobre ustedes por medio de Cristo Jesús. 5 Pues por medio de él Dios les ha dado toda riqueza espiritual, así de palabra como de conocimiento, 6 ya que el mensaje acerca de Cristo se estableció firmemente entre ustedes. 7 De este modo no les falta ningún don de Dios mientras esperan el día en que aparezca nuestro Señor Jesucristo. 8 Dios los mantendrá firmes hasta el fin, para que nadie pueda reprocharles nada cuando nuestro Señor Jesucristo regrese. 9 Dios siempre cumple sus promesas, y él es quien los llamó a vivir en unión con su Hijo Jesucristo, nuestro Señor.
10 Hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo les ruego que todos estén siempre de acuerdo y que no haya divisiones entre ustedes. Vivan en armonía, pensando y sintiendo de la misma manera. 11 Digo esto, hermanos míos, porque he sabido por los de la familia de Cloe que hay discordias entre ustedes.
11 (12) Y tú, Señor, ¡no me niegues tu ternura!
¡Que siempre me protejan tu amor y tu fidelidad!
12 (13) Pues me han pasado tantas desgracias
que ni siquiera las puedo contar.
Me han atrapado mis propias maldades;
¡hasta he perdido la vista!
Son más que los pelos de mi cabeza,
y hasta el ánimo he perdido.
13 (14) Señor, por favor, ¡ven a librarme!
Señor, ¡ven pronto en mi ayuda!
14 (15) ¡Que sean puestos en completo ridículo
los que tratan de acabar con mi vida!
¡Que huyan en forma vergonzosa
los que quieren hacerme daño!
15 (16) ¡Que huyan avergonzados
los que se burlan de mí!
16 (17) Pero que todos los que te buscan
se llenen de alegría;
que cuantos desean tu salvación
digan siempre: «¡El Señor es grande!»
17 (18) Y a mí, que estoy pobre y afligido,
no me olvides, Señor.
Tú eres quien me ayuda y me liberta;
¡no te tardes, Dios mío!
2 El rico y el pobre tienen algo en común:
a los dos los ha creado el Señor.
3 El prudente ve el peligro y lo evita;
el imprudente sigue adelante y sufre el daño.
4 La humildad y la reverencia al Señor
traen como premio riquezas, honores y vida.
Dios habla hoy ®, © Sociedades Bíblicas Unidas, 1966, 1970, 1979, 1983, 1996.