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Bible in 90 Days

An intensive Bible reading plan that walks through the entire Bible in 90 days.
Duration: 88 days
Spanish Blue Red and Gold Letter Edition (SRV-BRG)
Version
1 Crónicas 10-23

10 LOS Filisteos pelearon con Israel; y huyeron delante de ellos los Israelitas, y cayeron heridos en el monte de Gilboa.

Y los Filisteos siguieron á Saúl y á sus hijos; y mataron los Filisteos á Jonathán, y á Abinadab, y á Malchîsua, hijos de Saúl.

Y agravóse la batalla sobre Saúl, y le alcanzaron los flecheros, y fué de los flecheros herido.

Entonces dijo Saúl á su escudero: Saca tu espada, y pásame con ella, porque no vengan estos incircuncisos, y hagan escarnio de mí; mas su escudero no quiso, porque tenía gran miedo. Entonces Saúl tomó la espada, y echóse sobre ella.

Y como su escudero vió á Saúl muerto, él también se echó sobre su espada, y matóse.

Así murió Saúl, y sus tres hijos; y toda su casa murió juntamente con él.

Y viendo todos los de Israel que habitaban en el valle, que habían huído, y que Saúl y sus hijos eran muertos, dejaron sus ciudades, y huyeron: y vinieron los Filisteos, y habitaron en ellas.

Y fué que viniendo el día siguiente los Filisteos á despojar los muertos, hallaron á Saúl y á sus hijos tendidos en el monte de Gilboa.

Y luego que le hubieron desnudado, tomaron su cabeza y sus armas, y enviáronlo todo á la tierra de los Filisteos por todas partes, para que fuese denunciado á sus ídolos y al pueblo.

10 Y pusieron sus armas en el templo de su dios, y colgaron la cabeza en el templo de Dagón.

11 Y oyendo todos los de Jabes de Galaad lo que los Filisteos habían hecho de Saúl,

12 Levantáronse todos los hombres valientes, y tomaron el cuerpo de Saúl, y los cuerpos de sus hijos, y trajéronlos á Jabes; y enterraron sus huesos debajo del alcornoque en Jabes, y ayunaron siete días.

13 Así murió Saúl por su rebelión con que prevaricó contra Jehová, contra la palabra de Jehová, la cual no guardó; y porque consultó al pythón, preguntándole,

14 Y no consultó á Jehová: por esta causa lo mató, y traspasó el reino á David, hijo de Isaí.

11 ENTONCES todo Israel se juntó á David en Hebrón, diciendo: He aquí nosotros somos tu hueso y tu carne.

Y además antes de ahora, aun mientras Saúl reinaba, tú sacabas y metías á Israel. También Jehová tu Dios te ha dicho: Tú apacentarás mi pueblo Israel, y tú serás príncipe sobre Israel mi pueblo.

Y vinieron todos los ancianos de Israel al rey en Hebrón, y David hizo con ellos alianza delante de Jehová; y ungieron á David por rey sobre Israel, conforme á la palabra de Jehová por mano de Samuel.

Entonces se fué David con todo Israel á Jerusalem, la cual es Jebus; y allí era el Jebuseo habitador de aquella tierra.

Y los moradores de Jebus dijeron á David: No entrarás acá. Mas David tomó la fortaleza de Sión, que es la ciudad de David.

Y David había dicho: El que primero hiriere al Jebuseo, será cabeza y jefe. Entonces Joab hijo de Sarvia subió el primero, y fué hecho jefe.

Y David habitó en la fortaleza, y por esto le llamaron la ciudad de David.

Y edificó la ciudad alrededor, desde Millo hasta la cerca: y Joab reparó el resto de la ciudad.

Y David iba adelantando y creciendo, y Jehová de los ejércitos era con él.

10 Estos son los principales de los valientes que David tuvo, y los que le ayudaron en su reino, con todo Israel, para hacerle rey sobre Israel, conforme á la palabra de Jehová.

11 Y este es el número de los valientes que David tuvo: Jasobam hijo de Hachmoni, caudillo de los treinta, el cual blandió su lanza una vez contra trescientos, á los cuales mató.

12 Tras de éste fué Eleazar hijo de Dodo, Ahohita, el cual era de los tres valientes.

13 Este estuvo con David en Pasdammin, estando allí juntos en batalla los Filisteos: y había allí una suerte de tierra llena de cebada, y huyendo el pueblo delante de los Filisteos,

14 Pusiéronse ellos en medio de la haza, y la defendieron, y vencieron á los Filisteos; y favoreciólos Jehová con grande salvamento.

15 Y tres de los treinta principales descendieron á la peña á David, á la cueva de Adullam, estando el campo de los Filisteos en el valle de Raphaim.

16 Y David estaba entonces en la fortaleza, y había á la sazón guarnición de Filisteos en Beth-lehem.

17 David deseó entonces, y dijo: ¡Quién me diera á beber de las aguas del pozo de Beth-lehem, que está á la puerta!

18 Y aquellos tres rompieron por el campo de los Filisteos, y sacaron agua del pozo de Beth-lehem, que está á la puerta, y tomaron y trajéronla á David: mas él no la quiso beber, sino que la derramó á Jehová, y dijo:

19 Guárdeme mi Dios de hacer esto: ¿había yo de beber la sangre de estos varones con sus vidas, que con peligro de sus vidas la han traído? Y no la quiso beber. Esto hicieron aquellos tres valientes.

20 Y Abisai, hermano de Joab, era cabeza de los tres, el cual blandió su lanza sobre trescientos, á los cuales hirió; y fué entre los tres nombrado.

21 De los tres fué más ilustre que los otros dos, y fué el principal de ellos: mas no llegó á los tres primeros.

22 Benaías hijo de Joiada, hijo de varón de esfuerzo, de grandes hechos, de Cabseel: él venció los dos leones de Moab: también descendió, e hirió un león en mitad de un foso en tiempo de nieve.

23 Él mismo venció á un Egipcio, hombre de cinco codos de estatura: y el Egipcio traía una lanza como un enjullo de tejedor; mas él descendió á él con un bastón, y arrebató al Egipcio la lanza de la mano, y matólo con su misma lanza.

24 Esto hizo Benaías hijo de Joiada, y fué nombrado entre los tres valientes.

25 Y fué el más honrado de los treinta, mas no llegó á los tres primeros. Á este puso David en su consejo.

26 Y los valientes de los ejércitos: Asael hermano de Joab, y Elchânan hijo de Dodo de Beth-lehem;

27 Samoth de Arori, Helles Pelonita;

28 Ira hijo de Acces Tecoita, Abiezer Anathothita;

29 Sibbecai Husatita, Ilai Ahohita;

30 Maharai Nethophathita, Heled hijo de Baana Nethophathita;

31 Ithai hijo de Ribai de Gabaath de los hijos de Benjamín, Benaías Phirathita;

32 Hurai del río Gaas, Abiel Arbathonita;

33 Azmaveth Baharumita, Eliaba Saalbonita;

34 Los hijos de Asem Gizonita, Jonathán hijo de Sajé Hararita;

35 Ahiam hijo de Sachâr Ararita, Eliphal hijo de Ur;

36 Hepher Mechêrathita, Ahía Phelonita;

37 Hesro Carmelita, Nahari hijo de Ezbai;

38 Joel hermano de Nathán, Mibhar hijo de Agrai;

39 Selec Ammonita, Naarai Berothita, escudero de Joab hijo de Sarvia;

40 Ira Ithreo, Yared Ithreo;

41 Uría Hetheo, Zabad hijo de Ahli;

42 Adina hijo de Siza Rubenita, príncipe de los Rubenitas, y con él treinta;

43 Hanán hijo de Maachâ, y Josaphat Mithnita;

44 Uzzías Astarothita, Samma y Jehiel hijos de Hotham Arorita;

45 Jediael hijo de Simri, y Joha su hermano, Thisaita;

46 Eliel de Mahaví, Jeribai y Josabia hijos de Elnaam, e Ithma Moabita;

47 Eliel, y Obed, y Jaasiel de Mesobia.

12 ESTOS son los que vinieron á David á Siclag, estando él aún encerrado por causa de Saúl hijo de Cis, y eran de los valientes ayudadores de la guerra.

Estaban armados de arcos, y usaban de ambas manos en tirar piedras con honda, y saetas con arco. De los hermanos de Saúl de Benjamín:

El principal Ahiezer, después Joas, hijos de Semaa Gabaathita; y Jeziel, y Pheleth, hijos de Azmaveth, y Beracah, y Jehú Anathothita;

E Ismaías Gabaonita, valiente entre los treinta, y más que los treinta; y Jeremías, Jahaziel, Joanán, Jozabad Gederathita,

Eluzai, y Jeremoth, Bealías, Semarías, y Sephatías Haruphita;

Elcana, e Isías, y Azareel, y Joezer, y Jasobam, de Coré;

Y Joela, y Zebadías, hijos de Jeroham de Gedor.

También de los de Gad se huyeron á David, estando en la fortaleza en el desierto, muy valientes hombres de guerra para pelear, dispuestos á hacerlo con escudo y pavés: sus rostros como rostros de leones, y ligeros como las cabras monteses.

Eser el primero, Obadías el segundo, Eliab el tercero,

10 Mismana el cuarto, Jeremías el quinto,

11 Attai el sexto, Eliel el séptimo,

12 Johanán el octavo, Elzabad el nono,

13 Jeremías el décimo, Machbani el undécimo.

14 Estos fueron capitanes del ejército de los hijos de Gad. El menor tenía cargo de cien hombres, y el mayor de mil.

15 Estos pasaron el Jordán en el mes primero, cuando había salido sobre todas sus riberas; e hicieron huir á todos los de los valles al oriente y al poniente.

16 Asimismo algunos de los hijos de Benjamín y de Judá vinieron á David á la fortaleza.

17 Y David salió á ellos, y hablóles diciendo: Si habéis venido á mí para paz y para ayudarme, mi corazón será unido con vosotros; mas si para engañarme en pro de mis enemigos, siendo mis manos sin iniquidad, véalo el Dios de nuestros padres, y demándelo.

18 Entonces se envistió el espíritu en Amasai, príncipe de treinta, y dijo: Por ti, oh David, y contigo, oh hijo de Isaí. Paz, paz contigo, y paz con tus ayudadores; pues que también tu Dios te ayuda. Y David los recibió, y púsolos entre los capitanes de la cuadrilla.

19 También se pasaron á David algunos de Manasés, cuando vino con los Filisteos á la batalla contra Saúl, aunque no les ayudaron; porque los sátrapas de los Filisteos, habido consejo, lo despidieron, diciendo: Con nuestras cabezas se pasará á su señor Saúl.

20 Así que viniendo él á Siclag, se pasaron á él de los de Manasés, Adnas, Jozabad, Michâel, Jediaiel, Jozabad, Eliú, y Sillethai, príncipes de millares de los de Manasés.

21 Estos ayudaron á David contra aquella compañía; porque todos ellos eran hombres valientes, y fueron capitanes en el ejército.

22 Porque entonces todos los días venía ayuda á David, hasta hacerse un grande ejército, como ejército de Dios.

23 Y este es el número de los principales que estaban á punto de guerra, y vinieron á David en Hebrón, para traspasarle el reino de Saúl, conforme á la palabra de Jehová:

24 De los hijos de Judá que traían escudo y lanza, seis mil y ochocientos, á punto de guerra.

25 De los hijos de Simeón, valientes y esforzados hombres para la guerra, siete mil y ciento.

26 De los hijos de Leví, cuatro mil y seiscientos;

27 Asimismo Joiada, príncipe de los del linaje de Aarón, y con él tres mil y setecientos;

28 Y Sadoc, mancebo valiente y esforzado, con veinte y dos de los principales de la casa de su padre.

29 De los hijos de Benjamín hermanos de Saúl, tres mil; porque aun en aquel tiempo muchos de ellos tenían la parte de la casa de Saúl.

30 Y de los hijos de Ephraim, veinte mil y ochocientos, muy valientes, varones ilustres en las casas de sus padres.

31 De la media tribu de Manasés, diez y ocho mil, los cuales fueron tomados por lista para venir á poner á David por rey.

32 Y de los hijos de Issachâr, doscientos principales, entendidos en los tiempos, y que sabían lo que Israel debía hacer, cuyo dicho seguían todos sus hermanos.

33 Y de Zabulón cincuenta mil, que salían á campaña á punto de guerra, con todas armas de guerra, dispuestos á pelear sin doblez de corazón.

34 Y de Nephtalí mil capitanes, y con ellos treinta y siete mil con escudo y lanza.

35 De los de Dan, dispuestos á pelear, veinte y ocho mil y seiscientos.

36 Y de Aser, á punto de guerra y aparejados á pelear, cuarenta mil.

37 Y de la otra parte del Jordán, de los Rubenitas y de los de Gad y de la media tribu de Manasés, ciento y veinte mil con toda suerte de armas de guerra.

38 Todos estos hombres de guerra, dispuestos para guerrear, vinieron con corazón perfecto á Hebrón, para poner á David por rey sobre todo Israel; asimismo todos los demás de Israel estaban de un mismo ánimo para poner á David por rey.

39 Y estuvieron allí con David tres días comiendo y bebiendo, porque sus hermanos habían prevenido para ellos.

40 Y también los que les eran vecinos, hasta Issachâr y Zabulón y Nephtalí, trajeron pan en asnos, y camellos, y mulos, y bueyes; y provisión de harina, masas de higos, y pasas, vino y aceite, bueyes y ovejas en abundancia, porque en Israel había alegría.

13 ENTONCES David tomó consejo con los capitanes de millares y de cientos, y con todos los jefes.

Y dijo David á todo el congreso de Israel: Si os parece bien y de Jehová nuestro Dios, enviaremos á todas partes á llamar nuestros hermanos que han quedado en todas las tierras de Israel, y á los sacerdotes y Levitas que están con ellos en sus ciudades y ejidos que se junten con nosotros;

Y traigamos el arca de nuestro Dios á nosotros, porque desde el tiempo de Saúl no hemos hecho caso de ella.

Y dijo todo el congreso que se hiciese así, porque la cosa parecía bien á todo el pueblo.

Entonces juntó David á todo Israel, desde Sihor de Egipto hasta entrar en Hamath, para que trajesen el arca de Dios de Chîriath-jearim.

Y subió David con todo Israel á Baala de Chîriath-jearim, que es en Judá, para pasar de allí el arca de Jehová Dios que habita entre los querubines, sobre la cual su nombre es invocado.

Y lleváronse el arca de Dios de la casa de Abinadab en un carro nuevo; y Uzza y su hermano guiaban el carro.

Y David y todo Israel hacían alegrías delante de Dios con todas sus fuerzas, con canciones, arpas, salterios, tamboriles, címbalos y trompetas.

Y como llegaron á la era de Chidón, Uzza extendió su mano al arca para tenerla, porque los bueyes se desmandaban.

10 Y el furor de Jehová se encendió contra Uzza, e hiriólo, porque había extendido su mano al arca: y murió allí delante de Dios.

11 Y David tuvo pesar, porque Jehová había hecho rotura en Uzza; por lo que llamó aquel lugar Pérez-uzza, hasta hoy.

12 Y David temió á Dios aquel día, y dijo: ¿Cómo he de traer á mi casa el arca de Dios?

13 Y no trajo David el arca á su casa en la ciudad de David, sino llevóla á casa de Obed-edom Getheo.

14 Y el arca de Dios estuvo en casa de Obed-edom, en su casa, tres meses: y bendijo Jehová la casa de Obed-edom, y todas las cosas que tenía.

14 E Hiram rey de Tiro envió embajadores á David, y madera de cedro, y albañiles y carpinteros, que le edificasen una casa.

Y entendió David que Jehová lo había confirmado por rey sobre Israel, y que había ensalzado su reino sobre su pueblo Israel.

Entonces David tomó también mujeres en Jerusalem y aun engendró David hijos e hijas.

Y estos son los nombres de los que le nacieron en Jerusalem: Samua, Sobab, Nathán, Salomón,

Ibhar, Elisua, Eliphelet,

Noga, Nepheg, Japhías,

Elisama, Beel-iada y Eliphelet.

Y oyendo los Filisteos que David había sido ungido por rey sobre todo Israel, subieron todos los Filisteos en busca de David. Y como David lo oyó, salió contra ellos.

Y vinieron los Filisteos, y extendiéronse por el valle de Raphaim.

10 Entonces David consultó á Dios, diciendo: ¿Subiré contra los Filisteos? ¿los entregarás en mi mano? Y Jehová le dijo: Sube, que yo los entregaré en tus manos.

11 Subieron pues á Baal-perasim, y allí los hirió David. Dijo luego David: Dios rompió mis enemigos por mi mano, como se rompen las aguas. Por esto llamaron el nombre de aquel lugar Baal-perasim.

12 Y dejaron allí sus dioses, y David dijo que los quemasen al fuego.

13 Y volviendo los Filisteos á extenderse por el valle,

14 David volvió á consultar á Dios, y Dios le dijo: No subas tras ellos, sino rodéalos, para venir á ellos por delante de los morales;

15 Y así que oyeres venir un estruendo por las copas de los morales, sal luego á la batalla: porque Dios saldrá delante de ti, y herirá el campo de los Filisteos.

16 Hizo pues David como Dios le mandó, e hirieron el campo de los Filisteos desde Gabaón hasta Gezer.

17 Y la fama de David fué divulgada por todas aquellas tierras: y puso Jehová temor de David sobre todas las gentes.

15 HIZO también casas para sí en la ciudad de David, y labró un lugar para el arca de Dios, y tendióle una tienda.

Entonces dijo David: El arca de Dios no debe ser traída sino por los Levitas; porque á ellos ha elegido Jehová para que lleven el arca de Jehová, y le sirvan perpetuamente.

Y juntó David á todo Israel en Jerusalem, para que pasasen el arca de Jehová á su lugar, el cual le había él preparado.

Juntó también David á los hijos de Aarón y á los Levitas:

De los hijos de Coath, Uriel el principal, y sus hermanos, ciento y veinte;

De los hijos de Merari, Asaías el principal, y sus hermanos, doscientos y viente;

De los hijos de Gersón, Joel el principal, y sus hermanos, ciento y treinta;

De los hijos de Elisaphán, Semeías el principal, y sus hermanos, doscientos;

De los hijos de Hebrón, Eliel el principal, y sus hermanos, ochenta;

10 De los hijos de Uzziel, Aminadab el principal, y sus hermanos, ciento y doce.

11 Y llamó David á Sadoc y á Abiathar, sacerdotes, y á los Levitas, Uriel, Asaías, Joel, Semeías, Eliel, y Aminadab;

12 Y díjoles: Vosotros que sois los principales de padres entre los Levitas, santificaos, vosotros y vuestros hermanos, y pasad el arca de Jehová Dios de Israel al lugar que le he preparado;

13 Pues por no haberlo hecho así vosotros la primera vez, Jehová nuestro Dios hizo en nosotros rotura, por cuanto no le buscamos según la ordenanza.

14 Así los sacerdotes y los Levitas se santificaron para traer el arca de Jehová Dios de Israel.

15 Y los hijos de los Levitas trajeron el arca de Dios puesta sobre sus hombros en las barras, como lo había mandado Moisés conforme á la palabra de Jehová.

16 Asimismo dijo David á los principales de los Levitas, que constituyesen de sus hermanos cantores, con instrumentos de música, con salterios, y arpas, y címbalos, que resonasen, y alzasen la voz con alegría.

17 Y los Levitas constituyeron á Hemán hijo de Joel; y de sus hermanos, á Asaph hijo de Berechîas; y de los hijos de Merari y de sus hermanos, á Ethán hijo de Cusaías;

18 Y con ellos á sus hermanos del segundo orden, á Zachârías, Ben y Jaaziel, Semiramoth, Jehiel, Unni, Eliab, Benaías, Maasías, y Mathithías, Eliphelehu, Micnías, Obed-edom, y Jehiel, los porteros.

19 Así Hemán, Asaph, y Ethán, que eran cantores, sonaban con címbalos de metal.

20 Y Zachârías, Jaaziel, Semiramoth, Jehiel, Unni, Eliab, Maasías, y Benaías, con salterios sobre Alamoth.

21 Y Mathithías, Eliphelehu, Micnías, Obed-edom, Jehiel, y Azazías, cantaban con arpas en la octava sobresaliendo.

22 Y Chênanías, principal de los Levitas, estaba para la entonación; pues él presidía en el canto, porque era entendido.

23 Y Berechîas y Elcana eran porteros del arca.

24 Y Sebanías, Josaphat, Nathanael, Amasai, Zachârías, Benaías, y Eliezer, sacerdotes, tocaban las trompetas delante del arca de Dios: Obed-edom y Jehías eran también porteros del arca.

25 David pues y los ancianos de Israel, y los capitanes de millares, fueron á traer el arca del pacto de Jehová, de casa de Obed-edom, con alegría.

26 Y ayudando Dios á los Levitas que llevaban el arca del pacto de Jehová, sacrificaban siete novillos y siete carneros.

27 Y David iba vestido de lino fino y también todos los Levitas que llevaban el arca, y asimismo los cantores; y Chênanías era maestro de canto entre los cantores. Llevaba también David sobre sí un ephod de lino.

28 De esta manera llevaba todo Israel el arca del pacto de Jehová, con júbilo y sonido de bocinas, y trompetas, y címbalos, y al son de salterios y arpas.

29 Y como el arca del pacto de Jehová llegó á la ciudad de David, Michâl, hija de Saúl, mirando por una ventana, vió al rey David que saltaba y bailaba; y menospreciólo en su corazón.

16 ASÍ trajeron el arca de Dios, y asentáronla en medio de la tienda que David había tendido para ella: y ofrecieron holocaustos y pacíficos delante de Dios.

Y como David hubo acabado de ofrecer el holocausto y los pacíficos, bendijo al pueblo en el nombre de Jehová.

Y repartió á todo Israel, así á hombres como á mujeres, á cada uno una torta de pan, y una pieza de carne, y un frasco de vino.

Y puso delante del arca de Jehová ministros de los Levitas, para que recordasen, y confesasen, y loasen á Jehová Dios de Israel:

Asaph el primero, el segundo después de él Zachârías, Jeiel, Semiramoth, Jehiel, Mathithías, Eliab, Benaías, Obed-edom, y Jehiel, con sus instrumentos de salterios y arpas; mas Asaph hacía sonido con címbalos:

Benaías también y Jahaziel, sacerdotes, continuamente con trompetas delante del arca del pacto de Dios.

Entonces, en aquel día, dió David principio á celebrar á Jehová por mano de Asaph y de sus hermanos:

Confesad á Jehová, invocad su nombre,

Haced notorias en los pueblos sus obras.

Cantad á él, cantadle salmos;

Hablad de todas sus maravillas.

10 Gloriaos en su santo nombre;

Alégrese el corazón de los que buscan á Jehová.

11 Buscad á Jehová y su fortaleza;

Buscad su rostro continuamente.

12 Haced memoria de sus maravillas que ha obrado,

De sus prodigios, y de los juicios de su boca,

13 Oh vosotros, simiente de Israel su siervo,

Hijos de Jacob, sus escogidos.

14 Jehová, él es nuestro Dios;

Sus juicios en toda la tierra.

15 Haced memoria de su alianza perpetuamente,

Y de la palabra que él mandó en mil generaciones;

16 Del pacto que concertó con Abraham,

Y de su juramento á Isaac;

17 El cual confirmó á Jacob por estatuto,

Y á Israel por pacto sempiterno,

18 Diciendo: á ti daré la tierra de Canaán,

Suerte de vuestra herencia;

19 Cuando erais pocos en número,

Pocos y peregrinos en ella;

20 Y andaban de nación en nación,

Y de un reino á otro pueblo.

21 No permitió que nadie los oprimiese:

Antes por amor de ellos castigó á los reyes.

22 No toquéis, dijo, á mis ungidos,

Ni hagáis mal á mis profetas.

23 Cantad á Jehová, toda la tierra,

Anunciad de día en día su salud.

24 Cantad entre las gentes su gloria,

Y en todos los pueblos sus maravillas.

25 Porque grande es Jehová, y digno de ser grandemente loado,

Y de ser temido sobre todos los dioses.

26 Porque todos los dioses de los pueblos son nada:

Mas Jehová hizo los cielos.

27 Poderío y hermosura delante de él;

Fortaleza y alegría en su morada.

28 Atribuid á Jehová, oh familias de los pueblos,

Atribuid á Jehová gloria y potencia.

29 Tributad á Jehová la gloria debida á su nombre:

Traed ofrenda, y venid delante de él;

Postraos delante de Jehová en la hermosura de su santidad.

30 Temed en su presencia, toda la tierra:

El mundo será aún establecido, para que no se conmueva.

31 Alégrense los cielos, y gócese la tierra,

Y digan en las naciones: Reina Jehová.

32 Resuene la mar, y la plenitud de ella:

Alégrese el campo, y todo lo que contiene.

33 Entonces cantarán los árboles de los bosques delante de Jehová,

Porque viene á juzgar la tierra.

34 Celebrad á Jehová, porque es bueno;

Porque su misericordia es eterna.

35 Y decid: Sálvanos, oh Dios, salud nuestra:

Júntanos, y líbranos de las gentes,

Para que confesemos tu santo nombre,

Y nos gloriemos en tus alabanzas.

36 Bendito sea Jehová Dios de Israel,

De eternidad á eternidad.

Y dijo todo el pueblo, Amén: y alabó á Jehová.

37 Y dejó allí, delante del arca del pacto de Jehová, á Asaph y á sus hermanos, para que ministrasen de continuo delante del arca, cada cosa en su día:

38 Y á Obed-edom y á sus hermanos, sesenta y ocho; y á Obed-edom hijo de Jeduthún, y á Asa, por porteros:

39 Asimismo á Sadoc el sacerdote, y á sus hermanos los sacerdotes, delante del tabernáculo de Jehová en el alto que estaba en Gabaón,

40 Para que sacrificasen continuamente, á mañana y tarde, holocaustos á Jehová en el altar del holocausto, conforme á todo lo que está escrito en la ley de Jehová, que él prescribió á Israel;

41 Y con ellos á Hemán y á Jeduthún, y los otros escogidos declarados por sus nombres, para glorificar á Jehová, porque es eterna su misericordia;

42 Con ellos á Hemán y á Jeduthún con trompetas y címbalos para tañer, y con otros instrumentos de música de Dios; y á los hijos de Jeduthún, por porteros.

43 Y todo el pueblo se fué cada uno á su casa; y David se volvió para bendecir su casa.

17 Y ACONTECIÓ que morando David en su casa, dijo David al profeta Nathán: He aquí yo habito en casa de cedro, y el arca del pacto de Jehová debajo de cortinas.

Y Nathán dijo á David: Haz todo lo que está en tu corazón, porque Dios es contigo.

En aquella misma noche fué palabra de Dios á Nathán, diciendo:

Ve y di á David mi siervo: Así ha dicho Jehová: Tú no me edificarás casa en que habite:

Porque no he habitado en casa alguna desde el día que saqué á los hijos de Israel hasta hoy; antes estuve de tienda en tienda, y de tabernáculo en tabernáculo.

En todo cuanto anduve con todo Israel ¿hablé una palabra á alguno de los jueces de Israel, á los cuales mandé que apacentasen mi pueblo, para decirles: Por qué no me edificáis una casa de cedro?

Por tanto, ahora dirás á mi siervo David: Así dijo Jehová de los ejércitos: Yo te tomé de la majada, de detrás del ganado, para que fueses príncipe sobre mi pueblo Israel;

Y he sido contigo en todo cuanto has andado, y he talado á todos tus enemigos de delante de ti, y hete hecho grande nombre, como el nombre de los grandes que son en la tierra.

Asimismo he dispuesto lugar á mi pueblo Israel, y lo he plantado para que habite por sí, y que no sea más conmovido: ni los hijos de iniquidad lo consumirán más, como antes,

10 Y desde el tiempo que puse los jueces sobre mi pueblo Israel; mas humillaré á todos tus enemigos. Hágote además saber que Jehová te ha de edificar casa.

11 Y será que, cuando tus días fueren cumplidos para irte con tus padres, levantaré tu simiente después de ti, la cual será de tus hijos, y afirmaré su reino.

12 Él me edificará casa, y yo confirmaré su trono eternalmente.

13 Yo le seré por padre, y él me será por hijo: y no quitaré de él mi misericordia, como la quité de aquel que fué antes de ti;

14 Mas yo lo confirmaré en mi casa y en mi reino eternalmente; y su trono será firme para siempre.

15 Conforme á todas estas palabras, y conforme á toda esta visión, así habló Nathán á David.

16 Y entró el rey David, y estuvo delante de Jehová, y dijo: Jehová Dios, ¿quién soy yo, y cuál es mi casa, que me has traído hasta este lugar?

17 Y aun esto, oh Dios, te ha parecido poco, pues que has hablado de la casa de tu siervo para más lejos, y me has mirado como á un hombre excelente, oh Jehová Dios.

18 ¿Qué más puede añadir David pidiendo de ti para glorificar á tu siervo? mas tú conoces á tu siervo.

19 Oh Jehová, por amor de tu siervo y según tu corazón, has hecho toda esta grandeza, para hacer notorias todas tus grandezas.

20 Jehová, no hay semejante á ti, ni hay Dios sino tú, según todas las cosas que hemos oído con nuestros oídos.

21 ¿Y qué gente hay en la tierra como tu pueblo Israel, cuyo Dios fuese y se redimiera un pueblo, para hacerte nombre con grandezas y maravillas, echando las gentes de delante de tu pueblo, que tú rescataste de Egipto?

22 Tú has constituído á tu pueblo Israel por pueblo tuyo para siempre; y tú, Jehová, has venido á ser su Dios.

23 Ahora pues, Jehová, la palabra que has hablado acerca de tu siervo y de su casa, sea firme para siempre, y haz como has dicho.

24 Permanezca pues, y sea engrandecido tu nombre para siempre, á fin de que se diga: Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, es Dios para Israel. Y sea la casa de tu siervo David firme delante de ti.

25 Porque tú, Dios mío, revelaste al oído á tu siervo que le has de edificar casa; por eso ha hallado tu siervo motivo de orar delante de ti.

26 Ahora pues, Jehová, tú eres el Dios que has hablado de tu siervo este bien;

27 Y ahora has querido bendecir la casa de tu siervo, para que permanezca perpetuamente delante de ti: porque tú, Jehová, la has bendecido, y será bendita para siempre.

18 DESPUÉS de estas cosas aconteció que David hirió á los Filisteos, y los humilló; y tomó á Gath y sus villas de mano de los Filisteos.

También hirió á Moab; y los Moabitas fueron siervos de David trayéndole presentes.

Asimismo hirió David á Adarezer rey de Soba, en Hamath, yendo él á asegurar su dominio al río de Eufrates.

Y tomóles David mil carros, y siete mil de á caballo, y veinte mil hombres de á pie: y desjarretó David los caballos de todos los carros, excepto los de cien carros que dejó.

Y viniendo los Siros de Damasco en ayuda de Adarezer rey de Soba, David hirió de los Siros veintidós mil hombres.

Y puso David guarnición en Siria la de Damasco, y los Siros fueron hechos siervos de David, trayéndole presentes: porque Jehová salvaba á David donde quiera que iba.

Tomó también David los escudos de oro que llevaban los siervos de Adarezer, y trájolos á Jerusalem.

Asimismo de Thibath y de Chûn ciudades de Adarezer, tomó David muy mucho metal, de que Salomón hizo el mar de bronce, las columnas, y vasos de bronce.

Y oyendo Tou rey de Hamath, que David había deshecho todo el ejército de Adarezer, rey de Soba,

10 Envió á Adoram su hijo al rey David, á saludarle y á bendecirle por haber peleado con Adarezer, y haberle vencido; porque Tou tenía guerra con Adarezer. Envióle también toda suerte de vasos de oro, de plata y de metal;

11 Los cuales el rey David dedicó á Jehová, con la plata y oro que había tomado de todas las naciones, de Edom, de Moab, de los hijos de Ammón, de los Filisteos, y de Amalec.

12 A más de esto Abisai hijo de Sarvia hirió en el valle de la Sal dieciocho mil Idumeos.

13 Y puso guarnición en Edom, y todos los Idumeos fueron siervos de David: porque Jehová guardaba á David donde quiera que iba.

14 Y reinó David sobre todo Israel, y hacía juicio y justicia á todo su pueblo.

15 Y Joab hijo de Sarvia era general del ejército; y Josaphat hijo de Ahilud, canciller;

16 Y Sadoc hijo de Achîtob, y Abimelec hijo de Abiathar, eran sacerdotes; y Sausa, secretario;

17 Y Benaías hijo de Joiada era sobre los Ceretheos y Peletheos; y los hijos de David eran los príncipes cerca del rey.

19 DESPUÉS de estas cosas aconteció que murió Naas rey de los hijos de Ammón, y reinó en su lugar su hijo.

Y dijo David: Haré misericordia con Hanán hijo de Naas, porque también su padre hizo conmigo misericordia. Así David envió embajadores que lo consolasen de la muerte de su padre. Mas venidos los siervos de David en la tierra de los hijos de Ammón á Hanán, para consolarle,

Los príncipes de los hijos de Ammón dijeron á Hanán: ¿A tu parecer honra David á tu padre, que te ha enviado consoladores? ¿no vienen antes sus siervos á ti para escudriñar, e inquirir, y reconocer la tierra?

Entonces Hanán tomó los siervos de David, y rapólos, y cortóles los vestidos por medio, hasta las nalgas, y despachólos.

Fuéronse pues, y dada que fué la nueva á David de aquellos varones, él envió á recibirlos, porque estaban muy afrentados. E hízoles decir el rey: Estaos en Jericó hasta que os crezca la barba, y entonces volveréis.

Y viendo los hijos de Ammón que se habían hecho odiosos á David, Hanán y los hijos de Ammón enviaron mil talentos de plata, para tomar á sueldo carros y gente de á caballo de Siria de los ríos, y de la Siria de Maachâ, y de Soba.

Y tomaron á sueldo treinta y dos mil carros, y al rey de Maachâ y á su pueblo, los cuales vinieron y asentaron su campo delante de Medeba. Y juntáronse también los hijos de Ammón de sus ciudades, y vinieron á la guerra.

Oyéndolo David, envió á Joab con todo el ejército de los hombres valientes.

Y los hijos de Ammón salieron, y ordenaron su tropa á la entrada de la ciudad; y los reyes que habían venido, estaban por sí en el campo.

10 Y viendo Joab que la haz de la batalla estaba contra él delante y á las espaldas, escogió de todos los más aventajados que había en Israel, y ordenó su escuadrón contra los Sirios.

11 Puso luego el resto de la gente en mano de Abisai su hermano, ordenándolos en batalla contra los Ammonitas.

12 Y dijo: Si los Siros fueren más fuertes que yo, tú me salvarás; y si los Ammonitas fueren más fuertes que tú, yo te salvaré.

13 Esfuérzate, y esforcémonos por nuestro pueblo, y por las ciudades de nuestro Dios; y haga Jehová lo que bien le pareciere.

14 Acercóse luego Joab y el pueblo que tenía consigo, para pelear contra los Siros; mas ellos huyeron delante de él.

15 Y los hijos de Ammón, viendo que los Siros habían huído, huyeron también ellos delante de Abisai su hermano, y entráronse en la ciudad. Entonces Joab se volvió á Jerusalem.

16 Y viendo los Siros que habían caído delante de Israel, enviaron embajadores, y trajeron á los Siros que estaban de la otra parte del río, cuyo capitán era Sophach, general del ejército de Adarezer.

17 Luego que fué dado aviso á David, juntó á todo Israel, y pasando el Jordán vino á ellos, y ordenó contra ellos su ejército. Y como David hubo ordenado su tropa contra ellos, pelearon con él los Siros.

18 Mas el Siro huyó delante de Israel; y mató David de los Siros siete mil hombres de los carros, y cuarenta mil hombres de á pie: asimismo mató á Sophach, general del ejército.

19 Y viendo los Siros de Adarezer que habían caído delante de Israel, concertaron paz con David, y fueron sus siervos; y nunca más quiso el Siro ayudar á los hijos de Ammón.

20 Y ACONTECIÓ á la vuelta del año, en el tiempo que suelen los reyes salir á la guerra, que Joab sacó las fuerzas del ejército, y destruyó la tierra de los hijos de Ammón, y vino y cercó á Rabba. Mas David estaba en Jerusalem: y Joab batió á Rabba, y destruyóla.

Y tomó David la corona de su rey de encima de su cabeza, y hallóla de peso de un talento de oro, y había en ella piedras preciosas; y fué puesta sobre la cabeza de David. Y además de esto sacó de la ciudad un muy gran despojo.

Sacó también al pueblo que estaba en ella, y cortólos con sierras, y con trillos de hierro, y segures. Lo mismo hizo David á todas las ciudades de los hijos de Ammón. Y volvióse David con todo el pueblo á Jerusalem.

Después de esto aconteció que se levantó guerra en Gezer con los Filisteos; e hirió Sibbecai Husathita á Sippai, del linaje de los gigantes; y fueron humillados.

Y volvióse á levantar guerra con los Filisteos; e hirió Elhanán hijo de Jair á Lahmi, hermano de Goliath Getheo, el asta de cuya lanza era como un enjullo de tejedores.

Y volvió á haber guerra en Gath, donde hubo un hombre de grande estatura, el cual tenía seis dedos en pies y manos, en todos veinticuatro: y también era hijo de Rapha.

Denostó él á Israel, mas hiriólo Jonathán, hijo de Sima hermano de David.

Estos fueron hijos de Rapha en Gath, los cuales cayeron por mano de David y de sus siervos.

21 MAS Satanás se levantó contra Israel, e incitó á David á que contase á Israel.

Y dijo David á Joab y á los príncipes del pueblo: Id, contad á Israel desde Beer-seba hasta Dan, y traedme el número de ellos para que yo lo sepa.

Y dijo Joab: Añada Jehová á su pueblo cien veces otros tantos. Rey señor mío, ¿no son todos estos siervos de mi señor? ¿para qué procura mi señor esto, que será pernicioso á Israel?

Mas el mandamiento del rey pudo más que Joab. Salió por tanto Joab, y fué por todo Israel; y volvió á Jerusalem, y dió la cuenta del número del pueblo á David.

Y hallóse en todo Israel que sacaban espada, once veces cien mil; y de Judá cuatrocientos y setenta mil hombres que sacaban espada.

Entre estos no fueron contados los Levitas, ni los hijos de Benjamín, porque Joab abominaba el mandamiento del rey.

Asimismo desagradó este negocio á los ojos de Dios, e hirió á Israel.

Y dijo David á Dios: He pecado gravemente en hacer esto: ruégote que hagas pasar la iniquidad de tu siervo, porque yo he hecho muy locamente.

Y habló Jehová á Gad, vidente de David, diciendo:

10 Ve, y habla á David, y dile: Así ha dicho Jehová: Tres cosas te propongo; escoge de ellas una que yo haga contigo.

11 Y viniendo Gad á David, díjole: Así ha dicho Jehová:

12 Escógete, ó tres años de hambre; ó ser por tres meses deshecho delante de tus enemigos, y que la espada de tus adversarios te alcance; ó por tres días la espada de Jehová y pestilencia en la tierra, y que el ángel de Jehová destruya en todo el término de Israel: mira pues qué he de responder al que me ha enviado.

13 Entonces David dijo á Gad: Estoy en grande angustia: ruego que yo caiga en la mano de Jehová; porque sus misericordias son muchas en extremo, y que no caiga yo en manos de hombres.

14 Así Jehová dió pestilencia en Israel, y cayeron de Israel setenta mil hombres.

15 Y envió Jehová el ángel á Jerusalem para destruirla: pero estando él destruyendo, miró Jehová, y arrepintióse de aquel mal,

16 Y dijo al ángel que destruía: Basta ya; detén tu mano. Y el ángel de Jehová estaba junto á la era de Ornán Jebuseo.

17 Y alzando David sus ojos, vió al ángel de Jehová, que estaba entre el cielo y la tierra, teniendo una espada desnuda en su mano, extendida contra Jerusalem. Entonces David y los ancianos se postraron sobre sus rostros, cubiertos de sacos.

18 Y dijo David á Dios: ¿No soy yo el que hizo contar el pueblo? Yo mismo soy el que pequé, y ciertamente he hecho mal; mas estas ovejas, ¿qué han hecho? Jehová Dios mío, sea ahora tu mano contra mí, y contra la casa de mi padre, y no haya plaga en tu pueblo.

19 Y el ángel de Jehová ordenó á Gad que dijese á David, que subiese y construyese un altar á Jehová en la era de Ornán Jebuseo.

20 Entonces David subió, conforme á la palabra de Gad que le había dicho en nombre de Jehová.

21 Y volviéndose Ornán vió el ángel; por lo que se escondieron cuatro hijos suyos que con él estaban. Y Ornán trillaba el trigo.

22 Y viniendo David á Ornán, miró éste, y vió á David: y saliendo de la era, postróse en tierra á David.

23 Entonces dijo David á Ornán: Dame este lugar de la era, en que edifique un altar á Jehová, y dámelo por su cabal precio, para que cese la plaga del pueblo.

24 Y Ornán respondió á David: Tómalo para ti, y haga mi señor el rey lo que bien le pareciere: y aun los bueyes daré para el holocausto, y los trillos para leña, y trigo para el presente: yo lo doy todo.

25 Entonces el rey David dijo á Ornán: No, sino que efectivamente la compraré por su justo precio: porque no tomaré para Jehová lo que es tuyo, ni sacrificaré holocausto que nada me cueste.

26 Y dió David á Ornán por el lugar seiscientos siclos de oro por peso.

27 Y edificó allí David un altar á Jehová, en el que ofreció holocaustos y sacrificios pacíficos, e invocó á Jehová, el cual le respondió por fuego de los cielos en el altar del holocausto.

28 Y como Jehová habló al ángel, él volvió su espada á la vaina.

29 Entonces viendo David que Jehová le había oído en la era de Ornán Jebuseo, sacrificó allí.

30 Y el tabernáculo de Jehová que Moisés había hecho en el desierto, y el altar del holocausto, estaban entonces en el alto de Gabaón:

31 Mas David no pudo ir allá á consultar á Dios, porque estaba espantado á causa de la espada del ángel de Jehová.

22 Y DIJO David: Esta es la casa de Jehová Dios, y este es el altar del holocausto para Israel.

Después mandó David que se juntasen los extranjeros que estaban en la tierra de Israel, y señaló de ellos canteros que labrasen piedras para edificar la casa de Dios.

Asimismo aparejó David mucho hierro para la clavazón de las puertas, y para las junturas; y mucho metal sin peso, y madera de cedro sin cuenta.

Porque los Sidonios y Tirios habían traído á David madera de cedro innumerable.

Y dijo David: Salomón mi hijo es muchacho y tierno, y la casa que se ha de edificar á Jehová ha de ser magnífica por excelencia, para nombre y honra en todas las tierras; ahora pues yo le aparejaré lo necesario. Y preparó David antes de su muerte en grande abundancia.

Llamó entonces David á Salomón su hijo, y mandóle que edificase casa á Jehová Dios de Israel.

Y dijo David á Salomón: Hijo mío, en mi corazón tuve el edificar templo al nombre de Jehová mi Dios.

Mas vino á mí palabra de Jehová, diciendo: Tú has derramado mucha sangre, y has traído grandes guerras: no edificarás casa á mi nombre, porque has derramado mucha sangre en la tierra delante de mí:

He aquí, un hijo te nacerá, el cual será varón de reposo, porque yo le daré quietud de todos sus enemigos en derredor; por tanto su nombre será Salomón; y yo daré paz y reposo sobre Israel en sus días:

10 Él edificará casa á mi nombre, y él me será á mí por hijo, y yo le seré por padre; y afirmaré el trono de su reino sobre Israel para siempre.

11 Ahora pues, hijo mío, sea contigo Jehová, y seas prosperado, y edifiques casa á Jehová tu Dios, como él ha dicho de ti.

12 Y Jehová te dé entendimiento y prudencia, y él te dé mandamientos para Israel; y que tú guardes la ley de Jehová tu Dios.

13 Entonces serás prosperado, si cuidares de poner por obra los estatutos y derechos que Jehová mandó á Moisés para Israel. Esfuérzate pues, y cobra ánimo; no temas, ni desmayes.

14 He aquí, yo en mi estrechez he prevenido para la casa de Jehová cien mil talentos de oro, y un millar de millares de talentos de plata: no tiene peso el metal ni el hierro, porque es mucho. Asimismo he aprestado madera y piedra, á lo cual tú añadirás.

15 Tú tienes contigo muchos oficiales, canteros, albañiles, y carpinteros, y todo hombre experto en toda obra.

16 Del oro, de la plata, del metal, y del hierro, no hay número. Levántate pues, y á la obra; que Jehová será contigo.

17 Asimismo mandó David á todos los principales de Israel que diesen ayuda á Salomón su hijo, diciendo:

18 ¿No es con vosotros Jehová vuestro Dios, el cual os ha dado quietud de todas partes? porque él ha entregado en mi mano los moradores de la tierra, y la tierra ha sido sujetada delante de Jehová, y delante de su pueblo.

19 Poned, pues, ahora vuestros corazones y vuestros ánimos en buscar á Jehová vuestro Dios; y levantaos, y edificad el santuario del Dios Jehová, para traer el arca del pacto de Jehová, y los santos vasos de Dios, á la casa edificada al nombre de Jehová.

23 SIENDO pues David ya viejo y harto de días, hizo á Salomón su hijo rey sobre Israel.

Y juntando á todos los principales de Israel, y á los sacerdotes y Levitas,

Fueron contados los Levitas de treinta años arriba; y fué el número de ellos por sus cabezas, contados uno á uno, treinta y ocho mil.

De éstos, veinticuatro mil para dar prisa á la obra de la casa de Jehová; y gobernadores y jueces, seis mil;

Además cuatro mil porteros; y cuatro mil para alabar á Jehová, dijo David, con los instrumentos que he hecho para rendir alabanzas.

Y repartiólos David en órdenes conforme á los hijos de Leví, Gersón y Coath y Merari.

Los hijos de Gersón: Ladán, y Simi.

Los hijos de Ladán, tres: Jehiel el primero, después Zetham y Joel.

Los hijos de Simi, tres: Selomith, Haziel, y Arán. Estos fueron los príncipes de las familias de Ladán.

10 Y los hijos de Simi: Jahath, Zinat, Jeus, y Berías. Estos cuatro fueron los hijos de Simi.

11 Jahat era el primero, Zinat el segundo; mas Jeus y Berías no multiplicaron en hijos, por lo cual fueron contados por una familia.

12 Los hijos de Coath: Amram, Ishar, Hebrón, y Uzziel, ellos cuatro.

13 Los hijos de Amram: Aarón y Moisés. Y Aarón fué apartado para ser dedicado á las más santas cosas, él y sus hijos para siempre, para que quemasen perfumes delante de Jehová, y le ministrasen, y bendijesen en su nombre, para siempre.

14 Y los hijos de Moisés, varón de Dios, fueron contados en la tribu de Leví.

15 Los hijos de Moisés fueron Gersón y Eliezer.

16 Hijo de Gersón fué Sebuel el primero.

17 E hijo de Eliezer fué Rehabía el primero. Y Eliezer no tuvo otros hijos; mas los hijos de Rehabía fueron muchos.

18 Hijo de Ishar fué Selomith el primero.

19 Los hijos de Hebrón: Jería el primero, Amarías el segundo, Jahaziel el tercero, y Jecamán el cuarto.

20 Los hijos de Uzziel: Michâ el primero, e Isía el segundo.

21 Los hijos de Merari: Mahali y Musi. Los hijos de Mahali: Eleazar y Cis.

22 Y murió Eleazar sin hijos, mas tuvo hijas; y los hijos de Cis, sus hermanos, las tomaron por mujeres.

23 Los hijos de Musi: Mahali, Eder y Jerimoth, ellos tres.

24 Estos son los hijos de Leví en las familias de sus padres, cabeceras de familias en sus delineaciones, contados por sus nombres, por sus cabezas, los cuales hacían obra en el ministerio de la casa de Jehová, de veinte años arriba.

25 Porque David dijo: Jehová Dios de Israel ha dado reposo á su pueblo Israel, y el habitar en Jerusalem para siempre.

26 Y también los Levitas no llevarán más el tabernáculo, y todos sus vasos para su ministerio.

27 Así que, conforme á las postreras palabras de David, fué la cuenta de los hijos de Leví de veinte años arriba.

28 Y estaban bajo la mano de los hijos de Aarón, para ministrar en la casa de Jehová, en los atrios y en las cámaras, y en la purificación de toda cosa santificada, y en la demás obra del ministerio de la casa de Dios;

29 Asimismo para los panes de la proposición, y para la flor de la harina para el sacrificio, y para las hojuelas sin levadura, y para la fruta de sartén, y para lo tostado, y para toda medida y cuenta;

30 Y para que asistiesen cada mañana todos los días á confesar y alabar á Jehová, y asimismo á la tarde;

31 Y para ofrecer todos los holocaustos á Jehová los sábados, nuevas lunas, y solemnidades, por la cuenta y forma que tenían, continuamente delante de Jehová.

32 Y para que tuviesen la guarda del tabernáculo del testimonio, y la guarda del santuario, y las órdenes de los hijos de Aarón sus hermanos, en el ministerio de la casa de Jehová.

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