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Bible in 90 Days

An intensive Bible reading plan that walks through the entire Bible in 90 days.
Duration: 88 days
Spanish Blue Red and Gold Letter Edition (SRV-BRG)
Version
Éxodo 15:19-28:43

19 Porque Faraón entró cabalgando con sus carros y su gente de á caballo en la mar, y Jehová volvió á traer las aguas de la mar sobre ellos; mas los hijos de Israel fueron en seco por medio de la mar.

20 Y María la profetisa, hermana de Aarón, tomó un pandero en su mano, y todas las mujeres salieron en pos de ella con panderos y danzas;

21 Y María les respondía:

Cantad á Jehová; porque en extremo se ha engrandecido,

Echando en la mar al caballo, y al que en él subía.

22 E hizo Moisés que partiese Israel del mar Bermejo, y salieron al desierto de Shur; y anduvieron tres días por el desierto sin hallar agua.

23 Y llegaron á Mara, y no pudieron beber las aguas de Mara, porque eran amargas; por eso le pusieron el nombre de Mara.

24 Entonces el pueblo murmuró contra Moisés, y dijo: ¿Qué hemos de beber?

25 Y Moisés clamó á Jehová; y Jehová le mostró un árbol, el cual metídolo que hubo dentro de las aguas, las aguas se endulzaron. Allí les dió estatutos y ordenanzas, y allí los probó;

26 Y dijo: Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído á sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié á los Egipcios te enviaré á ti; porque yo soy Jehová tu Sanador.

27 Y llegaron á Elim, donde había doce fuentes de aguas, y setenta palmas; y asentaron allí junto á las aguas.

16 Y PARTIENDO de Elim toda la congregación de los hijos de Israel, vino al desierto de Sin, que está entre Elim y Sinaí, á los quince días del segundo mes después que salieron de la tierra de Egipto.

Y toda la congregación de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón en el desierto;

Y decíanles los hijos de Israel: Ojalá hubiéramos muerto por mano de Jehová en la tierra de Egipto, cuando nos sentábamos á las ollas de las carnes, cuando comíamos pan en hartura; pues nos habéis sacado á este desierto, para matar de hambre á toda esta multitud.

Y Jehová dijo á Moisés: He aquí yo os haré llover pan del cielo; y el pueblo saldrá, y cogerá para cada un día, para que yo le pruebe si anda en mi ley, ó no.

Mas al sexto día aparejarán lo que han de encerrar, que será el doble de lo que solían coger cada día.

Entonces dijo Moisés y Aarón á todos los hijos de Israel: á la tarde sabréis que Jehová os ha sacado de la tierra de Egipto:

Y á la mañana veréis la gloria de Jehová; porque él ha oído vuestras murmuraciones contra Jehová; que nosotros, ¿qué somos, para que vosotros murmuréis contra nosotros?

Y dijo Moisés: Jehová os dará á la tarde carne para comer, y á la mañana pan en hartura; por cuanto Jehová ha oído vuestras murmuraciones con que habéis murmurado contra él: que nosotros, ¿qué somos? vuestras murmuraciones no son contra nosotros, sino contra Jehová.

Y dijo Moisés á Aarón: Di á toda la congregación de los hijos de Israel: Acercaos á la presencia de Jehová; que él ha oído vuestras murmuraciones.

10 Y hablando Aarón á toda la congregación de los hijos de Israel, miraron hacia el desierto, y he aquí la gloria de Jehová, que apareció en la nube.

11 Y Jehová habló á Moisés, diciendo:

12 Yo he oído las murmuraciones de los hijos de Israel; háblales, diciendo: Entre las dos tardes comeréis carne, y por la mañana os hartaréis de pan, y sabréis que yo soy Jehová vuestro Dios.

13 Y venida la tarde subieron codornices que cubrieron el real; y á la mañana descendió rocío en derredor del real.

14 Y como el rocío cesó de descender, he aquí sobre la haz del desierto una cosa menuda, redonda, menuda como una helada sobre la tierra.

15 Y viéndolo los hijos de Israel, se dijeron unos á otros: ¿Qué es esto? porque no sabían qué era. Entonces Moisés les dijo: Es el pan que Jehová os da para comer.

16 Esto es lo que Jehová ha mandado: Cogeréis de él cada uno según pudiere comer; un gomer por cabeza, conforme al número de vuestras personas, tomaréis cada uno para los que están en su tienda.

17 Y los hijos de Israel lo hicieron así: y recogieron unos más, otros menos:

18 Y medíanlo por gomer, y no sobraba al que había recogido mucho, ni faltaba al que había recogido poco: cada uno recogió conforme á lo que había de comer.

19 Y díjoles Moisés: Ninguno deje nada de ello para mañana.

20 Mas ellos no obedecieron á Moisés, sino que algunos dejaron de ello para otro día, y crió gusanos, y pudrióse; y enojóse contra ellos Moisés.

21 Y recogíanlo cada mañana, cada uno según lo que había de comer: y luego que el sol calentaba, derretíase.

22 En el sexto día recogieron doblada comida, dos gomeres para cada uno: y todos los príncipes de la congregación vinieron á Moisés, y se lo hicieron saber.

23 Y él les dijo: Esto es lo que ha dicho Jehová: Mañana es el santo sábado, el reposo de Jehová: lo que hubiereis de cocer, cocedlo hoy, y lo que hubiereis de cocinar, cocinadlo; y todo lo que os sobrare, guardadlo para mañana.

24 Y ellos lo guardaron hasta la mañana, según que Moisés había mandado, y no se pudrió, ni hubo en él gusano.

25 Y dijo Moisés: Comedlo hoy, porque hoy es sábado de Jehová: hoy no hallaréis en el campo.

26 En los seis días lo recogeréis; mas el séptimo día es sábado, en el cual no se hallará.

27 Y aconteció que algunos del pueblo salieron en el séptimo día á recoger, y no hallaron.

28 Y Jehová dijo á Moisés: ¿Hasta cuándo no querréis guardar mis mandamientos y mis leyes?

29 Mirad que Jehová os dió el sábado, y por eso os da en el sexto día pan para dos días. Estése, pues, cada uno en su estancia, y nadie salga de su lugar en el séptimo día.

30 Así el pueblo reposó el séptimo día.

31 Y la casa de Israel lo llamó Maná; y era como simiente de culantro, blanco, y su sabor como de hojuelas con miel.

32 Y dijo Moisés: Esto es lo que Jehová ha mandado: Henchirás un gomer de él para que se guarde para vuestros descendientes, á fin de que vean el pan que yo os dí á comer en el desierto, cuando yo os saqué de la tierra de Egipto.

33 Y dijo Moisés á Aarón: Toma un vaso y pon en él un gomer lleno de maná, y ponlo delante de Jehová, para que sea guardado para vuestros descendientes.

34 Y Aarón lo puso delante del Testimonio para guardarlo, como Jehová lo mandó á Moisés.

35 Así comieron los hijos de Israel maná cuarenta años, hasta que entraron en la tierra habitada: maná comieron hasta que llegaron al término de la tierra de Canaán.

36 Y un gomer es la décima parte del epha.

17 Y TODA la congregación de los hijos de Israel partió del desierto de Sin, por sus jornadas, al mandamiento de Jehová, y asentaron el campo en Rephidim: y no había agua para que el pueblo bebiese.

Y altercó el pueblo con Moisés, y dijeron: Danos agua que bebamos. Y Moisés les dijo: ¿Por qué altercáis conmigo? ¿por qué tentáis á Jehová?

Así que el pueblo tuvo allí sed de agua, y murmuró contra Moisés, y dijo: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para matarnos de sed á nosotros, y á nuestros hijos y á nuestros ganados?

Entonces clamó Moisés á Jehová, diciendo: ¿Qué haré con este pueblo? de aquí á un poco me apedrearán.

Y Jehová dijo á Moisés: Pasa delante del pueblo, y toma contigo de los ancianos de Israel; y toma también en tu mano tu vara, con que heriste el río, y ve:

He aquí que yo estoy delante de ti allí sobre la peña en Horeb; y herirás la peña, y saldrán de ella aguas, y beberá el pueblo. Y Moisés lo hizo así en presencia de los ancianos de Israel.

Y llamó el nombre de aquel lugar Massah y Meribah, por la rencilla de los hijos de Israel, y porque tentaron á Jehová, diciendo: ¿Está, pues, Jehová entre nosotros, ó no?

Y vino Amalec y peleó con Israel en Rephidim.

Y dijo Moisés á Josué: Escógenos varones, y sal, pelea con Amalec: mañana yo estaré sobre la cumbre del collado, y la vara de Dios en mi mano.

10 E hizo Josué como le dijo Moisés, peleando con Amalec; y Moisés y Aarón y Hur subieron á la cumbre del collado.

11 Y sucedía que cuando alzaba Moisés su mano, Israel prevalecía; mas cuando él bajaba su mano, prevalecía Amalec.

12 Y las manos de Moisés estaban pesadas; por lo que tomaron una piedra, y pusiéronla debajo de él, y se sentó sobre ella: y Aarón y Hur sustentaban sus manos, el uno de una parte y el otro de otra; así hubo en sus manos firmeza hasta que se puso el sol.

13 Y Josué deshizo á Amalec y á su pueblo á filo de espada.

14 Y Jehová dijo á Moisés: Escribe esto para memoria en un libro, y di á Josué que del todo tengo de raer la memoria de Amalec de debajo del cielo.

15 Y Moisés edificó un altar, y llamó su nombre Jehová-nissi;

16 Y dijo: Por cuanto la mano sobre el trono de Jehová, Jehova tendrá guerra con Amalec de generación en generación.

18 Y OYÓ Jethro, sacerdote de Madián, suegro de Moisés, todas las cosas que Dios había hecho con Moisés, y con Israel su pueblo, y cómo Jehová había sacado á Israel de Egipto:

Y tomó Jethro, suegro de Moisés, á Séphora la mujer de Moisés, después que él la envió,

Y á sus dos hijos; el uno se llamaba Gersóm, porque dijo: Peregrino he sido en tierra ajena;

Y el otro se llamaba Eliezer, porque dijo, El Dios de mi padre me ayudó, y me libró del cuchillo de Faraón.

Y Jethro, el suegro de Moisés, con sus hijos y su mujer, llegó á Moisés en el desierto, donde tenía el campo junto al monte de Dios;

Y dijo á Moisés: Yo tu suegro Jethro vengo á ti, con tu mujer, y sus dos hijos con ella.

Y Moisés salió á recibir á su suegro, e inclinóse, y besólo: y preguntáronse el uno al otro cómo estaban, y vinieron á la tienda.

Y Moisés contó á su suegro todas las cosas que Jehová había hecho á Faraón y á los Egipcios por amor de Israel, y todo el trabajo que habían pasado en el camino, y cómo los había librado Jehová.

Y alegróse Jethro de todo el bien que Jehová había hecho á Israel, que lo había librado de mano de los Egipcios.

10 Y Jethro dijo: Bendito sea Jehová, que os libró de mano de los Egipcios, y de la mano de Faraón, y que libró al pueblo de la mano de los Egipcios.

11 Ahora conozco que Jehová es grande más que todos los dioses; hasta en lo que se ensoberbecieron contra ellos.

12 Y tomó Jethro, suegro de Moisés, holocaustos y sacrificios para Dios: y vino Aarón y todos los ancianos de Israel á comer pan con el suegro de Moisés delante de Dios.

13 Y aconteció que otro día se sentó Moisés á juzgar al pueblo; y el pueblo estuvo delante de Moisés desde la mañana hasta la tarde.

14 Y viendo el suegro de Moisés todo lo que él hacía con el pueblo, dijo: ¿Qué es esto que haces tú con el pueblo? ¿por qué te sientas tú solo, y todo el pueblo está delante de ti desde la mañana hasta la tarde?

15 Y Moisés respondió á su suegro: Porque el pueblo viene á mí para consultar á Dios:

16 Cuando tienen negocios, vienen á mí; y yo juzgo entre el uno y el otro, y declaro las ordenanzas de Dios y sus leyes.

17 Entonces el suegro de Moisés le dijo: No haces bien:

18 Desfallecerás del todo, tú, y también este pueblo que está contigo; porque el negocio es demasiado pesado para ti; no podrás hacerlo tú solo.

19 Oye ahora mi voz; yo te aconsejaré, y Dios será contigo. Está tú por el pueblo delante de Dios, y somete tú los negocios á Dios.

20 Y enseña á ellos las ordenanzas y las leyes, y muéstrales el camino por donde anden, y lo que han de hacer.

21 Además inquiere tú de entre todo el pueblo varones de virtud, temerosos de Dios, varones de verdad, que aborrezcan la avaricia; y constituirás á éstos sobre ellos caporales sobre mil, sobre ciento, sobre cincuenta y sobre diez.

22 Los cuales juzgarán al pueblo en todo tiempo; y será que todo negocio grave lo traerán á ti, y ellos juzgarán todo negocio pequeño: alivia así la carga de sobre ti, y llevarla han ellos contigo.

23 Si esto hicieres, y Dios te lo mandare, tú podrás persistir, y todo este pueblo se irá también en paz á su lugar.

24 Y oyó Moisés la voz de su suegro, e hizo todo lo que dijo.

25 Y escogió Moisés varones de virtud de todo Israel, y púsolos por cabezas sobre el pueblo, caporales sobre mil, sobre ciento, sobre cincuenta, y sobre diez.

26 Y juzgaban al pueblo en todo tiempo: el negocio árduo traíanlo á Moisés, y ellos juzgaban todo negocio pequeño.

27 Y despidió Moisés á su suegro, y fuése á su tierra.

19 AL mes tercero de la salida de los hijos de Israel de la tierra de Egipto, en aquel día vinieron al desierto de Sinaí.

Porque partieron de Rephidim, y llegaron al desierto de Sinaí, y asentaron en el desierto; y acampó allí Israel delante del monte.

Y Moisés subió á Dios; y Jehová lo llamó desde el monte, diciendo: Así dirás á la casa de Jacob, y denunciarás á los hijos de Israel:

Vosotros visteis lo que hice á los Egipcios, y cómo os tomé sobre alas de águilas, y os he traído á mí.

Ahora pues, si diereis oído á mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra.

Y vosotros seréis mi reino de sacerdotes, y gente santa. Estas son las palabras que dirás á los hijos de Israel.

Entonces vino Moisés, y llamó á los ancianos del pueblo, y propuso en presencia de ellos todas estas palabras que Jehová le había mandado.

Y todo el pueblo respondió á una, y dijeron: Todo lo que Jehová ha dicho haremos. Y Moisés refirió las palabras del pueblo á Jehová.

Y Jehová dijo á Moisés: He aquí, yo vengo á ti en una nube espesa, para que el pueblo oiga mientras yo hablo contigo, y también para que te crean para siempre. Y Moisés denunció las palabras del pueblo á Jehová.

10 Y Jehová dijo á Moisés: Ve al pueblo, y santifícalos hoy y mañana, y laven sus vestidos;

11 Y estén apercibidos para el día tercero, porque al tercer día Jehová descenderá, á ojos de todo el pueblo, sobre el monte de Sinaí.

12 Y señalarás término al pueblo en derredor, diciendo: Guardaos, no subáis al monte, ni toquéis á su término: cualquiera que tocare el monte, de seguro morirá:

13 No le tocará mano, mas será apedreado ó asaeteado; sea animal ó sea hombre, no vivirá. En habiendo sonado largamente la bocina, subirán al monte.

14 Y descendió Moisés del monte al pueblo, y santificó al pueblo; y lavaron sus vestidos.

15 Y dijo al pueblo: Estad apercibidos para el tercer día; no lleguéis á mujer.

16 Y aconteció al tercer día cuando vino la mañana, que vinieron truenos y relámpagos, y espesa nube sobre el monte, y sonido de bocina muy fuerte; y estremecióse todo el pueblo que estaba en el real.

17 Y Moisés sacó del real al pueblo á recibir á Dios; y pusiéronse á lo bajo del monte.

18 Y todo el monte de Sinaí humeaba, porque Jehová había descendido sobre él en fuego: y el humo de él subía como el humo de un horno, y todo el monte se estremeció en gran manera.

19 Y el sonido de la bocina iba esforzándose en extremo: Moisés hablaba, y Dios le respondía en voz.

20 Y descendió Jehová sobre el monte de Sinaí, sobre la cumbre del monte: y llamó Jehová á Moisés á la cumbre del monte, y Moisés subió.

21 Y Jehová dijo á Moisés: Desciende, requiere al pueblo que no traspasen el término por ver á Jehová, porque caerá multitud de ellos.

22 Y también los sacerdotes que se llegan á Jehová, se santifiquen, porque Jehová no haga en ellos estrago.

23 Y Moisés dijo á Jehová: El pueblo no podrá subir al monte de Sinaí, porque tú nos has requerido diciendo: Señala términos al monte, y santifícalo.

24 Y Jehová le dijo: Ve, desciende, y subirás tú, y Aarón contigo: mas los sacerdotes y el pueblo no traspasen el término por subir á Jehová, porque no haga en ellos estrago.

25 Entonces Moisés descendió al pueblo y habló con ellos.

20 Y HABLÓ Dios todas estas palabras, diciendo:

Yo soy JEHOVÁ tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de siervos.

No tendrás dioses ajenos delante de mí.

No te harás imagen, ni ninguna semejanza de cosa que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra:

No te inclinarás á ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos, sobre los terceros y sobre los cuartos, á los que me aborrecen,

Y que hago misericordia en millares á los que me aman, y guardan mis mandamientos.

No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano.

Acordarte has del día del reposo, para santificarlo:

Seis días trabajarás, y harás toda tu obra;

10 Mas el séptimo día será reposo para Jehová tu Dios: no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas:

11 Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, la mar y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día: por tanto Jehová bendijo el día del reposo y lo santificó.

12 Honra á tu padre y á tu madre, porque tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da.

13 No matarás.

14 No cometerás adulterio.

15 No hurtarás.

16 No hablarás contra tu prójimo falso testimonio.

17 No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.

18 Todo el pueblo consideraba las voces, y las llamas, y el sonido de la bocina, y el monte que humeaba: y viéndolo el pueblo, temblaron, y pusiéronse de lejos.

19 Y dijeron á Moisés: Habla tú con nosotros, que nosotros oiremos; mas no hable Dios con nosotros, porque no muramos.

20 Y Moisés respondió al pueblo: No temáis; que por probaros vino Dios, y porque su temor esté en vuestra presencia para que no pequéis.

21 Entonces el pueblo se puso de lejos, y Moisés se llegó á la obscuridad en la cual estaba Dios.

22 Y Jehová dijo á Moisés: Así dirás á los hijos de Israel: Vosotros habéis visto que he hablado desde el cielo con vosotros.

23 No hagáis conmigo dioses de plata, ni dioses de oro os haréis.

24 Altar de tierra harás para mí, y sacrificarás sobre él tus holocaustos y tus pacíficos, tus ovejas y tus vacas: en cualquier lugar donde yo hiciere que esté la memoria de mi nombre, vendré á ti, y te bendeciré.

25 Y si me hicieres altar de piedras, no las labres de cantería; porque si alzares tu pico sobre él, tú lo profanarás.

26 Y no subirás por gradas á mi altar, porque tu desnudez no sea junto á él descubierta.

21 Y ESTOS son los derechos que les propondrás.

Si comprares siervo hebreo, seis años servirá; mas al séptimo saldrá horro de balde.

Si entró solo, solo saldrá: si tenía mujer, saldrá él y su mujer con él.

Si su amo le hubiere dado mujer, y ella le hubiere parido hijos ó hijas, la mujer y sus hijos serán de su amo, y él saldrá solo.

Y si el siervo dijere: Yo amo á mi señor, á mi mujer y á mis hijos, no saldré libre:

Entonces su amo lo hará llegar á los jueces, y harále llegar á la puerta ó al poste; y su amo le horadará la oreja con lesna, y será su siervo para siempre.

Y cuando alguno vendiere su hija por sierva, no saldrá como suelen salir los siervos.

Si no agradare á su señor, por lo cual no la tomó por esposa, permitirle ha que se rescate, y no la podrá vender á pueblo extraño cuando la desechare.

Mas si la hubiere desposado con su hijo, hará con ella según la costumbre de las hijas.

10 Si le tomare otra, no disminuirá su alimento, ni su vestido, ni el débito conyugal.

11 Y si ninguna de estas tres cosas hiciere, ella saldrá de gracia sin dinero.

12 El que hiriere á alguno, haciéndole así morir, él morirá.

13 Mas el que no armó asechanzas, sino que Dios lo puso en sus manos, entonces yo te señalaré lugar al cual ha de huir.

14 Además, si alguno se ensoberbeciere contra su prójimo, y lo matare con alevosía, de mi altar lo quitarás para que muera.

15 Y el que hiriere á su padre o á su madre, morirá.

16 Asimismo el que robare una persona, y la vendiere, ó se hallare en sus manos, morirá.

17 Igualmente el que maldijere á su padre o á su madre, morirá.

18 Además, si algunos riñeren, y alguno hiriere á su prójimo con piedra ó con el puño, y no muriere, pero cayere en cama;

19 Si se levantare y anduviere fuera sobre su báculo, entonces será el que le hirió absuelto: solamente le satisfará lo que estuvo parado, y hará que le curen.

20 Y si alguno hiriere á su siervo o á su sierva con palo, y muriere bajo de su mano, será castigado:

21 Mas si durare por un día ó dos, no será castigado, porque su dinero es.

22 Si algunos riñeren, e hiriesen á mujer preñada, y ésta abortare, pero sin haber muerte, será penado conforme á lo que le impusiere el marido de la mujer y juzgaren los árbitros.

23 Mas si hubiere muerte, entonces pagarás vida por vida,

24 Ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie,

25 Quemadura por quemadura, herida por herida, golpe por golpe.

26 Y cuando alguno hiriere el ojo de su siervo, ó el ojo de su sierva, y lo entortare, darále libertad por razón de su ojo.

27 Y si sacare el diente de su siervo, ó el diente de su sierva, por su diente le dejará ir libre.

28 Si un buey acorneare hombre ó mujer, y de resultas muriere, el buey será apedreado, y no se comerá su carne; mas el dueño del buey será absuelto.

29 Pero si el buey era acorneador desde ayer y antes de ayer, y á su dueño le fué hecho requerimiento, y no lo hubiere guardado, y matare hombre ó mujer, el buey será apedreado, y también morirá su dueño.

30 Si le fuere impuesto rescate, entonces dará por el rescate de su persona cuanto le fuere impuesto.

31 Haya acorneado hijo, ó haya acorneado hija, conforme á este juicio se hará con él.

32 Si el buey acorneare siervo ó sierva, pagará treinta siclos de plata su señor, y el buey será apedreado.

33 Y si alguno abriere hoyo, ó cavare cisterna, y no la cubriere, y cayere allí buey ó asno,

34 El dueño de la cisterna pagará el dinero, resarciendo á su dueño, y lo que fué muerto será suyo.

35 Y si el buey de alguno hiriere al buey de su prójimo, y éste muriere, entonces venderán el buey vivo, y partirán el dinero de él, y también partirán el muerto.

36 Mas si era notorio que el buey era acorneador de ayer y antes de ayer, y su dueño no lo hubiere guardado, pagará buey por buey, y el muerto será suyo.

22 CUANDO alguno hurtare buey ú oveja, y le degollare ó vendiere, por aquel buey pagará cinco bueyes, y por aquella oveja cuatro ovejas.

Si el ladrón fuere hallado forzando una casa, y fuere herido y muriere, el que le hirió no será culpado de su muerte.

Si el sol hubiere sobre él salido, el matador será reo de homicidio: el ladrón habrá de restituir cumplidamente; si no tuviere, será vendido por su hurto.

Si fuere hallado con el hurto en la mano, sea buey ó asno ú oveja vivos, pagará el duplo.

Si alguno hiciere pacer campo ó viña, y metiere su bestia, y comiere la tierra de otro, de lo mejor de su tierra y de lo mejor de su viña pagará.

Cuando rompiere un fuego, y hallare espinas, y fuere quemado montón, ó haza, ó campo, el que encendió el fuego pagará lo quemado.

Cuando alguno diere á su prójimo plata ó alhajas á guardar, y fuere hurtado de la casa de aquel hombre, si el ladrón se hallare, pagará el doble.

Si el ladrón no se hallare, entonces el dueño de la casa será presentado á los jueces, para ver si ha metido su mano en la hacienda de su prójimo.

Sobre todo negocio de fraude, sobre buey, sobre asno, sobre oveja, sobre vestido, sobre toda cosa perdida, cuando uno dijere: Esto es mío, la causa de ambos vendrá delante de los jueces; y el que los jueces condenaren, pagará el doble á su prójimo.

10 Si alguno hubiere dado á su prójimo asno, ó buey, ú oveja, ó cualquier otro animal á guardar, y se muriere ó se perniquebrare, ó fuere llevado sin verlo nadie;

11 Juramento de Jehová tendrá lugar entre ambos de que no echó su mano á la hacienda de su prójimo: y su dueño lo aceptará, y el otro no pagará.

12 Mas si le hubiere sido hurtado, resarcirá á su dueño.

13 Y si le hubiere sido arrebatado por fiera, traerle ha testimonio, y no pagará lo arrebatado.

14 Pero si alguno hubiere tomado prestada bestia de su prójimo, y fuere estropeada ó muerta, ausente su dueño, deberá pagarla.

15 Si el dueño estaba presente, no la pagará. Si era alquilada, él vendrá por su alquiler.

16 Y si alguno engañare á alguna doncella que no fuere desposada, y durmiere con ella, deberá dotarla y tomarla por mujer.

17 Si su padre no quisiere dársela, él le pesará plata conforme al dote de las vírgenes.

18 A la hechicera no dejarás que viva.

19 Cualquiera que tuviere ayuntamiento con bestia, morirá.

20 El que sacrificare á dioses, excepto á sólo Jehová, será muerto.

21 Y al extranjero no engañarás, ni angustiarás, porque extranjeros fuisteis vosotros en la tierra de Egipto.

22 A ninguna viuda ni huérfano afligiréis.

23 Que si tú llegas á afligirle, y él á mí clamare, ciertamente oiré yo su clamor;

24 Y mi furor se encenderá, y os mataré á cuchillo, y vuestras mujeres serán viudas, y huérfanos vuestros hijos.

25 Si dieres á mi pueblo dinero emprestado, al pobre que está contigo, no te portarás con él como logrero, ni le impondrás usura.

26 Si tomares en prenda el vestido de tu prójimo, á puestas del sol se lo volverás:

27 Porque sólo aquello es su cubierta, es aquel el vestido para cubrir sus carnes, en el que ha de dormir: y será que cuando él á mí clamare, yo entonces le oiré, porque soy misericordioso.

28 No denostarás á los jueces, ni maldecirás al príncipe de tu pueblo.

29 No dilatarás la primicia de tu cosecha, ni de tu licor: me darás el primogénito de tus hijos.

30 Así harás con el de tu buey y de tu oveja: siete días estará con su madre, y al octavo día me lo darás.

31 Y habéis de serme varones santos: y no comeréis carne arrebatada de las fieras en el campo; á los perros la echaréis.

23 NO admitirás falso rumor. No te concertarás con el impío para ser testigo falso.

No seguirás á los muchos para mal hacer; ni responderás en litigio inclinándote á los más para hacer agravios;

Ni al pobre distinguirás en su causa.

Si encontrares el buey de tu enemigo ó su asno extraviado, vuelve á llevárselo.

Si vieres el asno del que te aborrece caído debajo de su carga, ¿le dejarás entonces desamparado? Sin falta ayudarás con él á levantarlo.

No pervertirás el derecho de tu mendigo en su pleito.

De palabra de mentira te alejarás, y no matarás al inocente y justo; porque yo no justificaré al impío.

No recibirás presente; porque el presente ciega á los que ven, y pervierte las palabras justas.

Y no angustiarás al extranjero: pues vosotros sabéis cómo se halla el alma del extranjero, ya que extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto.

10 Seis años sembrarás tu tierra, y allegarás su cosecha:

11 Mas el séptimo la dejarás vacante y soltarás, para que coman los pobres de tu pueblo; y de lo que quedare comerán las bestias del campo; así harás de tu viña y de tu olivar.

12 Seis días harás tus negocios, y al séptimo día holgarás, á fin que descanse tu buey y tu asno, y tome refrigerio el hijo de tu sierva, y el extranjero.

13 Y en todo lo que os he dicho seréis avisados. Y nombre de otros dioses no mentaréis, ni se oirá de vuestra boca.

14 Tres veces en el año me celebraréis fiesta.

15 La fiesta de los ázimos guardarás: Siete días comerás los panes sin levadura, como yo te mandé, en el tiempo del mes de Abib; porque en él saliste de Egipto: y ninguno comparecera vacío delante de mí:

16 También la fiesta de la siega, los primeros frutos de tus labores que hubieres sembrado en el campo; y la fiesta de la cosecha á la salida del año, cuando habrás recogido tus labores del campo.

17 Tres veces en el año parecerá todo varón tuyo delante del Señor Jehová.

18 No ofrecerás con pan leudo la sangre de mi sacrificio, ni el sebo de mi víctima quedará de la noche hasta la mañana.

19 Las primicias de los primeros frutos de tu tierra traerás á la casa de Jehová tu Dios. No guisarás el cabrito con la leche de su madre.

20 He aquí yo envío el Ángel delante de ti para que te guarde en el camino, y te introduzca en el lugar que yo he preparado.

21 Guárdate delante de él, y oye su voz; no le seas rebelde; porque él no perdonará vuestra rebelión: porque mi nombre está en él.

22 Pero si en verdad oyeres su voz, e hicieres todo lo que yo te dijere, seré enemigo á tus enemigos, y afligiré á los que te afligieren.

23 Porque mi Ángel irá delante de ti, y te introducirá al Amorrheo, y al Hetheo, y al Pherezeo, y al Cananeo, y al Heveo, y al Jebuseo, á los cuales yo haré destruir.

24 No te inclinarás á sus dioses, ni los servirás, ni harás como ellos hacen; antes los destruirás del todo, y quebrantarás enteramente sus estatuas.

25 Mas á Jehová vuestro Dios serviréis, y él bendecirá tu pan y tus aguas; y yo quitaré toda enfermedad de en medio de ti.

26 No habrá mujer que aborte, ni estéril en tu tierra; y yo cumpliré el número de tus días.

27 Yo enviaré mi terror delante de ti, y consternaré á todo pueblo donde tú entrares, y te daré la cerviz de todos tus enemigos.

28 Yo enviaré la avispa delante de ti, que eche fuera al Heveo, y al Cananeo, y al Hetheo, de delante de ti:

29 No los echaré de delante de ti en un año, porque no quede la tierra desierta, y se aumenten contra ti las bestias del campo.

30 Poco á poco los echaré de delante de ti, hasta que te multipliques y tomes la tierra por heredad.

31 Y yo pondré tu término desde el mar Bermejo hasta la mar de Palestina, y desde el desierto hasta el río: porque pondré en vuestras manos los moradores de la tierra, y tú los echarás de delante de ti.

32 No harás alianza con ellos, ni con sus dioses.

33 En tu tierra no habitarán, no sea que te hagan pecar contra mí sirviendo á sus dioses: porque te será de tropiezo.

24 Y DIJO á Moisés: Sube á Jehová, tú, y Aarón, Nadab, y Abiú, y setenta de los ancianos de Israel; y os inclinaréis desde lejos.

Mas Moisés sólo se llegará á Jehová; y ellos no se lleguen cerca, ni suba con él el pueblo.

Y Moisés vino y contó al pueblo todas las palabras de Jehová, y todos los derechos: y todo el pueblo respondió á una voz, y dijeron: Ejecutaremos todas las palabras que Jehová ha dicho.

Y Moisés escribió todas las palabras de Jehová, y levantándose de mañana edificó un altar al pie del monte, y doce columnas, según las doce tribus de Israel.

Y envió á los mancebos de los hijos de Israel, los cuales ofrecieron holocaustos y sacrificaron pacíficos á Jehová, becerros.

Y Moisés tomó la mitad de la sangre, y púsola en tazones, y esparció la otra mitad de la sangre sobre el altar.

Y tomó el libro de la alianza, y leyó á oídos del pueblo, el cual dijo: Haremos todas las cosas que Jehová ha dicho, y obedeceremos.

Entonces Moisés tomó la sangre, y roció sobre el pueblo, y dijo: He aquí la sangre de la alianza que Jehová ha hecho con vosotros sobre todas estas cosas.

Y subieron Moisés y Aarón, Nadab y Abiú, y setenta de los ancianos de Israel;

10 Y vieron al Dios de Israel; y había debajo de sus pies como un embaldosado de zafiro, semejante al cielo cuando está sereno.

11 Mas no extendió su mano sobre los príncipes de los hijos de Israel: y vieron á Dios, y comieron y bebieron.

12 Entonces Jehová dijo á Moisés: Sube á mí al monte, y espera allá, y te daré tablas de piedra, y la ley, y mandamientos que he escrito para enseñarlos.

13 Y levantóse Moisés, y Josué su ministro; y Moisés subió al monte de Dios.

14 Y dijo á los ancianos: Esperadnos aquí hasta que volvamos á vosotros: y he aquí Aarón y Hur están con vosotros: el que tuviere negocios, lléguese á ellos.

15 Entonces Moisés subió al monte, y una nube cubrió el monte.

16 Y la gloria de Jehová reposó sobre el monte Sinaí, y la nube lo cubrió por seis días: y al séptimo día llamó á Moisés de en medio de la nube.

17 Y el parecer de la gloria de Jehová era como un fuego abrasador en la cumbre del monte, á los ojos de los hijos de Israel.

18 Y entró Moisés en medio de la nube, y subió al monte: y estuvo Moisés en el monte cuarenta días y cuarenta noches.

25 Y JEHOVÁ habló á Moisés, diciendo:

Di á los hijos de Israel que tomen para mí ofrenda: de todo varón que la diere de su voluntad, de corazón, tomaréis mi ofrenda.

Y esta es la ofrenda que tomaréis de ellos: Oro, y plata, y cobre,

Y jacinto, y púrpura, y carmesí, y lino fino, y pelo de cabras,

Y cueros de carneros teñidos de rojo, y cueros de tejones, y madera de Sittim;

Aceite para la luminaria, especias para el aceite de la unción, y para el sahumerio aromático;

Piedras de onix, y piedras de engastes, para el ephod, y para el racional.

Y hacerme han un santuario, y yo habitaré entre ellos.

Conforme á todo lo que yo te mostrare, el diseño del tabernáculo, y el diseño de todos sus vasos, así lo haréis.

10 Harán también un arca de madera de Sittim, cuya longitud será de dos codos y medio, y su anchura de codo y medio, y su altura de codo y medio.

11 Y la cubrirás de oro puro; por dentro y por fuera la cubrirás; y harás sobre ella una cornisa de oro alrededor.

12 Y para ella harás de fundición cuatro anillos de oro, que pondrás á sus cuatro esquinas; dos anillos al un lado de ella, y dos anillos al otro lado.

13 Y harás unas varas de madera de Sittim, las cuales cubrirás de oro.

14 Y meterás las varas por los anillos á los lados del arca, para llevar el arca con ellas.

15 Las varas se estarán en los anillos del arca: no se quitarán de ella.

16 Y pondrás en el arca el testimonio que yo te daré.

17 Y harás una cubierta de oro fino, cuya longitud será de dos codos y medio, y su anchura de codo y medio.

18 Harás también dos querubines de oro, labrados á martillo los harás, en los dos cabos de la cubierta.

19 Harás, pues, un querubín al extremo de un lado, y un querubín al otro extremo del lado opuesto: de la calidad de la cubierta harás los querubines en sus dos extremidades.

20 Y los querubines extenderán por encima las alas, cubriendo con sus alas la cubierta: sus caras la una enfrente de la otra, mirando á la cubierta las caras de los querubines.

21 Y pondrás la cubierta encima del arca, y en el arca pondrás el testimonio que yo te daré.

22 Y de allí me declararé á ti, y hablaré contigo de sobre la cubierta, de entre los dos querubines que están sobre el arca del testimonio, todo lo que yo te mandaré para los hijos de Israel.

23 Harás asimismo una mesa de madera de Sittim: su longitud será de dos codos, y de un codo su anchura, y su altura de codo y medio.

24 Y la cubrirás de oro puro, y le has de hacer una cornisa de oro alrededor.

25 Hacerle has también una moldura alrededor, del ancho de una mano, á la cual moldura harás una cornisa de oro en circunferencia.

26 Y le harás cuatro anillos de oro, los cuales pondrás á las cuatro esquinas que corresponden á sus cuatro pies.

27 Los anillos estarán antes de la moldura, por lugares de las varas, para llevar la mesa.

28 Y harás las varas de madera de Sittim, y las cubrirás de oro, y con ellas será llevada la mesa.

29 Harás también sus platos, y sus cucharas, y sus cubiertas, y sus tazones, con que se libará: de oro fino los harás.

30 Y pondrás sobre la mesa el pan de la proposición delante de mí continuamente.

31 Harás además un candelero de oro puro; labrado á martillo se hará el candelero: su pie, y su caña, sus copas, sus manzanas, y sus flores, serán de lo mismo:

32 Y saldrán seis brazos de sus lados: tres brazos del candelero del un lado suyo, y tres brazos del candelero del otro su lado:

33 Tres copas en forma de almendras en el un brazo, una manzana y una flor; y tres copas, figura de almendras en el otro brazo, una manzana y una flor: así pues, en los seis brazos que salen del candelero:

34 Y en el candelero cuatro copas en forma de almendras, sus manzanas y sus flores.

35 Habrá una manzana debajo de los dos brazos de lo mismo, otra manzana debajo de los otros dos brazos de lo mismo, y otra manzana debajo de los otros dos brazos de lo mismo, en conformidad á los seis brazos que salen del candelero.

36 Sus manzanas y sus brazos serán de lo mismo, todo ello una pieza labrada á martillo, de oro puro.

37 Y hacerle has siete candilejas, las cuales encenderás para que alumbren á la parte de su delantera:

38 También sus despabiladeras y sus platillos, de oro puro.

39 De un talento de oro fino lo harás, con todos estos vasos.

40 Y mira, y hazlos conforme á su modelo, que te ha sido mostrado en el monte.

26 Y HARÁS el tabernáculo de diez cortinas de lino torcido, cárdeno, y púrpura, y carmesí: y harás querubines de obra delicada.

La longitud de la una cortina de veintiocho codos, y la anchura de la misma cortina de cuatro codos: todas las cortinas tendrán una medida.

Cinco cortinas estarán juntas la una con la otra, y cinco cortinas unidas la una con la otra.

Y harás lazadas de cárdeno en la orilla de la una cortina, en el borde, en la juntura: y así harás en la orilla de la postrera cortina en la juntura segunda.

Cincuenta lazadas harás en la una cortina, y cincuenta lazadas harás en el borde de la cortina que está en la segunda juntura: las lazadas estarán contrapuestas la una á la otra.

Harás también cincuenta corchetes de oro, con los cuales juntarás las cortinas la una con la otra, y se formará un tabernáculo.

Harás asimismo cortinas de pelo de cabras para una cubierta sobre el tabernáculo; once cortinas harás.

La longitud de la una cortina será de treinta codos, y la anchura de la misma cortina de cuatro codos: una medida tendrán las once cortinas.

Y juntarás las cinco cortinas aparte y las otras seis cortinas separadamente; y doblarás la sexta cortina delante de la faz del tabernáculo.

10 Y harás cincuenta lazadas en la orilla de la una cortina, al borde en la juntura, y cincuenta lazadas en la orilla de la segunda cortina en la otra juntura.

11 Harás asimismo cincuenta corchetes de alambre, los cuales meterás por las lazadas: y juntarás la tienda, para que se haga una sola cubierta.

12 Y el sobrante que resulta en las cortinas de la tienda, la mitad de la una cortina que sobra, quedará á las espaldas del tabernáculo.

13 Y un codo de la una parte, y otro codo de la otra que sobra en la longitud de las cortinas de la tienda, cargará sobre los lados del tabernáculo de la una parte y de la otra, para cubrirlo.

14 Harás también á la tienda una cubierta de cueros de carneros, teñidos de rojo, y una cubierta de cueros de tejones encima.

15 Y harás para el tabernáculo tablas de madera de Sittim, que estén derechas.

16 La longitud de cada tabla será de diez codos, y de codo y medio la anchura de cada tabla.

17 Dos quicios tendrá cada tabla, trabadas la una con la otra; así harás todas las tablas del tabernáculo.

18 Harás, pues, las tablas del tabernáculo: veinte tablas al lado del mediodía, al austro.

19 Y harás cuarenta basas de plata debajo de las veinte tablas; dos basas debajo de la una tabla para sus dos quicios, y dos basas debajo de la otra tabla para sus dos quicios.

20 Y al otro lado del tabernáculo, á la parte del aquilón, veinte tablas;

21 Y sus cuarenta basas de plata: dos basas debajo de la una tabla, y dos basas debajo de la otra tabla.

22 Y para el lado del tabernáculo, al occidente, harás seis tablas.

23 Harás además dos tablas para las esquinas del tabernáculo en los dos ángulos posteriores;

24 Las cuales se unirán por abajo, y asimismo se juntarán por su alto á un gozne: así será de las otras dos que estarán á las dos esquinas.

25 De suerte que serán ocho tablas, con sus basas de plata, diez y seis basas; dos basas debajo de la una tabla, y dos basas debajo de la otra tabla.

26 Harás también cinco barras de madera de Sittim, para las tablas del un lado del tabernáculo,

27 Y cinco barras para las tablas del otro lado del tabernáculo, y cinco barras para el otro lado del tabernáculo, que está al occidente.

28 Y la barra del medio pasará por medio de las tablas, del un cabo al otro.

29 Y cubrirás las tablas de oro, y harás sus anillos de oro para meter por ellos las barras: también cubrirás las barras de oro.

30 Y alzarás el tabernáculo conforme á su traza que te fué mostrada en el monte.

31 Y harás también un velo de cárdeno, y púrpura, y carmesí, y de lino torcido: será hecho de primorosa labor, con querubines:

32 Y has de ponerlo sobre cuatro columnas de madera de Sittim cubiertas de oro; sus capiteles de oro, sobre basas de plata.

33 Y pondrás el velo debajo de los corchetes, y meterás allí, del velo adentro, el arca del testimonio; y aquel velo os hará separación entre el lugar santo y el santísimo.

34 Y pondrás la cubierta sobre el arca del testimonio en el lugar santísimo.

35 Y pondrás la mesa fuera del velo, y el candelero enfrente de la mesa al lado del tabernáculo al mediodía; y pondrás la mesa al lado del aquilón.

36 Y harás á la puerta del tabernáculo una cortina de cárdeno, y púrpura, y carmesí, y lino torcido, obra de bordador.

37 Y harás para la cortina cinco columnas de madera de Sittim, las cuales cubrirás de oro, con sus capiteles de oro: y hacerlas has de fundición cinco basas de metal.

27 HARÁS también altar de madera de Sittim de cinco codos de longitud, y de cinco codos de anchura: será cuadrado el altar, y su altura de tres codos.

Y harás sus cuernos á sus cuatro esquinas; los cuernos serán de lo mismo; y lo cubrirás de metal.

Harás también sus calderas para echar su ceniza; y sus paletas, y sus tazones, y sus garfios, y sus braseros: harás todos sus vasos de metal.

Y le harás un enrejado de metal de obra de malla; y sobre el enrejado harás cuatro anillos de metal á sus cuatro esquinas.

Y lo has de poner dentro del cerco del altar abajo; y llegará el enrejado hasta el medio del altar.

Harás también varas para el altar, varas de madera de Sittim, las cuales cubrirás de metal.

Y sus varas se meterán por los anillos: y estarán aquellas varas á ambos lados del altar, cuando hubiere de ser llevado.

De tablas lo harás, hueco: de la manera que te fué mostrado en el monte, así lo harás.

Asimismo harás el atrio del tabernáculo: al lado del mediodía, al austro, tendrá el atrio cortinas de lino torcido, de cien codos de longitud cada un lado;

10 Sus veinte columnas, y sus veinte basas serán de metal; los capiteles de las columnas y sus molduras, de plata.

11 Y de la misma manera al lado del aquilón habrá á lo largo cortinas de cien codos de longitud, y sus veinte columnas, con sus veinte basas de metal; los capiteles de sus columnas y sus molduras, de plata.

12 Y el ancho del atrio del lado occidental tendrá cortinas de cincuenta codos; sus columnas diez, con sus diez basas.

13 Y en el ancho del atrio por la parte de levante, al oriente, habrá cincuenta codos.

14 Y las cortinas del un lado serán de quince codos; sus columnas tres, con sus tres basas.

15 Al otro lado quince codos de cortinas; sus columnas tres, con sus tres basas.

16 Y á la puerta del atrio habrá un pabellón de veinte codos, de cárdeno, y púrpura, y carmesí, y lino torcido, de obra de bordador: sus columnas cuatro, con sus cuatro basas.

17 Todas las columnas del atrio en derredor serán ceñidas de plata; sus capiteles de plata, y sus basas de metal.

18 La longitud del atrio será de cien codos, y la anchura cincuenta por un lado y cincuenta por el otro, y la altura de cinco codos: sus cortinas de lino torcido, y sus basas de metal.

19 Todos los vasos del tabernáculo en todo su servicio, y todos sus clavos, y todos los clavos del atrio, serán de metal.

20 Y tú mandarás á los hijos de Israel que te traigan aceite puro de olivas, molido, para la luminaria, para hacer arder continuamente las lámparas.

21 En el tabernáculo del testimonio, afuera del velo que está delante del testimonio, las pondrá en orden Aarón y sus hijos, delante de Jehová desde la tarde hasta la mañana, como estatuto perpetuo de los hijos de Israel por sus generaciones.

28 Y TÚ allega á ti á Aarón tu hermano, y á sus hijos consigo, de entre los hijos de Israel, para que sean mis sacerdotes; á Aarón, Nadab y Abiú, Eleazar e Ithamar, hijos de Aarón.

Y harás vestidos sagrados á Aarón tu hermano, para honra y hermosura.

Y tú hablarás á todos los sabios de corazón, á quienes yo he henchido de espíritu de sabiduría, á fin que hagan los vestidos de Aarón, para consagrarle á que me sirva de sacerdote.

Los vestidos que harán son estos: el racional, y el ephod, y el manto, y la túnica labrada, la mitra, y el cinturón. Hagan, pues, los sagrados vestidos á Aarón tu hermano, y á sus hijos, para que sean mis sacerdotes.

Tomarán oro, y cárdeno, y púrpura, y carmesí, y lino torcido.

Y harán el ephod de oro y cárdeno, y púrpura, y carmesí, y lino torcido de obra de bordador.

Tendrá dos hombreras que se junten á sus dos lados, y se juntará.

Y el artificio de su cinto que está sobre él, será de su misma obra, de lo mismo; de oro, cárdeno, y púrpura, y carmesí, y lino torcido.

Y tomarás dos piedras oniquinas, y grabarás en ellas los nombres de los hijos de Israel:

10 Los seis de sus nombres en la una piedra, y los otros seis nombres en la otra piedra, conforme al nacimiento de ellos.

11 De obra de escultor en piedra á modo de grabaduras de sello, harás grabar aquellas dos piedras con los nombres de los hijos de Israel; harásles alrededor engastes de oro.

12 Y pondrás aquellas dos piedras sobre los hombros del ephod, para piedras de memoria á los hijos de Israel; y Aarón llevará los nombres de ellos delante de Jehová en sus dos hombros por memoria.

13 Harás pues, engastes de oro,

14 Y dos cadenillas de oro fino; las cuales harás de hechura de trenza; y fijarás las cadenas de hechura de trenza en los engastes.

15 Harás asimismo el racional del juicio de primorosa obra, le has de hacer conforme á la obra del ephod, de oro, y cárdeno, y púrpura, y carmesí, y lino torcido.

16 Será cuadrado y doble, de un palmo de largo y un palmo de ancho:

17 Y lo llenarás de pedrería con cuatro órdenes de piedras: un orden de una piedra sárdica, un topacio, y un carbunclo; será el primer orden;

18 El segundo orden, una esmeralda, un zafiro, y un diamante;

19 El tercer orden, un rubí, un ágata, y una amatista;

20 Y el cuarto orden, un berilo, un onix, y un jaspe: estarán engastadas en oro en sus encajes.

21 Y serán aquellas piedras según los nombres de los hijos de Israel, doce según sus nombres; como grabaduras de sello cada una con su nombre, vendrán á ser según las doce tribus.

22 Harás también en el racional cadenetas de hechura de trenzas de oro fino.

23 Y harás en el racional dos anillos de oro, los cuales dos anillos pondrás á las dos puntas del racional.

24 Y pondrás las dos trenzas de oro en los dos anillos á las dos puntas del racional:

25 Y los dos cabos de las dos trenzas sobre los dos engastes, y las pondrás á los lados del ephod en la parte delantera.

26 Harás también dos anillos de oro, los cuales pondrás á las dos puntas del racional, en su orilla que está al lado del ephod de la parte de dentro.

27 Harás asimismo dos anillos de oro, los cuales pondrás á los dos lados del ephod abajo en la parte delantera, delante de su juntura sobre el cinto del ephod.

28 Y juntarán el racional con sus anillos á los anillos del ephod con un cordón de jacinto, para que esté sobre el cinto del ephod, y no se aparte el racional del ephod.

29 Y llevará Aarón los nombres de los hijos de Israel en el racional del juicio sobre su corazón, cuando entrare en el santuario, para memoria delante de Jehová continuamente.

30 Y pondrás en el racional del juicio Urim y Thummim, para que estén sobre el corazón de Aarón cuando entrare delante de Jehová: y llevará siempre Aarón el juicio de los hijos de Israel sobre su corazón delante de Jehová.

31 Harás el manto del ephod todo de jacinto:

32 Y en medio de él por arriba habrá una abertura, la cual tendrá un borde alrededor de obra de tejedor, como el cuello de un coselete, para que no se rompa.

33 Y abajo en sus orillas harás granadas de jacinto, y púrpura, y carmesí, por sus bordes alrededor; y entre ellas campanillas de oro alrededor:

34 Una campanilla de oro y una granada, campanilla de oro y granada, por las orillas del manto alrededor.

35 Y estará sobre Aarón cuando ministrare; y oiráse su sonido cuando él entrare en el santuario delante de Jehová y cuando saliere, porque no muera.

36 Harás además una plancha de oro fino, y grabarás en ella grabadura de sello, SANTIDAD á JEHOVÁ.

37 Y la pondrás con un cordón de jacinto, y estará sobre la mitra; por el frente anterior de la mitra estará.

38 Y estará sobre la frente de Aarón: y llevará Aarón el pecado de las cosas santas, que los hijos de Israel hubieren consagrado en todas sus santas ofrendas; y sobre su frente estará continuamente para que hayan gracia delante de Jehová.

39 Y bordarás una túnica de lino, y harás una mitra de lino; harás también un cinto de obra de recamador.

40 Y para los hijos de Aarón harás túnicas; también les harás cintos, y les formarás chapeos (tiaras) para honra y hermosura.

41 Y con ellos vestirás á Aarón tu hermano, y á sus hijos con él: y los ungirás, y los consagrarás, y santificarás, para que sean mis sacerdotes.

42 Y les harás pañetes de lino para cubrir la carne vergonzosa; serán desde los lomos hasta los muslos:

43 Y estarán sobre Aarón y sobre sus hijos cuando entraren en el tabernáculo de testimonio, ó cuando se llegaren al altar para servir en el santuario, porque no lleven pecado, y mueran. Estatuto perpetuo para él, y para su simiente después de él.

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