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Bible in 90 Days

An intensive Bible reading plan that walks through the entire Bible in 90 days.
Duration: 88 days
Reina-Valera 1995 (RVR1995)
Version
Salmos 89:14-108:13

14 Justicia y derecho son el cimiento de tu trono;
misericordia y verdad van delante de tu rostro.
15 Bienaventurado el pueblo que sabe aclamarte;
andará, Jehová, a la luz de tu rostro.
16 En tu nombre se alegrará todo el día
y en tu justicia será enaltecido,
17 porque tú eres la gloria de su potencia
y por tu buena voluntad acrecentarás nuestro poder.
18 Jehová es nuestro escudo;
nuestro rey es el Santo de Israel.

19 Entonces hablaste en visión a tu santo
y dijiste: «He puesto el socorro sobre uno que es poderoso;
he exaltado a un escogido de mi pueblo.
20 Hallé a David mi siervo;
lo ungí con mi santa unción.
21 Mi mano estará siempre con él;
mi brazo también lo fortalecerá.
22 No lo sorprenderá el enemigo
ni hijo perverso lo quebrantará;
23 sino que quebrantaré delante de él a sus enemigos
y heriré a los que lo aborrecen.
24 Mi fidelidad y mi misericordia estarán con él
y en mi nombre será exaltado su poder.
25 Asimismo pondré su mano sobre el mar
y sobre los ríos su diestra.
26 Él clamará a mí, diciendo: “Mi padre eres tú,
mi Dios, y la roca de mi salvación.”
27 Yo también lo pondré por primogénito,
el más excelso de los reyes de la tierra.
28 Para siempre le aseguraré mi misericordia
y mi pacto será firme con él.
29 Estableceré su descendencia para siempre
y su trono como los días de los cielos.
30 Si dejaran sus hijos mi Ley
y no anduvieran en mis juicios,
31 si profanaran mis estatutos
y no guardaran mis mandamientos,
32 entonces castigaré con vara su rebelión
y con azotes sus maldades.
33 Pero no quitaré de él mi misericordia
ni faltaré a mi fidelidad.
34 No olvidaré mi pacto
ni mudaré lo que ha salido de mis labios.
35 Una vez he jurado por mi santidad
y no mentiré a David.
36 Su descendencia será para siempre
y su trono como el sol delante de mí.
37 Como la luna será firme para siempre
y como un testigo fiel en el cielo.» Selah

38 Mas tú desechaste y menospreciaste a tu ungido,
y te has airado con él.
39 Rompiste el pacto de tu siervo;
has profanado su corona hasta la tierra.
40 Abriste brecha en todos sus muros;
has destruido sus fortalezas.
41 Lo saquean todos los que pasan por el camino;
es la deshonra de sus vecinos.
42 Has exaltado la diestra de sus enemigos;
has alegrado a todos sus adversarios.
43 Embotaste asimismo el filo de su espada,
y no lo levantaste en la batalla.
44 Hiciste cesar su gloria
y echaste su trono por tierra.
45 Has acortado los días de su juventud;
¡lo has cubierto de vergüenza! Selah

46 ¿Hasta cuándo, Jehová? ¿Te esconderás para siempre?
¿Arderá tu ira como el fuego?
47 ¡Recuerda cuán breve es mi tiempo!
¿Por qué habrás creado en vano a todo hijo de hombre?
48 ¿Qué hombre vivirá y no verá muerte?
¿Librará su vida del poder del seol? Selah

49 Señor, ¿dónde están tus antiguas misericordias,
que juraste a David según tu fidelidad?
50 Señor, acuérdate del oprobio de tus siervos;
oprobio de muchos pueblos, que llevo en mi seno,
51 porque tus enemigos, Jehová, han deshonrado,
porque tus enemigos han deshonrado los pasos de tu ungido.

52 ¡Bendito sea Jehová para siempre!
¡Amén y amén!

LIBRO 4

La eternidad de Dios y la transitoriedad del hombre

Oración de Moisés, varón de Dios

90 Señor, tú nos has sido refugio
de generación en generación.
Antes que nacieran los montes
y formaras la tierra y el mundo,
desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios.

Vuelves a convertir en polvo al hombre
y dices: «¡Convertíos, hijos de los hombres!»
Ciertamente mil años delante de tus ojos
son como el día de ayer, que pasó,
y como una de las vigilias de la noche.

Los arrebatas como con torrente de aguas; son como un sueño.
Como la hierba que crece en la mañana:
en la mañana florece y crece;
a la tarde es cortada y se seca.

Ciertamente con tu furor somos consumidos
y con tu ira somos turbados.
Pusiste nuestras maldades delante de ti,
nuestros yerros a la luz de tu rostro.
Ciertamente todos nuestros días declinan a causa de tu ira;
acabamos nuestros años como un pensamiento.
10 Los días de nuestra edad son setenta años.
Si en los más robustos son ochenta años,
con todo, su fortaleza es molestia y trabajo,
porque pronto pasan y volamos.

11 ¿Quién conoce el poder de tu ira,
y tu indignación según el temor que te es debido?
12 Enséñanos de tal modo a contar nuestros días
que traigamos al corazón sabiduría.

13 ¡Vuélvete, Jehová! ¿Hasta cuándo?
¡Ten compasión de tus siervos!
14 De mañana sácianos de tu misericordia,
y cantaremos y nos alegraremos todos nuestros días.
15 Alégranos conforme a los días que nos afligiste
y los años en que vimos el mal.
16 Aparezca en tus siervos tu obra
y tu gloria sobre sus hijos.
17 Sea la luz de Jehová, nuestro Dios, sobre nosotros.
La obra de nuestras manos confirma sobre nosotros;
sí, la obra de nuestras manos confirma.

Morando bajo la sombra del Omnipotente

91 El que habita al abrigo del Altísimo
morará bajo la sombra del Omnipotente.
Diré yo a Jehová: «Esperanza mía y castillo mío;
mi Dios, en quien confiaré.»
Él te librará del lazo del cazador,
de la peste destructora.
Con sus plumas te cubrirá
y debajo de sus alas estarás seguro;
escudo y protección es su verdad.
No temerás al terror nocturno
ni a la saeta que vuele de día,
ni a la pestilencia que ande en la oscuridad,
ni a mortandad que en medio del día destruya.

Caerán a tu lado mil
y diez mil a tu diestra;
mas a ti no llegarán.
Ciertamente con tus ojos mirarás
y verás la recompensa de los impíos.

Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza,
al Altísimo por tu habitación,
10 no te sobrevendrá mal
ni plaga tocará tu morada,
11 pues a sus ángeles mandará acerca de ti,
que te guarden en todos tus caminos.
12 En las manos te llevarán
para que tu pie no tropiece en piedra.
13 Sobre el león y la víbora pisarás;
herirás al cachorro del león y al dragón.

14 «Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré;
lo pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre.
15 Me invocará y yo le responderé;
con él estaré yo en la angustia;
lo libraré y lo glorificaré.
16 Lo saciaré de larga vida
y le mostraré mi salvación.»

Alabanza por la bondad de Dios

Salmo. Cántico para el sábado

92 Bueno es alabarte, Jehová,
y cantar salmos a tu nombre, oh Altísimo;
anunciar por la mañana tu misericordia
y tu fidelidad cada noche,
con el decacordio y el salterio,
en tono suave, con el arpa.
Por cuanto me has alegrado, Jehová, con tus obras;
en las obras de tus manos me gozo.

¡Cuán grandes son tus obras, Jehová!
¡Muy profundos son tus pensamientos!
El hombre necio no sabe
y el insensato no entiende esto:
Cuando brotan los impíos como la hierba
y florecen todos los que hacen maldad,
es para ser destruidos eternamente.
Mas tú, Jehová, para siempre eres altísimo.
Aquí están tus enemigos, Jehová,
ciertamente perecerán tus enemigos;
serán esparcidos todos los que hacen maldad.

10 Pero tú aumentarás mis fuerzas como las del toro salvaje;
seré ungido con aceite fresco.
11 Y mirarán mis ojos sobre mis enemigos;
oirán mis oídos acerca de los que se levantaron contra mí, de los malignos.

12 El justo florecerá como la palmera;
crecerá como cedro en el Líbano.
13 Plantados en la casa de Jehová,
en los atrios de nuestro Dios florecerán.
14 Aun en la vejez fructificarán;
estarán vigorosos y verdes,
15 para anunciar que Jehová, mi fortaleza, es recto
y que en él no hay injusticia.

La majestad de Jehová

93 ¡Jehová reina! ¡Se ha vestido de majestad!
¡Jehová se ha vestido, se ha ceñido de poder!
Afirmó también el mundo y no será removido.
Firme es tu trono desde siempre;
tú eres eternamente.

Alzaron los ríos, Jehová,
los ríos alzaron sus voces;
alzaron los ríos sus olas.
Jehová en las alturas es más poderoso
que el estruendo de las muchas aguas,
más que las recias olas del mar.

Tus testimonios son muy firmes;
la santidad conviene a tu Casa,
Jehová, por los siglos y para siempre.

Oración clamando por venganza

94 ¡Jehová, Dios de las venganzas,
Dios de las venganzas, muéstrate!
¡Engrandécete, Juez de la tierra;
da el pago a los soberbios!
¿Hasta cuándo los impíos,
hasta cuándo, Jehová, se gozarán los impíos?
¿Hasta cuándo pronunciarán, hablarán cosas duras
y se vanagloriarán todos los que hacen maldad?
A tu pueblo, Jehová, quebrantan
y a tu heredad afligen.
A la viuda y al extranjero matan
y a los huérfanos quitan la vida.
Y dijeron: «No verá Jah,
no lo sabrá el Dios de Jacob.»

¡Entended, necios del pueblo!
Y vosotros, insensatos, ¿cuándo seréis sabios?
El que hizo el oído, ¿no oirá?
El que formó el ojo, ¿no verá?
10 El que castiga a las naciones, ¿no reprenderá?
¿No sabrá el que enseña al hombre la ciencia?
11 Jehová conoce los pensamientos de los hombres,
que son vanidad.

12 Bienaventurado el hombre a quien tú, Jah, corriges,
y en tu Ley lo instruyes
13 para hacerlo descansar en los días de aflicción,
en tanto que para el impío se cava el hoyo.
14 No abandonará Jehová a su pueblo
ni desamparará su heredad,
15 sino que el juicio será vuelto a la justicia
y en pos de ella irán todos los rectos de corazón.

16 ¿Quién se levantará por mí contra los malignos?
¿Quién estará por mí contra los que hacen maldad?
17 Si no me ayudara Jehová,
pronto moraría mi alma en el silencio.
18 Cuando yo decía: «Mi pie resbala»,
tu misericordia, Jehová, me sostenía.
19 En la multitud de mis pensamientos íntimos,
tus consolaciones alegraban mi alma.
20 ¿Se juntará contigo el trono de la maldad
que hace el agravio en forma de ley?
21 Se juntan contra la vida del justo
y condenan la sangre inocente.
22 Pero Jehová me ha sido por refugio
y mi Dios por roca de mi confianza.
23 Él hará volver sobre ellos su maldad
y los destruirá en su propia malicia.
Los destruirá Jehová, nuestro Dios.

Cántico de alabanza y de adoración

95 ¡Venid, aclamemos alegremente a Jehová!
¡Cantemos con júbilo a la roca de nuestra salvación!
¡Lleguemos ante su presencia con alabanza!
¡Aclamémoslo con cánticos!,
porque Jehová es Dios grande,
el gran Rey sobre todos los dioses.
En su mano están las profundidades de la tierra
y las alturas de los montes son suyas.
Suyo también el mar, pues él lo hizo,
y sus manos formaron la tierra seca.

Venid, adoremos y postrémonos;
arrodillémonos delante de Jehová, nuestro hacedor,
porque él es nuestro Dios;
nosotros, el pueblo de su prado
y ovejas de su mano.

Si oís hoy su voz,
«No endurezcáis vuestro corazón, como en Meriba,
como en el día de Masah en el desierto,
donde me tentaron vuestros padres,
me probaron y vieron mis obras.
10 Cuarenta años estuve disgustado con la nación,
y dije: “Es pueblo que divaga de corazón
y no han conocido mis caminos.”
11 Por tanto, juré en mi furor
que no entrarían en mi reposo.»

Cántico de alabanza(A)

96 Cantad a Jehová cántico nuevo;
cantad a Jehová toda la tierra.
Cantad a Jehová, bendecid su nombre.
Anunciad de día en día su salvación;
proclamad entre las naciones su gloria,
en todos los pueblos sus maravillas,
porque grande es Jehová y digno de suprema alabanza;
temible sobre todos los dioses.
Todos los dioses de los pueblos son ídolos;
pero Jehová hizo los cielos.
¡Alabanza y magnificencia delante de él!
¡Poder y hermosura en su santuario!

Tributad a Jehová, familias de los pueblos,
dad a Jehová la gloria y el poder.
Dad a Jehová la honra debida a su nombre;
traed ofrendas y venid a sus atrios.
Adorad a Jehová en la hermosura de la santidad;
temed delante de él, toda la tierra.

10 Decid entre las naciones: «¡Jehová reina!
También afirmó el mundo, no será conmovido;
juzgará a los pueblos con justicia.»
11 Alégrense los cielos y gócese la tierra;
brame el mar y su plenitud.
12 Regocíjese el campo y todo lo que hay en él;
entonces todos los árboles del bosque rebosarán de contento
13 delante de Jehová, que vino,
porque ha venido a juzgar la tierra.
¡Juzgará al mundo con justicia
y a los pueblos con su verdad!

El dominio y el poder de Jehová

97 ¡Jehová reina! ¡Regocíjese la tierra!
¡Alégrense las muchas costas!
Nubes y oscuridad alrededor de él;
justicia y juicio son el cimiento de su trono.
Fuego irá delante de él
y abrasará a sus enemigos alrededor.
Sus relámpagos alumbraron el mundo;
la tierra vio y se estremeció.
Los montes se derritieron como cera delante de Jehová,
delante del Señor de toda la tierra.
Los cielos anunciaron su justicia
y todos los pueblos vieron su gloria.

Avergüéncense todos los que sirven a las imágenes de talla,
los que se glorían en los ídolos.
Póstrense ante él todos los dioses.

Oyó Sión y se alegró;
y las hijas de Judá se gozaron,
Jehová, por tus juicios,
porque tú, Jehová,
eres el Altísimo sobre toda la tierra;
eres muy exaltado sobre todos los dioses.

10 Los que amáis a Jehová, aborreced el mal;
él guarda las almas de sus santos;
de manos de los impíos los libra.
11 Luz está sembrada para el justo
y alegría para los rectos de corazón.
12 ¡Alegraos, justos, en Jehová,
y alabad la memoria de su santidad!

Alabanza por la justicia de Dios

Salmo

98 Cantad a Jehová cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas;
su diestra lo ha salvado
y su santo brazo.
Jehová ha hecho notoria su salvación;
a vista de las naciones ha descubierto su justicia.
Se ha acordado de su misericordia y de su verdad
para con la casa de Israel;
todos los términos de la tierra han visto
la salvación de nuestro Dios.

Cantad alegres a Jehová, toda la tierra.
Levantad la voz, aplaudid y cantad salmos.
Cantad salmos a Jehová con arpa;
con arpa y voz de cántico.
Aclamad con trompetas y sonidos de bocina,
delante del Rey, Jehová.

Brame el mar y su plenitud,
el mundo y los que en él habitan;
los ríos batan las manos,
regocíjense todos los montes
delante de Jehová,
porque vino a juzgar la tierra.
Juzgará al mundo con justicia
y a los pueblos con rectitud.

Fidelidad de Jehová para con Israel

99 ¡Jehová reina!
Temblarán los pueblos.
Él está sentado sobre los querubines;
se conmoverá la tierra.
Jehová en Sión es grande
y exaltado sobre todos los pueblos.
¡Alaben tu nombre grande y temible!
    ¡Él es santo!

La gloria del rey es amar la justicia;
tú confirmas la rectitud;
tú ejerces en Jacob la justicia y el derecho.
Exaltad a Jehová, nuestro Dios,
y postraos ante el estrado de sus pies.
    ¡Él es santo!

Moisés y Aarón entre sus sacerdotes,
y Samuel entre los que invocaron su nombre;
invocaban a Jehová y él les respondía.
En columna de nube hablaba con ellos;
guardaban sus testimonios
y el estatuto que les había dado.

Jehová Dios nuestro, tú les respondías;
fuiste para ellos un Dios perdonador
y retribuidor de sus obras.
Exaltad a Jehová, nuestro Dios,
y postraos ante su santo monte,
    porque Jehová, nuestro Dios, es santo.

Exhortación a la gratitud

Salmo de acción de gracias

100 Cantad alegres a Dios, habitantes de toda la tierra.
Servid a Jehová con alegría;
venid ante su presencia con regocijo.

Reconoced que Jehová es Dios;
él nos hizo y no nosotros a nosotros mismos;
pueblo suyo somos y ovejas de su prado.

Entrad por sus puertas con acción de gracias,
por sus atrios con alabanza.
¡Alabadlo, bendecid su nombre!,
porque Jehová es bueno;
para siempre es su misericordia,
y su fidelidad por todas las generaciones.

Promesa de vivir rectamente

Salmo de David

101 Misericordia y justicia cantaré;
a ti, Jehová, cantaré.
Entenderé el camino de la perfección
cuando vengas a mí.

En la integridad de mi corazón
andaré en medio de mi casa.
No pondré delante de mis ojos
cosa injusta.

Aborrezco la obra de los que se desvían;
ninguno de ellos se acercará a mí.
Corazón perverso se apartará de mí;
no conoceré al malvado.

Al que solapadamente difama a su prójimo,
yo lo destruiré;
no sufriré al de ojos altaneros y de corazón vanidoso.

Mis ojos pondré en los fieles de la tierra,
para que estén conmigo;
el que ande en el camino de la perfección,
éste me servirá.

No habitará dentro de mi casa
el que hace fraude;
el que habla mentiras
no se afirmará delante de mis ojos.

Por las mañanas destruiré
a todos los impíos de la tierra,
para exterminar de la ciudad de Jehová
a todos los que hagan maldad.

Oración de un afligido

Oración del que sufre, cuando está angustiado y delante de Jehová derrama su lamento.

102 Jehová, escucha mi oración
y llegue a ti mi clamor.
No escondas de mí tu rostro
en el día de mi angustia;
inclina a mí tu oído;
apresúrate a responderme el día que te invoque,
porque mis días se desvanecen como el humo
y mis huesos cual tizón están quemados.
Mi corazón está herido
y seco como la hierba,
por lo cual me olvido de comer mi pan.
Por la voz de mi gemido
mis huesos se han pegado a mi carne.
Soy semejante al pelícano del desierto;
soy como el búho de las soledades;
Me desvelo y soy
como un pájaro solitario sobre el tejado.
Cada día me deshonran mis enemigos.
Los que se burlan de mí
ya se han conjurado en mi contra.
Por lo cual yo como ceniza a manera de pan
y mi bebida mezclo con lágrimas,
10 a causa de tu enojo y de tu ira,
pues me alzaste y me has arrojado.
11 Mis días son como una sombra que se va
y me he secado como la hierba.

12 Mas tú, Jehová, permanecerás para siempre
y tu memoria de generación en generación.
13 Te levantarás y tendrás misericordia de Sión,
porque es tiempo de tener misericordia de ella,
porque el plazo ha llegado,
14 porque tus siervos aman sus piedras
y del polvo de ella tienen compasión.
15 Entonces las naciones temerán el nombre de Jehová
y todos los reyes de la tierra tu gloria,
16 por cuanto Jehová habrá edificado a Sión
y en su gloria será visto.
17 Habrá considerado la oración de los desvalidos
y no habrá desechado el ruego de ellos.

18 Se escribirá esto para la generación venidera
y el pueblo que está por nacer alabará a Jah,
19 porque miró desde lo alto de su santuario;
miró Jehová desde los cielos a la tierra
20 para oír el gemido de los presos,
para soltar a los sentenciados a muerte,
21 para que se publique en Sión el nombre de Jehová
y su alabanza en Jerusalén,
22 cuando los pueblos y los reinos se congreguen
en uno para servir a Jehová.

23 Él debilitó mi fuerza en el camino;
acortó mis días.
24 Dije: «¡Dios mío,
no me cortes en la mitad de mis días!
¡Por generación y generación son tus años!»
25 Desde el principio tú fundaste la tierra,
y los cielos son obra de tus manos.
26 Ellos perecerán, mas tú permanecerás;
y todos ellos como una vestidura se envejecerán,
como un vestido los mudarás y serán mudados;
27 pero tú eres el mismo
y tus años no se acabarán.
28 Los hijos de tus siervos habitarán seguros
y su descendencia será establecida delante de ti.

Alabanza por las bendiciones de Dios

Salmo de David

103 Bendice, alma mía, a Jehová,
y bendiga todo mi ser su santo nombre.
Bendice, alma mía, a Jehová,
y no olvides ninguno de sus beneficios.
Él es quien perdona todas tus maldades,
el que sana todas tus dolencias,
el que rescata del hoyo tu vida,
el que te corona de favores y misericordias,
el que sacia de bien tu boca
de modo que te rejuvenezcas como el águila.

Jehová es el que hace justicia
y derecho a todos los que padecen violencia.
Sus caminos notificó a Moisés,
y a los hijos de Israel sus obras.
Misericordioso y clemente es Jehová;
lento para la ira y grande en misericordia.
No contenderá para siempre
ni para siempre guardará el enojo.
10 No ha hecho con nosotros conforme a nuestras maldades
ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados,
11 porque, como la altura de los cielos sobre la tierra,
engrandeció su misericordia sobre los que lo temen.
12 Cuanto está lejos el oriente del occidente,
hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones.
13 Como el padre se compadece de los hijos,
se compadece Jehová de los que lo temen,
14 porque él conoce nuestra condición;
se acuerda de que somos polvo.

15 El hombre, como la hierba son sus días;
florece como la flor del campo,
16 que pasó el viento por ella, y pereció,
y su lugar ya no la conocerá más.
17 Mas la misericordia de Jehová es desde la eternidad y hasta la eternidad
sobre los que lo temen,
y su justicia sobre los hijos de los hijos,
18 sobre los que guardan su pacto
y los que se acuerdan de sus mandamientos
para ponerlos por obra.

19 Jehová estableció en los cielos su trono
y su reino domina sobre todos.
20 ¡Bendecid a Jehová, vosotros sus ángeles,
poderosos en fortaleza, que ejecutáis su palabra
obedeciendo a la voz de su precepto!
21 ¡Bendecid a Jehová, vosotros todos sus ejércitos,
ministros suyos que hacéis su voluntad!
22 ¡Bendecid a Jehová, vosotras todas sus obras,
en todos los lugares de su señorío!

¡Bendice, alma mía, a Jehová!

Dios cuida de su creación

104 ¡Bendice, alma mía, a Jehová!

Jehová, Dios mío, mucho te has engrandecido;
te has vestido de gloria y de magnificencia:
el que se cubre de luz como de vestidura,
que extiende los cielos como una cortina,
que establece sus aposentos entre las aguas,
el que pone las nubes por su carroza,
el que anda sobre las alas del viento,
el que hace a los vientos sus mensajeros
y a las llamas de fuego sus ministros.

Él fundó la tierra sobre sus cimientos;
no será jamás removida.
Con el abismo, como con vestido, la cubriste;
sobre los montes estaban las aguas.
A tu reprensión huyeron;
al sonido de tu trueno se apresuraron;
subieron los montes, descendieron los valles
al lugar que tú les fijaste.
Les pusiste un límite, el cual no traspasarán,
ni volverán a cubrir la tierra.

10 Tú eres el que viertes los manantiales en los arroyos;
van entre los montes,
11 dan de beber a todas las bestias del campo,
mitigan su sed los asnos monteses.
12 En sus orillas habitan las aves del cielo;
¡cantan entre las ramas!
13 Él riega los montes desde sus aposentos;
del fruto de sus obras se sacia la tierra.
14 Él hace brotar el heno para las bestias
y la hierba para el servicio del hombre,
para sacar el pan de la tierra,
15 el vino que alegra el corazón del hombre,
el aceite que hace brillar el rostro
y el pan que sustenta la vida del hombre.
16 Se llenan de savia los árboles de Jehová,
los cedros del Líbano que él plantó.
17 Allí anidan las aves;
en las hayas hace su casa la cigüeña.
18 Los montes altos son para las cabras monteses;
las peñas, para madrigueras de los conejos.
19 Hizo la luna para los tiempos;
el sol conoce su ocaso.
20 Pones las tinieblas, y es de noche;
en ella corretean todas las bestias de la selva.
21 Los leoncillos rugen tras la presa
y reclaman de Dios su comida.
22 Sale el sol, se recogen
y se echan en sus cuevas.
23 Sale el hombre a su labor
y a su labranza hasta la tarde.

24 ¡Cuán innumerables son tus obras, Jehová!
Hiciste todas ellas con sabiduría;
¡la tierra está llena de tus beneficios!
25 He allí el grande y ancho mar,
en donde se mueven seres innumerables,
seres pequeños y grandes.
26 Allí lo surcan las naves;
allí este Leviatán que hiciste para que jugara en él.

27 Todos ellos esperan en ti,
para que les des la comida a su tiempo.
28 Tú les das y ellos recogen;
abres tu mano y se sacian de bien.
29 Escondes tu rostro, se turban;
les quitas el hálito, dejan de ser
y vuelven al polvo.
30 Envías tu espíritu, son creados
y renuevas la faz de la tierra.

31 ¡Sea la gloria de Jehová para siempre!
¡Alégrese Jehová en sus obras!
32 Él mira a la tierra y ella tiembla;
toca los montes y humean.
33 A Jehová cantaré en mi vida;
a mi Dios cantaré salmos mientras viva.
34 Dulce será mi meditación en él;
yo me regocijaré en Jehová.
35 ¡Sean consumidos de la tierra los pecadores
y los impíos dejen de ser!

¡Bendice, alma mía, a Jehová!
¡Aleluya!

Maravillas de Jehová a favor de Israel(B)

105 ¡Alabad a Jehová, invocad su nombre,
dad a conocer sus obras entre los pueblos!
¡Cantadle, cantadle salmos!
Hablad de todas sus maravillas.
Gloriaos en su santo nombre;
alégrese el corazón de los que buscan a Jehová.
¡Buscad a Jehová y su poder;
buscad siempre su rostro!
Acordaos de las maravillas que él ha hecho,
de sus prodigios y de los juicios de su boca,
vosotros, descendencia de Abraham su siervo,
hijos de Jacob, sus escogidos.

Él es Jehová, nuestro Dios;
en toda la tierra están sus juicios.
Se acordó para siempre de su pacto;
de la palabra que mandó para mil generaciones,
la cual concertó con Abraham,
y de su juramento a Isaac.
10 La estableció a Jacob por decreto,
a Israel por pacto sempiterno,
11 diciendo: «A ti te daré la tierra de Canaán
como porción de vuestra heredad.»
12 Cuando ellos eran pocos en número
y forasteros en ella,
13 y andaban de nación en nación,
de un reino a otro pueblo,
14 no consintió que nadie los agraviara,
y por causa de ellos castigó a los reyes.
15 «No toquéis —dijo— a mis ungidos,
ni hagáis mal a mis profetas.»

16 Trajo hambre sobre la tierra
y cortó todo sustento de pan.
17 Envió a un hombre delante de ellos;
a José, que fue vendido como esclavo.
18 Afligieron sus pies con grillos;
en cárcel fue puesta su persona.
19 Hasta la hora en que se cumplió su palabra,
el dicho de Jehová lo probó.
20 Envió el rey y lo soltó;
el señor de los pueblos lo dejó ir libre.
21 Lo puso por señor de su casa,
y por gobernador de todas sus posesiones,
22 para regir a sus grandes como él quisiera
y enseñar a sus ancianos sabiduría.

23 Después entró Israel en Egipto,
Jacob moró en la tierra de Cam.
24 Y multiplicó su pueblo en gran manera
y lo hizo más fuerte que sus enemigos.
25 Cambió el corazón de ellos para que aborrecieran a su pueblo,
para que contra sus siervos pensaran mal.

26 Envió a su siervo Moisés
y a Aarón, al cual escogió.
27 Puso en ellos las palabras de sus señales,
y sus prodigios en la tierra de Cam.
28 Envió tinieblas que lo oscurecieron todo;
no fueron rebeldes a su palabra.
29 Volvió sus aguas en sangre
y mató sus peces.
30 Su tierra produjo ranas
hasta en las cámaras de sus reyes.
31 Habló, y vinieron enjambres de moscas
y piojos en todo su territorio.
32 Les dio granizo por lluvia
y llamas de fuego en su tierra.
33 Destrozó sus viñas y sus higueras,
y quebró los árboles de su territorio.
34 Habló, y vinieron langostas
y pulgón sin número;
35 y se comieron toda la hierba de su país,
devoraron el fruto de su tierra.
36 Hirió de muerte a todos los primogénitos en su tierra,
las primicias de toda su fuerza.

37 Los sacó con plata y oro
y no hubo en sus tribus enfermo.
38 Egipto se alegró de que salieran
porque su terror había caído sobre ellos.
39 Extendió una nube por cubierta
y fuego para alumbrar la noche.
40 Pidieron, e hizo venir codornices;
y los sació con pan del cielo.
41 Abrió la peña y fluyeron aguas;
corrieron por los sequedales como un río,
42 porque se acordó de su santa palabra
dada a Abraham su siervo.

43 Sacó a su pueblo con gozo;
con júbilo a sus escogidos.
44 Les dio las tierras de las naciones
y las labores de los pueblos heredaron,
45 para que guardaran sus estatutos
y cumplieran sus leyes.

¡Aleluya!

La rebeldía de Israel

106 ¡Aleluya!

¡Alabad a Jehová, porque él es bueno,
porque para siempre es su misericordia!
¿Quién expresará las poderosas obras de Jehová?
¿Quién contará sus alabanzas?
¡Bienaventurados los que guardan el derecho,
los que hacen justicia en todo tiempo!

Acuérdate de mí, Jehová,
según tu benevolencia para con tu pueblo;
visítame con tu salvación,
para que yo vea el bien de tus escogidos,
para que me goce en la alegría de tu nación
y me gloríe con tu heredad.

Pecamos nosotros, como nuestros padres;
hicimos maldad, cometimos impiedad.
Nuestros padres, en Egipto,
no entendieron tus maravillas;
no se acordaron de la muchedumbre de tus misericordias,
sino que se rebelaron junto al mar, el Mar Rojo.
Pero él los salvó por amor de su nombre,
para hacer notorio su poder.
Reprendió al Mar Rojo y lo secó,
y los hizo ir por el abismo como por un desierto.
10 Los salvó de manos del enemigo,
y los rescató de manos del adversario.
11 Cubrieron las aguas a sus enemigos;
¡no quedó ni uno de ellos!
12 Entonces creyeron a sus palabras
y cantaron su alabanza.

13 Bien pronto olvidaron sus obras;
no esperaron su consejo.
14 Se entregaron a un deseo desordenado en el desierto
y tentaron a Dios en la soledad.
15 Él les dio lo que pidieron,
pero envió mortandad sobre ellos.

16 Tuvieron envidia de Moisés en el campamento,
y contra Aarón, el santo de Jehová.
17 Entonces se abrió la tierra y se tragó a Datán,
y cubrió la compañía de Abiram.
18 Y se encendió fuego contra su grupo;
¡la llama quemó a los impíos!

19 Hicieron un becerro en Horeb,
se postraron ante una imagen de fundición.
20 Así cambiaron su gloria
por la imagen de un buey que come hierba.
21 Olvidaron al Dios de su salvación,
que había hecho grandezas en Egipto,
22 maravillas en la tierra de Cam,
cosas formidables en el Mar Rojo.
23 Y los habría destruido
de no haberse interpuesto Moisés, su escogido, delante de él,
a fin de apartar su indignación para que no los destruyera.

24 Pero aborrecieron la tierra deseable,
no creyeron a su palabra,
25 antes, murmuraron en sus tiendas
y no oyeron la voz de Jehová.
26 Por tanto, alzó su mano contra ellos
para abatirlos en el desierto,
27 y humillar a su pueblo entre las naciones
y esparcirlos por las tierras.

28 Se unieron asimismo a Baal-peor
y comieron los sacrificios a los dioses muertos.
29 Provocaron la ira de Dios con sus obras
y se desarrolló la mortandad entre ellos.
30 Entonces se levantó Finees e hizo juicio,
y se detuvo la plaga.
31 Y le fue contado por justicia
de generación en generación y para siempre.

32 También lo irritaron en las aguas de Meriba;
le fue mal a Moisés por causa de ellos,
33 porque hicieron rebelar a su espíritu
y habló precipitadamente con sus labios.
34 No destruyeron a los pueblos
que Jehová les dijo;
35 al contrario, se mezclaron con las naciones,
aprendieron sus obras
36 y sirvieron a sus ídolos,
los cuales fueron causa de su ruina.
37 Sacrificaron sus hijos
y sus hijas a los demonios,
38 y derramaron la sangre inocente,
la sangre de sus hijos y de sus hijas,
a quienes ofrecieron en sacrificio a los ídolos de Canaán;
y la tierra fue contaminada con sangre.
39 Se contaminaron así con sus obras
y se prostituyeron con sus hechos.

40 Por tanto, se encendió contra su pueblo el furor de Jehová,
y abominó su heredad;
41 los entregó en poder de las naciones
y se enseñorearon de ellos los que los detestaban.
42 Sus enemigos los oprimieron
y fueron quebrantados debajo de su mano.
43 Muchas veces los libró,
pero ellos se rebelaron contra su consejo
y fueron humillados por su maldad.
44 Con todo, él miraba cuando estaban en angustia,
y oía su clamor;
45 se acordaba de su pacto con ellos
y se compadecía conforme a la muchedumbre de su misericordia.
46 Hizo asimismo que tuvieran de ellos misericordia
todos los que los tenían cautivos.

47 Sálvanos, Jehová, Dios nuestro,
y recógenos de entre las naciones,
para que alabemos tu santo nombre,
para que nos gloriemos en tus alabanzas.

48 ¡Bendito Jehová, Dios de Israel,
desde la eternidad y hasta la eternidad!
Diga todo el pueblo: «¡Amén!» «¡Aleluya!»

LIBRO 5

Dios libra de la aflicción

107 Alabad a Jehová, porque él es bueno,
porque para siempre es su misericordia.
Díganlo los redimidos de Jehová,
los que ha redimido del poder del enemigo
y los ha congregado de las tierras,
del oriente y del occidente,
del norte y del sur.

Anduvieron perdidos por el desierto,
por soledad sin camino,
sin hallar ciudad en donde vivir.
Hambrientos y sedientos,
su alma desfallecía en ellos.
    Entonces clamaron a Jehová en su angustia
    y los libró de sus aflicciones.
Los dirigió por camino derecho,
para que llegaran a ciudad habitable.
    ¡Alaben la misericordia de Jehová
    y sus maravillas para con los hijos de los hombres!,
porque sacia al alma menesterosa,
y llena de bien al alma hambrienta.

10 Algunos moraban en tinieblas y en sombra de muerte,
aprisionados en aflicción y en hierros,
11 por cuanto fueron rebeldes a las palabras de Jehová,
y aborrecieron el consejo del Altísimo.
12 Por eso con el trabajo quebrantó sus corazones;
cayeron, y no hubo quien los ayudara.
13     Luego que clamaron a Jehová en su angustia,
    los libró de sus aflicciones;
14 los sacó de las tinieblas y de la sombra de muerte,
y rompió sus prisiones.
15     ¡Alaben la misericordia de Jehová
    y sus maravillas para con los hijos de los hombres!,
16 porque quebrantó las puertas de bronce
y desmenuzó los cerrojos de hierro.
17 Fueron afligidos los insensatos
a causa del camino de su rebelión
y a causa de sus maldades;
18 su alma rechazó todo alimento
y llegaron hasta las puertas de la muerte.
19     Pero clamaron a Jehová en su angustia
    y los libró de sus aflicciones.
20 Envió su palabra y los sanó;
los libró de su ruina.
21     ¡Alaben la misericordia de Jehová
    y sus maravillas para con los hijos de los hombres!
22 ¡Ofrezcan sacrificios de alabanza
y publiquen sus obras con júbilo!

23 Los que descienden al mar en naves
y hacen negocio en las muchas aguas,
24 ellos han visto las obras de Jehová
y sus maravillas en las profundidades,
25 porque habló, e hizo levantar un viento tempestuoso
que encrespa sus olas.
26 Suben a los cielos, descienden a los abismos;
sus almas se derriten con el mal.
27 Tiemblan y titubean como ebrios,
y toda su ciencia es inútil.
28     Entonces en su angustia claman a Jehová,
    y él los libra de sus aflicciones.
29 Cambia la tempestad en sosiego
y se apaciguan sus olas.
30 Luego se alegran, porque se apaciguaron,
y así los guía al puerto que deseaban.
31     ¡Alaben la misericordia de Jehová
    y sus maravillas para con los hijos de los hombres!
32 ¡Exáltenlo en la asamblea del pueblo,
y en la reunión de ancianos lo alaben!

33 Él convierte los ríos en desierto
y los manantiales de las aguas en sequedales;
34 la tierra fructífera en estéril,
por la maldad de los que la habitan.
35 Vuelve el desierto en estanques de aguas
y la tierra seca en manantiales.
36 Allí establece a los hambrientos
y fundan ciudad donde vivir.
37 Siembran campos y plantan viñas;
rinden abundante fruto.
38 Los bendice, y se multiplican en gran manera;
y no disminuye su ganado.

39 Luego son menoscabados y abatidos
a causa de tiranía, de males y congojas.
40 Él esparce menosprecio sobre los príncipes
y los hace andar perdidos, vagabundos y sin camino.
41 Levanta de la miseria al pobre
y hace multiplicar las familias como a rebaños de ovejas.
42 Véanlo los rectos y alégrense,
y todos los malos cierren su boca.
43 Quien sea sabio y guarde estas cosas,
entenderá las misericordias de Jehová.

Petición de ayuda contra el enemigo(C)

Cántico. Salmo de David

108 Mi corazón, Dios, está dispuesto;
cantaré y entonaré salmos;
ésta es mi gloria.
¡Despiértate, salterio y arpa;
despertaré al alba!
Te alabaré, Jehová, entre los pueblos;
a ti cantaré salmos entre las naciones,
porque más grande que los cielos es tu misericordia
y hasta los cielos tu fidelidad.

Exaltado seas, Dios, sobre los cielos,
y sobre toda la tierra sea enaltecida tu gloria.
Para que sean librados tus amados,
salva con tu diestra y respóndeme.

Dios ha dicho en su santuario:
«¡Yo me alegraré; repartiré a Siquem
y mediré el valle de Sucot!
Mío es Galaad, mío es Manasés
y Efraín es la fortaleza de mi cabeza;
Judá es mi legislador.
Moab, la vasija para lavarme;
sobre Edom echaré mi calzado;
me regocijaré sobre Filistea.»

10 ¿Quién me guiará a la ciudad fortificada?
¿Quién me guiará hasta Edom?
11 ¿No serás tú, Dios, que nos habías desechado
y no salías, Dios, con nuestros ejércitos?
12 Danos socorro contra el adversario,
porque vana es la ayuda del hombre.
13 En Dios haremos proezas
y él hollará a nuestros enemigos.

Reina-Valera 1995 (RVR1995)

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