The Daily Audio Bible
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9 Y CONTADO todo Israel por el orden de los linajes, fueron escritos en el libro de los reyes de Israel y de Judá, que fueron trasportados á Babilonia por su rebelión.
2 Los primeros moradores que entraron en sus posesiones en sus ciudades, fueron así de Israel, como de los sacerdotes, Levitas, y Nethineos.
3 Y habitaron en Jerusalem de los hijos de Judá, de los hijos de Benjamín, de los hijos de Ephraim y Manasés:
4 Urai hijo de Amiud, hijo de Omri, hijo de Imrai, hijo de Bani, de los hijos de Phares hijo de Judá.
5 Y de Siloni, Asaías el primogénito, y sus hijos.
6 Y de los hijos de Zara, Jehuel y sus hermanos, seiscientos noventa.
7 Y de los hijos de Benjamín: Sallu hijo de Mesullam, hijo de Odavía, hijo de Asenua;
8 E Ibnías hijo de Jeroham, y Ela hijo de Uzzi, hijo de Michri; y Mesullam hijo de Sephatías, hijo de Rehuel, hijo de Ibnías.
9 Y sus hermanos por sus linajes fueron nuevecientos cincuenta y seis. Todos estos hombres fueron cabezas de familia en las casas de sus padres.
10 Y de los sacerdotes: Jedaía, Joiarib, Joachîm;
11 Y Azarías hijo de Hilcías, hijo de Mesullam, hijo de Sadoc, hijo de Meraioth, hijo de Achîtob, príncipe de la casa de Dios;
12 Y Adaías hijo de Jeroham, hijo de Phasur, hijo de Machîas; y Masai hijo de Adiel, hijo de Jazera, hijo de Mesullam, hijo de Mesillemith, hijo de Immer;
13 Y sus hermanos, cabezas de las casas de sus padres, en número de mil setecientos sesenta, hombres de grande eficacia en la obra del ministerio en la casa de Dios.
14 Y de los Levitas: Semeías, hijo de Hassub, hijo de Azricam, hijo de Hasabías, de los hijos de Merari;
15 Y Bacbaccar, Heres, y Galal, y Mattanía hijo de Michâs, hijo de Zichri, hijo de Asaph;
16 Y Obadías hijo de Semeías, hijo de Galal, hijo de Iduthum: y Berachîas hijo de Asa, hijo de Elcana, el cual habitó en las aldeas de Nethophati.
17 Y los porteros: Sallum, Accub, Talmon, Ahiman, y sus hermanos. Sallum era el jefe.
18 Y hasta ahora entre las cuadrillas de los hijos de Leví han sido estos los porteros en la puerta del rey que está al oriente.
19 Y Sallum hijo de Core, hijo de Abiasath, hijo de Corah, y sus hermanos los Coraitas por la casa de su padre, tuvieron cargo de la obra del ministerio, guardando las puertas del tabernáculo; y sus padres fueron sobre la cuadrilla de Jehová guardas de la entrada.
20 Y Phinees hijo de Eleazar fué antes capitán sobre ellos, siendo Jehová con él.
21 Y Zacarías hijo de Meselemia era portero de la puerta del tabernáculo del testimonio.
22 Todos estos, escogidos para guardas en las puertas, eran doscientos doce cuando fueron contados por el orden de sus linajes en sus villas, á los cuales constituyó en su oficio David y Samuel el vidente.
23 Así ellos y sus hijos eran porteros por sus turnos á las puertas de la casa de Jehová, y de la casa del tabernáculo.
24 Y estaban los porteros á los cuatro vientos, al oriente, al occidente, al septentrión, y al mediodía.
25 Y sus hermanos que estaban en sus aldeas, venían cada siete días por sus tiempos con ellos.
26 Porque cuatro principales de los porteros Levitas estaban en el oficio, y tenían cargo de las cámaras, y de los tesoros de la casa de Dios.
27 Estos moraban alrededor de la casa de Dios, porque tenían cargo de la guardia, y el de abrir aquélla todas las mañanas.
28 Algunos de estos tenían cargo de los vasos del ministerio, los cuales se metían por cuenta, y por cuenta se sacaban.
29 Y otros de ellos tenían cargo de la vajilla, y de todos los vasos del santuario, y de la harina, y del vino, y del aceite, y del incienso, y de los aromas.
30 Y algunos de los hijos de los sacerdotes hacían los ungüentos aromáticos.
31 Y Mathathías, uno de los Levitas, primogénito de Sallum Coraita, tenía cargo de las cosas que se hacían en sartén.
32 Y algunos de los hijos de Coath, y de sus hermanos, tenían el cargo de los panes de la proposición, los cuales ponían por orden cada sábado.
33 Y de estos había cantores, principales de familias de los Levitas, los cuales estaban en sus cámaras exentos; porque de día y de noche estaban en aquella obra.
34 Estos eran jefes de familias de los Levitas por sus linajes, jefes que habitaban en Jerusalem.
35 Y en Gabaón habitaban Jehiel padre de Gabaón, el nombre de cuya mujer era Maachâ;
36 Y su hijo primogénito Abdón, luego Sur, Chîs, Baal, Ner, Nadab;
37 Gedor, Ahio, Zachârias, y Micloth.
38 Y Micloth engendró á Samaán. Y estos habitaban también en Jerusalem con sus hermanos enfrente de ellos.
39 Y Ner engendró á Cis, y Cis engendró á Saúl, y Saúl engendró á Jonathán, Malchîsua, Abinadab, y Esbaal.
40 E hijo de Jonathán fué Merib-baal, y Merib-baal engendró á Michâ.
41 Y los hijos de Michâ: Phitón, Melech, Tharea, y Ahaz.
42 Ahaz engendró á Jara, y Jara engendró á Alemeth, Azmaveth, y Zimri: y Zimri engendró á Mosa;
43 Y Mosa engendró á Bina, cuyo hijo fué Rephaía, del que fué hijo Elasa, cuyo hijo fué Asel.
44 Y Asel tuvo seis hijos, los nombres de los cuales son: Azricam, Bochru, Ismael, Seraía, Obadías, y Hanán: estos fueron los hijos de Asel.
10 LOS Filisteos pelearon con Israel; y huyeron delante de ellos los Israelitas, y cayeron heridos en el monte de Gilboa.
2 Y los Filisteos siguieron á Saúl y á sus hijos; y mataron los Filisteos á Jonathán, y á Abinadab, y á Malchîsua, hijos de Saúl.
3 Y agravóse la batalla sobre Saúl, y le alcanzaron los flecheros, y fué de los flecheros herido.
4 Entonces dijo Saúl á su escudero: Saca tu espada, y pásame con ella, porque no vengan estos incircuncisos, y hagan escarnio de mí; mas su escudero no quiso, porque tenía gran miedo. Entonces Saúl tomó la espada, y echóse sobre ella.
5 Y como su escudero vió á Saúl muerto, él también se echó sobre su espada, y matóse.
6 Así murió Saúl, y sus tres hijos; y toda su casa murió juntamente con él.
7 Y viendo todos los de Israel que habitaban en el valle, que habían huído, y que Saúl y sus hijos eran muertos, dejaron sus ciudades, y huyeron: y vinieron los Filisteos, y habitaron en ellas.
8 Y fué que viniendo el día siguiente los Filisteos á despojar los muertos, hallaron á Saúl y á sus hijos tendidos en el monte de Gilboa.
9 Y luego que le hubieron desnudado, tomaron su cabeza y sus armas, y enviáronlo todo á la tierra de los Filisteos por todas partes, para que fuese denunciado á sus ídolos y al pueblo.
10 Y pusieron sus armas en el templo de su dios, y colgaron la cabeza en el templo de Dagón.
11 Y oyendo todos los de Jabes de Galaad lo que los Filisteos habían hecho de Saúl,
12 Levantáronse todos los hombres valientes, y tomaron el cuerpo de Saúl, y los cuerpos de sus hijos, y trajéronlos á Jabes; y enterraron sus huesos debajo del alcornoque en Jabes, y ayunaron siete días.
13 Así murió Saúl por su rebelión con que prevaricó contra Jehová, contra la palabra de Jehová, la cual no guardó; y porque consultó al pythón, preguntándo le,
14 Y no consultó á Jehová: por esta causa lo mató, y traspasó el reino á David, hijo de Isaí.
21 Entonces Pablo, habiendo ya mucho que no comíamos, puesto en pie en medio de ellos, dijo: Fuera de cierto conveniente, oh varones, haberme oído, y no partir de Creta, y evitar este inconveniente y daño.
22 Mas ahora os amonesto que tengáis buen ánimo; porque ninguna pérdida habrá de persona de vosotros, sino solamente de la nave.
23 Porque esta noche ha estado conmigo el ángel del Dios del cual yo soy, y al cual sirvo,
24 Diciendo: Pablo, no temas; es menester que seas presentado delante de César; y he aquí, Dios te ha dado todos los que navegan contigo.
25 Por tanto, oh varones, tened buen ánimo; porque yo confío en Dios que será así como me ha dicho;
26 Si bien es menester que demos en una isla.
27 Y venida la décimacuarta noche, y siendo llevados por el mar Adriático, los marineros á la media noche sospecharon que estaban cerca de alguna tierra;
28 Y echando la sonda, hallaron veinte brazas, y pasando un poco más adelante, volviendo á echar la sonda, hallaron quince brazas.
29 Y habiendo temor de dar en lugares escabrosos, echando cuatro anclas de la popa, deseaban que se hiciese de día.
30 Entonces procurando los marineros huir de la nave, echado que hubieron el esquife á la mar, aparentando como que querían largar las anclas de proa,
31 Pablo dijo al centurión y á los soldados: Si éstos no quedan en la nave, vosotros no podéis salvaros.
32 Entonces los soldados cortaron los cabos del esquife, y dejáronlo perder.
33 Y como comenzó á ser de día, Pablo exhortaba á todos que comiesen, diciendo: Este es el décimocuarto día que esperáis y permanecéis ayunos, no comiendo nada.
34 Por tanto, os ruego que comáis por vuestra salud: que ni aun un cabello de la cabeza de ninguno de vosotros perecerá.
35 Y habiendo dicho esto, tomando el pan, hizo gracias á Dios en presencia de todos, y partiendo, comenzó á comer.
36 Entonces todos teniendo ya mejor ánimo, comieron ellos también.
37 Y éramos todas las personas en la nave doscientas setenta y seis.
38 Y satisfechos de comida, aliviaban la nave, echando el grano á la mar.
39 Y como se hizo de día, no conocían la tierra; mas veían un golfo que tenía orilla, al cual acordaron echar, si pudiesen, la nave.
40 Cortando pues las anclas, las dejaron en la mar, largando también las ataduras de los gobernalles; y alzada la vela mayor al viento, íbanse á la orilla.
41 Mas dando en un lugar de dos aguas, hicieron encallar la nave; y la proa, hincada, estaba sin moverse, y la popa se abría con la fuerza de la mar.
42 Entonces el acuerdo de los soldados era que matasen los presos, porque ninguno se fugase nadando.
43 Mas el centurión, queriendo salvar á Pablo, estorbó este acuerdo, y mandó que los que pudiesen nadar, se echasen los primeros, y saliesen á tierra;
44 Y los demás, parte en tablas, parte en cosas de la nave. Y así aconteció que todos se salvaron saliendo á tierra.
8 Al Músico principal: sobre Gittith: Salmo de David. OH Jehová, Señor nuestro, Cuán grande es tu nombre en toda la tierra, Que has puesto tu gloria sobre los cielos!
2 De la boca de los chiquitos y de los que maman, fundaste la fortaleza, A causa de tus enemigos, Para hacer cesar al enemigo, y al que se venga.
3 Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, La luna y las estrellas que tú formaste:
4 Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, Y el hijo del hombre, que lo visites?
5 Pues le has hecho poco menor que los ángeles, Y coronástelo de gloria y de lustre.
6 Hicístelo enseñorear de las obras de tus manos; Todo lo pusiste debajo de sus pies:
7 Ovejas, y bueyes, todo ello; Y asimismo las bestias del campo,
8 Las aves de los cielos, y los peces de la mar; Todo cuanto pasa por los senderos de la mar.
9 Oh Jehová, Señor nuestro, Cuán grande es tu nombre en toda la tierra!
23 El pobre habla con ruegos; Mas el rico responde durezas.
24 El hombre que tiene amigos, ha de mostrarse amigo: Y amigo hay más conjunto que el hermano.