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The Daily Audio Bible

This reading plan is provided by Brian Hardin from Daily Audio Bible.
Duration: 731 days

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Palabra de Dios para Todos (PDT)
Version
Isaías 15-18

Castigo contra Moab

15 Esta es una profecía[a] contra Moab:

En una noche fue arrasada
    la riqueza de Ar en Moab.
En una noche fue destruida
    la riqueza de Quir[b] en Moab.
La gente de Dibón[c] se dirige a los lugares de adoración[d] a llorar.
    Moab llora a Nebo y Medeba[e].
Todos se han rapado la cabeza
    y afeitado la barba.
Van por las calles vestidos con ropas ásperas.
    Sueltan todos el llanto en los techos y en las plazas.
Hesbón y Elalé dan alaridos que se oyen hasta Yahaza.
    Por eso gritan y se acobardan los guerreros de Moab.

Mi corazón grita pidiendo ayuda para Moab.
    Su gente huye tan lejos como a Zoar[f] y a Eglat Selisiyá.
Suben la cuesta de Luhit y van llorando.
    Ante el desastre gritan de dolor por el camino de Joronayin.
Se ha secado el arroyo de Nimrín.
    El pasto se secó, las plantas se murieron,
    no queda nada verde.
Por eso recogieron las riquezas que habían reunido
    y se las llevaron más allá del arroyo de los Sauces.
Todo es gritos en Moab.
    Su lamento se oye tan lejos como en Eglayin
    e incluso hasta Ber Elín[g].
Las aguas de Dimón[h] se llenarán de sangre,
    pero le haré más daño a Dimón.
Un león devorará al resto de los que escapen de Moab
    y a los que queden en el país.

Los de Moab se refugian en Judá

16 Viñedo del país de Moab,
    ¿acaso ahora podrás mandar tus ramos
    hacia el desierto para alcanzar a Jerusalén?[i]
Las mujeres de Moab en el paso del Arnón[j],
    serán como aves espantadas que huyen de su nido.
Ellas dicen: «Aconséjanos, decide.
    Extiende tu sombra protectora a pleno mediodía como si fuera de noche.
Esconde a los desterrados,
    no traiciones a los que escapan para salvarse.
Deja que vivan entre ustedes los refugiados de Moab.
    Dales asilo ante el destructor».

Cuando termine la agresión,
    acabe la destrucción,
    y se vayan del país los agresores,
un trono se establecerá,
    basado en la fidelidad.
Un descendiente de David se sentará en él.
    Será un gobernante honesto dispuesto a hacer justicia.

Sabemos lo orgulloso que son los de Moab.
    Conocemos su arrogancia, orgullo y soberbia.
    Se las dan de lo que no son.
Así que dejen que los moabitas giman por Moab,
    déjenlos que lloren.
Aflíjanse y laméntense
    por las tortas de pasas de Quir Jaréset[k].
Los viñedos de Hesbón y las vides de Sibma[l] se han marchitado.
    Los gobernantes de las naciones han pisoteado los mejores racimos de Moab.
Sus ramas llegaban hasta Jazer y se extendían hasta el desierto.
    Sus sarmientos se extendían y llegaban al mar.
Por eso hago lamentación por Jazer,[m]
    por los viñedos de Sibma.
Hesbón y Elalé[n]:
    las cubro con mis lágrimas
porque se acalló el grito de gozo
    por su fruto maduro y sus cosechas.[o]
10 Les arrebataron el gozo y la felicidad de sus fértiles campos;
    ya no se oyen los cantos ni los gritos de alegría en sus viñedos.
Ya no habrá quien exprima las uvas en los lugares donde se hace el vino.
    He hecho que se termine todo el bullicio.
11 Me siento muy conmovido por Moab.
    Mi corazón se estremece como las cuerdas de un arpa
    por lo que le pasa a Quir Jaréset[p].
12 Por más que Moab se presente
    en sus lugares de adoración
y por más que vaya a su templo a rezar,
    nada podrán lograr.

13 Ese fue el mensaje sobre Moab que el SEÑOR dijo hace mucho tiempo, 14 pero ahora el SEÑOR dice:

«De aquí a tres años,
    contados como cuenta el tiempo
un obrero que vive de su salario,
    se reducirá el honor y la gloria de Moab,
a pesar de la multitud de sus habitantes,
    que quedarán reducidos a unos pocos».

Castigo para Damasco

17 Profecía contra Damasco[q]:

«Fíjense: Damasco pronto dejará de ser una ciudad
    y se convertirá en un montón de escombros.
Las ciudades de alrededor[r]
    serán abandonadas para siempre,
convertidas en potreros para el rebaño,
    que se echará allí sin que nadie lo moleste.
Ya no habrá más fortalezas en Efraín
    ni realeza en Damasco.
La misma triste suerte de Israel
    la correrán los que queden en Aram».
    Lo dice el SEÑOR Todopoderoso.

«Ese día la grandeza de Israel decaerá
    y ya no serán tan prósperos ni gordos como antes.
Sucederá como paso con un campo de grano
    que el segador cosecha a manojos.
Jacob desaparecerá como el grano
    durante la cosecha en el valle de Refayin[s].
Sólo quedarán unos cuantos rastrojos.
    Será como cuando sacuden un olivo
y sólo le quedan unas cuantas aceitunas en el árbol,
    dos o tres en las ramas más altas,
    cuatro o cinco en las que están más cargadas».
    Lo dice el SEÑOR, Dios de Israel.

Ese día, la gente mirará a su Creador,
    verán al Santo Dios de Israel.
Ellos no mirarán los altares
    que han hecho con sus manos;
ni las imágenes de Aserá
    ni los altares de incienso
    que han hecho con sus dedos.

Ese día, sus ciudades fortificadas serán abandonadas
    como les pasó a las ciudades de los heveos y amorreos por causa de los israelitas.
    Todo quedará hecho ruinas.
10 Israel, te olvidas del Dios que te rescata.
    Él es tu refugio entre las rocas.
    Así que haces esto.
Te la pasas cultivando hierbas delicadas
    y estás plantando viñas exóticas.
11 Las ves crecer el mismo día que las plantas,
    y en la mañana que las siembras las ves brotar.
Pero la cosecha se echará a perder
    el día que le llegue la plaga y el dolor incurable.

12 ¡Ay! El alboroto de muchos pueblos
    es como el rugido que hace el mar.
La destrucción espantosa que se les viene encima
    es como la que causa una inundación.
13 La destrucción que traen las naciones es como la inundación,
    pero Dios las regaña y ellas salen huyendo lejos.
Huyen como paja en los montes arrastrada por el viento;
    como el cardo que arrastra un ventarrón.
14 Por la tarde, lucen terribles;
    pero en la mañana ya no están.
Lo mismo sucederá con los que nos saquean;
    es la suerte de los que nos roban.

Castigo para Etiopía

18 ¡Ay!, pobre de ese país lleno del zumbido de insectos,
    más allá de los ríos de Etiopía[t],
que envía mensajeros a través del mar
    en barcos de junco sobre las aguas.
Vayan rápido, mensajeros,
    a su nación de gente alta y piel brillante.
Es gente conquistadora y temida en todas partes,
    cuyo país está surcado por ríos.
Todos ustedes, habitantes del mundo,
    los que viven en la tierra,
fíjense cuando aparezca una señal sobre los montes.
    Pongan atención cuando suene una trompeta.

Pues el SEÑOR me dijo:
«Yo estaré callado y vigilante desde el lugar donde yo vivo,
    como calor brillante cuando calienta el sol;
    como nube de rocío en el calor de la época de cosecha.
Antes de la época de cosecha,
    cuando haya pasado la floración
y las flores se conviertan en uvas maduras,
    podarán con cuchillos los vástagos de la vid,
    y cortarán las ramas y las quitarán.
Las dejarán en las montañas
    para las aves de rapiña y los animales salvajes.
En el verano les servirán de alimento a las aves.
    En el invierno se las comerán los animales salvajes».

En ese tiempo el SEÑOR Todopoderoso recibirá ofrendas
    de una nación de gente alta y piel brillante.
Nación poderosa que conquista a otras naciones,
    país surcado de ríos.
Las traerán al lugar del nombre
    del SEÑOR Todopoderoso, al monte Sion.

Gálatas 1

1-2 Estimadas iglesias de la provincia de Galacia[a]:

Los saludo yo, el apóstol Pablo, y también los saludan los hermanos que están conmigo.

No fui nombrado ni enviado como apóstol por ningún ser humano, sino por Jesucristo y por Dios Padre, quien resucitó a Jesús de la muerte.

Pido a Dios que disfruten siempre del generoso amor y la paz de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo. Jesús entregó su vida para librarnos de nuestros pecados según el deseo de Dios nuestro Padre para rescatarnos de esta época de maldad en que vivimos. Que se honre a Dios por toda la eternidad. Así sea.

El verdadero mensaje de salvación

Me parece increíble que ustedes tan pronto le estén dando la espalda a Dios, quien los llamó a través del generoso amor de Cristo. Están desertando de Dios para aceptar unas buenas noticias diferentes a las que les anunciamos. En realidad no hay otras buenas noticias, sino que hay algunos que los están confundiendo. Ellos quieren cambiar[b] las buenas noticias acerca de Cristo. Pero ¡ojo! si nosotros o un ángel del cielo les anuncia otras buenas noticias diferentes a las que les anunciamos, ¡que Dios lo condene! Lo dije antes y ahora lo repito: si alguien les anuncia otras buenas noticias diferentes a las que ustedes han aceptado, ¡que Dios lo condene!

10 Por lo que acabo de decir, ¿piensan que estoy buscando la aprobación de la gente o la de Dios? ¿O que trato de quedar bien con la gente? Pues, si quisiera agradar a la gente, no sería un siervo de Cristo.

La autoridad de Pablo viene de Dios

11 Hermanos, quiero que entiendan que las buenas noticias que yo les anuncié no son un mensaje humano. 12 No recibí este mensaje de los seres humanos ni tampoco ellos me lo enseñaron, lo recibí cuando Jesucristo se me apareció.

13 Ustedes han oído de la clase de vida judía que yo tenía antes, que perseguía a la iglesia de Dios y trataba de destruirla. 14 Me destacaba entre los de mi edad por mi patriotismo judío. Me esforzaba más que los demás en defender las tradiciones que nos enseñaron nuestros antepasados. 15 Pero a Dios le agradó elegirme antes de mi nacimiento y en su generoso amor me llamó a su servicio.[c] 16 Por eso Dios decidió usar mi vida para dar a conocer las buenas noticias de su Hijo entre las naciones que no son judías. En ese momento no consulté a ningún ser humano. 17 Tampoco fui a Jerusalén a ver a los que ya eran apóstoles. Al contrario, me fui inmediatamente a la región de Arabia y luego volví a Damasco.

18 Tres años después, fui a Jerusalén a conocer a Pedro y me quedé allí con él durante 15 días. 19 Pero en ese tiempo no conocí a ningún otro apóstol; sólo vi a Santiago, el hermano del Señor. 20 Dios sabe que todo lo que les digo es verdad. 21 Luego fui a las regiones de Siria y Cilicia. 22 Ninguna de las iglesias de la región de Judea que están en Cristo me conocía personalmente. 23 Sólo habían escuchado esto de mí: «El que antes nos perseguía, ahora anuncia la fe que una vez quiso destruir». 24 Y ellos daban honra a Dios por lo que Dios estaba haciendo en mí.

Salmos 58

El Señor castiga la injusticia

Al director. Al compás de «No destruyas». Poema de David.

Ustedes los poderosos[a] no son justos en sus decisiones.
    No están gobernando a la gente como debe ser,
sino que tienen la mente llena de maldad.
    Dan rienda suelta a la violencia en el país.
Los perversos se corrompen desde que nacen;
    los mentirosos se descarrían desde el vientre materno.
Su veneno es como el de las serpientes,
    como el de una cobra sorda que cierra su oído,
para no oír la música de los encantadores,
    ni siquiera del encantador más hábil.

Rómpeles los dientes, Dios mío,
    arráncales a esos leones sus colmillos, SEÑOR.
Que su fuerza desaparezca como el agua entre los dedos;
    que sean aplastados como hierba que se pisa.
Que desaparezcan como la babosa que se deshace;
    que sean como un bebé que nace muerto y nunca ve la luz del sol.
Que antes de darse cuenta,
    ardan como espinos que se queman para calentar la olla.
Que sean arrancados con enojo,
    como hierba mala entre la hierba buena.

10 Y se alegre el justo al verse vengado,
    como el soldado que pisa la sangre del enemigo.
11 La gente dirá: «De veras los justos son recompensados;
    es verdad que hay un Dios que gobierna el mundo».

Proverbios 23:12

—11—

12 Concentra tu mente en la disciplina,
    y tus oídos en aprender todo lo que puedas.

Palabra de Dios para Todos (PDT)

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