The Daily Audio Bible
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Castigo para Jerusalén
22 Esta profecía es contra el valle de la Visión[a]:
¿Qué pasa contigo,
que te subiste a las azoteas?
2 Ciudad llena de ruido,
alborotos y parrandas,
tus muertos no murieron
por la espada ni en batalla.
3 Todos tus líderes juntos huyeron
sin haber disparado una sola flecha.
Todos los tuyos fueron capturados,
aun los que huyeron bien lejos.
4 Por tanto, digo: «Aléjense de mí,
déjenme llorar amargamente.
No traten de consolarme
por la destrucción de la hija de mi pueblo».
5 Porque el Señor DIOS Todopoderoso
ha decidido que haya un día de revueltas,
destrucción y confusión en el valle de la Visión.
Día de murallas derrumbadas
y de gritos pidiendo ayuda a las montañas.
6 Elam[b] alista sus flechas,
las cuadrillas de sus carros de combate y jinetes.
Los soldados de Quir sacan sus escudos.
7 Tus mejores valles se llenaron de carros de combate
y hay jinetes en la puerta en posición de combate.
8 Él quitó las defensas de Judá.
Ese día fijaste tu mirada en las armas del Palacio del Bosque[c].
9 Vieron que había muchas brechas
en las murallas de la Ciudad de David,
y guardaron agua en el estanque de abajo.
10 Contaron las casas de Jerusalén
y demolieron algunas para reparar la muralla.
11 Hicieron un tanque de agua entre las dos murallas
para depositar las aguas del estanque antiguo.
Pero no se fijaron en Aquel que hizo la ciudad
ni miraron al que hace tiempo le dio forma.
12 Ese día el Señor DIOS Todopoderoso
les pidió que lloraran de tristeza,
se raparan la cabeza
y se pusieran ropa áspera.
13 Pero en cambio, hay alegría y parrandas,
se sacrifican vacas y se matan ovejas,
comen carne y beben vino.
«¡Comamos y bebamos,
que mañana moriremos!»
14 El SEÑOR Todopoderoso me reveló al oído: «De verdad que este pecado no se lo perdonaré mientras ustedes vivan». Lo dijo el Señor DIOS Todopoderoso.
15 El Señor DIOS Todopoderoso dijo: «Ve y habla con Sebna, el administrador del palacio, y dile:
16 »¿Qué estás haciendo aquí?
¿Quién te dio permiso de estar aquí
y construirte un sepulcro para ti aquí,
como quien está construyendo su sepulcro en la parte alta,
o un lugar de reposo para él en la roca?
17 Fíjate, el SEÑOR está por derribarte, hombre fuerte.
Él te va a agarrar con firmeza.
18 Te va a atar con fuerza
y te va a echar a rodar como un balón a campo abierto.
Allá morirás y allá irán a parar
los carros de combate de los que tanto te enorgullecías.
Serás la vergüenza de la casa de tu señor.
19 Te expulsaré de tu alto cargo
y te quitaré de tu importante posición.
20 »Ese día llamaré a mi siervo Eliaquín hijo de Jilquías. 21 Le pondré a él tu ropa, le colocaré tu cinto y le entregaré tu autoridad. Él será como un padre para los habitantes de Jerusalén y para la gente de Judá. 22 Le daré la responsabilidad de tener la llave del palacio de David. Lo que él abra, nadie podrá cerrarlo; y lo que él cierre, nadie podrá abrirlo. 23 Él será como un trono de honor para su familia. Yo lo haré estar firme como un clavo en la pared sólida. 24 Y todo el peso de su familia dependerá de él: sus descendientes directos, sus parientes, toda la vajilla pequeña, desde los vasos hasta las jarras».
25 El SEÑOR Todopoderoso dice: «Ese día el clavo que estaba bien clavado se aflojará. Se caerá, y todo lo que pendía de él se romperá». El SEÑOR lo ha decidido así.
Castigo para Tiro
23 Profecía contra Tiro:
Lloren, barcos de Tarsis,
porque se llevaron todo de Tiro,
ya no vive nadie ahí.
Eso les informaron mientras venían de Chipre[d].
2 Lloren, habitantes de la costa,
comerciantes de Sidón,
a quienes enriquecían los que atraviesan el mar.
3 El grano de Sijor[e] viajó sobre las aguas.
La cosecha del Nilo le dejaba ganancias
y Tiro se convirtió en centro de comercio de las naciones.
4 Que te dé vergüenza, Sidón, fortaleza del mar.
Porque el mar ha dicho:
«Yo no tengo dolores de parto, no he dado a luz;
no he criado hijos, ni educado hijas».
5 Cuando las noticias lleguen a Egipto,
todos tendrán dolor debido a lo que se diga de Tiro.
6 Crucen hasta Tarsis;
lloren, habitantes de la costa.
7 ¿Es esta la ciudad orgullosa
que fue fundada hace tanto tiempo?
De esa ciudad ha salido gente
que ha viajado para establecerse en tierras lejanas.
8 ¿Quién planeó esto contra Tiro,
la que repartía coronas?
Sus comerciantes son como príncipes,
y sus negociantes gente muy respetada en todo el mundo.
9 El SEÑOR Todopoderoso lo planeó.
Lo hizo para derribar el orgullo de toda grandeza
y humillar a la gente más importante del mundo.
10 Gente de Tarsis, dedícate a cultivar[f] tu tierra como se hace en las riberas del Nilo,
porque ya no tienes un puerto para tus naves.
11 El SEÑOR ha extendido su mano sobre el mar
y ha hecho estremecer a las naciones.
Él ha ordenado destruir las fortalezas de Canaán.
12 Ha dicho: «No te vas a alegrar más,
joven oprimida, hija de Sidón.
Levántate y cruza hasta Chipre
aunque allí tampoco habrá descanso para ti».
13 Fíjate en el país de los babilonios[g],
un pueblo que ha dejado de existir.
Asiria lo convirtió
en lugar para animales salvajes.
Construyeron torres para atacarla,
derribaron sus palacios
y los convirtieron en ruinas.
14 Lloren, barcos de Tarsis,
porque su fortaleza ha sido destruida.
15 En ese tiempo, Tiro permanecerá en el olvido por 70 años, que es el tiempo que vive un rey. Y al término de esos 70 años, le pasará a Tiro como a la prostituta de la canción:
16 «Toma un arpa, prostituta olvidada,
y camina por la ciudad.
Tócala bien, canta muchas veces tu canción
para que te recuerden».
17 Una vez que terminen los 70 años, el SEÑOR visitará a Tiro, ella volverá a su actividad comercial y será una prostituta al servicio de todos los reinos del mundo. 18 Pero las ganancias no se guardarán ni almacenarán, sino que serán dedicadas al SEÑOR. Se usarán para proveer de suficiente comida y ropa fina a los que viven en la presencia del SEÑOR.
El juicio que vendrá
24 Fíjense, el SEÑOR va a destruir la tierra
y a dejarla vacía.
Él torcerá su superficie
y dispersará a sus habitantes.
2 Todos correrán la misma suerte,
el del pueblo y el sacerdote;
el esclavo y el amo;
la esclava y la señora;
el comprador y el vendedor;
el que recibe en préstamo
y el que presta;
el banquero y el deudor.
3 La tierra será saqueada
y destruida por completo,
porque el SEÑOR lo ha decidido así.
4 La tierra se seca y se marchita.
El mundo languidece y se marchita.
Los de la alta sociedad languidecen.
5 El mundo ha sido contaminado por sus habitantes.
Ellos violaron las leyes de Dios,
desobedecieron sus mandatos.
Han roto el pacto eterno.
6 Una maldición destruye la tierra
y sus habitantes son los culpables.
Tantos han desaparecido
que sólo queden unos pocos.
7 El vino nuevo se daña, el viñedo se daña.
Todos los que eran alegres se entristecen.
8 El festejo con tambores ha cesado.
Ya no se oye el ruido de los que celebraban.
9 Ya no hay diversión con arpas.
Se acabaron los ratos de vino y canto.
La cerveza le sabe mal a quien la bebe.
10 La ciudad está arruinada y desolada;
las puertas de las casas están bloqueadas,
nadie puede entrar.
11 En las calles piden vino a gritos.
Se aguó la fiesta;
la alegría desapareció de la tierra.[h]
12 La ciudad quedó en ruinas,
la puerta está hecha pedazos.
13 Porque así sucederá en medio de la tierra[i] y entre las naciones,
como cuando se cosecha a golpes un olivo,
como cuando se rebuscan las uvas una vez terminada la cosecha.
14 Ellos levantan sus voces.
Cantan de alegría por la grandeza del SEÑOR:
«Griten desde el occidente,
15 alégrense en el oriente.
¡Gloria al SEÑOR!
En las islas del mar,
den gloria al SEÑOR, el Dios de Israel».
16 Desde los confines de la tierra oímos cantar:
«Gloria al Justo Dios».
Pero, les cuento un secreto[j]:
«No hay más que traición en el mundo;
nadie obra de buena fe.
Se le hace mucho daño a la gente».
17 Habitante de la tierra, serás presa del pánico,
caerás en el abismo y en la trampa.
18 Los que huyan del sonido del pánico caerán en el abismo.
Los que escalen el abismo caerán en la trampa.
Porque se abrirán las ventanas del cielo
y se estremecerán los cimientos de la tierra.
19 La tierra se hace añicos,
se desintegra, tiembla fuertemente.
20 La tierra se tambalea como un borracho
y se desploma como una choza.
Su pecado la agobia, la derriba
y no la deja volver a levantarse.
21 Será el momento en que el SEÑOR castigará
a los poderes del cielo[k] y a los reyes de la tierra.
22 Serán reunidos como prisioneros en un hoyo
y encerrados en prisión.
Después de un tiempo serán castigados.
23 La luna se turbará
y el sol se avergonzará,
porque el SEÑOR Todopoderoso
reinará con gran majestad
sobre el monte Sion en Jerusalén,
delante de los ancianos líderes.
17 Nosotros, los creyentes que somos judíos, acudimos a Cristo para estar bien con Dios. Eso demuestra que también nosotros somos pecadores. ¿Entonces es Cristo el que nos hace pecadores? ¡Nada de eso! 18 Lo que sí estaría muy mal es que yo enseñara otra vez lo que ya he abandonado. 19 Ya no vivo para la ley, pues he muerto para ella. La ley misma me mató, pero al morir para la ley, puedo ahora vivir para Dios. Es como si yo mismo hubiera sido clavado en la cruz con Cristo. 20 Ahora ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Y mientras vivo en este cuerpo, vivo por fe en el Hijo de Dios,[a] quien me amó y entregó su vida para salvarme. 21 Así que yo no voy a rechazar el generoso amor de Dios. Pues si por la ley fuera posible que estuviéramos bien con Dios, entonces la muerte de Cristo no serviría de nada.
Las bendiciones de Dios vienen por la fe
3 ¡Qué tontos son ustedes, gálatas! ¿Quién los embrujó? Yo les pinté claramente, con palabras, la muerte de Jesucristo en la cruz. 2 Sólo quiero que me contesten una cosa: ¿recibieron ustedes el Espíritu por cumplir la ley? Ustedes recibieron el Espíritu porque escucharon las buenas noticias y creyeron en ellas. 3 Comenzaron su nueva vida con el Espíritu, ¿y ahora intentan perfeccionarla por medio de un pedazo de piel? ¡Qué tontería! 4 Han pasado por muchas experiencias, ¿será que las van a desperdiciar? Quiero creer que no. 5 ¿Acaso Dios les da el Espíritu por cumplir la ley? ¿Acaso Dios hace milagros entre ustedes porque cumplen la ley? Dios les da el Espíritu y hace milagros porque escucharon la buena noticia de salvación y creyeron en ella.
6 (A)Así «Abraham creyó a Dios, quien tomó en cuenta la fe de Abraham y lo aprobó».[b] 7 Entonces tienen que saber que los verdaderos hijos de Abraham son los que tienen fe. 8 (B)La Escritura preveía lo que pasaría en el futuro: debido a la fe de los que no son judíos, Dios los aprobaría y le dio a Abraham esta buena noticia: «Todas las naciones serán bendecidas por medio de ti».[c] 9 Esto significa que todos los que tienen fe compartirán la misma bendición que recibió Abraham por haber creído.
Salva a la gente que amas
Al director. Al compás de «El lirio del pacto». Poema de David. Fue compuesto cuando David luchó contra Aram Naharaim y Aram Soba. Joab vino y derrotó a doce mil soldados edomitas en el valle de la Sal.
1 Dios mío, tú te has enojado con nosotros;
nos has rechazado y destruido.
Ayúdanos a recuperarnos.
2 Tú hiciste que la tierra temblara y se abriera.
Cierra sus grietas, porque se está desmoronando.
3 Tú has hecho sufrir mucho a tu pueblo,
nos ha hecho beber un vino que aturde.
4 Elevaste una bandera para los que te respetan,
para que vuelvan a encontrarte
y así poder evitar los arqueros del enemigo. Selah
5 Escúchanos y usa tu gran poder para salvarnos;
salva a la gente que amas.
6 Dios ha dicho en su santuario:
«Triunfaré y repartiré entre mi pueblo
las tierras de Siquén y las del valle de Sucot.
7 Galaad y Manasés son míos;
Efraín es un casco para mi cabeza.
Judá es mi cetro real.
8 Moab será el recipiente en que me lavo;
Edom será como un esclavo que me lleva la sandalia.
Sobre la tierra de los Filisteos, gritaré la victoria».
9 ¿Quién me guiará a la ciudad fortificada?
¿Quién me guiará hasta Edom?
10 Es que tú nos abandonaste.
Dios mío, ¿saldrás tú con nuestro ejército?
11 Ayúdanos a derrotar al enemigo,
pues la ayuda del ser humano es inútil.
12 Con Dios conseguiremos la victoria;
él pisoteará a nuestros enemigos.
—13—
15 Hijo mío si te haces sabio,
se me alegrará el corazón;
16 me sentiré muy feliz
si eres honesto en lo que dices.
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