Print Page Options
Previous Prev Day Next DayNext

Bible in 90 Days

An intensive Bible reading plan that walks through the entire Bible in 90 days.
Duration: 88 days
Biblia del Jubileo (JBS)
Version
Salmos 89:14-108:13

14 Justicia y juicio son la morada de tu trono; misericordia y verdad van delante de tu rostro.

15 ¶ Dichoso el pueblo que sabe jubilar; andarán, oh SEÑOR, a la luz de tu rostro.

16 En tu Nombre se alegrarán cada día; y en tu justicia se ensalzarán.

17 Porque tú eres la gloria de su fortaleza; y por tu buena voluntad ensalzarás nuestro cuerno.

18 Porque el SEÑOR es nuestro escudo; y nuestro rey es el Santo de Israel.

19 ¶ Entonces hablaste en visión a tu santo, y dijiste: Yo he puesto el socorro sobre uno que es valiente; he ensalzado un escogido de mi pueblo.

20 Hallé a David mi esclavo; lo ungí con el aceite de mi santidad.

21 Que mi mano será firme con él, mi brazo también lo fortificará.

22 No lo sujetará enemigo, ni hijo de iniquidad lo quebrantará.

23 Mas yo quebrantaré delante de él a sus enemigos, y heriré a sus aborrecedores.

24 Y mi verdad y mi misericordia serán con él; y en mi nombre será ensalzado su cuerno.

25 Asimismo pondré su mano en el mar, y en los ríos su diestra.

26 El me llamará: Mi padre eres tú, mi Dios, y la roca de mi salud.

27 Yo también le pondré por primogénito, alto sobre los reyes de la tierra.

28 Para siempre le conservaré mi misericordia; y mi pacto será firme con él.

29 Y pondré su simiente para siempre, y su trono como los días de los cielos.

30 Si dejaren sus hijos mi ley, y no anduvieren en mis juicios;

31 si profanaren mis estatutos, y no guardaren mis mandamientos;

32 entonces visitaré con vara su rebelión, y con azotes sus iniquidades.

33 Mas no quitaré de él mi misericordia, ni falsearé mi verdad.

34 No profanaré mi pacto, ni mudaré lo que ha salido de mis labios.

35 Una vez he jurado por mi santidad, no mentiré a David.

36 Su simiente será para siempre, y su trono como el sol delante de mí.

37 Como la luna será firme para siempre, y como un testigo fiel en el cielo. (Selah.)

38 ¶ Mas tú desechaste y menospreciaste a tu Ungido; y te has airado con él.

39 Rompiste el pacto de tu esclavo; has profanado su corona hasta la tierra.

40 Aportillaste todos sus vallados; has quebrantado sus fortalezas.

41 Lo saquean todos los que pasaron por el camino; es oprobio a sus vecinos.

42 Has ensalzado la diestra de sus enemigos; has alegrado a todos sus adversarios.

43 Embotaste asimismo el filo de su espada, y no lo levantaste en la batalla.

44 Hiciste cesar su claridad, y echaste su trono por tierra.

45 Has acortado los días de su juventud; le has cubierto de afrenta. (Selah.)

46 ¿Hasta cuándo, oh SEÑOR? ¿Te esconderás para siempre? ¿Arderá para siempre tu ira como el fuego?

47 Acuérdate de cuán corto sea mi tiempo. ¿Por qué creaste sujetos a vanidad a todos los hijos del hombre?

48 ¿Qué hombre vivirá y no verá muerte? ¿Librarás su alma de la mano del Seol? (Selah.)

49 Señor, ¿dónde están tus antiguas misericordias? Has jurado a David por tu verdad.

50 Señor, acuérdate del oprobio de tus esclavos; oprobio que llevo yo en mi seno de muchos pueblos.

51 Porque tus enemigos, oh SEÑOR, han deshonrado, porque tus enemigos han deshonrado los pasos de tu Ungido.

52 Bendito sea el SEÑOR para siempre. Amén, y Amén.

Oración de Moisés Varón de Dios.

Señor, tú nos has sido refugio de generación en generación.

Antes que nacieran los montes y formaran la tierra y el mundo, y desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios.

Vuelves al hombre hasta ser quebrantado, y dices: Convertíos, hijos de Adán.

Porque mil años delante de tus ojos, son como el día de ayer, que pasó, y como la vela de la noche.

Los haces pasar como avenida de aguas; son como sueño; a la mañana está fuerte como la hierba,

que a la mañana florece, y crece; a la tarde es cortada, y se seca.

¶ Porque con tu furor somos consumidos, y con tu ira somos conturbados.

Pusiste nuestras iniquidades delante de ti, nuestros yerros a la lumbre de tu rostro.

Porque todos nuestros días declinan a causa de tu ira; acabamos nuestros años según la palabra.

10 Los días de nuestra edad son setenta años; y de los más valientes, ochenta años, y su fortaleza es molestia y trabajo; porque es cortado presto, y volamos.

11 ¿Quién conoce la fortaleza de tu ira? Que tu ira no es menor que nuestro temor.

12 ¶ Para contar nuestros días haznos saber así, y traeremos al corazón sabiduría.

13 Vuélvete a nosotros, oh SEÑOR: ¿hasta cuándo? Y aplácate para con tus esclavos.

14 Sácianos de mañana de tu misericordia; y cantaremos, y nos alegraremos todos nuestros días.

15 Alégranos conforme a los días que nos afligiste, y los años en que vimos el mal.

16 Aparezca en tus esclavos tu obra, y tu gloria sobre sus hijos.

17 Y sea la hermosura del SEÑOR nuestro Dios sobre nosotros; y enderezca sobre nosotros la obra de nuestras manos, la obra de nuestras manos enderezca.

El que habita en el escondedero del Altísimo, morará bajo la sombra del Omnipotente.

Dirá al SEÑOR: Esperanza mía, y castillo mío; mi Dios, me aseguraré en él.

Y él te librará del lazo del cazador; de la mortandad que todo asuela.

Con su ala te cubrirá, y debajo de sus alas estarás seguro; escudo y adarga es su verdad.

No tendrás temor de espanto nocturno, ni de saeta que vuele de día;

ni de pestilencia que ande en oscuridad, ni de mortandad que destruya al mediodía.

Caerán a tu lado millares, y diez millares a tu diestra; pero a ti no llegará.

Ciertamente con tus ojos mirarás, y verás la recompensa de los impíos.

¶ Porque has puesto al SEÑOR, quien es mi esperanza; al Altísimo por tu habitación,

10 no se ordenará para ti mal, ni plaga tocará tu morada.

11 Porque a sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos.

12 En las manos te llevarán, para que tu pie no tropiece en piedra.

13 Sobre el león y el basilisco pisarás; hollarás al cachorro del león, y al dragón.

14 Por cuanto en mí ha puesto su voluntad, yo también lo libraré; lo pondré en alto, por cuanto ha conocido mi Nombre.

15 Me invocará, y yo le responderé; con él estaré yo en la angustia; lo libraré, y le glorificaré.

16 Lo saciaré de larga vida, y le mostraré mi salud.

Salmo de Canción para el día del Sábado.

Bueno es alabar al SEÑOR, y cantar salmos a tu Nombre, oh Altísimo;

anunciar por la mañana tu misericordia, y tu fidelidad en las noches,

en el decacordio y en el salterio, en tono suave con el arpa.

Por cuanto me has alegrado, oh SEÑOR, con tus obras; en las obras de tus manos me gozo.

¡Cuán grandes son tus obras, oh SEÑOR! Muy profundos son tus pensamientos.

El hombre necio no sabe, y el loco no entiende esto:

¶ Florezcan los impíos como la hierba, y reverdezcan todos los que obran iniquidad, para ser destruidos para siempre.

Mas tú, SEÑOR, para siempre eres Altísimo.

Porque he aquí tus enemigos, oh SEÑOR, porque he aquí tus enemigos perecerán; serán disipados todos los que obran maldad.

10 Y ensalzaste mi cuerno como de unicornio; fue ungido con óleo verde.

11 Y miraron mis ojos mi deseo sobre mis enemigos; oyeron mis oídos mi deseo de los que se levantaron contra mí, de los malignos.

12 El justo florecerá como la palma; crecerá como cedro en el Líbano.

13 Plantados en la Casa del SEÑOR, en los atrios de nuestro Dios florecerán.

14 Aun en la vejez fructificarán; estarán vigorosos y verdes;

15 para anunciar que el SEÑOR mi fortaleza es recto; y que no hay injusticia en él.

El SEÑOR reina, se vistió de magnificencia, se vistió el SEÑOR de fortaleza, se ciñó; afirmó también el mundo, que no se moverá.

Firme es tu trono desde entonces; tú eres eternalmente.

Alzaron los ríos, oh SEÑOR, alzaron los ríos su sonido; alzaron los ríos sus ondas.

Más que sonidos de muchas aguas, más que las fuertes ondas del mar, fuerte es el SEÑOR en lo alto.

Tus testimonios son muy firmes; tu Casa, oh SEÑOR, tiene hermosa santidad para largos días.

SEÑOR, Dios de las venganzas, Dios de las venganzas, muéstrate.

Ensálzate, oh Juez de la tierra; da el pago a los soberbios.

¿Hasta cuándo los impíos, oh SEÑOR, hasta cuándo, se gozarán los impíos?

¿Pronunciarán, hablarán cosas duras, y se vanagloriarán todos los que obran iniquidad?

A tu pueblo, oh SEÑOR, quebrantan, y a tu heredad afligen.

A la viuda y al extranjero asesinan, y a los huérfanos quitan la vida.

Y dijeron: No verá JAH; y No lo tendrá en cuenta el Dios de Jacob.

Entended, necios del pueblo; y locos, ¿cuándo seréis sabios?

El que plantó el oído, ¿no oirá? El que formó el ojo, ¿no verá?

10 El que castiga a los gentiles, ¿no reprenderá? ¿No sabrá el que enseña al hombre la ciencia?

11 El SEÑOR conoce los pensamientos de los hombres, que son vanidad.

12 ¶ Bienaventurado el varón a quien tú, JAH, corriges, y en tu ley lo instruyeres;

13 para hacerle descansar en los días de aflicción, entre tanto que se cava el hoyo para el impío.

14 Porque no dejará el SEÑOR su pueblo, ni desamparará a su heredad;

15 sino que el juicio será vuelto a justicia, y en pos de ella irán todos los rectos de corazón.

16 ¿Quién se levanta por mí contra los malignos? ¿Quién está por mí contra los que obran iniquidad?

17 Si no me ayudara el SEÑOR, presto morará mi alma con los muertos.

18 Cuando yo decía: Mi pie resbala; tu misericordia, oh SEÑOR, me sustentaba.

19 En la multitud de mis pensamientos dentro de mí, tus consolaciones alegraban mi alma.

20 ¿Se juntará contigo el trono de iniquidades, que hace agravio bajo forma de ley?

21 Se ponen en ejército contra la vida del justo, y condenan la sangre inocente.

22 Mas el SEÑOR me ha sido por refugio; y mi Dios por peña de mi confianza.

23 El cual hizo volver sobre ellos su iniquidad, y con su maldad los talará; los talará el SEÑOR nuestro Dios.

¶ Venid, alegrémonos en el SEÑOR; cantemos con júbilo a la roca de nuestra salud.

Lleguemos ante su presencia con alabanza; cantemos a El con júbilo.

Porque el SEÑOR es Dios grande; y Rey grande sobre todos los dioses.

Porque en su mano están las profundidades de la tierra, y las alturas de los montes son suyas.

Suyo también el mar, pues él lo hizo; y sus manos formaron la tierra seca.

Venid, postrémonos y adoremos; arrodillémonos delante del SEÑOR nuestro hacedor.

¶ Porque él es nuestro Dios; y nosotros el pueblo de su prado, y ovejas de su mano. Si hoy oyereis su voz,

no endurezcáis vuestro corazón como en Meriba, como el día de Masá en el desierto;

donde me tentaron vuestros padres, me probaron, y vieron mi obra.

10 Cuarenta años combatí con la nación, y dije: Pueblo es que yerra de corazón, que no han conocido mis caminos.

11 Por tanto yo juré en mi furor: No entrarán en mi reposo.

Cantad al SEÑOR canción nueva; cantad al SEÑOR, toda la tierra.

Cantad al SEÑOR, bendecid su Nombre; mostrad de día en día su salud.

Contad entre los gentiles su gloria, en todos los pueblos sus maravillas.

Porque grande es el SEÑOR, y digno de suprema alabanza; terrible sobre todos los dioses.

Porque todos los dioses de los pueblos son ídolos; mas el SEÑOR hizo los cielos.

Alabanza y gloria delante de él; fortaleza y hermosura en su santuario.

Dad al SEÑOR, oh familias de los pueblos, dad al SEÑOR la gloria y la fortaleza.

Dad al SEÑOR la honra de su Nombre; tomad presentes, y venid a sus atrios.

Adorad al SEÑOR en la hermosura de la santidad; temed delante de él, toda la tierra.

10 ¶ Decid entre los gentiles: El SEÑOR tomó el reino, también compuso el mundo, no será conmovido; juzgará a los pueblos en justicia.

11 Alégrense los cielos, y gócese la tierra; brame el mar y su plenitud.

12 Regocíjese el campo, y todo lo que en él está; entonces exultarán todos los árboles del bosque,

13 delante del SEÑOR que vino; porque vino a juzgar la tierra. Juzgará al mundo con justicia, y a los pueblos con su verdad.

¶ El SEÑOR reina; regocíjese la tierra, alégrense las muchas islas.

Nube y oscuridad alrededor de él; justicia y juicio son el asiento de su trono.

Fuego irá delante de él, y abrasará en derredor sus enemigos.

Sus relámpagos alumbraron el mundo; la tierra vio, y se angustió.

Los montes se derritieron como cera delante del SEÑOR, delante del Señor de toda la tierra.

Los cielos denunciaron su justicia, y todos los pueblos vieron su gloria.

Avergüéncense todos los que sirven a la escultura, los que se alaban de los ídolos; adórenlo todos los dioses.

¶ Oyó Sion, y se alegró; y las hijas de Judá se gozaron por tus juicios, oh SEÑOR.

Porque tú, SEÑOR, eres alto sobre toda la tierra; eres muy ensalzado sobre todos los dioses.

10 Los que amáis al SEÑOR, aborreced el mal; él guarda las almas de sus misericordiosos; de mano de los impíos los libra.

11 Luz está sembrada para el justo, y alegría para los rectos de corazón.

12 Alegraos, justos, en el SEÑOR; y alabad la memoria de su santidad.

Salmo.

Cantad al SEÑOR canción nueva, porque ha hecho maravillas; su diestra lo ha salvado, y el brazo de su santidad.

El SEÑOR ha hecho notoria su salud; en ojos de los gentiles ha descubierto su justicia.

Se ha acordado de su misericordia y de su verdad para con la Casa de Israel; todos los fines de la tierra han visto la salud de nuestro Dios.

¶ Cantad con júbilo al SEÑOR, toda la tierra; levantad la voz, y aplaudid, y cantad alabanzas.

Cantad alabanzas al SEÑOR con arpa; con arpa y voz de cántico.

Con trompetas y sonido de shofar, jubilad delante del SEÑOR el rey.

Brame el mar y su plenitud; el mundo y los que habitan en él;

los ríos batan las manos; los montes todos hagan regocijo,

delante del SEÑOR; porque vino a juzgar la tierra. Juzgará al mundo con justicia, y a los pueblos con rectitud.

¶ El SEÑOR reina, temblarán los pueblos; el que está sentado sobre los querubines reina, se conmoverá la tierra.

El SEÑOR es grande en Sion, y ensalzado sobre todos los pueblos.

Alaben tu Nombre, grande y tremendo y santo.

Y la fortaleza del Rey, que ama el juicio; tú confirmas la rectitud; tú has hecho en Jacob juicio y justicia.

Ensalzad al SEÑOR nuestro Dios, y adorad al estrado de sus pies santo.

¶ Moisés y Aarón están entre sus sacerdotes, y Samuel entre los que invocaron su Nombre; invocaban al SEÑOR, y él les respondía.

En columna de fuego hablaba con ellos; guardaban sus testimonios, y el derecho que les dio.

SEÑOR Dios nuestro, tú les respondías; Dios, tú eras perdonador a ellos, y vengador por sus obras.

Ensalzad al SEÑOR nuestro Dios, y adorad al monte de su santidad; porque el SEÑOR nuestro Dios es santo.

Salmo para confesión.

Cantad a Dios con júbilo, toda la tierra.

Servid al SEÑOR con alegría; entrad delante de él con regocijo.

Reconoced que el SEÑOR es el Dios: él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos. Pueblo suyo somos, y ovejas de su prado.

Entrad por sus puertas con confesión; por sus atrios con alabanza; alabadle, bendecid su Nombre.

Porque el SEÑOR es bueno; para siempre es su misericordia, y su verdad por todas las generaciones.

De David: Salmo.

Misericordia y juicio cantaré; a ti, SEÑOR, diré salmos.

Entenderé en el camino de la perfección cuando vinieres a mí; en perfección de mi corazón andaré en medio de mi casa.

No pondré cosa de Belial delante de mis ojos; hacer traiciones aborrecí; no se allegarán a mí.

Corazón perverso se apartará de mí; no conoceré al malvado.

Al detractor de su prójimo a escondidas, a éste cortaré; al altivo de ojos, y de corazón vanidoso, a éste no puedo sufrir.

Mis ojos pondré en los fieles de la tierra, para que asienten conmigo; el que anduviere en el camino de la perfección, éste me servirá.

No habitará en medio de mi casa el que hace engaño; el que habla mentiras no se afirmará delante de mis ojos.

Temprano cortaré a todos los impíos de la tierra; para talar de la ciudad del SEÑOR a todos los que obraren iniquidad.

Oración del pobre en espíritu, cuando estuviere atormentado, y delante del SEÑOR derramare su queja.

SEÑOR, oye mi oración, y venga mi clamor a ti.

No escondas de mí tu rostro; en el día de mi angustia inclina a mí tu oído; el día que te invocare, apresúrate a responderme.

Porque mis días se han consumido como humo; y mis huesos son quemados como en hogar.

Mi corazón fue herido, y se secó como la hierba; por lo cual me olvidé de comer mi pan.

Por la voz de mi gemido mis huesos se han pegado a mi carne.

Soy semejante al pelícano del desierto; soy como el búho de las soledades.

Velo, y soy como el pájaro solitario sobre el tejado.

Cada día me afrentan mis enemigos; los que se enfurecen contra mí, se han conjurado contra mí.

Por lo cual como la ceniza a manera de pan, y mi bebida mezclo con lloro,

10 a causa de tu enojo y de tu ira; porque me alzaste, y me arrojaste.

11 Mis días son como la sombra que se va; y me he secado como la hierba.

12 ¶ Mas tú, SEÑOR, para siempre permanecerás, y tu memoria de generación y generación.

13 Tú levantándote, tendrás misericordia de Sion; porque es tiempo de tener misericordia de ella, porque el plazo es llegado.

14 Porque tus esclavos amaron sus piedras, y del polvo de ella tuvieron compasión.

15 Entonces temerán los gentiles el Nombre del SEÑOR, y todos los reyes de la tierra tu gloria;

16 por cuanto el SEÑOR habrá edificado a Sion, y será visto en su gloria;

17 habrá mirado a la oración de los solitarios y menesterosos, y no habrá desechado el ruego de ellos.

18 Se escribirá esto para la generación venidera; y el pueblo que se criará, alabará a JAH.

19 Porque miró de lo alto de su santuario; el SEÑOR miró de los cielos a la tierra,

20 para oír el gemido de los presos, para soltar a los hijos de muerte;

21 para que cuenten en Sion el Nombre del SEÑOR, y su alabanza en Jerusalén,

22 cuando los pueblos se congregaren en uno, y los reinos, para servir al SEÑOR.

23 El afligió mi fuerza en el camino; acortó mis días.

24 Dije: Dios mío, no me cortes en el medio de mis días; por generación de generaciones son tus años.

25 Tú fundaste la tierra antiguamente, y los cielos son obra de tus manos.

26 Ellos perecerán, y tú permanecerás; y todos ellos como un vestido se envejecerán; como una ropa de vestir los mudarás, y serán mudados;

27 mas tú eres el mismo, y tus años no se acabarán.

28 Los hijos de tus esclavos habitarán, y su simiente será afirmada delante de ti.

De David.

Bendice, alma mía al SEÑOR; y todas mis entrañas al Nombre de su santidad.

Bendice, alma mía, al SEÑOR, y no olvides ninguno de sus beneficios:

el que perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus enfermedades,

el que rescata del hoyo tu vida, el que te corona de favores y misericordia;

el que sacia de bien tu boca de modo que te rejuvenezcas como el águila.

¶ El SEÑOR es el que hace justicia y derecho a todos los que padecen violencia.

Sus caminos notificó a Moisés, y a los hijos de Israel sus obras.

Misericordioso y clemente es el SEÑOR; lento para la ira, y grande en misericordia.

No contenderá para siempre, ni para siempre guardará el enojo.

10 No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades; ni nos ha pagado conforme a nuestras iniquidades.

11 Porque como la altura de los cielos sobre la tierra, engrandeció su misericordia sobre los que le temen.

12 Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones.

13 Como el padre tiene misericordia de los hijos, tiene misericordia el SEÑOR de los que le temen.

14 Porque él conoce nuestra condición; se acuerda que somos polvo.

15 El varón, como la hierba son sus días, florece como la flor del campo,

16 que pasó el viento por ella, y pereció; y su lugar no la conoce más.

17 Mas la misericordia del SEÑOR desde el siglo y hasta el siglo sobre los que le temen, y su justicia sobre los hijos de los hijos;

18 sobre los que guardan su pacto, y los que se acuerdan de sus mandamientos para ponerlos por obra.

19 ¶ El SEÑOR afirmó en los cielos su trono; y su reino domina sobre todos.

20 Bendecid al SEÑOR sus ángeles valientes de fuerza, que efectúan su palabra escuchando la voz de su palabra.

21 Bendecid al SEÑOR todos sus ejércitos, sus ministros, que hacen su voluntad.

22 Bendecid al SEÑOR todas sus obras en todos los lugares de su señorío. Bendice, alma mía al SEÑOR.

¶ Bendice, alma mía, al SEÑOR. SEÑOR, Dios mío, mucho te has engrandecido; de gloria y de hermosura te has vestido.

El que se cubre de luz como de vestidura, que extiende los cielos como una cortina;

que establece sus aposentos entre las aguas; el que pone las nubes por su carroza, el que anda sobre las alas del viento;

el que hace a sus ángeles espíritus, sus ministros fuego flameante.

El fundó la tierra sobre sus basas; no se moverá por ningún siglo.

Con el abismo, como con vestido, la cubriste; sobre los montes estaban las aguas.

A tu reprensión huyeron; por el sonido de tu trueno se apresuraron;

salieron los montes, descendieron por los valles a este lugar que tú les fundaste.

Les pusiste término, el cual no traspasarán; ni volverán a cubrir la tierra.

10 Tú eres el que envías las fuentes por los arroyos; van entre los montes.

11 Abrevan a todas las bestias del campo; quebrantan su sed los asnos salvajes.

12 Junto a aquellos habitan las aves de los cielos; entre las hojas dan voces.

13 El que riega los montes desde sus aposentos; del fruto de sus obras se sacia la tierra.

14 El que hace producir el heno para las bestias, y la hierba para el servicio del hombre; sacando el pan de la tierra.

15 Y el vino que alegra el corazón del hombre; haciendo relumbrar el rostro con el aceite, y el pan que sustenta el corazón del hombre.

16 Se sacian los árboles del SEÑOR, los cedros del Líbano que él plantó.

17 Para que allí aniden las aves; en las hayas tiene su casa la cigüeña.

18 Los montes altos para las cabras monteses; las peñas, madrigueras para los conejos.

19 ¶ Hizo la luna para los tiempos; el sol conoció su occidente.

20 Pones las tinieblas, y es la noche; en ella corren todas las bestias del monte.

21 Los leoncillos braman a la presa, y para buscar de Dios su comida.

22 Sale el sol, se recogen, y se echan en sus cuevas.

23 Sale el hombre a su hacienda, y a su labranza hasta la tarde.

24 ¡Cuán innumerables son tus obras, oh SEÑOR! Hiciste todas ellas con sabiduría; la tierra está llena de tu posesión.

25 Asimismo este gran mar y ancho de términos; allí hay peces sin número, animales pequeños y grandes.

26 Allí andan navíos; allí este leviatán que hiciste para que jugara en él.

27 Todos ellos esperan a ti, para que les des su comida a su tiempo.

28 Les das, recogen; abres tu mano, se sacian de bien.

29 Escondes tu rostro, se turban; les quitas el espíritu, dejan de ser, y se tornan en su polvo.

30 Envías tu espíritu, se crean; y renuevas la faz de la tierra.

31 ¶ Sea la gloria al SEÑOR para siempre; alégrese SEÑOR en sus obras;

32 el cual mira a la tierra, y ella tiembla; toca en los montes, y humean.

33 Al SEÑOR cantaré en mi vida; a mi Dios diré salmos mientras viviere.

34 Me será suave hablar de él; yo me alegraré en el SEÑOR.

35 Sean consumidos de la tierra los pecadores, y los impíos dejen de ser. Bendice, alma mía, al SEÑOR. Alelu-JAH (Alabemos al SEÑOR).

¶ Alabad al SEÑOR, invocad su Nombre; haced notorias sus obras en los pueblos.

Cantadle, decid salmos a él; hablad de todas sus maravillas.

Gloriaos en su Nombre santo; alégrese el corazón de los que buscan al SEÑOR.

Buscad al SEÑOR, y su fortaleza; buscad su rostro siempre.

Acordaos de sus maravillas que hizo, de sus prodigios y de los juicios de su boca,

oh vosotros, simiente de Abraham su esclavo, hijos de Jacob, sus escogidos.

El es el SEÑOR nuestro Dios; en toda la tierra son sus juicios.

¶ Se acordó para siempre de su alianza; de la palabra que mandó para mil generaciones,

la cual concertó con Abraham; y de su juramento a Isaac.

10 Y la estableció a Jacob por decreto, a Israel por pacto eterno,

11 diciendo: A ti te daré la tierra de Canaán por cordel de vuestra heredad.

12 Esto siendo ellos pocos hombres en número, y extranjeros en ella.

13 Y anduvieron de gente en gente, de un reino a otro pueblo.

14 No consintió que hombre los agraviara; y por causa de ellos castigó los reyes.

15 Diciendo: No toquéis a mis ungidos, ni hagáis mal a mis profetas.

16 Y llamó al hambre sobre la tierra, y quebrantó toda fuerza de pan.

17 Envió un varón delante de ellos, a José, que fue vendido por esclavo.

18 Afligieron sus pies con grillos; en hierro fue puesta su alma.

19 Hasta la hora que llegó su palabra, el dicho del SEÑOR le purificó.

20 Envió el rey, y le soltó; el señor de los pueblos, y le desató.

21 Lo puso por señor de su casa, y por enseñoreador en toda su posesión;

22 para echar presos sus príncipes como él quisiera, y enseñó sabiduría a sus ancianos.

23 Después entró Israel en Egipto, y Jacob fue extranjero en la tierra de Cam.

24 Y multiplicó su pueblo en gran manera, y lo hizo más fuerte que sus enemigos.

25 ¶ Volvió el corazón de ellos para que aborrecieran a su pueblo, para que pensaran mal contra sus esclavos.

26 Envió a su esclavo Moisés, y a Aarón al cual escogió.

27 Puso en ellos las palabras de sus señales, y sus prodigios en la tierra de Cam.

28 Echó tinieblas, e hizo oscuridad; y no fueron rebeldes a su palabra.

29 Volvió sus aguas en sangre, y mató sus peces.

30 Engendró ranas su tierra, ranas en las camas de sus mismos reyes.

31 Dijo, y vinieron enjambres de moscas, y piojos en todo su término.

32 Volvió sus lluvias en granizo; en fuego de llamas en su tierra.

33 E hirió sus viñas y sus higueras, y quebró los árboles de su término.

34 Dijo, y vinieron langostas, y pulgón sin número;

35 y comieron toda la hierba de su tierra, y comieron el fruto de su tierra.

36 Hirió además a todos los primogénitos en su tierra, el principio de toda su fuerza.

37 Y los sacó con plata y oro; y no hubo en sus tribus enfermo.

38 Egipto se alegró en su salida; porque había caído sobre ellos su terror.

39 Extendió una nube por cubierta, y fuego para alumbrar la noche.

40 Pidieron, e hizo venir codornices; y de pan del cielo los sació.

41 Abrió la peña, y corrieron aguas; fluyeron por los secadales un río.

42 Porque se acordó de su santa palabra con Abraham su esclavo.

43 Y sacó a su pueblo con gozo; con júbilo a sus escogidos.

44 Y les dio las tierras de los gentiles; y las labores de las naciones heredaron,

45 para que guardaran sus estatutos, y observaran sus leyes. Alelu-JAH.

¶ Alelu-JAH. Alabad al SEÑOR, porque es bueno; porque para siempre es su misericordia.

¿Quién expresará las valentías del SEÑOR? ¿Quién contará sus alabanzas?

Dichosos los que guardan juicio, los que hacen justicia en todo tiempo.

Acuérdate de mí, oh SEÑOR, en la buena voluntad para con tu pueblo; visítame con tu salud;

para que yo vea el bien de tus escogidos, para que me goce en la alegría de tu nación, y me gloríe con tu heredad.

¶ Pecamos con nuestros padres, pervertimos, hicimos impiedad.

Nuestros padres en Egipto no entendieron tus maravillas; no se acordaron de la muchedumbre de tus misericordias; sino que se rebelaron junto al mar, en el mar Bermejo.

Los salvó por su Nombre, para hacer notoria su fortaleza.

Y reprendió al mar Bermejo, y lo secó; y les hizo ir por el abismo, como por un desierto.

10 Y los salvó de mano del enemigo, y los rescató de mano del adversario.

11 Y cubrieron las aguas a sus enemigos; no quedó uno de ellos.

12 Entonces creyeron a sus palabras, y cantaron su alabanza.

13 ¶ Se apresuraron, se olvidaron de sus obras; no esperaron en su consejo.

14 Se entregaron a un deseo desordenado en el desierto; y tentaron a Dios en la soledad.

15 Y él les dio lo que pidieron; mas envió flaqueza en sus almas.

16 Tomaron después celo contra Moisés en el campamento, y contra Aarón el santo del SEÑOR.

17 Se abrió la tierra, y tragó a Datán, y cubrió la compañía de Abiram.

18 Y se encendió el fuego en su compañía; la llama quemó los impíos.

19 Hicieron el becerro en Horeb, y adoraron a un vaciadizo.

20 Así trocaron su gloria por la imagen de un buey que come hierba.

21 Olvidaron al Dios de su salud, que había hecho grandezas en Egipto;

22 maravillas en la tierra de Cam, temerosas cosas sobre el mar Bermejo.

23 Y trató de destruirlos, a no haberse puesto Moisés su escogido al portillo delante de él, a fin de apartar su ira, para que no los destruyera.

24 Y aborrecieron la tierra deseable; no creyeron a su palabra;

25 antes murmuraron en sus tiendas, y no oyeron la voz del SEÑOR.

26 Por lo que alzó su mano a ellos, para postrarlos en el desierto,

27 y humillar su simiente entre los gentiles, y esparcirlos por las tierras.

28 Se allegaron asimismo a Baal-peor, y comieron los sacrificios por los muertos.

29 Y ensañaron a Dios con sus obras, y aumentó la mortandad en ellos.

30 Entonces se puso Finees, y juzgó; y se detuvo la mortandad.

31 Y le fue contado a justicia de generación en generación para siempre.

32 También le irritaron en las aguas de Meriba; e hizo mal a Moisés por causa de ellos;

33 porque hicieron rebelar a su espíritu, como lo expresó con sus labios.

34 ¶ No destruyeron los pueblos que el SEÑOR les dijo;

35 antes se mezclaron con los gentiles, y aprendieron sus obras.

36 Y sirvieron a sus ídolos; los cuales les fueron por ruina.

37 Y sacrificaron sus hijos y sus hijas a los diablos;

38 y derramaron la sangre inocente, la sangre de sus hijos y de sus hijas, que sacrificaron a los ídolos de Canaán; y la tierra fue contaminada con sangre.

39 Se contaminaron así con sus propias obras, y fornicaron con sus hechos.

40 Se encendió por tanto el furor del SEÑOR sobre su pueblo, y abominó su heredad:

41 Y los entregó en poder de los gentiles, y se enseñorearon de ellos los que los aborrecían.

42 Y sus enemigos los oprimieron, y fueron quebrantados debajo de su mano.

43 Muchas veces los libró; mas ellos se rebelaron a su consejo, y fueron humillados por su iniquidad.

44 El con todo, miraba cuando estaban en angustia, y oía su clamor;

45 y se acordaba de su pacto con ellos, y se arrepentía conforme a la muchedumbre de sus misericordias.

46 Hizo asimismo que tuvieran de ellos misericordia todos los que los tenían cautivos.

47 Sálvanos, SEÑOR Dios nuestro, y júntanos de entre los gentiles, para que loemos tu santo Nombre, para que nos gloriemos de tus alabanzas.

48 Bendito el SEÑOR Dios de Israel, desde el siglo y hasta el siglo; y diga todo el pueblo, Amén. Alelu-JAH.

¶ Alabad al SEÑOR, porque es bueno; porque para siempre es su misericordia.

Díganlo los redimidos del SEÑOR, los que ha redimido del poder del enemigo,

y los ha congregado de las tierras, del oriente y del occidente, del aquilón y del mar.

Anduvieron perdidos por el desierto, por la soledad sin camino, sin hallar ciudad en dónde vivir.

Hambrientos y sedientos, su alma desfallecía en ellos.

Y clamaron al SEÑOR en su angustia, los libró de sus aflicciones.

Los dirigió por camino derecho, para que vinieran a ciudad de habitación.

Alaben al SEÑOR por su misericordia; y sus maravillas para con los hijos de Adán.

Porque sació al alma menesterosa, y llenó de bien al alma hambrienta.

10 ¶ Los que moraban en tinieblas y sombra de muerte aprisionados, en aflicción y en hierros,

11 por cuanto fueron rebeldes a las palabras del SEÑOR, y aborrecieron el consejo del Altísimo.

12 Por eso quebrantó él con trabajo sus corazones, cayeron y no hubo quién los ayudara.

13 Luego que clamaron al SEÑOR en su angustia, los libró de sus aflicciones.

14 Los sacó de las tinieblas, y de la sombra de muerte; y rompió sus prisiones.

15 Alaben al SEÑOR por su misericordia, y sus maravillas para con los hijos de Adán.

16 Porque quebrantó las puertas de bronce, y desmenuzó los cerrojos de hierro.

17 Los locos, a causa del camino de su rebelión; y a causa de sus iniquidades fueron afligidos,

18 su alma abominó toda vianda; y llegaron hasta las puertas de la muerte.

19 Mas clamaron al SEÑOR en su angustia; y los salvó de sus aflicciones.

20 Envió su palabra, y los curó, y los libró de sus sepulturas.

21 Alaben al SEÑOR por su misericordia, y sus maravillas para con los hijos de Adán.

22 Y ofrezcan sacrificios de alabanza, y publiquen sus obras con júbilo.

23 ¶ Los que descienden al mar en navíos, y hacen obra en las muchas aguas,

24 ellos han visto las obras del SEÑOR, y sus maravillas en el mar profundo.

25 El dijo, e hizo saltar el viento de la tempestad, que levanta sus ondas;

26 suben a los cielos, descienden a los abismos; sus almas se derriten con el mal.

27 Tiemblan, y titubean como borrachos, y toda su ciencia es perdida;

28 claman al SEÑOR en su angustia, y los libra de sus aflicciones.

29 Hace parar la tempestad en sosiego, y sus ondas cesan.

30 Se alegran luego porque se reposaron; y él los guía al término de su voluntad.

31 Alaben al SEÑOR por su misericordia, y sus maravillas para con los hijos de Adán.

32 Y ensálcenlo en la congregación del pueblo; y en la reunión de ancianos lo alaben.

33 El puso los ríos en desierto, y los manaderos de las aguas en sed;

34 la tierra fructífera en salados; por la maldad de los que la habitan.

35 Vuelve el desierto en estanques de aguas, y la tierra desierta en manaderos de agua.

36 Y aposenta allí hambrientos, y aderezan allí ciudad para habitación;

37 y siembran campos, y plantan viñas; y rinden fruto de aumento.

38 Y los bendice, y se multiplican en gran manera; y no disminuye sus bestias.

39 Y después son menoscabados, y abatidos de tiranía; de males y congojas.

40 El derrama menosprecio sobre los príncipes, y les hace andar errados, vagabundos, sin camino.

41 Y levanta al pobre de la pobreza, y vuelve las familias como ovejas.

42 Vean los rectos, y alégrense; y toda maldad cierre su boca.

43 ¿Quién es sabio y guardará estas cosas, y entenderá las misericordias del SEÑOR?

Canción de Salmo: de David.

Mi corazón está firme, oh Dios; cantaré y diré salmos; ésta es mi gloria.

Despiértate, salterio y arpa; despertaré al alba.

Te alabaré, oh SEÑOR, entre los pueblos; a ti cantaré salmos entre las naciones.

Porque grande más que los cielos es tu misericordia, y hasta los cielos tu verdad.

Ensálzate sobre los cielos, oh Dios; sobre toda la tierra sea ensalzada tu gloria.

¶ Para que sean librados tus amados; salva con tu diestra, y respóndeme.

Dios juró por su santuario, me alegraré; repartiré a Siquem, y mediré el valle de Sucot.

Mío será Galaad, mío será Manasés; y Efraín será la fortaleza de mi cabeza; Judá será mi legislador;

Moab, la vasija de mi lavatorio; sobre Edom echaré mi calzado; sobre Filistea triunfaré con júbilo.

10 ¿Quién me guiará a la ciudad fortalecida? ¿Quién me guiará hasta Idumea?

11 Ciertamente tú, oh Dios, que nos habías desechado; y no salías, oh Dios, con nuestros ejércitos.

12 Danos socorro en la angustia; porque mentirosa es la salvación del hombre.

13 En Dios haremos proezas; y él hollará de nuevo a nuestros enemigos.

Biblia del Jubileo (JBS)

Biblia del Jubileo 2000 (JUS) © 2000, 2001, 2010, 2014, 2017, 2020 by Ransom Press International