Bible in 90 Days
Al Vencedor: de David: Salmo.
1 Oh Dios de mi alabanza, no calles;
2 porque boca de impío y boca de engañador se han abierto sobre mí; han hablado de mí con lengua mentirosa,
3 y con palabras de odio me rodearon; y pelearon contra mí sin causa.
4 En pago de mi amor me han sido adversarios; mas yo oraba.
5 Y pusieron contra mí mal por bien, y odio por mi amor.
6 ¶ Pon sobre él al impío; y Satanás esté a su diestra.
7 Cuando fuere juzgado, salga impío; y su oración sea para pecado.
8 Sean sus días pocos; tome otro su oficio.
9 Sean sus hijos huérfanos, y su mujer viuda.
10 Y anden sus hijos vagabundos, y mendiguen; y procuren de sus desiertos.
11 Enrede el acreedor todo lo que tiene, y extraños saqueen su trabajo.
12 No tenga quien le haga misericordia; ni haya quien tenga compasión de sus huérfanos.
13 Su posteridad sea talada; en segunda generación sea raído su nombre.
14 Venga en memoria cerca del SEÑOR la iniquidad de sus padres, y el pecado de su madre no sea borrado.
15 Estén siempre delante del SEÑOR, y él corte de la tierra su memoria.
16 Por cuanto no se acordó de hacer misericordia, y persiguió al varón pobre en espíritu, y menesteroso, y quebrantado de corazón, para matarlo.
17 Y amó la maldición, y ésta le sobrevino; y no quiso la bendición, y ella se alejó de él.
18 Y se vistió de maldición como de su vestido, y entró como agua en sus entrañas, y como aceite en sus huesos.
19 Séale como vestido con que se cubra, y en lugar del cinto con que se ciña siempre.
20 Este sea el pago de parte del SEÑOR de los que me calumnian, y de los que hablan mal contra mi alma.
21 ¶ Y tú, oh DIOS el Señor, haz conmigo por amor de tu Nombre: Líbrame, porque tu misericordia es buena.
22 Porque yo soy pobre y necesitado; y mi corazón está herido dentro de mí.
23 Como la sombra cuando declina me voy; soy arrebatado del viento como langosta.
24 Mis rodillas están debilitadas a causa del ayuno, y mi carne desfallecida por falta de gordura.
25 Yo he sido para ellos objeto de oprobio; me miraban, y meneaban su cabeza.
26 Ayúdame, SEÑOR Dios mío; sálvame conforme a tu misericordia.
27 Y entiendan que ésta es tu mano; que tú, el SEÑOR, has hecho esto.
28 Maldigan ellos, y bendice tú; levántense, mas sean avergonzados; y tu esclavo sea alegrado.
29 Sean vestidos de vergüenza los que me calumnian; y sean cubiertos de su confusión como con un manto.
30 Yo alabaré al SEÑOR en gran manera con mi boca, y le loaré en medio de muchos.
31 Porque él se pondrá a la diestra del pobre en espíritu, para librar su alma de los que le juzgan.
Salmo de David.
1 El SEÑOR dijo a mi Señor; siéntate a mi diestra, entretanto que pongo tus enemigos por estrado de tus pies.
2 La vara de tu fortaleza enviará el SEÑOR desde Sion; domina en medio de tus enemigos.
3 Tu pueblo será voluntario en el día de tu poder, en la hermosura de la santidad; como el rocío que cae de la matriz del alba, así te nacerán los tuyos.
4 Juró el SEÑOR, y no se arrepentirá. Tú eres sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec.
5 ¶ El Señor a tu diestra herirá a los reyes en el día de su furor:
6 Juzgará en los gentiles, los llenará de cuerpos muertos; herirá la cabeza sobre mucha tierra.
7 Del arroyo beberá en el camino; por lo cual levantará su cabeza.
Alelu-JAH.
Alef
1 Alabaré al SEÑOR con todo el corazón, Bet en la compañía y en la congregación de los rectos.
Guímel
2 Grandes son las obras del SEÑOR; Dálet buscadas de todos los que las quieren.
He
3 Honra y hermosura es su obra; Vau y su justicia permanece para siempre.
Zain
4 Hizo memorables sus maravillas, Chet clemente y misericordioso es el SEÑOR.
Tet
5 Dio mantenimiento a los que le temen; Yod para siempre se acordará de su pacto.
6 ¶ Caf La fortaleza de sus obras anunció a su pueblo, Lámed dándoles la heredad de los gentiles.
Mem
7 Las obras de sus manos son verdad y juicio, Nun fieles son todos sus mandamientos;
Sámec
8 Son firmes de siglo a siglo, Ayin hechos en verdad y en rectitud.
Pe
9 Redención ha enviado a su pueblo, Tsade encargó para siempre su pacto, Cof santo y reverendo es su Nombre.
Resh
10 El principio de la sabiduría es el temor del SEÑOR, Sin buen entendimiento tienen todos los que ponen por obra su voluntad; Tau su loor permanece para siempre.
Alelu-JAH.
Alef
1 Bienaventurado el varón que teme al SEÑOR, Bet y en sus mandamientos se deleita en gran manera.
Guímel
2 Su simiente será valiente en la tierra; Dálet la generación de los rectos será bendita.
He
3 Hacienda y riquezas habrá en su casa; Vau y su justicia permanece para siempre.
Zain
4 Resplandeció en las tinieblas luz a los rectos; Chet clemente, y misericordioso, y justo.
Tet
5 El buen varón tiene misericordia y presta, Yod gobierna sus cosas con juicio.
6 ¶ Caf Por lo cual no resbalará para siempre, Lámed en memoria eterna será el justo.
Mem
7 De mala fama no tendrá temor, Nun su corazón está firme, confiado en el SEÑOR.
Sámec
8 Asentado está su corazón, no temerá, Ayin hasta que vea en sus enemigos su deseo.
Pe
9 Esparce, da a los pobres, Tsade su justicia permanece para siempre; Cof su cuerno será ensalzado en gloria.
Resh
10 Lo verá el impío, y se despechará; Sin crujirá los dientes, y se carcomerá; Tau el deseo de los impíos perecerá.
Alelu-JAH.
1 Alabad, esclavos del SEÑOR, alabad el Nombre del SEÑOR.
2 Sea el Nombre del SEÑOR bendito, desde ahora y para siempre.
3 Desde el nacimiento del sol hasta donde se pone, sea alabado el Nombre del SEÑOR.
4 Alto sobre todos los gentiles es el SEÑOR; sobre los cielos es su gloria.
5 ¿Quién como el SEÑOR nuestro Dios? El que enaltece su habitación;
6 que se abaje para ver en el cielo, y en la tierra;
7 que levanta del polvo al pobre, y al menesteroso alza del estiércol;
8 para hacerlo sentar con los príncipes, con los príncipes de su pueblo;
9 que hace habitar en familia a la estéril, para que sea madre de hijos alegre. Alelu-JAH.
1 Saliendo Israel de Egipto, la casa de Jacob del pueblo de lenguaje bárbaro,
2 Judá fue por su santidad, Israel su señorío.
3 El mar lo vio, y huyó; el Jordán se volvió atrás.
4 Los montes saltaron como carneros, los collados como corderitos.
5 ¿Qué tuviste, oh mar, que huiste? ¿Y tú, oh Jordán, que te volviste atrás?
6 Oh montes, ¿por qué saltasteis como carneros, y vosotros, collados, como corderitos?
7 A la presencia del Señor tiembla la tierra, a la presencia del Dios de Jacob;
8 el cual tornó la peña en estanque de aguas, y en fuente de aguas la roca.
1 ¶ No a nosotros, oh SEÑOR, no a nosotros, sino a tu Nombre da gloria; por tu misericordia, por tu verdad.
2 Por qué dirán los gentiles: ¿Dónde está ahora su Dios?
3 Y nuestro Dios está en los cielos, todo lo que quiso ha hecho.
4 Los ídolos de ellos son plata y oro, obra de manos de hombres.
5 Tienen boca, mas no hablarán; tienen ojos, mas no verán;
6 orejas tienen, mas no oirán; tienen narices, mas no olerán;
7 manos tienen, mas no palparán; tienen pies, mas no andarán; no hablarán con su garganta.
8 Como ellos sean los que los hacen; cualquiera que en ellos confía.
9 ¶ Oh Israel, confía en el SEÑOR; él es su ayuda y su escudo.
10 Casa de Aarón, confiad en el SEÑOR; él es su ayuda y su escudo.
11 Los que teméis al SEÑOR, confiad en el SEÑOR; él es su ayuda y su escudo.
12 El SEÑOR se acordó de nosotros; bendecirá sobremanera a la casa de Israel; bendecirá a la casa de Aarón.
13 Bendecirá a los que temen al SEÑOR; a chicos y a grandes.
14 Acrecentará el SEÑOR bendición sobre vosotros; sobre vosotros y sobre vuestros hijos.
15 Benditos vosotros del SEÑOR, que hizo los cielos y la tierra.
16 Los cielos son los cielos del SEÑOR; y ha dado la tierra a los hijos de Adán.
17 No alabarán los muertos a JAH, ni todos los que descienden al silencio;
18 mas nosotros bendeciremos a JAH, desde ahora y para siempre. Alelu-JAH.
1 ¶ Amo al SEÑOR, porque ha oído mi voz y mis súplicas.
2 Porque ha inclinado a mí su oído, le invocaré en todos mis días.
3 Me rodearon los dolores de la muerte, me encontraron las angustias del Seol; angustia y dolor había yo hallado.
4 Entonces invoqué el Nombre del SEÑOR, diciendo: Libra ahora, oh SEÑOR, mi alma.
5 Clemente es el SEÑOR y justo; sí, misericordioso es nuestro Dios.
6 El SEÑOR guarda a los simples; estaba debilitado, y me salvó.
7 Vuelve, oh alma mía, a tu reposo; porque el SEÑOR te ha hecho bien.
8 Porque has librado mi alma de la muerte, mis ojos de lágrimas, y mis pies de resbalar.
9 Andaré delante del SEÑOR en la tierra de los vivientes.
10 ¶ Creí; por tanto hablé, y fui afligido en gran manera.
11 Y dije en mi apresuramiento: Todo hombre es mentiroso.
12 ¿Qué pagaré al SEÑOR por todos sus beneficios para conmigo?
13 Tomaré la copa de la salud, e invocaré el Nombre del SEÑOR.
14 Ahora pagaré mis votos al SEÑOR delante de todo su pueblo.
15 Estimada es en los ojos del SEÑOR la muerte de sus misericordiosos.
16 Así es oh SEÑOR, porque yo soy tu esclavo, yo soy tu esclavo, hijo de tu esclava; tú rompiste mis prisiones.
17 Te ofreceré sacrificio de alabanza, e invocaré el Nombre del SEÑOR.
18 Ahora pagaré mis votos al SEÑOR delante de todo su pueblo;
19 en los atrios de la Casa del SEÑOR, en medio de ti, oh Jerusalén. Alelu-JAH.
1 ¶ Alabad al SEÑOR todos los gentiles; alabadle todos los pueblos.
2 Porque ha engrandecido sobre nosotros su misericordia; y la verdad del SEÑOR es para siempre. Alelu-JAH.
1 Alabad al SEÑOR, porque es bueno; porque para siempre es su misericordia.
2 Diga ahora Israel: Que para siempre es su misericordia.
3 Diga ahora la casa de Aarón: Que para siempre es su misericordia.
4 Digan ahora los que temen al SEÑOR: Que eterna es su misericordia.
5 Desde la angustia invoqué a JAH; y me respondió JAH, poniéndome en anchura.
6 El SEÑOR está por mí; no temeré lo que me pueda hacer el hombre.
7 El SEÑOR está por mí entre los que me ayudan; por tanto yo veré mi deseo en los que me aborrecen.
8 Mejor es esperar en el SEÑOR que esperar en hombre.
9 Mejor es esperar en el SEÑOR que esperar en príncipes.
10 Todas las naciones me cercaron; en el nombre del SEÑOR, que yo los talaré.
11 Me cercaron y me asediaron; en el nombre del SEÑOR, que yo los talaré.
12 Me cercaron como abejas, fueron apagados como fuegos de espinos; en el nombre del SEÑOR, que yo los talaré.
13 Me empujaste con violencia para que cayera; pero el SEÑOR me ayudó.
14 Mi fortaleza y mi canción es JAH, y él me ha sido por salud.
15 Voz de júbilo y de salud hay en las tiendas de los justos, la diestra del SEÑOR hace valentías.
16 La diestra del SEÑOR es sublime, la diestra del SEÑOR hace valentías.
17 No moriré, sino que viviré, y contaré las obras de JAH.
18 Me castigó gravemente JAH, mas no me entregó a la muerte.
19 ¶ Abridme las puertas de la justicia, entraré por ellas, alabaré a JAH.
20 Esta puerta es del SEÑOR, por ella entrarán los justos.
21 Te alabaré porque me has oído, y me fuiste por salud.
22 La piedra que desecharon los edificadores, ha venido a ser cabeza del ángulo.
23 De parte del SEÑOR es esto, es maravilla en nuestros ojos.
24 Este es el día que hizo el SEÑOR, nos gozaremos y alegraremos en él.
25 Oh SEÑOR, salva ahora, te ruego; oh SEÑOR, te ruego nos hagas prosperar ahora.
26 Bendito el que viene en el Nombre del SEÑOR, desde la Casa del SEÑOR os bendecimos.
27 Dios es el SEÑOR que nos ha resplandecido, atad el sacrificio con cuerdas a los cuernos del altar.
28 Mi Dios eres tú, y a ti alabaré; Dios mío, a ti ensalzaré.
29 Alabad al SEÑOR, porque es bueno; porque para siempre es su misericordia.
1 ALEF Bienaventurados los perfectos de camino; los que andan en la ley del SEÑOR.
2 Bienaventurados los que guardan sus testimonios, y con todo el corazón le buscan.
3 Pues los que no hacen iniquidad, andan en sus caminos.
4 Tú encargaste tus mandamientos, que sean muy guardados.
5 ¡Deseo que fueran ordenados mis caminos a guardar tus estatutos!
6 Entonces no sería yo avergonzado, cuando mirara en todos tus mandamientos.
7 Te alabaré con rectitud de corazón, cuando aprendiere los juicios de tu justicia.
8 Tus estatutos guardaré, no me dejes enteramente.
9 ¶ BET ¿Con qué limpiará el joven su camino? Cuando guardare tu palabra.
10 Con todo mi corazón te he buscado, no me dejes errar de tus mandamientos.
11 En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti.
12 Bendito tú, oh SEÑOR, enséñame tus estatutos.
13 Con mis labios he contado todos los juicios de tu boca.
14 En el camino de tus testimonios me he gozado, como sobre toda riqueza.
15 En tus mandamientos meditaré, y consideraré tus caminos.
16 En tus estatutos me recrearé, no me olvidaré de tus palabras.
17 ¶ GUIMEL Haz este bien a tu esclavo que viva, y guarde tu palabra.
18 Destapa mis ojos, y miraré las maravillas de tu ley.
19 Advenedizo soy yo en la tierra, no encubras de mí tus mandamientos.
20 Quebrantada está mi alma de desear tus juicios todo el tiempo.
21 Reprendiste a los soberbios, malditos los que yerran de tus mandamientos.
22 Aparta de mí, oprobio y menosprecio; porque tus testimonios he guardado.
23 Príncipes también se sentaron y hablaron contra mí, hablando tu esclavo según tus estatutos.
24 Pues tus testimonios son mis deleites, y mis consejeros.
25 ¶ DALET Se apegó con el polvo mi alma, vivifícame según tu palabra.
26 Mis caminos te conté, y me has respondido; enséñame tus estatutos.
27 Hazme entender el camino de tus mandamientos, y meditaré de tus maravillas.
28 Se deshace mi alma de ansiedad, confírmame según tu palabra.
29 Aparta de mí, camino de mentira; y de tu ley hazme misericordia.
30 Escogí el camino de la verdad; he puesto tus juicios delante de mí.
31 Me he allegado a tus testimonios; oh SEÑOR, no me avergüences.
32 Por el camino de tus mandamientos correré, cuando ensanchares mi corazón.
33 ¶ HE Enséñame, oh SEÑOR, el camino de tus estatutos, y lo guardaré hasta el fin.
34 Dame entendimiento, y guardaré tu ley; y la cumpliré de todo corazón.
35 Guíame por la senda de tus mandamientos, porque en ella tengo mi voluntad.
36 Inclina mi corazón a tus testimonios, y no a la avaricia.
37 Aparta mis ojos, que no vean la vanidad; avívame en tu camino.
38 Confirma tu palabra a tu esclavo, que te teme.
39 Quita de mí el oprobio que he temido, porque buenos son tus juicios.
40 He aquí yo he codiciado tus mandamientos, vivifícame en tu justicia.
41 ¶ VAU Y venga a mí tu misericordia, oh SEÑOR; tu salvación, conforme a tu dicho.
42 Y daré por respuesta a mi avergonzador, que en tu palabra he confiado.
43 Y no quites de mi boca en ningún tiempo la palabra de verdad; porque a tu juicio espero.
44 Y guardaré tu ley siempre, de siglo a siglo.
45 Y andaré en libertad, porque busqué tus mandamientos.
46 Y hablaré de tus testimonios delante de los reyes, y no me avergonzaré.
47 Y me deleitaré en tus mandamientos, que he amado.
48 Alzaré asimismo mis manos a tus mandamientos que amé; y meditaré en tus estatutos.
49 ¶ ZAIN Acuérdate de la palabra dada a tu esclavo, en la cual me has hecho esperar.
50 Esta es mi consolación en mi aflicción, porque tu dicho me vivificó.
51 Los soberbios se burlaron mucho de mí, mas no me he apartado de tu ley.
52 Me acordé, oh SEÑOR, de tus juicios antiguos, y me consolé.
53 Horror se apoderó de mí, a causa de los impíos que dejan tu ley.
54 Canciones me son tus estatutos en la casa de mis peregrinaciones.
55 Me acordé en la noche de tu Nombre, oh SEÑOR, y guardé tu ley.
56 Esto tuve, porque guardaba tus mandamientos.
57 ¶ CHET Mi porción, oh SEÑOR, dije, será guardar tus palabras.
58 Tu presencia supliqué de todo corazón, ten misericordia de mí según tu palabra.
59 Consideré mis caminos, y torné mis pies a tus testimonios.
60 Me apresuré, y no me retardé en guardar tus mandamientos.
61 Compañía de impíos me han robado, mas no me he olvidado de tu ley.
62 A medianoche me levantaré a alabarte sobre los juicios de tu justicia.
63 Compañero soy yo a todos los que te temieren, y guardaren tus mandamientos.
64 De tu misericordia, oh SEÑOR, está llena la tierra; tus estatutos me enseñan.
65 ¶ TET Bien has hecho con tu esclavo, oh SEÑOR, conforme a tu palabra.
66 Bondad de sentido y sabiduría me enseña; porque tus mandamientos he creído.
67 Antes que fuera humillado, yo erraba; mas ahora tu dicho guardo.
68 Bueno eres tú, y bienhechor; enséñame tus estatutos.
69 Sobre mí fabricaron mentira los soberbios, mas yo guardaré de todo corazón tus mandamientos.
70 Se engrosó el corazón de ellos como sebo; mas yo en tu ley me he deleitado.
71 Bueno me es haber sido humillado, para que aprenda tus estatutos.
72 Mejor me es la ley de tu boca, que millares de oro y plata.
73 ¶ YOD Tus manos me hicieron y me formaron; hazme entender, y aprenderé tus mandamientos.
74 Los que te temen, me verán, y se alegrarán; porque en tu palabra he esperado.
75 Conozco, oh SEÑOR, que tus juicios son la misma justicia, y que en fidelidad me afligiste.
76 Sea ahora tu misericordia para consolarme, conforme a lo que has dicho a tu esclavo.
77 Vengan a mí tus misericordias, y viva; porque tu ley es mi deleite.
78 Sean avergonzados los soberbios, porque sin causa me han calumniado; pero yo, meditaré en tus mandamientos.
79 Tórnense a mí los que te temen y conocen tus testimonios.
80 Sea mi corazón perfecto en tus estatutos; para que no sea yo avergonzado.
81 ¶ CAF Desfalleció de deseo mi alma por tu salvación, esperando a tu palabra.
82 Desfallecieron mis ojos por tu dicho, diciendo: ¿Cuándo me consolarás?
83 Porque estoy como el odre al humo; mas no he olvidado tus estatutos.
84 ¿Cuántos son los días de tu esclavo? ¿Cuándo harás juicio contra los que me persiguen?
85 Los soberbios me han cavado hoyos; mas no obran según tu ley.
86 Todos tus mandamientos son la misma verdad; sin causa me persiguen; ayúdame.
87 Casi me han consumido por tierra; mas yo no he dejado tus mandamientos.
88 Conforme a tu misericordia vivifícame, y guardaré los testimonios de tu boca.
89 ¶ LAMED Para siempre, oh SEÑOR, permanece tu palabra en los cielos.
90 Por generación y generación es tu verdad; tú afirmaste la tierra, y persevera.
91 Por tu ordenación perseveran hasta hoy; porque todas ellas son tus esclavos.
92 Si tu ley no hubiera sido mi delicia, ya hubiera perecido en mi aflicción.
93 Nunca jamás me olvidaré de tus mandamientos; porque con ellos me has vivificado.
94 Tuyo soy yo, guárdame; porque he buscado tus mandamientos.
95 Los impíos me han aguardado para destruirme; mas yo entenderé en tus testimonios.
96 A toda perfección he visto fin; amplio sobremanera es tu mandamiento.
97 ¶ MEM ¡Cuánto he amado tu ley! Todo el día es ella mi meditación.
98 Me has hecho más sabio que mis enemigos con tus mandamientos; porque me son eternos.
99 Más que todos mis enseñadores he entendido; porque tus testimonios han sido mi meditación.
100 He entendido más que los ancianos, porque he guardado tus mandamientos.
101 De todo mal camino detuve mis pies, para guardar tu palabra.
102 De tus juicios no me aparté; porque tú me enseñaste.
103 ¡Cuán dulces han sido a mi paladar tus dichos! Más que la miel a mi boca.
104 De tus mandamientos he adquirido entendimiento; por tanto he aborrecido todo camino de mentira.
105 ¶ NUN Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbre a mi camino.
106 Juré y ratifiqué el guardar los juicios de tu justicia.
107 Afligido estoy en gran manera; oh SEÑOR, vivifícame conforme a tu palabra.
108 Te ruego, oh SEÑOR, que te sean agradables los sacrificios voluntarios de mi boca; y enséñame tus juicios.
109 De continuo está mi alma en mi mano; mas no me he olvidado de tu ley.
110 Me pusieron lazo los impíos; pero yo no me desvié de tus mandamientos.
111 Por heredad he tomado tus testimonios para siempre; porque son el gozo de mi corazón.
112 Mi corazón incliné a poner por obra tus estatutos de continuo, hasta el fin.
113 ¶ SAMEC Los pensamientos vanos aborrezco; y tu ley he amado.
114 Mi escondedero y mi escudo eres tú; a tu palabra he esperado.
115 Apartaos de mí los malignos, porque guardaré los mandamientos de mi Dios.
116 Susténtame conforme a tu palabra, y viviré; y no me frustres de mi esperanza.
117 Sostenme, y seré salvo; y me deleitaré siempre en tus estatutos.
118 Atropellaste a todos los que yerran de tus estatutos; porque su engaño es mentira.
119 Como escorias hiciste deshacer a todos los impíos de la tierra; por tanto yo he amado tus testimonios.
120 Mi carne se ha estremecido por temor de ti; y de tus juicios tengo miedo.
121 ¶ AYIN Juicio y justicia he hecho; no me dejes a mis opresores.
122 Responde por tu esclavo para bien; no me hagan violencia los soberbios.
123 Mis ojos desfallecieron por tu salud, y por el dicho de tu justicia.
124 Haz con tu esclavo según tu misericordia, y enséñame tus estatutos.
125 Tu esclavo soy yo, dame entendimiento; para que sepa tus testimonios.
126 Tiempo es de actuar, oh SEÑOR; han disipado tu ley.
127 Por eso he amado tus mandamientos más que el oro, y más que oro muy puro.
128 Por eso todos los mandamientos de todas las cosas estimé rectos; aborrecí todo camino de mentira.
129 ¶ PE Maravillosos son tus testimonios; por tanto los ha guardado mi alma.
130 La exposición de tus palabras alumbra; hace entender a los simples.
131 Mi boca abrí y suspiré; porque deseaba tus mandamientos.
132 Mírame, y ten misericordia de mí, como acostumbras con los que aman tu Nombre.
133 Ordena mis pasos con tu palabra; y ninguna iniquidad se enseñoree de mí.
134 Redímeme de la violencia de los hombres; y guardaré tus mandamientos.
135 Haz que tu rostro resplandezca sobre tu esclavo; y enséñame tus estatutos.
136 Ríos de agua descendieron de mis ojos, porque no guardaban tu ley.
137 ¶ TSADE Justo eres tú, oh SEÑOR, y rectos tus juicios.
138 Encargaste la justicia es a saber tus testimonios, y tu verdad.
139 Mi celo me ha consumido; porque mis enemigos se olvidaron de tus palabras.
140 Sumamente pura es tu palabra; y tu esclavo la ama.
141 Pequeño soy yo y desechado; mas no me he olvidado de tus mandamientos.
142 Tu justicia es justicia eterna, y tu ley la misma verdad.
143 Aflicción y angustia me hallaron; mas tus mandamientos fueron mis deleites.
144 Justicia eterna son tus testimonios; dame entendimiento, y viviré.
145 ¶ COF Clamé con todo mi corazón; respóndeme, SEÑOR, y guardaré tus estatutos.
146 Clamé a ti; sálvame, y guardaré tus testimonios.
147 Me anticipé al alba, y clamé; esperé en tu palabra.
148 Se anticiparon mis ojos a las vigilias de la noche, para meditar en tus dichos.
149 Oye mi voz conforme a tu misericordia, oh SEÑOR; vivifícame conforme a tu juicio.
150 Se acercaron a la maldad los que me persiguen; se alejaron de tu ley.
151 Cercano estás tú, oh SEÑOR; y todos tus mandamientos son la misma verdad.
152 Hace ya mucho que he entendido de tus testimonios, que para siempre los fundaste.
153 ¶ RESH Mira mi aflicción, y líbrame; porque de tu ley no me he olvidado.
154 Aboga mi causa, y redímeme; vivifícame con tu dicho.
155 Lejos está de los impíos la salud; porque no buscan tus estatutos.
156 Muchas son tus misericordias, oh SEÑOR; vivifícame conforme a tus juicios.
157 Muchos son mis perseguidores y mis enemigos; mas de tus testimonios no me he apartado.
158 Veía a los prevaricadores, y me carcomía; porque no guardaban tus palabras.
159 Mira, oh SEÑOR, que amo tus mandamientos; vivifícame conforme a tu misericordia.
160 El principio de tu palabra es la misma verdad; y eterno es todo juicio de tu justicia.
161 ¶ SIN Príncipes me han perseguido sin causa; mas mi corazón tuvo miedo de tus palabras.
162 Me gozo sobre tu dicho, como el que halla muchos despojos.
163 La mentira aborrezco y abomino; tu ley amo.
164 Siete veces al día te alabo sobre los juicios de tu justicia.
165 Mucha paz tienen los que aman tu ley; y no hay para ellos tropiezo.
166 Tu salud he esperado, oh SEÑOR; y tus mandamientos he puesto por obra.
167 Mi alma ha guardado tus testimonios, y los he amado en gran manera.
168 He guardado tus mandamientos, y tus testimonios; porque todos mis caminos están delante de ti.
169 ¶ TAU Acérquese mi clamor delante de ti, oh SEÑOR; dame entendimiento conforme a tu palabra.
170 Venga mi oración delante de ti; líbrame conforme a tu dicho.
171 Mis labios rebosarán alabanza, cuando me enseñares tus estatutos.
172 Hablará mi lengua tus dichos; porque todos tus mandamientos son la misma justicia.
173 Sea tu mano en mi socorro; porque tus mandamientos he escogido.
174 He deseado tu salud, oh SEÑOR; y tu ley es mi delicia.
175 Viva mi alma y alábale; y tus juicios me ayuden.
176 Yo me perdí como oveja extraviada; busca a tu esclavo; porque no me he olvidado de tus mandamientos.
Canción de las gradas.
1 Al SEÑOR llamé estando en angustia, y él me respondió.
2 Libra mi alma, oh SEÑOR, del labio mentiroso, de la lengua engañosa.
3 ¿Qué te dará a ti, o qué te añadirá la lengua engañosa?
4 Agudas saetas de valiente, con brasas de enebro.
5 ¶ ¡Ay de mí, que peregrino en Mesec, y habito con las tiendas de Cedar!
6 Mucho se detiene mi alma con los que aborrecen la paz.
7 Yo soy pacífico; y cuando hablo, ellos guerrean.
Canción de las gradas.
1 Alzaré mis ojos a los montes, de donde vendrá mi socorro.
2 Mi socorro viene de parte del SEÑOR, que hizo los cielos y la tierra.
3 No dará tu pie al resbaladero; ni se dormirá el que te guarda.
4 He aquí, no se adormecerá ni dormirá el que guarda a Israel.
5 El SEÑOR será tu guardador; el SEÑOR será tu sombra a tu mano derecha.
6 El sol no te fatigará de día, ni la luna de noche.
7 El SEÑOR te guardará de todo mal; el guardará tu alma.
8 El SEÑOR guardará tu salida y tu entrada, desde ahora y para siempre.
Canción de las gradas: de David.
1 Yo me alegré con los que me decían: A la Casa del SEÑOR iremos.
2 Nuestros pies estuvieron en tus puertas, oh Jerusalén;
3 Jerusalén, la que es edificada como una ciudad que está bien unida entre sí.
4 Porque allá subieron las tribus, las tribus de JAH, el testimonio a Israel, para alabar el Nombre del SEÑOR.
5 Porque allá están los tronos del juicio, los tronos de la casa de David.
6 ¶ Demandad la paz de Jerusalén; sean pacificados los que te aman.
7 Haya paz en tu antemuro, y descanso en tus palacios.
8 A causa de mis hermanos y mis compañeros hablaré ahora paz de ti.
9 A causa de la Casa del SEÑOR nuestro Dios, buscaré bien para ti.
Canción de las gradas.
1 A ti alcé mis ojos, a ti que habitas en los cielos.
2 He aquí como los ojos de los esclavos miran a la mano de sus señores, y como los ojos de la esclava a la mano de su señora; así nuestros ojos esperan al SEÑOR nuestro Dios, hasta que tenga misericordia de nosotros.
3 Ten misericordia de nosotros, oh SEÑOR, ten misericordia de nosotros; porque estamos muy hastiados de menosprecio.
4 Muy hastiada está nuestra alma del escarnio de los que están en holgura; del menosprecio de los soberbios.
Canción de las gradas: de David.
1 Al no haber estado el SEÑOR por nosotros, diga ahora Israel:
2 Al no haber estado el SEÑOR por nosotros, cuando se levantaron contra nosotros los hombres,
3 vivos nos habrían entonces tragado, cuando se encendió su furor contra nosotros.
4 Entonces nos habrían inundado las aguas; sobre nuestra alma hubiera pasado el torrente;
5 hubieran entonces pasado sobre nuestra alma las aguas soberbias.
6 ¶ Bendito el SEÑOR, que no nos dio por presa a sus dientes.
7 Nuestra alma escapó cual ave del lazo de los cazadores; se quebró el lazo, y escapamos nosotros.
8 Nuestro socorro es en el Nombre del SEÑOR, que hizo el cielo y la tierra.
Canción de las gradas.
1 Los que confían en el SEÑOR son como el monte de Sion que no deslizará; estará para siempre.
2 Como Jerusalén tiene montes alrededor de ella, así el SEÑOR alrededor de su pueblo desde ahora y para siempre.
3 Porque no reposará la vara de la impiedad sobre la suerte de los justos; para que no extiendan los justos sus manos a la iniquidad.
4 ¶ Haz bien, oh SEÑOR, a los buenos, y a los que son rectos en sus corazones.
5 Mas a los que se apartan tras sus perversidades, el SEÑOR los llevará con los que obran iniquidad; y paz sea sobre Israel.
Canción de las gradas.
1 Cuando el SEÑOR hiciere tornar la cautividad de Sion, seremos como los que sueñan.
2 Entonces nuestra boca se llenará de risa, y nuestra lengua de alabanza; entonces dirán entre los gentiles: Grandes cosas ha hecho el SEÑOR con éstos.
3 Grandes cosas ha hecho el SEÑOR con nosotros; estaremos alegres.
4 ¶ Haz volver nuestra cautividad oh SEÑOR, como los arroyos en el austro.
5 Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán.
6 Irá andando y llorando el que lleva la preciosa simiente; mas volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas.
Canción de las gradas: para Salomón.
1 Si el SEÑOR no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican; si el SEÑOR no guardare la ciudad, en vano vela la guardia.
2 Por demás os es el madrugar a levantaros, el veniros tarde a reposar, el comer pan de dolores; pues que a su amado dará Dios el sueño.
3 He aquí, heredad del SEÑOR son los hijos; cosa de estima el fruto del vientre.
4 Como saetas en mano del valiente, así son los hijos mancebos.
5 Dichoso el varón que llenó su aljaba de ellos; no será avergonzado cuando hablare con los enemigos en la puerta.
1 ¶ Canción de las gradas. Bienaventurado todo aquel que teme al SEÑOR, que anda en sus caminos.
2 Cuando comieres el trabajo de tus manos, dichoso tú, y tendrás bien.
3 Tu mujer será como la vid que lleva fruto a los lados de tu casa; tus hijos como plantas de olivas alrededor de tu mesa.
4 He aquí que así será bendito el varón que teme al SEÑOR.
5 Bendígate el SEÑOR desde Sion, y veas el bien de Jerusalén todos los días de tu vida.
6 Y veas a los hijos de tus hijos, y la paz sobre Israel.
Canción de las gradas.
1 Mucho me han angustiado desde mi juventud, diga ahora Israel:
2 Mucho me han angustiado desde mi juventud; mas no prevalecieron contra mí.
3 Sobre mis espaldas araron los aradores; hicieron largos surcos.
4 El SEÑOR es justo; cortó las coyundas de los impíos.
5 ¶ Serán avergonzados y vueltos atrás todos los que aborrecen a Sion.
6 Serán como la hierba de los tejados, que se seca antes que crezca;
7 de la cual no llenó el segador su mano, ni sus brazos el que hace gavillas.
8 Ni dijeron los que pasaban: La bendición del SEÑOR sea sobre vosotros; os bendecimos en el Nombre del SEÑOR.
Canción de las gradas.
1 De lo profundo te llamo, oh SEÑOR.
2 Señor, oye mi voz; estén atentos tus oídos a la voz de mi oración.
3 JAH, si retuvieres a las iniquidades, ¿Señor quién persistirá?
4 Por lo cual hay perdón cerca de ti, para que seas temido.
5 ¶ Esperé yo al SEÑOR, esperó mi alma; a su palabra he esperado.
6 Mi alma esperó al SEÑOR más que los centinelas esperan a la mañana, más que los centinelas a la mañana.
7 Espere Israel al SEÑOR; porque con el SEÑOR hay misericordia; y abundante redención cerca de él.
8 Y él rescatará a Israel de todas sus iniquidades.
Canción de las gradas: de David.
1 SEÑOR, mi corazón no se ha envanecido, ni mis ojos se enaltecieron; ni anduve en grandezas, ni en cosas maravillosas más de lo que me pertenecía.
2 Sino que me puse en silencio, e hice callar mi alma, sea yo como el destetado de su madre; como el destetado de mi propia vida.
3 Espera, oh Israel, al SEÑOR desde ahora y para siempre.
Canción de las gradas.
1 Acuérdate, oh SEÑOR, de David, de toda su aflicción;
2 de cómo juró al SEÑOR, prometió al Fuerte de Jacob:
3 No entraré en la morada de mi casa, ni subiré sobre el lecho de mi estrado;
4 no daré sueño a mis ojos, ni a mis párpados adormecimiento,
5 hasta que halle lugar para el SEÑOR, moradas para el Fuerte de Jacob.
6 He aquí, en Efrata oímos de ella; la hallamos en los campos del bosque.
7 Entraremos en sus tiendas; adoremos al estrado de sus pies.
8 Levántate, oh SEÑOR, a tu reposo; tú y el arca de tu fortaleza.
9 Tus sacerdotes se vistan de justicia, y se regocijen tus misericordiosos.
10 Por amor de David tu esclavo no vuelvas de tu ungido el rostro.
11 ¶ Juró el SEÑOR verdad a David, no se apartará de ella; del fruto de tu vientre pondré sobre tu trono.
12 Si tus hijos guardaren mi alianza, y mi testimonio que yo les enseñare; sus hijos también se sentarán sobre tu trono para siempre.
13 Porque el SEÑOR ha elegido a Sion; la deseó por habitación para sí.
14 Este será mi reposo para siempre; aquí habitaré, porque la he deseado.
15 Bendeciré abundantemente su provisión; a sus pobres saciaré de pan.
16 Y a sus sacerdotes vestiré de salud, y sus misericordiosos exultarán de gozo.
17 Allí haré reverdecer el cuerno de David; yo he aparejado lámpara a mi ungido.
18 A sus enemigos vestiré de confusión; y sobre él florecerá su corona.
Canción de las gradas: de David.
1 ¡Mirad cuán bueno y cuán suave es habitar los hermanos igualmente en uno!
2 Es como el buen óleo sobre la cabeza, el cual desciende sobre la barba, la barba de Aarón, que desciende sobre el borde de sus vestiduras;
3 como el rocío de Hermón, que desciende sobre los montes de Sion. Porque allí envía el SEÑOR bendición, y vida eterna.
Canción de las gradas.
1 Mirad, bendecid al SEÑOR, vosotros todos los esclavos del SEÑOR, los que en la Casa del SEÑOR estáis por las noches.
2 Alzad vuestras manos al santuario, y bendecid al SEÑOR.
3 Bendígate el SEÑOR desde Sion, el que hizo los cielos y la tierra.
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