Bible in 90 Days
Juicio de Dios sobre Sión
2 ¡Cómo nubló, en su ira
el Señor a la hija de Sión(A)!
Ha arrojado del cielo a la tierra(B)
la gloria de Israel(C),
y no se ha acordado del estrado de sus pies(D)
en el día de su ira.
2 El Señor ha devorado, no ha perdonado(E)
ninguna de las moradas de Jacob.
Ha derribado en su furor
las fortalezas de la hija de Judá(F),
las ha echado por tierra(G);
ha profanado al reino y a sus príncipes(H).
3 Ha exterminado en el ardor de su ira
todas las fuerzas[a](I) de Israel;
ha echado atrás su diestra
en presencia del enemigo(J);
y se ha encendido en Jacob como llamas de fuego
devorando todo en derredor(K).
4 Ha entesado su arco(L) como enemigo,
ha afirmado su diestra como adversario
y ha matado todo lo que era agradable a la vista(M);
en la tienda de la hija de Sión
ha derramado su furor como fuego(N).
5 Se ha vuelto el Señor como enemigo(O):
ha devorado a Israel,
ha devorado todos sus palacios,
ha destruido sus fortalezas
y ha multiplicado en la hija de Judá(P)
el lamento y el duelo(Q).
6 Y ha tratado con violencia a su tabernáculo[b], como a cabaña de huerto;
ha destruido su lugar de reunión[c](R).
El Señor ha hecho olvidar en Sión
la fiesta solemne y el día de reposo(S),
y ha rechazado en el furor de su ira
al rey y al sacerdote(T).
7 El Señor ha rechazado su altar,
ha despreciado su santuario;
ha entregado en manos del enemigo(U)
los muros de sus palacios(V).
Gritos se han dado en la casa del Señor(W)
como en día de fiesta solemne.
8 El Señor determinó[d] destruir
la muralla de la hija de Sión;
ha extendido el cordel,
no ha retraído su mano de destruir[e],
y ha hecho que se lamenten el antemuro y el muro(X);
a una desfallecen(Y).
9 Se han hundido en la tierra sus puertas(Z),
Él ha destruido y quebrado sus cerrojos.
Su rey y sus príncipes están entre las naciones;
ya no hay ley(AA);
tampoco sus profetas hallan
visión del Señor(AB).
10 En tierra están sentados(AC), en silencio(AD),
los ancianos de la hija de Sión.
Han echado polvo sobre sus cabezas(AE),
se han ceñido de cilicio(AF).
Han inclinado a tierra sus cabezas
las vírgenes de Jerusalén(AG).
11 Mis ojos se consumen por las lágrimas,
hierven mis entrañas(AH);
mi hiel[f] se derrama por tierra(AI),
a causa de la destrucción[g] de la hija de mi pueblo(AJ),
cuando niños y lactantes desfallecen
en las calles de la ciudad(AK).
12 Dicen a sus madres:
¿Dónde hay grano y vino?,
mientras desfallecen como heridos
en las plazas de la ciudad(AL),
mientras exhalan su espíritu
en el regazo de sus madres(AM).
13 ¿Cómo he de amonestarte(AN)?
¿A qué te compararé,
hija de Jerusalén?
¿A qué te igualaré al consolarte,
virgen hija de Sión(AO)?
Porque grande como el mar es tu ruina[h],
¿quién te podrá sanar(AP)?
14 Tus profetas tuvieron para ti
visiones falsas y necias(AQ),
y no manifestaron tu iniquidad(AR)
para que regresaras de[i] tu cautiverio,
sino que vieron para ti oráculos falsos y engañosos[j](AS).
15 Baten palmas contra ti
todos los que pasan por el camino;
silban(AT) y mueven sus cabezas
contra la hija de Jerusalén, diciendo:
¿Es esta la ciudad de la cual decían(AU):
«La perfección de la hermosura(AV),
el gozo de toda la tierra(AW)»?
16 Han abierto contra ti su boca
todos tus enemigos(AX);
silban y rechinan los dientes(AY),
dicen: La hemos devorado(AZ).
Ciertamente este es el día que esperábamos(BA);
lo hemos alcanzado, lo hemos visto.
17 El Señor ha hecho lo que se propuso(BB),
ha cumplido su palabra
que había ordenado desde tiempos[k] antiguos;
ha derribado sin perdonar(BC),
ha hecho que se alegre el enemigo sobre ti(BD),
ha exaltado el poder[l] de tus adversarios(BE).
18 Su corazón clamó al Señor(BF):
Muralla de la hija de Sión(BG),
corran tus lágrimas como un río día y noche,
no te des reposo,
no tengan descanso tus ojos[m](BH).
19 Levántate, da voces en la noche
al comenzar las vigilias(BI);
derrama como agua tu corazón
ante la presencia del Señor(BJ);
alza hacia Él tus manos[n]
por la vida de tus pequeños,
que desfallecen de hambre(BK)
en las esquinas de todas las calles(BL).
20 Mira, oh Señor, y observa:
¿a quién has tratado así(BM)?
¿Habían de comer las mujeres el fruto de sus entrañas(BN),
a los pequeños criados con cariño?
¿Habían de ser muertos en el santuario del Señor
el sacerdote y el profeta(BO)?
21 Yacen por tierra en las calles
jóvenes y viejos;
mis vírgenes y mis mancebos
han caído a espada(BP).
Has matado en el día de tu ira,
has hecho matanza, no has perdonado(BQ).
22 Como en día de fiesta solemne convocaste
mis terrores de todas partes(BR);
y no hubo en el día de la ira del Señor
quien escapara(BS) ni sobreviviera(BT).
A los que crié[o] y mantuve,
mi enemigo los exterminó.
Lamentación del afligido
3 Yo soy el hombre que ha visto la aflicción
bajo la vara de su furor(BU).
2 Él me ha llevado y me ha hecho andar
en tinieblas y no en luz(BV).
3 Ciertamente contra mí ha vuelto y revuelto
su mano(BW) todo el día.
4 Ha hecho que se consuman mi carne y mi piel,
ha quebrado mis huesos(BX).
5 Me ha sitiado[p] y rodeado
de amargura[q](BY) y de fatiga(BZ).
6 En lugares tenebrosos me ha hecho morar,
como los que han muerto hace tiempo(CA).
7 Con muro me ha cercado y no puedo salir(CB),
ha hecho pesadas mis cadenas[r](CC).
8 Aun cuando clamo y pido auxilio,
Él cierra el paso a mi oración(CD).
9 Ha cerrado[s] mis caminos con piedra labrada,
ha hecho tortuosos mis senderos(CE).
10 Él es para mí como oso en acecho,
como león en lugares ocultos.
11 Ha desviado mis caminos y me ha destrozado(CF),
me ha dejado desolado.
12 Ha entesado su arco(CG)
y me ha puesto como blanco de la flecha(CH).
13 Hizo que penetraran en mis entrañas[t]
las flechas[u] de su aljaba(CI).
14 He venido a ser objeto de burla de todo mi pueblo(CJ),
su copla(CK) todo el día.
15 Él me ha llenado de amargura,
me ha embriagado con ajenjo(CL).
16 Ha quebrado con guijarro(CM) mis dientes(CN),
ha hecho que me revuelque en el polvo(CO).
17 Y mi alma ha sido privada[v] de la paz(CP),
he olvidado la felicidad[w].
18 Digo, pues: Ha perecido mi vigor,
y mi esperanza(CQ) que venía del Señor.
19 Acuérdate de mi aflicción y de mi vagar[x],
del ajenjo y de la amargura[y](CR).
20 Ciertamente lo recuerda y se abate
mi alma(CS) dentro de mí(CT).
21 Esto traigo a mi corazón,
por esto tengo esperanza(CU):
22 Que las misericordias del Señor jamás terminan[z](CV),
pues nunca fallan sus bondades(CW);
23 son nuevas cada mañana(CX);
¡grande es tu fidelidad(CY)!
24 El Señor es mi porción —dice mi alma(CZ)—
por eso en Él espero(DA).
25 Bueno es el Señor para los que en Él esperan(DB),
para el alma que le busca(DC).
26 Bueno es esperar en silencio
la salvación del Señor(DD).
27 Bueno es para el hombre llevar
el yugo en su juventud.
28 Que se siente solo(DE) y en silencio
ya que Él se lo ha impuesto;
29 que ponga su boca en el polvo(DF),
quizá haya esperanza(DG);
30 que dé la mejilla(DH) al que lo hiere;
que se sacie de oprobios.
31 Porque no rechaza para siempre el Señor(DI),
32 antes bien, si aflige, también se compadecerá
según su gran misericordia(DJ).
33 Porque Él no castiga por gusto[aa],
ni aflige a los hijos de los hombres(DK).
34 Aplastar bajo los[ab] pies
a todos los prisioneros de un país,
35 privar del[ac] derecho a un hombre
en presencia del Altísimo(DL),
36 defraudar[ad] a un hombre en su litigio:
estas cosas no aprueba[ae] el Señor(DM).
37 ¿Quién es aquel[af] que habla y así sucede,
a menos que el Señor lo haya ordenado(DN)?
38 ¿No salen de la boca del Altísimo
tanto el mal como el bien(DO)?
39 ¿Por qué ha de quejarse el ser viviente?
¡Sea valiente frente a sus pecados(DP)!
40 Examinemos nuestros caminos y escudriñémoslos,
y volvamos al Señor(DQ);
41 alcemos nuestro corazón en nuestras manos[ag]
hacia Dios en los cielos(DR).
42 Nosotros hemos transgredido y nos hemos rebelado(DS);
tú no has perdonado(DT).
43 Te has cubierto de ira y nos has perseguido(DU);
has matado y no has perdonado(DV).
44 Te has cubierto de una nube(DW)
para que no pase la oración(DX).
45 Basura y escoria nos has hecho
en medio de los pueblos(DY).
46 Han abierto su boca contra nosotros
todos nuestros enemigos(DZ).
47 Terror y foso nos han sobrevenido(EA),
desolación y destrucción.
48 Arroyos de agua derraman mis ojos
a causa de la destrucción[ah] de la hija de mi pueblo(EB).
49 Mis ojos fluyen sin cesar,
ya que no hay descanso(EC)
50 hasta que mire y vea
el Señor desde los cielos(ED).
51 Mis ojos causan dolor a mi alma
por todas las hijas de mi ciudad.
52 Constantemente me han dado caza(EE) como a un ave(EF)
mis enemigos, sin haber causa;
53 silenciaron mi vida en la fosa(EG),
pusieron piedra[ai](EH) sobre mí.
54 Cubrieron las aguas mi cabeza,
dije: ¡Estoy perdido(EI)!
55 Invoqué tu nombre, oh Señor,
desde la fosa más profunda(EJ).
56 Tú oíste mi voz(EK): No escondas
tu oído a mi clamor(EL), a mi grito de auxilio.
57 Te acercaste el día que te invoqué(EM),
dijiste: No temas(EN).
58 Tú has defendido, oh Señor, la causa de mi alma(EO),
tú has redimido mi vida(EP).
59 Tú has visto, oh Señor, mi opresión(EQ),
juzga mi causa(ER).
60 Has visto toda su venganza,
todas sus tramas contra mí(ES).
61 Has oído sus oprobios, oh Señor,
todas sus tramas contra mí(ET);
62 los labios de mis agresores y sus murmuraciones
están contra mí todo el día(EU).
63 Se sienten o se levanten, míralos(EV),
yo soy el objeto de su copla(EW).
64 Tú les darás su pago, oh Señor,
conforme a la obra de sus manos(EX).
65 Les darás dureza[aj] de corazón(EY),
tu maldición será sobre ellos.
66 Los perseguirás con ira y los destruirás(EZ)
de debajo de los cielos del Señor(FA).
Sufrimientos a causa del sitio
4 ¡Cómo se ha ennegrecido el oro,
cómo ha cambiado el oro puro!
Esparcidas están las piedras sagradas
por las esquinas[ak] de todas las calles(FB).
2 Los hijos preciados de Sión,
que valían su peso en oro puro,
¡cómo son tenidos por vasijas de barro,
obra de manos de alfarero(FC)!
3 Aun los chacales dan las ubres,
dan de mamar a sus crías(FD);
pero la hija de mi pueblo se ha vuelto cruel(FE)
como los avestruces(FF) en el desierto.
4 La lengua del niño de pecho se le pega
al paladar por la sed(FG);
los pequeños piden pan(FH),
pero no hay quien lo reparta.
5 Los que comían manjares
andan desolados por las calles(FI);
los que se criaron entre púrpura[al]
abrazan estercoleros[am].
6 La iniquidad de la hija de mi pueblo
es mayor que el pecado de Sodoma(FJ),
que fue derribada(FK) en un instante
sin que manos actuaran contra[an] ella.
7 Sus consagrados[ao] eran más puros que la nieve(FL),
más blancos que la leche,
más rojizos de cuerpo[ap] que los corales,
como el zafiro(FM) su apariencia.
8 Más negro que el hollín es su aspecto,
no se les reconoce por las calles;
se ha pegado su piel a sus huesos(FN),
se ha marchitado, se ha vuelto como madera(FO).
9 Más dichosos son los que mueren[aq] a espada
que los que mueren[ar] de hambre,
que se consumen[as](FP), extenuados,
por falta de los frutos de los[at] campos(FQ).
10 Las manos de mujeres compasivas
cocieron a sus propios hijos(FR),
que les sirvieron de comida(FS)
a causa de la destrucción de la hija de mi pueblo.
11 El Señor ha cumplido su furor,
ha derramado su ardiente ira;
y ha encendido un fuego(FT) en Sión
que ha consumido sus cimientos(FU).
12 No creyeron los reyes de la tierra,
ni ninguno de los habitantes del mundo(FV),
que pudieran entrar el adversario y el enemigo
por las puertas de Jerusalén(FW).
13 A causa de los pecados de sus profetas
y de las iniquidades de sus sacerdotes,
quienes derramaron en medio de ella
la sangre(FX) de los justos(FY),
14 vagaron ciegos por las calles(FZ),
manchados de sangre(GA),
sin que nadie pudiera tocar sus vestidos(GB).
15 ¡Apartaos! ¡Inmundos! gritaban de sí mismos[au](GC).
¡Apartaos, apartaos, no toquéis!
Así que huyeron y vagaron(GD);
entre las naciones se decía[av]:
No seguirán residiendo entre nosotros.
16 La presencia del Señor los dispersó,
no volverá a mirarlos.
No honraron a[aw] los sacerdotes(GE),
ni tuvieron piedad de los ancianos.
17 Aun nuestros ojos desfallecían,
buscar ayuda[ax] fue inútil(GF).
En nuestro velar hemos aguardado[ay](GG)
a una nación incapaz de salvar.
18 Ponían trampas a nuestros pasos(GH)
para que no anduviéramos por nuestras calles.
Se acercó nuestro fin,
se cumplieron nuestros días,
porque había llegado nuestro fin(GI).
19 Nuestros perseguidores eran más veloces
que las águilas del cielo;
por los montes nos persiguieron,
en el desierto nos tendieron emboscadas(GJ).
20 El aliento de nuestras vidas[az](GK), el ungido del Señor(GL),
fue atrapado en sus fosos,
aquel de quien habíamos dicho(GM): A su sombra(GN)
viviremos entre las naciones.
21 Regocíjate y alégrate, hija de Edom(GO),
la que habitas en la tierra de Uz;
también a ti pasará la copa(GP),
te embriagarás y te desnudarás.
22 Se ha completado el castigo de tu iniquidad, hija de Sión:
no volverá Él a desterrarte(GQ);
mas castigará tu iniquidad, hija de Edom;
pondrá al descubierto tus pecados(GR).
Plegaria de Jeremías por el pueblo
5 Acuérdate, oh Señor, de lo que nos ha sucedido;
mira y ve nuestro oprobio(GS).
2 Nuestra heredad ha pasado a extraños(GT),
nuestras casas a extranjeros(GU).
3 Hemos quedado huérfanos, sin padre,
nuestras madres, como viudas(GV).
4 Por el agua que bebemos tenemos que pagar[ba],
nuestra leña nos llega por precio(GW).
5 Sobre nuestros cuellos están nuestros perseguidores[bb];
no hay descanso para nosotros, estamos agotados(GX).
6 A Egipto y a Asiria nos hemos sometido[bc]
para saciarnos de pan(GY).
7 Nuestros padres pecaron, ya no existen,
y nosotros cargamos con sus iniquidades(GZ).
8 Esclavos dominan sobre nosotros(HA),
no hay quien nos libre de su mano(HB).
9 Con peligro de nuestras vidas[bd] conseguimos nuestro pan(HC),
enfrentándonos a la espada del desierto.
10 Nuestra piel quema como un horno,
a causa de los ardores[be] del hambre(HD).
11 Violaron a las mujeres en Sión(HE),
a las vírgenes en las ciudades de Judá.
12 Los príncipes fueron colgados de sus manos,
los rostros de los ancianos no fueron respetados(HF).
13 Los jóvenes trabajaron en[bf] el molino(HG),
y los muchachos cayeron bajo el peso de la leña(HH).
14 Los ancianos se han apartado de[bg] las puertas,
los jóvenes de su música(HI).
15 Ha cesado el gozo de nuestro corazón,
se ha convertido en duelo nuestra danza(HJ).
16 Ha caído la corona de nuestra cabeza(HK).
¡Ay de nosotros, pues hemos pecado(HL)!
17 Por esto está abatido nuestro corazón(HM),
por estas cosas se nublan nuestros ojos(HN),
18 por el monte Sión que está asolado(HO);
las zorras merodean en él(HP).
19 Mas[bh] tú, oh Señor, reinas[bi] para siempre,
tu trono permanece de generación en generación(HQ).
20 ¿Por qué te olvidas para siempre de nosotros,
y nos abandonas a perpetuidad[bj](HR)?
21 Restáuranos a ti, oh Señor, y seremos restaurados(HS);
renueva nuestros días como antaño(HT),
22 a no ser que nos hayas desechado totalmente(HU),
y estés enojado en gran manera contra nosotros(HV).
Visión de los seres vivientes y las ruedas
1 Sucedió que en el año treinta, al quinto día del cuarto mes, estando yo entre los desterrados junto al río Quebar, los cielos se abrieron y vi visiones[bk] de Dios(HW). 2 (En aquel día cinco del mes, en el quinto año del destierro del rey Joaquín(HX), 3 la palabra del Señor fue dirigida al sacerdote Ezequiel(HY), hijo de Buzi, en la tierra de los caldeos(HZ) junto al río Quebar; y allí vino sobre él la mano del Señor(IA).)
4 Miré, y he aquí que un viento huracanado venía del norte, una gran nube con fuego fulgurante(IB) y un resplandor a su alrededor, y en su centro, algo como metal refulgente en medio del fuego(IC). 5 En su centro había figuras semejantes a cuatro seres vivientes(ID). Y este era su aspecto: tenían forma humana(IE). 6 Tenía cada uno cuatro caras, y cuatro alas cada uno de ellos(IF). 7 Sus piernas eran rectas, y la planta de sus pies era como la planta de la pezuña del ternero, y brillaban como bronce bruñido(IG). 8 Bajo sus alas, a sus cuatro lados(IH), tenían manos humanas. En cuanto a las caras y a las alas de los cuatro(II), 9 sus alas se tocaban una a la otra y sus caras no se volvían cuando andaban(IJ); cada uno iba de frente hacia adelante(IK). 10 Y la forma de sus caras era como la cara de un hombre(IL); los cuatro tenían cara de león a la derecha y cara de toro a la izquierda, y los cuatro tenían cara de águila(IM); 11 así eran sus caras. Sus alas se extendían por encima; con dos se tocaban uno a otro y con dos cubrían su cuerpo(IN). 12 Y cada uno iba de frente hacia adelante; adondequiera que iba el espíritu, iban ellos, sin volverse cuando andaban(IO). 13 En medio[bl] de los seres vivientes había algo que parecía[bm] carbones encendidos en llamas, como[bn] antorchas que se lanzaban de un lado a otro entre los seres vivientes. El fuego resplandecía, y del fuego salían rayos(IP). 14 Y los seres vivientes corrían de un lado a otro(IQ) como el fulgor[bo] del relámpago(IR).
15 (IS)Miré a los seres vivientes, y he aquí, había una rueda en la tierra junto a cada uno de los seres vivientes de[bp] cuatro caras. 16 El aspecto de las ruedas y su hechura era como el brillo[bq] del crisólito[br](IT), y las cuatro tenían la misma forma; su aspecto y su hechura eran como si una[bs] rueda estuviera dentro de la otra rueda(IU). 17 Cuando andaban, se movían[bt] en las cuatro direcciones[bu], sin volverse cuando andaban(IV). 18 Sus aros eran altos e imponentes, y los aros de las cuatro estaban llenos de ojos alrededor(IW). 19 Y cuando los seres vivientes andaban, las ruedas se movían[bv] con ellos. Y cuando los seres vivientes se levantaban de la tierra, las ruedas también se levantaban(IX). 20 Y adondequiera que iba el espíritu, iban ellos en esa dirección[bw]. Y las ruedas se levantaban juntamente con ellos(IY); porque el espíritu de los seres vivientes[bx] estaba en las ruedas. 21 Cuando ellos andaban, andaban ellas, y cuando ellos se detenían, se detenían ellas. Y cuando ellos se levantaban de la tierra, las ruedas se levantaban juntamente con ellos, porque el espíritu de los seres vivientes[by] estaba en las ruedas(IZ).
22 Sobre las cabezas de los seres vivientes[bz] había algo semejante a un firmamento con el brillo deslumbrante de un cristal[ca], extendido por encima de sus cabezas(JA). 23 Y debajo del firmamento sus alas se extendían derechas, la una hacia la otra; cada uno tenía dos que cubrían sus cuerpos(JB) por un lado y[cb] por el otro. 24 Y oí el ruido de sus alas cuando andaban, como el estruendo de muchas aguas(JC), como la voz del Todopoderoso[cc](JD), un ruido de tumulto como el ruido de un campamento militar(JE); cuando se detenían, bajaban sus alas. 25 También hubo un ruido por encima del firmamento que había sobre sus cabezas(JF); cuando se detenían, bajaban sus alas.
26 Y sobre el firmamento que estaba por encima de sus cabezas(JG) había algo semejante a un trono(JH), de aspecto como de piedra de zafiro(JI); y en lo que se asemejaba a un trono, sobre él, en lo más alto, había una figura con apariencia de hombre(JJ). 27 Entonces vi en lo que parecían sus lomos y hacia arriba, algo como metal refulgente que lucía como fuego dentro de ella en derredor, y en lo que parecían sus lomos y hacia abajo vi algo como fuego, y había un resplandor a su alrededor(JK). 28 Como el aspecto del arco iris que aparece[cd] en las nubes en un día lluvioso, así era el aspecto del resplandor en derredor(JL). Tal era el aspecto de la semejanza de la gloria del Señor(JM). Cuando lo vi, caí rostro en tierra y oí una voz que hablaba(JN).
Llamamiento de Ezequiel
2 Y me dijo: Hijo de hombre, ponte en pie para que yo te hable(JO). 2 Y el Espíritu entró en mí mientras me hablaba y me puso en pie; y oí al que me hablaba(JP). 3 Entonces me dijo: Hijo de hombre, yo te envío a los hijos de Israel, a una nación[ce] de rebeldes que se ha rebelado contra mí; ellos y sus padres se han levantado contra mí(JQ) hasta este mismo día(JR). 4 A los hijos de duro semblante y corazón empedernido, a quienes te envío, les dirás: Así dice el Señor Dios[cf](JS). 5 Y ellos, escuchen o dejen de escuchar, porque son una casa rebelde(JT), sabrán que un profeta ha estado entre ellos(JU). 6 Y tú, hijo de hombre, no temas, no temas ni a ellos ni a sus palabras aunque haya contigo cardos y espinas y te sientes en escorpiones(JV); no temas sus palabras ni te atemorices ante ellos, porque son una casa rebelde(JW). 7 Les hablarás mis palabras, escuchen(JX) o dejen de escuchar, porque son rebeldes(JY).
8 Y tú, hijo de hombre, escucha lo que te hablo; no seas rebelde como esa casa rebelde. Abre tu boca y come lo que te doy(JZ). 9 Entonces miré, y he aquí, una mano estaba extendida hacia mí(KA), y[cg] en ella había un libro en rollo(KB). 10 Él lo desenrolló delante de mí, y estaba escrito por delante y por detrás; y en él estaban escritas lamentaciones, gemidos y ayes(KC).
Comisión del profeta
3 Y él me dijo: Hijo de hombre, come lo que tienes delante[ch]; come este rollo(KD), y ve, habla a la casa de Israel. 2 Abrí, pues, mi boca(KE), y me dio a comer el[ci] rollo. 3 Entonces me dijo: Hijo de hombre, alimenta tu estómago y llena tu cuerpo[cj](KF) de este rollo que te doy. Y lo comí(KG), y fue en mi boca dulce como la miel(KH).
4 Me dijo además: Hijo de hombre, ve[ck] a la casa de Israel y háblales con mis palabras. 5 Porque no eres enviado a un pueblo(KI) de habla incomprensible y lengua difícil[cl](KJ), sino a la casa de Israel; 6 tampoco a pueblos numerosos de habla incomprensible y lengua difícil[cm] cuyas palabras no puedes entender. Sino que te he enviado a ellos; ellos te escucharán[cn]. 7 Pero la casa de Israel no te querrá escuchar, ya que no quieren escucharme a mí(KK). Ciertamente toda la casa de Israel es terca[co] y de duro corazón. 8 He aquí, he hecho tu rostro tan duro como sus rostros, y tu frente tan dura como sus frentes. 9 Como esmeril[cp], más duro que el pedernal, he hecho tu frente. No les temas ni te atemorices ante ellos, porque son casa rebelde. 10 Además me dijo: Hijo de hombre, recibe en tu corazón todas mis palabras que yo te hablo(KL), y escúchalas atentamente[cq]. 11 Y ve[cr] a los desterrados, a los hijos de tu pueblo; háblales y diles, escuchen o dejen de escuchar: «Así dice el Señor Dios[cs]».
12 Entonces el Espíritu me levantó(KM), y oí detrás de mí un gran ruido atronador(KN): Bendita sea la gloria del Señor desde su lugar. 13 Oí el ruido de las alas de los seres vivientes que se tocaban una a la otra, y el ruido de las ruedas junto a ellos(KO), un gran ruido atronador. 14 Y el Espíritu me levantó y me tomó; yo iba con amargura en la indignación de mi espíritu, y la mano del Señor era fuerte sobre mí(KP). 15 Entonces vine a los desterrados de Tel-abib que habitaban junto al río Quebar, y allí donde ellos vivían, estuve sentado siete días(KQ), atónito, en medio de ellos.
16 (KR)Y sucedió que al cabo de los siete días vino a mí la palabra del Señor(KS), diciendo: 17 Hijo de hombre, te he puesto por centinela(KT) de la casa de Israel; cuando oigas la palabra de mi boca, adviérteles de mi parte(KU). 18 Cuando yo diga al impío: «Ciertamente morirás», si no le adviertes, si no hablas para advertir al impío de su mal camino a fin de que viva, ese impío morirá por su iniquidad, pero yo demandaré su sangre de tu mano(KV). 19 Pero si tú has advertido al impío, y este no se aparta de su impiedad ni de su camino impío, morirá él por su iniquidad, pero tú habrás librado tu vida(KW). 20 Y cuando un justo se desvíe de su justicia y cometa iniquidad, yo pondré un obstáculo delante de él, y morirá; porque tú no le advertiste, él morirá por su pecado, y las obras de justicia que había hecho no serán recordadas(KX), pero yo demandaré su sangre de tu mano(KY). 21 Sin embargo, si tú has advertido al justo para que el justo no peque, y él no peca, ciertamente vivirá porque aceptó la advertencia(KZ), y tú habrás librado tu vida.
22 Allí vino sobre mí la mano del Señor, y Él me dijo: Levántate y ve a la llanura, y allí te hablaré(LA). 23 Entonces me levanté y salí a la llanura; y he aquí, la gloria del Señor estaba parada allí, como la gloria que vi(LB) junto al río Quebar(LC), y caí rostro en tierra. 24 Y el Espíritu entró en mí, me hizo ponerme en pie y habló conmigo(LD), y me dijo: Ve, enciérrate en tu casa. 25 Y tú, hijo de hombre, mira, te echarán[ct] cuerdas y con ellas te atarán(LE), para que no salgas en medio de ellos. 26 Y haré que tu lengua se te pegue al paladar y enmudecerás(LF), y no serás para ellos el hombre que reprenda, porque son una casa rebelde. 27 Pero cuando yo te hable, te abriré la boca(LG), y les dirás: «Así dice el Señor Dios[cu]». El que oye, que oiga; el que rehúse oír, que rehúse; porque son una casa rebelde(LH).
Símbolos del sitio de Jerusalén
4 Y tú, hijo de hombre, toma una tableta de barro(LI), ponla delante de ti y graba en ella una ciudad, Jerusalén. 2 Y pon sitio contra ella: edifica un muro de asedio contra ella, echa un terraplén contra ella, pon campamentos delante de ella, y coloca contra ella arietes(LJ) alrededor. 3 Entonces toma una sartén de hierro y colócala como un muro de hierro entre ti y la ciudad, dirige tu rostro hacia ella y quedará bajo sitio: tú la sitiarás(LK). Esta es una señal para la casa de Israel(LL).
4 Y tú acuéstate sobre el lado izquierdo, y pon sobre él la iniquidad de la casa de Israel; por el número de días que estés acostado sobre él, llevarás su iniquidad(LM). 5 Porque yo te he asignado un número de días igual a los años de su iniquidad, trescientos noventa días; tú cargarás, pues, con la iniquidad(LN) de la casa de Israel. 6 Cuando los hayas cumplido, te acostarás por segunda vez, pero sobre el lado derecho, y llevarás la iniquidad de la casa de Judá; te la he asignado por cuarenta días, un día por cada año(LO). 7 Entonces dirigirás tu rostro y tu brazo desnudo hacia el sitio de Jerusalén, y profetizarás contra ella(LP). 8 He aquí, te ataré con[cv] cuerdas para que no puedas volverte de un lado a otro(LQ), hasta que hayas cumplido los días de tu sitio.
9 Y tú toma trigo, cebada(LR), habas, lentejas, millo y centeno; ponlos en una vasija y hazte con ellos pan; conforme al número de días que estés acostado sobre tu lado, trescientos noventa días, lo comerás. 10 El alimento que comas será de veinte siclos[cw](LS) de peso por día; lo comerás de tiempo en tiempo. 11 Y beberás el agua por medida: la sexta parte de un hin[cx]; la beberás de tiempo en tiempo. 12 Comerás torta de cebada, habiéndola cocido sobre excrementos humanos a la vista de ellos(LT). 13 Entonces el Señor dijo: Así comerán los hijos de Israel su pan inmundo(LU) entre las naciones donde yo los arrojaré. 14 Y yo dije: ¡Ah, Señor Dios[cy](LV)! He aquí, nunca me he contaminado; porque desde mi juventud hasta ahora nunca he comido animal muerto(LW) o despedazado(LX), ni jamás ha entrado en mi boca carne inmunda(LY). 15 Entonces Él me dijo: Mira, te concedo que prepares tu pan sobre estiércol de vaca en lugar de sobre excremento humano. 16 Me dijo además: Hijo de hombre, he aquí, voy a romper la provisión[cz] de pan en Jerusalén, y comerán el pan por peso(LZ) y con angustia, y beberán el agua por medida y con terror(MA), 17 para que al escasear el pan y el agua, se aterren unos a otros y se consuman en su iniquidad(MB).
La destrucción de Jerusalén predicha
5 Y tú, hijo de hombre, toma una espada afilada; tómala y hazla pasar sobre tu cabeza y sobre tu barba(MC) como navaja de barbero. Toma luego una balanza(MD) y divide el pelo cortado[da]. 2 Una tercera parte quemarás a fuego en medio de la ciudad cuando terminen los días del sitio(ME). Otra tercera parte tomarás y golpearás con la espada alrededor de la ciudad[db]; y la otra tercera parte esparcirás al viento, y yo desenvainaré la espada detrás de ellos(MF). 3 Toma también de allí unos pocos en número y átalos en la orla de tu manto[dc]. 4 Y toma otra vez algunos de ellos, échalos en medio del fuego, y quémalos en el fuego. De ahí saldrá el fuego hacia toda la casa de Israel. 5 Así dice el Señor Dios[dd]: «Esta es Jerusalén(MG); yo la coloqué en el centro de las naciones(MH) y de los territorios a su alrededor. 6 Pero ella se ha rebelado contra mis ordenanzas con más impiedad que las naciones, y contra mis estatutos más que los territorios alrededor de ella; porque ellos han desechado mis ordenanzas y no han andado en mis estatutos[de](MI)». 7 Por tanto, así dice el Señor Dios: «Porque vuestra rebelión es mayor que la de las naciones que os rodean, y no habéis andado en mis estatutos ni observado mis ordenanzas(MJ), ni tampoco observado las ordenanzas de las naciones que os rodean», 8 por eso, así dice el Señor Dios: «He aquí, yo, yo mismo, estoy contra ti, y yo ejecutaré juicios(MK) en medio de ti a la vista de las naciones(ML). 9 Y yo haré en ti lo que no he hecho y lo que no volveré a hacer jamás a causa de todas tus abominaciones(MM). 10 Por eso, los padres se comerán a sus hijos(MN) en medio de ti, y los hijos se comerán a sus padres; ejecutaré juicios en ti y esparciré cuantos te queden a todos los vientos(MO). 11 Por tanto, ¡vivo yo! —declara el Señor Dios— que por haber profanado mi santuario con todos tus ídolos detestables y con todas tus abominaciones(MP), yo me retiraré, mi ojo no tendrá piedad, y tampoco perdonaré(MQ). 12 Una tercera parte de ti morirá de pestilencia o será consumida por el hambre en medio de ti, otra tercera parte caerá a espada alrededor de ti(MR) y la otra tercera parte esparciré a todos los vientos, y yo desenvainaré la espada tras ellos(MS).
13 »Se desahogará mi ira, saciaré[df] en ellos mi furor y me vengaré[dg](MT); entonces sabrán que yo, el Señor, he hablado en mi celo cuando desahogue mi furor contra ellos(MU). 14 Te haré desolación y oprobio entre las naciones que te rodean, a los ojos de todos los que pasen(MV). 15 Y serás[dh] oprobio, escarnio, advertencia y objeto de horror para las naciones que te rodean, cuando haga juicios contra ti(MW) con ira, furor y terribles reprensiones. Yo, el Señor, he hablado(MX). 16 Cuando envíe contra ellos las saetas mortíferas[di] del hambre para destrucción, las cuales enviaré para destruiros, entonces también aumentaré el hambre sobre vosotros y romperé la provisión[dj] de pan. 17 Enviaré también sobre vosotros hambre y fieras, y te dejarán sin hijos(MY); y la plaga y la sangre pasarán por ti(MZ), y mandaré sobre ti la espada. Yo, el Señor, he hablado».
Condenación de la idolatría
6 Y vino a mí la palabra del Señor, diciendo: 2 Hijo de hombre, pon tu rostro hacia los montes de Israel(NA), profetiza contra ellos, 3 y di: «Montes de Israel, escuchad la palabra del Señor Dios[dk]. Así dice el Señor Dios[dl] a los montes, a las colinas, a las barrancas y a los valles: “He aquí, yo mismo traeré sobre vosotros la espada y destruiré vuestros lugares altos(NB). 4 Vuestros altares serán devastados, vuestros altares de incienso[dm] serán destrozados y haré que caigan vuestros muertos delante de vuestros ídolos(NC). 5 También pondré los cadáveres de los hijos de Israel delante de sus ídolos, y esparciré vuestros huesos alrededor de vuestros altares(ND). 6 Dondequiera que tengáis vuestras moradas, las ciudades quedarán desoladas y los lugares altos devastados, para que queden desolados y devastados[dn] vuestros altares(NE), rotos y eliminados vuestros ídolos, derribados vuestros altares de incienso[do] y borradas vuestras obras(NF). 7 Los muertos caerán en medio de vosotros, y sabréis que yo soy el Señor.
8 ”Sin embargo dejaré un remanente(NG), porque tendréis entre las naciones a los que escaparon de la espada cuando seáis esparcidos por las tierras(NH). 9 Entonces los que de vosotros escapen me recordarán entre las naciones adonde serán llevados cautivos(NI), porque he sufrido a causa de[dp] sus corazones adúlteros que se apartaron de mí(NJ), y a causa de sus ojos que se prostituyeron tras sus ídolos; y se aborrecerán a sí mismos[dq] por los males que han cometido, por todas sus abominaciones(NK). 10 Y sabrán que yo soy el Señor; no en vano he dicho que les haría este mal”».
11 Así dice el Señor Dios[dr]: «Bate tus manos[ds], golpea con tu pie(NL), y di: “¡Ay!, a causa de todas las graves abominaciones de la casa de Israel(NM), que a espada, de hambre y de pestilencia caerán(NN). 12 El que esté lejos morirá de pestilencia, el que esté cerca caerá a espada(NO), y el que quede y esté sitiado de hambre morirá. Así desahogaré mi furor sobre ellos(NP). 13 Y sabréis que yo soy el Señor, cuando sus muertos estén en medio de sus ídolos alrededor de sus altares, en toda colina elevada(NQ), en todas las cumbres de los montes, bajo todo árbol verde y bajo toda encina frondosa, lugares donde ofrecían aroma agradable a todos sus ídolos(NR). 14 Y por todas sus moradas extenderé mi mano contra ellos, y haré la tierra más desolada y devastada que el desierto hacia Diblat; y sabrán que yo soy el Señor(NS)”».
7 Y vino a mí la palabra del Señor, diciendo: 2 Y tú, hijo de hombre, di[dt]: «Así dice el Señor Dios[du] a la tierra de Israel: “¡El fin, el fin viene sobre los cuatro extremos de la tierra!(NT) 3 Ahora viene el fin sobre ti y enviaré mi ira contra ti; te juzgaré conforme a tus caminos y traeré sobre ti todas tus abominaciones. 4 Mi ojo no tendrá piedad de ti ni yo te perdonaré; sino que te pagaré[dv] conforme a tus caminos, y tus abominaciones en medio de ti quedarán(NU); y sabréis que yo soy el Señor(NV)”».
5 Así dice el Señor Dios[dw]: «¡Un desastre!, ¡he aquí que viene un desastre sin igual!(NW) 6 El fin viene, viene el fin; se ha despertado contra ti(NX); he aquí, ha venido. 7 Te ha llegado tu turno[dx], oh habitante de la tierra. Ha llegado el tiempo, se acerca el día(NY); pánico, y no júbilo, en los montes(NZ). 8 Ahora pronto derramaré mi furor sobre ti y descargaré mi ira contra ti(OA); te juzgaré conforme a tus caminos y traeré sobre ti todas tus abominaciones(OB). 9 Mi ojo no tendrá piedad ni yo perdonaré. Te pagaré[dy] conforme a tus caminos, y tus abominaciones quedarán en medio de ti; y sabréis que soy yo, el Señor, el que hiere.
10 »He aquí el día; he aquí que viene. Ha salido tu turno[dz], ha florecido la vara(OC), ha reverdecido la arrogancia. 11 Se ha levantado la violencia para hacerse vara de impiedad(OD). Nada quedará de ellos, ni de su multitud, ni de su riqueza, ni gloria entre ellos(OE). 12 El tiempo ha venido, ha llegado el día. No se alegre el que compra(OF) ni se lamente el que vende, porque el furor está sobre toda su multitud(OG). 13 Ciertamente el vendedor no recuperará lo vendido[ea](OH) mientras ambos vivan[eb], porque la visión acerca de toda su multitud no será revocada[ec]; y nadie, por su iniquidad, podrá conservar su vida.
14 »Han tocado la trompeta(OI) y lo han preparado todo, pero nadie va a la batalla; porque mi furor está contra toda su multitud. 15 La espada está afuera, y la plaga y el hambre están dentro. El que esté en el campo morirá a espada, y al que esté en la ciudad, la plaga y el hambre lo consumirán(OJ). 16 Aun cuando escapen los sobrevivientes(OK), estarán sobre los montes como palomas de los valles, todos ellos gimiendo(OL) por su iniquidad. 17 Todas las manos se debilitarán, y todas las rodillas serán[ed] como de agua(OM). 18 Se ceñirán de cilicio(ON) y los cubrirá el terror(OO); habrá en todos los rostros vergüenza y todas las cabezas estarán rapadas(OP). 19 Arrojarán su plata en las calles y su oro se convertirá en cosa abominable(OQ); ni su plata ni su oro podrán librarlos el día de la ira del Señor(OR). No saciarán su apetito[ee] ni llenarán sus estómagos, porque su iniquidad ha llegado a ser ocasión de tropiezo. 20 Cambiaron la belleza de sus ornamentos en orgullo, y de ellos hicieron las imágenes de sus abominaciones(OS) y de sus cosas detestables; por tanto haré que esto sea cosa abominable para ellos. 21 La entregaré en manos de extraños por botín y a los impíos de la tierra por despojo, y la profanarán(OT). 22 Apartaré de ellos mi rostro(OU) y profanarán mi lugar secreto; entrarán en él ladrones y lo profanarán.
23 »Haz la cadena(OV), porque la tierra está llena de crímenes sangrientos[ef](OW) y la ciudad llena de violencia(OX). 24 Por tanto, traeré a las más perversas de las naciones(OY), que se apoderarán de sus casas; y haré cesar el orgullo de los poderosos(OZ) y sus santuarios serán profanados(PA). 25 Cuando llegue la angustia, buscarán la paz, pero no la habrá(PB). 26 Vendrá calamidad sobre calamidad(PC), y habrá rumor tras rumor(PD); entonces buscarán visión del profeta(PE), y la ley desaparecerá del sacerdote(PF) y el consejo de los ancianos(PG). 27 El rey hará duelo, el príncipe se vestirá de horror y temblarán[eg](PH) las manos del pueblo de la tierra. Según su conducta los trataré y por sus juicios los juzgaré; y sabrán que yo soy el Señor».
Visión de las abominaciones en Jerusalén
8 Y sucedió en el año sexto, en el día cinco del sexto mes, que estando yo sentado en mi casa y los ancianos de Judá sentados ante mí, bajó[eh] allí sobre mí la mano del Señor Dios[ei]. 2 Entonces miré, y he aquí, una figura con aspecto de hombre[ej]; desde sus lomos para abajo tenía la apariencia de fuego, y desde sus lomos para arriba la apariencia de un resplandor, como el aspecto de un metal refulgente(PI). 3 Y extendió algo semejante a una mano y me tomó por un mechón de mi cabello[ek]; y el Espíritu me alzó entre la tierra y el cielo y me llevó a Jerusalén en visiones de Dios, a la entrada de la puerta(PJ) que mira al norte del atrio interior, allí donde estaba la morada del ídolo de los celos que provoca los celos(PK). 4 Y he aquí, la gloria del Dios de Israel estaba allí, como la visión que yo había visto en la llanura(PL).
5 Y Él me dijo: Hijo de hombre, levanta ahora tus ojos(PM) hacia el norte. Y levanté mis ojos hacia el norte, y he aquí, al norte de la puerta del altar, estaba el ídolo de los celos(PN) a la entrada. 6 Entonces me dijo: Hijo de hombre, ¿ves lo que hacen estos, las grandes abominaciones que comete aquí la casa de Israel para que me aleje de mi santuario? Pero aún verás mayores abominaciones(PO).
7 Después me llevó a la entrada del atrio, y cuando miré, he aquí, había un agujero en el muro. 8 Y me dijo: Hijo de hombre, cava ahora en el muro. Cavé en el muro, y he aquí una entrada(PP). 9 Entonces me dijo: Entra y ve las perversas abominaciones que ellos cometen aquí. 10 Entré, pues, y miré; y he aquí, había toda clase de reptiles y bestias y cosas abominables, y todos los ídolos de la casa de Israel estaban grabados en el muro por todo alrededor. 11 Y de pie frente a ellos, estaban setenta hombres de los ancianos de la casa de Israel(PQ), y Jaazanías, hijo de Safán, de pie entre ellos, cada uno con su incensario en la mano; y el aroma de la nube de incienso(PR) subía. 12 Me dijo entonces: Hijo de hombre, ¿has visto lo que hacen en la oscuridad los ancianos de la casa de Israel, cada uno en su cámara de imágenes grabadas? Porque ellos dicen: «El Señor no nos ve(PS); el Señor ha abandonado la tierra(PT)». 13 Y me dijo: Aún verás que cometen mayores abominaciones.
14 Entonces me llevó a la entrada de la puerta de la casa del Señor que está al norte(PU); y he aquí, había allí mujeres sentadas llorando a Tamuz. 15 Y me dijo: ¿Has visto, hijo de hombre? Aún verás mayores abominaciones que estas.
16 Entonces me llevó al atrio interior de la casa del Señor. Y he aquí, a la entrada del templo del Señor, entre el pórtico y el altar, había unos veinticinco hombres de espaldas al templo del Señor(PV) y de cara al oriente, y se postraban hacia el oriente, hacia el sol(PW). 17 Y Él me dijo: ¿Has visto, hijo de hombre? ¿Le parece poco a la casa de Judá cometer las abominaciones que aquí han cometido(PX), que han llenado la tierra de violencia y me han provocado repetidas veces(PY)? Porque he aquí, se llevan el ramo a la nariz. 18 Por tanto, yo ciertamente obraré con furor. Mi ojo no tendrá piedad, ni yo perdonaré; y aunque griten a mis oídos con gran voz, no los escucharé(PZ).
Visión de la matanza de los culpables
9 Entonces gritó a mis oídos con gran voz, diciendo(QA): Acercaos, verdugos de la ciudad, cada uno con su arma destructora en la mano. 2 Y he aquí, seis hombres venían por el camino de la puerta superior que mira al norte, cada uno con su arma destructora en la mano; y entre ellos había un hombre vestido de lino(QB) con una cartera[el] de escribano a la cintura[em]. Y entraron y se pusieron junto al altar de bronce.
3 Entonces la gloria del Dios de Israel subió del querubín sobre el cual había estado, hacia el umbral del templo[en](QC). Y llamó al hombre vestido de lino que tenía la cartera de escribano a la cintura; 4 y el Señor le dijo: Pasa por en medio de la ciudad, por en medio de Jerusalén, y pon una señal en la frente de los hombres(QD) que gimen y se lamentan por todas las abominaciones que se cometen en medio de ella(QE). 5 Pero a los otros dijo, y yo lo oí[eo]: Pasad por la ciudad en pos de él y herid; no tenga piedad vuestro ojo, no perdonéis. 6 Matad a viejos, jóvenes, doncellas(QF), niños y mujeres hasta el exterminio, pero no toquéis a ninguno sobre quien esté la señal(QG). Comenzaréis por mi santuario(QH). Comenzaron, pues, con los ancianos que estaban delante del templo[ep]. 7 Entonces les dijo: Profanad el templo[eq] y llenad de muertos los atrios(QI). ¡Salid! Y salieron, y fueron hiriendo por la ciudad. 8 Y sucedió que mientras herían, quedé yo solo y caí sobre mi rostro(QJ); clamé y dije: ¡Ah, Señor Dios[er]! ¿Destruirás a todo el remanente de Israel derramando[es] tu furor sobre Jerusalén(QK)? 9 Entonces me dijo: La iniquidad de la casa de Israel y de Judá es grande en extremo, la tierra está llena de sangre, y la ciudad está llena de perversión(QL); porque dicen: «El Señor ha abandonado la tierra, el Señor nada ve(QM)». 10 Mas en cuanto a mí, tampoco mi ojo tendrá piedad, ni yo perdonaré(QN), sino que haré recaer su conducta sobre sus cabezas(QO).
11 Y he aquí, el hombre vestido de lino que tenía la cartera a la cintura, trajo un informe[et], diciendo: He hecho tal como me ordenaste.
Visión de la gloria de Dios
10 Entonces miré, y he aquí, en el firmamento que estaba sobre las cabezas de los querubines, como una piedra de zafiro de apariencia semejante a un trono(QP) apareció sobre ellos(QQ). 2 Y Él habló al hombre vestido de lino y dijo: Entra en medio de las ruedas(QR) debajo de los querubines[eu], llena tus manos de carbones encendidos de entre los querubines y espárcelos sobre la ciudad(QS). Y ante mis ojos entró.
3 Los querubines estaban de pie a la derecha del templo[ev](QT) cuando el hombre entró, y la nube llenaba el atrio interior. 4 Entonces la gloria del Señor subió del querubín hacia el umbral del templo(QU), y el templo se llenó de la nube, y el atrio se llenó del resplandor de la gloria del Señor(QV). 5 El ruido de las alas de los querubines se oía hasta el atrio exterior, como la voz del Dios Todopoderoso[ew] cuando habla(QW).
6 Y sucedió que cuando ordenó al hombre vestido de lino, diciendo: Toma fuego de entre las ruedas, de entre los querubines, él entró y se paró junto a una rueda. 7 El querubín extendió su mano de entre los querubines hacia el fuego que estaba entre ellos[ex], lo tomó y lo puso en las manos del que estaba vestido de lino, el cual lo tomó y salió. 8 Y los querubines parecían tener la forma de la mano de un hombre debajo de sus alas.
9 (QX)Entonces miré, y he aquí, había cuatro ruedas junto a los querubines, cada rueda junto a cada querubín; el aspecto de las ruedas era como el brillo de una piedra de Tarsis[ey](QY). 10 En cuanto a su apariencia, las cuatro tenían la misma semejanza, como si una[ez] rueda estuviera dentro de la otra rueda. 11 Cuando andaban, se movían[fa] en las cuatro direcciones[fb], sin volverse cuando andaban, sino que seguían la dirección en que ponían el rostro[fc], sin volverse cuando andaban(QZ). 12 Y todo su cuerpo, sus espaldas, sus manos, sus alas y las ruedas estaban llenos de ojos alrededor(RA), las ruedas de los cuatro(RB). 13 A las ruedas se les llamó torbellino, y yo lo oí[fd]. 14 Y tenía cada uno cuatro caras. La primera cara era la cara de un querubín, la segunda, la cara de un hombre, la tercera, la cara de un león y la cuarta, la cara de un águila(RC).
15 Entonces los querubines se levantaron. Estos eran los seres vivientes[fe] que yo había visto en el río Quebar(RD). 16 Cuando los querubines andaban, las ruedas andaban a su lado; y cuando los querubines alzaban sus alas para elevarse del suelo, las ruedas no se apartaban de su lado. 17 Cuando los querubines[ff] se detenían, se detenían las ruedas, y cuando se levantaban, se levantaban las ruedas con ellos, porque el espíritu de los seres vivientes[fg] estaba en ellas(RE).
18 Y la gloria del Señor salió de sobre el umbral del templo y se puso sobre los querubines(RF). 19 Cuando los querubines alzaron sus alas y se elevaron del suelo ante mis ojos salieron con las ruedas a su lado, y se detuvieron a la entrada de la puerta oriental de la casa del Señor. Y la gloria del Dios de Israel estaba por encima, sobre ellos(RG).
20 Estos eran los seres vivientes que yo había visto debajo del Dios de Israel junto al río Quebar(RH); entonces supe que eran querubines(RI). 21 Cada uno tenía cuatro caras y cada uno cuatro alas, y había una semejanza de manos de hombre debajo de sus alas(RJ). 22 En cuanto a la forma de sus caras, eran las mismas caras cuya apariencia yo había visto junto al río Quebar. Cada uno caminaba derecho hacia adelante.
Castigo de los gobernantes
11 Entonces el Espíritu me levantó y me llevó a la puerta oriental de la casa del Señor que mira al oriente(RK). Y he aquí, a la entrada de la puerta había veinticinco hombres, y entre ellos vi a Jaazanías, hijo de Azur, y a Pelatías, hijo de Benaía(RL), jefes del pueblo. 2 Y Él me dijo: Hijo de hombre, estos son los hombres que maquinan iniquidad y dan malos consejos en esta ciudad(RM), 3 los cuales dicen: «¿No está cerca el tiempo[fh] de edificar casas? Esta ciudad es la olla y nosotros la carne(RN)». 4 Por tanto, profetiza contra ellos, profetiza, hijo de hombre(RO).
5 Entonces el Espíritu del Señor cayó sobre mí, y me dijo: Di: «Así dice el Señor: “Así habéis dicho, casa de Israel, yo conozco vuestros pensamientos[fi](RP). 6 Habéis multiplicado vuestros muertos en esta ciudad, habéis llenado sus calles de muertos(RQ)”. 7 Por tanto, así dice el Señor Dios[fj]: “Vuestros muertos, los que habéis dejado en medio de la ciudad[fk], son la carne, y ella es la olla(RR); pero yo os sacaré[fl] de ella(RS). 8 Habéis temido la espada, y espada traeré sobre vosotros(RT)” —declara el Señor Dios. 9 “Y os sacaré de en medio de la ciudad[fm], os entregaré en manos de extraños(RU) y traeré juicios contra vosotros(RV). 10 A espada caeréis(RW); en los confines de Israel os juzgaré; y sabréis que yo soy el Señor(RX). 11 Esta ciudad no será olla para vosotros, ni vosotros seréis carne en medio de ella(RY); hacia los confines de Israel os juzgaré. 12 Y sabréis que yo soy el Señor; porque no habéis andado en mis estatutos ni habéis ejecutado mis ordenanzas(RZ), sino que habéis obrado conforme a las costumbres de las naciones que os rodean(SA)”».
13 Y sucedió que mientras yo profetizaba, Pelatías, hijo de Benaía(SB), murió. Entonces caí sobre mi rostro, y clamé a gran voz y dije: ¡Ah, Señor Dios! ¿Vas a acabar por completo con el remanente de Israel(SC)?
14 Entonces vino a mí la palabra del Señor, diciendo: 15 Hijo de hombre, tus hermanos, tus parientes[fn], los hombres en el destierro contigo[fo] y toda la casa de Israel, todos ellos, son aquellos a quienes los habitantes de Jerusalén han dicho: «Alejaos del Señor; a nosotros se nos ha dado esta tierra en posesión(SD)». 16 Por tanto, di: «Así dice el Señor Dios: “Aunque yo los había echado lejos entre las naciones, y aunque yo los había dispersado por las tierras, sin embargo fui para ellos un santuario(SE) por poco tiempo en las tierras adonde habían ido”». 17 Por tanto di: «Así dice el Señor Dios: “Yo os recogeré de entre los pueblos y os reuniré de las tierras entre las cuales habéis sido dispersados, y os daré la tierra de Israel(SF)”». 18 Cuando lleguen allí, quitarán de ella todas sus cosas detestables y todas sus abominaciones(SG). 19 Yo les daré un solo corazón y pondré un espíritu nuevo dentro de ellos[fp]. Y quitaré de su carne el corazón de piedra(SH) y les daré un corazón de carne(SI), 20 para que anden en mis estatutos, guarden mis ordenanzas(SJ) y los cumplan. Entonces serán mi pueblo y yo seré su Dios(SK). 21 Pero en cuanto a aquellos cuyo corazón va detrás de sus cosas detestables y abominaciones[fq](SL), haré recaer su conducta sobre su cabeza —declara el Señor Dios(SM).
22 Entonces los querubines alzaron sus alas con las ruedas a su lado(SN), y la gloria del Dios de Israel estaba por encima, sobre ellos(SO). 23 La gloria del Señor se elevó de en medio de la ciudad(SP), y se detuvo sobre el monte que está al oriente de la ciudad(SQ). 24 Y el Espíritu me levantó(SR) y me llevó a Caldea[fr], a los desterrados, en visión por el Espíritu de Dios. Y se alejó[fs] de mí la visión que había visto(SS). 25 Entonces hablé a los desterrados de todas las cosas que el Señor me había mostrado(ST).
Destierro del príncipe
12 Y vino a mí la palabra del Señor, diciendo: 2 Hijo de hombre(SU), habitas en medio de la casa rebelde(SV); tienen ojos para ver y no ven, oídos para oír y no oyen(SW), porque son una casa rebelde. 3 Y tú, hijo de hombre, prepárate el equipaje del destierro y sal al destierro de día, ante sus ojos; sal al destierro desde tu lugar a otro lugar, ante sus ojos. Quizá entiendan, aunque[ft] son una casa rebelde(SX). 4 Saca tu equipaje como equipaje del destierro, de día, ante sus ojos. Entonces sal tú por la tarde, ante sus ojos, como los que salen al destierro(SY). 5 Ante sus ojos haz un hueco en el muro y sal[fu] por él. 6 Ante sus ojos carga el equipaje sobre los hombros y sácalo en la oscuridad. Cúbrete el rostro para no ver la tierra(SZ), porque por señal te he puesto a la casa de Israel(TA).
7 Yo hice tal como se me había mandado(TB). Saqué mi equipaje de día como el equipaje de un desterrado; y al atardecer cavé con mis manos a través del muro; salí[fv] en la oscuridad y cargué el equipaje sobre los hombros, ante sus ojos(TC).
8 Y vino a mí la palabra del Señor por la mañana, diciendo: 9 Hijo de hombre, ¿no te ha dicho la casa de Israel, esa casa rebelde(TD): «¿Qué estás haciendo(TE)?». 10 Diles: «Así dice el Señor Dios[fw]: “Este oráculo[fx] se refiere al príncipe en Jerusalén y a toda la casa de Israel que está en medio de ella[fy](TF)”». 11 Di: «Yo soy vuestra señal(TG); como he hecho, así se hará con ellos; irán al destierro, a la cautividad(TH)». 12 Y el príncipe que está en medio de ellos, cargará su equipaje sobre los hombros en la oscuridad, y saldrá. Cavará[fz] un hueco en el muro para sacarlo. Cubrirá su rostro para no ver la tierra con sus ojos[ga](TI). 13 Extenderé mi red sobre él y quedará preso en mi trampa. Lo llevaré a Babilonia(TJ), a la tierra de los caldeos; pero no la verá, y morirá allí(TK). 14 Y a todos los que los rodean, sus servidores[gb] y todas sus tropas, esparciré a todos los vientos y sacaré la espada tras ellos(TL). 15 Y sabrán que yo soy el Señor cuando los disperse entre las naciones y los esparza por las tierras(TM). 16 Pero preservaré[gc] a algunos de ellos de la espada, del hambre y de la pestilencia(TN), para que cuenten todas sus abominaciones entre las naciones adonde vayan, y sepan que yo soy el Señor(TO).
17 Y vino a mí la palabra del Señor, diciendo: 18 Hijo de hombre, come tu pan con temblor y bebe tu agua con estremecimiento y angustia(TP). 19 Y di a la gente de la tierra: «Así dice el Señor Dios acerca de los habitantes de Jerusalén sobre el suelo de Israel: “Comerán su pan con angustia y beberán su agua con terror, porque su tierra será despojada[gd] de su abundancia a causa de la violencia de todos los que habitan en ella(TQ). 20 Las ciudades habitadas serán devastadas y la tierra vendrá a ser una desolación(TR); y sabréis que yo soy el Señor(TS)”».
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