Bible in 90 Days
8 Y el SEÑOR dijo a Moisés: Hazte una serpiente ardiente, y ponla sobre la bandera; y será que cualquiera que fuere mordido y mirare a ella, vivirá.
9 Y Moisés hizo una serpiente de bronce, y la levantó sobre la bandera, y fue, que cuando alguna serpiente mordía a alguno, miraba a la serpiente de metal, y vivía.
10 ¶ Y partieron los hijos de Israel, y acamparon en Obot.
11 Y partidos de Obot, acamparon en Ije-abarim, en el desierto que está delante de Moab, al nacimiento del sol.
12 Partidos de allí, acamparon en el arroyo de Zered.
13 Y partidos de allí, acamparon al otro lado de Arnón, que está en el desierto, y que sale del término del amorreo; porque Arnón es término de Moab, entre Moab y el amorreo.
14 Por tanto se dice en el libro de las batallas del SEÑOR: Lo que hizo en el mar Bermejo, y a los arroyos de Arnón;
15 y a la corriente de los arroyos que va a parar en Ar, y descansa en el término de Moab.
16 Y de allí vinieron a Beer: éste es el pozo del cual el SEÑOR dijo a Moisés: Junta al pueblo, y les daré agua.
17 Entonces cantó Israel esta canción: Sube, oh pozo; a él cantad.
18 Pozo, el cual cavaron los príncipes; lo cavaron los voluntarios del pueblo, y el legislador, con sus bordones. Del desierto vinieron a Matana.
19 Y de Matana a Nahaliel; y de Nahaliel a Bamot.
20 Y de Bamot al valle que está en los campos de Moab, y a la cumbre de Pisga, que mira a Jesimón.
21 ¶ Y envió Israel embajadores a Sehón, rey de los amorreos, diciendo:
22 Pasaré por tu tierra; no nos apartaremos por los labrados, ni por las viñas; no beberemos las aguas de los pozos; por el camino real iremos, hasta que pasemos tu término.
23 Mas Sehón no dejó pasar a Israel por su término; antes juntó Sehón todo su pueblo, y salió contra Israel en el desierto; y vino a Jahaza, y peleó contra Israel.
24 E Israel le hirió a filo de espada, y tomó su tierra desde Arnón hasta Jaboc, hasta los hijos de Amón; porque el término de los hijos de Amón era fuerte.
25 Y tomó Israel todas estas ciudades; y habitó Israel en todas las ciudades del amorreo, en Hesbón y en todas sus aldeas.
26 Porque Hesbón era la ciudad de Sehón, rey de los amorreos; el cual había tenido guerra antes con el rey de Moab, y tomado de su poder toda su tierra hasta Arnón.
27 Por tanto, dicen los proverbistas: Venid a Hesbón, edifíquese y repárese la ciudad de Sehón;
28 que fuego salió de Hesbón, y llama de la ciudad de Sehón, y consumió a Ar de Moab, a los señores de los altos de Arnón.
29 ¡Ay de ti, Moab! Pereciste, pueblo de Quemos; puso sus hijos en huida, y sus hijas en cautividad, por Sehón rey de los amorreos.
30 Y Hesbón destruyó su reino hasta Dibón, y destruimos hasta Nofa y Medeba.
31 Así habitó Israel en la tierra del amorreo.
32 Y envió Moisés a reconocer a Jazer; y tomaron sus aldeas, y echaron al amorreo que estaba allí.
33 Y volvieron, y subieron camino de Basán, y salió contra ellos Og rey de Basán, él y todo su pueblo, para pelear en Edrei.
34 Entonces el SEÑOR dijo a Moisés: No le tengas miedo, que en tu mano lo he dado, a él y a todo su pueblo, y a su tierra; y harás de él como hiciste de Sehón, rey de los amorreos, que habitaba en Hesbón.
35 E hirieron a él, y a sus hijos, y a todo su pueblo, sin que le quedara uno, y poseyeron su tierra.
22 ¶ Y se movieron los hijos de Israel, y acamparon en los campos de Moab, a este lado del Jordán frente a Jericó.
2 Y vio Balac, hijo de Zipor, todo lo que Israel había hecho al amorreo.
3 Y Moab temió mucho a causa del pueblo que era mucho; y se angustió Moab a causa de los hijos de Israel.
4 Y dijo Moab a los ancianos de Madián: Ahora lamerá esta compañía todos nuestros contornos, como lame el buey la grama del campo. Y Balac, hijo de Zipor, era entonces rey de Moab.
5 Por tanto, envió mensajeros a Balaam hijo de Beor, a Petor, que está junto al río Eufrates en la tierra de los hijos de su pueblo, para que lo llamaran, diciendo: Un pueblo ha salido de Egipto, y he aquí cubre la faz de la tierra, y habita delante de mí.
6 Ven pues, ahora, te ruego, maldíceme este pueblo, porque es más fuerte que yo; por ventura podré yo herirle, y echarlo de la tierra; pues yo sé que el que tú bendijeres, será bendito, y el que tú maldijeres, será maldito.
7 Y fueron los ancianos de Moab, y los ancianos de Madián, con las encantaciones en su mano, y llegaron a Balaam, y le dijeron las palabras de Balac.
8 Y él les dijo: Reposad aquí esta noche, y yo os recitaré las palabras, cuando el SEÑOR me hablare. Así los príncipes de Moab se quedaron con Balaam.
9 Y vino Dios a Balaam, y le dijo: ¿Quiénes son estos varones que están contigo?
10 Y Balaam respondió a Dios: Balac hijo de Zipor, rey de Moab, ha enviado a mí diciendo:
11 He aquí, este pueblo que ha salido de Egipto, cubre la faz de la tierra; ven pues, ahora, y maldícemelo; por ventura podré pelear con él, y echarlo.
12 Entonces Dios dijo a Balaam: No vayas con ellos, ni maldigas al pueblo; porque es bendito.
13 Así Balaam se levantó por la mañana, y dijo a los príncipes de Balac: Volveos a vuestra tierra, porque el SEÑOR no me quiere dejar ir con vosotros.
14 Y los príncipes de Moab se levantaron, y vinieron a Balac, y dijeron: Balaam no quiso venir con nosotros.
15 ¶ Y volvió Balac a enviar otra vez más príncipes, y más honorables que los otros.
16 Los cuales vinieron a Balaam, y le dijeron: Así dice Balac, hijo de Zipor: Te ruego que no dejes de venir a mí;
17 porque sin duda te honraré mucho, y haré todo lo que me dijeres; ven, pues ahora, maldíceme a este pueblo.
18 Y Balaam respondió, y dijo a los esclavos de Balac: Aunque Balac me diera su casa llena de plata y oro, no puedo traspasar la palabra del SEÑOR mi Dios, para hacer cosa chica ni grande.
19 Os ruego, por tanto, ahora, que reposéis aquí esta noche, para que yo sepa qué me vuelve a decir el SEÑOR.
20 Y vino Dios a Balaam de noche, y le dijo: Si vinieren a llamarte estos varones, levántate y ve con ellos; pero harás lo que yo te dijere.
21 Así Balaam se levantó por la mañana, y cinchó su asna, y fue con los príncipes de Moab.
22 ¶ Y el furor de Dios se encendió porque él iba; y el ángel del SEÑOR se puso en el camino por adversario suyo; y él iba cabalgando sobre su asna, y con él dos criados suyos.
23 Y el asna vio al ángel del SEÑOR, que estaba en el camino con su espada desnuda en su mano; y se apartó el asna del camino, e iba por el campo. Entonces Balaam azotó al asna para hacerla volver al camino.
24 Pero el ángel del SEÑOR se puso en una senda de viñas que tenía pared a un lado y pared al otro.
25 Y viendo el asna al ángel del SEÑOR, se pegó a la pared, y apretó contra la pared el pie de Balaam; y él volvió a azotarla.
26 Y el ángel del SEÑOR volvió a pasar, y se puso en una angostura, donde no había camino para apartarse ni a diestra ni a siniestra.
27 Y viendo el asna al ángel del SEÑOR, se echó debajo de Balaam; y Balaam se enojó, y azotó al asna con el palo.
28 Entonces el SEÑOR abrió la boca al asna, la cual dijo a Balaam: ¿Qué te he hecho, que me has herido estas tres veces?
29 Y Balaam respondió al asna: Porque te has burlado de mí. ¡Si tuviera espada en mi mano, ahora te mataría!
30 Y el asna dijo a Balaam: ¿No soy yo tu asna? Sobre mí has montado desde que tú me tienes hasta este día; ¿he acostumbrado a hacerlo así contigo? Y él respondió: No.
31 Entonces el SEÑOR destapó los ojos a Balaam, y vio al ángel del SEÑOR que estaba en el camino, y tenía su espada desnuda en su mano. Y él se bajó y adoró inclinado sobre su rostro.
32 Y el ángel del SEÑOR le dijo: ¿Por qué has herido tu asna estas tres veces? He aquí yo he salido por tu adversario, porque tu camino es perverso delante de mí.
33 El asna me ha visto, y se ha apartado luego de delante de mí estas tres veces; y si de mí no se hubiera apartado, yo también ahora te mataría a ti, y a ella dejaría viva.
34 Entonces Balaam dijo al ángel del SEÑOR: He pecado, que no sabía que tú te ponías delante de mí en el camino; mas ahora, si te parece mal, yo me volveré.
35 Y el ángel del SEÑOR dijo a Balaam: Ve con esos hombres; pero la palabra que yo te dijere, esa hablarás. Así Balaam fue con los príncipes de Balac.
36 ¶ Y oyendo Balac que Balaam venía, salió a recibirle a la ciudad de Moab, que está junto al término de Arnón, que está al límite de su territorio.
37 Y Balac dijo a Balaam: ¿No envié yo a llamarte? ¿Por qué no has venido a mí? ¿Por ventura no puedo yo honrarte?
38 Y Balaam respondió a Balac: He aquí yo he venido a ti; mas ¿podré ahora hablar alguna cosa? La palabra que Dios pusiere en mi boca, esa hablaré.
39 Y fue Balaam con Balac, y vinieron a Quiriat-huzot.
40 Y Balac hizo matar bueyes y ovejas, y envió a Balaam, y a los príncipes que estaban con él.
41 Y el día siguiente Balac tomó a Balaam, y lo hizo subir a los altos de Baal, y desde allí vio la extremidad del pueblo.
23 ¶ Y Balaam dijo a Balac: Edifícame aquí siete altares, y prepárame aquí siete becerros y siete carneros.
2 Y Balac hizo como le dijo Balaam; y ofrecieron Balac y Balaam un becerro y un carnero en cada altar.
3 Y Balaam dijo a Balac: Ponte junto a tu holocausto, y yo iré; por ventura el SEÑOR me vendrá al encuentro, y cualquiera cosa que me mostrare, te la haré saber. Y así se fue solo.
4 Y se encontró Dios con Balaam, y éste le dijo: Siete altares he ordenado, y en cada altar he ofrecido un becerro y un carnero.
5 Y el SEÑOR puso palabra en la boca de Balaam, y le dijo: Vuelve a Balac, y has de hablar así.
6 Y volvió a él, y he aquí estaba él junto a su holocausto, él y todos los príncipes de Moab.
7 Y él tomó su parábola, y dijo: De Aram me trajo Balac, Rey de Moab, de los montes del oriente, diciendo: Ven, maldíceme a Jacob; y ven, execra a Israel.
8 ¿Por qué maldeciré yo al que Dios no maldijo? ¿Y por qué he de execrar al que el SEÑOR no ha execrado?
9 Porque de la cumbre de las peñas lo he visto, y desde los collados lo he mirado; he aquí un pueblo que habitará confiado, y no será contado entre los gentiles.
10 ¿Quién contará el polvo de Jacob, o el número de la cuarta parte de Israel? Muera mi alma de la muerte de los rectos, y mi postrimería sea como la suya.
11 Entonces Balac dijo a Balaam: ¿Qué me has hecho? Te he tomado para que maldigas a mis enemigos, y he aquí has proferido bendiciones.
12 Y él respondió, y dijo: ¿No cuidaré de decir lo que el SEÑOR pusiere en mi boca?
13 ¶ Y dijo Balac: Te ruego que vengas conmigo a otro lugar desde el cual lo veas; su extremidad solamente has visto, que no lo has visto todo; y desde allí me lo maldecirás.
14 Y lo llevó al campo de Zofim, a la cumbre de Pisga, y edificó siete altares, y ofreció un becerro y un carnero en cada altar.
15 Entonces él dijo a Balac: Ponte aquí junto a tu holocausto, y yo iré a encontrar a Dios allí.
16 Y el SEÑOR se encontró con Balaam, y puso palabra en su boca, y le dijo: Vuelve a Balac, y así has de decir.
17 Y vino a él, y he aquí que él estaba junto a su holocausto, y con él los príncipes de Moab; y le dijo Balac: ¿Qué ha dicho el SEÑOR?
18 Entonces él tomó su parábola, y dijo: Balac, levántate y oye; escucha mis palabras, hijo de Zipor:
19 Dios no es hombre, para que mienta; ni hijo de hombre para que se arrepienta. El dijo, ¿y no hará?; habló, ¿y no lo ejecutará?
20 He aquí, yo he tomado bendición; y él bendijo, y no la revocaré.
21 No ha mirado iniquidad en Jacob, ni ha visto rebelión en Israel; el SEÑOR su Dios es con él, y consigna de rey en él.
22 Dios los ha sacado de Egipto; tiene fuerzas como de unicornio.
23 Porque en Jacob no hay agüero, ni adivinación en Israel. Como ahora, será dicho de Jacob y de Israel: ¡Lo que ha hecho Dios!
24 He aquí el pueblo, que como león se levantará, y como león se erguirá; no se echará hasta que coma la presa, y beba la sangre de los muertos.
25 Entonces Balac dijo a Balaam: Ya que no lo maldices, tampoco lo bendigas.
26 Y Balaam respondió, y dijo a Balac: ¿No te he dicho que todo lo que el SEÑOR me dijere, aquello tengo que hacer?
27 Y dijo Balac a Balaam: Te ruego que vengas, te llevaré a otro lugar; por ventura parecerá recto a los ojos de Dios que desde allí me lo maldigas.
28 Y Balac llevó a Balaam a la cumbre de Peor, que mira hacia Jesimón.
29 Entonces Balaam dijo a Balac: Edifícame aquí siete altares, y prepárame aquí siete becerros y siete carneros.
30 Y Balac hizo como Balaam le dijo; y ofreció un becerro y un carnero en cada altar.
24 ¶ Y cuando vio Balaam que parecía bien al SEÑOR que él bendijera a Israel, no fue, como la primera y segunda vez, a encuentro de los agüeros, sino que puso su rostro hacia el desierto;
2 y alzando sus ojos, vio a Israel alojado por sus tribus; y el Espíritu de Dios vino sobre él.
3 Entonces tomó su parábola, y dijo: Dijo Balaam hijo de Beor, y dijo el varón de ojos abiertos;
4 dijo el que oyó los dichos de Dios, el que vio la visión del Omnipotente; caído, mas abiertos los ojos:
5 ¡Cuán hermosas son tus tiendas, oh Jacob, tus habitaciones, oh Israel!
6 Como arroyos están extendidas, como huertos junto al río, como árboles de sándalo plantados por el SEÑOR, como cedros junto a las aguas.
7 De sus ramos destilarán aguas, y su simiente será en muchas aguas; y su rey se ensalzará más que Agag, y su reino será ensalzado.
8 Dios lo sacó de Egipto; tiene fuerzas como el unicornio; comerá a los gentiles sus enemigos, y desmenuzará sus huesos, y los asaeteará con sus saetas.
9 Se encorvará para echarse como león, y como gran león; ¿quién lo despertará? Benditos los que te bendijeren, y malditos los que te maldijeren.
10 ¶ Entonces se encendió la ira de Balac contra Balaam, y batiendo sus palmas le dijo: Para maldecir a mis enemigos te he llamado, y he aquí los has bendecido resueltamente ya tres veces.
11 Huye, por tanto, ahora a tu lugar; yo dije que te honraría, mas he aquí que el SEÑOR te ha privado de honra.
12 Y Balaam le respondió: ¿No lo declaré yo también a tus mensajeros que me enviaste, diciendo:
13 Si Balac me diera su casa llena de plata y oro, yo no podré traspasar el dicho del SEÑOR para hacer cosa buena ni mala de mi arbitrio; mas lo que el SEÑOR hablare, eso diré yo?
14 Por tanto, he aquí, yo me voy ahora a mi pueblo; ven, te indicaré lo que este pueblo ha de hacer a tu pueblo en los postrimeros días.
15 ¶ Y tomó su parábola, y dijo: Dijo Balaam hijo de Beor, dijo el varón de ojos abiertos;
16 dijo el que oyó los dichos del SEÑOR, y el que sabe la ciencia del Altísimo, el que vio la visión del Omnipotente; caído, mas abiertos los ojos:
17 Lo veré, mas no ahora; lo miraré, mas no de cerca; SALDRÁ ESTRELLA DE JACOB, y se levantará cetro de Israel, y herirá los cantones de Moab, y destruirá a todos los hijos de Set.
18 Y será tomada Edom, será también tomada Seir por sus enemigos, e Israel se portará con valentía.
19 Y el de Jacob se enseñoreará, y destruirá de la ciudad lo que quedare.
20 Y viendo a Amalec, tomó su parábola, y dijo: Amalec, cabeza de gentiles; mas su postrimería perecerá para siempre.
21 Y viendo al ceneo, tomó su parábola, y dijo: Fuerte es tu habitación, pon en la peña tu nido;
22 porque el ceneo será echado, cuando Assur te llevará cautivo.
23 Tomó su parábola otra vez, y dijo: ¡Ay! ¿quién vivirá cuando hiciere Dios estas cosas?
24 Y vendrán navíos de la costa de Quitim, y afligirán a Assur, afligirán también a Heber; mas él también perecerá para siempre.
25 Entonces se levantó Balaam, y se fue, y volvió a su lugar; y también Balac se fue por su camino.
25 ¶ Y reposó Israel en Sitim, y el pueblo empezó a fornicar con las hijas de Moab,
2 las cuales llamaron al pueblo a los sacrificios de sus dioses; y el pueblo comió, y se inclinó a sus dioses.
3 Y al acercarse Israel a Baal-peor; el furor del SEÑOR se encendió contra Israel.
4 Y el SEÑOR dijo a Moisés: Toma a todos los príncipes del pueblo, y descoyúntelos ante el SEÑOR colgándoles de un madero delante del sol; y la ira del furor del SEÑOR se apartará de Israel.
5 Entonces Moisés dijo a los jueces de Israel: Matad cada uno a sus varones que se han juntado con Baal-peor.
6 ¶ Entonces he aquí un varón de los hijos de Israel vino y trajo una madianita a sus hermanos, a ojos de Moisés y de toda la congregación de los hijos de Israel, llorando ellos a la puerta del tabernáculo del testimonio.
7 Y lo vio Finees, hijo de Eleazar, hijo de Aarón sacerdote, y se levantó de en medio de la congregación, y tomó una lanza en su mano;
8 y fue tras el varón de Israel a la tienda, y los alanceó a ambos, al varón de Israel, y a la mujer por su vientre. Y cesó la mortandad de los hijos de Israel.
9 Y murieron de aquella mortandad veinticuatro mil.
10 Entonces el SEÑOR habló a Moisés, diciendo:
11 Finees, hijo de Eleazar, hijo de Aarón sacerdote, ha hecho apartar mi furor de los hijos de Israel, llevado de celo entre ellos; por lo cual yo no he consumido en mi celo a los hijos de Israel.
12 Por tanto diles: He aquí yo establezco mi pacto de paz con él;
13 y tendrá él, y su simiente después de él, el pacto del sacerdocio perpetuo; por cuanto tuvo celo por su Dios, y reconcilió los hijos de Israel.
14 Y el nombre del varón muerto, que fue muerto con la madianita, era Zimri hijo de Salu, príncipe de una familia de la tribu de Simeón.
15 Y el nombre de la mujer madianita muerta, era Cozbi, hija de Zur, príncipe de pueblos, de la casa del padre en Madián.
16 ¶ Y el SEÑOR habló a Moisés, diciendo:
17 Afligiréis a los madianitas, y los heriréis;
18 por cuanto ellos os afligieron a vosotros con sus engaños, con que os han engañado en el negocio de Peor, y en el negocio de Cozbi, hija del príncipe de Madián, su hermana, la cual fue muerta el día de la mortandad por causa de Peor.
26 ¶ Y aconteció después de la mortandad, que el SEÑOR habló a Moisés, y a Eleazar hijo del sacerdote Aarón, diciendo:
2 Tomad la suma de toda la congregación de los hijos de Israel, de veinte años arriba, por las casas de sus padres, a todos los que puedan salir a la guerra en Israel.
3 Y Moisés y Eleazar el sacerdote hablaron con ellos en los campos de Moab, junto al Jordán de Jericó, diciendo:
4 Contaréis el pueblo de veinte años arriba, como mandó el SEÑOR a Moisés y a los hijos de Israel, que habían salido de tierra de Egipto.
5 ¶ Rubén, primogénito de Israel; los hijos de Rubén: Enoc, del cual era la familia de los enoquitas; de Falú, la familia de los faluitas;
6 de Hezrón, la familia de los hezronitas; de Carmi, la familia de los carmitas.
7 Estas son las familias de los rubenitas; y sus contados fueron cuarenta y tres mil setecientos treinta.
8 Y los hijos de Falú: Eliab.
9 Y los hijos de Eliab: Nemuel, Datán, y Abiram. Estos Datán y Abiram fueron los del consejo de la congregación, que hicieron el motín contra Moisés y Aarón con la compañía de Coré, cuando se amotinaron contra el SEÑOR.
10 Que la tierra abrió su boca y tragó a ellos y a Coré, cuando aquella compañía murió, cuando consumió el fuego doscientos cincuenta varones, los cuales fueron por ejemplo.
11 Mas los hijos de Coré no murieron.
12 Los hijos de Simeón por sus familias: de Nemuel, la familia de los nemuelitas; de Jamín, la familia de los jaminitas; de Jaquín, la familia de los jaquinitas;
13 de Zera, la familia de los zeraítas; de Saúl, la familia de los saulitas.
14 Estas son las familias de los simeonitas, veintidós mil doscientos.
15 Los hijos de Gad por sus familias: de Zefón, la familia de los zefonitas; de Hagui, la familia de los haguitas; de Suni, la familia de los sunitas;
16 de Ozni, la familia de los oznitas; de Eri, la familia de los eritas;
17 de Arod, la familia de los aroditas; de Areli, la familia de los arelitas.
18 Estas son las familias de Gad, por sus contados, cuarenta mil quinientos.
19 Los hijos de Judá: Er y Onán; y Er y Onán murieron en la tierra de Canaán.
20 Y fueron los hijos de Judá por sus familias: de Sela, la familia de los selaítas; de Fares, la familia de los faresitas; de Zera, la familia de los zeraítas.
21 Y fueron los hijos de Fares: de Hezrón, la familia de los hezronitas; de Hamul, la familia de los hamulitas.
22 Estas son las familias de Judá, por sus contados, setenta y seis mil quinientos.
23 Los hijos de Isacar por sus familias: de Tola, la familia de los tolaítas; de Fúa la familia de los funitas;
24 de Jasub, la familia de los jasubitas; de Simrón, la familia de los simronitas.
25 Estas son las familias de Isacar, por sus contados, sesenta y cuatro mil trescientos.
26 Los hijos de Zabulón por sus familias: de Sered, la familia de los sereditas; de Elón, la familia de los elonitas; de Jahleel, la familia de los jahleelitas.
27 Estas son las familias de los zabulonitas, por sus contados, sesenta mil quinientos.
28 Los hijos de José por sus familias: Manasés y Efraín.
29 Los hijos de Manasés: de Maquir, la familia de los maquiritas; y Maquir engendró a Galaad; de Galaad, la familia de los galaaditas.
30 Estos son los hijos de Galaad: de Jezer, la familia de los jezeritas; de Helec, la familia de los helequitas;
31 de Asriel, la familia de los asrielitas; de Siquem, la familia de los siquemitas;
32 de Semida, la familia de los semidaítas; de Hefer, la familia de los heferitas.
33 Y Zelofehad, hijo de Hefer, no tuvo hijos sino hijas; y los nombres de las hijas de Zelofehad fueron Maala, y Noa, y Hogla, y Milca, y Tirsa.
34 Estas son las familias de Manasés; y sus contados, cincuenta y dos mil setecientos.
35 Estos son los hijos de Efraín por sus familias: de Sutela, la familia de los sutelaítas; de Bequer, la familia de los bequeritas; de Tahán, la familia de los tahanitas.
36 Y éstos son los hijos de Sutela: de Erán, la familia de los eranitas.
37 Estas son las familias de los hijos de Efraín, por sus contados, treinta y dos mil quinientos. Estos son los hijos de José por sus familias.
38 Los hijos de Benjamín por sus familias: de Bela, la familia de los belaítas; de Asbel, la familia de los asbelitas; de Ahiram, la familia de los ahiramitas;
39 de Sufam, la familia de los sufamitas; de Hufam, la familia de los hufamitas.
40 Y los hijos de Bela fueron Ard y Naamán: de Ard, la familia de los arditas; de Naamán, la familia de los naamitas.
41 Estos son los hijos de Benjamín por sus familias; y sus contados, cuarenta y cinco mil seiscientos.
42 Estos son los hijos de Dan por sus familias: de Súham, la familia de los suhamitas. Estas son las familias de Dan por sus familias.
43 Todas las familias de los suhamitas, por sus contados, sesenta y cuatro mil cuatrocientos.
44 Los hijos de Aser por sus familias: de Imna, la familia de los imnitas; de Isúi, la familia de los isuitas; de Bería, la familia de los beriaítas.
45 Los hijos de Bería: de Heber, la familia de los heberitas; de Malquiel, la familia de los malquielitas.
46 Y el nombre de la hija de Aser fue Sera.
47 Estas son las familias de los hijos de Aser, por sus contados, cincuenta y tres mil cuatrocientos.
48 Los hijos de Neftalí por sus familias: de Jahzeel, la familia de los jahzeelitas; de Guni, la familia de los gunitas;
49 de Jezer, la familia de los jezeritas; de Silem, la familia de los silemitas.
50 Estas son las familias de Neftalí por sus familias; y sus contados, cuarenta y cinco mil cuatrocientos.
51 Estos son los contados de los hijos de Israel, seiscientos un mil setecientos treinta.
52 ¶ Y habló el SEÑOR a Moisés, diciendo:
53 A éstos se repartirá la tierra en heredad, por la cuenta de los nombres.
54 A las más numerosas darás mayor heredad, y a las menos numerosas menor; y a cada una se le dará su heredad conforme a sus contados.
55 Pero la tierra será repartida por suerte; y por los nombres de las tribus de sus padres heredarán.
56 Conforme a la suerte será repartida su heredad entre el grande y el pequeño.
57 ¶ Y los contados de los levitas por sus familias son éstos: de Gersón, la familia de los gersonitas; de Coat, la familia de los coatitas; de Merari, la familia de los meraritas.
58 Estas son las familias de los levitas: la familia de los libnitas, la familia de los hebronitas, la familia de los mahlitas, la familia de los musitas, la familia de los coreítas. Y Coat engendró a Amram.
59 Y la mujer de Amram se llamó Jocabed, hija de Leví, la cual le nació a Leví en Egipto: ésta dio a luz de Amram a Aarón y a Moisés, y a María su hermana.
60 Y de Aarón nacieron Nadab y Abiú, Eleazar e Itamar.
61 Mas Nadab y Abiú murieron, cuando ofrecieron fuego extraño delante del SEÑOR.
62 Y sus contados fueron veintitrés mil, todos varones de un mes arriba; porque no fueron contados entre los hijos de Israel, por cuanto no les había de ser dada heredad entre los hijos de Israel.
63 ¶ Estos son los contados por Moisés y Eleazar el sacerdote, los cuales contaron los hijos de Israel en los campos de Moab, junto al Jordán de Jericó.
64 Y entre éstos ninguno hubo de los contados por Moisés y Aarón el sacerdote, los cuales contaron a los hijos de Israel en el desierto de Sinaí.
65 Porque el SEÑOR les dijo: Ciertamente morirán en el desierto; y no quedó varón de ellos, sino Caleb hijo de Jefone, y Josué hijo de Nun.
27 ¶ Y las hijas de Zelofehad, hijo de Hefer, hijo de Galaad, hijo de Maquir, hijo de Manasés, de las familias de Manasés, hijo de José, los nombres de las cuales eran Maala, y Noa, y Hogla, y Milca, y Tirsa, llegaron;
2 y se presentaron delante de Moisés, y delante del sacerdote Eleazar, y delante de los príncipes, y de toda la congregación, a la puerta del tabernáculo del testimonio, y dijeron:
3 Nuestro padre murió en el desierto, el cual no estuvo en la congregación que se reunió contra el SEÑOR en la compañía de Coré; sino que en su pecado murió, y no tuvo hijos.
4 ¿Por qué será quitado el nombre de nuestro padre de entre su familia, por no haber tenido hijo? Danos heredad entre los hermanos de nuestro padre.
5 Y Moisés llevó su causa delante del SEÑOR.
6 Y el SEÑOR respondió a Moisés, diciendo:
7 Derecho piden las hijas de Zelofehad; les darás posesión de heredad entre los hermanos de su padre; y traspasarás la heredad de su padre a ellas.
8 Y a los hijos de Israel hablarás, diciendo: Cuando alguno muriere sin hijo, traspasaréis su herencia a su hija;
9 y si no tuviere hija, daréis su herencia a sus hermanos;
10 y si no tuviere hermanos, daréis su herencia a los hermanos de su padre.
11 Y si su padre no tuviere hermanos, daréis su herencia a su pariente más cercano de su linaje, el cual la heredará; y será a los hijos de Israel por ley de derecho, como el SEÑOR mandó a Moisés.
12 ¶ Y el SEÑOR dijo a Moisés: Sube a este monte Abarim, y verás la tierra que he dado a los hijos de Israel.
13 Y después que la hayas visto, tú también serás reunido con tu pueblo, como fue reunido tu hermano Aarón.
14 Pues fuisteis rebeldes a mi dicho en el desierto de Zin, en la rencilla de la congregación, para santificarme en las aguas a ojos de ellos. Estas son las aguas de Meriba de Cades en el desierto de Zin.
15 ¶ Entonces respondió Moisés al SEÑOR, diciendo:
16 Ponga el SEÑOR, Dios de los espíritus de toda carne, varón sobre la congregación,
17 que salga delante de ellos, y que entre delante de ellos, que los saque y los introduzca; para que la congregación del SEÑOR no sea como ovejas sin pastor.
18 Y el SEÑOR dijo a Moisés: Toma a Josué hijo de Nun, varón en el cual está el Espíritu, y pondrás tu mano sobre él;
19 y lE pondrás delante de Eleazar el sacerdote, y delante de toda la congregación; y le darás mandamientos en presencia de ellos.
20 Y pondrás de tu resplandor sobre él, para que toda la congregación de los hijos de Israel le oiga.
21 Y él estará delante de Eleazar el sacerdote, y a él preguntará por el juicio del Urim delante del SEÑOR; por el dicho de él saldrán, y por el dicho de él entrarán, él, y todos los hijos de Israel con él, y toda la congregación.
22 Y Moisés hizo como el SEÑOR le había mandado; que tomó a Josué, y le puso delante de Eleazar el sacerdote, y de toda la congregación;
23 y puso sobre él sus manos, y le dio mandamientos, como el SEÑOR había mandado por mano de Moisés.
28 ¶ Y habló el SEÑOR a Moisés, diciendo:
2 Manda a los hijos de Israel, y diles: Mi ofrenda, mi pan con mis ofrendas encendidas en olor grato para mí, guardaréis, ofreciéndomelo a su tiempo.
3 Y les dirás: Esta es la ofrenda encendida que ofreceréis al SEÑOR: dos corderos sin tacha de un año, cada día; será el holocausto continuo.
4 Un cordero ofrecerás por la mañana, y el otro cordero ofrecerás entre las dos tardes;
5 y la décima de un efa de flor de harina, amasada con una cuarta de un hin de aceite molido, en presente.
6 Es holocausto continuo, que fue hecho en el monte de Sinaí en olor grato, ofrenda encendida al SEÑOR.
7 Y su libación será la cuarta de un hin con cada cordero; derramarás libación de superior vino al SEÑOR en el santuario.
8 Y ofrecerás el segundo cordero entre las dos tardes; conforme a la ofrenda de la mañana, y conforme a su libación ofrecerás, ofrenda encendida en olor grato al SEÑOR.
9 ¶ Mas el día del sábado, dos corderos de un año sin defecto, y dos décimas de flor de harina amasada con aceite, por presente, con su libación:
10 Es el holocausto del sábado en cada sábado, además del holocausto continuo y su libación.
11 Y en los principios de vuestros meses ofreceréis en holocausto al SEÑOR dos becerros, y un carnero, y siete corderos de un año sin defecto;
12 y tres décimas de flor de harina amasada con aceite, por presente con cada becerro; y dos décimas de flor de harina amasada con aceite, por presente con cada carnero;
13 y una décima de flor de harina amasada con aceite, en ofrenda por presente con cada cordero; holocausto de olor grato, ofrenda encendida al SEÑOR.
14 Y sus libaciones de vino serán medio hin con cada becerro, y el tercio de un hin con cada carnero, y la cuarta de un hin con cada cordero. Esto será el holocausto de cada mes por todos los meses del año.
15 Y un macho cabrío como el pecado se ofrecerá al SEÑOR, además del holocausto continuo con su libación.
16 ¶ Mas en el mes primero, a los catorce del mes será la pascua del SEÑOR.
17 Y a los quince días de este mes, la fiesta solemne; por siete días se comerán panes ázimos.
18 El primer día, santa convocación; ninguna obra servil haréis.
19 Y ofreceréis en ofrenda encendida en holocausto al SEÑOR dos becerros, y un carnero, y siete corderos de un año; sin defecto los tomaréis;
20 y su presente será de harina amasada con aceite; tres décimas con cada becerro, y dos décimas con cada carnero ofreceréis;
21 con cada uno de los siete corderos ofreceréis una décima;
22 y un macho cabrío como el pecado, para reconciliaros.
23 Esto ofreceréis además del holocausto de la mañana, que es el holocausto continuo.
24 Conforme a esto ofreceréis el pan de la ofrenda encendida en olor grato al SEÑOR cada uno de los siete días; se ofrecerá, además del holocausto continuo, con su libación.
25 Y el séptimo día tendréis santa convocación; ninguna obra servil haréis.
26 Además, el día de las primicias, cuando ofreciereis presente nuevo al SEÑOR en vuestras semanas cumplidas, tendréis santa convocación; ninguna obra servil haréis.
27 Y ofreceréis en holocausto, en olor grato al SEÑOR, dos becerros, un carnero, siete corderos de un año;
28 y el presente de ellos, flor de harina amasada con aceite, tres décimas con cada becerro, dos décimas con cada carnero,
29 con cada uno de los siete corderos una décima;
30 un macho cabrío, para reconciliaros.
31 Los ofreceréis, además del holocausto continuo con sus presentes, y sus libaciones; sin defecto los tomaréis.
29 ¶ Y el séptimo mes, al primero del mes tendréis santa convocación; ninguna obra servil haréis; os será día de júbilo de sonar alarma.
2 Y ofreceréis holocausto por olor grato al SEÑOR, un becerro, un carnero, siete corderos de un año sin defecto;
3 y el presente de ellos, de flor de harina amasada con aceite, tres décimas con cada becerro, dos décimas con cada carnero,
4 y con cada uno de los siete corderos, una décima;
5 y un macho cabrío como el pecado, para reconciliaros.
6 Además del holocausto del mes, y su presente, y el holocausto continuo y su presente, y sus libaciones, conforme a su ley, por ofrenda encendida al SEÑOR en olor grato.
7 Y en el diez de este mes séptimo tendréis santa convocación, y afligiréis vuestras almas; ninguna obra haréis;
8 y ofreceréis en holocausto al SEÑOR por olor grato, un becerro, un carnero, siete corderos de un año; sin defecto los tomaréis.
9 Y sus presentes, flor de harina amasada con aceite, tres décimas con cada becerro, dos décimas con cada carnero,
10 y con cada uno de los siete corderos, una décima;
11 un macho cabrío como el pecado; además de la ofrenda de las reconciliaciones por el pecado, y del holocausto continuo, y de sus presentes, y de sus libaciones.
12 ¶ También a los quince días del mes séptimo tendréis santa convocación; ninguna obra servil haréis, y celebraréis fiesta solemne al SEÑOR por siete días;
13 y ofreceréis en holocausto, en ofrenda encendida al SEÑOR en olor grato, trece becerros, dos carneros, catorce corderos de un año; han de ser sin defecto;
14 y los presentes de ellos, de flor de harina amasada con aceite, tres décimas con cada uno de los trece becerros, dos décimas con cada uno de los dos carneros,
15 y con cada uno de los catorce corderos, una décima;
16 y un macho cabrío como el pecado; además del holocausto continuo, su presente y su libación.
17 Y el segundo día, doce becerros, dos carneros, catorce corderos de un año sin defecto;
18 y sus presentes y sus libaciones con los becerros, con los carneros, y con los corderos, según el número de ellos, conforme a la ley;
19 y un macho cabrío como el pecado; además del holocausto continuo, y su presente y su libación.
20 Y el día tercero, once becerros, dos carneros, catorce corderos de un año sin defecto;
21 y sus presentes y sus libaciones con los becerros, con los carneros, y con los corderos, según el número de ellos, conforme a la ley;
22 y un macho cabrío como el pecado; además del holocausto continuo, y su presente y su libación.
23 Y el cuarto día, diez becerros, dos carneros, catorce corderos de un año sin defecto;
24 sus presentes y sus libaciones con los becerros, con los carneros, y con los corderos, según el número de ellos, conforme a la ley;
25 y un macho cabrío como el pecado; además del holocausto continuo, su presente y su libación.
26 Y el quinto día, nueve becerros, dos carneros, catorce corderos de un año sin defecto;
27 y sus presentes y sus libaciones con los becerros, con los carneros, y con los corderos, según el número de ellos, conforme a la ley;
28 y un macho cabrío como el pecado; además del holocausto continuo, su presente y su libación.
29 Y el sexto día, ocho becerros, dos carneros, catorce corderos de un año sin defecto;
30 y sus presentes y sus libaciones con los becerros, con los carneros, y con los corderos, según el número de ellos, conforme a la ley;
31 y un macho cabrío como el pecado; además del holocausto continuo, su presente y sus libaciones.
32 Y el séptimo día, siete becerros, dos carneros, catorce corderos de un año sin defecto;
33 y sus presentes y sus libaciones con los becerros, con los carneros, y con los corderos, según el número de ellos, conforme a su ley;
34 y un macho cabrío como el pecado; además del holocausto continuo, con su presente y su libación.
35 El octavo día tendréis solemnidad; ninguna obra servil haréis:
36 Y ofreceréis en holocausto, en ofrenda encendida de olor grato al SEÑOR, un novillo, un carnero, siete corderos de un año sin defecto;
37 sus presentes y sus libaciones con el novillo, con el carnero, y con los corderos, según el número de ellos, conforme a la ley;
38 y un macho cabrío como el pecado; además del holocausto continuo, con su presente y su libación.
39 Estas cosas ofreceréis al SEÑOR en vuestras solemnidades, además de vuestros votos, y de vuestras ofrendas libres, en vuestros holocaustos, y en vuestros presentes, y en vuestras libaciones y en vuestras ofrendas de paz.
40 Y Moisés dijo a los hijos de Israel, conforme a todo lo que el SEÑOR había mandado a Moisés.
30 ¶ Y habló Moisés a los príncipes de las tribus de los hijos de Israel, diciendo: Esto es lo que el SEÑOR ha mandado.
2 Cuando alguno hiciere voto al SEÑOR, o hiciere juramento ligando su alma con obligación, no contaminará su palabra; hará conforme a todo lo que salió de su boca.
3 ¶ Mas la mujer, cuando hiciere voto al SEÑOR, y se ligare con obligación estando en casa de su padre, en su juventud;
4 si su padre oyere su promesa, y la obligación con que ligó su alma, y su padre callare a ello, todas las promesas de ella serán firmes, y toda obligación con que hubiere ligado su alma, será firme.
5 Mas si su padre le vedare el día que oyere todos sus votos y sus ataduras, con que ella hubiere ligado su alma, no serán firmes; y el SEÑOR la perdonará, por cuanto su padre la vedó.
6 Pero si tuviere esposo, e hiciere votos, o pronunciare de sus labios cosa con que obligue su alma;
7 si su marido lo oyere, y cuando lo oyere callare a ello, los votos de ella serán firmes, y la atadura con que ligó su alma, será firme.
8 Mas si cuando su marido lo oyó, la vedó, entonces el voto que ella hizo, y lo que pronunció de sus labios con que ligó su alma, será nulo; y el SEÑOR la perdonará.
9 Pero todo voto de viuda, o repudiada, con que ligare su alma, será firme.
10 Mas si hizo voto en casa de su marido, y ligó su alma con obligación de juramento,
11 si su marido oyó, y calló a ello, y no le vedó; entonces todos sus votos serán firmes, y toda obligación con que hubiere ligado su alma, será firme.
12 Mas si su marido los anuló el día que los oyó; todo lo que salió de sus labios en cuanto a sus votos, y en cuanto a la obligación de su alma, será nulo; su marido los anuló, y el SEÑOR la perdonará.
13 Todo voto, o todo juramento de afligir el alma, su marido lo confirmará, o su marido lo anulará.
14 Pero si su marido callare a ello de día en día, entonces confirmó todos sus votos, y todas las obligaciones que están sobre ella; las confirmó por cuanto calló a ello el día que lo oyó.
15 Mas si los anulare después de haberlos oído, entonces él llevará la iniquidad de ella.
16 Estas son las ordenanzas que el SEÑOR mandó a Moisés entre el varón y su mujer, entre el padre y su hija, durante su juventud en casa de su padre.
31 ¶ Y el SEÑOR habló a Moisés, diciendo:
2 Haz la venganza de los hijos de Israel sobre los madianitas; después serás recogido a tu pueblo.
3 Entonces Moisés habló al pueblo, diciendo: Armaos algunos de vosotros para la guerra, e irán contra Madián, y harán la venganza del SEÑOR en Madián.
4 Mil de cada tribu de todas las tribus de los hijos de Israel, enviaréis a la guerra.
5 Así fueron dados de los millares de Israel, mil por cada tribu, doce mil a punto de guerra.
6 Y Moisés los envió a la guerra; mil por cada tribu envió; y Finees, hijo de Eleazar sacerdote, fue a la guerra con los santos instrumentos, con las trompetas de sonar en su mano.
7 ¶ Y pelearon contra Madián, como el SEÑOR le mandó a Moisés, y mataron a todo varón.
8 Mataron también, entre los muertos de ellos, a los reyes de Madián: Evi, Requem, Zur, Hur, y Reba, cinco reyes de Madián; también a Balaam, hijo de Beor, mataron a espada.
9 Y llevaron cautivas los hijos de Israel a las mujeres de los madianitas, y sus chiquitos y tomaron el despojo de sus bestias, de todos sus ganados, y de toda su hacienda.
10 Y todas sus ciudades por sus habitaciones, y todos sus palacios quemaron a fuego.
11 Y tomaron todo el despojo, y toda la presa, así de hombres como de bestias.
12 Y lo trajeron a Moisés, y a Eleazar el sacerdote, y a la congregación de los hijos de Israel, los cautivos y la presa y los despojos, al campamento en los llanos de Moab, que estaba junto al Jordán de Jericó.
13 ¶ Y salieron Moisés y Eleazar el sacerdote, y todos los príncipes de la congregación, a recibirlos fuera del campamento.
14 Y se enojó Moisés contra los capitanes del ejército, contra los tribunos y centuriones que volvían de la guerra;
15 y les dijo Moisés: ¿Todas las mujeres habéis salvado vivas?
16 He aquí, ellas fueron a los hijos de Israel, por consejo de Balaam, para causar prevaricación contra el SEÑOR en el negocio de Peor; por lo que hubo mortandad en la congregación del SEÑOR.
17 Matad, pues, ahora todos los machos entre los niños; matad también toda mujer que haya conocido varón carnalmente.
18 Pero a todas las niñas entre las mujeres, que no hayan conocido varón, os guardaréis vivas.
19 Y vosotros quedaos fuera del campamento siete días; y a todos los que hubieren matado persona, y a cualquiera que hubiere tocado muerto, os haréis remover el pecado al tercero y al séptimo día, vosotros y vuestros cautivos.
20 Asimismo haréis remover el pecado de todo vestido, y toda prenda de pieles, y toda obra de pelos de cabra, y todo vaso de madera.
21 Y Eleazar el sacerdote dijo a los hombres de guerra que venían de la guerra: Esta es la ordenanza de la ley que el SEÑOR ha mandado a Moisés:
22 Ciertamente el oro, y la plata, el bronce, el hierro, el estaño, y el plomo,
23 todo lo que resiste el fuego, por fuego lo haréis pasar, y será limpio, bien que en las aguas de separación habrá de remover el pecado; mas haréis pasar por agua todo lo que no aguanta el fuego.
24 Además lavaréis vuestros vestidos el séptimo día, y así seréis limpios; y después entraréis en el campamento.
25 ¶ Y el SEÑOR habló a Moisés, diciendo:
26 Toma la cuenta de la presa que se ha capturado, así de las personas como de las bestias, tú y el sacerdote Eleazar, y las cabezas de los padres de la congregación;
27 y partirás por mitad la presa entre los que pelearon, los que salieron a la guerra, y toda la congregación.
28 Y apartarás para el SEÑOR el tributo de los hombres de guerra, que salieron a la guerra; de quinientos uno, así de las personas como de los bueyes, de los asnos, y de las ovejas.
29 De la mitad de ellos lo tomarás; y darás a Eleazar el sacerdote la ofrenda del SEÑOR.
30 Y de la mitad perteneciente a los hijos de Israel tomarás uno de cincuenta, de las personas, de los bueyes, de los asnos, y de las ovejas, de todo animal; y los darás a los levitas, que tienen la guarda del tabernáculo del SEÑOR.
31 E hicieron Moisés y Eleazar el sacerdote como el SEÑOR mandó a Moisés.
32 Y fue la presa, el resto de la presa que tomaron los hombres de guerra, seiscientas setenta y cinco mil ovejas,
33 y setenta y dos mil bueyes,
34 y setenta y un mil asnos;
35 y en cuanto a personas, de mujeres que no habían conocido de varón, en todas treinta y dos mil.
36 Y la mitad, la parte de los que habían salido a la guerra, fue el número de trescientas treinta y siete mil quinientas ovejas.
37 Y el tributo para el SEÑOR de la ovejas, fue seiscientas setenta y cinco.
38 Y de los bueyes, treinta y seis mil; y de ellos el tributo para el SEÑOR, setenta y dos.
39 Y de los asnos, treinta mil quinientos; y de ellos el tributo para el SEÑOR, sesenta y uno.
40 Y de las personas, dieciséis mil; y de ellas el tributo para el SEÑOR, treinta y dos personas.
41 Y dio Moisés el tributo, por elevada ofrenda al SEÑOR, a Eleazar el sacerdote, como el SEÑOR le mandó a Moisés.
42 Y de la mitad para los hijos de Israel, que apartó Moisés de los hombres que habían ido a la guerra;
43 (la mitad para la congregación fue: de las ovejas, trescientas treinta y siete mil quinientas;
44 y de los bueyes, treinta y seis mil;
45 y de los asnos, treinta mil quinientos;
46 y de las personas, dieciséis mil.)
47 De la mitad, pues, para los hijos de Israel, Moisés tomó uno de cada cincuenta, así de las personas como de los animales, y los dio a los levitas, que tenían la guarda del tabernáculo del SEÑOR; como el SEÑOR lo había mandado a Moisés.
48 ¶ Y llegaron a Moisés los capitanes de los millares de aquel ejército, los tribunos y centuriones;
49 y dijeron a Moisés: Tus esclavos han tomado razón de los hombres de guerra que están en nuestro poder, y ninguno ha faltado de nosotros.
50 Por lo cual hemos ofrecido al SEÑOR ofrenda, cada uno de lo que ha hallado, vasos de oro, brazaletes, manillas, anillos, zarcillos, y cadenas, para reconciliar nuestras personas delante del SEÑOR.
51 Y Moisés y el sacerdote Eleazar recibieron el oro de ellos, todos vasos labrados.
52 Y todo el oro de la ofrenda que ofrecieron al SEÑOR de los tribunos y centuriones, fue dieciséis mil setecientos cincuenta siclos.
53 (Porque los varones del ejército habían tomado botín cada uno para sí.)
54 Recibieron, pues, Moisés y el sacerdote Eleazar, el oro de los tribunos y centuriones, y lo trajeron al tabernáculo del testimonio, por memoria de los hijos de Israel delante del SEÑOR.
32 ¶ Y los hijos de Rubén y los hijos de Gad tenían muchísimo ganado; los cuales viendo la tierra de Jazer y de Galaad, les pareció el lugar, lugar de ganado.
2 Y vinieron los hijos de Gad y los hijos de Rubén, y hablaron a Moisés, y a Eleazar el sacerdote, y a los príncipes de la congregación, diciendo:
3 Atarot, Dibón, Jazer, Nimra, Hesbón, Eleale, Sebam, Nebo, y Beón,
4 la tierra que el SEÑOR hirió delante de la congregación de Israel, es tierra de ganado, y tus esclavos tienen ganado.
5 Por tanto, dijeron, si hallamos gracia en tus ojos, dése esta tierra a tus esclavos en heredad, y no nos hagas pasar el Jordán.
6 Y respondió Moisés a los hijos de Gad y a los hijos de Rubén: ¿Vendrán vuestros hermanos a la guerra, y vosotros os quedaréis aquí?
7 ¿Y por qué desanimáis el corazón de los hijos de Israel, para que no pasen a la tierra que les ha dado el SEÑOR?
8 Así hicieron vuestros padres, cuando los envié desde Cades-barnea para que vieran la tierra.
9 Cuando subieron hasta la arroyada de Escol, y vieron la tierra desanimaron el corazón de los hijos de Israel, para no venir a la tierra que el SEÑOR les había dado.
10 Y el furor del SEÑOR se encendió entonces, y juró diciendo:
11 Que no verán los varones que subieron de Egipto de veinte años arriba, la tierra por la cual juré a Abraham, Isaac, y Jacob, por cuanto no fueron perfectos en pos de mí;
12 excepto Caleb, hijo de Jefone cenezeo, y Josué hijo de Nun, que fueron perfectos en pos del SEÑOR.
13 Y el furor del SEÑOR se encendió en Israel, y los hizo andar errantes cuarenta años por el desierto, hasta que fue acabada toda aquella generación, que había hecho mal delante del SEÑOR.
14 Y he aquí, vosotros habéis levantado en lugar de vuestros padres, prole de hombres pecadores, para añadir aún a la ira del SEÑOR contra Israel.
15 Si os volviereis de en pos de él, él volverá otra vez a dejaros en el desierto, y echaréis a perder a todo este pueblo.
16 ¶ Entonces ellos vinieron a él y dijeron: Edificaremos aquí majadas para nuestro ganado, y ciudades para nuestros niños;
17 y nosotros nos armaremos, e iremos con diligencia delante de los hijos de Israel, hasta que los metamos en su lugar; y nuestros niños quedarán en ciudades fuertes a causa de los moradores de la tierra.
18 No volveremos a nuestras casas hasta que los hijos de Israel posean cada uno su heredad.
19 Porque no tomaremos heredad con ellos al otro lado del Jordán ni adelante, por cuanto tendremos ya nuestra heredad de este lado del Jordán al oriente.
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