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The Daily Audio Bible

This reading plan is provided by Brian Hardin from Daily Audio Bible.
Duration: 731 days

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Palabra de Dios para Todos (PDT)
Version
Job 8-11

Habla Bildad

Entonces, Bildad de Súah respondió:

«¿Hasta cuándo vas a seguir diciendo todo esto?
    ¿Cuánto tiempo más vas a continuar hablando como si tu boca fuera un huracán?
¿Acaso Dios tuerce la justicia?
    ¿Es que el Todopoderoso cambia el derecho?
Si tus hijos pecaron contra Dios,
    él les dio el castigo que se merecían conforme a su pecado.
Job, si buscaras a Dios diligentemente,
    si le suplicaras misericordia al Todopoderoso
y fueras intachable e íntegro,
    entonces él velaría por ti.
    Él restauraría tu hogar que con justicia mereces.
Tu bienestar anterior no es nada
    comparado con lo que tendrás en el futuro.

»Pregúntales a las generaciones anteriores
    y aprende todo lo que puedas de tus antepasados.
Pues nosotros no somos más que recién llegados, y no sabemos nada.
    Nuestra vida en la tierra es como una sombra.
10 ¿No te enseñan ellos?
    ¿No hablan contigo?
    ¿No salen de ellos enseñanzas producto de su entendimiento?
11 ¿Se da el papiro donde no hay pantano?
    ¿Se da el junco donde no hay agua?
12 Ellos se marchitan antes que las otras plantas, aun estando todavía verdes
    y sin que nadie los haya cortado.
13 Es igual con la vida de aquellos que se olvidan de Dios;
    la esperanza del que no confía en Dios será destruida.
14 Ellos no ponen su confianza en lo que debieran,
    y su seguridad no tiene más fortaleza que una telaraña.
15 Si se recuesta sobre su casa,
    la casa no se mantiene firme.
16 Él es como una planta bien regada a la luz del sol,
    y sus retoños se esparcen en el jardín.
17 Enreda sus raíces alrededor de un montón de piedras,
    y penetra las piedras de la casa.
18 Pero si la planta es arrancada de su lugar,
    entonces ese sitio la desconoce
    y dice: “Jamás te he visto”.
19 Pero en cuanto a la planta, su existencia es feliz[a]
    porque del polvo brotarán otras en su lugar.

20 »Dios no abandona al hombre íntegro,
    ni brinda ayuda a los perversos.
21 Él te hará reír
    y cantar de alegría.
22 Pero a tus enemigos los cubrirá de vergüenza,
    y la carpa donde habitan los malos desaparecerá».

Job responde

Entonces Job respondió:

«Sí, yo sé que es así como tú dices.
    Pero ¿cómo puede un hombre ganarle un juicio a Dios?
El que se atreviera a discutir con él,
    no tendría argumentos para rebatirle ni un tema entre mil.
Dios es muy sabio y su poder es muy grande.
    ¿Quién se ha enfrentado a él sin salir lastimado?
Dios mueve las montañas cuando está enojado
    y ellas ni siquiera se dan cuenta.
Él es quien hace temblar la tierra
    y sacude sus cimientos.
Dios puede ordenarle al sol que no salga.
    Él les pone un sello[b] a las estrellas.
Dios extendió los cielos por sí solo
    y camina sobre la espalda del monstruo marino.

»Dios creó la Osa Mayor, el Orión,
    las Pléyades[c] y las Bodegas del Sur[d].
10 Él hace grandes maravillas,
    cosas que la gente no puede entender.
    Las maravillas de Dios son innumerables.
11 Dios pasa por mi lado y no puedo verlo.
    Se mueve junto a mí y no me doy cuenta.
12 Si él se lleva algo, ¿quién puede detenerlo?
    ¿Quién le pedirá cuentas de lo que él hace?
13 Dios no contendrá su ira.
    Incluso los ayudantes de Rahab se postran ante Dios.
14 Así que, ¿cómo me voy a poner yo a discutir con él?
    No sabría qué decirle.
15 Aunque soy inocente, no puedo darle una respuesta;
    todo lo que puedo hacer es rogarle a mi juez que tenga compasión de mí.
16 Aunque lo llamara y él me respondiera,
    no creo que me prestaría atención.
17 Dios es quien me aplasta con una tormenta.
    Me hiere una y otra vez sin motivo alguno.
18 No me deja recobrar el aliento,
    sino que me llena de amarguras.
19 Si se trata de poder,
    él es más fuerte.
Si se trata de justicia,
    ¿quién es capaz de ponerle una demanda?
20 Aunque sea inocente, mis palabras me condenarían.
    Aunque sea intachable, él me declararía culpable.
21 Soy íntegro, pero ya no me importa;
    odio mi vida.

22 »Por eso digo que todo da igual.
    Dios destruye tanto al perfecto como al malo.
23 Cuando llega un desastre y súbitamente trae la muerte,
    él se burla de las pruebas que tiene que pasar el inocente.
24 La tierra ha sido puesta en manos del malo.
    Dios puso un velo en el rostro de los jueces.
    Si no es Dios, ¿entonces quién?
25 Mis días pasan más rápido que un corredor veloz.
    Vuelan y no hay felicidad en ellos.
26 Pasan como barcas de papiro,
    como águila que cae sobre su presa.
27 Si dijera: “Olvidaré mi lamento,
    me pintaré una sonrisa en el rostro”,
28 seguiría atemorizado con todo lo que sufro;
    sé que tú no me consideras inocente.
29 Ya que soy un perverso,
    ¿para qué esforzarme inútilmente?
30 Aunque me lavara con jabón
    y me limpiara las manos con lejía,
31 tú me hundirías en el barro,
    y yo le daría asco hasta a mi propia ropa.

32 »Porque Dios no es un ser humano como yo,
    a quien yo pueda responder en un tribunal a sus acusaciones.
33 No hay quien sirva de mediador entre los dos,
    no hay quien pueda con su autoridad,
    no hay quien pueda decidir entre nosotros.
34 No hay quien pueda quitarle a Dios su vara de castigo de encima mío,
    para que no me aterrorice más.
35 Entonces podría yo hablar sin tenerle miedo,
    pero en este estado no puedo.

10 »Odio mi vida,
    voy a soltar todas mis quejas
    y daré rienda suelta a mi dolor.
Le diré a Dios: “No me condenes;
    dime, ¿de qué me acusas?
¿Qué sacas con perseguir y rechazar lo que tú mismo creaste?
    ¿Qué provecho tiene apoyar los planes de los perversos?
¿Tienes ojos como los humanos?
    ¿Ves las cosas como las ve el ser humano?
¿Es tu existencia como la de un ser humano?
    ¿Es tu vida tan corta como la nuestra?
Lo digo porque tú me examinas buscando mi maldad
    y averiguando por mi pecado.
Aunque sabes que no he hecho nada malo,
    no hay manera de escapar de ti.

»”Tus manos me formaron, me crearon,
    pero ahora ellas mismas quieren acabar conmigo.
Te ruego que recuerdes que me hiciste de arcilla.
    ¿Y ahora me devuelves al polvo otra vez?
10 ¿No me vertiste como se vierte la leche
    y me cuajaste como se cuaja el queso?
11 Tú me vestiste de carne y piel,
    y me formaste con huesos y músculos.
12 Tú me diste vida y afecto;
    protegiste con cuidado mi espíritu.
13 Pero ahora veo tus intenciones,
    tenías este plan secreto:
14 Si yo pecaba, tú estarías vigilándome
    para poder castigarme por mis errores.
15 Si peco, pobre de mí;
    pero aunque sea declarado inocente,
    no podré levantar la cabeza.
Estoy repleto de aflicción
    y ahogado de humillación.
16 Si me sintiera orgulloso,
    tú me derribarías como a un león
    y demostrarías tu poder a costa mía.
17 Siempre encuentras la manera de demostrar que soy culpable.
    Una y otra vez muestras tu ira contra mí;
    envías ejércitos y tropas de relevo contra mí.

18 »”¿Por qué dejaste que yo naciera?
    Debí haber muerto y que nadie me hubiera visto.
19 Debí haber sido como el que nunca existió,
    haber ido del vientre a la tumba.
20 ¿No me quedan pocos días?
    Entonces déjame en paz para que encuentre algún alivio
21 antes de irme para no volver.
    Iré al país tenebroso y de sombra de muerte,
22 tan negro como las tinieblas de sombra de muerte.
    País de caos, donde hasta su misma luz es profunda oscuridad”».

Habla Zofar

11 Entonces Zofar de Namat respondió:

«¿Es que tantas palabras van a quedar sin respuesta?
    ¿Acaso por hablar mucho se ha de tener razón?
¿Crees que toda esa palabrería dejó a todo el mundo callado?
    ¿Crees que cuando te burlas no hay quien te ponga en tu lugar?
Tú dices: “Mi razonamiento es correcto,
    y puedes ver que soy puro”.
Quisiera que Dios hablara,
    que abriera su boca para responderte.
Él te contaría los secretos de la sabiduría,
    porque la sabiduría tiene muchas facetas.
Tienes que entender que Dios no te ha dado
    todo el castigo que mereces.

»¿Puedes tú descubrir los misterios de Dios?
    ¿Puedes alcanzar la perfección del conocimiento del Todopoderoso?
Es más alta que los cielos,
    ¿qué puedes hacer tú?
Es más profunda que el lugar de los muertos,
    ¿qué puedes saber tú?
La sabiduría de Dios es más extensa que la tierra
    y más ancha que el mar.

10 »Si él pasa, te aprisiona y lleva a juicio,
    ¿quién puede impedírselo?
11 Porque él conoce a la gente sin entrañas.
    ¿Se va él a olvidar del mal que ve?
12 Cuando la cría de un asno salvaje nazca humana,
    ese día el insensato va a tener entendimiento.
13 Si tú encaminas tu mente
    y extiendes las manos hacia él,
14 si apartas de ti el mal
    y no dejas habitar el delito en tus carpas,
15 con toda seguridad que levantarás tu rostro sin tacha,
    estarás seguro y libre de temor.
16 Olvidarás tu calamidad
    y su recuerdo será como agua que se ha ido.
17 Tu vida brillará más que el sol de mediodía;
    tus momentos difíciles serán como luz de la mañana.
18 Vivirás confiado, porque tendrás esperanza.
    Aun cuando tengas problemas, dormirás tranquilo.
19 Nadie perturbará tu sueño.
    Muchos vendrán a pedirte ayuda.
20 Pero los ojos de los malos se cansarán de buscar ayuda;
    no encontrarán refugio,
    su esperanza morirá con ellos».

1 Corintios 15:1-28

Las buenas noticias sobre Cristo

15 Hermanos, ahora quiero que recuerden la buena noticia de salvación que les anuncié. Han aceptado ese mensaje y están firmes en él. Es el mensaje que los salva si siguen creyendo en lo que les anuncié. Si no, habrán creído en vano.

Les he comunicado el mensaje que recibí, del cual les he dicho lo más importante: que Cristo murió por nuestros pecados, tal como dicen las Escrituras. Que fue enterrado y al tercer día resucitó, como dicen las Escrituras. Y que se apareció a Pedro, y luego a los doce. Después se apareció a más de 500 hermanos al mismo tiempo. Muchos de ellos todavía están vivos, otros ya han muerto. Luego, Cristo se apareció a Santiago y de nuevo a los apóstoles. Por último, se me apareció a mí. Conmigo fue diferente, como a un bebé nacido a destiempo. Porque soy el menos importante de los apóstoles, y ni siquiera merezco ser llamado apóstol porque perseguí a la iglesia de Dios. 10 Pero lo soy porque Dios fue bondadoso conmigo, y esa bondad no ha sido desperdiciada. He trabajado más duro que el resto de los apóstoles. Aunque en realidad no he sido yo el que ha trabajado, sino la bondad de Dios que está conmigo. 11 Entonces, no importa si el que anuncia soy yo o los otros apóstoles. Todos anunciamos ese mismo mensaje que ustedes han creído.

Seremos resucitados

12 Ya que todos nosotros les anunciamos que Cristo fue resucitado de la muerte, ¿cómo es posible, entonces, que algunos de ustedes digan que no hay resurrección? 13 Si no hay resurrección, entonces Cristo tampoco ha sido resucitado. 14 Si Cristo no ha sido resucitado, entonces nuestro mensaje no tiene caso ni su fe tampoco. 15 Si los muertos no resucitan, entonces somos culpables de mentir acerca de Dios, porque les dijimos a todos que él resucitó a Cristo, sin ser cierto. 16 Si los muertos no resucitan, entonces Cristo tampoco ha resucitado. 17 Si Cristo no ha resucitado, su fe no vale nada y todavía son culpables de su pecado. 18 Los que murieron creyendo en Cristo también están perdidos. 19 Si nuestra esperanza en Cristo es sólo para esta vida, entonces somos los seres humanos más dignos de lástima.

20 Pero en realidad Cristo ha resucitado y fue el primero de todos los que serán resucitados de la muerte. 21 Así como la muerte llegó a la humanidad por medio de un hombre, también por medio de un hombre llega la resurrección. 22 Así como Adán trajo la muerte a todos, Cristo nos traerá vida a todos nosotros. 23 Pero todos deben ser resucitados en cierto orden. Primero fue Cristo y luego, cuando Cristo regrese, serán resucitados también los que pertenecen a él. 24 Después vendrá el fin, cuando Cristo acabará con todos los gobernantes, las autoridades y los poderes y entregará el reino a Dios Padre. 25 Pues Cristo debe reinar hasta que todos los enemigos estén bajo su poder.[a] 26 El último enemigo en ser destruido será la muerte, 27 (A)porque dice la Escritura: «Dios puso todo bajo su poder».[b] Cuando dice que todo está bajo el poder de Cristo, es claro que esto no incluye a Dios, porque Dios fue quien puso todo bajo su poder. 28 Cuando todo esté dominado por él, entonces el Hijo mismo se pondrá bajo el poder de Dios, quien puso todo bajo el poder de Cristo, para que Dios tenga el control absoluto de todo.

Salmos 38

No me castigues, Señor

Canción de David para el día de la conmemoración.

SEÑOR, no me reprendas con enojo.
    No me corrijas cuando estés muy molesto.
Me lanzas tus flechas
    y con tu mano me aplastas.
Debido a tu enojo obrando en mi cuerpo,
    no me siento bien.
Por causa de mi pecado,
    mis huesos ya no están sanos.
Mi culpa pesa sobre mi cabeza como una enorme carga.
    Me estoy hundiendo.

A causa de estupidez, mis heridas van de mal en peor.
    Se pudren y dan mal olor.
Me la paso retorciéndome de dolor
    y vivo lamentándome.
Siento por dentro la fiebre ocasionada por una pena terrible;
    estoy completamente descompuesto.
Estoy tan adolorido que ya no doy más
    y mi corazón abatido me hace gritar.

SEÑOR, tú sabes lo que deseo.
    Has escuchado mis lamentos.
10 Mi corazón late exageradamente.
    Se me ha acabado la fuerza
    y mis ojos han perdido su brillo.[a]
11 Mis amigos y quienes me querían no se acercan a mí por causa de mi enfermedad.
    Hasta mis familiares se han alejado de mí.
12 Mis enemigos me tienden trampas
    y amenazan con destruirme.
    Dicen mentiras de mí todo el tiempo.

13 Pero yo me hago el sordo y los ignoro.
    Me hago el mudo y no digo nada.
14 Soy como el que no oye;
    no puedo quejarme ni defenderme.
15 SEÑOR, yo espero en ti;
    tú, Señor y Dios mío, serás quien responda.
16 No permitas que mis enemigos se alegren con mi caída;
    no permitas que canten victoria.

17 Estoy a punto de rendirme;
    el dolor no me abandona.
18 Confieso mis culpas,
    me duele mi pecado.
19 Mis enemigos son fuertes;
    son muchos los que me odian sin causa.
20 Y esos que devuelven mal a cambio del bien siguen atacándome
    porque me esfuerzo en hacer el bien.

21 SEÑOR, no me abandones.
    Dios mío, no te quedes lejos de mí.
22 Apresúrate a ayudarme.
    ¡Señor mío, sálvame!

Proverbios 21:28-29

28 El testigo mentiroso será destruido
    y el que le haga caso se destruirá con él.
29 El perverso sólo hace muecas con la cara,
    el que es honrado vive honestamente.

Palabra de Dios para Todos (PDT)

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