The Daily Audio Bible
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14 Así que, oh escarnecedores que gobiernan este pueblo en Jerusalén, escuchen la palabra del SEÑOR. 15 Porque han dicho: “Hemos realizado un pacto con la muerte; con el Seol hemos hecho un convenio. Cuando pase el torrente arrollador, no llegará a nosotros; porque hemos puesto al engaño como nuestro refugio, y en la mentira nos hemos escondido”.
16 Por tanto, así ha dicho el SEÑOR Dios[a]: “He aquí que yo pongo como cimiento en Sion una piedra, una piedra probada. Una preciosa piedra angular es puesta como cimiento. El que crea no se apresure[b]. 17 Pondré el derecho por cordel y la justicia por plomada. El granizo barrerá el refugio del engaño, y las aguas inundarán su escondrijo. 18 Entonces su pacto con la muerte será anulado, y su convenio con el Seol no prevalecerá. Cuando pase el torrente arrollador serán aplastados por él. 19 Cada vez que pase, los arrebatará; porque pasará mañana tras mañana, de día y de noche. Entonces entender el mensaje solo traerá terror”.
20 La cama es demasiado corta para estirarse sobre ella, y la manta es demasiado estrecha para envolverse en ella. 21 Porque el SEÑOR se levantará como en el monte Perazim[c], y se enardecerá como en el valle de Gabaón[d], para hacer su obra, su rara obra; para hacer su trabajo, su extraño trabajo.
22 Ahora pues, no sigan haciendo escarnio, para que no se aprieten más sus ataduras. Porque he oído, de parte del SEÑOR Dios[e] de los Ejércitos, que sobre toda la tierra ha sido decretada la destrucción.
Parábola del labrador
23 Estén atentos y escuchen mi voz; presten atención y escuchen mi dicho: 24 ¿Acaso para sembrar el labrador solo ara, rompe y deshace los terrones de tierra durante todo el día? 25 Después de haber emparejado la superficie, ¿no esparce el eneldo, arroja el comino y pone el trigo en franjas, la cebada en su lugar y el centeno en el borde?
26 Su Dios le enseña y lo instruye en cuanto a lo que es correcto: 27 que el eneldo no se trilla con el trillo ni sobre el comino se hace rodar la rueda de la carreta; sino que el eneldo se golpea con un palo y el comino con una vara. 28 Por cierto, no se muele el grano indefinidamente ni se lo trilla sin fin. Pero haciendo pasar la rueda de la carreta, lo esparce[f] y no lo tritura. 29 También esto procede del SEÑOR de los Ejércitos, maravilloso en designios y grande en logros.
Lamento por Jerusalén sitiada
29 “¡Ay de Ariel, Ariel, la ciudad donde acampó David! Añadan año sobre año; que las fiestas se repitan tras su ciclo anual. 2 Pero yo pondré a Ariel en aprietos, y será una ciudad de dolor y lamento; ella será para mí un Ariel. 3 Porque contra ti acamparé en círculo; te sitiaré con muros de asedio y levantaré contra ti baluartes. 4 Entonces, humillada hablarás desde la tierra, y tus dichos procederán del polvo hasta el cual habrás sido postrada. Tu voz subirá de la tierra como la de un fantasma; desde el polvo susurrará tu habla”.
Liberación milagrosa de Jerusalén
5 La muchedumbre de tus enemigos será como polvo menudo, y la multitud de los tiranos como el tamo que vuela. Esto sucederá repentinamente, en un momento. 6 De parte del SEÑOR de los Ejércitos serás castigada con truenos, con terremotos, con gran estruendo, con torbellino, con tempestad y con llama de fuego consumidor. 7 Entonces la multitud de todas las naciones que combaten contra Ariel y todos sus muros de asedio[g] y sus baluartes, y los que la acosan serán como un sueño y una visión nocturna. 8 Será como cuando el que tiene hambre sueña, y he aquí está comiendo; pero cuando despierta, su estómago está vacío. Será como cuando el que tiene sed sueña, y he aquí está bebiendo; pero cuando despierta, se encuentra desfallecido, y su garganta está reseca. Así sucederá con la multitud de todas las naciones que combaten contra el monte Sion.
Ceguera espiritual del pueblo
9 Queden asombrados y maravíllense; pierdan la vista y queden ciegos[h]. Embriáguense, pero no con vino; tambaléense, pero no con licor. 10 Porque el SEÑOR ha derramado sobre ustedes espíritu de letargo. Ha cerrado sus ojos (de los profetas); ha cubierto sus cabezas (de los videntes). 11 Toda la visión será como las palabras de un libro sellado. Cuando lo dan al que sabe leer y le dicen: “Por favor, lee esto”, él dice: “No puedo, porque está sellado”. 12 Y cuando dan el libro al que no sabe leer y le dicen: “Por favor, lee esto”, él dice: “No sé leer”.
13 Dice, pues, el Señor: “Porque este pueblo se acerca con su boca y me honra solo con sus labios; pero su corazón está lejos de mí, y su temor de mí está basado[i] en mandamientos de hombres. 14 Por eso, he aquí que volveré a hacer maravillas con este pueblo, maravilla sobre maravilla. Entonces perecerá la sabiduría de sus sabios, y el entendimiento de sus entendidos se eclipsará”.
15 ¡Ay de los que se esconden del SEÑOR en lo profundo, encubriendo los planes! Realizan sus obras en las tinieblas, diciendo: “¿Quién nos ve?”. Y “¿quién nos conoce?”. 16 ¡Cómo trastornan las cosas! ¿Acaso el alfarero será considerado como el barro? ¿Acaso lo que ha sido hecho dirá de quien lo hizo: “Él no me hizo”? ¿Dirá lo que ha sido formado del que lo formó: “Él no tiene entendimiento”?
Visión espiritual de los humildes
17 ¿Acaso no será el Líbano convertido, de aquí a poco tiempo, en un campo fértil, y el campo fértil será considerado un bosque?
18 En aquel tiempo los sordos oirán las palabras del libro, y los ojos de los ciegos verán desde la oscuridad y las tinieblas. 19 Entonces los humildes volverán a alegrarse en el SEÑOR, y los más necesitados de los hombres se regocijarán en el Santo de Israel. 20 Porque se habrá acabado el tirano, y el burlador habrá sido exterminado. Serán eliminados todos los que están a la expectativa para hacer el mal, 21 los que hacen pecar al hombre en palabra, los que ponen trampas para hacer caer al que amonesta en la puerta de la ciudad, los que con argumentos vacíos desvían al justo.
22 Por tanto, el SEÑOR, que redimió a Abraham, ha dicho así a la casa de Jacob: “Ahora Jacob no será avergonzado más, ni tampoco palidecerá ahora su rostro. 23 Porque sus descendientes, al ver en medio de ellos la obra de mis manos, santificarán mi nombre. Santificarán al Santo de Jacob y temerán al Dios de Israel. 24 Los extraviados de espíritu conocerán el entendimiento, y los murmuradores aprenderán la lección.
Contra los que confían en Egipto
30 “Ay de los hijos rebeldes”, dice el SEÑOR, “por llevar a cabo planes pero no los míos, por hacer libaciones para sellar alianzas pero no según mi Espíritu, añadiendo pecado sobre pecado.
2 “Ellos parten para descender a Egipto a fin de protegerse bajo la protección del faraón y de refugiarse en la sombra de Egipto; pero a mí no me han consultado. 3 Pero la protección del faraón se les convertirá en vergüenza; y el refugio de la sombra de Egipto, en afrenta. 4 Cuando sus magistrados estén en Tanis y sus embajadores lleguen a Hanes, 5 todos serán defraudados por un pueblo que no les servirá de nada. No los socorrerá ni les traerá provecho, sino solo vergüenza y afrenta”.
6 Profecía acerca de los animales del Néguev: “Por tierra de tribulación y angustia, de donde provienen la leona y el león, la víbora y la serpiente voladora, ellos llevan sobre los lomos de los asnos sus riquezas, y sobre las gibas de los camellos sus tesoros, hacia un pueblo que no les será de provecho. 7 Ciertamente los egipcios darán ayuda vana y vacía. Por tanto, he llamado a Egipto: ¡Rahab[j] la inutilizada!
8 “Ahora ven y escribe esta visión en una tablilla, delante de ellos. Grábala en un libro para que se conserve como testimonio[k] perpetuo hasta el día final. 9 Porque este pueblo es rebelde, hijos mentirosos, hijos que no quieren escuchar la instrucción del SEÑOR. 10 Ellos han dicho a los videntes: ‘No tengan visiones’; y a los profetas: ‘No nos profeticen cosas rectas. Dígannos, más bien, cosas halagüeñas; profeticen cosas ilusorias. 11 Apártense del camino, desvíense de la senda; dejen de confrontarnos con el Santo de Israel’ ”.
23 Pero antes que viniera la fe estábamos custodiados bajo la ley, reservados para la fe que había de ser revelada.
24 De manera que la ley ha sido nuestro tutor para llevarnos a Cristo, para que seamos justificados por la fe. 25 Pero, como ha venido la fe, ya no estamos bajo tutor.
26 Así que, todos son hijos de Dios por medio de la fe en Cristo Jesús 27 porque todos los que fueron bautizados en Cristo se han revestido de Cristo. 28 Ya no hay judío ni griego, no hay esclavo ni libre, no hay varón ni mujer; porque todos ustedes son uno en Cristo Jesús. 29 Y ya que son de Cristo, ciertamente son descendencia de Abraham, herederos conforme a la promesa.
Nuestra adopción en Cristo
4 Digo, además, que entre tanto que el heredero es niño en nada difiere del esclavo, aunque es señor de todo; 2 más bien, está bajo guardianes y mayordomos hasta el tiempo señalado por su padre. 3 De igual modo nosotros también, cuando éramos niños, éramos esclavos sujetos a los principios elementales del mundo. 4 Pero cuando vino la plenitud del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, 5 para que redimiera a los que estaban bajo la ley a fin de que recibiéramos la adopción de hijos. 6 Y por cuanto son hijos, Dios envió a nuestro corazón el Espíritu de su Hijo que clama: “Abba, Padre”. 7 Así que ya no eres más esclavo sino hijo; y si hijo, también eres heredero por medio de Dios.
Contra la esclavitud de la ley
8 Sin embargo, en otro tiempo, cuando no habían conocido a Dios, sirvieron a los que por naturaleza no son dioses. 9 En cambio, ahora que han conocido a Dios o, mejor dicho, ya que han sido conocidos por Dios, ¿cómo es que se vuelven de nuevo a los débiles y pobres principios elementales? ¿Quieren volver a servirlos otra vez? 10 ¡Ustedes guardan los días, los meses, las estaciones y los años! 11 Me temo por ustedes, que yo haya trabajado en vano a su favor.
12 Les ruego, hermanos, que se hagan como yo, ya que yo me hice como ustedes. No me han hecho ningún agravio. 13 Saben que fue a causa de una debilidad física que les anuncié el evangelio la primera vez; 14 y lo que en mi cuerpo era prueba para ustedes, no lo desecharon ni lo menospreciaron. Al contrario, me recibieron como a un ángel de Dios, como a Cristo Jesús. 15 ¿Dónde está, pues, su bienaventuranza? Porque les doy testimonio de que, si hubiera sido posible, se habrían sacado sus ojos para dármelos. 16 ¿Resulta que ahora me he hecho su enemigo por decirles la verdad? 17 Ellos tienen celo por ustedes, pero no para bien; al contrario, quieren aislarlos para que ustedes tengan celo por ellos. 18 Bueno es ser siempre celosos del bien, y no solamente cuando estoy presente con ustedes. 19 Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto hasta que Cristo sea formado en ustedes, 20 yo quisiera estar ahora con ustedes y cambiar el tono de mi voz porque estoy perplejo en cuanto a ustedes.
Alegoría de Sara y Agar
21 Díganme los que quieren estar bajo la ley: ¿No escuchan la ley? 22 Porque escrito está que Abraham tuvo dos hijos: uno de la esclava y otro de la libre. 23 Pero mientras que el de la esclava nació según la carne, el de la libre nació por medio de la promesa. 24 En estas cosas hay una alegoría pues estas mujeres son dos pactos: Agar es el pacto del monte Sinaí que engendró hijos para esclavitud. 25 Porque Agar representa a Sinaí, montaña que está en Arabia y corresponde a la Jerusalén actual, la cual es esclava juntamente con sus hijos. 26 Pero la Jerusalén de arriba, la cual es nuestra madre, es libre; 27 porque está escrito:
Alégrate, oh estéril,
que no das a luz;
prorrumpe en grito de júbilo
y levanta la voz,
tú que no estás de parto;
porque más son los hijos de la desolada
que los de la que tiene marido[a].
28 Ahora bien, hermanos, ustedes son hijos de la promesa tal como Isaac. 29 Pero como en aquel tiempo el que fue engendrado según la carne perseguía al que había nacido según el Espíritu, así es ahora también. 30 Pero, ¿qué dice la Escritura? Echa fuera a la esclava y a su hijo; porque jamás será heredero el hijo de la esclava con el hijo[b] de la libre. 31 Así que, hermanos, no somos hijos de la esclava, sino de la libre.
Dios, el único refugio
62 Al músico principal. A Jedutún. Salmo de David.
Solo en Dios reposa mi alma;
de él proviene mi salvación.
2 Solo él es mi roca y mi salvación;
él es mi refugio;
no seré grandemente movido.
3 ¿Hasta cuándo se ensañarán contra
un hombre?
¿Lo destrozarán todos ustedes como
a una pared inclinada o una cerca derribada?
4 Solamente consultan cómo derribarlo de su eminencia.
Se complacen con la mentira.
Con su boca bendicen
pero en su interior maldicen. Selah[a]
5 Oh alma mía, reposa solo en Dios porque de él es mi esperanza.
6 Solo él es mi roca y mi salvación;
es mi alto refugio; no seré movido.
7 Dios es mi salvación y mi gloria;
en Dios está la roca de mi fortaleza y mi refugio.
8 Oh pueblos, esperen en él en todo tiempo;
derramen delante de él su corazón porque Dios es nuestro refugio. Selah[b]
9 Por cierto, vanidad son los hombres comunes;
mentira son los hombres notables.
Si se los pesa a todos juntos en balanza serán menos que un soplo.
10 No confíen en la opresión
ni se envanezcan con la rapiña. Aunque se incremente la riqueza
no pongan en ella el corazón.
11 Una vez habló Dios;
dos veces he oído esto:
que en Dios hay fortaleza.
12 También en ti, oh Señor,
hay misericordia;
pues tú pagas a cada uno según su obra.
—15—
19 Escucha tú, hijo mío, y sé sabio; endereza tu corazón en el camino.
20 No estés con los bebedores de vino
ni con los comilones de carne.
21 Porque el bebedor y el comilón empobrecerán,
y el dormitar hará vestir harapos.
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