Bible in 90 Days
Clamor de venganza
Al músico principal. Salmo de David
109 Dios de mi alabanza,
no calles,
2 porque boca de impío y boca de engañador
se han abierto contra mí;
han hablado de mí con lengua mentirosa.
3 Con palabras de odio me han rodeado
y pelearon contra mí sin causa.
4 En pago de mi amor me han sido adversarios;
pero yo oraba.
5 Me devuelven mal por bien
y odio por amor.
6 Pon sobre él al impío
y Satanás esté a su diestra.
7 Cuando sea juzgado, salga culpable,
y su oración sea para pecado.
8 Sean pocos sus días,
tome otro su oficio.
9 Queden sus hijos huérfanos
y su mujer viuda.
10 Anden sus hijos vagabundos y mendiguen;
procuren su pan muy lejos de sus desolados hogares.
11 Que el acreedor se apodere de todo lo que tiene
y extraños saqueen su trabajo.
12 No tenga quien le haga misericordia
ni haya quien tenga compasión de sus huérfanos.
13 ¡Su posteridad sea destruida;
en la segunda generación sea borrado su nombre!
14 Venga en memoria ante Jehová la maldad de sus padres
y el pecado de su madre no sea borrado.
15 Estén siempre delante de Jehová
y él corte de la tierra su memoria,
16 por cuanto no se acordó de hacer misericordia,
y persiguió al hombre afligido y menesteroso,
al quebrantado de corazón, para darle muerte.
17 Amó la maldición, y ésta le sobrevino;
no quiso la bendición, ¡y ella se alejó de él!
18 Se vistió de maldición como de su vestido;
entró como agua en su interior
y como aceite en sus huesos.
19 Séale como vestido con que se cubra
y en lugar de cinto con que se ciña siempre.
20 Sea éste el pago de parte de Jehová a los que me calumnian
y a los que hablan mal contra mi alma.
21 Y tú, Jehová, Señor mío,
favoréceme por amor de tu nombre;
líbrame, porque es buena tu misericordia,
22 porque yo estoy afligido y necesitado,
y mi corazón está herido dentro de mí.
23 Me voy como la sombra cuando declina;
¡soy sacudido como una langosta!
24 Mis rodillas están debilitadas a causa del ayuno
y mi carne desfallece por falta de gordura.
25 Yo he sido para ellos objeto de oprobio;
me miraban y, burlándose, meneaban su cabeza.
26 ¡Ayúdame, Jehová, Dios mío!
¡Sálvame conforme a tu misericordia!
27 Y entiendan que ésta es tu mano;
que tú, Jehová, has hecho esto.
28 Maldigan ellos, ¡pero bendice tú!
Levántense, pero sean avergonzados, y que se regocije tu siervo.
29 Sean vestidos de ignominia los que me calumnian;
¡sean cubiertos de confusión como con manto!
30 Yo alabaré a Jehová en gran manera con mi boca;
en medio de la muchedumbre lo alabaré,
31 porque él se pondrá a la diestra del pobre,
para librar su alma de los que lo juzgan.
Jehová da dominio al rey
Salmo de David
110 Jehová dijo a mi Señor:
«Siéntate a mi diestra,
hasta que ponga a tus enemigos
por estrado de tus pies.»
2 Jehová enviará desde Sión
la vara de tu poder:
«¡Domina en medio de tus enemigos!
3 Tu pueblo se te ofrecerá voluntariamente
en el día de tu mando,
en la hermosura de la santidad.
Desde el seno de la aurora
tienes tú el rocío de tu juventud.»
4 Juró Jehová
y no se arrepentirá:
«Tú eres sacerdote para siempre
según el orden de Melquisedec.»
5 El Señor está a tu diestra;
quebrantará a los reyes en el día de su ira.
6 Juzgará entre las naciones,
las llenará de cadáveres;
quebrantará las cabezas en muchas tierras.
7 Del arroyo beberá en el camino,
por lo cual levantará la cabeza.
Dios cuida a su pueblo
¡Aleluya!
111 Alabaré a Jehová con todo el corazón
en la compañía y congregación de los rectos.
2 Grandes son las obras de Jehová,
buscadas de todos los que las quieren.
3 Gloria y hermosura es su obra,
y su justicia permanece para siempre.
4 Ha hecho memorables sus maravillas;
clemente y misericordioso es Jehová.
5 Ha dado alimento a los que lo temen;
para siempre se acordará de su pacto.
6 El poder de sus obras manifestó a su pueblo
dándole la heredad de las naciones.
7 Las obras de sus manos son verdad y juicio;
fieles son todos sus mandamientos,
8 afirmados eternamente y para siempre,
hechos en verdad y rectitud.
9 Redención ha enviado a su pueblo;
para siempre ha ordenado su pacto.
¡Santo y temible es su nombre!
10 El principio de la sabiduría es el temor de Jehová;
buen entendimiento tienen todos los que practican sus mandamientos;
¡su loor permanece para siempre!
Prosperidad del que teme a Jehová
¡Aleluya!
112 Bienaventurado el hombre que teme a Jehová
y en sus mandamientos se deleita en gran manera.
2 Su descendencia será poderosa en la tierra;
la generación de los rectos será bendita.
3 Bienes y riquezas hay en su casa,
y su justicia permanece para siempre.
4 Resplandeció en las tinieblas luz para los rectos;
es clemente, misericordioso y justo.
5 El hombre de bien tiene misericordia y presta;
gobierna sus asuntos con justicia.
6 Por lo cual no resbalará jamás;
en memoria eterna será el justo.
7 No tendrá temor de malas noticias;
su corazón está firme, confiado en Jehová.
8 Asegurado está su corazón; no temerá,
hasta que vea en sus enemigos su deseo.
9 Reparte, da a los pobres;
su justicia permanece para siempre;
su poder será exaltado con gloria.
10 Lo verá el impío y se irritará;
crujirá los dientes y se consumirá.
El deseo de los impíos perecerá.
Dios levanta al pobre
¡Aleluya!
113 Alabad, siervos de Jehová,
alabad el nombre de Jehová.
2 Sea el nombre de Jehová bendito
desde ahora y para siempre.
3 Desde el nacimiento del sol hasta donde se pone,
sea alabado el nombre de Jehová.
4 Excelso sobre todas las naciones es Jehová,
sobre los cielos su gloria.
5 ¿Quién como Jehová, nuestro Dios,
que se sienta en las alturas,
6 que se humilla a mirar
en el cielo y en la tierra?
7 Él levanta del polvo al pobre
y al menesteroso alza de su miseria,
8 para hacerlos sentar con los príncipes,
con los príncipes de su pueblo.
9 Él hace habitar en familia a la estéril
que se goza en ser madre de hijos.
¡Aleluya!
Las maravillas del éxodo
114 Cuando salió Israel de Egipto,
la casa de Jacob, de un pueblo extranjero,
2 Judá vino a ser su santuario,
e Israel su señorío.
3 El mar lo vio, y huyó;
el Jordán se volvió atrás.
4 Los montes saltaron como carneros,
los collados como corderitos.
5 ¿Qué sucedió, mar, que huiste?
¿Y tú, Jordán, que te volviste atrás?
6 Montes, ¿por qué saltasteis como carneros,
y vosotros, collados, como corderitos?
7 A la presencia de Jehová tiembla la tierra,
a la presencia del Dios de Jacob,
8 el cual cambió la peña en estanque de aguas
en fuente de aguas la roca.
Dios y los ídolos
115 No a nosotros, Jehová, no a nosotros,
sino a tu nombre da gloria,
por tu misericordia, por tu verdad.
2 ¿Por qué han de decir las gentes:
«¿Dónde está ahora su Dios?»?
3 ¡Nuestro Dios está en los cielos;
todo lo que quiso ha hecho!
4 Los ídolos de ellos son plata y oro,
obra de manos de hombres.
5 Tienen boca, pero no hablan;
tienen ojos, pero no ven;
6 orejas tienen, pero no oyen;
tienen narices, pero no huelen;
7 manos tienen, pero no palpan;
tienen pies, pero no andan,
ni hablan con su garganta.
8 Semejantes a ellos son los que los hacen
y cualquiera que confía en ellos.
9 Israel, ¡confía en Jehová!
Él es tu ayuda y tu escudo.
10 Casa de Aarón, ¡confiad en Jehová!
Él es vuestra ayuda y vuestro escudo.
11 Los que teméis a Jehová, ¡confiad en Jehová!
Él es vuestra ayuda y vuestro escudo.
12 Jehová se ha acordado de nosotros y nos bendecirá.
Bendecirá a la casa de Israel;
bendecirá a la casa de Aarón.
13 Bendecirá a los que temen a Jehová,
a pequeños y a grandes.
14 Aumentará Jehová bendición sobre vosotros;
sobre vosotros y sobre vuestros hijos.
15 ¡Benditos vosotros de Jehová,
que hizo los cielos y la tierra!
16 Los cielos son los cielos de Jehová,
y ha dado la tierra a los hijos de los hombres.
17 No alabarán los muertos a Jah,
ni cuantos descienden al silencio;
18 pero nosotros bendeciremos a Jah
desde ahora y para siempre.
¡Aleluya!
Acción de gracias por haber sido librado de la muerte
116 Amo a Jehová,
pues ha oído mi voz y mis súplicas,
2 porque ha inclinado a mí su oído;
por tanto, lo invocaré en todos mis días.
3 Me rodearon ligaduras de muerte,
me encontraron las angustias del seol;
angustia y dolor había yo hallado.
4 Entonces invoqué el nombre de Jehová, diciendo:
«¡Jehová, libra ahora mi alma!»
5 Clemente es Jehová, y justo;
sí, misericordioso es nuestro Dios.
6 Jehová guarda a los sencillos;
estaba yo postrado, y me salvó.
7 ¡Vuelve, alma mía, a tu reposo,
porque Jehová te ha hecho bien!,
8 pues tú has librado mi alma de la muerte,
mis ojos de lágrimas
y mis pies de resbalar.
9 Andaré delante de Jehová
en la tierra de los vivientes.
10 Creí; por tanto hablé,
estando afligido en gran manera.
11 Y dije en mi apresuramiento:
«Todo hombre es mentiroso.»
12 ¿Qué pagaré a Jehová
por todos sus beneficios para conmigo?
13 Tomaré la copa de la salvación
e invocaré el nombre de Jehová.
14 Ahora pagaré mis votos a Jehová
delante de todo su pueblo.
15 Estimada es a los ojos de Jehová
la muerte de sus santos.
16 Jehová, ciertamente yo soy tu siervo,
siervo tuyo soy, hijo de tu sierva.
Tú has roto mis prisiones.
17 Te ofreceré sacrificio de alabanza
e invocaré el nombre de Jehová.
18 A Jehová pagaré ahora mis votos
delante de todo su pueblo,
19 en los atrios de la casa de Jehová,
en medio de ti, Jerusalén.
¡Aleluya!
Alabanza por la misericordia de Jehová
117 Alabad a Jehová, naciones todas;
pueblos todos, alabadlo,
2 porque sobre nosotros ha engrandecido su misericordia,
y la fidelidad de Jehová es para siempre.
¡Aleluya!
Acción de gracias por la salvación recibida de Jehová
118 Alabad a Jehová, porque él es bueno,
porque para siempre es su misericordia.
2 Diga ahora Israel
que para siempre es su misericordia.
3 Diga ahora la casa de Aarón
que para siempre es su misericordia.
4 Digan ahora los que temen a Jehová
que para siempre es su misericordia.
5 Desde la angustia invoqué a Jah,
y me respondió Jah, poniéndome en lugar espacioso.
6 Jehová está conmigo; no temeré
lo que me pueda hacer el hombre.
7 Jehová está conmigo entre los que me ayudan;
por tanto, yo veré mi deseo en los que me aborrecen.
8 Mejor es confiar en Jehová
que confiar en el hombre.
9 Mejor es confiar en Jehová
que confiar en príncipes.
10 Todas las naciones me rodean;
mas en el nombre de Jehová yo las destruiré.
11 Me rodean y me asedian;
mas en el nombre de Jehová yo las destruiré.
12 Me rodean como abejas;
se enardecen contra mí como fuego entre espinos;
mas en el nombre de Jehová yo las destruiré.
13 Me empujaste con violencia para que cayera,
pero me ayudó Jehová.
14 Mi fortaleza y mi cántico es Jah,
y él me ha sido por salvación.
15 Voz de júbilo y de salvación
hay en las tiendas de los justos;
la diestra de Jehová hace proezas.
16 La diestra de Jehová es sublime;
la diestra de Jehová hace valentías.
17 ¡No moriré, sino que viviré
y contaré las obras de Jah!
18 Me castigó gravemente Jah,
pero no me entregó a la muerte.
19 ¡Abridme las puertas de la justicia;
entraré por ellas, alabaré a Jah;
20 ésta es la puerta de Jehová;
por ella entrarán los justos!
21 Te alabaré porque me has oído
y me fuiste por salvación.
22 La piedra que desecharon los edificadores
ha venido a ser la cabeza del ángulo.
23 De parte de Jehová es esto
y es cosa maravillosa a nuestros ojos.
24 Éste es el día que hizo Jehová;
¡nos gozaremos y alegraremos en él!
25 Jehová, sálvanos ahora, te ruego;
te ruego, Jehová, que ahora nos hagas prosperar.
26 ¡Bendito el que viene en el nombre de Jehová!
Desde la casa de Jehová os bendecimos.
27 Jehová es Dios y nos ha dado luz;
atad víctimas con cuerdas
a los cuernos del altar.
28 Mi Dios eres tú y te alabaré;
Dios mío, te exaltaré.
29 Alabad a Jehová, porque él es bueno,
porque para siempre es su misericordia.
Excelencias de la Ley de Dios
Alef
119 Bienaventurados los íntegros de camino,
los que andan en la Ley de Jehová.
2 Bienaventurados los que guardan sus testimonios
y con todo el corazón lo buscan,
3 pues no hacen maldad
los que andan en sus caminos.
4 Tú encargaste
que tus mandamientos sean guardados con esmero.
5 ¡Ojalá fueran estables mis caminos
para guardar tus estatutos!
6 Entonces no sería yo avergonzado,
cuando atendiera a todos tus mandamientos.
7 Te alabaré con rectitud de corazón
cuando aprenda tus justos juicios.
8 ¡Tus estatutos guardaré!
¡No me abandones enteramente!
Bet
9 ¿Con qué limpiará el joven su camino?
¡Con guardar tu palabra!
10 Con todo mi corazón te he buscado;
no me dejes desviar de tus mandamientos.
11 En mi corazón he guardado tus dichos,
para no pecar contra ti.
12 ¡Bendito tú, Jehová!
¡Enséñame tus estatutos!
13 Con mis labios he contado
todos los juicios de tu boca.
14 Me he gozado en el camino de tus testimonios
más que de toda riqueza.
15 En tus mandamientos meditaré;
consideraré tus caminos.
16 Me regocijaré en tus estatutos;
no me olvidaré de tus palabras.
Guímel
17 Haz bien a tu siervo; que viva
y guarde tu palabra.
18 Abre mis ojos y miraré
las maravillas de tu Ley.
19 Forastero soy yo en la tierra;
no encubras de mí tus mandamientos.
20 Quebrantada está mi alma de desear
tus juicios en todo tiempo.
21 Reprendiste a los soberbios, los malditos,
que se desvían de tus mandamientos.
22 Aparta de mí la deshonra y el menosprecio,
porque he guardado tus testimonios.
23 Príncipes también se sentaron y hablaron contra mí;
mas tu siervo meditaba en tus estatutos,
24 pues tus testimonios son mis delicias
y mis consejeros.
Dálet
25 Abatida hasta el polvo está mi alma;
¡vivifícame según tu palabra!
26 Te he manifestado mis caminos y me has respondido;
enséñame tus estatutos;
27 hazme entender el camino de tus mandamientos,
para que medite en tus maravillas.
28 ¡Se deshace mi alma de ansiedad;
susténtame según tu palabra!
29 Aparta de mí el camino de la mentira
y en tu misericordia concédeme tu Ley.
30 Escogí el camino de la verdad;
he puesto tus juicios delante de mí.
31 Me he apegado a tus testimonios;
Jehová, no me avergüences.
32 Por el camino de tus mandamientos correré
cuando alegres mi corazón.
He
33 Enséñame, Jehová, el camino de tus estatutos
y lo guardaré hasta el fin.
34 Dame entendimiento, guardaré tu Ley
y la cumpliré de todo corazón.
35 Guíame por la senda de tus mandamientos,
porque en ella tengo mi voluntad.
36 Inclina mi corazón a tus testimonios
y no a la avaricia.
37 Aparta mis ojos para que no se fijen en cosas vanas;
avívame en tu camino.
38 Confirma tu palabra a tu siervo,
que te teme.
39 Quita de mí el oprobio que he temido,
porque buenos son tus juicios.
40 Puesto que he anhelado tus mandamientos;
vivifícame en tu justicia.
Vau
41 Venga a mí tu misericordia, Jehová;
tu salvación, conforme a tu dicho.
42 Y daré por respuesta a quien me avergüenza
que en tu palabra he confiado.
43 No quites de mi boca en ningún tiempo la palabra de verdad,
porque en tus juicios espero.
44 Guardaré tu Ley siempre,
para siempre y eternamente.
45 Y andaré en libertad,
porque busqué tus mandamientos.
46 Hablaré de tus testimonios delante de los reyes
y no me avergonzaré.
47 Me regocijaré en tus mandamientos,
los cuales he amado.
48 Alzaré asimismo mis manos a tus mandamientos que amo
y meditaré en tus estatutos.
Zain
49 Acuérdate de la palabra dada a tu siervo,
en la cual me has hecho esperar.
50 Ella es mi consuelo en mi aflicción,
porque tu dicho me ha vivificado.
51 Mucho se han burlado de mí los soberbios,
pero no me he apartado de tu Ley.
52 Me acordé, Jehová, de tus juicios antiguos,
y me consolé.
53 Horror se apoderó de mí a causa de los inicuos
que abandonan tu Ley.
54 Cánticos fueron para mí tus estatutos
en la casa en donde fui extranjero.
55 Me acordé en la noche de tu nombre, Jehová,
y guardé tu Ley.
56 Estas bendiciones tuve
porque guardé tus mandamientos.
Chet
57 Mi porción es Jehová;
he dicho que guardaré tus palabras.
58 Tu presencia he suplicado de todo corazón;
ten misericordia de mí según tu palabra.
59 Consideré mis caminos
y volví mis pies a tus testimonios.
60 Me apresuré y no me retardé
en guardar tus mandamientos.
61 Compañías de impíos me han rodeado,
mas no me he olvidado de tu Ley.
62 A medianoche me levanto para alabarte
por tus justos juicios.
63 Compañero soy yo de todos los que te temen
y guardan tus mandamientos.
64 De tu misericordia, Jehová, está llena la tierra.
¡Enséñame tus estatutos!
Tet
65 Bien has hecho con tu siervo,
Jehová, conforme a tu palabra.
66 Enséñame buen sentido y sabiduría,
porque tus mandamientos he creído.
67 Antes que fuera yo humillado,
descarriado andaba;
pero ahora guardo tu palabra.
68 Bueno eres tú, y bienhechor;
¡enséñame tus estatutos!
69 Contra mí forjaron mentira los soberbios,
pero yo guardaré de todo corazón tus mandamientos.
70 Se engrosó el corazón de ellos como sebo,
mas yo en tu Ley me he regocijado.
71 Bueno me es haber sido humillado,
para que aprenda tus estatutos.
72 Mejor me es la Ley de tu boca
que millares de oro y plata.
Yod
73 Tus manos me hicieron y me formaron;
hazme entender y aprenderé tus mandamientos.
74 Los que te temen me verán y se alegrarán,
porque en tu palabra he esperado.
75 Conozco, Jehová, que tus juicios son justos
y que conforme a tu fidelidad me afligiste.
76 Sea ahora tu misericordia para consolarme,
conforme a lo que has dicho a tu siervo.
77 Vengan a mí tus misericordias para que viva,
porque tu Ley es mi delicia.
78 Sean avergonzados los soberbios,
porque sin causa me han calumniado;
pero yo meditaré en tus mandamientos.
79 Vuélvanse a mí los que te temen
y conocen tus testimonios.
80 Sea mi corazón íntegro en tus estatutos,
para que no sea yo avergonzado.
Caf
81 Desfallece mi alma por tu salvación,
mas espero en tu palabra.
82 Desfallecen mis ojos por tu palabra,
diciendo: «¿Cuándo me consolarás?»
83 Aunque estoy como un odre expuesto al humo,
no he olvidado tus estatutos.
84 ¿Cuántos son los días de tu siervo?
¿Cuándo harás justicia contra los que me persiguen?
85 Los soberbios me han cavado hoyos,
mas no proceden según tu Ley.
86 Todos tus mandamientos son verdad.
Sin causa me persiguen: ¡ayúdame!
87 Casi me han echado por tierra,
pero no he dejado tus mandamientos.
88 Vivifícame conforme a tu misericordia
y guardaré los testimonios de tu boca.
Lámed
89 Para siempre, Jehová,
permanece tu palabra en los cielos.
90 De generación en generación es tu fidelidad;
tú afirmaste la tierra, y subsiste.
91 Por tu ordenación subsisten todas las cosas hasta hoy,
pues todas ellas te sirven.
92 Si tu Ley no hubiera sido mi delicia,
ya en mi aflicción hubiera perecido.
93 Nunca jamás me olvidaré de tus mandamientos,
porque con ellos me has vivificado.
94 ¡Tuyo soy yo, sálvame,
porque he buscado tus mandamientos!
95 Los impíos me han aguardado para destruirme;
mas yo consideraré tus testimonios.
96 A toda perfección he visto fin;
amplio sobremanera es tu mandamiento.
Mem
97 ¡Cuánto amo yo tu Ley!
¡Todo el día es ella mi meditación!
98 Me has hecho más sabio que mis enemigos con tus mandamientos,
porque siempre están conmigo.
99 Más que todos mis enseñadores he entendido,
porque tus testimonios son mi meditación.
100 Más que los viejos he entendido,
porque he guardado tus mandamientos.
101 De todo mal camino contuve mis pies
para guardar tu palabra.
102 No me aparté de tus juicios,
porque tú me enseñaste.
103 ¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras!
¡Más que la miel a mi boca!
104 De tus mandamientos he adquirido inteligencia;
por tanto, he aborrecido todo camino de mentira.
Nun
105 Lámpara es a mis pies tu palabra
y lumbrera a mi camino.
106 Juré y ratifiqué
que guardaré tus justos juicios.
107 ¡Afligido estoy en gran manera!
¡Vivifícame, Jehová, conforme a tu palabra!
108 Te ruego, Jehová, que te sean agradables los sacrificios voluntarios de mi boca
y que me enseñes tus juicios.
109 Mi vida está de continuo en peligro,
pero no me he olvidado de tu Ley.
110 Me pusieron lazo los impíos,
pero yo no me desvié de tus mandamientos.
111 Por heredad he tomado tus testimonios para siempre,
porque son el gozo de mi corazón.
112 Mi corazón incliné a cumplir tus estatutos
de continuo, hasta el fin.
Sámec
113 Aborrezco a los hombres hipócritas,
pero amo tu Ley.
114 Mi escondedero y mi escudo eres tú.
En tu palabra he esperado.
115 ¡Apartaos de mí, malignos,
pues yo guardaré los mandamientos de mi Dios!
116 Susténtame conforme a tu palabra y viviré;
no quede yo avergonzado de mi esperanza.
117 Sosténme y seré salvo,
y me regocijaré siempre en tus estatutos.
118 Hollaste a todos los que se desvían de tus estatutos,
porque su astucia es falsedad.
119 Como escorias hiciste consumir a todos los impíos de la tierra;
por tanto, yo he amado tus testimonios.
120 Mi carne se estremece por temor de ti,
y de tus juicios tengo miedo.
Ayin
121 Juicio y justicia he hecho;
¡no me abandones a mis opresores!
122 Afianza a tu siervo para bien;
no permitas que los soberbios me opriman.
123 Mis ojos desfallecen por tu salvación
y por la palabra de tu justicia.
124 Haz con tu siervo según tu misericordia
y enséñame tus estatutos.
125 Tu siervo soy yo, dame entendimiento
para conocer tus testimonios.
126 Tiempo es de actuar, Jehová,
porque han invalidado tu Ley.
127 Por eso he amado tus mandamientos
más que el oro, y más que oro muy puro.
128 Por eso he estimado rectos todos tus mandamientos sobre todas las cosas
y he aborrecido todo camino de mentira.
Pe
129 Maravillosos son tus testimonios;
por eso los ha guardado mi alma.
130 La exposición de tus palabras alumbra;
hace entender a los sencillos.
131 Mi boca abrí y suspiré,
porque deseaba tus mandamientos.
132 Mírame y ten misericordia de mí,
como acostumbras hacer con los que aman tu nombre.
133 Ordena mis pasos con tu palabra
y ninguna maldad se enseñoree de mí.
134 Líbrame de la violencia de los hombres
y guardaré tus mandamientos.
135 Haz que tu rostro resplandezca sobre tu siervo
y enséñame tus estatutos.
136 Ríos de agua descendieron de mis ojos,
porque no guardaban tu Ley.
Tsade
137 Justo eres tú, Jehová,
y rectos son tus juicios.
138 Tus testimonios, que has recomendado,
son rectos y muy fieles.
139 Mi celo me ha consumido,
porque mis enemigos se olvidaron de tus palabras.
140 Sumamente pura es tu palabra
y la ama tu siervo.
141 Pequeño soy yo y desechado,
pero no me he olvidado de tus mandamientos.
142 Tu justicia es justicia eterna,
y tu Ley, la verdad.
143 Aflicción y angustia se han apoderado de mí,
pero tus mandamientos han sido mi delicia.
144 Justicia eterna son tus testimonios;
¡dame entendimiento y viviré!
Cof
145 Clamé con todo mi corazón; respóndeme, Jehová,
y guardaré tus estatutos.
146 A ti clamé: ¡Sálvame!,
y guardaré tus testimonios.
147 Me anticipé al alba y clamé;
esperé en tu palabra.
148 Se anticiparon mis ojos a las vigilias de la noche,
para meditar en tus mandatos.
149 Oye mi voz conforme a tu misericordia;
Jehová, vivifícame conforme a tu justicia.
150 Se acercaron a la maldad los que me persiguen;
se alejaron de tu Ley.
151 Cercano estás tú, Jehová,
y todos tus mandamientos son verdad.
152 Hace ya mucho que he entendido tus testimonios,
que para siempre los has establecido.
Resh
153 Mira mi aflicción y líbrame,
porque de tu Ley no me he olvidado.
154 Defiende mi causa y redímeme;
vivifícame con tu palabra.
155 Lejos está de los impíos la salvación,
porque no buscan tus estatutos.
156 Muchas son tus misericordias, Jehová;
vivifícame conforme a tus juicios.
157 Muchos son mis perseguidores y mis enemigos,
pero de tus testimonios no me he apartado.
158 Veía a los traidores y me disgustaba,
porque no guardaban tus palabras.
159 ¡Mira, Jehová, que amo tus mandamientos!
¡Vivifícame conforme a tu misericordia!
160 La suma de tu palabra es verdad,
y eterno es todo juicio de tu justicia.
Sin
161 Príncipes me han perseguido sin causa,
pero mi corazón tuvo temor de tus palabras.
162 Me regocijo en tu palabra
como el que halla muchos despojos.
163 La mentira aborrezco y abomino;
tu Ley amo.
164 ¡Siete veces al día te alabo
a causa de tus justos juicios!
165 Mucha paz tienen los que aman tu Ley,
y no hay para ellos tropiezo.
166 Tu salvación he esperado, Jehová,
y tus mandamientos he puesto por obra.
167 Mi alma ha guardado tus testimonios
y los he amado en gran manera.
168 He guardado tus mandamientos y tus testimonios,
porque todos mis caminos están delante de ti.
Tau
169 Llegue mi clamor delante de ti, Jehová;
dame entendimiento conforme a tu palabra.
170 Llegue mi oración delante de ti;
líbrame conforme a tu dicho.
171 Mis labios rebosarán de alabanza
cuando me enseñes tus estatutos.
172 Hablará mi lengua tus dichos,
porque todos tus mandamientos son justicia.
173 Esté tu mano pronta para socorrerme,
porque tus mandamientos he escogido.
174 He deseado tu salvación, Jehová,
y tu Ley es mi delicia.
175 ¡Viva mi alma y te alabe,
y tus juicios me ayuden!
176 Yo anduve errante como una oveja extraviada;
¡busca a tu siervo,
porque no me he olvidado de tus mandamientos!
Plegaria ante el peligro de la lengua engañosa
Cántico gradual
120 A Jehová clamé estando en angustia
y él me respondió.
2 ¡Libra mi alma, Jehová, del labio mentiroso
y de la lengua fraudulenta!
3 ¿Qué te dará o qué te aprovechará,
lengua engañosa?
4 Agudas saetas de valiente
con brasas de enebro.
5 ¡Ay de mí, que moro en Mesec
y habito entre las tiendas de Cedar!
6 Mucho tiempo ha morado mi alma
con los que aborrecen la paz.
7 Yo soy pacífico,
pero ellos, apenas hablo, me hacen guerra.
Jehová es tu guardador
Cántico gradual
121 Alzaré mis ojos a los montes.
¿De dónde vendrá mi socorro?
2 Mi socorro viene de Jehová,
que hizo los cielos y la tierra.
3 No dará tu pie al resbaladero
ni se dormirá el que te guarda.
4 Por cierto, no se adormecerá ni dormirá
el que guarda a Israel.
5 Jehová es tu guardador,
Jehová es tu sombra a tu mano derecha.
6 El sol no te fatigará de día
ni la luna de noche.
7 Jehová te guardará de todo mal,
él guardará tu alma.
8 Jehová guardará tu salida y tu entrada
desde ahora y para siempre.
Oración por la paz de Jerusalén
Cántico gradual; de David
122 Yo me alegré con los que me decían:
«¡A la casa de Jehová iremos!»
2 Nuestros pies estuvieron
dentro de tus puertas, Jerusalén.
3 Jerusalén, que ha sido edificada
como una ciudad que está bien unida entre sí.
4 Allá subieron las tribus,
las tribus de Jah,
conforme al testimonio dado a Israel,
para alabar el nombre de Jehová,
5 porque allá están las sillas del juicio,
los tronos de la casa de David.
6 Pedid por la paz de Jerusalén;
¡sean prosperados los que te aman!
7 ¡Sea la paz dentro de tus muros
y el descanso dentro de tus palacios!
8 Por amor de mis hermanos y mis compañeros
diré yo: «¡La paz sea contigo!»
9 Por amor a la casa de Jehová, nuestro Dios,
buscaré tu bien.
Plegaria pidiendo misericordia
Cántico gradual
123 A ti alcé mis ojos,
a ti que habitas en los cielos.
2 Como los ojos de los siervos miran la mano de sus señores,
y como los ojos de la sierva, la mano de su señora,
así miran nuestros ojos a Jehová, nuestro Dios,
hasta que tenga misericordia de nosotros.
3 Ten misericordia de nosotros, Jehová, ten misericordia de nosotros,
porque estamos muy hastiados del menosprecio.
4 Hastiada está nuestra alma de la burla de los que están satisfechos,
y del menosprecio de los soberbios.
Alabanza por haber sido librado de los enemigos
Cántico gradual; de David
124 De no haber estado Jehová por nosotros,
diga ahora Israel,
2 de no haber estado Jehová por nosotros,
cuando los hombres se levantaron contra nosotros,
3 vivos nos habrían tragado entonces,
cuando contra nosotros se encendió su furor.
4 Entonces nos habrían inundado las aguas;
hubiera pasado el torrente sobre nuestra alma;
5 hubieran entonces pasado sobre nuestra alma
las aguas impetuosas.
6 ¡Bendito sea Jehová,
que no nos dio por presa a los dientes de ellos!
7 Nuestra alma escapó cual ave
del lazo de los cazadores;
se rompió el lazo y escapamos nosotros.
8 Nuestro socorro está en el nombre de Jehová,
que hizo el cielo y la tierra.
Dios protege a su pueblo
Cántico gradual
125 Los que confían en Jehová son como el monte Sión,
que no se mueve, sino que permanece para siempre.
2 Como Jerusalén tiene montes alrededor de ella,
así Jehová está alrededor de su pueblo
desde ahora y para siempre.
3 No reposará la vara de la impiedad
sobre la heredad de los justos;
no sea que extiendan los justos
sus manos a la maldad.
4 Haz bien, Jehová, a los buenos
y a los que son rectos en su corazón.
5 Mas a los que se apartan tras sus perversidades,
Jehová los llevará con los que hacen maldad.
¡La paz sea sobre Israel!
Testimonio de la restauración
Cántico gradual
126 Cuando Jehová hizo volver de la cautividad a Sión,
fuimos como los que sueñan.
2 Entonces nuestra boca se llenó de risa
y nuestra lengua de alabanza.
Entonces decían entre las naciones:
«¡Grandes cosas ha hecho Jehová con estos!»
3 ¡Grandes cosas ha hecho Jehová con nosotros!
¡Estamos alegres!
4 ¡Haz volver nuestra cautividad, Jehová,
como los arroyos del Neguev!
5 Los que sembraron con lágrimas,
con regocijo segarán.
6 Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla,
pero al volver vendrá con regocijo trayendo sus gavillas.
La prosperidad viene de Jehová
Cántico gradual; para Salomón
127 Si Jehová no edifica la casa,
en vano trabajan los que la edifican;
si Jehová no guarda la ciudad,
en vano vela la guardia.
2 Por demás es que os levantéis de madrugada
y vayáis tarde a reposar,
y que comáis pan de dolores,
pues que a su amado dará Dios el sueño.
3 Herencia de Jehová son los hijos;
cosa de estima el fruto del vientre.
4 Como saetas en manos del valiente,
así son los hijos tenidos en la juventud.
5 ¡Bienaventurado el hombre
que llenó su aljaba de ellos!
No será avergonzado
cuando hable en la puerta con los enemigos.
La bienaventuranza del que teme a Jehová
Cántico gradual
128 Bienaventurado todo aquel que teme a Jehová,
que anda en sus caminos.
2 Cuando comas el trabajo de tus manos,
bienaventurado serás y te irá bien.
3 Tu mujer será como vid que lleva fruto
a los lados de tu casa;
tus hijos, como plantas de olivo
alrededor de tu mesa.
4 Así será bendecido el hombre
que teme a Jehová.
5 ¡Bendígate Jehová desde Sión,
y que veas el bien de Jerusalén todos los días de tu vida,
6 y que veas a los hijos de tus hijos!
¡La paz sea sobre Israel!
Plegaria pidiendo la destrucción de los enemigos de Sión
Cántico gradual
129 Mucho me han angustiado desde mi juventud,
puede decir ahora Israel;
2 mucho me han angustiado desde mi juventud,
pero no prevalecieron contra mí.
3 Sobre mis espaldas araron los aradores,
hicieron largos surcos.
4 ¡Jehová es justo,
cortó las coyundas de los impíos!
5 Serán avergonzados y vueltos atrás
todos los que aborrecen a Sión.
6 Serán como la hierba de los tejados,
que se seca antes de crecer,
7 de la cual no llenó el segador su mano
ni sus brazos el que hace gavillas;
8 ni dijeron los que pasaban:
«La bendición de Jehová sea sobre vosotros.
¡Os bendecimos en el nombre de Jehová!»
Jehová redimirá a Israel
Cántico gradual
130 De lo profundo, Jehová, a ti clamo.
2 Señor, oye mi voz;
estén atentos tus oídos
a la voz de mi súplica.
3 Jah, si miras los pecados,
¿quién, Señor, podrá mantenerse?
4 Pero en ti hay perdón,
para que seas reverenciado.
5 Esperé yo en Jehová;
esperó mi alma,
en su palabra he esperado.
6 Mi alma espera en Jehová
más que los centinelas la mañana,
más que los vigilantes la mañana.
7 Espere Israel en Jehová,
porque en Jehová hay misericordia
y abundante redención con él.
8 Él redimirá a Israel
de todos sus pecados.
Confiando en Dios como un niño
Cántico gradual; de David
131 Jehová, no se ha envanecido mi corazón
ni mis ojos se enaltecieron;
ni anduve en grandezas
ni en cosas demasiado sublimes para mí.
2 En verdad me he comportado y he acallado mi alma
como un niño destetado de su madre.
¡Como un niño destetado está mi alma!
3 Espera, Israel, en Jehová,
desde ahora y para siempre.
Plegaria por bendición sobre el santuario
Cántico gradual
132 Acuérdate, Jehová, de David
y de toda su aflicción.
2 De cómo juró a Jehová
y prometió al Fuerte de Jacob:
3 «No entraré en el aposento de mi casa
ni subiré al lecho de mi descanso;
4 no daré el sueño a mis ojos
ni a mis párpados adormecimiento,
5 hasta que halle lugar para Jehová,
morada para el Fuerte de Jacob.»
6 En Efrata lo oímos;
lo hallamos en los campos del bosque.
7 ¡Entraremos en su Tabernáculo!
¡Nos postraremos ante el estrado de sus pies!
8 Levántate, Jehová, al lugar de tu reposo,
tú y el Arca de tu poder.
9 Tus sacerdotes se vistan de justicia
y se regocijen tus santos.
10 Por amor de David tu siervo
no vuelvas de tu ungido el rostro.
11 En verdad juró Jehová a David
y no se retractará de ello:
«De tu descendencia
pondré sobre tu trono.
12 Si tus hijos guardan mi pacto
y mi testimonio, que yo les enseño,
sus hijos también
se sentarán sobre tu trono para siempre»,
13 porque Jehová ha elegido a Sión;
la quiso por morada suya.
14 «Éste es para siempre el lugar de mi reposo.
Aquí habitaré, porque la he querido.
15 Bendeciré abundantemente su provisión;
a sus pobres saciaré de pan.
16 Asimismo vestiré de salvación a sus sacerdotes
y sus santos darán voces de júbilo.
17 Allí haré retoñar el poder de David;
he dispuesto lámpara para mi ungido.
18 A sus enemigos vestiré de confusión,
pero sobre él florecerá su corona.»
La bienaventuranza del amor fraternal
Cántico gradual; de David
133 ¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es
que habiten los hermanos juntos en armonía!
2 Es como el buen óleo sobre la cabeza,
el cual desciende sobre la barba,
la barba de Aarón,
y baja hasta el borde de sus vestiduras;
3 como el rocío del Hermón,
que desciende sobre los montes de Sión,
porque allí envía Jehová bendición
y vida eterna.
Exhortación a los guardas del Templo
Cántico gradual
134 Mirad, bendecid a Jehová,
vosotros todos los siervos de Jehová,
los que en la casa de Jehová estáis por las noches.
2 Alzad vuestras manos al santuario
y bendecid a Jehová.
3 ¡Desde Sión te bendiga Jehová,
el cual ha hecho los cielos y la tierra!
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