Bible in 90 Days
Restauración de Israel
36 “Pero tú, oh hijo de hombre, profetiza acerca de los montes de Israel, y di: ¡Oh montes de Israel, oigan la palabra del SEÑOR! 2 Así ha dicho el SEÑOR Dios[a]: Por cuanto el enemigo dijo de ustedes: ‘¡Bravo! ¡También estas alturas eternas nos han sido dadas por heredad!’, 3 por eso, profetiza y di que así ha dicho el SEÑOR Dios[b]: Por cuanto los desolaron y los aplastaron por todos lados, para que fueran hechos heredad de las demás naciones, de modo que se les puso como objeto de habladuría y calumnia ante los pueblos; 4 por eso, oh montes de Israel, oigan la palabra del SEÑOR Dios[c]. Así ha dicho el SEÑOR Dios a los montes y a las colinas, a las quebradas y a los valles, a las ruinas desoladas y a las ciudades abandonadas que fueron expuestas al saqueo y al escarnio ante el resto de las naciones que están alrededor”.
5 Por tanto, así ha dicho el SEÑOR Dios[d]: “Ciertamente en el fuego de mi celo he hablado contra el resto de las naciones y contra todo Edom, quienes en medio del regocijo de todo corazón y con despecho del alma, se dieron a sí mismos mi tierra como heredad, para que su campo fuera expuesto al pillaje. 6 Por tanto, profetiza acerca de la tierra de Israel y di a los montes y a las colinas, a las quebradas y a los valles, que así ha dicho el SEÑOR Dios[e]: ‘He aquí, en mi celo y en mi furor he hablado, porque han cargado con la afrenta de las naciones. 7 Por tanto, así ha dicho el SEÑOR Dios[f], yo he alzado mi mano jurando que las naciones que están a su alrededor han de cargar con su afrenta’.
8 “Pero ustedes, oh montes de Israel, darán sus ramas y producirán su fruto para mi pueblo Israel, porque ellos están a punto de venir. 9 Porque he aquí, yo estoy a favor de ustedes; me volveré a ustedes, y serán cultivados y sembrados. 10 Multiplicaré sobre ustedes los hombres, a toda la casa de Israel, a toda ella. Las ciudades serán habitadas y las ruinas serán reconstruidas. 11 Multiplicaré sobre ustedes a hombres y animales; se multiplicarán y fructificarán. Los haré habitar como solían en el pasado; los haré mejores que en sus comienzos. Y sabrán que yo soy el SEÑOR. 12 Sobre ustedes haré que transiten hombres, los de mi pueblo Israel. Los[g] tomarán en posesión y ustedes serán su heredad. Nunca más los volverán a privar de sus hijos”.
13 Así ha dicho el SEÑOR Dios[h]: “Por cuanto te[i] dicen: ‘Tú devoras hombres y privas de hijos a tu nación’, 14 por tanto, no devorarás más a los hombres ni nunca más privarás de hijos a tu nación, dice el SEÑOR Dios[j]. 15 Nunca más te haré oír la afrenta de las naciones, ni llevarás más el oprobio de los pueblos ni privarás de hijos a tu nación”, dice el SEÑOR Dios[k].
16 Entonces vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo: 17 “Oh hijo de hombre, cuando la casa de Israel habitaba en su tierra, la contaminaban con su conducta y sus obras. Su conducta delante de mí fue como la inmundicia de una mujer menstruosa. 18 Y yo derramé mi ira sobre ellos, por la sangre que derramaron sobre la tierra y porque la contaminaron con sus ídolos. 19 Los dispersé por las naciones, y fueron esparcidos por los países. Los juzgué conforme a su conducta y a sus obras. 20 Pero cuando llegaron a las naciones a donde fueron, profanaron mi santo nombre cuando se decía de ellos: ‘¡Estos son el pueblo del SEÑOR, pero de la tierra de él han salido!’. 21 He tenido dolor al ver mi santo nombre profanado por la casa de Israel en las naciones adonde fueron. 22 Por tanto, di a la casa de Israel que así ha dicho el SEÑOR Dios[l]: ‘Yo no lo hago por ustedes, oh casa de Israel, sino por causa de mi santo nombre, al cual han profanado en las naciones adonde han llegado. 23 Yo mostraré la santidad de mi gran nombre que fue profanado en las naciones, en medio de las cuales ustedes lo profanaron. Y sabrán las naciones que soy el SEÑOR, cuando yo muestre mi santidad en ustedes a vista de ellos’, dice el SEÑOR Dios[m].
24 “Yo, pues, los tomaré de las naciones y los reuniré de todos los países, y los traeré a su propia tierra. 25 Entonces esparciré sobre ustedes agua pura y serán purificados de todas sus impurezas. Los purificaré de todos sus ídolos. 26 Les daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo dentro de ustedes. Quitaré de su carne el corazón de piedra y les daré un corazón de carne. 27 Pondré mi Espíritu dentro de ustedes y haré que anden según mis leyes, que guarden mis decretos y que los pongan por obra. 28 Y habitarán en la tierra que di a sus padres. Ustedes serán mi pueblo y yo seré su Dios. 29 Los libraré de todas sus impurezas. Llamaré al trigo y lo multiplicaré, y no los someteré más al hambre. 30 Multiplicaré, asimismo, el fruto de los árboles y el producto de los campos, para que nunca más reciban afrenta entre las naciones, por causa del hambre. 31 Entonces se acordarán de sus malos caminos y de sus hechos que no fueron buenos, y se detestarán a ustedes mismos por sus iniquidades y por sus abominaciones. 32 No es por causa de ustedes que hago esto; sépanlo bien, dice el SEÑOR Dios[n]. ¡Avergüéncense y cúbranse de afrenta a causa de sus caminos, oh casa de Israel!”.
33 Así ha dicho el SEÑOR Dios[o]: “El día en que yo los purifique de todas sus iniquidades, haré también que sean habitadas las ciudades y que sean reconstruidas las ruinas. 34 La tierra desolada será cultivada, en contraste con haber estado desolada ante los ojos de todos los que pasaban. 35 Y dirán: ‘Esta tierra que estaba desolada ha venido a ser como el jardín de Edén, y estas ciudades que estaban destruidas, desoladas y arruinadas ahora están fortificadas y habitadas’. 36 Entonces las naciones que fueron dejadas en sus alrededores sabrán que yo, el SEÑOR, he reconstruido las ciudades arruinadas y he plantado la tierra desolada. Yo, el SEÑOR, he hablado y lo haré”.
37 Así ha dicho el SEÑOR Dios[p]: “Aún he de ser buscado por la casa de Israel para hacerles esto: Multiplicaré los hombres como los rebaños. 38 Como las ovejas consagradas, como las ovejas de Jerusalén en sus festividades, así las ciudades desiertas estarán llenas de rebaños de hombres. Y sabrán que yo soy el SEÑOR”.
Los huesos secos cobran vida
37 La mano del SEÑOR vino sobre mí; me llevó fuera por el Espíritu del SEÑOR y me puso en medio de un valle que estaba lleno de huesos. 2 Me hizo pasar junto y alrededor de ellos, y he aquí que eran muchísimos sobre la superficie del valle. Y he aquí que estaban muy secos. 3 Entonces me preguntó:
—Oh hijo de hombre, ¿vivirán estos huesos?
Y respondí:
—Oh SEÑOR Dios[q], tú lo sabes.
4 Entonces me dijo:
—Profetiza a estos huesos y diles: “Huesos secos, oigan la palabra del SEÑOR. 5 Así ha dicho el SEÑOR Dios[r] a estos huesos: ‘He aquí, yo hago entrar espíritu en ustedes, y vivirán. 6 Pondré tendones sobre ustedes, haré subir carne sobre ustedes, los cubriré de piel y pondré espíritu en ustedes; y vivirán. Y sabrán que yo soy el SEÑOR’”.
7 Profeticé, pues, como se me ordenó; y mientras yo profetizaba, hubo un ruido. Y he aquí un temblor, y los huesos se juntaron, cada hueso con su hueso. 8 Miré, y he aquí que subían sobre ellos tendones y carne, y la piel se extendió encima de ellos. Pero no había espíritu en ellos. 9 Entonces me dijo:
—Profetiza al espíritu. Profetiza, oh hijo de hombre, y di al espíritu que así ha dicho el SEÑOR Dios[s]: “Oh espíritu, ven desde los cuatro vientos y sopla sobre estos muertos, para que vivan”.
10 Profeticé como me había mandado, y el espíritu entró en ellos y cobraron vida. Y se pusieron de pie: ¡un ejército grande en extremo! 11 Luego me dijo:
—Oh hijo de hombre, estos huesos son toda la casa de Israel. He aquí que ellos dicen: “Nuestros huesos se han secado. Se ha perdido nuestra esperanza. Somos del todo destruidos”. 12 Por tanto, profetiza y diles que así ha dicho el SEÑOR Dios[t]: “He aquí, oh pueblo mío, yo abriré sus sepulcros. Los haré subir de sus sepulcros y los traeré a la tierra de Israel. 13 Y sabrán que soy el SEÑOR, cuando yo abra sus sepulcros y los haga subir de sus sepulcros, oh pueblo mío. 14 Pondré mi Espíritu en ustedes, y vivirán. Los colocaré en su propia tierra, y sabrán que yo, el SEÑOR, lo dije y lo hice”, dice el SEÑOR.
Reunificación de Judá e Israel
15 Entonces vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo: 16 “Tú, oh hijo de hombre, toma una vara y escribe sobre ella: ‘Para Judá y los hijos de Israel, sus compañeros’. Toma después otra vara y escribe sobre ella: ‘Para José (vara de Efraín) y toda la casa de Israel, sus compañeros’. 17 Luego únelas, la una con la otra, para que sean una sola; y serán una sola en tu mano. 18 Y cuando los hijos de tu pueblo te pregunten: ‘¿No nos enseñarás qué significan para ti estas cosas?’, 19 les dirás que así ha dicho el SEÑOR Dios[u]: ‘He aquí, yo tomo la vara de José (que está en la mano de Efraín) y las tribus de Israel, sus compañeros, y la pondré junto con la vara de Judá. Los haré una sola vara, y serán una sola en mi mano’.
20 “Las varas sobre las cuales escribas estarán en tu mano, ante la vista de ellos. 21 Y les dirás que así ha dicho el SEÑOR Dios[v]: ‘He aquí, yo tomaré a los hijos de Israel de entre las naciones a las cuales fueron; los reuniré de todas partes y los traeré a su propia tierra. 22 Haré de ellos una sola nación en la tierra, en los montes de Israel, y todos ellos tendrán un solo rey. Nunca más serán dos naciones ni nunca más estarán divididos en dos reinos. 23 No se volverán a contaminar con sus ídolos ni con sus cosas detestables ni con ninguna de sus transgresiones. Yo los salvaré de todas sus rebeliones[w] con que han pecado, y los purificaré. Ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios.
24 “‘Mi siervo David será rey sobre ellos, y habrá un solo pastor para todos ellos. Andarán según mis decretos; guardarán mis estatutos y los pondrán por obra. 25 Habitarán en la tierra que di a mi siervo, a Jacob, en la cual habitaron sus padres. En ella habitarán para siempre, ellos, sus hijos y los hijos de sus hijos. Y mi siervo David será su gobernante para siempre. 26 Haré con ellos un pacto de paz; será un pacto eterno con ellos. Los multiplicaré y pondré mi santuario entre ellos para siempre. 27 Mi tabernáculo estará junto a ellos; yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. 28 Y cuando mi santuario esté en medio de ellos para siempre, sabrán las naciones que yo, el SEÑOR, santifico a Israel’ ”.
Profecía de la invasión de Gog
38 Entonces vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo: 2 “Oh hijo de hombre, pon tu rostro hacia la tierra de Magog, contra Gog, príncipe soberano de Mesec y Tubal. Profetiza contra él 3 y di que así ha dicho el SEÑOR Dios[x]: ‘He aquí, yo estoy contra ti, oh Gog, príncipe soberano de Mesec y Tubal. 4 Te haré dar vuelta y pondré ganchos en tus quijadas. Te sacaré a ti y a todo tu ejército —caballos y jinetes, todos vestidos espléndidamente—, una gran multitud con escudos y defensas, llevando todos ellos espadas. 5 Persia, Etiopía y Libia estarán con ellos; todos ellos con escudos y cascos. 6 Estarán contigo Gomer y todas sus tropas; Bet-togarma, de los confines del norte, con todas sus tropas, y muchos otros pueblos. 7 Alístate y prepárate, tú con toda la multitud que se te ha congregado, y sé tú su guarda. 8 De aquí a muchos días serás convocado. Al cabo de años vendrás a la tierra restaurada de la espada y recogida de entre muchos pueblos, contra los montes de Israel, que continuamente han sido objeto de destrucción. Sus habitantes han sido sacados de entre las naciones y todos ellos habitan confiadamente. 9 Tú subirás; vendrás como una tempestad y serás como una nube que cubre la tierra, tú con todas tus tropas, y muchos pueblos contigo’ ”.
10 Así ha dicho el SEÑOR Dios[y]: “En aquel día sucederá que subirán palabras a tu corazón y concebirás un plan malvado. 11 Dirás: ‘Subiré contra una tierra indefensa; iré a un pueblo tranquilo que habita confiadamente. Todos ellos habitan sin murallas, y no tienen cerrojos ni puertas’. 12 Esto será para tomar botín y para hacer saqueo, para volver tu mano contra las ruinas que han vuelto a ser habitadas, contra el pueblo que ha sido recogido de entre las naciones, el cual se hace de ganado y de posesiones, y habita en el centro de la tierra. 13 Saba, Dedán, los mercaderes de Tarsis y todas sus aldeas[z] te preguntarán: ‘¿Has venido para tomar botín? ¿Has reunido tu multitud para hacer saqueo, para llevarte la plata y el oro, para tomar el ganado y las posesiones, para tomar un gran botín?’.
14 “Por tanto, oh hijo de hombre, profetiza y di a Gog que así ha dicho el SEÑOR Dios[aa]: ‘En aquel día, cuando mi pueblo Israel habite confiadamente, ¿no lo sabrás tú? 15 Vendrás de tu lugar, de los confines del norte, tú y muchos pueblos contigo, todos a caballo, una gran multitud, un numeroso ejército. 16 Y subirás contra mi pueblo Israel como nube para cubrir la tierra. Ocurrirá en los postreros días. Yo te traeré contra mi tierra para que las naciones me conozcan cuando yo muestre mi santidad en ti, oh Gog, ante su vista’ ”.
Profecía de la derrota de Gog
17 Así ha dicho el SEÑOR Dios[ab]: “¿Eres tú aquel de quien hablé en los días del pasado por medio de mis siervos los profetas de Israel, quienes en aquellos días y años profetizaron que yo te habría de traer contra ellos?[ac].
18 “Ocurrirá en aquel día, cuando Gog venga contra la tierra de Israel, dice el SEÑOR Dios[ad], que estallará mi ira en mi rostro. 19 Porque en mi celo y en el fuego de mi indignación digo que en aquel día habrá un gran terremoto en la tierra de Israel. 20 Y temblarán ante mi presencia los peces del mar, las aves del cielo, los animales del campo, todo reptil que se desplaza sobre la tierra y todos los hombres que están sobre la faz de la tierra. Los montes serán destruidos y caerán los declives; toda muralla caerá a tierra. 21 En todos mis montes llamaré a la espada contra Gog, dice el SEÑOR Dios[ae]. Y la espada de cada uno estará contra su hermano. 22 Con peste y con sangre entraré en juicio contra él. Sobre él, sobre sus tropas y sobre los muchos pueblos que están con él haré caer lluvia torrencial, piedras de granizo, fuego y azufre. 23 Mostraré mi grandeza y mi santidad. Así me daré a conocer ante los ojos de muchas naciones. Y sabrán que yo soy el SEÑOR.
39 “Tú, pues, oh hijo de hombre, profetiza contra Gog y di que así ha dicho el SEÑOR Dios[af]: ‘He aquí, yo estoy contra ti, oh Gog, príncipe soberano de Mesec y Tubal. 2 Te haré dar vuelta y te conduciré. Te haré subir desde los confines del norte y te traeré a los montes de Israel. 3 Romperé tu arco en tu mano izquierda y haré que caigan las flechas de tu mano derecha. 4 Sobre los montes de Israel caerás tú con todas tus tropas y los pueblos que están contigo. Te he dado por comida a las aves de rapiña, a las aves de toda especie y a los animales del campo. 5 Sobre la superficie del campo caerás, porque yo he hablado, dice el SEÑOR Dios[ag]’.
6 “Enviaré fuego sobre Magog y sobre los que habitan con seguridad en las costas. Y sabrán que yo soy el SEÑOR. 7 Daré a conocer mi santo nombre en medio de mi pueblo Israel, y nunca más permitiré que mi santo nombre sea profanado. Y sabrán las naciones que yo soy el SEÑOR, el Santo de Israel.
8 “¡He aquí que viene y se cumplirá!, dice el SEÑOR Dios[ah]. Este es el día del cual he hablado. 9 Entonces saldrán los habitantes de las ciudades de Israel, y encenderán fuego y harán arder las armas: los escudos y las defensas, los arcos y las flechas, las jabalinas y las lanzas. Y con ellas harán fuego durante siete años; 10 no recogerán leña del campo ni la cortarán de los bosques, sino que prenderán el fuego con las armas. Así despojarán a los que los despojaron, y saquearán a los que los saquearon, dice el SEÑOR Dios[ai].
11 “Sucederá en aquel día que yo daré a Gog un lugar para sepultura allí en Israel, en el valle de los viajeros, al oriente del mar, y obstruirán el paso de los viajeros. Allí sepultarán a Gog y a su multitud, y lo llamarán valle de Hamón-gog. 12 Y la casa de Israel los estará enterrando durante siete meses, para purificar la tierra. 13 Todo el pueblo de la tierra los enterrará; para ellos será célebre el día en que yo me glorifique, dice el SEÑOR Dios[aj]. 14 Apartarán gente para atravesar constantemente la tierra y sepultar a los que pasaron y que han quedado sobre la faz de la tierra, a fin de purificarla. Al cabo de siete meses harán el reconocimiento. 15 Pasarán los que vayan por la tierra, y el que vea el hueso de algún hombre levantará junto a él una señal hasta que los sepultureros los sepulten en el valle de Hamón-gog. 16 El nombre de la ciudad también será Hamonah. Así purificarán la tierra.
17 “Y tú, oh hijo de hombre, así ha dicho el SEÑOR Dios[ak], di a las aves de rapiña, a las aves de toda especie y a los animales del campo: ‘¡Júntense y vengan! Reúnanse de todas partes al sacrificio que hago para ustedes: un gran sacrificio sobre los montes de Israel. Comerán carne y beberán sangre. 18 Comerán la carne de los poderosos y beberán la sangre de los gobernantes de la tierra, de carneros, de corderos, de machos cabríos y de toros, todos ellos engordados en Basán. 19 Comerán sebo hasta hartarse, y beberán la sangre del sacrificio que he hecho para ustedes, hasta embriagarse. 20 En mi mesa se saciarán de caballos y de jinetes[al], de valientes y de todos los hombres de guerra’, dice el SEÑOR Dios[am].
Israel toma conciencia de su Dios
21 “Entonces pondré mi gloria entre las naciones, y todas las naciones verán mi juicio que habré hecho y mi poderío que habré impuesto sobre ellas. 22 De aquel día en adelante sabrá la casa de Israel que yo soy el SEÑOR su Dios. 23 Las naciones sabrán también que la casa de Israel fue llevada cautiva por causa de su pecado. Porque se rebelaron contra mí, yo escondí de ellos mi rostro y los entregué en mano de sus enemigos; y todos ellos cayeron a espada. 24 Hice con ellos de acuerdo con su impureza y sus transgresiones, y escondí de ellos mi rostro”.
25 Por tanto, así ha dicho el SEÑOR Dios[an]: “Ahora restauraré de la cautividad a Jacob. Tendré misericordia de toda la casa de Israel, y mostraré mi celo por mi santo nombre. 26 Olvidarán su afrenta y toda la infidelidad con que fueron infieles contra mí, cuando habiten en su tierra en seguridad y no haya quien los espante; 27 cuando yo los haya hecho volver de los pueblos, los haya reunido de las tierras de sus enemigos, y haya mostrado mi santidad en ellos a vista de muchas naciones. 28 Y sabrán que soy el SEÑOR su Dios, cuando yo los lleve cautivos entre las naciones y cuando los reúna sobre su tierra sin dejar allá a ninguno de ellos. 29 No esconderé más de ellos mi rostro, porque habré derramado mi Espíritu sobre la casa de Israel”, dice el SEÑOR Dios[ao].
Instrucciones acerca del templo
40 En el año veinticinco de nuestra cautividad, al comienzo del año, en el día diez del mes primero[ap], catorce años después que había caído Jerusalén, en ese mismo día vino sobre mí la mano del SEÑOR y me llevó allá. 2 En visiones de Dios me llevó a la tierra de Israel y me puso sobre un monte muy alto en el cual, al lado sur, había algo como una estructura de ciudad. 3 Me llevó allá, y he allí un hombre cuyo aspecto era como el aspecto del bronce. Tenía en su mano un cordel de lino y una caña de medir, y estaba de pie junto a la puerta.
4 Aquel hombre me dijo: “Oh hijo de hombre, mira con tus ojos, oye con tus oídos y presta atención a todas las cosas que te mostraré, porque para que yo te las muestre has sido traído aquí. Declara todo lo que ves a la casa de Israel”.
5 He aquí que por fuera y alrededor del templo había un muro. En la mano del hombre había una caña para medir, la cual tenía tres metros[aq]. Entonces midió el espesor de la estructura, la cual tenía tres metros, y su altura, la cual era también de tres metros.
6 Después fue a la puerta que daba al oriente, subió por sus gradas y midió el umbral de la puerta, el cual tenía tres metros de ancho. El otro umbral también tenía tres metros de ancho. 7 Cada celda tenía tres metros de largo por tres metros de ancho. Entre las celdas había una separación de dos metros y medio, y el umbral de la puerta que daba al vestíbulo, por el lado interior de la puerta, medía tres metros.
8 Asimismo, midió el vestíbulo de la puerta, 9 el cual[ar] tenía cuatro metros, y sus pilastras tenían un metro cada una. El vestíbulo de la puerta estaba hacia adentro.
10 Las celdas de la puerta que daba al oriente eran tres en un lado, y tres en el otro lado, todas de la misma medida. También tenían la misma medida las pilastras de cada lado. 11 Midió el ancho de la entrada de la puerta, el cual era de cinco metros. El largo del umbral era de seis metros y medio. 12 El espacio delante de las celdas era de cincuenta centímetros a un lado y de cincuenta centímetros al otro lado. Cada celda tenía tres metros por un lado y tres metros por el otro lado. 13 Midió en la puerta desde el fondo[as] de una celda hasta el fondo[at] de la celda opuesta: trece metros. Una entrada estaba frente a la otra.
14 También midió las pilastras, las cuales tenían treinta y un metros. El atrio junto a la puerta también tenía pilastras alrededor. 15 Desde la fachada exterior de la puerta hasta el frente del vestíbulo interior de la puerta había veintiséis metros. 16 Había ventanas anchas por dentro y angostas por fuera, que daban hacia las celdas en el interior y alrededor de la puerta. Asimismo, su vestíbulo tenía ventanas alrededor y hacia el interior. Y en cada pilastra había decoraciones de palmeras.
17 Luego me llevó al atrio exterior, y he aquí que había cámaras; y el atrio alrededor tenía un enlosado. Alrededor de aquel atrio, y dando hacia el enlosado, había treinta cámaras. 18 El enlosado inferior de junto a las puertas correspondía a la longitud de las puertas. 19 Midió el ancho desde el frente de la puerta inferior hasta el frente exterior del atrio interior, y tenía cincuenta y dos metros. Así como en el norte era en el oriente.
20 Luego midió el largo y el ancho de la puerta que daba al norte del atrio exterior. 21 Tenía tres celdas en un lado y tres en el otro lado. Sus pilastras y su vestíbulo tenían las mismas medidas que la primera puerta: veintiséis metros de largo por trece metros de ancho. 22 Sus ventanas, sus vestíbulos y sus decoraciones de palmeras eran de las mismas dimensiones que las de la puerta que daba al oriente. Se subía a ella por siete gradas, delante de las cuales estaba el vestíbulo. 23 En frente de la puerta del norte, así como de la del este, había una puerta que daba al atrio interior. Él midió de puerta a puerta, y había cincuenta y dos metros.
24 Luego me condujo hacia el sur, y he aquí que había otra puerta que daba al sur. Midió sus pilastras y sus vestíbulos; eran como aquellas medidas. 25 La puerta y los vestíbulos tenían ventanas alrededor, así como aquellas ventanas. Tenía veintiséis metros de largo por trece metros de ancho. 26 Se subía a ella por siete gradas, delante de las cuales estaba el vestíbulo. Tenía decoraciones de palmeras sobre sus pilastras, tanto en un lado como en el otro lado. 27 También había en el atrio interior una puerta que daba al sur. Midió de puerta a puerta, hacia el sur, y había cincuenta y dos metros.
28 Luego me llevó por la puerta del sur al atrio interior y midió la puerta del sur; eran como aquellas medidas. 29 Sus celdas, sus pilastras y sus vestíbulos tenían aquellas mismas medidas. La puerta y los vestíbulos tenían ventanas alrededor. Tenía veintiséis metros de largo por trece metros de ancho. 30 Alrededor había vestíbulos de trece metros de largo y dos metros y medio de ancho. 31 Sus vestíbulos daban al atrio exterior y tenían decoraciones de palmeras sobre sus pilastras. Y ocho gradas daban acceso a ellos.
32 Luego me llevó al lado oriental, al atrio interior, y midió la puerta; era como aquellas medidas. 33 Sus celdas, sus pilastras y sus vestíbulos tenían aquellas mismas medidas. La puerta y los vestíbulos tenían ventanas alrededor. Tenía veintiséis metros de largo y trece metros de ancho. 34 Sus vestíbulos daban al atrio exterior, y en ambos lados tenían decoraciones de palmeras sobre sus pilastras. Y ocho gradas daban acceso a ellos.
35 Luego me llevó a la puerta del norte y midió, conforme a aquellas mismas medidas, 36 sus celdas, sus pilastras y sus vestíbulos. La puerta tenía ventanas alrededor. Tenía veintiséis metros de largo y trece metros de ancho. 37 Sus vestíbulos daban al atrio exterior y en ambos lados tenían decoraciones de palmeras sobre sus pilastras. Y ocho gradas daban acceso a ellos.
38 Había una cámara cuya entrada daba al vestíbulo de la puerta[au]. Allí lavaban el holocausto. 39 En el vestíbulo de la puerta había dos mesas en un lado y otras dos en el otro lado, para degollar sobre ellas el holocausto, la víctima por el pecado y la víctima por la culpa. 40 En el lado de fuera, conforme uno sube a la entrada de la puerta del norte, había dos mesas; y al otro lado, que daba a la entrada de la puerta, había otras dos mesas. 41 Había cuatro mesas en un lado y cuatro en el otro, es decir, al lado de la puerta había ocho mesas sobre las cuales degollaban las víctimas. 42 Las cuatro mesas para el holocausto eran de piedra labrada, de setenta y cinco centímetros de largo y setenta y cinco centímetros de ancho y cincuenta centímetros de alto. Sobre ellas colocaban los instrumentos con que degollaban las víctimas del holocausto y del sacrificio. 43 Los rebordes, de siete centímetros, estaban fijos alrededor de la cámara, y la carne de las ofrendas estaba sobre las mesas.
44 Por fuera de la puerta interior, en el atrio interior, había dos cámaras para los cantores. Una de ellas estaba al lado de la puerta del norte y su fachada daba al sur. La otra estaba al lado de la puerta del sur[av] y su fachada daba al norte. 45 Y me dijo: “Esta cámara que da al sur es de los sacerdotes que están a cargo del templo. 46 Y la cámara que da al norte es de los sacerdotes que están a cargo del altar. Estos últimos son los hijos de Sadoc, quienes han sido acercados al SEÑOR de entre los hijos de Leví, para servirle”.
47 Luego midió el atrio, que era un cuadrado de cincuenta y dos metros de largo y cincuenta y dos metros de ancho. Delante del santuario estaba el altar.
48 Luego me llevó al vestíbulo del templo y midió cada pilastra del vestíbulo, dos metros y medio de un lado y dos metros y medio del otro lado. El ancho de la puerta era de un metro y medio de un lado y de un metro y medio del otro lado. 49 El largo del vestíbulo era de diez metros, y el ancho de cinco metros y medio. Junto a las gradas por las cuales se subía al vestíbulo, había columnas junto a las pilastras, una de un lado y otra del otro lado.
41 Luego me introdujo en el lugar santo y midió las pilastras, que tenían tres metros de ancho de un lado y tres metros del otro lado. Tal era el ancho de las pilastras[aw]. 2 El ancho de la entrada era de cinco metros; y los lados de la puerta, de dos metros y medio de un lado y de dos metros y medio del otro. Midió su largo que era de veinte metros y su ancho de diez metros.
3 Luego fue al interior y midió cada pilastra de la entrada, las cuales tenían un metro. La entrada era de tres metros, y los lados[ax] de la entrada eran de tres metros y medio. 4 Midió también su largo, de diez metros, y su ancho, de diez metros, hacia el lado del lugar santo. Entonces me dijo: “Este es el lugar santísimo”.
5 Después midió la pared del templo, la cual tenía tres metros de espesor. El ancho de los cuartos laterales alrededor del templo era de dos metros. 6 Los cuartos eran treinta y estaban dispuestos cuarto sobre cuarto en tres niveles. Había salientes en cada pared alrededor del templo, sobre los cuales se apoyaban los cuartos, sin que estos se apoyaran en la pared misma del edificio. 7 A medida que se subía, la galería superior era más amplia, porque arriba había mayor espacio debido al estrechamiento de la pared del edificio. De la galería inferior se subía a la superior por la intermedia.
8 Miré la elevación alrededor de todo el templo: Los cimientos de los cuartos laterales eran de tres metros de largo. 9 El espesor de la pared exterior de los cuartos era de dos metros y medio, y quedaba un espacio libre entre los cuartos del templo. 10 Entre las cámaras había un espacio de diez metros por todos los lados alrededor del templo. 11 Los cuartos tenían dos entradas al espacio libre, situadas una al norte y otra al sur. El ancho del espacio que quedaba era de dos metros y medio, alrededor de todo.
12 El edificio que estaba al frente del área reservada en el lado occidental tenía treinta y cinco metros, y la pared de alrededor del edificio tenía dos metros y medio de espesor y cuarenta y cinco metros de largo.
13 Midió el templo, y tenía cincuenta metros de largo. El área reservada y el edificio tenían paredes de cincuenta metros de largo. 14 El ancho de la fachada del templo y del área reservada era de cincuenta metros.
15 Midió el largo del edificio que estaba delante del área reservada que había detrás del templo y sus pasillos, tanto a un lado como al otro, y era de cincuenta metros. También midió la sala interior y el vestíbulo exterior[ay].
16 Los umbrales, las ventanas anchas por dentro y angostas por fuera, y los pasillos alrededor de los tres pisos, frente al umbral, todo alrededor estaba recubierto con madera desde el suelo hasta las ventanas. También las ventanas estaban recubiertas, 17 encima de la entrada y hasta el lugar santísimo. Toda la pared alrededor, tanto por dentro como por fuera, según medidas, 18 estaba decorada con querubines y palmeras. Entre querubín y querubín había una palmera. Cada querubín tenía dos caras: 19 una cara de hombre que miraba hacia un costado de la palmera, y la otra de león que miraba hacia el otro costado de la palmera. Y estaban hechos alrededor de todo el edificio del templo. 20 Desde el suelo hasta encima de la entrada, y por toda la pared del templo, había grabados de querubines y de palmeras.
21 Los postes del lugar santo eran cuadrangulares y el aspecto de los del frente del lugar santísimo era semejante.
22 El altar de madera tenía un metro y medio de alto por un metro de largo. Tanto sus esquinas, como su base[az] y sus paredes eran de madera. Y me dijo: “Esta es la mesa que está delante del SEÑOR”.
23 El lugar santo y el lugar santísimo tenían dos puertas. 24 En cada puerta había dos hojas que giraban; había dos hojas en una puerta y dos hojas en la otra puerta. 25 En las puertas del lugar santo había grabados de querubines y de palmeras, así como los que estaban grabados en las paredes.
Sobre la fachada del pórtico, por el lado exterior, había un alero de madera. 26 Había ventanas anchas por dentro y angostas por fuera, y decoraciones de palmeras a uno y otro lado de los costados del vestíbulo, tanto en los cuartos laterales del edificio como en los aleros.
42 Luego me sacó fuera al atrio, hacia el norte, y me llevó a la cámara que estaba frente al área reservada, enfrente del edificio, hacia el norte. 2 Su largo, en el frente de la puerta del norte, era de cincuenta metros y su ancho de veinticinco metros. 3 Frente al espacio de diez metros que había en el atrio interior y frente al enlosado que había en el atrio exterior había unos pasillos, uno frente al otro, en los tres pisos.
4 Delante de las cámaras, hacia la parte de adentro, había un corredor de cinco metros de ancho y de cincuenta metros de largo[ba]; y sus puertas daban hacia el norte. 5 Las cámaras de más arriba eran más estrechas, porque los pasillos les restaban espacio, más que a las bajas y a las intermedias del edificio. 6 Como estaban dispuestas en tres pisos y no tenían columnas como las columnas de los atrios, por eso eran más angostas que las inferiores y las intermedias.
7 El muro que estaba afuera, enfrente de las cámaras, hacia el atrio exterior y delante de las cámaras, tenía veinticinco metros de largo. 8 Porque el largo de las cámaras del atrio exterior era de veinticinco metros, y delante de la fachada del templo había cincuenta metros. 9 Y debajo de estas cámaras estaba la entrada del lado oriental, para quien entra desde el atrio exterior.
10 A lo largo del muro del atrio, hacia el sur[bb], frente al área reservada y delante del edificio, también había cámaras. 11 El corredor que había delante de ellas era semejante al de las cámaras que estaban hacia el norte, tanto su largo como su ancho y todas sus salidas y entradas. Y semejantes a sus entradas 12 eran las entradas de las cámaras que daban al sur. Había una entrada en el comienzo del corredor, frente al muro correspondiente que daba al oriente, para quien entra en ellas.
13 Me dijo: “Las cámaras del norte y las del sur, que están frente al área reservada, son las cámaras de las cosas sagradas, en las cuales los sacerdotes que se acercan al SEÑOR pueden comer de las cosas más sagradas. Allí pondrán las cosas más sagradas —la ofrenda vegetal, el sacrificio por el pecado y el sacrificio por la culpa—; porque el lugar es santo. 14 Cuando los sacerdotes entren, no saldrán del santuario al atrio exterior sin antes dejar allí sus vestiduras con que sirven, porque estas son santas. Se vestirán con otras vestiduras y así se acercarán a los lugares destinados al pueblo”.
15 Luego que acabó de tomar las medidas del interior del templo, me sacó por el camino de la puerta que daba al oriente y lo midió en derredor. 16 Midió el lado oriental con la caña de medir: mil quinientos metros. Dio la vuelta[bc] 17 y midió el lado norte con la caña de medir: mil quinientos metros. Dio la vuelta[bd] 18 y midió el lado sur con la caña de medir: mil quinientos metros. 19 Dio la vuelta hacia el lado occidental y midió con la caña de medir: mil quinientos metros. 20 Lo midió por los cuatro lados; tenía alrededor un muro de mil quinientos metros de largo por mil quinientos metros de ancho, para hacer separación entre lo santo y lo profano.
La gloria del Señor vuelve al templo
43 Luego me condujo a la puerta que da al oriente, 2 y he aquí que la gloria del Dios de Israel venía desde el oriente[be]. Su estruendo era como el estruendo de muchas aguas, y la tierra resplandecía a causa de su gloria. 3 La visión que vi era como aquella visión que había visto cuando él vino[bf] para destruir la ciudad y como la visión que había visto junto al río Quebar. Y caí postrado sobre mi rostro.
4 La gloria del SEÑOR entró en el templo por la puerta que da al oriente. 5 Entonces el Espíritu me levantó y me introdujo al atrio interior. Y he aquí que la gloria del SEÑOR llenó el templo.
6 Entonces oí a alguien que me hablaba desde el templo, mientras un hombre estaba de pie junto a mí. 7 Y me dijo: “Oh hijo de hombre, este es el lugar de mi trono, el lugar de las plantas de mis pies, en el cual habitaré en medio de los hijos de Israel para siempre. Nunca más la casa de Israel, ni ellos ni sus reyes, profanarán mi santo nombre con sus prostituciones ni con los cadáveres de sus reyes, cuando estos mueran[bg], 8 poniendo su umbral junto a mi umbral y sus postes junto a mis postes. Pues habiendo tan solo una pared entre yo y ellos contaminaron mi santo nombre con las abominaciones que hicieron, por lo cual los consumí en mi furor. 9 Ahora, que alejen de mí su prostitución y los cadáveres de sus reyes, y yo habitaré en medio de ellos para siempre.
10 “Y tú, oh hijo de hombre, declara a los de la casa de Israel lo concerniente al templo, y que tomen nota de las dimensiones de su plano, para que se avergüencen de sus pecados. 11 Y si han sido afrentados por causa de todo lo que han hecho, hazles entender los detalles del templo: su disposición, sus salidas, sus entradas y todos sus detalles. Escribe ante su vista todos sus estatutos, todos sus detalles y todas sus instrucciones, para que guarden todos sus detalles y todos sus estatutos y que los pongan por obra. 12 Estas son las instrucciones acerca del templo: Sobre la cumbre del monte, toda el área alrededor será santísima. He aquí, estas son las instrucciones acerca del templo.
El altar del holocausto
13 “Estas son las medidas del altar[bh]. Su base será de cincuenta centímetros de alto[bi] y de cincuenta centímetros de ancho. La moldura de su borde alrededor será de ocho centímetros. Así será la base del altar. 14 Desde la base sobre el suelo hasta el zócalo inferior tiene un metro y el ancho es de cincuenta centímetros. Desde el zócalo pequeño hasta el zócalo grande hay dos metros y el ancho es de cincuenta centímetros. 15 El arca es de dos metros de alto y sobre el arca hay cuatro cuernos. 16 El arca tiene seis metros de largo por seis metros de ancho. Es un cuadrado con los cuatro lados iguales. 17 El zócalo grande es de siete metros de largo por siete metros de ancho en sus cuatro lados y su moldura alrededor es de veinticinco centímetros. La base es de cincuenta centímetros por todos lados y sus gradas dan al oriente”.
18 Luego me dijo: “Oh hijo de hombre, así ha dicho el SEÑOR Dios[bj], estos son los estatutos del altar para el día en que sea hecho a fin de ofrecer el holocausto sobre él y esparcir sobre él la sangre. 19 A los sacerdotes levitas que son de la descendencia de Sadoc, que se acercan a mí para servirme, darás un novillo para el sacrificio por el pecado. 20 Tomarás parte de su sangre y la pondrás sobre los cuatro cuernos del altar, en las cuatro esquinas del zócalo y alrededor de la moldura. Así lo purificarás del pecado y harás expiación por él. 21 Tomarás luego el novillo para el sacrificio por el pecado y lo quemarás en un lugar destinado para el uso del templo, fuera del santuario.
22 “En el segundo día ofrecerás un macho cabrío sin defecto como sacrificio por el pecado, y purificarán del pecado el altar como lo purificaron con el novillo. 23 Cuando acabes de purificarlo, ofrecerás un novillo sin defecto; y del rebaño, un carnero sin defecto. 24 Los ofrecerás delante del SEÑOR. Los sacerdotes echarán sal sobre ellos, y los ofrecerán en holocausto al SEÑOR.
25 “Durante siete días ofrecerás un macho cabrío cada día, como sacrificio por el pecado. Asimismo, será sacrificado el novillo; y del rebaño, un carnero sin defecto. 26 Durante siete días harán expiación por el altar y lo purificarán; así lo consagrarán. 27 Acabados estos días, a partir del octavo día, los sacerdotes podrán ofrecer sobre el altar los holocaustos y los sacrificios de paz de ustedes; y ustedes serán aceptados por mí”, dice el SEÑOR Dios[bk].
La puerta oriental del templo
44 Luego me hizo volver hacia la puerta exterior del santuario, la cual da al oriente, y estaba cerrada. 2 Entonces el SEÑOR me dijo: “Esta puerta ha de permanecer cerrada. No será abierta ni nadie entrará por ella, porque el SEÑOR Dios de Israel ha entrado por ella. Por eso permanecerá cerrada. 3 Pero el gobernante, porque es gobernante, se sentará allí para comer pan en la presencia del SEÑOR. Entrará por la vía del vestíbulo de la puerta y saldrá por la misma vía”.
Admitidos y excluidos del santuario
4 Luego me llevó por la vía de la puerta del norte, hacia el frente del templo. Entonces miré, y he aquí que la gloria del SEÑOR había llenado la casa del SEÑOR. Caí postrado sobre mi rostro, 5 y el SEÑOR me dijo: “Oh hijo de hombre, fíjate bien; mira con tus ojos y oye con tus oídos todo lo que yo hablo contigo sobre todos los estatutos de la casa del SEÑOR y sobre todas sus leyes. Fíjate bien en quiénes han de ser admitidos en el templo, y en todos los que han de ser excluidos[bl] del santuario. 6 Dirás a los rebeldes, a la casa de Israel, que así ha dicho el SEÑOR Dios[bm]: ‘¡Basta ya de todas sus abominaciones, oh casa de Israel! 7 Basta de haber traído extranjeros incircuncisos de corazón e incircuncisos de carne, para estar en mi santuario y profanar mi templo, ofreciendo mi pan —el sebo y la sangre— e invalidando mi pacto con todas las abominaciones de ustedes. 8 No han guardado las ordenanzas respecto de mis cosas sagradas, sino que han puesto extranjeros para guardar las ordenanzas de mi santuario a su gusto. 9 Así ha dicho el SEÑOR Dios[bn]: Ningún extranjero, incircunciso de corazón e incircunciso de carne, de todos los extranjeros que están entre los hijos de Israel, entrará en mi santuario’.
10 “Los levitas que se alejaron de mí, mientras Israel anduvo errante lejos de mí, y fueron en pos de sus ídolos, cargarán con su castigo 11 y estarán en mi santuario como servidores, encargados de las puertas del templo y sirviendo en el templo. Ellos degollarán el holocausto y el sacrificio por el pueblo, y estarán de pie delante de los sacerdotes para servirles. 12 Debido a que les sirvieron delante de sus ídolos y llegaron a ser un tropiezo de iniquidad para la casa de Israel, por eso he alzado mi mano contra ellos jurando que cargarán con su castigo, dice el SEÑOR Dios[bo]. 13 No se acercarán a mí para serme sacerdotes, ni se acercarán a ninguna de mis cosas sagradas ni a las muy sagradas, sino que cargarán con su afrenta y con las abominaciones que cometieron. 14 Pero los pondré a cargo de las tareas del templo, en todo su servicio y en todo lo que se ha de hacer allí.
Leyes acerca de los sacerdotes
15 “Sin embargo, los sacerdotes levitas, los hijos de Sadoc que cumplieron con mi ordenanza relativa a mi santuario, cuando los hijos de Israel se desviaron de mí, ellos sí se acercarán a mí para servirme y estarán de pie delante de mí para ofrecerme el sebo y la sangre, dice el SEÑOR Dios[bp]. 16 Ellos sí entrarán en mi santuario y se acercarán a mi mesa para servirme, y cumplirán con mi ordenanza.
17 “Sucederá que cuando entren por las puertas del atrio interior, se vestirán con vestiduras de lino. Cuando sirvan en las puertas del atrio interior y dentro del templo, no se cubrirán con tela de lana. 18 Tendrán turbantes de lino sobre sus cabezas y pantalones de lino sobre sus lomos. No se ceñirán nada que les haga sudar. 19 Cuando salgan al pueblo, al atrio exterior, se quitarán las vestiduras con que habían servido y las dejarán en las cámaras del santuario. Luego se vestirán con otras vestiduras, no sea que con sus vestiduras transmitan santidad al pueblo.
20 “No se raparán sus cabezas ni se dejarán crecer el cabello; solamente lo recortarán.
21 “Ninguno de los sacerdotes beberá vino cuando haya de entrar en el atrio interior.
22 “No tomarán por esposa una viuda ni una divorciada, sino solo vírgenes de la descendencia de la casa de Israel, o una viuda que sea viuda de un sacerdote.
23 “Enseñarán a mi pueblo a discernir entre lo santo y lo profano, y entre lo impuro y lo puro.
24 “Ellos estarán para juzgar en los pleitos. Conforme a mis juicios los juzgarán.
“Guardarán mis instrucciones y mis estatutos en todas mis festividades, y santificarán mis sábados.
25 “No entrarán donde haya alguna persona muerta, de modo que se contaminen. Pero se les permite contaminarse por causa de padre, madre, hijo, hija, hermano o hermana que no haya tenido marido. 26 Pero después de su purificación le contarán siete días[bq]. 27 El día que entre al santuario, al atrio interior, para servir en el santuario, ofrecerá su sacrificio por el pecado, dice el SEÑOR Dios[br].
28 “Habrá para ellos una heredad: Yo soy su heredad. No les darán posesión en Israel: Yo soy su posesión. 29 Comerán de la ofrenda vegetal, del sacrificio por el pecado y del sacrificio por la culpa. Todo lo que sea dedicado en Israel será para ellos. 30 Para los sacerdotes será lo mejor de todas las primicias de todo y toda ofrenda alzada de todo lo que se ofrezca de todas sus ofrendas. Asimismo, darán a los sacerdotes las primicias de las masas de ustedes, para hacer reposar la bendición en sus casas.
31 “Los sacerdotes no comerán ningún animal que sea encontrado muerto ni que haya sido despedazado por una fiera, tanto de aves como de cuadrúpedos.
Distribución de la tierra en Jerusalén
45 “Cuando ustedes repartan la tierra por sorteo para que se la tome en posesión, apartarán para el SEÑOR una parte de la tierra, la cual será considerada santa. Será de doce mil quinientos metros de largo por diez mil[bs] de ancho. Esta será sagrada en toda su área alrededor. 2 De esto habrá para el santuario un cuadrado de doscientos cincuenta por doscientos cincuenta y habrá un campo alrededor de veinticinco metros. 3 De esta área medirás un área de doce mil quinientos metros de largo y de cinco mil de ancho, y allí estará el santuario, el lugar santísimo. 4 Esta será la porción de la tierra consagrada para los sacerdotes que sirven en el santuario, que se acercan para servir al SEÑOR. Les será lugar para sus casas y lugar consagrado para el santuario. 5 Asimismo, habrá un área de doce mil quinientos metros de largo por cinco mil de ancho para los levitas que sirven en el templo, como posesión para ciudades en que habitar[bt].
6 “Y para posesión de la ciudad, darán un área de dos mil quinientos metros de ancho por doce mil quinientos de largo, junto a lo que se apartó para el santuario. Esto corresponderá a toda la casa de Israel.
7 “La parte del gobernante estará a un lado y al otro de lo que se apartó para el santuario y de la posesión de la ciudad, a lo largo de lo que se apartó para el santuario y frente a la posesión de la ciudad. Su longitud corresponderá a una de las porciones, desde su extremo occidental hasta el extremo oriental, y desde el límite occidental hasta el límite oriental. 8 Esta tierra será su posesión en Israel, y mis gobernantes nunca más oprimirán a mi pueblo.
“El resto de la tierra lo darán a la casa de Israel según sus tribus[bu]”.
Pesas y medidas
9 Así ha dicho el SEÑOR Dios[bv]: “¡Basta, oh gobernantes de Israel! Aparten la violencia y la destrucción; actúen según el derecho y la justicia; dejen de expulsar de sus propiedades a mi pueblo, dice el SEÑOR Dios[bw].
10 “Tendrán balanzas justas, medidas y pesas exactas. 11 La medida para granos debe ser igual a la medida para líquidos. El patrón de medida será doscientos litros, y luego medidas que sean la décima parte y la centésima parte[bx].
12 “Para las medidas de sólidos la base serán once gramos. Y podrán usar múltiplos hasta seiscientos sesenta gramos[by].
Las ofrendas del culto
13 “Esta será la ofrenda alzada que ofrecerán: tres kilos por cada doscientos kilos de trigo, y tres kilos por cada doscientos kilos de cebada[bz].
14 “Lo prescrito con respecto al aceite es que ofrezcan dos litros de aceite por cada doscientos litros[ca].
15 “De un rebaño de doscientos corderos, de los bien regados pastos de Israel, se dará uno para ofrenda, para holocausto y para ofrendas de paz, a fin de hacer expiación por ellos, dice el SEÑOR Dios[cb]. 16 Todo el pueblo de la tierra en Israel estará obligado a entregar esta ofrenda alzada al gobernante. 17 Pero el gobernante deberá proveer para el holocausto, la ofrenda vegetal y la líquida, en las fiestas, en las lunas nuevas, en los sábados y en todas las festividades de la casa de Israel. Él proveerá el holocausto, la ofrenda vegetal y los sacrificios de paz para hacer expiación por la casa de Israel”.
Las ofrendas de la Pascua
18 Así ha dicho el SEÑOR Dios[cc]: “En el primer día del mes primero[cd] tomarás un novillo sin defecto y purificarás el santuario. 19 El sacerdote tomará parte de la sangre del sacrificio por el pecado y la pondrá sobre los postes del templo, sobre las cuatro esquinas del zócalo del altar y sobre los postes de las puertas del atrio interior. 20 Lo mismo harás el séptimo día del mes por los que hayan pecado, ya sea por inadvertencia o por ignorancia, y harás expiación por el templo.
21 “El día catorce del mes primero[ce] tendrán la Pascua, fiesta de siete días, y se comerá panes sin levadura. 22 Aquel día el gobernante proveerá, por sí mismo y por todo el pueblo de la tierra, un novillo como ofrenda por el pecado. 23 En cada uno de los siete días de la fiesta proveerá para holocaustos al SEÑOR siete novillos y siete carneros, sin defecto, y un macho cabrío cada día, para sacrificio por el pecado. 24 Proveerá como ofrenda vegetal veintidós kilos por cada novillo; y por cada carnero, también veintidós kilos. Y por cada veintidós kilos, tres y medio litros de aceite.
Las ofrendas de Tabernáculos
25 “En el día quince del mes séptimo[cf], en la fiesta, él proveerá, como en esos siete días, para el sacrificio por el pecado, para el holocausto, para la ofrenda vegetal y para el aceite”.
Ritual del sábado y de la luna nueva
46 Así ha dicho el SEÑOR Dios[cg]: “La puerta del atrio interior que da al oriente estará cerrada los seis días de trabajo. Pero será abierta el día de sábado y también será abierta el día de luna nueva. 2 El gobernante entrará desde afuera por el vestíbulo de la puerta y se pondrá de pie junto a los postes de la puerta, mientras los sacerdotes presentan su holocausto y sus sacrificios de paz. Se postrará sobre el umbral de la puerta, y luego saldrá; pero la puerta no será cerrada sino hasta el anochecer. 3 Asimismo, el pueblo de la tierra se postrará delante del SEÑOR a la entrada de la puerta, tanto en los sábados como en las lunas nuevas.
4 “El holocausto que ofrecerá el gobernante al SEÑOR el día de sábado será de seis corderos sin defecto y un carnero sin defecto. 5 Proveerá como ofrenda vegetal veintidós kilos por cada carnero, y por los corderos una ofrenda vegetal que será según su voluntad. Y por cada veintidós kilos, tres y medio litros de aceite. 6 El día de la luna nueva proveerá un novillo sin defecto, seis corderos y un carnero; deberán ser sin defecto. 7 Proveerá como ofrenda vegetal veintidós kilos por novillo y otros veintidós kilos por carnero; pero con los corderos hará conforme a sus posibilidades. Y por cada veintidós kilos, tres y medio litros de aceite.
8 “Cuando el gobernante entre al templo, lo hará por la vía del vestíbulo de la puerta y saldrá por la misma vía. 9 Pero cuando el pueblo de la tierra entre a la presencia del SEÑOR en las solemnidades, el que entre a adorar por la puerta del norte saldrá por la puerta del sur, y el que entre por la puerta del sur saldrá por la puerta del norte. No volverá por la puerta por la cual entró, sino que saldrá por la del frente. 10 Cuando ellos entren, el gobernante entrará en medio de ellos; y cuando salgan, saldrá con ellos.
11 “En las fiestas y en las solemnidades, la ofrenda vegetal será de veintidós kilos por cada novillo y veintidós kilos por cada carnero; pero con los corderos hará según su voluntad. Y por cada veintidós kilos, tres y medio litro de aceite.
12 “Cuando el gobernante provea para el SEÑOR una ofrenda voluntaria, un holocausto o sacrificios de paz por su propia voluntad, le abrirán la puerta que da al oriente; y proveerá su holocausto y sus sacrificios de paz, como suele proveer en el día de sábado. Después saldrá; y cuando haya salido, cerrarán la puerta.
El sacrificio continuo
13 “Cada día ofrecerás al SEÑOR en holocausto un cordero de un año, sin defecto. Cada mañana lo ofrecerás. 14 Junto con él ofrecerás cada mañana una ofrenda vegetal de tres kilos y medio y de un litro de aceite, para humedecer la harina fina. Esta ofrenda vegetal es el sacrificio continuo al SEÑOR como estatuto perpetuo. 15 Ofrecerán, pues, el cordero, la ofrenda vegetal y el aceite cada mañana en holocausto continuo”.
La herencia del gobernante
16 Así ha dicho el SEÑOR Dios[ch]: “Si el gobernante da de su heredad un regalo a alguno de sus hijos, eso pertenecerá a sus hijos. Será posesión de ellos en herencia. 17 Pero si de su heredad da un regalo a alguno de sus siervos, será de este hasta el año del jubileo[ci], y entonces volverá al poder del gobernante. Pero la herencia de este será para sus hijos; para ellos será. 18 El gobernante no tomará nada de la heredad del pueblo, despojándolo de su posesión. De su propia posesión dará heredad a sus hijos, para que los de mi pueblo no sean echados, cada uno de su posesión”.
Las cocinas de los atrios
19 Después me llevó, por la entrada que había al lado de la puerta, a las cámaras sagradas de los sacerdotes, las cuales daban al norte. Y he aquí que había allí un lugar al fondo, en el lado occidental. 20 Entonces me dijo: “Este es el lugar donde los sacerdotes cocinarán el sacrificio por la culpa y el sacrificio por el pecado. Allí cocerán la ofrenda vegetal, para no sacarla al atrio exterior, no sea que transmitan santidad al pueblo”.
21 Luego me sacó al atrio exterior y me hizo pasar por los cuatro ángulos del atrio, y he aquí que en cada ángulo había un patio. 22 En los cuatro ángulos del atrio había patios pequeños[cj] de veinte metros de largo y quince metros de ancho. Los cuatro ángulos tenían una misma medida. 23 Alrededor de los cuatro ángulos había un muro, y debajo de la hilera de piedras alrededor había fogones. 24 Y me dijo: “Estos son los lugares para cocinar, donde los servidores del templo cocinarán el sacrificio del pueblo”.
Visión del río que nace del templo
47 Entonces me hizo volver a la entrada del templo. Y he aquí que de debajo del umbral del templo salían aguas hacia el oriente, porque la fachada del templo estaba al oriente. Las aguas descendían de debajo del lado sur del templo y pasaban por el lado sur del altar.
2 Luego me sacó por el camino de la puerta del norte y me hizo dar la vuelta por afuera hasta el exterior de la puerta que da al oriente. Y he aquí que las aguas fluían por el lado sur.
3 Cuando el hombre salió hacia el oriente, llevaba un cordel en su mano. Entonces midió quinientos metros y me hizo pasar por las aguas hasta los tobillos. 4 Midió otros quinientos metros y me hizo pasar por las aguas hasta las rodillas. Midió luego otros quinientos metros y me hizo pasar por las aguas hasta la cintura. 5 Midió otros quinientos metros, y el río ya no se podía cruzar, porque las aguas habían crecido. El río no se podía cruzar sino a nado. 6 Y me preguntó: “¿Has visto, oh hijo de hombre?”.
Después me condujo y me hizo volver a la ribera del río. 7 Cuando volví, he aquí que en la ribera del río había muchísimos árboles, tanto a un lado como al otro. 8 Y me dijo: “Estas aguas van a la región del oriente; descenderán al Arabá y llegarán al mar, a las aguas saladas; y las aguas serán saneadas. 9 Y sucederá que todo ser viviente que se desplace por dondequiera que pase el río[ck] vivirá. Habrá muchísimos peces por haber entrado allá estas aguas, pues las aguas serán saneadas. Y todo aquello a donde llegue este río vivirá. 10 Y sucederá que junto a él habrá pescadores, y desde En-guedi hasta En-eglaim será un tendedero de redes. Sus peces, según sus especies, serán tan numerosos como los peces del mar Grande. 11 Sus pantanos y lagunas no serán saneados, pues quedarán para salinas.
12 “Junto al río, en sus riberas de una y otra parte, crecerá toda clase de árboles comestibles. Sus hojas nunca se secarán ni sus frutos se acabarán; cada mes darán sus nuevos frutos, porque sus aguas salen del santuario. Sus frutos servirán para comida y sus hojas para medicina”.
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