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Bible in 90 Days

An intensive Bible reading plan that walks through the entire Bible in 90 days.
Duration: 88 days
Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
Version
Proverbios 7:1-20:21

Hijo mío, guarda mis palabras

y atesora mis mandamientos dentro de ti.
Guarda mis mandamientos y vivirás; guarda mi enseñanza como a la niña de tus ojos.
Átalos a tus dedos;
escríbelos en la tabla de tu corazón.
Di a la sabiduría: “Tú eres mi hermana”, y a la inteligencia llama: “Mi pariente”.
Te guardará de la mujer ajena,
de la extraña que halaga con sus palabras.

Las artimañas de la mujer adúltera

Mirando yo por la ventana de mi casa, por entre mi celosía,
vi entre los ingenuos
y observé entre los jóvenes
a uno falto de entendimiento.
Él pasaba por la plaza, cerca de
la esquina,
y caminaba en dirección a la casa
de ella.
Era al anochecer; ya oscurecía. Sucedió en medio de la noche
y en la oscuridad.
10 Y he aquí que una mujer le salió
al encuentro
con vestido de prostituta y astuta
de corazón.
11 Ella es alborotadora y obstinada; sus pies no pueden estar en casa.
12 Unas veces está afuera;
otras veces por las plazas,
acechando por todas las esquinas.
13 Se prendió de él, lo besó
y descaradamente le dijo:
14 “Sacrificios de paz había prometido,
y hoy he pagado mis votos.
15 Por eso he salido a tu encuentro,
a buscarte, y te he encontrado.
16 He preparado mi cama con colchas;
la he tendido con lino de Egipto.
17 He perfumado mi cama
con mirra, áloe y canela.
18 Ven, saciémonos de caricias hasta
la mañana;
deleitémonos en amores.
19 Porque mi marido no está en casa; partió para un largo viaje.
20 Llevó consigo una bolsa de dinero;
el día de la luna llena volverá a su casa”.
21 Lo rindió con su mucha persuasión;
lo sedujo con la suavidad de sus labios.
22 En seguida se va tras ella,
como va el buey al matadero, como un cordero al que lo ata;
va como un venado,
23 hasta que una flecha le atraviesa
el hígado;
como el ave que se apresura a la red
y no sabe que le costará la vida[a].
24 Ahora pues, hijos, óiganme;
presten atención a los dichos
de mi boca.
25 No se aparte tu corazón tras
sus caminos,
ni te descarríes por sus sendas.
26 Porque a muchos ha hecho caer muertos; los que ella ha matado son innumerables.
27 Su casa está en los caminos del Seol que descienden a las cámaras
de la muerte.

La excelencia de la sabiduría

¿Acaso no llama la sabiduría

y alza su voz el entendimiento?

Sobre los lugares prominentes junto
al camino,
en las encrucijadas de las rutas se pone de pie.
Junto a las puertas, ante la ciudad[b],
en el acceso a las entradas da voces:
“¡Oh hombres, a ustedes llamo! Mi voz se dirige a los hijos del hombre.
Entiendan, ingenuos, la sagacidad;
y ustedes, necios, dispongan[c] el corazón.
Escuchen, porque hablaré
cosas excelentes
y abriré mis labios para decir cosas rectas.
Porque mi boca hablará la verdad
y mis labios abominan la impiedad.
Justas son todas las palabras de mi boca;
no hay en ellas cosa torcida ni perversa.
Todas ellas son correctas al que entiende, y rectas a los que han hallado el conocimiento.
10 Reciban mi corrección antes que la plata, y el conocimiento antes que el
oro escogido.
11 Porque la sabiduría es mejor que
las perlas;
nada de lo que desees podrá
compararse con ella.
12 “Yo, la sabiduría, habito
con la sagacidad,
y me hallo con el conocimiento
de la discreción.
13 El temor del SEÑOR es aborrecer el mal. Aborrezco la soberbia, la arrogancia, el mal camino y la boca perversa.
14 Míos[d] son el consejo y la eficiente sabiduría;
mía[e] es la inteligencia, y mía la valentía.
15 Por mí reinan los reyes,
y los magistrados administran justicia.
16 Por mí gobiernan los gobernantes,
y los nobles juzgan[f] la tierra[g].
17 Yo amo a los que me[h] aman,
y me hallan los que con diligencia me buscan.
18 Conmigo están las riquezas y la honra, los bienes duraderos y la justicia.
19 Mejor es mi fruto que el oro, que el oro fino;
mis resultados son mejores que la plata escogida.
20 Camino por la senda de la justicia, por los senderos del derecho;
21 para hacer que los que me aman hereden un patrimonio,
y para que yo colme sus tesoros.
22 “El SEÑOR me creó como su obra maestra,
antes que sus hechos más antiguos.
23 Desde la eternidad tuve el principado, desde el principio, antes que la tierra.
24 Nací antes que existieran los océanos, antes que existiesen los manantiales cargados[i] de agua.
25 Nací antes que los montes fuesen asentados,
antes que las colinas.
26 No había hecho aún la tierra ni los campos
ni la totalidad del polvo del mundo.
27 Cuando formó los cielos allí estaba yo; cuando trazó el horizonte sobre la faz del océano,
28 cuando afirmó las nubes arriba, cuando reforzó las fuentes del océano,
29 cuando dio al mar sus límites
y a las aguas ordenó que no traspasasen su mandato.
Cuando establecía los cimientos de la tierra,
30 con él estaba yo, como un artífice maestro. Yo era su delicia todos los días
y me regocijaba en su presencia en todo tiempo.
31 Yo me recreo en su tierra habitada,
y tengo mi delicia con los hijos del hombre.
32 “Ahora pues, hijos, óiganme: Bienaventurados los que guardan mis caminos.
33 Escuchen la corrección y sean sabios;
no la menosprecien.
34 Bienaventurado el hombre que
me escucha
velando ante mis entradas cada día,
guardando los postes de mis puertas.
35 Porque el que me halla, halla la vida
y obtiene el favor del SEÑOR.
36 Pero el que me pierde se hace daño
a sí mismo;
todos los que me aborrecen aman
la muerte”.

El llamado de la sabiduría

La sabiduría edifica su casa, labra sus siete columnas,

mata sus animales, mezcla su vino
y pone su mesa.
Envía a sus criadas
y llama desde lo más alto de la ciudad:
“¡Si alguno es ingenuo, que venga acá!”.
Y a los faltos de entendimiento dice:
“Vengan, coman mi pan
y beban mi vino que yo he mezclado.
Dejen la ingenuidad y vivan; pongan sus pies en el camino
de la inteligencia”.
El que corrige al burlador se acarrea vergüenza,
y el que reprende al impío se acarrea afrenta.
No reprendas al burlador porque
te aborrecerá;
corrige al sabio y te amará.
Da al sabio, y será más sabio;
enseña al justo y aumentará su saber.
10 El principio de la sabiduría es el temor del SEÑOR,
y el conocimiento del Santísimo es la inteligencia.
11 Porque por mí se aumentarán tus días,
y años de vida te serán añadidos.
12 Si eres sabio, para ti lo serás; pero si eres burlador, sufrirás tú solo.

El llamado de la necedad

13 La mujer necia es alborotadora;
es libertina y no conoce la vergüenza[j].
14 Ella se sienta en una silla a la puerta de su casa,
en lo alto de la ciudad,
15 para llamar a los que pasan por
el camino,
a los que van directo por sus sendas:
16 “¡Si alguno es ingenuo, que venga acá!”.
Y a los faltos de entendimiento dice:
17 “Las aguas hurtadas son dulces
y el pan comido en oculto es delicioso”.
18 No saben ellos que allí están los muertos, que sus invitados están en lo profundo del Seol.

Proverbios de Salomón

10 Proverbios de Salomón:

El hijo sabio alegra a su padre, pero el hijo necio es tristeza de su madre.
Los tesoros de impiedad no son
de provecho,
pero la justicia libra de la muerte.
El SEÑOR no deja padecer hambre
al justo,
pero impide que se sacie el apetito
de los impíos.
La mano negligente empobrece, pero la mano de los diligentes enriquece.
El que recoge en el verano es un
hijo sensato;
pero el que duerme en el tiempo de la siega es un hijo que avergüenza.
Bendiciones vendrán sobre la cabeza del justo,
pero la boca de los impíos encubre
la violencia.
La memoria del justo será bendita, pero el nombre de los impíos se pudrirá.
El sabio de corazón aceptará los mandamientos,
pero el de labios insensatos será arruinado.
El que camina en integridad
anda confiado,
pero el que pervierte sus caminos será descubierto.
10 El que guiña el ojo causa tristeza, pero el que abiertamente reprende hace la paz[k].
11 Fuente de vida es la boca del justo, pero la boca de los impíos encubre
la violencia.
12 El odio despierta contiendas, pero el amor cubre todas las faltas.
13 En los labios del entendido
se halla sabiduría,
pero la vara es para las espaldas del falto de entendimiento.
14 Los sabios atesoran el conocimiento, pero la boca del insensato es
calamidad cercana.
15 Las riquezas del rico son su ciudad fortificada,
y la calamidad de los necesitados
es su pobreza.
16 La obra del justo es para vida, pero el logro del impío es para pecado.
17 El que guarda la disciplina está en el camino de la vida,
pero el que descuida la reprensión hace errar.
18 El que aplaca el odio es de labios justos[l], pero el que suscita la calumnia es necio.
19 En las muchas palabras no falta pecado, pero el que refrena sus labios es prudente.
20 Plata escogida es la lengua del justo, pero el corazón de los impíos
no vale nada.
21 Los labios del justo apacientan
a muchos,
pero los insensatos mueren por falta
de entendimiento.
22 La bendición del SEÑOR es la que enriquece
y no añade tristeza con ella.
23 El hacer perversidades es un deporte para el necio,
pero para el hombre de entendimiento lo es la sabiduría.
24 Lo que el impío teme eso le vendrá; pero a los justos les será dado lo que desean.
25 Como cuando pasa la tempestad, así el impío no permanece; pero el justo tiene fundamentos eternos.
26 Como es el vinagre a los dientes y el humo a los ojos,
así es el perezoso a los que lo envían.
27 El temor del SEÑOR aumentará los días,
pero los años de los impíos serán acortados.
28 La expectativa de los justos es alegría, pero la esperanza de los impíos perecerá.
29 El SEÑOR es la fortaleza del íntegro de camino,
pero es espanto para los que obran maldad.
30 El justo no será removido jamás, pero los impíos no habitarán la tierra.
31 La boca del justo producirá sabiduría, pero la lengua perversa será cortada.
32 Los labios del justo saben hablar[m] lo que agrada,
pero la boca de los impíos
habla perversidades.

11 La balanza falsa es una abominación al SEÑOR,

pero la pesa exacta le agrada.
Cuando viene la soberbia,
viene también la deshonra;
pero con los humildes está la sabiduría.
Su integridad guiará a los rectos, pero la perversidad arruinará a los traicioneros.
Las riquezas no aprovecharán en el día de la ira,
pero la justicia librará de la muerte.
La justicia del íntegro enderezará
su camino,
pero el impío caerá por su impiedad.
Su justicia librará a los rectos, pero los traicioneros quedarán atrapados por su codicia.
Cuando muere el hombre impío, perece su esperanza
y su expectativa de las riquezas perecerá.
El justo es librado de la desgracia, pero el impío llega al lugar
que le corresponde.
El hipócrita con su boca
daña a su prójimo,
pero los justos son librados
por el conocimiento.
10 La ciudad se regocija por el bien de los justos,
y cuando perecen los impíos,
hay grito de alegría.
11 Por la bendición de los rectos será enaltecida la ciudad,
pero por la boca de los impíos será destruida.
12 El que carece de entendimiento desprecia a su prójimo,
pero el hombre prudente calla.
13 El que anda con chismes revela
el secreto,
pero el de espíritu fiel cubre el asunto.
14 Cuando falta dirección, el pueblo caerá; pero en los muchos consejeros
está la victoria.
15 Ciertamente será afligido el que sale fiador por el extraño,
pero el que odia las fianzas
vivirá confiado.
16 La mujer agraciada obtendrá honra
y los audaces obtendrán riquezas.
17 El hombre misericordioso hace bien
a su propia alma,
pero el cruel se perjudica a sí mismo.
18 El impío logra salario falso,
pero el que siembra justicia
tendrá verdadera recompensa.
19 Como la justicia es para vida, así el que sigue el mal lo hace
para su muerte.
20 Abominación le son al SEÑOR los perversos de corazón,
pero los íntegros de camino
le son agradables.
21 De ninguna manera quedará impune el malo,
pero la descendencia de los justos
escapará.
22 Zarcillo de oro en el hocico de un cerdo
es la mujer hermosa que carece
de discreción.
23 El deseo de los justos es solamente para el bien,
pero la esperanza de los impíos es para ira.
24 Hay quienes reparten
y les es añadido más;
y hay quienes retienen indebidamente solo para acabar en escasez.
25 La persona generosa será prosperada
y el que sacia a otros
también será saciado.
26 Al que acapara el grano,
el pueblolo maldecirá;
pero la bendición caerá
sobre lacabeza del que distribuye.
27 El que se esmera por el bien
conseguirá favor;
pero al que busca el mal, este le vendrá.
28 El que confía en sus riquezas caerá, pero los justos reverdecerán como follaje.
29 El que perturba su casa heredará viento y el insensato será esclavo del sabio
de corazón.
30 El fruto del justo es árbol de vida
y el que gana vidas es sabio[n].
31 Ciertamente el justo será recompensado en la tierra;
¡cuánto más el impío y el pecador!

12 El que ama la corrección ama el conocimiento,

pero el que aborrece la reprensión
se embrutece.
El bueno alcanzará el favor del SEÑOR, pero Dios condenará al hombre que urde males.
El hombre no se establecerá
por medio de la impiedad,
pero la raíz de los justos
es inconmovible.
La mujer virtuosa es corona
de su marido,
pero la mala es como carcoma en sus huesos.
Los pensamientos de los justos son rectitud,
pero las artimañas de los impíos son engaño.
Las palabras de los impíos son para acechar la sangre,
pero la boca de los rectos les librará.
Al ser trastornados los impíos dejarán de ser;
pero la casa de los justos permanecerá.
El hombre es alabado según
su discernimiento,
pero el perverso de corazón será menospreciado.
Mejor es el menospreciado que tiene quien le sirva
que el vanaglorioso que carece de pan.
10 El justo se preocupa por la vida de sus animales,
pero los sentimientos de los impíos son crueles.
11 El que cultiva su tierra se saciará
de pan,
pero el que persigue cosas vanas es falto de entendimiento.
12 El impío codicia la fortaleza
de los malos,
pero la raíz de los justos es estable.
13 En la transgresión de los labios hay una trampa fatal,
pero el justo saldrá bien de la tribulación.
14 El hombre será saciado con el bien del fruto de su boca
y también le vendrá la recompensa
de sus manos.
15 En la opinión del insensato su camino es derecho,
pero el que obedece el consejo es sabio.
16 El insensato al instante da a conocer
su ira,
pero el que disimula la afrenta es prudente.
17 El que habla verdad declara justicia, pero el testigo mentiroso hace engaño.
18 Hay quienes hablan como dando
estocadas de espada,
pero la lengua de los sabios es medicina.
19 El labio veraz permanecerá
para siempre;
pero la lengua mentirosa solo
por un momento.
20 Engaño hay en el corazón de los que traman el mal,
pero en el corazón de los que aconsejan paz hay alegría.
21 Ninguna adversidad le acontecerá
al justo,
pero los impíos estarán llenos de males.
22 Los labios mentirosos son abominación al SEÑOR,
pero le agradan los que actúan con verdad.
23 El hombre sagaz encubre su
conocimiento,
pero el corazón de los necios proclama la insensatez.
24 La mano de los diligentes gobernará, pero la de los negligentes
será tributaria.
25 La congoja abate el corazón
del hombre,
pero la buena palabra lo alegra.
26 El justo sirve de guía a su prójimo, pero la conducta de los impíos los hace errar.
27 El negligente no alcanza presa[o], pero el hombre diligente obtendrá preciosa riqueza.
28 En el camino de la justicia está la vida
y en su senda no hay muerte.

13 El hijo sabio acepta la disciplina

de su padre,
pero el burlador no escucha
la corrección.

Del fruto de su boca el hombre comerá el bien,
pero el alma de los traicioneros hallará el mal.
El que guarda su boca guarda su vida, pero al que mucho abre sus labios
le vendrá ruina.
El alma del perezoso desea
y nada alcanza,
pero el alma de los diligentes será prosperada.
El justo aborrece la palabra de mentira, pero el impío se hace odioso
y trae deshonra.
La justicia guarda al íntegro de camino, pero la impiedad arruina al pecador.
Hay quienes pretenden ser ricos, pero no tienen nada;
y hay quienes pretenden ser pobres, pero tienen muchas riquezas.
Las riquezas del hombre pueden ser el rescate de su vida,
pero el pobre ni oye las amenazas.
La luz de los justos brilla con alegría, pero la lámpara de los impíos
se apagará.
10 Ciertamente la soberbia
producirá contienda,
pero con los que admiten consejo está la sabiduría.
11 Las riquezas apresuradas[p] disminuirán, pero el que junta poco a poco
irá en aumento.
12 La esperanza que se demora
es tormento del corazón,
pero el deseo cumplido
es árbol de vida.
13 El que menosprecia la palabra
se arruinará,
pero el que teme el mandamiento será recompensado.
14 La instrucción del sabio
es fuente de vida,
para apartarse de las trampas
de la muerte.
15 El buen entendimiento da gracia, pero el camino de los traicioneros
es duro.
16 Todo hombre sagaz actúa
con conocimiento,
pero el necio despliega insensatez.
17 El mensajero impío caerá en el mal, pero el enviado fiel es como medicina.
18 Pobreza y vergüenza tendrá
el que desprecia la disciplina,
pero el que acepta la reprensión
logrará honra.
19 El deseo cumplido endulza el alma, pero el apartarse del mal es abominación a los necios.
20 El que anda con los sabios se hará sabio, pero el que se junta con los necios sufrirá daño.
21 El mal perseguirá a los pecadores, pero el bien recompensará a los justos.
22 El bueno dejará herencia a los hijos
de sus hijos,
pero lo que posee el pecador
está guardado para los justos.
23 En el campo arado de los pobres hay abundancia de comida,
pero es arrasada cuando
no hay derecho.
24 El que detiene el castigo
aborrece a su hijo,
pero el que lo ama se esmera
en corregirlo.
25 El justo come hasta saciar su alma, pero el estómago de los impíos sufrirá necesidad.

14 La mujer sabia edifica su casa, pero la insensata con sus propias manos la destruye.

El que camina en rectitud
teme al SEÑOR,
pero el de caminos perversos lo menosprecia.
En la boca del insensato hay
una vara para su espalda[q],
pero a los sabios los protegen sus labios.
Donde no hay bueyes el granero está vacío,
pero por la fuerza del buey
hay producción.
El testigo veraz no miente,
pero el testigo falso respira mentiras.
El burlador busca la sabiduría
y no la halla,
pero al entendido le es de fácil acceso.
Apártate del hombre necio
porque en él no encontrarás
los labios del saber.
La sabiduría del sagaz
discierne su camino,
pero la insensatez de los necios
es un engaño.
Los insensatos se mofan
de la culpabilidad,
pero entre los rectos hay buena voluntad.
10 El corazón conoce la amargura
de su alma,
y el extraño no se entremeterá
en su alegría.
11 La casa de los impíos será desolada, pero la morada de los rectos florecerá.
12 Hay un camino que al hombre le parece derecho,
pero que al final es camino de muerte.
13 Aun en la risa tendrá dolor el corazón
y el final de la alegría es tristeza.
14 El descarriado de corazón se hartará
de sus caminos,
pero el hombre de bien estará satisfecho con el suyo.
15 El ingenuo todo lo cree,
pero el sagaz considera sus pasos.
16 El sabio teme y se aparta del mal, pero el necio es entrometido
y confiado.
17 El que es irascible hará locuras
y el hombre malicioso será aborrecido.
18 Los ingenuos heredarán insensatez, pero los sagaces se coronarán
de conocimiento.
19 Los malos se postrarán ante los buenos, y los impíos ante las puertas del justo.
20 El pobre se hace odioso a su prójimo, pero muchos son los que aprecian al rico.
21 Peca el que desprecia a su prójimo, pero el que tiene misericordia
de los pobres es bienaventurado.
22 ¿No yerran los que planean lo malo? Pero hay misericordia y verdad para los que planean lo bueno.
23 En toda labor hay ganancia,
pero la palabra solo de labios
lleva a la pobreza.
24 La corona de los sabios es su discreción[r], pero la diadema de los necios
es la insensatez.
25 El testigo veraz libra la vida,
pero el engañoso respira mentiras.
26 En el temor del SEÑOR está la confianza del hombre fuerte,
y para sus hijos habrá un refugio.
27 El temor del SEÑOR es fuente de vida, para apartarse de las trampas
de la muerte.
28 En el pueblo numeroso está la gloria del rey,
y en la escasez de pueblo está el pánico del funcionario.
29 El que tarda en airarse tiene mucho entendimiento,
pero el de espíritu apresurado
hace resaltar la insensatez.
30 El corazón apacible vivifica el cuerpo, pero la envidia es carcoma
en los huesos.
31 El que oprime al necesitado afrenta
a su Hacedor,
pero el que tiene misericordia del pobre lo honra.
32 Por su maldad será derribado el impío, pero el justo en su integridad halla refugio[s].
33 En el corazón del hombre entendido
reposa la sabiduría,
pero no[t] es conocida en medio de los necios.
34 La justicia engrandece a la nación, pero el pecado es afrenta
para los pueblos.
35 El rey muestra su favor
al siervo prudente,
pero su ira está sobre el que
le causa vergüenza.

15 La suave respuesta quita la ira, pero la palabra áspera aumenta

el furor.
La lengua de los sabios embellece
el conocimiento,
pero la boca de los necios
expresa insensatez.
Los ojos del SEÑOR
están en todo lugar,
mirando a los malos y a los buenos.
La lengua apacible es árbol de vida, pero la perversidad en ella
es quebrantamiento de espíritu.
El insensato menosprecia la disciplina de su padre,
pero el que acepta la reprensión llega a ser sagaz.
En la casa del justo
hay muchas provisiones,
pero en la producción del impío hay desbarajuste.
Los labios de los sabios
esparcen conocimiento;
no así el corazón de los necios.
El sacrificio de los impíos
es una abominación al SEÑOR,
pero la oración de los rectos le agrada.
Abominación es al SEÑOR el camino del impío,
pero él ama al que sigue la justicia.
10 La disciplina le parece mal al que abandona el camino,
y el que aborrece la reprensión morirá.
11 El Seol y el Abadón
están delante del SEÑOR;
¡cuánto más el corazón de los hombres!
12 El burlador no ama al que lo corrige,
ni acude a los sabios.
13 El corazón alegre hermosea la cara, pero por el dolor del corazón
el espíritu se abate.
14 El corazón entendido
busca el conocimiento,
pero la boca de los necios se apacienta de la insensatez.
15 Todos los días del pobre son malos, pero el corazón contento
tiene fiesta continua.
16 Es mejor lo poco con el temor del SEÑOR
que un gran tesoro donde
hay turbación.
17 Mejor es una comida de verduras donde hay amor
que de buey engordado
donde hay odio.
18 El hombre iracundo suscita contiendas, pero el que tarda en airarse calma la riña.
19 El camino del perezoso
es como cerco de espinas,
pero la senda de los rectos es llana.
20 El hijo sabio alegra al padre,
pero el hombre necio
menosprecia a su madre.
21 La insensatez le es alegría
al falto de entendimiento,
pero el hombre prudente
endereza su andar.
22 Donde no hay consulta
los planes se frustran,
pero con multitud de consejeros
se realizan.
23 El hombre se alegra con la respuesta
de su boca;
y la palabra dicha a tiempo, ¡cuán buena es!
24 Al prudente, el camino de vida
le conduce arriba
para apartarse del Seol abajo.
25 El SEÑOR derribará la casa de los soberbios,
pero afirmará los linderos de la viuda.
26 Los pensamientos del malo son una abominación al SEÑOR,
pero las expresiones agradables son puras.
27 El que tiene ganancias injustas perturba su casa,
pero el que aborrece el soborno vivirá.
28 El corazón del justo piensa
para responder,
pero la boca de los impíos
expresa maldades.
29 Lejos está el SEÑOR de los impíos, pero escucha la oración de los justos.
30 La luz de los ojos alegra el corazón
y una buena noticia nutre los huesos.
31 El oído que atiende a la reprensión
de la vida vivirá entre los sabios.
32 El que tiene en poco la disciplina menosprecia su vida,
pero el que acepta la reprensión adquiere entendimiento.
33 El temor del SEÑOR es la enseñanza de la sabiduría,
y antes de la honra está la humildad.

16 Del hombre son los planes del corazón,

pero del SEÑOR es la respuesta
de la lengua.

Todo camino del hombre es limpio
en su propia opinión,
pero el SEÑOR es el que examina los espíritus.
3 Encomienda al SEÑOR tus obras,
y tus pensamientos serán afirmados.
4 Todo lo ha hecho el SEÑOR para su propio propósito;
y aun al impío para el día malo.
5 Abominación es al SEÑOR todo altivo de corazón;
de ninguna manera quedará impune.
6 Con misericordia y verdad se expía la falta y con el temor del SEÑOR
uno se aparta del mal.
7 Cuando los caminos del hombre le agradan al SEÑOR,
aun a sus enemigos reconciliará con él.
8 Es mejor lo poco con justicia que gran abundancia sin derecho.
9 El corazón del hombre traza su camino, pero el SEÑOR dirige sus pasos.
10 Hay oráculo en los labios del rey;
en el juicio no yerra su boca.
11 La balanza y los platillos justos son del SEÑOR;
obra suya son todas las pesas
de la bolsa.
12 Es abominación a los reyes
hacer impiedad
porque con justicia se afirma el trono.
13 Los reyes favorecen a los labios justos
y aman al que habla lo recto.
14 La ira del rey es como mensajero
de muerte,
pero el hombre sabio la apaciguará.
15 En la alegría del rostro del rey
está la vida;
su favor es como nube de lluvia tardía.
16 Es mejor adquirir sabiduría
que oro fino,
y adquirir inteligencia vale más
que la plata.
17 La vía de los rectos es apartarse del mal,
y el que guarda su camino
guarda su vida.
18 Antes de la quiebra está el orgullo;
y antes de la caída la altivez de espíritu.
19 Mejor es humillar el espíritu
con los humildes
que repartir botín con los soberbios.
20 El que está atento a la palabra hallará el bien,
y el que confía en el SEÑOR es bienaventurado.
21 El sabio de corazón
será llamado entendido,
y la dulzura de labios aumenta el saber.
22 Fuente de vida es el entendimiento
al que lo posee,
pero el castigo de los insensatos
es la misma insensatez.
23 El corazón del sabio hace prudente
su boca,
y con sus labios aumenta el saber.
24 Panal de miel son los dichos
agradables;
son dulces al alma y saludables
al cuerpo.
25 Hay un camino que al hombre le parece derecho,
pero que al final es camino de muerte.
26 El apetito del trabajador es lo que le obliga a trabajar,
porque su boca lo apremia.
27 El hombre indigno trama el mal,
y en sus labios hay como
fuego abrasador.
28 El hombre perverso provoca
la contienda,
y el chismoso aparta
los mejores amigos.
29 El hombre violento persuade
a su amigo
y le hace andar por camino
no bueno.
30 El que entrecierra sus ojos
para planear perversidades,
el que aprieta sus labios, consuma el mal.
31 Corona de honra son las canas;
en el camino de la justicia se encuentra.
32 Es mejor el que tarda en airarse
que el fuerte;
y el que domina su espíritu
que el que conquista una ciudad.
33 Las suertes se echan en el regazo, pero al SEÑOR pertenece
toda su decisión.

17 Mejor es un bocado seco

y con tranquilidad
que una casa llena de banquetes con contiendas.
El siervo prudente se enseñoreará sobre el hijo que avergüenza,
y junto con los hermanos compartirá la herencia.
El crisol prueba la plata, y la hornaza el oro;
pero el que prueba los corazones
es el SEÑOR.
El malhechor está atento al labio inicuo, y el mentiroso escucha a la lengua destructora.
El que se mofa del pobre afrenta
a su Hacedor,
y el que se alegra por su calamidad no quedará impune.
Corona de los ancianos son los hijos
de los hijos,
y la gloria de los hijos son sus padres.
No conviene al hombre vil la grandilocuencia.
Cuánto menos al noble
el labio mentiroso.
Piedra de encanto es el soborno a los ojos del que lo practica;
dondequiera se dirija tiene éxito.
El que cubre la transgresión
busca amistad,
pero el que divulga el asunto
aparta al amigo.
10 Más aprovecha una reprensión
al hombre entendido,
que cien azotes al necio.
11 El malo solo busca la rebelión;
un mensajero cruel será enviado contra él.
12 Mejor es encontrarse con una osa despojada de sus crías
que con un necio empeñado
en su insensatez.
13 Al que da mal por bien,
el mal no se apartará de su casa.
14 El que comienza la contienda es quien suelta las aguas;
desiste, pues, antes que estalle el pleito.
15 El que justifica al impío y el que condena al justo,
ambos son abominables al SEÑOR.
16 ¿De qué sirve el dinero en la mano del necio
para adquirir sabiduría, si no tiene entendimiento?
17 En todo tiempo ama el amigo,
y el hermano nace para el tiempo
de angustia.
18 El hombre falto de entendimiento
estrecha la mano,
dando fianza en presencia de su amigo.
19 El que ama la transgresión
ama las contiendas,
y el que se enaltece busca la ruina.
20 El perverso de corazón nunca hallará el bien,
y el de doble lengua caerá en el mal.
21 Quien engendra al necio lo hace para su tristeza,
y el padre del insensato no se alegrará.
22 El corazón alegre mejora la salud, pero un espíritu abatido seca los huesos.
23 El impío toma soborno de su seno para pervertir las sendas del derecho.
24 La sabiduría se refleja en la cara del hombre entendido,
pero los ojos del necio vagan hasta
el extremo de la tierra.
25 El hijo necio causa enojo a su padre
y amargura a la que le dio a luz.
26 Ciertamente no es bueno imponer una multa al justo
ni golpear a los nobles a causa
de su integridad.
27 El que tiene conocimiento refrena sus palabras,
y el de espíritu sereno es hombre prudente.
28 Cuando calla, hasta el insensato
es tenido por sabio;
y el que cierra sus labios,
por inteligente.

18 El que se aparta busca su propio deseo,

y estalla en disputa contra
toda iniciativa.
El necio no toma placer en el entendimiento,
sino solo en exponer lo que tiene
en su corazón.
Cuando viene la impiedad,
viene también el menosprecio;
y con la deshonra viene la vergüenza.
Aguas profundas son las palabras
de la boca del hombre,
y arroyo que rebosa es la fuente
de la sabiduría.
No es bueno mostrar preferencia por el impío,
desviando al justo en el juicio.
Los labios del necio entran en contienda, y su boca clama por los golpes.
La boca del necio es su propia ruina; sus labios son la trampa de su vida.
Las palabras del chismoso
parecen suaves,
pero penetran hasta lo recóndito del ser.
El que es negligente en su trabajo
es hermano del destructor.
10 Torre fortificada es el nombre del SEÑOR;
el justo correrá a ella y estará a salvo.
11 Las riquezas del rico son su ciudad fortificada;
son como un alto muro en
su imaginación.
12 Antes del quebrantamiento se enaltece el corazón del hombre,
y antes de la honra está la humildad.
13 El que responde antes de oír
comete insensatez y deshonra.
14 El ánimo del hombre soportará su enfermedad
pero, ¿quién soportará al espíritu abatido?
15 El corazón del entendido adquiere conocimiento
y el oído de los sabios busca
el conocimiento.
16 El dar regalos le abre camino
a un hombre,
y le conduce a la presencia
de los grandes.
17 El primero que aboga por su causa parece ser justo,
pero viene su prójimo y lo pone
a prueba.
18 El echar suertes pone fin a los pleitos
y decide entre los poderosos.
19 El hermano ofendido resiste más que una ciudad fortificada;
y las contiendas, más que los cerrojos de un castillo.
20 Del fruto de la boca del hombre
se saciará su estómago;
él se satisfará con el producto de sus labios.
21 La muerte y la vida están en el poder de la lengua,
y los que gustan usarla comerán
de su fruto.
22 El que halla esposa halla el bien
y alcanza el favor del SEÑOR.
23 El pobre habla con ruegos,
pero el rico responde con dureza.
24 Hay[u] amigos que uno tiene para su propio mal,
pero hay un amigo que es más fiel que un hermano.

19 Mejor es el pobre que camina

en su integridad
que el de labios perversos y que es necio.
Tampoco es bueno hacer algo sin conocimiento,
y peca el que se apresura con sus pies.
La insensatez del hombre pervierte
su camino
y enfurece su corazón contra
el SEÑOR.
Las riquezas atraen muchos amigos, pero el pobre es abandonado
por su prójimo.
El testigo falso no quedará impune,
y el que respira mentiras no escapará.
Muchos imploran el favor del generoso; todos son amigos del hombre
que da regalos.
Todos los hermanos del pobre le odian; cuánto más se alejarán de él
sus amigos.
Busca quienes le hablen,
pero no los halla.
El que adquiere entendimiento ama su vida,
y el que guarda la prudencia hallará
el bien.
El testigo falso no quedará impune,
y el que respira mentiras perecerá.
10 No conviene al necio la comodidad; cuánto menos al esclavo dominar
a los gobernantes.
11 El discernimiento del hombre detiene su furor,
y su honra es pasar por alto la ofensa.
12 Como rugido de león es la ira del rey,
y su favor es como el rocío sobre
la hierba.
13 El hijo necio es la ruina de su padre;
y gotera continua son las contiendas
de la mujer.
14 Una casa y riquezas son herencia
de los padres,
pero una mujer prudente lo es del SEÑOR.
15 La pereza hace caer en sueño profundo, y la persona negligente padecerá
de hambre.
16 El que guarda el mandamiento guarda su alma,
pero el que menosprecia sus caminos morirá.
17 El que da al pobre presta al SEÑOR,
y él le dará su recompensa.
18 Corrige a tu hijo mientras haya
esperanza,
pero no se exceda tu alma para destruirlo.
19 El de gran[v] ira llevará el castigo;
si lo libras, tendrás que hacerlo de nuevo.
20 Escucha el consejo y acepta
la corrección
para que seas sabio en tu porvenir.
21 Muchos planes hay en el corazón del hombre,
pero solo el propósito del SEÑOR
se cumplirá.
22 La ambición del hombre es su desgracia, y es mejor ser indigente que engañador.
23 El temor del SEÑOR es para vida;
el hombre vivirá satisfecho con él
y no será visitado por el mal.
24 El perezoso hunde su mano en el plato, pero ni aun a su boca la llevará.
25 Golpea al burlador, y el ingenuo
se hará sagaz;
amonesta al entendido, y captará conocimiento.
26 El que despoja a su padre y ahuyenta a su madre
es hijo que avergüenza y deshonra.
27 Hijo mío, deja de atender la enseñanza que te hace divagar de las palabras del conocimiento.
28 El testigo perverso se burla del juicio,
y la boca de los impíos expresa iniquidad.
29 Actos justicieros están preparados para los burladores,
y azotes para la espalda de los necios.

20 El vino hace burla; el licor alborota. Y cualquiera que se descarría no es sabio.

Como rugido de león es la indignación del rey;
el que lo enfurece peca contra sí mismo.
Al hombre le es honroso apartarse
de la contienda,
pero todo insensato se envolverá
en ella.
El perezoso no ara al comienzo
de la estación;
buscará en el tiempo de la siega
y no hallará.
Como aguas profundas es el propósito en el corazón del hombre,
pero el hombre de entendimiento
logrará extraerlo.
Muchos hombres proclaman su propia bondad;
pero un hombre fiel, ¿quién lo hallará?
El justo camina en su integridad; bienaventurados serán sus hijos después de él.
El rey se sienta en el trono del juicio; con su mirada disipa todo mal.
¿Quién podrá decir: “Yo he limpiado mi corazón;
limpio estoy de mi pecado”?
10 Pesas falsas y medidas falsas[w]: Ambas cosas son una abominación
al SEÑOR.
11 Aun el muchacho es conocido por sus hechos
si su conducta es pura y recta.
12 El oído que oye y el ojo que ve, ambas cosas ha hecho el SEÑOR.
13 No ames el sueño para que no
te empobrezcas;
abre tus ojos y te saciarás de pan.
14 El que compra dice:
“Malo es, malo es”;
pero apartándose se jacta
de lo comprado.
15 Existen el oro y una gran cantidad
de perlas,
pero los labios que saben son algo más precioso.
16 Quítale su ropa al que salió fiador del extraño,
y tómale prenda al que se fía de
la mujer ajena[x].
17 Sabroso es al hombre el pan
mal adquirido;
pero cuando haya llenado su boca se convertirá en cascajo.
18 Confirma los planes mediante
el consejo
y haz la guerra con estrategia.
19 El que anda con chismes
revela el secreto;
no te metas con el suelto de lengua.
20 Al que maldice a su padre
o a su madre,
su lámpara se le apagará en medio de las tinieblas.
21 Los bienes adquiridos apresuradamente al comienzo
al fin de cuentas no serán bendecidos.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

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