Bible in 90 Days
Otros milagros de Eliseo
38 Cuando Eliseo regresó a Gilgal(A), había hambre en la tierra(B). Estando sentados los hijos de los profetas(C) delante de él(D), dijo a su criado: «Pon la olla(E) grande y prepara un potaje para los hijos de los profetas». 39 Entonces uno de ellos salió al campo a recoger hierbas, y encontró una viña silvestre y de ella llenó su manto de calabazas silvestres, y vino y las cortó en pedazos en la olla de potaje, porque no sabía lo que eran. 40 Y lo sirvieron para que los hombres comieran. Y sucedió que cuando comían el potaje, clamaron y dijeron: «¡Oh hombre de Dios, hay muerte(F) en la olla!». Y no pudieron comer. 41 Pero Eliseo les dijo: «Tráiganme harina». Y la echó en la olla, y dijo: «Sírvanlo a la gente para que coman». Y ya no había nada malo(G) en la olla.
42 Y vino un hombre de Baal Salisa y trajo al hombre de Dios panes de primicias, veinte panes de cebada y espigas de grano nuevo en su bolsa. Y él dijo: «Dáselos a la gente para que coman(H)». 43 Su sirviente le dijo: «¿Cómo pondré esto delante de cien hombres?». Pero él respondió: «Dáselos a la gente para que coman, porque así dice el Señor(I): “Comerán y sobrará”». 44 Y lo puso delante de ellos y comieron, y sobró conforme a la palabra del Señor(J).
Eliseo y Naamán
5 Naamán, capitán del ejército del rey de Aram(K), era un gran hombre delante de su señor y tenido en alta estima, porque por medio de él el Señor había dado la victoria[a] a Aram. También el hombre era un guerrero valiente, pero leproso. 2 Los arameos, que habían salido en bandas(L), habían tomado cautiva a una muchacha muy joven de la tierra de Israel, y ella estaba al servicio de la mujer de Naamán. 3 Y ella dijo a su señora: «¡Ah, si mi señor estuviera con el[b] profeta que está en Samaria! Él entonces lo curaría de su lepra».
4 Entonces Naamán fue y habló a su señor el rey diciéndole: «Esto y esto ha dicho la muchacha que es de la tierra de Israel». 5 Y el rey de Aram le dijo: «Ve ahora[c](M), y enviaré una carta al rey de Israel». Y él fue y llevó consigo 340 kilos de plata y 6,000 siclos (68.4 kilos) de oro y diez mudas de ropa(N). 6 También llevó al rey de Israel la carta que decía: «Y cuando llegue a ti esta carta, comprenderás que te he enviado a mi siervo Naamán para que lo cures de su lepra».
7 Cuando el rey de Israel leyó la carta, rasgó sus vestidos(O), y dijo: «¿Acaso soy yo Dios, para dar muerte y para dar vida(P), para que este me mande a decir que cure a un hombre de su lepra? Consideren ahora esto y vean cómo busca pleito conmigo[d](Q)».
8 Al oír Eliseo, el hombre de Dios(R), que el rey de Israel había rasgado sus vestidos, envió aviso al rey diciéndole: «¿Por qué ha rasgado sus vestidos? Que venga él a mí ahora, y sabrá que hay profeta en Israel». 9 Vino, pues, Naamán con sus caballos y con su carro, y se paró a la entrada de la casa de Eliseo. 10 Y Eliseo le envió un mensajero, diciendo: «Ve y lávate(S) en el Jordán siete veces, y tu carne se te restaurará y quedarás limpio».
11 Pero Naamán se enojó, y se fue diciendo: «Yo pensé[e]: “Seguramente él vendrá a mí, y se detendrá e invocará el nombre del Señor su Dios, moverá su mano sobre la parte enferma y curará la lepra[f]”. 12 ¿No son el Abaná[g] y el Farfar, ríos de Damasco, mejores que todas las aguas de Israel? ¿No pudiera yo lavarme en ellos y ser limpio?». Y dio la vuelta, y se fue enfurecido(T). 13 Pero sus siervos se le acercaron y le dijeron(U): «Padre mío, si el profeta le hubiera dicho que hiciera alguna gran cosa, ¿no la hubiera hecho? ¡Cuánto más cuando le dice a usted: “Lávese, y quedará limpio(V)”!». 14 Entonces él bajó y se sumergió siete veces en el Jordán conforme a la palabra del hombre de Dios; y su carne se volvió como la carne de un niño(W), y quedó limpio(X).
15 Cuando regresó al hombre de Dios con toda su compañía, fue y se puso delante de él, y le dijo: «Ahora reconozco que no hay Dios en toda la tierra, sino en Israel(Y). Le ruego, pues, que reciba ahora un presente[h] de su siervo(Z)». 16 Pero él respondió: «Vive el Señor, delante de quien estoy(AA), que no aceptaré nada(AB)». Y Naamán le insistió para que lo recibiera, pero él rehusó. 17 Y Naamán dijo: «Pues si no, le ruego que de esta tierra, se le dé a su siervo la carga de un par de mulos, porque su siervo ya no ofrecerá holocausto ni sacrificará a otros dioses, sino al Señor(AC). 18 Que el Señor perdone a su siervo en esto: Cuando mi señor entre en el templo[i] de Rimón para adorar allí y se apoye en mi mano(AD), y yo me incline en el templo[j] de Rimón cuando tenga que adorar allí[k], que el Señor perdone a su siervo por esto». 19 Y él le dijo: «Vete en paz(AE)». Y se alejó de él a cierta distancia.
20 Pero Giezi, criado de Eliseo(AF), el hombre de Dios, dijo para sí: «Puesto que mi señor ha dispensado a este Naamán arameo al no[l] recibir de sus manos lo que él trajo, vive el Señor(AG) que correré tras él y tomaré algo de él». 21 Y Giezi siguió a Naamán. Cuando Naamán vio a uno corriendo tras él, bajó de su carro a encontrarlo, y dijo: «¿Está todo bien?». 22 Y él dijo: «Todo está bien(AH). Mi señor me ha enviado, diciendo: “En este mismo momento dos jóvenes de los hijos de los profetas han venido a mí de la región montañosa de Efraín(AI). Te ruego que les des 34 kilos de plata y dos mudas de ropa(AJ)”». 23 Y Naamán dijo: «Dígnate aceptar 64 kilos». Y le insistió y ató 64 kilos de plata en dos bolsas con dos mudas de ropa, y los entregó a dos de sus criados(AK); y estos los llevaron delante de Giezi.
24 Cuando llegó al monte, los tomó de sus manos y los guardó en la casa, luego despidió a los hombres y ellos se fueron(AL). 25 Entonces él entró y se puso delante de su señor(AM). Y Eliseo le dijo: «¿Dónde has estado, Giezi?». Y él respondió: «Tu siervo no ha ido a ninguna parte». 26 Entonces él le dijo(AN): «¿No iba contigo mi corazón, cuando el hombre se volvió de su carro para encontrarte? ¿Acaso es tiempo de aceptar dinero y de aceptar ropa, olivares, viñas, ovejas, bueyes, siervos y siervas? 27 Por tanto, la lepra de Naamán se te pegará a ti y a tus descendientes[m] para siempre». Y él salió de su presencia leproso, blanco como la nieve(AO).
Eliseo y el hacha perdida
6 Los hijos de los profetas dijeron a Eliseo(AP): «Mire, el lugar en que habitamos con usted[n] es muy estrecho para nosotros. 2 Le rogamos que nos deje ir al Jordán, para que cada uno de nosotros tome de allí una viga, y nos hagamos allí un lugar donde habitar». Y él dijo: «Vayan». 3 Entonces uno dijo: «Le rogamos que consienta ir con sus siervos». Y Eliseo respondió: «Yo iré». 4 Fue, pues, con ellos; y cuando llegaron al Jordán, cortaron árboles. 5 Pero sucedió que cuando uno de ellos estaba derribando un tronco, el hierro del hacha se le cayó al agua; y gritó, y dijo: «¡Ah, señor mío, era prestado!». 6 Entonces el hombre de Dios dijo: «¿Dónde cayó?». Y cuando le mostró el lugar, cortó un palo y lo echó allí(AQ), e hizo flotar el hierro. 7 Y Eliseo le dijo: «Tómalo». Y el hombre extendió la mano y lo tomó.
Eliseo y los arameos
8 El rey de Aram estaba en guerra con Israel; y consultó con sus siervos, diciéndoles: «En tal y tal lugar estará mi campamento». 9 Y el hombre de Dios envió un mensaje al rey de Israel(AR): «Procura no pasar por tal lugar, porque los arameos van a bajar allí». 10 Entonces el rey de Israel envió gente al lugar que el hombre de Dios le había dicho; así que, al prevenirlo él, se cuidó de ir allí, y esto no una ni dos veces. 11 Y se enfureció el corazón del rey de Aram por este hecho; y llamando a sus siervos, les dijo: «¿No me van a revelar quién de los nuestros está a favor del rey de Israel?». 12 Y uno de sus siervos dijo: «No, rey señor mío, sino que Eliseo, el profeta que está en Israel, le dice al rey de Israel las palabras que tú hablas en el interior de tu alcoba». 13 Y él dijo: «Vayan y vean donde está, y enviaré a prenderlo». Y le avisaron: «Él está en Dotán(AS)». 14 Entonces envió allá caballos, carros y un gran ejército; y llegaron de noche y cercaron la ciudad.
15 Y cuando el que servía al hombre de Dios se levantó temprano y salió, vio que un ejército con caballos y carros rodeaba la ciudad. Y su criado le dijo: «¡Ah, señor mío! ¿Qué haremos?». 16 Y él respondió: «No temas(AT), porque los que están con nosotros son más que los que están con ellos(AU)». 17 Eliseo entonces oró, y dijo: «Oh Señor, te ruego que abras sus ojos para que vea». Y el Señor abrió los ojos del criado, y miró(AV) que el monte estaba lleno de caballos y carros de fuego alrededor de Eliseo(AW).
18 Cuando descendieron hacia él los arameos, Eliseo oró al Señor, y dijo: «Te ruego que hieras a esta gente[o] con ceguera(AX)». Y Él los hirió con ceguera conforme a la palabra de Eliseo. 19 Entonces Eliseo les dijo: «Este no es el camino, ni es esta la ciudad; síganme y yo los guiaré al hombre que buscan». Y los llevó a Samaria.
20 Cuando llegaron a Samaria, dijo Eliseo: «Oh Señor, abre los ojos de estos para que vean». Y el Señor abrió sus ojos y vieron(AY) que estaban en medio de Samaria. 21 Al verlos, el rey de Israel dijo a Eliseo: «¿Los mato, padre mío(AZ)? ¿Los mato?». 22 Y él respondió: «No los mates. ¿Matarías a los que has tomado cautivos con tu espada y con tu arco? Pon delante de ellos pan y agua para que coman y beban(BA) y se vuelvan a su señor(BB)». 23 Entonces les preparó un gran banquete; y después que comieron y bebieron, los despidió, y se volvieron a su señor. Y las bandas armadas de arameos no volvieron a entrar más en la tierra de Israel(BC).
Hambre por el sitio de Samaria
24 Pero aconteció que después de esto, Ben Adad, rey de Aram, reunió a todo su ejército, y subió y sitió a Samaria(BD). 25 Y hubo gran hambre en Samaria. La sitiaron de tal modo que la cabeza de un asno se vendía por[p] ochenta siclos (912 gramos) de plata, y medio litro[q] de estiércol de paloma por cinco siclos de plata(BE).
26 Pasando el rey de Israel por la muralla, una mujer le gritó, diciendo: «¡Ayúdeme, oh rey señor mío!». 27 Y él respondió: «Si el Señor no te ayuda, ¿de dónde te podré ayudar? ¿De la era o del lagar?». 28 Y el rey le dijo: «¿Qué te pasa?». Y ella respondió: «Esta mujer me dijo: “Da tu hijo para que lo comamos hoy, y mi hijo lo comeremos mañana”. 29 Así que cocimos a mi hijo y nos lo comimos(BF); y al día siguiente, le dije a ella: “Da tu hijo, para que lo comamos”; pero ella ha escondido a su hijo». 30 Cuando el rey oyó las palabras de la mujer, rasgó sus vestidos(BG) y como él pasaba por la muralla, la gente miró, y vio que interiormente, llevaba cilicio sobre su cuerpo[r]. 31 Entonces él dijo: «Así me haga Dios, y aun me añada(BH), si la cabeza de Eliseo, hijo de Safat, se mantiene sobre sus hombros hoy».
32 Eliseo estaba sentado en su casa, y los ancianos estaban sentados con él(BI). El rey envió a un hombre de los que estaban en su presencia; pero antes de que el mensajero llegara a Eliseo, este dijo a los ancianos: «¿Ven cómo este hijo de asesino ha enviado a cortarme la cabeza(BJ)? Miren, cuando el mensajero llegue, cierren la puerta y manténganla cerrada contra él[s]. ¿No se oye tras él el ruido de los pasos de su señor?». 33 Todavía estaba hablando con ellos, cuando el mensajero descendió a él, y le dijo: «Mira, este mal viene del Señor; ¿por qué he de esperar más en el Señor(BK)?».
Eliseo predice abundancia de pan
7 Entonces Eliseo dijo: «Oigan la palabra del Señor. Así dice el Señor: “Mañana como a esta hora en la puerta de Samaria, una medida (7.3 litros) de flor de harina se venderá a un siclo (11.4 gramos de plata), y dos medidas de cebada a un siclo(BL)”». 2 El oficial real en cuyo brazo se apoyaba el rey, respondió al hombre de Dios, y dijo: «Mira, aunque el Señor hiciera ventanas en los cielos(BM), ¿podría suceder tal cosa?». Entonces Eliseo dijo: «Bien, tú lo verás con tus propios ojos, pero no comerás de ello(BN)».
3 Había cuatro leprosos a la entrada de la puerta, y se dijeron el uno al otro: «¿Por qué estamos aquí sentados esperando la muerte(BO)? 4 Si decimos: “Vamos a entrar en la ciudad”, como el hambre está en la ciudad, moriremos allí; y si nos sentamos aquí, también moriremos. Ahora pues, vayamos y pasemos al[t] campamento de los arameos(BP). Si nos perdonan la vida, viviremos; y si nos matan, pues moriremos».
5 Los leprosos se levantaron al anochecer para ir al campamento de los arameos, y cuando llegaron a las afueras del campamento de los arameos, resultó que no había nadie allí. 6 Porque el Señor había hecho que el ejército de los arameos oyera estruendo de carros y ruido de caballos, el estruendo de un gran ejército(BQ), de modo que se dijeron el uno al otro: «Ciertamente el rey de Israel ha tomado a sueldo contra nosotros a los reyes de los hititas(BR) y a los reyes de los egipcios(BS), para que vengan contra nosotros». 7 Por lo cual se levantaron y huyeron(BT) al anochecer, y abandonaron sus tiendas, sus caballos y sus asnos y el campamento tal como estaba, y huyeron para salvar sus vidas. 8 Cuando los leprosos llegaron a las afueras del campamento, entraron en una tienda y comieron y bebieron, y se llevaron de allí plata y oro y ropas, y fueron y lo escondieron(BU); y volvieron y entraron en otra tienda y de allí también se llevaron botín, y fueron y lo escondieron.
9 Entonces se dijeron el uno al otro: «No estamos haciendo bien. Hoy es día de buenas nuevas, pero nosotros estamos callados; si esperamos hasta la luz de la mañana, nos vendrá castigo. Vamos pues, ahora, y entremos a dar la noticia a la casa del rey». 10 Así que fueron y llamaron a los porteros de la ciudad, y les informaron: «Fuimos al campamento de los arameos, y vimos que no había nadie allí, ni siquiera se oía voz de hombre; solamente los caballos atados, también los asnos atados y las tiendas intactas». 11 Los porteros de la puerta llamaron, y lo anunciaron dentro de la casa del rey. 12 Entonces el rey se levantó de noche y dijo a sus siervos: «Ahora les diré lo que los arameos nos han hecho. Saben que estamos hambrientos(BV); por tanto han salido del campamento para esconderse en el campo, diciendo: “Cuando salgan de la ciudad, los tomaremos vivos y entraremos en la ciudad(BW)”».
13 Entonces uno de sus siervos respondió: «Deja que algunos hombres tomen cinco de los caballos que quedan, de los que quedan en la ciudad. Porque en todo caso les sucederá como a toda la multitud de Israel que queda en la ciudad, (como a toda la multitud de Israel que ya ha perecido), vamos a enviarlos y veamos qué sucede». 14 Así que tomaron dos carros con caballos, y el rey los envió en pos del ejército de los arameos, diciendo: «Vayan y vean». 15 Los siguieron hasta el Jordán, y resultó que todo el camino estaba lleno de vestidos y objetos diferentes que los arameos habían arrojado en su prisa. Entonces los mensajeros volvieron e informaron al rey.
16 Y el pueblo salió y saqueó el campamento de los arameos. Entonces una medida de flor de harina se vendió[u] a un siclo y dos medidas de cebada a un siclo, conforme a la palabra del Señor(BX). 17 El rey había puesto a cargo de la puerta de la ciudad al oficial real en cuyo brazo se apoyaba(BY); pero el pueblo lo atropelló junto a la puerta y murió, tal como había dicho el hombre de Dios, el cual habló cuando el rey descendió a verlo(BZ). 18 Aconteció tal como el hombre de Dios había hablado al rey, cuando dijo: «Mañana a estas horas a la puerta de Samaria dos medidas de cebada serán vendidas a un siclo y una medida de flor de harina a un siclo(CA)». 19 Y el oficial real, había respondido al hombre de Dios, diciendo: «Mira, aunque el Señor hiciera ventanas en los cielos, ¿podría suceder tal cosa?». Y Eliseo le dijo: «Bien, tú lo verás con tus propios ojos, pero no comerás de ello(CB)». 20 Y así sucedió, porque el pueblo lo atropelló a la puerta, y murió.
Devolución de los bienes a la sunamita
8 Eliseo habló a la mujer, a cuyo hijo él había devuelto la vida(CC), diciéndole: «Levántate y vete, tú y tu casa, y reside donde puedas residir, porque el Señor ha llamado al hambre(CD) que vendrá sobre la tierra por siete años(CE)». 2 Entonces la mujer se levantó e hizo conforme a la palabra del hombre de Dios, y se fue ella con los de su casa y residió en la tierra de los filisteos siete años.
3 Después de los siete años, la mujer volvió de la tierra de los filisteos; y salió a implorar al rey por su casa y por su campo. 4 El rey estaba hablando con Giezi, criado del hombre de Dios(CF), diciéndole: «Te ruego que me cuentes todas las grandes cosas que ha hecho Eliseo». 5 Mientras él contaba al rey cómo había devuelto la vida a un muerto(CG), en ese momento la mujer a cuyo hijo había devuelto la vida, imploró al rey por su casa y por su campo. Y Giezi dijo: «Oh rey señor mío, esta es la mujer y este es su hijo, al que Eliseo devolvió la vida». 6 Cuando el rey preguntó a la mujer, ella se lo contó. Entonces el rey le asignó un oficial, diciendo: «Restáurale todo lo que era suyo y todo el fruto del campo desde el día que dejó el país hasta ahora».
Eliseo en Damasco
7 Entonces Eliseo fue a Damasco(CH). Y Ben Adad, rey de Aram(CI), estaba enfermo, y le avisaron: «El hombre de Dios(CJ) ha venido acá». 8 Y el rey dijo a Hazael(CK): «Toma un presente en tu mano(CL) y ve al encuentro del hombre de Dios y consulta al Señor por medio de él, diciendo: “¿Sanaré de esta enfermedad(CM)?”».
9 Hazael fue a ver a Eliseo, y tomó un presente en su mano de todo lo bueno de Damasco, la carga de cuarenta camellos; y vino y se puso delante de él y le dijo: «Su hijo Ben Adad, rey de Aram, me ha enviado a usted, a preguntarle: “¿Sanaré de esta enfermedad(CN)?”». 10 Entonces Eliseo le dijo: «Ve y dile: “Ciertamente usted sanará(CO)”; pero el Señor me ha mostrado que ciertamente morirá(CP)». 11 Y puso rígido su rostro y fijó sus ojos en Hazael hasta que se sintió avergonzado(CQ), y el hombre de Dios lloró(CR). 12 Y Hazael dijo: «¿Por qué llora mi señor?». Entonces respondió: «Porque sé el mal que harás a los israelitas(CS): incendiarás sus fortalezas, matarás a espada a sus jóvenes, estrellarás a sus niños y rasgarás el vientre a sus mujeres encinta(CT)». 13 Entonces Hazael dijo: «Pero, ¿qué es su siervo, sino un perro, para que haga tan enorme cosa(CU)?». Y Eliseo respondió: «El Señor me ha mostrado que tú serás rey de Aram(CV)».
14 Entonces Hazael se alejó de Eliseo y regresó a su señor, quien le dijo: «¿Qué te dijo Eliseo?». Y él respondió: «Me dijo que ciertamente usted sanará(CW)». 15 Pero al día siguiente Hazael tomó una colcha, la empapó en agua y se la puso al rey sobre la cara, y murió(CX). Entonces Hazael reinó en su lugar.
Reinados de Joram y Ocozías
16 En el año quinto de Joram, hijo de Acab, rey de Israel, siendo Josafat rey de Judá, comenzó a reinar Joram, hijo de Josafat, rey de Judá(CY). 17 (CZ)Tenía treinta y dos años cuando comenzó a reinar, y reinó ocho años en Jerusalén. 18 Y anduvo en el camino de los reyes de Israel, tal como había hecho la casa de Acab (porque la hija de Acab era su mujer); e hizo lo malo ante los ojos del Señor(DA). 19 Sin embargo, el Señor no quiso destruir a Judá por amor a David Su siervo, ya que le había prometido darle una lámpara por medio de sus hijos para siempre(DB).
20 En sus días se rebeló Edom contra el dominio de Judá, y pusieron rey sobre ellos(DC). 21 Entonces pasó Joram a Zair, y todos sus carros con él. Y se levantó de noche y atacó a los edomitas que lo tenían cercado a él y a los jefes de los carros, pero su ejército[v] huyó a sus tiendas(DD). 22 Y Edom se rebeló contra el dominio de Judá, hasta el día de hoy(DE). Entonces Libna se rebeló(DF) en ese mismo tiempo. 23 Los demás hechos de Joram y todo lo que hizo, ¿no están escritos en el libro de las Crónicas de los reyes de Judá? 24 Y Joram durmió con sus padres y fue sepultado con ellos en la ciudad de David(DG); y su hijo Ocozías reinó en su lugar(DH).
25 (DI)En el año doce de Joram, hijo de Acab, rey de Israel, comenzó a reinar Ocozías, hijo de Joram, rey de Judá. 26 Ocozías tenía veintidós años cuando comenzó a reinar, y reinó un año en Jerusalén. El nombre de su madre era Atalía, nieta[w] de Omri(DJ), rey de Israel. 27 Él también anduvo en el camino de la casa de Acab(DK), e hizo lo malo ante los ojos del Señor, como había hecho la casa de Acab, porque era yerno de Acab. 28 Entonces fue con Joram, hijo de Acab, a la guerra contra Hazael(DL), rey de Aram, en Ramot de Galaad(DM); y los arameos hirieron a Joram. 29 Y el rey Joram regresó a Jezreel para ser curado de las heridas que los arameos le habían hecho en Ramot, cuando peleó contra Hazael, rey de Aram(DN). Entonces Ocozías, hijo de Joram, rey de Judá, descendió a Jezreel para visitar a Joram, hijo de Acab, porque estaba enfermo(DO).
Jehú rey de Israel
9 El profeta Eliseo llamó a uno de los hijos de los profetas(DP), y le dijo: «Prepárate, toma este frasco de aceite(DQ) en tu mano(DR) y ve a Ramot de Galaad(DS). 2 Cuando llegues allá, busca a Jehú(DT), hijo de Josafat, hijo de Nimsi(DU). Entra y haz que se levante de entre sus hermanos, y llévalo a un aposento interior. 3 Entonces toma el frasco de aceite, derrámalo sobre su cabeza, y dile: “Así dice el Señor: ‘Yo te he ungido(DV) rey sobre Israel’”. Abre luego la puerta y huye, no esperes».
4 El joven, el siervo del profeta, fue a Ramot de Galaad(DW). 5 Cuando llegó allá los capitanes del ejército estaban sentados, y él dijo: «Capitán, tengo un mensaje para ti». Y Jehú dijo: «¿Para cuál de nosotros?». Y él dijo: «Para ti, capitán». 6 Entonces Jehú se levantó y entró en la casa, y el joven derramó el aceite sobre su cabeza y le dijo: «Así dice el Señor, Dios de Israel: “Yo te he ungido rey sobre el pueblo del Señor, sobre Israel(DX). 7 Tú herirás la casa de Acab tu señor, para que Yo cobre venganza por la sangre de Mis siervos(DY) los profetas(DZ), y la sangre de todos los siervos del Señor derramada por mano de Jezabel(EA). 8 Toda la casa de Acab perecerá, y cortaré de Acab todo varón(EB), tanto siervo como libre en Israel(EC). 9 Yo pondré la casa de Acab como la casa de Jeroboam(ED), hijo de Nabat, y como la casa de Baasa(EE), hijo de Ahías. 10 Los perros se comerán a Jezabel en el campo[x] de Jezreel, y nadie la sepultará(EF)”». Entonces abrió la puerta y huyó.
11 Entonces Jehú salió a los siervos de su señor, y uno le dijo: «¿Va todo bien(EG)? ¿Por qué vino a ti este loco(EH)?». Y él les dijo: «Ustedes conocen bien al hombre y sus palabras». 12 Y ellos dijeron: «Mentira; cuéntanos ahora». Y él dijo: «Así y así me dijo: “Así dice el Señor: ‘Yo te he ungido rey sobre Israel’”».
13 Entonces todos se apresuraron y cada uno tomó su manto y lo puso bajo Jehú sobre los escalones(EI), tocaron la trompeta y dijeron: «Jehú es rey(EJ)».
Muerte de Joram
14 Y Jehú, hijo de Josafat, hijo de Nimsi, conspiró contra Joram. El rey Joram, con todo Israel, había estado defendiendo a Ramot de Galaad contra Hazael, rey de Aram(EK), 15 pero Joram[y] había regresado a Jezreel para ser curado de las heridas que los arameos le habían hecho cuando peleó contra Hazael, rey de Aram. Y Jehú dijo: «Si es el deseo de ustedes, que nadie se escape ni salga de la ciudad para ir a anunciarlo en Jezreel(EL)». 16 Entonces Jehú montó en un carro y fue a Jezreel, porque Joram estaba allí en cama. Y Ocozías, rey de Judá, había descendido para ver a Joram(EM).
17 Y el centinela que estaba en la torre de Jezreel vio la comitiva de Jehú que venía, y dijo: «Veo una comitiva». Y Joram dijo: «Toma un jinete y envíalo a su encuentro, y que diga: “¿Hay paz?”». 18 Fue el jinete a su encuentro, y dijo: «Así dice el rey: “¿Hay paz?”». Y Jehú dijo: «¿Qué tienes tú que ver con la paz? Ponte[z] detrás de mí(EN)». Y el centinela le avisó: «El mensajero llegó hasta ellos, pero no regresó». 19 Entonces envió un segundo jinete, que vino a ellos, y dijo: «Así dice el rey: “¿Hay paz?”». Y Jehú respondió: «¿Qué tienes tú que ver con la paz? Ponte detrás de mí». 20 El centinela le avisó de nuevo(EO): «Él llegó hasta ellos, y no regresó; y el modo de guiar es como el guiar de Jehú, hijo de Nimsi, porque guía alocadamente(EP)».
21 Entonces Joram(EQ) dijo: «Preparen el carro». Y prepararon su carro. Y salieron Joram, rey de Israel, y Ocozías, rey de Judá, cada uno en su carro, y fueron al encuentro de Jehú, y lo hallaron en el campo de Nabot de Jezreel(ER). 22 Cuando Joram vio a Jehú, dijo: «¿Hay paz, Jehú?». Y él respondió: «¿Qué paz, mientras sean tantas las prostituciones de tu madre Jezabel(ES) y sus hechicerías?».
23 Pero Joram volvió las riendas[aa] para huir, y dijo a Ocozías: «¡Traición(ET), Ocozías!». 24 Pero Jehú entesó su arco con toda su fuerza e hirió a Joram en la espalda(EU); y la flecha salió por su corazón y se desplomó en su carro. 25 Entonces Jehú dijo a su oficial Bidcar: «Tómalo y tíralo en la porción del campo de Nabot de Jezreel(EV), pues recuerdo cuando tú y yo íbamos juntos montados detrás de su padre Acab(EW), que el Señor pronunció esta sentencia contra él(EX): 26 “Ayer ciertamente he visto la sangre de Nabot(EY) y la sangre de sus hijos”, declaró el Señor, “y te recompensaré en este campo(EZ)”, declaró el Señor. Ahora pues, tómalo y tíralo en el campo, conforme a la palabra del Señor».
27 Cuando Ocozías, rey de Judá, vio esto, huyó por el camino de la casa del huerto(FA). Y Jehú lo persiguió y dijo: «Mátenlo a él también en el carro». Y lo hirieron en la subida de Gur, que está en Ibleam. Y huyó a Meguido(FB), y allí murió. 28 Entonces sus siervos lo llevaron en carro a Jerusalén, y lo sepultaron en su sepulcro(FC) con sus padres en la ciudad de David.
29 En el año once de Joram, hijo de Acab, Ocozías había comenzado a reinar sobre Judá(FD).
30 Y llegó Jehú a Jezreel, y cuando Jezabel lo oyó, se pintó los ojos, adornó(FE) su cabeza y se asomó por la ventana. 31 Cuando Jehú entraba por la puerta, ella dijo: «¿Le va bien a Zimri, asesino de tu señor(FF)?». 32 Entonces Jehú alzó su rostro hacia la ventana y dijo: «¿Quién está conmigo? ¿Quién?». Y dos o tres oficiales se asomaron desde arriba. 33 Y Jehú les dijo: «Échenla abajo». Y la echaron abajo y parte de su sangre salpicó la pared y los caballos, y él la pisoteó. 34 Cuando él entró, comió y bebió; entonces dijo: «Encárguense ahora de esta maldita(FG) y entiérrenla, pues es hija de rey(FH)».
35 Cuando fueron a enterrarla, no encontraron de ella más que el cráneo, los pies y las palmas de sus manos. 36 Entonces, volvieron y se lo hicieron saber. Entonces Jehú dijo: «Esta es la palabra que el Señor habló por medio de Su siervo Elías el tisbita: “En la parcela de Jezreel los perros comerán la carne de Jezabel(FI); 37 y el cadáver de Jezabel será como estiércol sobre la superficie del campo(FJ) en la parcela de Jezreel, para que no puedan decir: ‘Esta es Jezabel’”».
Reinado de Jehú
10 Acab tenía setenta hijos en Samaria. Y Jehú escribió cartas y las envió a Samaria, a los príncipes de Jezreel, a los ancianos y a los preceptores de los hijos de Acab(FK), diciendo: 2 «Ahora, cuando esta carta llegue a ustedes(FL), como los hijos de su señor están con ustedes, así como también los carros y los caballos y una ciudad fortificada y las armas, 3 escojan al mejor y más capaz[ab] de entre los hijos de su señor, y pónganlo en el trono de su padre, y luchen por la casa de su señor». 4 Pero ellos temieron en gran manera y dijeron: «Si los dos reyes no pudieron sostenerse(FM) delante de él; ¿cómo, pues, podremos sostenernos nosotros?». 5 Y el que estaba a cargo de la casa, y el que estaba sobre la ciudad, los ancianos, y los preceptores de los hijos, enviaron palabra a Jehú, diciendo: «Somos sus siervos, haremos todo lo que nos digas, a nadie proclamaremos rey. Haga usted lo que le parezca(FN) bien». 6 Entonces por segunda vez les escribió una carta, diciendo: «Si están de mi parte y escuchan mi voz, tomen las cabezas de los hombres, de los hijos de su señor, y vengan a verme a Jezreel mañana a estas horas». Y los hijos del rey, setenta personas, estaban con los principales de la ciudad, que los criaban.
7 Cuando les llegó la carta, tomaron a los hijos del rey y los degollaron, setenta personas(FO), pusieron sus cabezas en canastas y se las enviaron a Jehú en Jezreel. 8 Cuando el mensajero vino y le avisó: «Han traído las cabezas de los hijos del rey», él dijo: «Pónganlas en dos montones a la entrada de la puerta hasta la mañana». 9 Por la mañana, Jehú salió, y estando en pie, dijo a todo el pueblo: «Ustedes son inocentes[ac](FP); porque yo conspiré contra mi señor y lo maté(FQ), pero, ¿quién mató a todos estos? 10 Sepan entonces que no caerá a tierra ninguna de las palabras del Señor, las cuales el Señor habló acerca de la casa de Acab(FR). El Señor ha hecho lo que habló por medio de Su siervo Elías(FS)». 11 Jehú mató a todos los que quedaban de la casa de Acab en Jezreel, y a todos sus grandes, a sus amigos íntimos y a sus sacerdotes, hasta que no le dejó ningún sobreviviente(FT).
12 Después Jehú se levantó y partió, y fue a Samaria. En el camino mientras estaba en Bet Eked de los pastores, 13 se encontró con los parientes[ad] de Ocozías, rey de Judá(FU), y les preguntó: «¿Quiénes son ustedes?». Y ellos respondieron: «Somos parientes[ae] de Ocozías; y hemos descendido para saludar a[af] los hijos del rey y a los hijos de la reina madre». 14 Entonces Jehú dijo: «Tómenlos vivos». Y los tomaron vivos, y los mataron en el foso de Bet Eked, cuarenta y dos hombres. No dejó ninguno de ellos.
15 Cuando partió de allí, Jehú se encontró con Jonadab, hijo de Recab(FV), que venía a su encuentro, lo saludó[ag] y le dijo: «¿Es recto tu corazón como mi corazón es con el tuyo?». Y Jonadab respondió: «Lo es». Y Jehú dijo: «Si lo es, dame la mano(FW)». Y le dio su mano y lo hizo subir al carro. 16 Y él dijo: «Ven conmigo y verás mi celo por el Señor(FX)». Y lo hizo ir con él en su carro. 17 Cuando llegó a Samaria, mató a todos los que quedaban de Acab(FY) en Samaria, hasta acabar con ellos, conforme a la palabra que el Señor había hablado a Elías(FZ).
18 Entonces Jehú reunió a todo el pueblo, y les dijo: «Acab sirvió a Baal(GA) un poco, Jehú lo servirá mucho. 19 Llamen ahora a todos los profetas de Baal, a todos sus adoradores y a todos sus sacerdotes. Que no falte ninguno, porque tengo un gran sacrificio para Baal(GB); todo el que falte no vivirá». Pero Jehú lo hizo con astucia para poder destruir a los adoradores de Baal.
20 Y Jehú dijo: «Santifiquen una asamblea(GC) solemne para Baal». Y ellos la convocaron(GD). 21 Entonces Jehú envió aviso por todo Israel y vinieron todos los adoradores de Baal, y no quedó ninguno que no viniera. Y cuando entraron en la casa de Baal(GE), la casa de Baal se llenó de un extremo al otro. 22 Y dijo al que estaba encargado del vestuario: «Saca vestiduras para todos los adoradores de Baal». Y él les sacó vestiduras. 23 Jehú entró en la casa de Baal con Jonadab, hijo de Recab; y dijo a los adoradores de Baal: «Busquen y vean que no haya aquí con ustedes ninguno de los siervos del Señor, sino solo los adoradores de Baal». 24 Entonces entraron a ofrecer sacrificios y holocaustos. Y Jehú había colocado ochenta hombres afuera, y había dicho: «El que permita escapar a uno de los hombres que yo ponga en manos de ustedes, dará su vida por la de él(GF)».
25 Tan pronto como acabó de ofrecer el holocausto, Jehú dijo a la guardia y a los oficiales reales(GG): «Entren, mátenlos; que ninguno salga(GH)». Y los mataron a filo de espada; y la guardia y los oficiales reales los echaron fuera, y llegaron hasta el aposento interior[ah] de la casa de Baal. 26 Sacaron los pilares sagrados de la casa de Baal(GI), y los quemaron. 27 También derribaron el pilar sagrado de Baal y demolieron la casa de Baal, y la convirtieron en una letrina, hasta hoy(GJ). 28 Así Jehú extirpó a Baal de Israel.
29 Sin embargo, en cuanto a los pecados con que Jeroboam, hijo de Nabat, hizo pecar a Israel(GK), Jehú no se apartó de estos, o sea, de los becerros de oro que estaban en Betel[ai] y en Dan(GL). 30 Y el Señor dijo a Jehú: «Porque has hecho bien al hacer lo recto ante Mis ojos, y has hecho a la casa de Acab conforme a todo lo que estaba en Mi corazón, tus hijos hasta la cuarta generación se sentarán en el trono de Israel(GM)». 31 Pero Jehú no se cuidó de andar en la ley del Señor, Dios de Israel, con todo su corazón(GN), ni se apartó de los pecados con que Jeroboam hizo pecar a Israel(GO).
32 En aquellos días el Señor comenzó a cortar partes de Israel(GP); y Hazael los derrotó[aj] por todo el territorio de Israel(GQ): 33 desde el Jordán hacia el oriente, toda la tierra de Galaad, de Gad, de Rubén y de Manasés; desde Aroer, que está junto al valle del Arnón, y hasta Galaad(GR) y Basán. 34 Los demás hechos de Jehú, y todo lo que hizo y todo su poder, ¿no están escritos en el libro de las Crónicas de los reyes de Israel? 35 Y durmió Jehú con sus padres, y lo sepultaron en Samaria. Y su hijo Joacaz reinó en su lugar. 36 El tiempo[ak] que Jehú reinó sobre Israel en Samaria fue de veintiocho años.
Atalía usurpa el trono
11 (GS)Cuando Atalía, madre de Ocozías, vio que su hijo había muerto, se levantó y exterminó a toda la descendencia[al] real. 2 Pero Josaba[am], hija del rey Joram, hermana de Ocozías, tomó a Joás(GT), hijo de Ocozías, y lo sacó a escondidas de entre los hijos del rey a quienes estaban dando muerte, y lo puso a él y a su nodriza en la alcoba. Así lo escondieron de Atalía, y no le dieron muerte. 3 Y Joás estuvo escondido con ella en la casa del Señor seis años, mientras Atalía reinaba en el país.
4 Pero en el séptimo año Joiada mandó a buscar e hizo venir a los capitanes de centenas de los cariteos y de la guardia, y los hizo venir a él en la casa del Señor(GU). Entonces hizo un pacto con ellos en la casa del Señor y los puso bajo juramento, y les mostró al hijo del rey(GV). 5 Y les dio orden(GW), diciendo: «Esto es lo que harán: una tercera parte de ustedes, los que entran en el día de reposo y hacen la guardia en la casa del rey, 6 harán la guardia en la casa para su defensa; también otra tercera parte estará en la puerta Sur, y la otra tercera parte en la puerta detrás de los guardias. 7 Dos partes de ustedes, es decir, todos los que salen el día de reposo, también harán la guardia en la casa del Señor junto al rey. 8 Entonces rodearán al rey, cada uno con sus armas en la mano; y cualquiera que penetre las filas será muerto. Y estén con el rey cuando salga y cuando entre(GX)».
9 Y los capitanes de centenas hicieron conforme a todo lo que había ordenado el sacerdote Joiada. Y cada uno de ellos tomó sus hombres, los que habían de entrar en el día de reposo, junto con los que habían de salir el día de reposo, y vinieron al sacerdote Joiada(GY). 10 Entonces el sacerdote dio a los capitanes de centenas las lanzas y los escudos que habían sido del rey David(GZ), que estaban en la casa del Señor. 11 Y los guardias se colocaron cada uno con sus armas en la mano, desde el lado derecho de la casa hasta el lado izquierdo de la misma, junto al altar y junto a la casa, alrededor del rey. 12 Entonces Joiada sacó al hijo del rey y le puso la corona(HA), y le dio el libro del testimonio(HB); lo hicieron rey y lo ungieron, y batiendo palmas, gritaron: «¡Viva el rey(HC)!».
13 Al oír Atalía el ruido de la guardia y del pueblo, se llegó al pueblo en la casa del Señor(HD), 14 y vio que el rey estaba de pie junto a la columna, según la costumbre(HE), y los capitanes y los trompeteros estaban al lado del rey; y todo el pueblo del país se regocijaba y tocaba trompetas(HF). Entonces Atalía rasgó sus vestidos(HG), y gritó: «¡Traición, traición(HH)!». 15 Pero el sacerdote Joiada dio orden a los capitanes de centenas que estaban al mando del ejército: «Sáquenla de entre las filas, y al que la siga, mátenlo a espada». Porque el sacerdote había dicho: «No la maten en la casa del Señor». 16 Y le echaron mano; y cuando ella llegó a la entrada de los caballos de la casa del rey, allí la mataron(HI).
17 Entonces Joiada hizo un pacto entre el Señor(HJ) y el rey y el pueblo, de que ellos serían el pueblo del Señor; asimismo entre el rey y el pueblo(HK). 18 Y todo el pueblo del país fue a la casa de Baal y la derribaron, destruyeron completamente sus altares y sus imágenes(HL) y mataron delante de los altares a Matán, sacerdote de Baal(HM). Y el sacerdote nombró oficiales[an] sobre la casa del Señor. 19 Tomó a los capitanes de centenas, a los cariteos, a los guardias y a todo el pueblo del país, e hicieron descender al rey de la casa del Señor(HN), y vinieron por el camino de la puerta de los guardias(HO) a la casa del rey, y Joás se sentó en el trono de los reyes. 20 Y todo el pueblo del país se regocijó(HP), y la ciudad quedó tranquila, porque Atalía había sido muerta a espada en la casa del rey.
21 [ao]Joás tenía siete años cuando comenzó a reinar(HQ).
Reinado de Joás de Judá
12 (HR)En el séptimo año de Jehú, Joás comenzó a reinar, y reinó cuarenta años en Jerusalén; y el nombre de su madre era Sibia de Beerseba. 2 Y Joás hizo lo recto ante los ojos del Señor todos los días en que el sacerdote Joiada lo dirigió[ap]. 3 Solo que los lugares altos no fueron quitados. El pueblo aún sacrificaba y quemaba incienso en los lugares altos(HS).
4 Entonces Joás dijo a los sacerdotes: «Todo el dinero de las cosas sagradas que se trae a la casa del Señor(HT) en moneda corriente, tanto el dinero estipulado a cada persona, como todo el dinero que cada uno voluntariamente traiga a la casa del Señor(HU), 5 que los sacerdotes lo tomen para sí, cada cual de sus conocidos; y ellos repararán los daños de la casa dondequiera que se encuentre algún daño».
6 Pero en el año veintitrés del rey Joás, los sacerdotes aún no habían reparado los daños de la casa(HV). 7 Entonces el rey Joás llamó al sacerdote Joiada y a los otros sacerdotes, y les dijo: «¿Por qué no reparan los daños de la casa? Ahora pues, no tomen más dinero de sus conocidos, sino entréguenlo para los daños de la casa». 8 Y consintieron los sacerdotes en no tomar más dinero del pueblo, ni reparar ellos los daños de la casa.
9 Entonces el sacerdote Joiada tomó un cofre e hizo un agujero en la tapa, y lo puso junto al altar, al lado derecho conforme se entra a la casa del Señor; y los sacerdotes que custodiaban el umbral depositaban en él todo el dinero que se traía a la casa del Señor(HW). 10 Cuando veían que había mucho dinero en el cofre, el escriba del rey y el sumo sacerdote subían y lo ponían en sacos, y contaban el dinero que se encontraba en la casa del Señor(HX). 11 Y entregaban el dinero que había sido contado[aq] en manos de los que hacían el trabajo, los cuales tenían a su cargo la casa del Señor, y ellos lo traían para pagar a los carpinteros y a los constructores que trabajaban en la casa del Señor, 12 y a los albañiles y canteros, y para comprar madera y piedra de cantería para reparar los daños de la casa del Señor, y para todo lo que se gastaba para la casa, a fin de repararla(HY).
13 Pero del dinero que se traía a la casa del Señor(HZ), no se hicieron ni copas de plata, ni despabiladeras, ni tazones, ni trompetas, ni ninguna vasija de oro, ni vasijas de plata para la casa del Señor(IA); 14 porque lo daban a los que hacían el trabajo, y con él reparaban la casa del Señor. 15 Y no se pedían cuentas a los hombres en cuyas manos se ponía el dinero para dárselo a los que hacían el trabajo, porque procedían fielmente(IB). 16 No se traía a la casa del Señor el dinero de las ofrendas por la culpa(IC) ni el dinero de las ofrendas por el pecado(ID); era para los sacerdotes(IE).
17 Entonces Hazael, rey de Aram, subió y peleó contra Gat y la tomó(IF); y Hazael se propuso[ar] subir contra Jerusalén(IG). 18 Y Joás, rey de Judá, tomó todas las cosas sagradas que Josafat, Joram y Ocozías, sus padres, reyes de Judá, habían consagrado, y sus propias cosas sagradas y todo el oro que se encontraba en las tesorerías de la casa del Señor(IH) y de la casa del rey, y las envió a Hazael, rey de Aram(II). Entonces él se retiró de Jerusalén.
19 Los demás hechos de Joás, y todo lo que hizo, ¿no están escritos en el libro de las Crónicas de los reyes de Judá? 20 (IJ)Y sus siervos se levantaron y tramaron una conspiración, y mataron a Joás(IK) en la casa de Milo(IL), cuando descendía a Sila. 21 Pues sus siervos Josacar, hijo de Simeat, y Jozabad, hijo de Somer(IM), lo hirieron y murió; y lo sepultaron con sus padres en la ciudad de David, y Amasías su hijo reinó en su lugar(IN).
Otros reyes de Israel
13 En el año veintitrés de Joás, hijo de Ocozías, rey de Judá, comenzó a reinar Joacaz, hijo de Jehú, sobre Israel en Samaria, y reinó diecisiete años. 2 Hizo lo malo ante los ojos del Señor, y siguió tras los pecados con que Jeroboam, hijo de Nabat, hizo pecar a Israel(IO); no se apartó de ellos. 3 Y la ira del Señor se encendió contra Israel(IP), y los entregó día tras día en mano de Hazael, rey de Aram(IQ), y en mano de Ben Adad, hijo de Hazael(IR). 4 Entonces Joacaz imploró el favor del Señor(IS), y el Señor lo oyó; porque Él vio la opresión de Israel(IT), de cómo el rey de Aram los oprimía. 5 Y el Señor dio a Israel un libertador(IU), y escaparon del poder de los arameos; y habitaron los israelitas en sus tiendas como antes.
6 Con todo, no se apartaron de los pecados con que la casa de Jeroboam hizo pecar a Israel(IV), sino que anduvieron en ellos; y también la Asera[as](IW) permaneció en pie en Samaria. 7 Pues a Joacaz no le había quedado del ejército[at] más que cincuenta hombres de a caballo, diez carros y 10,000 hombres de a pie, porque el rey de Aram los había destruido y los había hecho como polvo de trilla(IX). 8 Los demás hechos de Joacaz y todo lo que hizo y su poder, ¿no están escritos en el libro de las Crónicas de los reyes de Israel? 9 Y durmió Joacaz con sus padres y lo sepultaron en Samaria, y su hijo Joás reinó en su lugar.
10 En el año treinta y siete de Joás, rey de Judá, Joás, hijo de Joacaz, comenzó a reinar sobre Israel en Samaria, y reinó dieciséis años. 11 E hizo lo malo ante los ojos del Señor; no se apartó de todos los pecados con que Jeroboam, hijo de Nabat, hizo pecar a Israel, sino que anduvo en ellos. 12 (IY)Los demás hechos de Joás, y todo lo que hizo, y el poder con que peleó contra Amasías, rey de Judá, ¿no están escritos en el libro de las Crónicas de los reyes de Israel? 13 Y durmió Joás con sus padres, y Jeroboam se sentó en su trono; y Joás fue sepultado en Samaria con los reyes de Israel.
14 Cuando Eliseo se enfermó con la enfermedad de la cual había de morir, Joás[au], rey de Israel, descendió a él y lloró sobre su rostro, y dijo: «¡Padre mío, padre mío, los carros de Israel y sus hombres de a caballo(IZ)!». 15 Y Eliseo le dijo: «Toma un arco y flechas». Y él tomó un arco y flechas. 16 Entonces dijo al rey de Israel: «Pon tu mano en el arco». Y él puso su mano sobre el arco; entonces Eliseo colocó sus manos sobre las manos del rey. 17 Y dijo: «Abre la ventana hacia el oriente, y él la abrió». Entonces Eliseo dijo: «Tira». Y él tiró. Y Eliseo dijo: «Flecha de victoria del Señor, y flecha de victoria sobre Aram, porque derrotarás[av] a los arameos en Afec(JA) hasta exterminarlos.» 18 Entonces añadió: «Toma las flechas»; y él las tomó. Y dijo al rey de Israel: «Golpea la tierra»; y él la golpeó tres veces y se detuvo. 19 Y el hombre de Dios se enojó con él(JB), y dijo: «Deberías haber golpeado cinco o seis veces, entonces hubieras herido a Aram hasta exterminarlo. Pero ahora herirás a Aram solo tres veces(JC)».
20 Eliseo murió y lo sepultaron. Las bandas de los moabitas solían invadir la tierra(JD) en la primavera[aw] de cada año. 21 Y una vez cuando estaban sepultando a un hombre, vieron que una banda de merodeadores se les acercaba; así que arrojaron al hombre en la tumba de Eliseo. Cuando el hombre cayó[ax] y tocó los huesos de Eliseo, revivió, y se puso en pie(JE).
22 Hazael, rey de Aram, había oprimido a Israel(JF) todos los días de Joacaz. 23 Pero el Señor tuvo piedad de ellos(JG), y les tuvo compasión y se volvió a ellos(JH) a causa de su pacto con Abraham(JI), Isaac y Jacob, y no quiso destruirlos ni echarlos de su presencia hasta hoy. 24 Al morir Hazael, rey de Aram, su hijo Ben Adad reinó en su lugar. 25 Entonces Joás[ay], hijo de Joacaz, recobró de nuevo de mano de Ben Adad, hijo de Hazael, las ciudades que este había tomado en guerra de mano de su padre Joacaz. Tres veces Joás[az] lo derrotó[ba](JJ) y recobró las ciudades de Israel(JK).
Amasías rey de Judá
14 (JL)En el año segundo de Joás[bb], hijo de Joacaz, rey de Israel, comenzó a reinar Amasías, hijo de Joás, rey de Judá(JM). 2 Tenía veinticinco años cuando comenzó a reinar, y reinó veintinueve años en Jerusalén. El nombre de su madre era Joadán, de Jerusalén. 3 Hizo lo recto ante los ojos del Señor, pero no como su padre David; hizo conforme a todo lo que su padre Joás había hecho. 4 Solo que los lugares altos no fueron quitados. Todavía el pueblo sacrificaba y quemaba incienso en los lugares altos(JN).
5 Una vez afianzado el reino en su mano, Amasías mató a los siervos que habían asesinado a su padre el rey(JO). 6 Pero a los hijos de los asesinos[bc] no les dio muerte, conforme a lo que está escrito en el libro de la ley de Moisés, tal como el Señor ordenó, diciendo: «No se dará muerte a los padres por causa de los hijos, ni se dará muerte a los hijos por causa de los padres, sino que a cada uno se le dará muerte por su propio pecado(JP)». 7 Amasías mató a 10,000 de Edom en el valle de Sal(JQ) y tomó a Sela(JR) en batalla, y la llamó Jocteel(JS), hasta hoy.
8 (JT)Entonces Amasías envió mensajeros a Joás, hijo de Joacaz, hijo de Jehú, rey de Israel, diciéndole: «Ven, veámonos cara a cara(JU)». 9 Y Joás, rey de Israel, envió mensaje a Amasías, rey de Judá, diciéndole: «El cardo que estaba en el Líbano envió a decir al cedro que estaba en el Líbano: “Da tu hija por mujer a mi hijo”. Pero pasó una fiera que estaba en el Líbano, y pisoteó el cardo(JV). 10 Ciertamente has derrotado[bd](JW) a Edom, y tu corazón se ha envanecido(JX). Disfruta tu gloria y quédate en tu casa; pues, ¿por qué quieres provocar el mal de modo que caigas tú y Judá contigo?».
11 Pero Amasías no quiso escuchar. Y subió Joás, rey de Israel; y él y Amasías, rey de Judá, se enfrentaron en Bet Semes(JY), que pertenece a Judá. 12 Y Judá fue derrotado por Israel, y cada uno huyó a su tienda(JZ). 13 Entonces Joás, rey de Israel, capturó a Amasías, rey de Judá, hijo de Joás, hijo de Ocozías, en Bet Semes. Después vino a Jerusalén y derribó la muralla de Jerusalén desde la puerta de Efraín(KA) hasta la puerta del Ángulo(KB), 400 codos (180 metros). 14 Tomó todo el oro, la plata y todos los utensilios que se encontraban en la casa del Señor y en los tesoros de la casa del rey(KC), también los rehenes; y volvió a Samaria.
15 (KD)Los demás hechos de Joás, cuánto hizo y su poder, y cómo peleó con Amasías, rey de Judá; ¿no están escritos en el libro de las Crónicas de los reyes de Israel? 16 Y durmió Joás con sus padres, y fue sepultado en Samaria con los reyes de Israel; y su hijo Jeroboam reinó en su lugar.
17 (KE)Y Amasías, hijo de Joás, rey de Judá, vivió quince años después de la muerte de Joás, hijo de Joacaz, rey de Israel. 18 Los demás hechos de Amasías, ¿no están escritos en el libro de las Crónicas de los reyes de Judá? 19 En Jerusalén conspiraron contra él, y Amasías huyó a Laquis(KF); pero lo persiguieron hasta Laquis y allí lo mataron. 20 Lo trajeron sobre caballos y fue sepultado en Jerusalén con sus padres en la ciudad de David. 21 Y todo el pueblo de Judá tomó a Azarías[be], que tenía dieciséis años, y lo hicieron rey en lugar de su padre Amasías. 22 Él edificó a Elat(KG) y la restituyó a Judá, después que el rey durmió con sus padres.
23 En el año quince de Amasías, hijo de Joás, rey de Judá, Jeroboam, hijo de Joás[bf], rey de Israel, comenzó a reinar en Samaria, y reinó cuarenta y un años. 24 Hizo lo malo ante los ojos del Señor; no se apartó de todos los pecados con que Jeroboam, hijo de Nabat, hizo pecar a Israel. 25 Él restableció la frontera de Israel(KH) desde la entrada de Hamat(KI) hasta el mar de Arabá(KJ), conforme a la palabra que el Señor, Dios de Israel, había hablado por medio de Su siervo el profeta Jonás, hijo de Amitai(KK), que era de Gat Hefer(KL). 26 Porque el Señor había visto la aflicción de Israel, que era muy amarga(KM); pues no había siervo ni libre, ni nadie que ayudara a Israel(KN). 27 El Señor no había dicho que borraría el nombre de Israel de debajo del cielo, y los salvó(KO) por mano de Jeroboam, hijo de Joás[bg].
28 Los demás hechos de Jeroboam y todo lo que hizo y su poder, cómo peleó y cómo recobró para Israel a Damasco(KP) y a Hamat(KQ), que habían pertenecido a Judá, ¿no están escritos en el libro de las Crónicas de los reyes de Israel? 29 Jeroboam durmió con sus padres, con los reyes de Israel, y su hijo Zacarías reinó en su lugar.
Reinado de Azarías en Judá
15 En el año veintisiete de Jeroboam, rey de Israel, comenzó a reinar Azarías[bh], hijo de Amasías, rey de Judá(KR). 2 Tenía dieciséis años cuando comenzó a reinar, y reinó cincuenta y dos años en Jerusalén. El nombre de su madre era Jecolía, de Jerusalén(KS). 3 Hizo lo recto ante los ojos del Señor, conforme a todo lo que su padre Amasías había hecho. 4 Solo que los lugares altos no fueron quitados. El pueblo todavía sacrificaba y quemaba incienso en los lugares altos(KT). 5 Y el Señor hirió al rey, y quedó leproso hasta el día de su muerte. Y habitó en una casa separada(KU), mientras Jotam, hijo del rey, estaba al frente de la casa, gobernando[bi] al pueblo de la tierra(KV). 6 Los demás hechos de Azarías y todo lo que hizo, ¿no están escritos en el libro de las Crónicas de los reyes de Judá? 7 Y durmió Azarías con sus padres, y lo sepultaron con ellos en la ciudad de David, y su hijo Jotam reinó en su lugar.
Varios reyes de Israel
8 En el año treinta y ocho de Azarías, rey de Judá(KW), Zacarías, hijo de Jeroboam, reinó seis meses sobre Israel en Samaria. 9 Hizo lo malo ante los ojos del Señor, como habían hecho sus padres; no se apartó de los pecados con que Jeroboam, hijo de Nabat, hizo pecar a Israel. 10 Entonces Salum, hijo de Jabes, conspiró contra él(KX) y lo hirió delante del pueblo y lo mató, y reinó en su lugar. 11 Los demás hechos de Zacarías, están escritos en el libro de las Crónicas de los reyes de Israel. 12 Esta es la palabra que el Señor habló a Jehú(KY): «Tus hijos hasta la cuarta generación se sentarán en el trono de Israel». Y así fue.
13 Salum, hijo de Jabes, comenzó a reinar en el año treinta y nueve de Uzías[bj], rey de Judá(KZ), y reinó un mes en Samaria(LA). 14 Entonces Manahem, hijo de Gadi, subió de Tirsa(LB) y vino a Samaria, e hirió a Salum, hijo de Jabes, en Samaria, y lo mató y reinó en su lugar. 15 Los demás hechos de Salum y la[bk] conspiración que tramó, están escritos en el libro de las Crónicas de los reyes de Israel. 16 Entonces Manahem hirió a Tifsa y a todos los que estaban en ella y en sus alrededores[bl] desde Tirsa, porque no le abrieron las puertas, por eso la hirió; y abrió el vientre a todas las mujeres que estaban encinta(LC).
17 En el año treinta y nueve de Azarías, rey de Judá(LD), Manahem, hijo de Gadi, comenzó a reinar sobre Israel; y reinó diez años en Samaria. 18 Hizo lo malo ante los ojos del Señor; en todos sus días no se apartó de los pecados con que Jeroboam, hijo de Nabat, hizo pecar a Israel.
19 Pul[bm], rey de Asiria, vino contra el país(LE), y Manahem dio a Pul 34 toneladas de plata para que su mano estuviera con él para fortalecer el reino bajo su mando(LF). 20 Entonces Manahem exigió este dinero a Israel, a todos los ricos poderosos, de cada uno cincuenta siclos (570 gramos) de plata para pagar al rey de Asiria. Y el rey de Asiria se volvió y no se detuvo allí en el país. 21 Los demás hechos de Manahem y todo lo que hizo, ¿no están escritos en el libro de las Crónicas de los reyes de Israel? 22 Y durmió Manahem con sus padres, y su hijo Pekaía reinó en su lugar.
23 En el año cincuenta de Azarías, rey de Judá, Pekaía, hijo de Manahem, comenzó a reinar sobre Israel en Samaria(LG), y reinó dos años. 24 Hizo lo malo ante los ojos del Señor; no se apartó de los pecados con que Jeroboam, hijo de Nabat, hizo pecar a Israel. 25 Entonces su oficial, Peka, hijo de Remalías, conspiró contra él y lo hirió en Samaria, en la ciudadela de la casa del rey(LH), y también a Argob y a Arie; y con él estaban cincuenta hombres de los hijos de los galaaditas. Lo mató y reinó en su lugar. 26 Los demás hechos de Pekaía y todo lo que hizo, están escritos en el libro de las Crónicas de los reyes de Israel.
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