Bible in 90 Days
Oración de Daniel por su pueblo
9 Darío hijo de Asuero, que era de la nación de los medos, llegó a ser rey de los caldeos. En el primer año 2 de su reinado yo, Daniel, logré entender en los escritos el número de años que el Señor había anunciado al profeta Jeremías: la desolación de Jerusalén habría de durar setenta años.(A)
3 Volví entonces mi rostro a mi Dios y Señor, para pedir su ayuda con oración y ruego. Me puse a ayunar, y me cubrí de cilicio y de ceniza. 4 Y ésta fue mi oración al Señor mi Dios; ésta fue mi confesión:
Señor, Dios grande y digno de ser temido,
que cumples tu pacto y tu misericordia
con los que te aman y cumplen tus mandamientos:
5 Hemos pecado, hemos hecho lo malo,
hemos sido impíos y rebeldes;
¡nos hemos apartado de tus leyes y mandamientos!
6 No obedecimos a tus siervos los profetas,
que en tu nombre hablaron a nuestros reyes,
a nuestros príncipes y a nuestros padres,
y a todo el pueblo de la tierra.
7 Tuya, Señor, es la justicia,
y nuestra es la vergüenza,
vergüenza que hoy llevan todos en Judá,
todos los habitantes de Jerusalén,
todo israelita, cercano y lejano,
todos los que, por rebelarse contra ti,
viven ahora en los países adonde los echaste.
8 Señor, nuestra es la vergüenza,
y de nuestros padres, príncipes y reyes,
porque todos hemos pecado contra ti.
9 Pero tú, Señor y Dios nuestro,
eres un Dios misericordioso, que sabe perdonar,
a pesar de que nos hemos rebelado contra ti
10 y no hemos obedecido tu voz;
¡no hemos obedecido las leyes que tú, Señor y Dios nuestro,
nos propusiste por medio de tus siervos los profetas.
11 Todo Israel ha transgredido tu ley;
se apartó de ti para no obedecerte.
¡Por eso nos han sobrevenido la maldición y el juramento
escritos en la ley de Moisés, tu siervo,
porque contra ti hemos pecado!
12 Y tú has cumplido tus advertencias contra nosotros,
y contra los jefes que nos gobernaron
y trajeron tan grande mal sobre nosotros.
¡Nunca antes se hizo bajo el cielo
lo que se ha hecho contra Jerusalén!
13 Todo este mal nos ha sobrevenido,
tal y como está escrito en la ley de Moisés.
No hemos implorado tu favor, Señor y Dios nuestro;
no nos apartamos de la maldad ni entendimos tu verdad.
14 Por eso tú, Señor, observaste nuestra maldad
y la hiciste volverse contra nosotros,
porque tú, Señor y Dios nuestro,
eres justo en todo lo que haces,
y nosotros no obedecimos tu voz.
15 Ahora pues, Señor y Dios nuestro,
que con gran poder sacaste de Egipto a tu pueblo
y te ganaste el renombre que hoy tienes:
¡hemos pecado, hemos actuado con impiedad!
16 Pero actúa, Señor, conforme a tu justicia
y aparta tu ira y tu furor de Jerusalén;
¡apártalos de tu ciudad y de tu santo monte!
¡Por nuestros pecados y por la maldad de nuestros padres
Jerusalén y nosotros somos el oprobio de nuestros vecinos!
17 Dios nuestro, ¡oye la oración de este siervo tuyo!
¡Oye sus ruegos, Señor, y por tu amor
haz resplandecer tu rostro sobre tu derruido santuario!
18 ¡Inclina, Dios mío, tu oído, y escúchanos!
¡Abre tus ojos, y mira nuestra desolación
y la ciudad sobre la que se invoca tu nombre!
¡A ti elevamos nuestros ruegos,
no porque confiemos en nuestra justicia
sino porque confiamos en tu gran misericordia!
19 ¡Señor, Señor, óyenos y perdónanos!
¡Préstanos atención, Señor, y actúa!
Por amor a ti mismo, Dios mío, ¡no tardes!,
que tu nombre se invoca sobre tu ciudad y tu pueblo.
Profecía de las setenta semanas
20 Todavía estaba yo hablando y orando, y confesando mi pecado y el de mi pueblo Israel; todavía estaba yo derramando mi ruego ante el Señor mi Dios en favor de su santo monte, 21 y orando sin cesar, cuando hacia la hora del sacrificio de la tarde vi que Gabriel,(B) el hombre que antes había visto en la visión, volaba hacia mí apresuradamente. 22 Habló conmigo, y me explicó:
«Daniel, si he salido ahora ha sido para infundirte sabiduría y entendimiento. 23 La orden fue dada en cuanto tú comenzaste a orar, y yo he venido a explicarte todo, porque Dios te ama mucho. Así que entiende la orden y la visión.
24 »Se ha concedido a tu pueblo y a la santa ciudad un plazo de setenta semanas para poner fin a sus pecados y transgresiones, para que expíen su iniquidad y establezcan la justicia de manera perdurable, y para que sellen la visión y la profecía, y unjan al Santo de los santos. 25 Así que debes saber y entender que, desde que se emitió la orden para restaurar y edificar a Jerusalén, y hasta que llegue el Mesías Príncipe, transcurrirán siete semanas, y sesenta y dos semanas más, y luego se volverá a reconstruir la plaza y la muralla. Serán tiempos angustiosos. 26 Después de las sesenta y dos semanas se le quitará la vida al Mesías, sin que él intervenga en esto, y el pueblo de un príncipe que está por venir destruirá la ciudad y el santuario. El fin vendrá como una inundación, y habrá destrucción hasta que la guerra termine. 27 Durante una semana, ese príncipe confirmará su pacto con muchos, pero a la mitad de la semana suspenderá los sacrificios y las ofrendas. Después de muchas cosas repugnantes vendrá el destructor,(C) hasta que llegue el fin y caiga sobre el desolador lo que está determinado que le sobrevenga.»
Visión de Daniel junto al río
10 En el año tercero del rey Ciro de Persia, Daniel, también llamado Beltsasar, recibió una revelación. La revelación era verdadera, y el conflicto grande; pero Daniel comprendió la revelación y pudo interpretar la visión.
2 Yo, Daniel, estuve afligido en aquellos días durante tres semanas. 3 No comí ningún manjar delicado, ni carne, ni tomé vino, ni me apliqué ningún perfume, hasta que se cumplieron las tres semanas. 4 El día veinticuatro del mes primero, mientras me encontraba a la orilla del gran río Hidekel, 5 levanté la mirada y vi a un hombre vestido de lino,(D) ceñido con un cinturón de oro de Ufaz. 6 Su cuerpo era semejante al berilo, su rostro resplandecía como un relámpago, y sus ojos parecían antorchas encendidas. Sus brazos y sus pies tenían el color de bronce bruñido, y sus palabras resonaban como el murmullo de una gran multitud. 7 Sólo yo, Daniel, tuve esa visión. Los que estaban conmigo no la vieron porque un gran temor se apoderó de ellos, y corrieron a esconderse. 8 De modo que sólo yo tuve esta gran visión, aunque me quedé sin fuerzas; me sobrevino un total desfallecimiento, y perdí todo vigor. 9 Sin embargo, pude oír el sonido de sus palabras, y al oírlas caí de cara al suelo y me quedé profundamente dormido.
10 Aquel hombre me tocó con la mano y me hizo ponerme de rodillas y apoyarme sobre las palmas de mis manos. 11 Y me dijo:
«Tú, Daniel, eres muy amado. Ponte de pie y presta atención a lo que voy a decirte, porque he sido enviado a ti.»
Mientras aquel hombre me decía esto, yo me puse en pie, aunque tembloroso. 12 Entonces aquel hombre me dijo:
«No tengas miedo, Daniel, porque tus palabras fueron oídas desde el primer día en que dispusiste tu corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios. Precisamente por causa de tus palabras he venido. 13 El príncipe del reino de Persia se me enfrentó durante veintiún días, pero Miguel,(E) que es uno de los príncipes más importantes, vino en mi ayuda, y me quedé allí, con los reyes de Persia. 14 Ahora he venido para hacerte saber lo que va a sucederle a tu pueblo en los últimos días. La visión es para esos días.»
15 Mientras aquel hombre me hablaba, yo permanecía con la mirada baja y en silencio. 16 Pero aquel que estaba delante de mí, y que era semejante a un hijo de hombre, me tocó los labios, y por eso me atreví a hablar. Le dije:
«Mi señor, esta visión me causa mucho dolor y me ha dejado sin fuerzas. 17 ¿Cómo podré hablar con mi señor, si soy su humilde siervo?»
¡Y es que al instante me faltaron las fuerzas, y me quedé sin aliento!
18 Pero aquel que tenía semejanza de hombre me tocó otra vez, me dio nuevas fuerzas, 19 y me dijo:
«La paz sea contigo, amado Daniel. No tengas miedo, sino sobreponte y cobra ánimo.»
Mientras aquel hombre me hablaba, recobré las fuerzas, y dije:
«Mi señor me ha infundido ánimo. Hábleme ahora.»
20 Y me dijo:
«¿Sabes por qué he venido a verte? Pues porque ahora tengo que volver a pelear contra el príncipe de Persia, y cuando termine de pelear con él, vendrá el príncipe de Grecia. 21 Aparte de Miguel,(F) el príncipe de ustedes, nadie me ayuda contra ellos. Pero yo voy a revelarte lo que está escrito en el libro de la verdad.
11 »Durante el primer año del reinado de Darío el medo, yo mismo estuve a su lado para animarlo y fortalecerlo.
Los reyes del norte y del sur
2 »Ahora te daré a conocer la verdad. Todavía habrá tres reyes en Persia, y hasta un cuarto rey, el cual llegará a ser más rico que los otros tres. Cuando sienta que sus riquezas le dan poder, invitará a todos ellos a levantarse contra el reino de Grecia. 3 Luego se levantará un rey muy valiente, el cual ejercerá su dominio haciendo gala de poder e implantando su voluntad, 4 pero en cuanto se levante su reino, se dividirá y se esparcirá por los cuatro vientos del cielo, pero no entre sus descendientes ni con el mismo dominio que antes ejerció, porque su reino será arrancado de raíz y entregado a otros fuera de ellos.
5 »El rey del sur cobrará fuerza, pero uno de sus príncipes llegará a ser más fuerte y poderoso que él, y grande será su dominio. 6 Al cabo de algunos años habrá una alianza: la hija del rey del sur se casará con el rey del norte, y se hará la paz. Pero ella no podrá mantener su fuerza, ni él podrá permanecer en el poder, sino que ella será traicionada, junto con su hijo y los que la acompañaron, y con los que en ese tiempo estaban de su parte.
7 »Pero de sus raíces surgirá un renuevo, uno de sus descendientes, y ocupará el trono. Con su ejército atacará al rey del norte y tomará la fortaleza, y luego de vencerlo hará con él lo que se le antoje. 8 Hasta se llevará a Egipto sus dioses e imágenes fundidas, lo mismo que sus objetos preciosos de plata y de oro, y durante muchos años se mantendrá en contra del rey del norte. 9 Luego incursionará en el territorio del rey del sur, y entonces volverá a su país.
10 »Más tarde, sus hijos reunirán a un ejército muy numeroso y, como una inundación, se lanzarán al ataque y lo arrasarán todo, llevando la guerra hasta la fortaleza. 11 Esto despertará la ira del rey del sur, que con un gran ejército saldrá a pelear contra el rey del norte, y librará una gran batalla, en la que éste será derrotado a pesar de contar con un gran ejército. 12 Al volver con el botín, se llenará de soberbia y ejecutará gente por millares, aunque no prevalecerá 13 porque el rey del norte volverá con un ejército más numeroso que el primero, y al cabo de algunos años volverá a hacerle la guerra.
14 »Entonces muchos se levantarán en armas contra el rey del sur, y también de tu pueblo se levantará gente violenta, para cumplir la visión, pero no podrán vencer. 15 Vendrá luego el rey del norte y levantará baluartes, y tomará la ciudad fuerte, y las fuerzas del sur no podrán resistir ni con sus mejores tropas, porque se quedarán sin fuerzas. 16 El ejército que los ataque hará todo lo que quiera hacer, y no habrá nadie que se le pueda enfrentar; llegará hasta la tierra gloriosa, y ésta será consumida bajo su poder. 17 Después se preparará para venir con todas las fuerzas de su reino, y hará un pacto con el rey del sur, y para destruirlo le dará como esposa una de sus hijas, pero no logrará vencerlo. 18 Se dirigirá entonces a los países de las costas, y a muchos los conquistará, pero un príncipe pondrá fin a su afrenta, y hasta logrará revertir sobre él esa afrenta. 19 Se volverá entonces contra las fortalezas de su tierra, pero fracasará en su intento y nunca más se sabrá de él.
20 »Después de él se levantará uno que mandará recaudar tributos para mantener el lustre de su reino, pero muy pronto será derrocado, aunque no morirá en el campo de batalla. 21 Será sucedido por un hombre despreciable, que no recibirá los honores debidos a un rey, pero que vendrá sin aviso y usurpará el trono por medio de zalamerías. 22 Delante de él las fuerzas contrarias serán derrotadas por completo, barridas como por una inundación, y con ellas perecerá el príncipe del pacto. 23 A los que pacten con él los engañará y los atacará, y los vencerá con un ejército reducido. 24 Cuando la provincia se encuentre en paz y con abundancia, la atacará y hará en ella lo que nunca hicieron sus padres, ni los padres de sus padres, pues repartirá entre sus soldados el botín de guerra, y los despojos y riquezas, y llevará a cabo sus planes contra las fortalezas, aunque sólo por cierto tiempo. 25 Con encono incitará a sus fuerzas, un gran ejército, a lanzarse contra el rey del sur; y el rey del sur entrará en batalla con un ejército muy numeroso y fuerte, pero no podrá vencerlo porque será traicionado. 26 Aun los que comían con él lo traicionarán, y su ejército será derrotado, y muchos perderán la vida. 27 Estos dos reyes sólo pensarán en perjudicar al otro, y en la misma mesa se engañarán; pero esto no les servirá de nada, porque el plazo aún no se habrá cumplido. 28 Entonces el rey del norte volverá a su país con grandes riquezas, aunque antes se propondrá dañar al pacto santo, y luego de satisfacer sus deseos regresará a su tierra.
29 »En el momento señalado, este rey volverá al sur, aunque este último ataque no será como el primero, 30 porque las naves de Quitín lo atacarán y lo humillarán, aunque él, en su enojo, se volverá contra el pacto santo y hará lo que se le antoje, pero se mostrará amable con los que abandonen el santo pacto. 31 Sus tropas se dedicarán a profanar el santuario y la fortaleza, y suspenderán el sacrificio continuo y en su lugar pondrán la abominación desoladora.(G) 32 A los que violen el pacto él los seducirá con engaños, pero el pueblo que conoce a su Dios se le opondrá con todas sus fuerzas. 33 Los sabios del pueblo instruirán a muchos, aunque por algún tiempo morirán a filo de espada o en el fuego, o serán llevados cautivos y despojados de sus propiedades. 34 Al caer, pocos serán los que les ayuden, aunque muchos fingirán apoyarlos. 35 También algunos de los sabios caerán, para ser depurados, limpiados y emblanquecidos hasta el momento señalado, porque aun para esto hay un plazo establecido.
36 »El rey hará todo lo que quiera, y tanta será su soberbia que se creerá más grande que cualquier dios;(H) hablará con insolencia(I) contra el Dios de los dioses, y tendrá éxito mientras la ira de Dios no llegue a su límite, porque lo que ha sido determinado se cumplirá. 37 Será tal su soberbia que no mostrará ningún respeto por los dioses de sus padres, ni por los dioses de sus mujeres, ni por ningún otro dios, porque se creerá mayor que todos ellos. 38 En cambio, honrará al dios de las fortalezas, dios que sus padres no conocieron, y lo honrará con oro y plata, y con piedras preciosas y con objetos muy costosos. 39 Con la ayuda de un dios ajeno tomará las fortalezas más inexpugnables, colmará de honores a los que le reconozcan, y repartirá la tierra a cambio de dinero.
40 »Cuando llegue el momento del fin, el rey del sur luchará contra el rey del norte, y éste se levantará contra aquél como una tempestad, con carros de guerra y gente de a caballo, y con muchas naves, y lo atacará por tierra, y lo arrasará como una inundación. 41 Invadirá la tierra gloriosa, y muchas provincias serán conquistadas, aunque Edom y Moab, y la mayoría de los hijos de Amón lograrán escapar. 42 Extenderá su mano contra muchos países, y ni Egipto podrá librarse de él. 43 Se apoderará de los tesoros de oro y plata de Egipto, y de todos sus objetos preciosos, y luego se apoderará de las riquezas de Libia y de Etiopía. 44 Pero cuando se entere de las noticias del oriente y del norte se llenará de temor y, lleno de ira, saldrá para destruir y matar a muchos. 45 Plantará las tiendas de su palacio entre los mares y el monte santo y glorioso, pero su fin llegará y no habrá nadie que lo ayude.
El tiempo del fin
12 »Cuando llegue el momento, se levantará Miguel,(J) el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo. Serán momentos angustiosos, como jamás los hubo desde que la humanidad existe,(K) pero llegado el momento tu pueblo será liberado, lo mismo que todos los que estén registrados en el libro. 2 Muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua.(L) 3 Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que instruyen a muchos en la justicia serán como las estrellas por toda la eternidad. 4 Pero tú, Daniel, mantén estas palabras en secreto y sella el libro(M) hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de un lado para otro, y la ciencia irá en aumento.»
5 Yo, Daniel, me fijé y vi a otros dos hombres que estaban en pie a la orilla del río, uno en un lado, y el otro en el lado opuesto. 6 Uno de ellos le dijo al varón vestido de lino, que estaba sobre las aguas del río:
«¿Cuándo se cumplirán todos estos portentos?»
7 Y vi que el que estaba vestido de lino y de pie junto a las aguas del río, levantó hacia el cielo las dos manos y, jurando por el que vive por los siglos,(N) dijo:
«Pasarán un tiempo, más dos tiempos, y la mitad de un tiempo.(O) Cuando la dispersión del poder del pueblo santo llegue a su fin, todas estas cosas se cumplirán.»
8 Yo pude oír esto, pero no lo entendí, así que dije:
«Mi señor, ¿qué fin tendrá todo esto?»
9 Él respondió:
«Vamos, Daniel; estas palabras están cerradas y selladas hasta el tiempo del fin. 10 Muchos serán limpiados, emblanquecidos y purificados, pero los impíos procederán con impiedad,(P) y ninguno de ellos entenderá esto, pero los entendidos si lo comprenderán. 11 Desde el momento en que sea suspendido el sacrificio continuo hasta la abominación desoladora,(Q) pasarán mil doscientos noventa días. 12 Bienaventurado el que espere y llegue a mil trescientos treinta y cinco días. 13 Pero tú, sigue hasta el fin. Cuando llegue el fin del tiempo, reposarás y te levantarás para recibir lo que te corresponde recibir.»
Oseas, su esposa infiel y sus hijos
1 La palabra del Señor vino a Oseas hijo de Berí en los días de Uzías,(R) Yotán,(S) Ajaz(T) y Ezequías,(U) que fueron reyes de Judá, y también en los días de Jeroboán(V) hijo de Joás, rey de Israel.
2 La palabra del Señor vino a Oseas por primera vez, y le dijo:
«Ve y toma por mujer a una prostituta, y ten con ella hijos de una prostituta, porque la tierra se ha prostituido. Se ha apartado del Señor.»
3 Oseas fue y tomó por mujer a Gomer hija de Diblayin, la cual concibió y le dio a luz un hijo. 4 Entonces el Señor le dijo:
«Ponle por nombre Jezrel, porque dentro de poco tiempo voy a castigar a la casa de Jehú, por causa de los asesinatos cometidos en Jezrel.(W) Voy a ponerle fin al reinado de la casa de Israel. 5 Cuando llegue el día, haré pedazos el arco de Israel en el valle de Jezrel.»
6 Gomer volvió a concebir, y dio a luz una hija. Entonces Dios le dijo a Oseas:
«Ponle por nombre Lorrujama,[a] porque no volveré a compadecerme de la casa de Israel, sino que los eliminaré por completo. 7 Sin embargo, tendré misericordia de la casa de Judá, y los salvaré; pero no lo haré por medio de arcos ni espadas, ni por medio de combates con caballos y jinetes, sino por medio del Señor su Dios.»
8 Después de que Gomer destetó a Lorrujama, ésta concibió y dio a luz un hijo. 9 Entonces Dios dijo:
«Ponle por nombre Loamí,[b] porque ustedes no son mi pueblo, ni yo soy el Dios de ustedes. 10 Con todo, los hijos de Israel serán tan numerosos como la arena del mar, que no es posible medirla ni contarla. Y allí donde se les dijo: “Ustedes no son mi pueblo”, se les dirá: “Ustedes son hijos del Dios de la vida”.(X) 11 Y se reunirán los hijos de Judá y los hijos de Israel, y nombrarán un solo jefe, y volverán a levantarse en la tierra; porque el día de Jezrel será grande.
El amor del Señor por un pueblo infiel
2 »Pueden llamar a sus hermanos: Ammi;[c] y a sus hermanas: Ruhama.[d] 2 Pero repróchenle a su madre el hecho de no ser ella mi mujer, ni yo su marido. Díganle que deje de serme infiel, que no cometa más adulterio. 3 De lo contrario, le arrancaré la ropa y la dejaré desnuda, como estaba el día en que nació. La dejaré desolada como un desierto, como tierra seca, y la mataré de sed. 4 No tendré compasión alguna de sus hijos, porque son hijos de una prostituta. 5 Es un hecho que su madre se prostituyó; la que los dio a luz perdió la honra cuando dijo: “Voy a seguir a mis amantes, porque ellos me dan pan y agua, lana y lino, aceite y vino.” 6 Por eso voy a plagar su camino con espinos; voy a cerrarle el paso, para que no encuentre el camino. 7 Podrá seguir a sus amantes, pero no logrará alcanzarlos; irá en su busca, pero no los hallará. Y entonces dirá: “Voy a volver con mi primer marido, porque con él me iba mejor que ahora.”
8 »Y es que ella no ha reconocido que soy yo quien le ha dado el trigo, el vino y el aceite; que soy yo quien le ha multiplicado la plata y el oro que le ofrece a Baal. 9 Por eso en su momento haré que me devuelva mi trigo y mi vino; le quitaré mi lana y mi lino, que le había dado para que cubriera su desnudez, 10 y a la vista de sus amantes pondré al descubierto sus partes pudendas. ¡Nadie la librará de mi mano! 11 Pondré fin a todo su alborozo y a sus fiestas, a sus lunas nuevas y a sus días de reposo, y a todas sus festividades. 12 Arrasaré sus viñas y sus higueras, que ella consideraba la paga que le dieron sus amantes, y las reduciré a un matorral, y se las comerán las bestias del campo. 13 La castigaré por los días en que ofreció incienso a los baales, cuando se adornaba con zarcillos y joyas, y se iba en pos de sus amantes, y se olvidaba de mí.
—Palabra del Señor.
14 »Sin embargo, volveré a cortejarla. La llevaré al desierto, y allí me ganaré su corazón. 15 Allí le devolveré sus viñas, y haré del valle de Acor(Y) una puerta de esperanza; allí volverá a cantar, como cuando era joven; como cuando salió de la tierra de Egipto.
16 »Cuando llegue el momento, tú me llamarás Ishí,[e] y nunca más volverás a llamarme Baalí.[f]
—Palabra del Señor.
17 »Yo te quitaré de la boca los nombres de los baales, y nunca más volverás a mencionar sus nombres. 18 Cuando llegue ese día, haré por ti un pacto con las bestias del campo, con las aves del cielo y con las serpientes de la tierra. Pondré fin al arco, la espada y la guerra, y te haré dormir tranquila. 19 Para siempre te tomaré por esposa, y serás mi esposa ante Dios y ante los hombres,[g] con toda misericordia y compasión. 20 Yo te tomaré por esposa, con votos de fidelidad, y tú conocerás a tu Señor.
21 »Cuando llegue ese momento, yo les responderé a los cielos, y los cielos le responderán a la tierra.
—Palabra del Señor.
22 »La tierra les responderá al trigo, al vino y al aceite, y ellos le responderán a Jezrel.[h] 23 Yo la sembraré para mí en la tierra, y tendré misericordia de Lorrujama, y a Loamí le diré: “Tú eres mi pueblo”,(Z) y él me dirá: “Tú eres mi Dios”.»
Oseas y la adúltera
3 Todavía el Señor volvió a decirme:
«Ve y ama a esa adúltera, a quien ama su amigo como ama el Señor a los hijos de Israel, aun cuando éstos sólo tienen ojos para los dioses ajenos y aman las tortas de pasas.»
2 Yo la compré para mí, y di por ella quince monedas de plata y doscientos litros de cebada. 3 Y le dije: «Tú serás mía durante mucho tiempo. No te prostituirás, ni tendrás a ningún otro hombre. Tampoco yo tendré otra mujer.» 4 Porque durante mucho tiempo los hijos de Israel estarán sin rey ni príncipe, ni sacrificios, ni estatuas, ni efod ni terafines. 5 Después de eso los hijos de Israel volverán a buscar al Señor su Dios y a David su rey, y en los últimos días temerán al Señor y su bondad.
Controversia del Señor con Israel
4 Hijos de Israel, ¡oigan la palabra del Señor! El Señor ha entablado un pleito contra los habitantes de la tierra, porque ya no hay en la tierra verdad ni misericordia, ni conocimiento de Dios; 2 en cambio, abundan el perjurio, la mentira, las muertes, los robos, los adulterios, y homicidio tras homicidio. 3 Por eso la tierra está de luto, y desfallecen todos sus habitantes. Por eso mueren las bestias del campo, las aves del cielo, y aun los peces del mar.
4 «¡Que nadie entable pleito con nadie, ni reprenda a nadie! ¡Tu pueblo parece estar en pleito con los sacerdotes! 5 Por eso caerás durante el día, y contigo caerá también el profeta durante la noche, y a tu madre la destruiré. 6 Mi pueblo ha sido destruido porque le faltó conocimiento. Puesto que tú desechaste el conocimiento, yo te desecharé del sacerdocio; puesto que te olvidaste de la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos.
7 »Mientras más numerosos se hicieron, más pecaron contra mí. Por eso yo cambié su honra en afrenta. 8 Se alimentan con el pecado de mi pueblo; sacian su apetito con su maldad. 9 ¡De tal pueblo, tal sacerdote! Pero yo los castigaré por su conducta; ¡les daré lo que merecen sus acciones! 10 Comerán, pero no se saciarán; se prostituirán, pero no tendrán hijos, porque dejaron de servir al Señor.
11 »La prostitución, el vino y el mosto hacen que se pierda el juicio. 12 Mi pueblo le pregunta a su ídolo de palo, y ese palo le responde. Su espíritu de prostitución los hizo errar; abandonaron a su Dios para prostituirse. 13 Sobre las cimas de los montes ofrecieron sacrificios; sobre las colinas, y debajo de las encinas y álamos y olmos que tenían buena sombra quemaron incienso; por eso se prostituyeron sus hijas y sus nueras cometieron adulterio. 14 Pero no castigaré a sus hijas cuando se prostituyan, ni a sus nueras cuando cometan adulterio, porque ellos mismos se van con rameras, y ofrecen sacrificios con mujeres de mala fama. Por eso tropieza el pueblo falto de entendimiento.
15 »Pero si tú, Israel, te prostituyes, que por lo menos Judá no peque. Y no entren en Gilgal, ni vayan a Bet Avén, ni juren: “¡Vive el Señor!” 16 Porque Israel se apartó del camino, como novilla indómita. ¿Y ahora quieren que el Señor los cuide en amplios pastos, como si fueran corderos?
17 »Efraín se inclina por los ídolos; ¡déjenlo! 18 Se corrompe con su bebida; se prostituye sin descanso; sus príncipes aman lo que es vergonzoso. 19 El viento los atrapó en sus alas, y por sus sacrificios serán avergonzados.
Apostasía y castigo de Israel
5 »Ustedes los sacerdotes, escuchen esto; y ustedes, los de la casa de Israel, presten atención; y ustedes, los de la casa real, óiganlo bien. Porque la sentencia es contra ustedes, pues en Mispá fueron una trampa y en el Tabor fueron una red. 2 Con tantas víctimas que han hecho se han rebajado por completo. Por lo tanto, a todos ellos los castigaré.
3 »A Efraín lo conozco, e Israel no me es desconocido; pero ahora resulta que Efraín se ha prostituido, y que Israel se ha contaminado. 4 Como en ellos habita el espíritu de prostitución, no me conocen a mí, el Señor su Dios, ni piensan en volverse a mí.»
5 La arrogancia de Israel le desmentirá en su propia cara; Israel y Efraín caerán por su pecado, y Judá caerá también con ellos. 6 Andan en busca del Señor mientras guían a sus ovejas y sus vacas; pero no lo encuentran, porque él se ha apartado de ellos. 7 Pecaron contra el Señor al engendrar hijos extraños. Ahora, en un solo mes serán consumidos ellos y sus propiedades.
8 «¡Toquen la bocina en Gabaa y la trompeta en Ramá! ¡Den la voz de alarma en Bet Avén! Y tú, Benjamín, ¡ponte a temblar! 9 En el día del castigo, Efraín será asolado. Yo daré a conocer la verdad entre las tribus de Israel. 10 Los príncipes de Judá se parecen a los que no respetan los linderos. Por eso derramaré mi ira sobre ellos, como si derramara agua.
11 »A Efraín se le ultraja y se le quebranta en el juicio, porque prefirió seguir a los dioses falsos. 12 Por eso yo seré para Efraín como la polilla, y para la casa de Judá seré como carcoma. 13 Entonces Efraín verá su enfermedad, y Judá contemplará su llaga. Y Efraín recurrirá al rey Jareb de Asiria en busca de ayuda, pero él no podrá sanarlos ni les curará la llaga. 14 Ciertamente yo seré para Efraín como un león, y para la casa de Judá seré como un cachorro. Los atraparé, y luego me iré. Los agarraré, y no habrá quien me los quite.
Falso arrepentimiento de Israel
15 »Después de eso volveré a mi santo lugar, hasta que ellos reconozcan su pecado y busquen mi rostro. Porque en su angustia me buscarán.»
6 ¡Vengan, volvamos nuestros ojos al Señor! Ciertamente él nos arrebató, pero nos sanará; nos hirió, pero vendará nuestras heridas; 2 Después de dos días nos dará vida, y al tercer día nos resucitará(AA) para que vivamos en su presencia. 3 Entonces conoceremos al Señor, y más y más lo iremos conociendo. Vendrá a nuestro encuentro como la luz del alba, como vienen a la tierra las lluvias tempranas y las lluvias tardías.
4 «¿Qué voy a hacer contigo, Efraín? ¿Y qué voy a hacer contigo, Judá? La piedad de ustedes es como una nube matutina; es como el rocío del amanecer, que pronto se desvanece. 5 Por eso los hice pedazos por medio de los profetas. Los aniquilé con las palabras de mi boca. La sentencia contra ustedes brotó como la luz. 6 Lo que yo quiero es misericordia, y no sacrificio;(AB) ¡conocimiento de Dios, más que holocaustos!
7 »Pero ellos, como antes Adán, no respetaron mi pacto, sino que pecaron contra mí. 8 Tú, Galaad, eres una ciudad de malhechores; estás manchada de sangre. 9 Así como los ladrones están al acecho de su víctima, así también una pandilla de sacerdotes mata en el camino a Siquén, con lo que incurren en un hecho repugnante. 10 En la casa de Israel he visto acciones asquerosas. Allí se prostituyó Efraín, y se contaminó Israel.
11 »Pero también para ti, Judá, tengo preparado el momento de la siega. Y esto lo haré cuando haga volver del cautiverio a mi pueblo.
Iniquidad y rebelión de Israel
7 »Mientras yo sanaba a Israel, la iniquidad de Efraín y las maldades de Samaria quedaron al descubierto, pues incurrieron en un engaño. ¡Mientras los ladrones entran a la casa, afuera los salteadores asaltan! 2 No se pusieron a pensar que yo guardo en mi memoria toda su maldad. Pero ahora quedarán atrapados por sus malas obras, las cuales tengo muy presentes. 3 Al rey lo divierten con su maldad, y a los príncipes con sus mentiras. 4 Todos ellos son unos adúlteros. Son como un horno encendido, cuyo fuego no hace falta avivar desde que se hace la masa y hasta que ésta fermenta. 5 En las fiestas de nuestro rey, los príncipes se encienden con copas de vino, y el rey le tiende la mano a gente blasfema. 6 Su corazón es como un horno abierto; durante la noche languidece el fuego, pero a la mañana se aviva. 7 Todos ellos arden como un horno, y devoran a sus jueces; todos sus reyes fracasan, pero ninguno de ellos me pide ayuda.
8 »Efraín se ha mezclado con otros pueblos; es como una torta a medio cocer. 9 Gente extraña ha acabado con su fuerza, ¡y él ni cuenta se ha dado! Hasta canas le han salido, ¡pero él no se da por enterado! 10 La arrogancia de Israel lo desmiente en su propia cara, ¡y ni así se vuelve a mí, su Señor y Dios, ni me busca!
11 »Efraín es como una paloma ingenua y falta de entendimiento; ¡a Egipto le pide ayuda, pero recurre a Asiria! 12 Cuando vayan allá, les tenderé una red y haré que caigan como pájaros. Los castigaré como ya se ha anunciado en sus congregaciones. 13 ¡Ay de ellos, porque se apartaron de mí! ¡Les sobrevendrá la destrucción, porque se rebelaron contra mí! Yo los redimí, y ellos dijeron de mí puras mentiras. 14 No claman a mí de todo corazón, sino que gritan acostados en sus camas. Se juntan para el trigo y el vino, pero se rebelan contra mí. 15 Yo los he entrenado, he fortalecido sus brazos, pero ellos sólo intrigan contra mí. 16 Son como un arco engañoso, pues se vuelven, pero no hacía mí. Sus príncipes caen a filo de espada por la soberbia de su lengua, ¡y eso será su escarnio en la tierra de Egipto!
Reprensión de la idolatría de Israel
8 »¡Llévate la trompeta a los labios, que un águila revolotea sobre la casa del Señor! Y es que no respetaron mi pacto, sino que se rebelaron contra mi ley. 2 Israel clama a mí: “¡Dios mío, nosotros te conocemos!”, 3 pero en realidad rechaza mis bondades; por eso el enemigo lo perseguirá. 4 Los reyes que establecen, yo no los he escogido; cuando nombran a sus príncipes, nunca me lo dicen. Con su plata y su oro se hacen ídolos, para su propia destrucción.
5 »Samaria, tu becerro te hizo alejarte. Mi enojo se encendió contra ustedes. ¿Hasta cuándo estarán sin poder purificarse? 6 Y este otro becerro de Samaria también es de Israel. No es Dios, pues un artífice lo hizo. ¡Por eso será hecho pedazos! 7 Han sembrado vientos, y recogerán torbellinos. No obtendrán mies alguna, ni su trigo producirá harina. Y en caso de producirla, gente extraña se la comerá. 8 Muy pronto Israel será devorado. Será entre las naciones como una vasija sin valor alguno. 9 Porque ellos, a la manera de obstinado asno montés, recurrieron a Asiria. Y Efraín se compró amantes a cambio de un salario. 10 Pero ahora voy a juntarlos, y aunque se compren amantes entre las naciones, durante algún tiempo sufrirán la opresión del rey y de los príncipes.
11 »Efraín multiplicó sus altares, que acabaron siendo altares de pecado. 12 Le escribí las grandezas de mi ley, pero las vio como algo extraño. 13 Ofrecieron sacrificios, y se comieron la carne, pero eso no me agradó. Yo, el Señor, voy a tomar en cuenta su iniquidad, y castigaré su pecado. ¡Ellos volverán a Egipto! 14 Israel olvidó a su Creador y edificó templos, y Judá construyó muchas ciudades fortificadas, pero yo voy a prenderles fuego a sus ciudades, y sus palacios serán consumidos.»
La infidelidad de Israel será castigada
9 No te alegres, Israel, ni saltes de gozo como los otros pueblos, porque te has prostituido al apartarte de tu Dios. En todos los campos de trigo preferiste recibir la paga de una prostituta. 2 Por eso no tendrán trigo ni vino suficiente para vivir, y les faltará mosto. 3 Efraín no permanecerá en la tierra del Señor, sino que volverá a Egipto y a Asiria, en donde se alimentará de comida impura.
4 No ofrecerán libaciones al Señor, ni él se agradará de sus sacrificios; su pan será como el que comen los que están de luto, y todos los que lo coman quedarán impuros. Ese pan no entrará en la casa del Señor, sino que será para ellos mismos.
5 ¿Qué van a hacer en las fiestas solemnes, en las fiestas del Señor? 6 Aunque logren escapar de la destrucción, los egipcios los recogerán y en Menfis los enterrarán. Su plata más deseable se llenará de ortiga, y en sus viviendas crecerán espinos.
7 ¡Entérate, Israel! ¡Ya vienen los días del castigo!(AC) ¡Ya vienen los días de la retribución! Pero por causa de tu mucha maldad, al profeta se le considera insensato, y al hombre de espíritu se le aborrece. 8 Ante Dios, Efraín es un vigilante; en todos los caminos, el profeta es una trampa de cazador, odiado en la casa de su Dios. 9 En su corrupción, han llegado a lo más bajo, como en los días de Gabaa.(AD) Pero el Señor tomará en cuenta su iniquidad, y los castigará por su pecado.
10 «En un principio, encontré a Israel como a las uvas en el desierto; vi a sus antepasados como a los primeros frutos de la higuera. Pero ellos acudieron a Baal Pegor;(AE) para vergüenza suya se apartaron de mí, y se hicieron tan odiosos como los dioses que amaron. 11 La gloria de Efraín se escapará como las aves, de modo que no habrá nacimientos ni embarazos ni concepciones. 12 Y en caso de que sus hijos lleguen a ser grandes, yo los borraré de la tierra. A decir verdad, ¡ay de ellos cuando los deje solos! 13 Según veo, Efraín se parece a Tiro: Ahora se encuentra en un país delicioso, pero acabará por lanzar sus hijos a la matanza.»
14 Señor, ¡dales lo que tienes que darles! ¡Dales matrices que aborten, y pechos sin leche!
15 «Toda su maldad la cometieron en Gilgal. Y fue allí donde les tomé aversión. Por la perversidad de sus obras los echaré de mi casa, y no volveré a amarlos, pues todos sus príncipes son desleales.
16 »Efraín ha sido herido. Su raíz está seca, y no volverá dar más fruto. Aun cuando lleguen a engendrar, yo no dejaré que vivan los hijos que tanto desean.»
17 Mi Dios los desechará, porque ellos no quisieron escucharlo. Por eso andarán errantes entre las naciones.
10 Israel es una viña frondosa y muy fructífera, pero la abundancia de sus frutos fue semejante a la abundancia de sus altares. ¡Mientras más le produjo la tierra, más aumentó sus ídolos. 2 Tiene el corazón dividido. Pero tendrá que cargar con su culpa. El Señor derribará sus altares y destruirá sus ídolos.
3 Seguramente van a decir:
«No tenemos rey, porque no tuvimos temor del Señor. Y si lo tuviéramos, ¿qué podría hacer por nosotros?»
4 Profieren palabras sin sentido al momento de hacer el pacto. Eso que llaman «justicia» abunda como el ajenjo en los surcos del campo. 5 Por causa de las becerras de Bet Avén(AF) los habitantes de Samaria se llenarán de temor; por causa del becerro su pueblo estará de luto, lo mismo que sus sacerdotes. Se regocijan por el becerro, del cual están orgullosos, pero ese becerro les será arrebatado; 6 será llevado a Asiria como un regalo para el rey Jareb. Y Efraín quedará avergonzado, e Israel se avergonzará de sus proyectos. 7 Su rey desaparecerá de Samaria, como desaparece la espuma de la superficie de las aguas. 8 Los lugares altos de Avén, donde Israel pecaba, serán destruidos; sobre sus altares crecerán cardos y espinos. Entonces suplicarán a los montes que los cubran, y a las colinas les rogarán que caigan sobre ellos.(AG)
9 «Tú, Israel, has pecado desde aquellos días de Gabaa,(AH) y en tu pecado has persistido. ¡Pues ahora la guerra los atrapará en Gabaa! 10 Yo los castigaré cuando quiera castigarlos, y los pueblos se juntarán contra ellos cuando paguen por su doble crimen. 11 Efraín es una novilla domada, a la que le gusta trillar. Pero yo pasaré sobre su lozana cerviz, y haré que Efraín lleve el yugo mientras Judá abre surco y Jacob rompe los terrones.
12 »Siembren para ustedes la justicia, y cosecharán misericordia. Hagan para ustedes el barbecho,(AI) porque éste es el momento de buscarme. Entonces yo, el Señor, vendré y los instruiré en la justicia.»
13 Ustedes abrieron surcos para la impiedad, y lo que cosecharon fue la iniquidad. Por eso comerán el fruto de la mentira, pues confiaron en sus propias ideas y en la multitud de sus guerreros. 14 Por eso habrá alboroto en sus pueblos, y todas sus fortalezas serán destruidas, como destruyó Salmán a Bet Arbel en el día de la batalla, cuando madres e hijos fueron destrozados. 15 Lo mismo hará Betel con ustedes, por causa de su gran maldad. ¡El rey de Israel será derrotado al amanecer!
Dios se compadece de su obstinado pueblo
11 «Yo amé a Israel desde que era un niño. De Egipto llamé a mi hijo.(AJ) 2 Pero mientras más los llamaba yo, más se alejaban de mí, y ofrecían sacrificios a los baales y quemaban incienso para honrar a los ídolos.
3 »Yo tomé en mis brazos a Efraín y le enseñé a caminar, pero él nunca reconoció que era yo quien lo cuidaba. 4 Yo los atraje a mí con cuerdas humanas, ¡con cuerdas de amor! Estaban sometidos al yugo de la esclavitud, pero yo les quité ese yugo y les di de comer.
5 »Pero no quisieron volverse a mí. Por eso, no volverán a Egipto, sino que el asirio mismo será su rey. 6 La espada caerá sobre sus ciudades, y acabará con sus aldeas. Acabará con ellas por causa de sus malas intenciones. 7 Mi pueblo insiste en rebelarse contra mí; me llaman el Dios Altísimo, pero ninguno de ellos me quiere enaltecer.
8 »¿Cómo podría yo abandonarte, Efraín? ¿Podría yo entregarte, Israel? ¿Podría yo hacerte lo mismo que hice con Adma y con Zeboyin?(AK) Dentro de mí, el corazón se me estremece, toda mi compasión se inflama. 9 Pero no daré paso al ardor de mi ira, ni volveré a destruir a Efraín. Dentro de esta ciudad estoy yo, el Dios Santo, y no un simple hombre. Así que no entraré en la ciudad.
10 »Ellos vendrán en pos de mí. Yo, el Señor, rugiré como un león, y mis hijos vendrán temblando desde el occidente. 11 Saldrán de Egipto temblorosos como aves. Saldrán de Asiria temblorosos como palomas. Yo haré que vuelvan a habitar sus casas.
—Palabra del Señor.
12 »Efraín siempre me habla con mentiras, y la casa de Israel siempre me habla con engaños. Judá anda perdido, lejos de mí, su Dios santo y fiel.»
Reprensión de la falsedad y opresión de Efraín
12 Efraín anda tras el viento; va en pos del solano; constantemente aumenta la mentira y la destrucción, porque hace pactos con los asirios y se lleva a Egipto el aceite. 2 El Señor tiene pleito con Judá. Va a castigar a Jacob por sus acciones; va a darle su merecido por sus hechos. 3 En el seno materno agarró a su hermano por el talón,(AL) y cuando creció luchó con un ángel 4 y logró vencerlo. Luego lloró, y cuando lo encontró en Betel(AM) le rogó.(AN) Allí él habló con nosotros; 5 habló el Señor y Dios de los ejércitos. Su nombre es el Señor. 6 Por lo tanto, vuélvete a tu Dios, haz misericordia e imparte justicia, y confía siempre en tu Dios.
7 «Como un mercader que sostiene pesas falsas en su mano, y que ama la opresión, 8 Efraín dijo: “¡Qué rico soy! ¡Tengo muchas riquezas! ¡Y nadie puede acusarme de haber pecado ni de haber ganado todo esto de manera indebida!” 9 Pero desde que estabas en Egipto yo soy el Señor tu Dios; y todavía he de hacerte vivir en tiendas de campaña, como en los días de fiesta.(AO)
10 »Yo les he hablado a los profetas, y aumenté las visiones, y por medio de ellos me comuniqué en parábolas. 11 ¿Hay iniquidad en Galaad? La verdad, los de Galaad no valen nada. En Gilgal ofrecieron bueyes en sacrificio. Por eso sus altares quedarán como los montones de tierra en los surcos del campo. 12 Jacob huyó a tierra de Aram. Allí, Israel trabajó como pastor para ganarse una esposa.(AP) 13 Por medio de un profeta, yo, el Señor, saqué a Israel de Egipto,(AQ) y por medio de ese profeta lo cuidé. 14 ¡Pero cuántos amargos disgustos Efraín me ha causado! Por lo tanto, yo, el Señor, haré que recaiga sobre él la sangre que ha derramado, y le devolveré sus ofensas.
Anuncio de la destrucción total de Efraín
13 »Efraín era muy importante en Israel. Cuando hablaba, había temor. Pero murió por haber pecado con Baal. 2 Y ahora ha añadido más a su pecado, pues con su plata, y según su entender, se ha hecho imágenes fundidas de becerros, ídolos fabricados por artífices, y piden a la gente que les ofrezcan sacrificios y los besen. 3 Por lo tanto, desaparecerán como la niebla matutina, como el rocío de la madrugada, como el tamo que el viento arrebata de la era, ¡como el humo que sale de la chimenea!
4 »Yo soy el Señor tu Dios. Yo te saqué de Egipto. No conocerás a otro dios fuera de mí, pues yo soy tu único salvador. 5 Yo te conocí en la aridez del desierto.(AR) 6 Yo los cuidé, y ustedes comieron hasta saciarte, pero luego su corazón se llenó de soberbia y se olvidaron de mí.
Copyright © 2009, 2011 by Sociedades Bíblicas Unidas