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The Daily Audio Bible

This reading plan is provided by Brian Hardin from Daily Audio Bible.
Duration: 731 days

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Nueva Biblia de las Américas (NBLA)
Version
Malaquías 3-4

El día del juicio

«Miren, Yo envío a Mi mensajero[a], y él preparará el camino delante de Mí(A). Y vendrá de repente a Su templo el Señor a quien ustedes buscan(B); el mensajero(C) del pacto en quien ustedes se complacen(D), ya viene», dice el Señor de los ejércitos. «¿Pero quién podrá soportar el día de Su venida? ¿Y quién podrá mantenerse en pie cuando Él aparezca(E)? Porque Él es como fuego(F) de fundidor y como jabón de lavanderos. Y Él se sentará como fundidor y purificador de plata, y purificará(G) a los hijos de Leví y los acrisolará como a oro y como a plata, y serán los que presenten ofrendas en justicia al Señor(H). Entonces será grata al Señor la ofrenda de Judá y de Jerusalén(I), como en los días de antaño y como en los años pasados(J). Me acercaré a ustedes para el juicio, y seré un testigo veloz contra los hechiceros(K), contra los adúlteros(L), contra los que juran en falso(M) y contra los que oprimen al jornalero en su salario(N), a la viuda y al huérfano(O), contra los que niegan el derecho del extranjero y los que no me temen», dice el Señor de los ejércitos. «Porque Yo, el Señor, no cambio; por eso ustedes, oh hijos de Jacob, no han sido consumidos(P).

El pago de los diezmos

»Desde los días de sus padres se han apartado de Mis estatutos y no los han guardado(Q). Vuelvan a Mí y Yo volveré a ustedes», dice el Señor de los ejércitos(R). «Pero dicen: “¿Cómo hemos de volver?”.

Fidelidad de las ofrendas

»¿Robará el hombre a Dios? Pues ustedes me están robando. Pero dicen: “¿En qué te hemos robado?”. En los diezmos y en las ofrendas(S). Con maldición están malditos(T), porque ustedes, la nación entera, me están robando. 10 Traigan todo el diezmo(U) al alfolí[b], para que haya alimento en Mi casa; y pónganme ahora a prueba en esto», dice el Señor de los ejércitos, «si no les abro las ventanas de los cielos(V), y derramo para ustedes bendición(W) hasta que sobreabunde(X). 11 Por ustedes reprenderé al devorador, para que no les destruya los frutos del suelo(Y), ni su vid en el campo sea estéril», dice el Señor de los ejércitos. 12 «Y todas las naciones los llamarán a ustedes bienaventurados(Z), porque serán una tierra de delicias(AA)», dice el Señor de los ejércitos.

El justo y el injusto

13 «Las palabras de ustedes han sido duras contra Mí», dice el Señor. «Pero dicen: “¿Qué hemos hablado contra Ti?”. 14 Ustedes han dicho: “En vano es servir a Dios(AB). ¿Qué provecho hay en que guardemos Sus ordenanzas y en que andemos de duelo delante del Señor(AC) de los ejércitos? 15 Por eso ahora llamamos bienaventurados a los soberbios(AD). No solo prosperan los que hacen el mal(AE), sino que también ponen a prueba a Dios y escapan sin ser castigados”».

16 Entonces los que temían[c] al Señor se hablaron unos a otros, y el Señor prestó atención(AF) y escuchó, y fue escrito delante de Él un libro(AG) memorial para los que temen[d] al Señor y para los que estiman Su nombre. 17 «Y ellos serán Míos», dice el Señor(AH) de los ejércitos, «el día en que Yo prepare(AI) Mi tesoro especial(AJ), y los perdonaré como un hombre perdona al hijo(AK) que le sirve». 18 Entonces volverán a distinguir entre el justo y el impío(AL), entre el que sirve a Dios y el que no le sirve.

El gran día del Señor

[e]«Porque viene el día, ardiente como un horno, y todos los soberbios y todos los que hacen el mal serán como paja(AM); y el día que va a venir les prenderá fuego(AN)», dice el Señor de los ejércitos(AO), «que no les dejará ni raíz ni rama. Pero para ustedes que temen[f] Mi nombre, se levantará el sol(AP) de justicia con la salud(AQ) en sus alas; y saldrán y saltarán como terneros(AR) del establo. Y ustedes pisotearán a los impíos(AS), pues ellos serán ceniza bajo las plantas de sus pies(AT) el día en que Yo actúe», dice el Señor de los ejércitos(AU).

«Acuérdense de la ley de Mi siervo Moisés, de los estatutos y las ordenanzas que Yo le di en Horeb para todo Israel(AV). Yo les envío al profeta Elías antes que venga el día del Señor, día grande y terrible(AW). Él hará volver el corazón de los padres hacia los hijos(AX), y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que Yo venga y hiera la tierra con maldición[g](AY)».

Apocalipsis 22

El río de la vida y el árbol de la vida

22 Después el ángel me mostró(A) un río(B) de agua de vida(C), resplandeciente como cristal(D), que salía del trono de Dios y del Cordero, en medio de la calle de la ciudad[a](E). Y a cada lado(F) del río estaba el árbol de la vida(G), que produce doce clases de fruto, dando su fruto cada mes; y las hojas del árbol(H) eran para sanidad de las naciones. Ya no habrá más maldición(I). El trono de Dios y del Cordero(J) estará allí[b], y Sus siervos le servirán(K). Ellos verán Su rostro(L) y Su nombre(M) estará en sus frentes(N). Y ya no habrá más noche(O), y no tendrán[c] necesidad de luz de lámpara(P) ni de luz del sol, porque el Señor Dios los iluminará, y reinarán por los siglos de los siglos(Q).

La venida de Cristo

Y me dijo(R): «Estas palabras son fieles y verdaderas(S)». El Señor, el Dios de los espíritus de los profetas(T), envió a Su ángel para mostrar a Sus siervos(U) las cosas que han de suceder enseguida. «Por tanto, Yo vengo pronto(V). Bienaventurado el que guarda(W)las palabras de la profecía de este libro(X)».

Yo, Juan(Y), soy el que oyó y vio estas cosas. Y cuando oí y vi, me postré para adorar a los pies del ángel(Z) que me mostró estas cosas. Y me dijo(AA)*: «No hagas eso[d]. Yo soy consiervo tuyo y de tus hermanos los profetas(AB) y de los que guardan las palabras de este libro(AC). Adora a Dios».

10 También me dijo*: «No selles(AD) las palabras de la profecía de este libro(AE), porque el tiempo está cerca(AF). 11 Que el injusto siga haciendo injusticias(AG), que el impuro[e] siga siendo impuro[f], que el justo siga practicando la justicia, y que el que es santo siga guardándose santo». 12 «Por tanto, Yo vengo pronto(AH), y Mi recompensa está conmigo(AI)para recompensar[g]a cada uno según sea su obra(AJ). 13 Yo soy el Alfa y la Omega(AK), el Primero y el Último(AL), el Principio y el Fin(AM)».

14 Bienaventurados los que lavan sus vestiduras(AN) para tener derecho al árbol de la vida(AO) y para entrar(AP) por las puertas a la ciudad(AQ). 15 Afuera(AR) están los perros(AS), los hechiceros, los inmorales[h], los asesinos, los idólatras, y todo el que ama y practica la mentira.

Testimonio final

16 «Yo, Jesús(AT) , he enviado a Mi ángel(AU) a fin de darles a ustedes testimonio de estas cosas para[i] las iglesias(AV) . Yo soy la raíz(AW) y la descendencia de David(AX) , el lucero resplandeciente de la mañana(AY) ».

Invitación final

17 El Espíritu(AZ) y la esposa(BA) dicen: «Ven». Y el que oye, diga: «Ven». Y el que tiene sed(BB), venga; y el que desee, que tome gratuitamente del agua de la vida(BC).

Advertencia final

18 Yo testifico a todos los que oyen las palabras de la profecía de este libro(BD): si alguien añade(BE) a ellas, Dios traerá[j] sobre él las plagas(BF) que están escritas en este libro(BG). 19 Y si alguien quita(BH) de las palabras del libro(BI) de esta profecía, Dios quitará su parte del árbol de la vida(BJ) y de la ciudad santa descritos[k] en este libro(BK).

Oración final

20 El que testifica de estas cosas(BL) dice: «Sí, vengo pronto(BM)». Amén. Ven, Señor Jesús(BN).

21 La gracia del Señor Jesús sea con todos[l](BO). Amén.

Salmos 150

Salmo 150

Salmo de alabanza

150 ¡Aleluya!
Alaben a Dios en Su santuario(A);
Alábenlo en Su majestuoso firmamento(B).
Alaben a Dios por Sus hechos poderosos(C);
Alábenlo según la excelencia de Su grandeza(D).
¶Alaben a Dios con sonido de trompeta(E);
Alábenlo con arpa y lira(F).
Alaben a Dios con pandero y danza(G);
Alábenlo con instrumentos de cuerda(H) y flauta(I).
Alaben a Dios con címbalos sonoros(J);
Alábenlo con címbalos resonantes.
Todo lo que respira alabe al Señor(K).
¡Aleluya!

Proverbios 31:25-31

25 Fuerza y dignidad son su vestidura(A),
Y sonríe al futuro[a].
26 Abre su boca con sabiduría(B),
Y hay enseñanza[b] de bondad en su lengua.
27 Ella vigila la marcha de su casa,
Y no come el pan de la ociosidad(C).
28 Sus hijos se levantan y la llaman bienaventurada,
También su marido, y la alaba diciendo:
29 «Muchas mujeres[c] han obrado con nobleza,
Pero tú las superas a todas».
30 Engañosa es la gracia y vana la belleza,
Pero la mujer que teme[d] al Señor(D), esa será alabada.
31 Denle el fruto de sus manos,
Y que sus obras la alaben en las puertas de la ciudad.

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