Bible in 90 Days
16 Así se preparó todo el servicio del Señor en aquel día para celebrar la Pascua y para ofrecer holocaustos sobre el altar del Señor, conforme al mandato del rey Josías. 17 Los israelitas que estaban presentes celebraron la Pascua en ese tiempo, y la Fiesta de los Panes sin Levadura[a] por siete días(A). 18 No se había celebrado una Pascua como esta en Israel(B) desde los días del profeta Samuel. Tampoco ninguno de los reyes de Israel había celebrado una Pascua como la que celebró Josías con los sacerdotes, los levitas y todos los de Judá e Israel que estaban presentes, y los habitantes de Jerusalén. 19 Esta Pascua se celebró en el año dieciocho del reinado de Josías.
Muerte de Josías
20 Después de todo esto, cuando Josías había terminado de reparar el templo[b], Necao, rey de Egipto, subió para combatir en Carquemis junto al Éufrates, y Josías(C) salió para enfrentarse a él(D). 21 Pero Necao le envió mensajeros, diciéndole: «¿Qué tenemos que ver el uno con el otro, oh rey de Judá? No vengo hoy contra ti, sino contra la casa con la que estoy en guerra, y Dios me ha ordenado que me apresure. Por tu propio bien, deja de oponerte a Dios, que está conmigo, para que Él no te destruya(E)». 22 Sin embargo, Josías no quiso retirarse[c] de él, sino que se disfrazó para combatir contra él(F). Tampoco escuchó las palabras de Necao que venían de boca de Dios(G), sino que vino a entablar batalla en la llanura de Meguido(H). 23 Y los arqueros hirieron[d] al rey Josías, y el rey dijo a sus siervos: «Llévenme, porque estoy gravemente herido». 24 Sus siervos lo sacaron del carro y lo llevaron en el segundo carro que él tenía, y lo trajeron a Jerusalén donde[e] murió, y fue sepultado en los sepulcros de sus padres. Y todo Judá y Jerusalén hicieron duelo(I) por Josías. 25 Entonces Jeremías entonó una elegía(J) por Josías. Y todos los cantores y cantoras en sus lamentaciones hablan de Josías hasta hoy. Y las establecieron como ordenanza en Israel. También están escritas en las Lamentaciones. 26 Los demás hechos de Josías y sus obras piadosas conforme a lo escrito en la ley del Señor, 27 y sus hechos, primeros y postreros, están escritos en el libro de los reyes de Israel y de Judá.
Últimos reyes de Judá
36 (K)Entonces el pueblo de la tierra tomó a Joacaz, hijo de Josías, y lo proclamó rey en Jerusalén en lugar de su padre(L). 2 Joacaz tenía veintitrés años cuando comenzó a reinar, y reinó tres meses en Jerusalén. 3 Pero el rey de Egipto lo destituyó en Jerusalén, e impuso a la tierra una multa de 3.4 toneladas de plata y 34 kilos de oro. 4 Y el rey de Egipto puso por rey sobre Judá y Jerusalén, a Eliaquim, hermano de Joacaz[f], y cambió su nombre por el de Joacim; pero a su hermano Joacaz, lo tomó Necao y lo llevó a Egipto(M).
5 Joacim tenía veinticinco años cuando comenzó a reinar, y reinó once años en Jerusalén. Pero hizo lo malo ante los ojos del Señor su Dios(N). 6 Subió contra él Nabucodonosor, rey de Babilonia(O), y lo ató con cadenas de bronce para llevarlo a Babilonia(P). 7 Nabucodonosor también llevó algunos de los objetos de la casa del Señor a Babilonia(Q), y los puso en su templo en Babilonia. 8 Los demás hechos de Joacim(R), las[g] abominaciones que hizo y lo que fue hallado contra él, están escritos en el libro de los reyes de Israel y de Judá. Su hijo Joaquín reinó en su lugar.
9 (S)Joaquín tenía ocho[h] años cuando comenzó a reinar, y reinó tres meses y diez días en Jerusalén, e hizo lo malo ante los ojos del Señor. 10 A la vuelta del año, el rey Nabucodonosor mandó que lo trajeran a Babilonia(T) con los objetos preciosos de la casa del Señor, y nombró a su pariente[i] Sedequías rey sobre Judá(U) y Jerusalén.
11 (V)Sedequías tenía veintiún años cuando comenzó a reinar, y reinó once años en Jerusalén. 12 Pero hizo lo malo ante los ojos del Señor su Dios; y no se humilló(W) delante del profeta Jeremías que le hablaba por boca del Señor(X). 13 También se rebeló contra el rey Nabucodonosor que le había hecho jurar fidelidad por Dios(Y). Pero Sedequías fue terco[j](Z) y obstinó su corazón en vez de volverse al Señor, Dios de Israel. 14 Asimismo todos los jefes de los sacerdotes y el pueblo fueron infieles en gran manera, y siguieron todas las abominaciones de las naciones, y profanaron la casa del Señor que Él había consagrado en Jerusalén.
15 El Señor, Dios de sus padres, les envió palabra repetidas veces por Sus mensajeros(AA), porque Él tenía compasión de Su pueblo y de Su morada. 16 Pero ellos continuamente se burlaban de los mensajeros de Dios(AB), despreciaban Sus palabras y se burlaban(AC) de Sus profetas, hasta que subió el furor del Señor contra Su pueblo(AD), y ya no hubo remedio.
17 (AE)Entonces Dios hizo subir contra ellos al rey de los caldeos, que mató a espada a sus jóvenes en la casa de su santuario, y no tuvo compasión del joven ni de la virgen, del viejo ni del débil; a todos ellos los entregó en su mano. 18 Todos los objetos de la casa de Dios, grandes y pequeños, los tesoros de la casa del Señor y los tesoros del rey y de sus oficiales, todo se lo llevó a Babilonia(AF). 19 Y quemaron la casa de Dios, derribaron la muralla de Jerusalén, prendieron fuego a todos sus palacios[k] y destruyeron todos sus objetos valiosos(AG). 20 A los que habían escapado de la espada los llevó a Babilonia(AH); y fueron siervos de él y de sus hijos(AI) hasta el dominio del reino de Persia, 21 para que se cumpliera la palabra del Señor por boca de Jeremías(AJ), hasta que la tierra hubiera gozado de sus días de reposo(AK). Todos los días de su desolación la tierra reposó hasta que se cumplieron[l] los setenta años.
22 (AL)Y en el primer año de Ciro, rey de Persia, para que se cumpliera la palabra del Señor por boca de Jeremías(AM), el Señor movió el espíritu de Ciro(AN), rey de Persia, y este envió a proclamar de palabra[m] y también por escrito, por todo su reino: 23 «Así dice Ciro, rey de Persia: “El Señor, el Dios de los cielos, me ha dado todos los reinos de la tierra, y me ha designado para que yo le edifique una casa en Jerusalén, que está en Judá. Quien de entre ustedes sea de[n] Su pueblo, suba allá, y el Señor su Dios sea con él”».
Proclamación de Ciro
1 (AO)En el primer año de Ciro, rey de Persia, para que se cumpliera la palabra del Señor por boca de Jeremías, el Señor movió el espíritu de Ciro, rey de Persia, y este hizo proclamar(AP) por todo su reino y también por escrito: 2 «Así dice Ciro, rey de Persia: “El Señor, el Dios de los cielos, me ha dado todos los reinos de la tierra, y Él me ha designado para que le edifique una casa en Jerusalén(AQ), que está en Judá. 3 El que de entre todos ustedes pertenezca a Su pueblo, sea su Dios con él. Que suba a Jerusalén, que está en Judá, y edifique la casa del Señor, Dios de Israel; Él es el Dios(AR) que está en Jerusalén. 4 Y a todo sobreviviente, en cualquier lugar que habite, que los hombres de aquel lugar lo ayuden con plata y oro, con bienes y ganado, junto con una ofrenda voluntaria para la casa de Dios que está en Jerusalén”».
5 Entonces se levantaron los jefes de las casas paternas de Judá y de Benjamín, y los sacerdotes y los levitas, y todos aquellos cuyo espíritu Dios había movido a subir para edificar la casa del Señor que está en Jerusalén(AS). 6 Y todos los que habitaban alrededor de ellos los ayudaron(AT) con objetos de plata, con oro, con bienes, con ganado y con objetos preciosos, además de todo lo que fue dado como ofrenda voluntaria.
7 También el rey Ciro sacó los objetos de la casa del Señor(AU) que Nabucodonosor se había llevado de Jerusalén y había puesto en la casa de sus dioses(AV). 8 Ciro, rey de Persia, los hizo sacar por mano del tesorero Mitrídates, que los dio contados a Sesbasar(AW), príncipe de Judá. 9 Este fue su número: 30 platos de oro(AX), 1,000 platos de plata, 29 cuchillos duplicados; 10 30 tazas de oro; 410 tazas de plata de otra clase; y 1,000 de varias clases. 11 Todos los objetos de oro y de plata fueron 5,400. Sesbasar los trajo todos con los desterrados que subieron de Babilonia a Jerusalén.
Los que volvieron con Zorobabel
2 (AY)Estos son los hijos de la provincia que subieron de la cautividad, de los desterrados que Nabucodonosor, rey de Babilonia, había llevado cautivos a Babilonia y que volvieron a Jerusalén y a Judá, cada uno a su ciudad, 2 los cuales vinieron con Zorobabel, Jesúa, Nehemías, Seraías, Reelaías, Mardoqueo, Bilsán, Mispar, Bigvai, Rehum y Baana.
El número de hombres del pueblo de Israel: 3 los hijos de Paros, 2,172; 4 los hijos de Sefatías, 372; 5 los hijos de Ara(AZ), 775; 6 los hijos de Pahat Moab, de los hijos de Jesúa y de Joab(BA), 2,812; 7 los hijos de Elam, 1,254; 8 los hijos de Zatu, 945; 9 los hijos de Zacai, 760; 10 los hijos de Bani, 642; 11 los hijos de Bebai, 623; 12 los hijos de Azgad, 1,222; 13 los hijos de Adonicam(BB), 666; 14 los hijos de Bigvai, 2,056; 15 los hijos de Adín, 454; 16 los hijos de Ater, de Ezequías, 98; 17 los hijos de Bezai, 323; 18 los hijos de Jora, 112; 19 los hijos de Hasum, 223; 20 los hijos de Gibar, 95; 21 los hombres[o] de Belén(BC), 123; 22 los hombres de Netofa, 56; 23 los hombres de Anatot, 128; 24 los hijos de Azmavet, 42; 25 los hijos de Quiriat Jearim, Cafira y Beerot, 743; 26 los hijos de Ramá(BD) y Geba, 621; 27 los hombres de Micmas, 122; 28 los hombres de Betel[p] y Hai, 223; 29 los hijos de Nebo, 52; 30 los hijos de Magbis, 156; 31 los hijos del otro Elam, 1,254; 32 los hijos de Harim, 320; 33 los hijos de Lod, Hadid y Ono, 725; 34 los hombres de Jericó(BE), 345; 35 los hijos de Senaa, 3,630.
36 Los sacerdotes: los hijos de Jedaías(BF), de la casa de Jesúa, 973; 37 los hijos de Imer(BG), 1,052; 38 los hijos de Pasur(BH), 1,247; 39 los hijos de Harim(BI), 1,017.
40 Los levitas: los hijos de Jesúa y de Cadmiel, de los hijos de Hodavías, 74. 41 Los cantores: los hijos de Asaf, 128. 42 Los hijos de los porteros: los hijos de Salum, los hijos de Ater, los hijos de Talmón, los hijos de Acub, los hijos de Hatita, los hijos de Sobai, en total 139.
43 Los sirvientes del templo(BJ): los hijos de Ziha, los hijos de Hasufa, los hijos de Tabaot, 44 los hijos de Queros, los hijos de Siaha, los hijos de Padón, 45 los hijos de Lebana, los hijos de Hagaba, los hijos de Acub, 46 los hijos de Hagab, los hijos de Salmai, los hijos de Hanán, 47 los hijos de Gidel, los hijos de Gahar, los hijos de Reaía, 48 los hijos de Rezín, los hijos de Necoda, los hijos de Gazam, 49 los hijos de Uza, los hijos de Paseah, los hijos de Besai, 50 los hijos de Asena, los hijos de Mehunim, los hijos de Nefusim, 51 los hijos de Bacbuc, los hijos de Hacufa, los hijos de Harhur, 52 los hijos de Bazlut, los hijos de Mehída, los hijos de Harsa, 53 los hijos de Barcos, los hijos de Sísara, los hijos de Tema, 54 los hijos de Nezía, los hijos de Hatifa.
55 Los hijos de los siervos de Salomón(BK): los hijos de Sotai, los hijos de Soferet, los hijos de Peruda, 56 los hijos de Jaala, los hijos de Darcón, los hijos de Gidel, 57 los hijos de Sefatías, los hijos de Hatil, los hijos de Poqueret Hazebaim, los hijos de Ami. 58 El total de los sirvientes del templo y de los hijos de los siervos de Salomón, era de 392.
59 Y estos fueron los que subieron de Tel Mela, Tel Harsa, Querub, Addán e Imer, aunque no pudieron demostrar si sus casas paternas o su descendencia eran de Israel: 60 los hijos de Delaía, los hijos de Tobías, los hijos de Necoda, 652.
61 De los hijos de los sacerdotes: los hijos de Habaía, los hijos de Cos, los hijos de Barzilai, que había tomado por mujer a una de las hijas de Barzilai el galaadita(BL), con cuyo nombre fue llamado. 62 Estos buscaron en su registro de genealogías, pero no se hallaron, y fueron considerados inmundos y excluidos del sacerdocio(BM). 63 El gobernador[q] les dijo que no comieran de las cosas santísimas(BN) hasta que un sacerdote se levantara con Urim y Tumim(BO).
64 Toda la asamblea reunida era de 42,360, 65 sin contar sus siervos y siervas, que eran 7,337; y tenían 200 cantores y cantoras(BP). 66 Sus caballos eran 736; sus mulos, 245; 67 sus camellos, 435; sus asnos, 6,720.
68 Cuando algunos de los jefes de casas paternas llegaron a la casa del Señor que está en Jerusalén, hicieron ofrendas voluntarias en la casa de Dios para reedificarla sobre sus mismos cimientos. 69 Según sus medios dieron al tesoro para la obra 61,000 dracmas (518.5 kilos) de oro, 5,000 minas (2,850 kilos) de plata(BQ) y 100 túnicas sacerdotales.
70 Los sacerdotes y los levitas, algunos del pueblo, los cantores, los porteros y los sirvientes del templo habitaban en sus ciudades, y el resto de Israel en sus ciudades(BR).
Restauración del culto
3 Cuando llegó el mes séptimo, y ya estando los israelitas en las ciudades, el pueblo se reunió como un solo hombre en Jerusalén(BS). 2 Entonces Jesúa(BT), hijo de Josadac, con sus hermanos los sacerdotes, y Zorobabel(BU), hijo de Salatiel(BV), con sus hermanos, se levantaron y edificaron el altar del Dios de Israel(BW), para ofrecer holocaustos sobre él, como está escrito en la ley de Moisés, hombre de Dios(BX). 3 Asentaron el altar sobre su base, porque estaban aterrorizados a causa de los pueblos de aquellas tierras(BY); y sobre él ofrecieron holocaustos al Señor, los holocaustos de la mañana y de la tarde(BZ).
4 Celebraron la Fiesta de los Tabernáculos[r](CA) como está escrito(CB), con el número diario de holocaustos, conforme a lo prescrito para cada día(CC); 5 y después ofrecieron el holocausto continuo(CD), y los de las lunas nuevas, los de todas las fiestas señaladas del Señor que habían sido consagradas, y los de todos aquellos que ofrecían una ofrenda voluntaria al Señor(CE). 6 Desde el primer día del mes séptimo comenzaron a ofrecer holocaustos al Señor, pero los cimientos del templo del Señor no se habían echado todavía.
7 Entonces dieron dinero a los canteros y a los carpinteros, y alimento, bebida y aceite a los sidonios y a los tirios(CF) para que trajeran madera de cedro desde el Líbano por mar hasta Jope(CG), conforme al permiso que tenían de Ciro, rey de Persia(CH). 8 Y en el segundo año de su llegada a la casa de Dios en Jerusalén, en el mes segundo, Zorobabel, hijo de Salatiel, y Jesúa, hijo de Josadac, y los demás de sus hermanos los sacerdotes y los levitas(CI), y todos los que habían venido de la cautividad a Jerusalén, comenzaron la obra y designaron a los levitas de veinte años arriba para dirigir la obra de la casa del Señor(CJ). 9 Entonces Jesúa, con sus hijos y sus hermanos, Cadmiel con sus hijos, los hijos de Judá(CK) y los hijos de Henadad con sus hijos y sus hermanos los levitas, se presentaron todos a una para dirigir a los obreros en la casa de Dios.
10 Cuando los albañiles terminaron de echar los cimientos del templo del Señor(CL), se presentaron los sacerdotes en sus vestiduras, con trompetas, y los levitas, hijos de Asaf, con címbalos, para alabar al Señor conforme a las instrucciones del rey David de Israel(CM). 11 Y cantaban, alabando y dando gracias al Señor(CN): «Porque Él es bueno, porque para siempre es Su misericordia sobre Israel(CO)». Y todo el pueblo aclamaba a gran voz alabando al Señor porque se habían echado los cimientos de la casa del Señor. 12 Pero muchos sacerdotes y levitas y jefes de casas paternas, que ya eran ancianos y que habían visto el primer templo[s](CP), cuando se echaban los cimientos de este templo[t] delante de sus ojos, lloraban en alta voz mientras muchos daban gritos de alegría. 13 Así que el pueblo no podía distinguir entre el clamor de los gritos de alegría y el clamor del llanto del pueblo, porque el pueblo gritaba en voz alta, y se oía el clamor desde lejos.
Oposición a la construcción
4 Cuando se enteraron los enemigos de Judá(CQ) y de Benjamín de que el pueblo del destierro(CR) estaba edificando un templo al Señor, Dios de Israel, 2 se presentaron ante Zorobabel y ante los jefes de casas paternas, y les dijeron: «Vamos a edificar con ustedes, porque, como ustedes, buscamos a su Dios(CS), y le hemos estado ofreciendo sacrificios desde los días de Esar Hadón, rey de Asiria(CT), que nos trajo aquí».
3 Pero Zorobabel y Jesúa y los demás jefes de casas paternas de Israel les dijeron: «No tienen nada en común con nosotros para que juntos edifiquemos una casa a nuestro Dios, sino que nosotros unidos la edificaremos al Señor, Dios de Israel(CU), como nos ordenó el rey Ciro, rey de Persia(CV)». 4 Entonces el pueblo de aquella[u] tierra se puso a desanimar al pueblo de Judá, y a atemorizarlos para que dejaran de edificar(CW). 5 Tomaron a sueldo consejeros contra ellos para frustrar sus propósitos, todos los días de Ciro, rey de Persia, hasta el reinado de Darío, rey de Persia.
6 En el reinado de Asuero[v](CX), al principio de su reinado, sus enemigos escribieron una acusación contra los habitantes de Judá y de Jerusalén.
7 Y en los días de Artajerjes, Bislam, Mitrídates, Tabeel y sus demás compañeros escribieron a Artajerjes, rey de Persia, y el texto de la carta estaba en escritura aramea y traducido al arameo(CY). 8 [w]El gobernador Rehum y el escriba Simsai, escribieron una carta al rey Artajerjes contra Jerusalén, de esta manera: 9 El gobernador Rehum, el escriba Simsai y sus demás compañeros(CZ), los jueces y los gobernadores de menos categoría(DA), los oficiales, los secretarios, los hombres de Erec, los babilonios, los hombres de Susa, es decir, los elamitas, 10 y las demás naciones que el grande y noble Asnapar deportó y estableció en la ciudad de Samaria, y en el resto de la provincia al otro lado del Río[x].
Y ahora(DB) 11 esta es la copia de la carta que le enviaron: «Al rey Artajerjes, de sus siervos, los hombres de la provincia al otro lado del Río: Y ahora 12 sepa el rey que los judíos que salieron por orden suya, han venido a nosotros en Jerusalén; están reedificando la ciudad rebelde y perversa(DC), y están terminando las murallas y reparando los cimientos(DD). 13 Sepa también el rey, que si esa ciudad es reedificada y las murallas terminadas, ellos no pagarán tributo, ni impuesto, ni peaje(DE), lo cual perjudicará los ingresos de los reyes. 14 Y debido a que estamos en el servicio del palacio, y no es apropiado que veamos el desprecio al rey, por eso hemos enviado a hacérselo saber al rey, 15 a fin de que se investigue en el libro de las Memorias de sus padres. Y en el libro de las Memorias hallará y sabrá que esa ciudad es una ciudad rebelde y perjudicial a los reyes y a las provincias, y que en tiempos pasados han surgido rebeliones dentro de ella; por eso fue devastada esa ciudad. 16 Nosotros informamos al rey que si esa ciudad es reedificada y las murallas terminadas, como resultado, el territorio más allá del Río no será suyo».
17 Entonces el rey envió respuesta al gobernador Rehum, al escriba Simsai, y a sus demás compañeros que habitan en Samaria y en las demás provincias al otro lado del Río: «Paz. Y ahora 18 el documento que nos enviaron ha sido leído claramente(DF) delante de mí. 19 Y por mí fue proclamado un decreto. Se investigaron los hechos, y se ha descubierto que esa ciudad en tiempos pasados se ha levantado contra los reyes, y que en ella se ha fomentado rebelión e insurrección; 20 que reyes poderosos han reinado(DG) sobre Jerusalén, gobernando todas las provincias más allá del Río(DH), y que se les pagaba tributo, impuesto y peaje(DI). 21 Ahora pues, proclamen un decreto para que estos hombres paren la obra y que esa ciudad no sea reedificada hasta que se proclame un decreto por mí. 22 Cuídense de no ser negligentes en cumplir este asunto; ¿por qué se ha de aumentar el daño en perjuicio de los reyes?».
23 Así que tan pronto como la copia del documento del rey Artajerjes fue leída delante de Rehum, del escriba Simsai y sus compañeros, fueron a toda prisa a Jerusalén, a los judíos, y por la fuerza los hicieron parar la obra.
24 Entonces cesó la obra en la casa de Dios que estaba en Jerusalén, y quedó suspendida hasta el año segundo del reinado de Darío, rey de Persia.
La construcción se reanuda
5 Cuando los profetas Hageo(DJ) y Zacarías, hijo de Iddo(DK), profetizaron a los judíos que estaban en Judá y en Jerusalén, en el nombre del Dios de Israel que estaba sobre ellos, 2 Zorobabel, hijo de Salatiel, y Jesúa, hijo de Josadac(DL), se levantaron entonces y comenzaron a reedificar la casa de Dios en Jerusalén; y los profetas de Dios estaban con ellos apoyándolos(DM). 3 En aquel tiempo Tatnai, gobernador de la provincia al otro lado del Río[y], y Setar Boznai y sus compañeros(DN) vinieron a ellos y les hablaron así: «¿Quién les dio orden de reedificar este templo[z] y de terminar este edificio(DO)?». 4 También les dijeron así: «¿Cuáles son los nombres de los hombres(DP) que están reedificando este edificio?». 5 Pero el ojo de su Dios velaba(DQ) sobre los ancianos de los judíos, y no les detuvieron la obra hasta que un informe llegara a Darío, y volviera una respuesta escrita tocante al asunto.
6 Esta es la copia de la carta que Tatnai, gobernador de la provincia al otro lado del río, y Setar Boznai y sus compañeros(DR) los oficiales(DS) que estaban al otro lado del río, enviaron al rey Darío. 7 Le enviaron un informe que estaba escrito así: «Al rey Darío, toda paz. 8 Sepa el rey que hemos ido a la provincia de Judá, a la casa del gran Dios, que está siendo edificada con piedras enormes y vigas empotradas en las paredes; y esta obra se adelanta con gran esmero y prospera en sus manos.
9 »Entonces preguntamos a aquellos ancianos, y les dijimos así: “¿Quién les dio orden de reedificar este templo y de terminar este edificio?”. 10 También les preguntamos sus nombres para informarle, y para dar por escrito los nombres de los hombres que eran sus jefes. 11 Y así nos respondieron: “Somos los siervos del Dios del cielo y de la tierra, y estamos reedificando el templo que fue construido hace muchos años, el cual un gran rey de Israel edificó y terminó(DT). 12 Pero como nuestros padres provocaron a ira al Dios del cielo(DU), Él los entregó en mano de Nabucodonosor, rey de Babilonia, el caldeo, quien destruyó este templo, y llevó cautivo al pueblo a Babilonia(DV).
13 ”Sin embargo, en el año primero de Ciro, rey de Babilonia, el rey Ciro proclamó un decreto de que se reedificara esta casa de Dios(DW). 14 También los utensilios de oro y de plata de la casa de Dios, que Nabucodonosor había sacado del templo que estaba en Jerusalén y llevado al templo de Babilonia, los sacó el rey Ciro del templo de Babilonia(DX), y fueron entregados a Sesbasar(DY), a quien había puesto por gobernador. 15 Y le dijo: ‘Toma estos utensilios, ve y colócalos en el templo que está en Jerusalén, y sea la casa de Dios reedificada en su lugar’. 16 Entonces aquel Sesbasar vino y puso los cimientos de la casa de Dios que está en Jerusalén(DZ); y desde entonces hasta ahora se sigue construyendo, pero aún no está terminada(EA)”. 17 Ahora, si al rey le parece bien, que se busque en la casa del tesoro del rey(EB) que está allí en Babilonia, a ver si es que fue proclamado un decreto de parte del rey Ciro para reedificar esta casa de Dios en Jerusalén; y que se nos envíe la decisión del rey en cuanto a este asunto».
Decreto de Darío
6 Entonces el rey Darío proclamó un decreto, y buscaron en los archivos donde se guardaban los tesoros allí en Babilonia(EC). 2 Y en Acmeta, en la fortaleza que está en la provincia de Media(ED), hallaron un rollo en el que estaba escrito lo siguiente: Memorándum: 3 «En el año primero del rey Ciro, el rey Ciro proclamó un decreto: “En cuanto a la casa de Dios en Jerusalén, que sea reedificado el templo[aa](EE), el lugar donde se ofrecen los sacrificios, y que se conserven sus cimientos, con su altura de 60 codos (27 metros) y su anchura de 60 codos; 4 con tres hileras de piedras enormes y una hilera de madera(EF); y que los gastos se paguen del tesoro real. 5 Y que también se devuelvan los utensilios de oro y de plata de la casa de Dios, los cuales Nabucodonosor sacó del templo en Jerusalén y trajo a Babilonia, y que se lleven a sus lugares en el templo en Jerusalén y sean colocados en la casa de Dios(EG)”.
6 »Ahora pues, Tatnai, gobernador de la provincia al otro lado del Río[ab], Setar Boznai, y sus compañeros(EH), los oficiales del otro lado del río, aléjense de allí. 7 No impidan esta obra de la casa de Dios, y que el gobernador de los judíos y los ancianos de los judíos reedifiquen esta casa de Dios en su lugar. 8 Además, este es mi decreto en cuanto a lo que han de hacer por estos ancianos de Judá en la reedificación de esta casa de Dios: del tesoro real de los tributos del otro lado del río se han de pagar todos los gastos a este pueblo(EI), y esto sin demora. 9 Y todo lo que se necesite: novillos, carneros y corderos para holocausto al Dios del cielo, y trigo, sal, vino y aceite de unción, según lo pidan los sacerdotes que están en Jerusalén, se les dará día por día sin falta, 10 para que puedan ofrecer sacrificios agradables al Dios del cielo y orar por la vida del rey y de sus hijos(EJ).
11 »He proclamado un decreto de que cualquiera que quebrante este edicto(EK), se arranque un madero de su casa, y levantándolo, sea colgado[ac] en él, y que su casa sea reducida a escombros(EL) a causa de esto. 12 Y que el Dios que ha hecho morar allí Su nombre(EM) derribe a todo rey o pueblo que trate de cambiarlo para destruir esta casa de Dios en Jerusalén. Yo, Darío, he proclamado este decreto; que sea ejecutado con toda exactitud».
13 Entonces Tatnai, gobernador de la provincia al otro lado del Río[ad], Setar Boznai y sus compañeros(EN) llevaron a cabo el decreto con toda exactitud, tal como el rey Darío había ordenado. 14 Y los ancianos de los judíos tuvieron éxito en la edificación según la profecía del profeta Hageo y de Zacarías, hijo de Iddo(EO). Y terminaron de edificar conforme al mandato del Dios de Israel y al decreto de Ciro(EP), de Darío(EQ) y de Artajerjes, rey de Persia(ER). 15 Y este templo fue terminado el tercer día del mes de Adar(ES); era el año sexto del reinado del rey Darío.
Dedicación del templo
16 Los israelitas, los sacerdotes, los levitas y los demás desterrados, celebraron con júbilo la dedicación de esta casa de Dios(ET). 17 Y para la dedicación de esta casa de Dios ofrecieron 100 novillos, 200 carneros, 400 corderos, y como ofrenda por el pecado por todo Israel, doce machos cabríos(EU), conforme al número de las tribus de Israel. 18 Entonces asignaron a los sacerdotes en sus secciones(EV) y a los levitas en sus clases(EW) para el servicio de Dios en Jerusalén, como está escrito en el libro de Moisés(EX).
19 Los desterrados(EY) celebraron la Pascua el día catorce del mes primero(EZ). 20 Puesto que los sacerdotes y los levitas se habían purificado(FA) juntos, todos ellos estaban purificados, entonces mataron al cordero de la Pascua(FB) para todos los desterrados, tanto para sus hermanos los sacerdotes como para sí mismos. 21 Los israelitas que habían vuelto del destierro y todos aquellos que se habían apartado(FC) de la impureza de las naciones de la tierra(FD) para unirse a ellos, comieron la Pascua para buscar al Señor, Dios de Israel. 22 Y por siete días celebraron gozosos la Fiesta de los Panes sin Levadura(FE), porque el Señor los había llenado de regocijo, y había vuelto hacia ellos el corazón del rey de Asiria(FF) para animarlos en la obra de la casa de Dios(FG), el Dios de Israel.
Llegada de Esdras a Jerusalén
7 Después de estas cosas, en el reinado de Artajerjes, rey de Persia(FH), subió Esdras hijo de Seraías, hijo de Azarías, hijo de Hilcías(FI), 2 hijo de Salum, hijo de Sadoc, hijo de Ahitob, 3 hijo de Amarías, hijo de Azarías, hijo de Meraiot, 4 hijo de Zeraías, hijo de Uzi, hijo de Buqui, 5 hijo de Abisúa, hijo de Finees, hijo de Eleazar(FJ), hijo de Aarón, sumo sacerdote. 6 Este Esdras subió de Babilonia, y era escriba experto en la ley de Moisés, que el Señor, Dios de Israel, había dado(FK). El rey le concedió todo lo que pedía porque la mano del Señor su Dios estaba sobre él(FL).
7 También algunos de los israelitas y de los sacerdotes, levitas, cantores, porteros y sirvientes del templo subieron a Jerusalén en el año séptimo del rey Artajerjes(FM). 8 Esdras llegó a Jerusalén en el mes quinto; era el año séptimo del rey. 9 Porque el primer día del mes primero comenzó a subir de Babilonia; y el primer día del mes quinto llegó a Jerusalén, pues la mano bondadosa de su Dios estaba sobre él(FN), 10 porque Esdras había dedicado su corazón a estudiar[ae] la ley del Señor, y a practicarla, y a enseñar Sus estatutos y ordenanzas en Israel(FO).
11 Esta es la copia del decreto que el rey Artajerjes dio al sacerdote Esdras, el escriba, instruido en las palabras de los mandamientos del Señor y de Sus estatutos para Israel: 12 «[af]Artajerjes, rey de reyes(FP), al sacerdote Esdras, escriba de la ley del Dios del cielo: Paz perfecta. Y ahora 13 yo he proclamado un decreto de(FQ) que cualquiera del pueblo de Israel, de sus sacerdotes y de los levitas en mi reino que esté dispuesto a ir a Jerusalén, puede ir contigo.
14 »Por cuanto eres enviado por el rey y sus siete consejeros(FR) para investigar acerca de Judá y de Jerusalén conforme a la ley de tu Dios que está en tu mano, 15 y para llevar la plata y el oro que el rey y sus consejeros han ofrendado voluntariamente al Dios de Israel, cuya morada está en Jerusalén(FS), 16 también lleva toda la plata y el oro(FT) que halles en toda la provincia de Babilonia, con la ofrenda voluntaria que el pueblo y los sacerdotes hayan ofrecido voluntariamente para la casa de su Dios que está en Jerusalén(FU). 17 Con este dinero, diligentemente comprarás novillos, carneros y corderos, con sus ofrendas de cereal y sus libaciones correspondientes(FV), y los ofrecerás sobre el altar de la casa del Dios de ustedes que está en Jerusalén(FW). 18 Y lo que a ti y a tus hermanos les parezca bien hacer con la plata y el oro que quede, háganlo conforme a la voluntad de su Dios. 19 También los utensilios que te son entregados para el servicio de la casa de tu Dios, entrégalos todos delante del Dios de Jerusalén. 20 Lo demás que se necesite para la casa de tu Dios, para lo cual tengas ocasión de proveer, provéelo del tesoro real(FX).
21 »Yo, el rey Artajerjes, proclamo un decreto a todos los tesoreros que están en las provincias más allá del Río[ag], que todo lo que les pida el sacerdote Esdras, escriba de la ley del Dios del cielo(FY), sea hecho puntualmente, 22 hasta 3.4 toneladas de plata, 100 coros (22,000 litros) de trigo, 100 batos (2,200 litros) de vino, 100 batos de aceite y sal sin medida. 23 Todo cuanto ordene el Dios del cielo sea hecho con esmero para la casa del Dios del cielo, no sea que venga la ira contra el reino del rey y sus hijos(FZ). 24 También les hacemos saber que no se permite cobrar[ah] tributo, impuesto o peaje(GA) a ninguno de los sacerdotes, levitas, cantores, porteros, sirvientes, o ministros de esta casa de Dios(GB). 25 Y tú, Esdras, conforme a la sabiduría que posees de tu Dios, nombra magistrados y jueces para juzgar a todo el pueblo(GC) que está en la provincia más allá del Río, a todos los que conocen las leyes de tu Dios; y a cualquiera que las ignore, se las enseñarás(GD). 26 Todo aquel que no cumpla la ley de tu Dios y la ley del rey, que la justicia se le aplique severamente(GE), sea para muerte o destierro o confiscación de bienes o encarcelamiento».
27 Bendito sea el Señor, Dios de nuestros padres, que ha puesto esto en el corazón del rey, para embellecer la casa del Señor que está en Jerusalén(GF), 28 y que me ha extendido misericordia(GG) delante del rey y de sus consejeros y delante de todos los príncipes poderosos del rey. Así fui fortalecido según estaba la mano del Señor mi Dios sobre mí(GH), y reuní a los jefes de Israel para que subieran conmigo.
Los que volvieron con Esdras
8 Estos son los jefes de sus casas paternas, con su genealogía, que subieron conmigo de Babilonia en el reinado del rey Artajerjes: 2 de los hijos de Finees, Gersón; de los hijos de Itamar, Daniel; de los hijos de David, Hatús(GI); 3 de los hijos de Secanías, que era de los hijos de Paros(GJ), Zacarías, y con él 150 varones que estaban en la lista genealógica; 4 de los hijos de Pahat Moab, Elioenai, hijo de Zeraías, y con él 200 varones; 5 de los hijos de Zatu[ai], Secanías, hijo de Jahaziel, y con él 300 varones; 6 de los hijos de Adín(GK), Ebed, hijo de Jonatán, y con él cincuenta varones; 7 de los hijos de Elam, Jesaías, hijo de Atalías, y con él setenta varones; 8 de los hijos de Sefatías, Zebadías, hijo de Micael, y con él ochenta varones; 9 de los hijos de Joab, Obadías, hijo de Jehiel, y con él 218 varones; 10 de los hijos de Bani[aj], Selomit, hijo de Josifías, y con él 160 varones; 11 de los hijos de Bebai, Zacarías, hijo de Bebai, y con él veintiocho varones; 12 de los hijos de Azgad, Johanán, hijo de Hacatán, y con él 110 varones; 13 de los hijos de Adonicam, los postreros, cuyos nombres son estos: Elifelet, Jeiel y Semaías, y con ellos sesenta varones; 14 y de los hijos de Bigvai, Utai y Zabud, y con ellos setenta varones.
15 Y los reuní junto al río que corre hacia Ahava(GL), donde acampamos tres días; y habiendo buscado entre el pueblo y los sacerdotes, no hallé ninguno de los hijos de Leví(GM) allí. 16 Por eso envié a llamar a Eliezer, Ariel, Semaías, Elnatán, Jarib, Elnatán, Natán, Zacarías y Mesulam, jefes, y a Joiarib y a Elnatán, hombres sabios; 17 y los envié a Iddo, jefe en la localidad de Casifia. Puse en boca de ellos las palabras que debían decir a Iddo y a sus hermanos, los sirvientes del templo(GN) en la localidad de Casifia, para que nos trajeran ministros para la casa de nuestro Dios. 18 Y conforme a la mano bondadosa de nuestro Dios sobre nosotros(GO), nos trajeron a un hombre con entendimiento(GP) de los hijos de Mahli, hijo de Leví, hijo de Israel, es decir, a Serebías, con sus hijos y hermanos, dieciocho hombres; 19 y a Hasabías y a Jesaías de los hijos de Merari, con sus hermanos y sus hijos, veinte hombres; 20 y de los sirvientes del templo(GQ), a quienes David y los príncipes habían puesto para el servicio de los levitas, 220 sirvientes del templo, todos ellos designados por sus nombres.
21 Entonces proclamé allí, junto al río Ahava(GR), un ayuno(GS) para que nos humilláramos delante de nuestro Dios a fin de implorar de Él un viaje feliz para nosotros, para nuestros pequeños y para todas nuestras posesiones(GT). 22 Porque tuve vergüenza de pedir al rey tropas y hombres de a caballo para protegernos del enemigo en el camino, pues habíamos dicho al rey: «La mano de nuestro Dios es propicia para con todos los que lo buscan(GU), pero Su poder y Su ira contra todos los que lo abandonan(GV)». 23 Ayunamos, pues, y pedimos a nuestro Dios acerca de esto, y Él escuchó nuestra súplica(GW).
24 Entonces aparté a doce de los sacerdotes principales, a Serebías, a Hasabías, y con ellos diez de sus hermanos(GX). 25 Les pesé(GY) la plata, el oro y los utensilios, la ofrenda para la casa de nuestro Dios que habían ofrecido(GZ) el rey, sus consejeros(HA), sus príncipes y todo Israel que allí estaba. 26 Pesé, pues, y entregué en sus manos 22.1 toneladas de plata, y utensilios de plata que valían 3.4 toneladas, y 3.4 toneladas de oro(HB); 27 también veinte tazas de oro que pesaban 1,000 dáricos (8.5 kilos), y dos utensilios de fino y reluciente bronce, valiosos como el oro.
28 Y les dije: «Ustedes están consagrados al Señor(HC), y los utensilios son sagrados(HD). La plata y el oro son ofrenda voluntaria al Señor, Dios de sus padres. 29 Vigilen y guárdenlos hasta que los pesen delante de los principales sacerdotes, los levitas y los jefes de casas paternas de Israel en Jerusalén, en las cámaras de la casa del Señor(HE)». 30 Así que los sacerdotes y los levitas recibieron la plata, el oro y los utensilios(HF) ya pesados, para traerlos a Jerusalén a la casa de nuestro Dios.
31 Partimos del río Ahava(HG) el día doce del mes primero(HH) para ir a Jerusalén; y la mano de nuestro Dios estaba sobre nosotros, y nos libró de mano del enemigo y de las emboscadas en el camino(HI). 32 Llegamos a Jerusalén y nos quedamos allí tres días(HJ). 33 Y al cuarto día la plata y el oro y los utensilios fueron pesados en la casa de nuestro Dios(HK) y entregados en mano de Meremot, hijo del sacerdote Urías(HL), y con él estaba Eleazar, hijo de Finees; y con ellos estaban los levitas Jozabad, hijo de Jesúa, y Noadías, hijo de Binúi. 34 Todo fue contado y pesado, y todo el peso fue anotado en aquel tiempo.
35 Los desterrados que habían venido de la cautividad(HM) ofrecieron holocaustos al Dios de Israel: doce novillos por todo Israel, noventa y seis carneros, setenta y siete corderos, doce machos cabríos(HN) como ofrenda por el pecado; todo como holocausto al Señor. 36 Entonces entregaron los edictos del rey(HO) a los sátrapas del rey, y a los gobernadores del otro lado del Río[ak](HP); y estos apoyaron al pueblo y a la casa de Dios.
Oración de Esdras
9 Acabadas estas cosas, se me acercaron los príncipes y me dijeron: «El pueblo de Israel, los sacerdotes y los levitas no se han separado de los pueblos de las tierras(HQ) y sus abominaciones(HR): de los cananeos, hititas, ferezeos, jebuseos, amonitas, moabitas, egipcios y amorreos; 2 sino que han tomado mujeres de entre las hijas de ellos(HS) para sí y para sus hijos, y el linaje santo(HT) se ha mezclado con los pueblos de las tierras(HU); es más, la mano de los príncipes y de los gobernantes ha sido la primera en cometer esta infidelidad». 3 Cuando oí de este asunto, rasgué mi vestido y mi manto(HV), y arranqué pelo de mi cabeza y de mi barba, y me senté atónito(HW). 4 Entonces se reunieron conmigo todos los que temblaban ante las palabras del Dios de Israel(HX) por causa de la infidelidad de los desterrados, y estuve sentado atónito hasta la ofrenda de la tarde(HY).
5 Pero a la hora de la ofrenda de la tarde, me levanté de mi humillación[al] con mi vestido y mi manto rasgados, y caí de rodillas y extendí mis manos al Señor mi Dios(HZ); 6 y dije: «Dios mío, estoy avergonzado y confuso para poder levantar mi rostro a Ti, mi Dios, porque nuestras iniquidades se han multiplicado por encima de nuestras cabezas, y nuestra culpa ha crecido hasta los cielos(IA). 7 Desde los días de nuestros padres hasta el día de hoy hemos estado bajo gran culpa(IB), y a causa de nuestras iniquidades, nosotros, nuestros reyes y nuestros sacerdotes hemos sido entregados en mano de los reyes de estas tierras, a la espada, al cautiverio, al saqueo y a la vergüenza pública, como en este día(IC). 8 Pero ahora, por un breve momento, ha habido misericordia de parte del Señor nuestro Dios, para dejarnos un remanente que ha escapado(ID) y darnos un refugio[am](IE) en Su lugar santo, para que nuestro Dios ilumine nuestros ojos(IF) y nos conceda un poco de vida en nuestra servidumbre. 9 Porque siervos somos(IG); pero en nuestra servidumbre, nuestro Dios no nos ha abandonado, sino que ha extendido Su misericordia sobre nosotros ante los ojos de los reyes de Persia(IH), dándonos ánimo para levantar la casa de nuestro Dios y para restaurar sus ruinas, y dándonos una muralla en Judá y en Jerusalén.
10 »Y ahora, Dios nuestro, ¿qué diremos después de esto? Porque hemos abandonado Tus mandamientos, 11 que por medio de Tus siervos los profetas nos ordenaste: “La tierra a la cual ustedes entran para poseerla es una tierra inmunda con la impureza de los pueblos de estas tierras, con sus abominaciones que la han llenado de un extremo a otro, y con su impureza(II). 12 Ahora pues, no den sus hijas a sus hijos ni tomen sus hijas para sus hijos(IJ), y nunca procuren la paz de ellos ni su prosperidad(IK), para que ustedes sean fuertes y coman lo mejor de la tierra y la dejen por heredad a sus hijos para siempre(IL)”.
13 »Y después de todo lo que nos ha sobrevenido a causa de nuestras malas obras y nuestra gran culpa(IM), puesto que Tú, nuestro Dios, nos has pagado menos de lo que nuestras iniquidades merecen, y nos has dado un remanente(IN) que ha escapado como este, 14 ¿hemos de quebrantar de nuevo Tus mandamientos emparentándonos(IO) con los pueblos que cometen estas abominaciones? ¿No te enojarías con nosotros hasta destruirnos(IP), sin que quedara remanente ni quien escapara? 15 Oh Señor, Dios de Israel, Tú eres justo(IQ), porque hemos quedado un remanente que ha escapado, como en este día. Ahora, estamos delante de Ti con nuestra culpa(IR), porque nadie puede estar delante de Ti(IS) a causa de esto».
Expulsión de las mujeres extranjeras
10 Mientras Esdras oraba y hacía confesión(IT), llorando y postrándose delante de la casa de Dios(IU), una gran asamblea de Israel, hombres, mujeres y niños se juntó a él; y el pueblo lloraba amargamente. 2 Y Secanías, hijo de Jehiel, uno de los hijos de Elam, dijo a Esdras: «Hemos sido infieles a nuestro Dios, y nos hemos casado con mujeres extranjeras de los pueblos de esta tierra(IV); pero todavía hay esperanza para Israel a pesar de esto. 3 Hagamos ahora un pacto con nuestro Dios(IW) de despedir a todas las mujeres y a sus hijos(IX), conforme al consejo de mi señor[an] y de los que tiemblan ante el mandamiento de nuestro Dios(IY); y que sea hecho conforme a la ley(IZ). 4 Levántate, porque este asunto es tu responsabilidad, pero estaremos contigo; anímate y hazlo(JA)».
5 Esdras se levantó e hizo jurar a los principales sacerdotes, a los levitas y a todo Israel que harían conforme a esta propuesta; y ellos lo juraron(JB). 6 Después Esdras se levantó de delante de la casa de Dios(JC) y entró a la cámara de Johanán, hijo de Eliasib. Aunque entró allí, no comió pan ni bebió agua, porque hacía duelo a causa de la infidelidad de los desterrados(JD). 7 Entonces hicieron una proclama en Judá y Jerusalén a todos los desterrados para que se reunieran en Jerusalén, 8 y a cualquiera que no viniera dentro de tres días, conforme al consejo de los jefes y de los ancianos, le serían confiscadas todas sus posesiones y él mismo sería excluido de la asamblea de los desterrados.
9 Se reunieron, pues, todos los hombres de Judá y Benjamín en Jerusalén dentro de los tres días. Era el mes noveno, el día veinte del mes, y todo el pueblo se sentó en la plaza delante de la casa de Dios, temblando a causa de este asunto y de la intensa lluvia(JE). 10 Entonces se levantó el sacerdote Esdras y les dijo: «Ustedes han sido infieles y se han casado con mujeres extranjeras añadiendo así a la culpa de Israel. 11 Ahora pues, confiesen al Señor, Dios de sus padres(JF), y hagan Su voluntad(JG); sepárense de los pueblos de esta tierra y de las mujeres extranjeras(JH)».
12 Toda la asamblea respondió, y dijo a gran voz: «¡Está bien! Tal como has dicho es nuestro deber cumplirlo. 13 Solo que el pueblo es numeroso, y es la temporada de lluvia, y no podemos permanecer afuera. Tampoco se puede hacer todo en un solo día ni en dos, porque hemos pecado en gran manera en este asunto. 14 Que nuestros jefes representen toda la asamblea y que todos aquellos en nuestras ciudades que se han casado con mujeres extranjeras vengan en tiempos señalados, junto con los ancianos y jueces de cada ciudad, hasta que la tremenda ira de nuestro Dios a causa de este asunto se aparte de nosotros(JI)». 15 Solamente Jonatán, hijo de Asael, y Jahazías, hijo de Ticva, se opusieron a esto, con Mesulam y el levita Sabetai respaldándolos.
16 Pero los desterrados sí lo hicieron. Y el sacerdote Esdras designó a hombres jefes de casas paternas por cada una de sus casas paternas, todos ellos por nombre. Y se reunieron[ao] el primer día del mes décimo para investigar el asunto. 17 Terminaron de investigar a todos los hombres que se habían casado con mujeres extranjeras el primer día del mes primero.
18 Entre los hijos de los sacerdotes que se habían casado con mujeres extranjeras se encontraron, de los hijos de Jesúa, hijo de Josadac(JJ), y de sus hermanos: Maasías, Eliezer, Jarib y Gedalías. 19 (Ellos juraron despedir a sus mujeres, y siendo culpables, ofrecieron un carnero del rebaño por su delito(JK)). 20 De los hijos de Imer: Hananí y Zebadías; 21 de los hijos de Harim: Maasías, Elías, Semaías, Jehiel y Uzías; 22 de los hijos de Pasur: Elioenai, Maasías, Ismael, Natanael, Jozabad y Elasa.
23 Entre los levitas: Jozabad, Simei, Kelaía (es decir, Kelita), Petaías, Judá y Eliezer.
24 De los cantores: Eliasib, y de los porteros: Salum, Telem y Uri.
25 También entre los de Israel: de los hijos de Paros(JL): Ramía, Jezías, Malquías, Mijamín, Eleazar, Malquías y Benaía; 26 de los hijos de Elam: Matanías, Zacarías, Jehiel, Abdi, Jeremot y Elías; 27 de los hijos de Zatu(JM): Elioenai, Eliasib, Matanías, Jeremot, Zabad y Aziza; 28 de los hijos de Bebai: Johanán, Hananías, Zabai y Atlai; 29 de los hijos de Bani: Mesulam, Maluc, Adaía, Jasub, Seal y Ramot; 30 de los hijos de Pahat Moab: Adna, Quelal, Benaía, Maasías, Matanías, Bezalel, Binúi y Manasés; 31 de los hijos de Harim: Eliezer, Isías, Malquías(JN), Semaías, Simeón, 32 Benjamín, Maluc y Semarías; 33 de los hijos de Hasum: Matenai, Matata, Zabad, Elifelet, Jeremai, Manasés y Simei; 34 de los hijos de Bani: Madai, Amram, Uel, 35 Benaía, Bedías, Quelúhi, 36 Vanías, Meremot, Eliasib, 37 Matanías, Matenai, Jaasai, 38 Bani, Binúi, Simei, 39 Selemías, Natán, Adaía, 40 Macnadebai, Sasai, Sarai, 41 Azareel, Selemías, Semarías, 42 Salum, Amarías y José; 43 de los hijos de Nebo(JO): Jeiel, Matatías, Zabad, Zebina, Jadau, Joel y Benaía. 44 Todos estos se habían casado con mujeres extranjeras, y algunos de ellos tenían mujeres que les habían dado hijos(JP).
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