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Bible in 90 Days

An intensive Bible reading plan that walks through the entire Bible in 90 days.
Duration: 88 days
Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
Version
Salmos 45:15-69:21

15 Serán traídas con alegría y con gozo,
y entrarán en el palacio del rey.
16 En lugar de tus padres estarán tus hijos
a quienes harás príncipes en toda
la tierra.
17 Haré perpetua la memoria de tu nombre
en todas las generaciones,
por lo cual te alabarán los pueblos eternamente y para siempre.

El SEÑOR, protector de su pueblo

46 Al músico principal. De los hijos de Coré. Sobre Alamot[a]. Cántico.

Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.
Por eso no temeremos aunque la tierra tiemble,
aunque los montes se derrumben
en el corazón del mar,
aunque sus aguas rujan y echen
espuma,
y se estremezcan los montes por su braveza. Selah[b]
Hay un río cuyas corrientes alegran la ciudad de Dios;
el santuario, morada del Altísimo.
Dios está en medio de ella;
no será movida.
Dios la ayudará al clarear la mañana.
Las naciones se conmocionan,
se tambalean los reinos.
Él emite su voz, y se derrite la tierra.
El SEÑOR de los Ejércitos está con nosotros;
nuestro refugio es el Dios de Jacob.
Selah[c]
Vengan y vean los hechos del SEÑOR, quien ha causado desolaciones en
la tierra.
Hasta los confines de la tierra hace cesar las guerras;
quiebra el arco, rompe la lanza
y quema los carros en el fuego.
10 “Estén quietos y reconozcan que
yo soy Dios.
Exaltado he de ser entre las naciones; exaltado seré en la tierra”.
11 El SEÑOR de los Ejércitos
está con nosotros;
nuestro refugio es el Dios de Jacob.
Selah[d]

El SEÑOR, Rey de toda la tierra

47 Al músico principal. Salmo de los hijos de Coré.

¡Pueblos todos, aplaudan!
¡Aclamen a Dios con voz de júbilo!
Porque el SEÑOR, el Altísimo,
es temible,
gran Rey sobre toda la tierra.
Él someterá los pueblos a nosotros,
las naciones debajo de nuestros pies.
Porque él ha elegido nuestra heredad;
el orgullo de Jacob, al cual amó.
Selah[e]
Subió Dios en medio de aclamación;
el SEÑOR, con sonido de corneta.
¡Canten a Dios, canten!
¡Canten a nuestro Rey, canten!
Porque Dios es el Rey de toda
la tierra,
canten con entendimiento[f].
¡Dios reina sobre las naciones! ¡Dios se ha sentado sobre su santo trono!
Se han reunido los gobernantes
de los pueblos
con el pueblo del Dios de Abraham,
10 porque de Dios son las defensas
de la tierra.
¡Él es muy enaltecido[g]!

La gloria de la ciudad del Gran Rey

48 Cántico. Salmo de los hijos de Coré.

¡Grande es el SEÑOR
y digno de suprema alabanza,
en la ciudad de nuestro Dios,
en el monte de su santuario!
¡Qué hermosa altura!
El gozo de toda la tierra es el monte Sion por el lado norte,
la ciudad del Gran Rey.
Dios es conocido por refugio
en sus palacios.
Porque, he aquí, los reyes se
han aliado;
han avanzado juntos.
Pero viéndola así, se quedaron atónitos;
se turbaron y se dieron prisa a huir.
Allí se apoderó de ellos el
estremecimiento;
tuvieron dolor como de mujer que
da a luz.
Con el viento del oriente
rompes las naves de Tarsis.
Como lo oímos, así lo hemos visto
en la ciudad del SEÑOR de los Ejércitos,
la ciudad de nuestro Dios:
Dios la afirmará para siempre. Selah[h]
Oh Dios, hemos pensado
en tu misericordia
en medio de tu templo.
10 Conforme a tu nombre, oh Dios, así es tu alabanza hasta los confines de la tierra.
Tu diestra está llena de justicia.
11 Se alegrará el monte Sion;
las hijas de Judá se regocijarán
a causa de tus juicios.
12 Vayan alrededor de Sion y rodéenla; cuenten sus torres;
13 observen detenidamente
su muro exterior;
examinen sus palacios, para que lo cuenten a la generación venidera.
14 Porque Dios es nuestro Dios eternamente y para siempre; por siempre[i] nos guiará.

La vanidad del rico insensato

49 Al músico principal. Salmo para los hijos de Coré.

Oigan esto, todos los pueblos;
escuchen, todos los habitantes del mundo,
tanto la gente común como la
gente notable,
el rico juntamente con el pobre:
Mi boca hablará sabiduría;
y el pensamiento de mi corazón,
inteligencia.
Inclinaré a los proverbios mi oído; expresaré con el arpa mi enigma.
¿Por qué habré de temer en los días
de la adversidad
cuando me rodee la iniquidad de mis opresores?
Los que confían en sus posesiones
y se jactan de la abundancia
de sus riquezas,
ninguno de ellos puede redimir
a su hermano
ni pagar a Dios por su rescate.
La redención de su vida
es muy costosa;
se ha de abandonar para siempre
el intento
de vivir eternamente
y jamás ver corrupción.
10 Cuando él los mira, los sabios mueren;
contempla al necio y al torpe,
y ellos perecen y dejan a otros sus riquezas.
11 De los que llaman sus tierras con sus nombres,
sus tumbas[j] son sus casas
para siempre,
y sus moradas de generación
en generación.
12 Pero el hombre no permanecerá en sus riquezas;
más bien, es semejante a los animales que perecen.
13 Este camino suyo es necedad. No obstante, sus seguidores
se complacen en sus dichos. Selah[k]
14 Como ovejas que fueron apartadas para el Seol,
los pastorea la muerte;
los rectos se enseñorearán de ellos.
Al amanecer se desvanecerá su buen aspecto,
y el Seol será su morada.
15 Pero Dios redimirá mi vida
del poder del Seol
porque me llevará consigo. Selah[l]
16 No temas cuando alguno
se enriquece,
cuando aumenta la gloria de su casa.
17 Porque al morir no llevará nada
ni descenderá tras él su gloria.
18 Aunque su alma lo bendiga
mientras vive,
y reconozcan que ella lo[m] prospera,
19 entrará en la generación de sus padres
y nunca más verá la luz.
20 El hombre que vive con honores, pero sin entendimiento,
es semejante a los animales
que perecen.

Dios, el Juez de buenos y malos

50 Salmo de Asaf.

El SEÑOR, el Dios de dioses,
ha hablado;
ha convocado a la tierra desde donde sale el sol hasta donde se pone.
Desde Sion, perfección
de la hermosura,
Dios ha resplandecido.
Nuestro Dios viene y no callará. Fuego consumidor le precede,
y alrededor de él hay gran tormenta.
Convoca a los cielos en lo alto
y a la tierra para juzgar a su pueblo.
“Reúnanme a mis fieles,
los que han hecho conmigo pacto mediante sacrificio”.
Los cielos proclamarán su justicia porque Dios es el Juez. Selah[n]
“Escucha, oh pueblo mío, y hablaré; testificaré contra ti, oh Israel. Yo soy Dios, el Dios tuyo.
No te reprocharé con respecto
a tus sacrificios
ni a tus holocaustos, que siempre están delante de mí.
No tomaré toros de tu casa
ni machos cabríos de tus rediles
10 porque míos son todos los animales del bosque,
los millares del ganado
en mis montes.
11 Conozco todas las aves de las alturas,
y las criaturas del campo son mías.
12 Si yo tuviera hambre, no te lo diría a ti porque mío es el mundo y su plenitud.
13 ¿He de comer la carne de los toros? ¿He de beber la sangre de los machos cabríos?
14 ¡Ofrece a Dios sacrificio de acción
de gracias!
¡Paga tus votos al Altísimo!
15 Invócame en el día de la angustia;
yo te libraré, y tú me glorificarás”.
16 Pero al impío Dios le dijo:
“¿Por qué tienes tú que recitar mis leyes
y mencionar mi pacto con tu boca?
17 Tú detestas la instrucción
y echas a tus espaldas mis palabras.
18 Si ves a un ladrón, te complaces con él,
y tu parte está con los adúlteros.
19 Con maldad das rienda suelta
a tu boca,
y tu lengua urde engaño.
20 Tomas asiento y hablas contra
tu hermano;
contra el hijo de tu madre
arrojas infamia.
21 Estas cosas has hecho,
y yo he callado.
Ciertamente pensabas que yo sería como tú,
pero yo te reprenderé y las pondré ante tus ojos.
22 “Entiendan pues esto los que se
olvidan de Dios;
no sea que yo los arrebate sin que nadie los libre.
23 El que ofrece sacrificio de acción de gracias me glorificará,
y al que ordena su camino le mostraré la salvación de Dios”.

Oración de arrepentimiento

51 Al músico principal. Salmo de David, cuando el profeta Natán fue a él después de que David tuvo relaciones con Betsabé.

Ten piedad de mí, oh Dios,
conforme a tu misericordia.
Por tu abundante compasión borra mis rebeliones.
Lávame más y más de mi maldad,
y límpiame de mi pecado.
Porque yo reconozco mis rebeliones,
y mi pecado está siempre delante
de mí.
Contra ti, contra ti solo he pecado
y he hecho lo malo ante tus ojos. Seas tú reconocido justo en tu palabra
y tenido por puro en tu juicio.
He aquí, en maldad he nacido,
y en pecado me concibió mi madre.
He aquí, tú quieres la verdad en
lo íntimo,
y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría.
Quita mi pecado con hisopo,
y seré limpio;
lávame, y seré más blanco
que la nieve.
Hazme oír[o] gozo y alegría,
y se regocijarán estos huesos que has quebrantado.
Esconde tu rostro de mis pecados
y borra todas mis maldades.
10 Crea en mí, oh Dios, un corazón puro y renueva un espíritu firme
dentro de mí.
11 No me eches de tu presencia
ni quites de mí tu Santo Espíritu.
12 Devuélveme el gozo de tu salvación,
y un espíritu generoso me sustente.
13 Entonces enseñaré a los transgresores tus caminos,
y los pecadores se convertirán a ti.
14 Líbrame de homicidios, oh Dios, Dios de mi salvación,
y con regocijo cantará mi lengua
tu justicia.
15 Señor, abre mis labios,
y proclamará mi boca tu alabanza.
16 Porque no quieres sacrificio;
y si doy holocausto, no lo aceptas.
17 Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado.
Al corazón contrito y humillado
no desprecias tú, oh Dios.
18 Haz bien a Sion con tu benevolencia; edifica los muros de Jerusalén.
19 Entonces te agradarán los sacrificios de justicia,
el holocausto o la ofrenda del todo quemada.
Entonces se ofrecerán becerros sobre tu altar.

Final del hombre vil

52 Al músico principal. Masquil[p] de David cuando Doeg el edomita fue y le informó a Saúl diciendo: “David ha ido a la casa de Abimelec”.

¿Por qué te jactas, oh poderoso,
de la maldad contra el piadoso? Todo el día tu lengua maquina agravios; como navaja afilada produce engaño.
Has amado el mal más que el bien;
la mentira, más que el hablar justicia.
Selah[q]
Has amado toda palabra perversa; oh, lengua engañosa.
Por eso Dios te derribará para siempre;
te aplastará y te arrancará de tu morada.
Él te desarraigará de la tierra de los vivientes. Selah[r]
Los justos lo verán y temerán.
Se reirán de él diciendo:
“¡Vean al hombre que no puso a Dios como su fortaleza
sino que confió en sus muchas
riquezas
y se refugió en su maldad!”.
Pero yo seré como un olivo verde
en la casa de Dios;
en la misericordia del SEÑOR confiaré eternamente y para siempre.
Por siempre te daré gracias por lo que has hecho.
En presencia de tus fieles esperaré
en tu nombre, porque es bueno.

Necedad y corrupción del hombre

53 Al músico principal. Sobre Majalat[s]. Masquil[t] de David.

Dijo el necio en su corazón:
“No hay Dios”.
Se han corrompido
y han hecho abominable maldad. No hay quien haga el bien.
Dios miró desde los cielos
sobre los hijos del hombre
para ver si había algún sensato que buscara a Dios.
Pero cada uno se había descarriado;
a una se habían corrompido. No había quien hiciera el bien;
no había ni siquiera uno.
¿Acaso los que obran iniquidad
no saben que comen a mi pueblo como si fuera pan,
y que a Dios no invocan?
Allí donde no hubo nada que temer, temieron grandemente;
porque Dios esparció los huesos
de los blasfemos.
Los avergonzaste, porque Dios los rechazó.
¡Quién hiciera que de Sion viniese
la salvación de Israel!
Cuando Dios restaure de la cautividad a su pueblo
se gozará Jacob; se alegrará Israel.

Clamor de un perseguido

54 Al músico principal. Con Neguinot[u]. Masquil[v] de David, cuando fueron los de Zif y dijeron a Saúl: “¿Acaso no está David

escondido entre nosotros?”.
Oh Dios, sálvame por tu nombre
y defiéndeme con tu poder.
Oh Dios, escucha mi oración; atiende a las palabras de mi boca.
Porque los extraños se han levantado contra mí,
y los violentos buscan mi vida.
No toman en cuenta a Dios. Selah[w]
He aquí, Dios es quien me ayuda;
el Señor está con los que sostienen
mi vida.
Él hará volver el mal contra mis enemigos.
¡Destrúyelos por tu verdad!
Voluntariamente te ofreceré
sacrificios.
Daré gracias a tu nombre, oh SEÑOR, porque es bueno;
porque me has librado de toda angustia.
Mis ojos han visto la derrota
de mis enemigos.

Plegaria de una persona traicionada

55 Al músico principal. Con Neguinot[x]. Masquil[y] de David.

Atiende, oh Dios, mi oración;
no te escondas ante mi súplica.
Escúchame y respóndeme.
En mi pensar estoy deprimido[z]
y turbado
por la voz del enemigo,
por la presión de los impíos
que me inculpan de iniquidad
y me odian con furor.
Mi corazón se estremece
dentro de mí;
terrores de muerte me han
caído encima.
Temor y temblor me han sobrevenido,
y me cubre el espanto.
Dije: “¡Quién me diese alas
como de paloma!”.
Volaría y hallaría reposo.
Ciertamente huiría lejos y pasaría las noches en el desierto. Selah[aa]
Me apresuraría a buscar refugio del viento tempestuoso, de la tempestad.
Destrúyelos, oh Señor, y confunde
su lengua;
porque violencia y rencilla he visto
en la ciudad.
10 Día y noche hacen rondas sobre sus muros,
y la maldad y el abuso están adentro.
11 Agravio hay en medio de ella;
el fraude y el engaño no se apartan
de sus plazas.
12 Si un enemigo me hubiera afrentado
yo lo habría soportado.
Si el que me aborrece se hubiera
levantado contra mí
yo me habría ocultado de él.
13 Pero fuiste tú, un hombre igual a mí,
mi compañero, mi íntimo amigo;
14 quienes juntos compartíamos dulcemente los secretos,
y con afecto nos paseábamos
en la casa de Dios.
15 Que la muerte los sorprenda
y desciendan vivos al Seol.
Porque el mal está en sus moradas, instalado en medio de ellos.
16 No obstante, yo clamaré a Dios,
y el SEÑOR me salvará.
17 Al anochecer, al amanecer y al mediodía oraré y clamaré;
y él oirá mi voz.
18 Ha rescatado en paz mi alma
de la guerra que han desatado en contra de mí,
aunque son muchos los que han
estado contra mí.
19 Dios oirá, y luego los humillará; ¡Él, que permanece desde
la antigüedad! Selah[ab]Porque no cambian de actitud ni temen a Dios.
20 Más bien, aquel extiende sus manos contra sus propios aliados,
y viola su pacto.
21 Ellos ablandan su boca más
que mantequilla,
pero en su corazón hay contienda. Suavizan sus palabras más
que el aceite,
pero son como espadas
desenvainadas.
22 Echa tu carga sobre el SEÑOR,
y él te sostendrá.
Jamás dejará caído al justo.
23 Tú, oh Dios, harás descender a aquellos al pozo de la destrucción. Los hombres sanguinarios
y engañadores
no llegarán a la mitad de sus días, pero yo confiaré en ti.

Confianza en Dios y en su palabra

56 Al músico principal. Sobre “La paloma silenciosa de la lejanía”[ac]. Mictam[ad] de David compuesto cuando los filisteos lo apresaron en Gat.

Ten misericordia de mí, oh Dios, porque me acosa el hombre;
me oprime combatiéndome todo el día.
Todo el día me pisotean mis enemigos,
porque muchos son los que me combaten con altanería.
El día en que tengo temor
yo en ti confío.
En Dios, cuya palabra alabo, en Dios he confiado.
¡No temeré lo que me pueda hacer ningún mortal!
Todo el día pervierten mis palabras; contra mí son todos sus pensamientos, para mal.
Ellos conspiran; se ocultan. Observan atentamente mis pasos en acecho de mi vida.
¿Escaparán ellos por su iniquidad? ¡Oh Dios, derriba los pueblos con
tu furor!
Mis andanzas tú has contado; pon mis lágrimas ante ti[ae].
¿Acaso no están escritas en tu libro?
El día que yo clame a ti,
mis enemigos retrocederán.
Esto sé: que Dios está a mi lado.
10 En Dios cuya palabra alabo,
en el SEÑOR cuya palabra alabo,
11 en Dios he confiado.
No temeré lo que me pueda hacer
el hombre.
12 Sobre mí, oh Dios, están tus votos;
te pagaré sacrificios de acción
de gracias.
13 Porque has librado mi vida de la muerte y mis pies de la caída para que ande delante de Dios
en la luz de la vida.

Oración para ser librado del opresor

57 Al músico principal. Sobre “No destruyas”[af]. Mictam[ag] de David compuesto cuando huyó de Saúl a la cueva.

Ten misericordia de mí, oh Dios;
ten misericordia de mí
porque en ti ha confiado mi alma. En la sombra de tus alas me ampararé hasta que pasen las calamidades.
Clamaré al Dios Altísimo,
al Dios que me favorece.
Él enviará desde los cielos
y me librará de la infamia del que me oprime. Selah[ah] ¡Dios enviará su misericordia y su verdad!
Mi vida está entre leones;
estoy tendido entre hombres que devoran. Sus dientes son lanzas y flechas,
y su lengua es como espada afilada.
¡Seas exaltado sobre los cielos, oh Dios; y sobre toda la tierra, tu gloria!
Una red han tendido ante mis pasos para doblegar mi alma.
Una fosa han cavado delante de mí,
y en medio de ella han caído ellos mismos. Selah[ai]
Mi corazón está firme, oh Dios; está firme mi corazón.
Cantaré y entonaré salmos.
¡Despierta, oh alma mía!
¡Despierten, oh arpa y lira!
Despertaré al alba.
Te alabaré entre los pueblos, oh Señor;
a ti cantaré salmos entre las naciones.
10 Porque grande, hasta los cielos, es
tu misericordia;
y hasta las nubes, tu verdad.
11 ¡Seas exaltado sobre los cielos,
oh Dios;
y sobre toda la tierra, tu gloria!

Dios, el Juez de la tierra

58 Al músico principal. Sobre “No destruyas”[aj]. Mictam[ak] de David.

Oh magistrados, ¿en verdad
pronuncian justicia?
¿ Juzgan rectamente a los hijos del hombre?
Más bien, con el corazón obran
iniquidad en la tierra
y a la violencia abren camino con sus manos.
Los impíos se alienaron desde la matriz; se descarriaron desde el vientre hablando mentira.
Tienen veneno como veneno de serpiente;
son como una cobra sorda que tapa sus oídos
y no oye la voz de los encantadores, aun del más experto encantador.
Oh Dios, rompe sus dientes en
su boca;
quiebra, oh SEÑOR, los colmillos de los leones.
Escúrranse como aguas que
se pierden;
que cuando apunten con sus flechas estas queden despuntadas.
Pasen como la babosa que se deshace;
y, como un abortivo de mujer, no vean el sol.
Antes que sus espinos produzcan
espinas,
con su ira los arrebatará cual vendaval[al].
10 El justo se alegrará cuando vea la venganza,
y lavará sus pies en la sangre del impío.
11 Entonces dirá el hombre:
“Ciertamente el justo tiene frutos; ciertamente hay un Dios que juzga
la tierra”.

Dios, baluarte del justo

59 Al músico principal. Sobre “No destruyas”[am]. Mictam[an] de David, compuesto cuando Saúl mandó que acecharan la casa para matarlo.

Líbrame de mis enemigos,
oh Dios mío;
ponme a salvo de los que se
levantan contra mí.
Líbrame de los que hacen iniquidad; sálvame de los hombres sanguinarios.
Porque he aquí, acechan mi vida; los prepotentes me atacan,
no por transgresión o por pecado mío, oh SEÑOR.
Sin que yo sea culpable
corren y se preparan.
Despierta para venir a mi encuentro y mira.
Tú, oh SEÑOR Dios de los Ejércitos, Dios de Israel,
despierta para castigar a todas
las naciones.
No tengas misericordia de ningún inicuo traidor. Selah[ao]
Vuelven al anochecer,
aúllan como perros
y rodean la ciudad.
He aquí, profieren con su boca;
espadas hay en sus labios.
Porque dicen: “¿Quién oye?”.
Pero tú, oh SEÑOR, te reirás de ellos;
te burlarás de todas las naciones.
Fortaleza mía, en ti esperaré; porque Dios es mi alto refugio.
10 Mi Dios misericordioso me saldrá
al encuentro.
Dios me hará ver mi deseo cumplido en mis enemigos.
11 No los mates, para que mi pueblo
no se olvide.
Hazles andar errantes, por tu poder. Abátelos, oh SEÑOR, escudo nuestro.
12 Por el pecado de su boca,
por la palabra de sus labios
sean presos;
por su soberbia, por la maldición
y por la mentira que profieren.
13 Acábalos con furor;
acábalos de modo que dejen de existir. Que se sepa que Dios domina
en Jacob
hasta los confines de la tierra. Selah[ap]
14 ¡Que vuelvan al anochecer y aúllen como perros! ¡Que rodeen la ciudad!
15 Ellos andan errantes para hallar qué comer;
y, al no saciarse, se quejan.
16 Pero yo cantaré a tu poder
y alabaré de mañana tu misericordia; porque fuiste para mí un alto refugio
y un amparo en el día de mi angustia.
17 Fortaleza mía, a ti cantaré salmos; porque Dios es mi alto refugio,
el Dios que tiene misericordia de mí.

Súplica en medio de la derrota

60 Al músico principal. Sobre “La Rosa del Testimonio”[aq]. Mictam[ar] de David, para ser enseñado. Compuesto cuando provocó la confrontación con Siria mesopotámica y Siria de Soba, y Joab volvió y derrotó a doce mil de Edom en el valle de la Sal.

Oh Dios, tú nos has desechado; has roto nuestras defensas.
Te has airado. ¡Vuelve a nosotros!
Hiciste temblar la tierra; la has agrietado.
Restaura sus fallas porque
se desmorona.
Has hecho ver duras cosas
a tu pueblo;
nos has hecho beber vino
de aturdimiento.
Has dado bandera a los que te temen para que alcancen seguridad
ante el arco. Selah[as]
Salva con tu diestra y respóndenos,
de modo que sean librados
tus amados.
Dios ha hablado en su santuario: “¡Cómo me regocijo!
Repartiré Siquem
y mediré el valle de Sucot.
Mío es Galaad y mío es Manasés. Efraín es la fortaleza de mi cabeza; Judá es mi cetro.
Moab es la vasija en que me lavo; sobre Edom echaré mis sandalias,
y sobre Filistea lanzaré mi grito
de victoria”.
¿Quién me guiará a la ciudad fortificada? ¿Quién me conducirá hasta Edom?
10 ¿No serás tú, oh Dios, que nos habías desechado
y que ya no sales, oh Dios, con nuestros ejércitos?
11 Danos socorro ante el enemigo
pues vana es la liberación que da
el hombre.
12 Con Dios haremos proezas,
y él aplastará a nuestros enemigos.

Anhelo de la protección de Dios

61 Al músico principal. Con Neguinot[at]. Salmo de David.

Escucha, oh Dios, mi clamor; atiende a mi oración.
Desde el extremo de la tierra
clamaré a ti cuando mi corazón desmaye.
Llévame a la roca que es más alta que yo
porque tú me has sido refugio
y torre fortificada delante
del enemigo.
Que yo habite en tu tabernáculo para siempre y me refugie al amparo de tus alas. Selah[au]
Pues tú, oh Dios, has oído mis votos; has dado heredad a los que temen
tu nombre.
Días sobre días añadirás al rey; sus años serán como generación tras generación.
Estará para siempre delante de Dios; designa la misericordia y la verdad para que lo guarden.
Entonces cantaré salmos a tu nombre para siempre,
para pagar mis votos día tras día.

Dios, el único refugio

62 Al músico principal. A Jedutún. Salmo de David.

Solo en Dios reposa mi alma;
de él proviene mi salvación.
Solo él es mi roca y mi salvación;
él es mi refugio;
no seré grandemente movido.
¿Hasta cuándo se ensañarán contra
un hombre?
¿Lo destrozarán todos ustedes como
a una pared inclinada o una cerca derribada?
Solamente consultan cómo derribarlo de su eminencia.
Se complacen con la mentira.
Con su boca bendicen
pero en su interior maldicen. Selah[av]
Oh alma mía, reposa solo en Dios porque de él es mi esperanza.
Solo él es mi roca y mi salvación;
es mi alto refugio; no seré movido.
Dios es mi salvación y mi gloria;
en Dios está la roca de mi fortaleza y mi refugio.
Oh pueblos, esperen en él en todo tiempo;
derramen delante de él su corazón porque Dios es nuestro refugio. Selah[aw]
Por cierto, vanidad son los hombres comunes;
mentira son los hombres notables.
Si se los pesa a todos juntos en balanza serán menos que un soplo.
10 No confíen en la opresión
ni se envanezcan con la rapiña. Aunque se incremente la riqueza
no pongan en ella el corazón.
11 Una vez habló Dios;
dos veces he oído esto:
que en Dios hay fortaleza.
12 También en ti, oh Señor,
hay misericordia;
pues tú pagas a cada uno según su obra.

Oración de un alma sedienta de Dios

63 Salmo de David, compuesto cuando estaba en el desierto de Judá.

¡Oh Dios, tú eres mi Dios!
Con diligencia te he buscado;
mi alma tiene sed de ti.
Mi cuerpo te anhela
en tierra árida y sedienta,
carente de agua.
Te he contemplado en el santuario para admirar tu poder y tu gloria.
Porque mejor es tu misericordia
que la vida;
mis labios te alabarán.
Por eso te bendeciré en mi vida
y en tu nombre alzaré mis manos.
Como de sebo y de gordura se saciará mi alma;
mi boca te alabará con labios de júbilo.
Cuando en mi cama me acuerdo de ti medito en ti en las vigilias de la noche.
Porque tú eres mi socorro,
bajo la sombra de tus alas cantaré
de gozo.
Mi vida está apegada a ti;
tu mano derecha me sostiene.
Los que buscan mi alma
para destruirla
caerán en las profundidades
de la tierra.
10 Los destruirán a filo de espada,
y serán la porción de las zorras.
11 Pero el rey se alegrará en Dios. Será alabado cualquiera que
jura por él,
pero será cerrada la boca de los que hablan mentira.

Dios prende al impío en su maldad

64 Al músico principal. Salmo de David.

Escucha, oh Dios, mi voz en mi oración;
guarda mi vida del miedo al enemigo.
Escóndeme del consejo secreto
de los malhechores,
del tumulto de los que obran iniquidad.
Ellos afilan su lengua como espadas,
y disponen palabras amargas como flechas
para tirarlas a escondidas contra el inocente.
De repente tiran contra él,
y no temen.
Se alientan unos a otros en perverso designio
y planean[ax] esconder trampas. Dicen: “¿Quién nos[ay] ha de ver?”.
Traman maldad,
hacen un minucioso complot
hasta en el íntimo pensamiento del hombre
y lo profundo del corazón.
Pero Dios los herirá con sus
propias flechas.
De repente les sobrevendrán
sus heridas.
Los hará caer por la propia lengua
de ellos;
todos los que los vean moverán
la cabeza.
Todos los hombres temerán;
anunciarán la obra de Dios
y entenderán sus hechos.
10 El justo se alegrará en el SEÑOR
y confiará en él.
Se gloriarán todos los rectos
de corazón.

Alabanza a Dios por su providencia

65 Al músico principal. Salmo. Cántico de David.

En Sion, oh Dios, te corresponde
la alabanza;
a ti serán pagados los votos.
Tú oyes la oración;
a ti acudirá todo ser.
Las palabras de iniquidad prevalecen contra mí
pero tú perdonarás nuestras
rebeliones.
Bienaventurado el hombre que tú
escoges y haces que se acerque a ti para que habite en tus atrios. Seremos saciados del bien de tu casa,
de tu santo templo.
Con hechos tremendos nos
responderás en justicia,
oh Dios de nuestra salvación,
esperanza de todos los confines
de la tierra
y de todos los mares más distantes.
Tú eres el que afirmas las montañas con poder, ceñido de poderío.
Tú eres el que sosiegas el estruendo de los mares,
el estruendo de las olas
y el tumulto de los pueblos.
Por eso los habitantes de los confines de la tierra tienen temor
de tus maravillas.
Tú haces cantar de júbilo a las salidas de la mañana y de la noche.
Visitas la tierra y la riegas;
en gran manera la enriqueces.
El río de Dios está lleno de aguas. Produces los trigales
porque así lo has preparado.
10 Haces que se empapen sus surcos
y allanas sus crestas.
Disuelves los terrones con aguaceros
y bendices sus brotes.
11 Coronas el año con tus bondades
y tus recorridos fluyen abundancia.
12 Los pastizales del desierto fluyen abundancia
y las colinas se ciñen de alegría.
13 Los prados se visten de rebaños
y los valles se cubren de grano. Gritan de júbilo y cantan.

Alabanza a Dios por sus hechos

66 Al músico principal. Cántico y salmo.

¡Aclamen a Dios con alegría
habitantes de[az] toda la tierra!
Canten a la gloria de su nombre; denle la gloria en la alabanza.
Digan a Dios:
“¡Cuán admirables son tus obras! Por tu gran poder se someterán a ti tus enemigos.
¡Toda la tierra te adorará y cantará a ti! ¡Cantarán a tu nombre!”. Selah[ba]
Vengan y vean los actos de Dios, admirable en sus hechos
para con los hijos del hombre.
Él convirtió el mar en tierra seca,
y por el río pasaron a pie[bb].
¡Regocijémonos en él!
Se enseñorea con su poder
para siempre;
sus ojos observan a las naciones para que los rebeldes no se enaltezcan contra él.
Selah[bc]
¡Bendigan, oh pueblos, a nuestro Dios! Hagan que se escuche la voz
de su alabanza.
Él es quien preservó la vida
a nuestra alma
y no permitió que resbalasen nuestros pies.
10 Tú nos has probado, oh Dios; nos has purificado como se prueba
la plata.
11 Nos metiste en la red
y pusiste apretura sobre nuestros lomos.
12 Hiciste que los hombres cabalgaran encima de nuestra cabeza.
Pasamos por el fuego y por el agua pero luego nos sacaste a abundancia.
13 Entraré en tu templo con holocaustos;
te pagaré mis votos
14 que pronunciaron mis labios
y que mi boca prometió cuando
yo estaba angustiado.
15 Te ofreceré holocaustos de animales engordados,
con incienso de carneros.
Sacrificaré toros y machos cabríos.
Selah[bd]
16 Vengan; oigan, todos los que temen a Dios,
y contaré lo que ha hecho
por mi vida.
17 A él invoqué con mi boca
y con mi lengua lo ensalcé.
18 Si en mi corazón yo hubiera
consentido la iniquidad
el Señor no me habría escuchado.
19 ¡Pero de veras Dios me ha escuchado!
Él atendió a la voz de mi oración.
20 ¡Bendito sea Dios,
que no echó de sí mi oración
ni de mí su misericordia!

Alabanza al Salvador universal

67 Al músico principal. Con Neguinot[be]. Salmo y cántico.

Dios tenga misericordia de nosotros y nos bendiga.
Haga resplandecer su rostro sobre nosotros; Selah[bf]
para que sea reconocido en la tierra tu camino
y en todas las naciones tu salvación.
¡Los pueblos te alaben, oh Dios! ¡Todos los pueblos te alaben!
Alégrense y gócense las naciones porque tú juzgarás a los pueblos con equidad
y guiarás a las naciones de la tierra.
Selah[bg]
¡Los pueblos te alaben, oh Dios! ¡Todos los pueblos te alaben!
La tierra dará su fruto;
nos bendecirá Dios, el Dios nuestro.
Dios nos bendiga,
y témanlo todos los confines
de la tierra.

Las marchas triunfales de Dios

68 Al músico principal. Salmo de David. Cántico.

Dios se levantará,
y se dispersarán sus enemigos;
huirán de su presencia los que
le aborrecen.
Como se disipa el humo,
así los disiparás.
Como se derrite la cera ante el fuego, así perecerán los impíos delante
de Dios.
Pero los justos se alegrarán;
se gozarán delante de Dios
y saltarán de alegría.
¡Canten a Dios!
¡Canten salmos a su nombre!
¡Preparen camino al que cabalga sobre las nubes!
El SEÑOR[bh] es su nombre.
¡Alégrense delante de él!
Padre de los huérfanos y juez
de las viudas
es Dios en su santa morada.
Es el Dios que hace habitar en familia a los solitarios
y saca a los cautivos a prosperidad; pero los rebeldes habitan en
sequedales.
Oh Dios, cuando saliste delante de
tu pueblo,
cuando marchaste por el desierto,
Selah[bi]
la tierra tembló;
también los cielos gotearon ante Dios. Aquel Sinaí tembló delante de Dios, del Dios de Israel.
Abundante lluvia esparciste, oh Dios;
a tu posesión exhausta reanimaste.
10 Tu rebaño ha habitado en ella. Por tu bondad, oh Dios,
has provisto para el pobre.
11 El Señor da la palabra,
y una gran hueste de mujeres anuncia la buena nueva:
12 “¡Huyen, huyen los reyes de los ejércitos!”.
Y en casa las mujeres reparten
el botín.
13 Aunque se recostaban entre
los rediles,
las alas de la paloma se cubrieron
de plata,
y sus plumas con la amarillez del oro.
14 Cuando el Todopoderoso esparció allí a los reyes
el monte Salmón se cubrió de nieve.
15 ¡Monte de Dios es el monte de Basán! ¡Alto es el monte de Basán!
16 Oh montes de elevados picachos, ¿por qué miran con hostilidad
al monte que Dios ha deseado como morada?
Ciertamente el SEÑOR habitará allí para siempre.
17 Los carros de Dios son miríadas
de miríadas,
y millares de millares[bj].
¡Entre ellos el Señor viene del Sinaí al santuario!
18 Subiste a lo alto, tomaste cautivos. Tomaste tributos de los hombres, aun de los rebeldes,
para que allí habitara el SEÑOR[bk] Dios.
19 ¡Bendito sea el Señor!
Día tras día lleva nuestras cargas
el Dios de nuestra salvación.
Selah[bl]
20 Nuestro Dios es Dios de salvación; del SEÑOR Dios[bm] es el librar
de la muerte.
21 Ciertamente Dios herirá la cabeza
de sus enemigos;
la cabelluda coronilla del que camina en sus pecados.
22 El Señor dijo:
“De Basán los haré volver;
los haré volver de lo profundo del mar
23 para que laves[bn] tus pies en sangre,
y también la lengua de tus perros en la de tus enemigos”.
24 ¡Vean las marchas triunfales de Dios,
las marchas triunfales de mi Dios
y Rey, en el santuario!
25 Los cantores van delante,
los músicos detrás,
y en medio van las jóvenes
tocando tamboriles.
26 ¡Bendigan a Dios en la congregación! ¡Bendigan al Señor, ustedes de la
estirpe de Israel!
27 Allí está Benjamín, el más joven,
dirigiéndoles.
Allí están los jefes de Judá con su multitud,
los jefes de Zabulón y los jefes
de Neftalí.
28 Tu Dios ha ordenado tu fuerza. ¡Confirma, oh Dios, lo que has hecho en nosotros!
29 Por causa de tu templo en Jerusalén los reyes te traerán obsequios.
30 Reprende a la fiera del cañaveral,
a la manada de toros con los becerros de los pueblos.
Atropella a los que persiguen la plata. Dispersa a los pueblos que se complacen en las batallas.
31 Vendrán dignatarios de Egipto; Etiopía extenderá sus manos hacia Dios.
32 Reinos de la tierra, canten a Dios; ¡canten al Señor! Selah[bo]
33 Canten al que cabalga en los cielos, los cielos milenarios;
él emitirá su voz, su poderosa voz.
34 ¡Reconoced el poderío de Dios! Sobre Israel sea su magnificencia,
y su poder en los cielos.
35 Temible eres, oh Dios, en tu santuario.
El Dios de Israel es quien da poder
y vigor a su pueblo.
¡Bendito sea Dios!

Oración de un alma angustiada

69 Al músico principal. Sobre Sosanim[bp]. Salmo de David.

¡Sálvame, oh Dios,
porque las aguas han entrado hasta
mi alma!
Estoy hundido en el lodo profundo donde no hay suelo firme.
He llegado a las profundidades
de las aguas,
y la corriente me ha arrastrado.
Cansado estoy de llamar;
mi garganta se ha enronquecido. Mis ojos han desfallecido esperando a mi Dios.
Los que me aborrecen sin causa se han aumentado;
son más que los cabellos de mi cabeza.
Se han fortalecido mis enemigos que me destruyen sin razón.
¡He tenido que devolver lo que no había robado!
Oh Dios, tú conoces mi insensatez; mis pecados no te son ocultos.
No sean avergonzados por mi culpa los que esperan en ti,
oh SEÑOR Dios[bq] de los Ejércitos. No sean confundidos por mí los que te buscan, oh Dios de Israel.
Por tu causa he sufrido afrenta; confusión ha cubierto mi cara.
He venido a ser extraño a mis hermanos y extranjero para los hijos de mi madre.
Pues el celo por tu casa me ha consumido,
y las afrentas de los que te afrentan han caído sobre mí.
10 Me afligí a mí mismo[br] con ayuno; también esto me ha servido
de afrenta.
11 Además, me puse cilicio como vestido
y llegué a servirles de refrán.
12 Hablaban contra mí los que
se sentaban en el tribunal,
y los borrachos cantaban canciones contra mí[bs].
13 Sin embargo, oh SEÑOR, yo dirigía a ti mi oración
en el tiempo de tu buena voluntad. Oh Dios, respóndeme por tu gran bondad,
por la verdad de tu salvación.
14 Sácame del lodo; no sea yo
sumergido.
Sea yo librado de los que
me aborrecen
y de las profundidades de las aguas.
15 No me arrastre la corriente de
las aguas;
no me trague el abismo,
ni la fosa cierre su boca sobre mí.
16 Escúchame, oh SEÑOR,
porque buena es tu misericordia. Mírame conforme a tu inmensa compasión.
17 No escondas tu rostro de tu siervo porque estoy angustiado;
apresúrate a escucharme.
18 Acércate a mi alma y redímela;
líbrame a causa de mis enemigos.
19 Tú conoces mi afrenta,
mi confusión y mi oprobio.
Delante de ti están todos mis enemigos.
20 La afrenta ha quebrantado mi corazón, y estoy acongojado. Esperé que alguien se compadeciera de mí, y no hubo quién. Busqué consoladores, y no hallé ninguno.
21 Además, me dieron hiel en lugar
de alimento,
y para mi sed me dieron de beber
vinagre.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

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