Bible in 90 Days
Apelación a la justicia divina
109 Al músico principal. Salmo de David. Oh Dios de mi alabanza,
no guardes silencio,
2 pues la boca del impío y la
del engañador
se han abierto contra mí;
han hablado contra mí con lengua engañosa.
3 Con palabras de odio me
han rodeado;
sin causa han luchado contra mí.
4 En pago de mi amor me han acusado, aunque yo oraba.
5 Me han devuelto[a] mal por bien,
y odio por amor.
6 Levanta contra él a un impío,
y un acusador esté a su mano derecha.
7 Cuando sea juzgado, que resulte culpable,
y que su oración sea tenida por pecado.
8 Sean pocos sus días,
y tome otro su oficio.
9 Queden huérfanos sus hijos,
y su mujer quede viuda.
10 Anden sus hijos vagabundos y mendigando;
procuren su pan lejos de sus casas arruinadas.
11 Que el acreedor se apodere de todo
lo que tiene,
y extraños saqueen el fruto de
su trabajo.
12 No tenga quien le haga misericordia
ni haya quien se compadezca de sus huérfanos.
13 Su posteridad sea destruida;
en la segunda generación sea borrado su nombre.
14 Sea recordada ante el SEÑOR la maldad de sus padres;
no sea borrado el pecado de su madre.
15 Estén siempre delante del SEÑOR,
y elimine él de la tierra la memoria
de ellos.
16 Porque no se acordó de mostrar misericordia,
y persiguió al hombre pobre, necesitado y quebrantado de corazón hasta matarlo.
17 Amó la maldición; ¡que esta le venga! No quiso la bendición; ¡que se aleje de él!
18 Vístase de maldición como de
su manto,
y entre ella como agua en sus entrañas
y como aceite en sus huesos.
19 Séale como vestido que lo cubra,
y como cinturón que siempre lo ciña.
20 Este sea el pago de parte del SEÑOR para con los que me acusan,
para los que hablan mal contra mi vida.
21 Pero tú, oh SEÑOR Dios[b],
favoréceme por amor de tu nombre;
líbrame, porque buena es tu
misericordia.
22 Yo soy pobre y necesitado,
y mi corazón está herido dentro
de mí.
23 Voy como la sombra cuando se extiende;
soy sacudido como la langosta.
24 Mis rodillas están debilitadas a causa del ayuno,
y mi carne está desfallecida por falta de alimento.
25 Fui para ellos objeto de oprobio; me miraban y movían la cabeza.
26 Ayúdame, oh SEÑOR, Dios mío; sálvame conforme a tu misericordia.
27 Entiendan que esta es tu mano
y que tú, oh SEÑOR, has hecho esto.
28 Que maldigan ellos, pero bendice tú; que se levanten pero sean
avergonzados[c].
Y que tu siervo se regocije.
29 Sean vestidos de ignominia los que me calumnian,
y vístanse con su vergüenza como
de manto.
30 Agradeceré al SEÑOR en gran manera con mi boca;
en medio de muchos le alabaré.
31 Porque él se pondrá a la derecha del necesitado
para salvar su vida de los que
le juzgan.
El sacerdocio del Mesías
110 Salmo de David.
El SEÑOR dijo a mi señor:
“Siéntate a mi diestra
hasta que ponga a tus enemigos como estrado de tus pies”.
2 El SEÑOR enviará desde Sion el cetro de tu poder;
domina en medio de tus enemigos.
3 En el día de tu poder
tu pueblo se te ofrecerá
voluntariamente
en la hermosura de la santidad. Desde el nacimiento de la aurora
tú tienes el rocío de la juventud.
4 El SEÑOR juró y no se retractará: “Tú eres sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec”.
5 El Señor está a tu mano derecha; aplastará a los reyes en el día
de su ira.
6 Juzgará entre las naciones;
las llenará de cadáveres.
Aplastará a los jefes sobre
la extensa tierra.
7 Beberá del arroyo en el camino, por lo cual levantará su[d] cabeza.
Bondad y fidelidad divinas
111 ¡Aleluya!
Daré[e] gracias al SEÑOR con todo mi corazón
en la reunión y en la congregación de los rectos.
2 Grandes son las obras del SEÑOR, buscadas por todos los que
se complacen en ellas.
3 Gloria y hermosura es su obra,
y su justicia permanece para siempre.
4 Hizo memorables sus maravillas; clemente y misericordioso
es el SEÑOR.
5 Da alimento a los que le temen; para siempre se acordará de su pacto.
6 El poder de sus obras manifestó
a su pueblo
al darle la heredad de las naciones.
7 Las obras de sus manos son verdad
y justicia;
fieles son todas sus ordenanzas.
8 Son afirmadas eternamente
y para siempre,
hechas con verdad y rectitud.
9 Ha enviado redención a su pueblo; para siempre ha ordenado su pacto. Santo y temible es su nombre.
10 El principio de la sabiduría es el temor del SEÑOR.
Buen entendimiento tienen todos los que ponen esto por obra.
Su loor permanece para siempre.
Prosperidad del que teme al SEÑOR
112 ¡Aleluya!
Bienaventurado[f] el hombre que
teme al SEÑOR
y en sus mandamientos se
deleita en gran manera.
2 Su descendencia será poderosa
en la tierra;
la generación de los rectos
será bendita.
3 Bienes y riquezas hay en su casa;
su justicia permanece para siempre.
4 En las tinieblas resplandece la luz para los rectos;
él es clemente, misericordioso y justo.
5 El hombre de bien tiene compasión y presta,
y administra sus cosas con justicia.
6 Por eso no resbalará jamás;
para siempre será recordado el justo.
7 De las malas noticias no
tendrá temor;
su corazón está firme, confiado
en el SEÑOR.
8 Afianzado está su corazón; no temerá, hasta que vea en sus enemigos
su deseo.
9 Esparce, da a los necesitados;
su justicia permanece para siempre
y su poderío será exaltado en gloria.
10 Lo verá el impío y se irritará; crujirá los dientes y se consumirá.
El deseo de los impíos perecerá.
Dios levanta a los pobres
113 ¡Aleluya!
¡Alaben, oh siervos del SEÑOR,
alaben el nombre del SEÑOR!
2 Sea bendito el nombre del SEÑOR desde ahora y para siempre.
3 Desde el nacimiento del sol y hasta donde se pone
sea alabado el nombre del SEÑOR.
4 Alto sobre todas las naciones
es el SEÑOR;
sobre los cielos es su gloria.
5 ¡Quién como el SEÑOR nuestro Dios,
el que mora en lo alto
6 y se humilla para mirar en el cielo
y en la tierra!
7 Levanta del polvo al pobre,
y al necesitado enaltece desde
la basura
8 para hacerle sentar con los nobles, con los nobles de su pueblo.
9 Él hace habitar en familia a la estéril, feliz de ser madre de hijos.
¡Aleluya!
Recuerdos de la salida de Egipto
114 Cuando Israel salió de Egipto,
la casa de Jacob de un pueblo extranjero,
2 Judá fue su santuario
e Israel su señorío.
3 El mar lo vio y huyó;
el Jordán se volvió atrás.
4 Los montes brincaron como carneros
y las colinas como corderitos.
5 ¿Qué tuviste, oh mar, para que huyeras?
¿Y tú, oh Jordán, para que
te volvieras atrás?
6 Oh montes, ¿por qué brincaron como carneros;
y ustedes, oh colinas, como corderitos?
7 Ante la presencia del SEÑOR tiembla la tierra;
ante la presencia del Dios de Jacob
8 quien convirtió la peña[g] en estanque de aguas
y el pedernal en manantial de aguas.
Contraste entre el SEÑOR y los ídolos
115 No a nosotros, oh SEÑOR,
no a nosotros,
sino a tu nombre da gloria
por tu misericordia y tu verdad.
2 ¿Por qué han de decir las naciones: “¿Dónde está su Dios?”.
3 ¡Nuestro Dios está en los cielos! ¡Ha hecho todo lo que ha querido!
4 Los ídolos de ellos son de plata y oro, obra de manos de hombres.
5 Tienen boca pero no hablan; tienen ojos pero no ven;
6 tienen orejas pero no oyen;
tienen nariz pero no huelen;
7 tienen manos pero no palpan; tienen pies pero no andan;
no emiten sonido con su garganta.
8 Como ellos, son los que los hacen
y todos los que en ellos confían.
9 ¡Oh Israel, confía en el SEÑOR!
Él es su ayuda y su escudo.
10 ¡Oh casa de Aarón,
confía en el SEÑOR!
Él es su ayuda y su escudo.
11 ¡Los que temen al SEÑOR, confíen en el SEÑOR!
Él es su ayuda y su escudo.
12 El SEÑOR se acuerda de nosotros;
él nos bendecirá.
Bendecirá a la casa de Israel, bendecirá a la casa de Aarón.
13 Bendecirá a los que temen al SEÑOR, a pequeños y a grandes.
14 El SEÑOR aumentará bendición sobre ustedes;
sobre ustedes y sobre los hijos
de ustedes.
15 Benditos sean del SEÑOR
quien hizo los cielos y la tierra.
16 Los cielos de los cielos son del SEÑOR;
pero él ha dado la tierra a los hijos del hombre.
17 No alaban al SEÑOR[h] los muertos
ni cuantos descienden al silencio.
18 Pero nosotros bendeciremos
al SEÑOR[i]
desde ahora y para siempre.
¡Aleluya !
Gratitud al ser librado de la muerte
116 Amo al SEÑOR,
pues ha escuchado mi voz
y mis súplicas,
2 porque ha inclinado a mí su oído. Por tanto, le invocaré todos mis días.
3 Me rodearon las ataduras
de la muerte;
me encontraron las angustias del Seol. En angustia y en dolor me encontraba.
4 Entonces invoqué el nombre del SEÑOR
diciendo: “¡Libra, oh SEÑOR,
mi vida!”.
5 Clemente y justo es el SEÑOR;
sí, misericordioso es nuestro Dios.
6 El SEÑOR guarda a los ingenuos;
estaba yo postrado, y él me salvó.
7 Vuelve, oh alma mía, a tu reposo porque el SEÑOR te ha favorecido.
8 Porque tú has librado
mi vida de la muerte,
mis ojos de las lágrimas
y mis pies de la caída.
9 Andaré delante del SEÑOR
en la tierra de los vivientes.
10 Creí; por tanto[j], hablé
estando afligido en gran manera.
11 Y dije en mi apresuramiento: “Todo hombre es mentiroso”.
12 ¿Qué daré al SEÑOR
por todas sus bendiciones
para conmigo?
13 Alzaré la copa de la salvación
e invocaré el nombre del SEÑOR.
14 Cumpliré mis votos al SEÑOR delante de todo su pueblo.
15 Estimada es en los ojos del SEÑOR
la muerte de sus fieles.
16 Escúchame, oh SEÑOR, porque yo soy tu siervo;
soy tu siervo, hijo de tu sierva. Tú rompiste mis cadenas.
17 Te ofreceré sacrificio de acción
de gracias
e invocaré el nombre del SEÑOR.
18 Cumpliré mis votos al SEÑOR delante de todo su pueblo
19 en los atrios de la casa del SEÑOR,
en medio de ti, oh Jerusalén. ¡Aleluya!
Llamado a la alabanza
117 ¡Alaben al SEÑOR, naciones todas!
¡Pueblos todos, alábenle!
2 Porque ha engrandecido sobre nosotros su misericordia,
y la verdad del SEÑOR es para siempre. ¡Aleluya!
La misericordia eterna del SEÑOR
118 ¡Alaben al SEÑOR porque es bueno;
porque para siempre es su
misericordia!
2 Diga, por favor, Israel:
“¡Para siempre es su misericordia!”.
3 Diga, por favor, la casa de Aarón: “¡Para siempre es su misericordia!”.
4 Digan, por favor, los que temen
al SEÑOR:
“¡Para siempre es su misericordia!”.
5 Al SEÑOR[k] invoqué desde
la angustia,
y el SEÑOR[l] me respondió
poniéndome en lugar espacioso.
6 El SEÑOR está conmigo;
no temeré lo que me pueda hacer
el hombre.
7 El SEÑOR está conmigo, con los que me ayudan.
Por tanto, yo veré mi deseo en los que me aborrecen.
8 Mejor es refugiarse en el SEÑOR que confiar en el hombre.
9 Mejor es refugiarse en el SEÑOR que confiar en los poderosos.
10 Todas las naciones me rodearon;
en el nombre del SEÑOR yo
las destruiré.
11 Me rodearon y me asediaron;
en el nombre del SEÑOR yo las destruiré.
12 Me rodearon como abejas,
ardieron[m] como fuego de espinos;
en el nombre del SEÑOR yo las destruiré.
13 Fui empujado[n] con violencia para que cayese;
pero el SEÑOR me socorrió.
14 El SEÑOR[o] es mi fortaleza
y mi canción;
él es mi salvación.
15 ¡Voz de júbilo y de salvación hay en las moradas de los justos!
¡La diestra del SEÑOR hace proezas!
16 ¡La diestra del SEÑOR está
levantada, en alto!
¡La diestra del SEÑOR hace proezas!
17 No moriré, sino que viviré
y contaré las obras del SEÑOR[p].
18 Duramente me castigó el SEÑOR[q] pero no me entregó a la muerte.
19 ¡Ábranme las puertas de la justicia! Entraré por ellas y daré gracias
al SEÑOR[r].
20 Esta es la puerta del SEÑOR; por ella entrarán los justos.
21 Te daré gracias
porque me has respondido
y has sido mi salvación.
22 La piedra que desecharon los edificadores
ha venido a ser la principal del ángulo.
23 De parte del SEÑOR es esto;
es una maravilla a nuestros ojos.
24 Este es el día que hizo el SEÑOR; nos gozaremos y nos alegraremos
en él.
25 ¡Oh SEÑOR, sálvanos, por favor! ¡Oh SEÑOR, haznos prosperar!
26 ¡Bendito el que viene en el nombre del SEÑOR!
Desde la casa del SEÑOR los bendecimos.
27 El SEÑOR es Dios
y nos ha resplandecido.
Aten ramas festivas junto[s] a los cuernos del altar.
28 Mi Dios eres tú; a ti te daré gracias. Oh Dios mío, a ti te ensalzaré.
29 ¡Alaben al SEÑOR, porque es bueno; porque para siempre es su
misericordia!
Elogio de la Palabra de Dios[t]
א Álef
119 Bienaventurados los íntegros
de camino,
los que andan según la ley
del SEÑOR.
2 Bienaventurados los que guardan sus testimonios
y con todo el corazón le buscan.
3 Pues no hacen iniquidad
los que andan en sus caminos.
4 Tú mandaste que tus ordenanzas
fuesen muy guardadas.
5 ¡Ojalá fuesen estables mis caminos
para guardar tus leyes!
6 Entonces yo no sería avergonzado
al observar todos tus mandamientos.
7 Te alabaré con rectitud de corazón cuando aprenda tus justos juicios.
8 Tus leyes guardaré;
no me abandones por completo.
ב Bet
9 ¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra[u]
10 Con todo mi corazón te he buscado;
no dejes que me desvíe de
tus mandamientos.
11 En mi corazón he guardado tus dichos para no pecar contra ti.
12 ¡Bendito seas tú, oh SEÑOR!
Enséñame tus leyes.
13 Con mis labios he contado
todos los juicios de tu boca.
14 Me he gozado en el camino
de tus testimonios
más que sobre toda riqueza.
15 En tus ordenanzas meditaré;
consideraré tus caminos.
16 Me deleitaré en tus estatutos;
no me olvidaré de tus palabras.
ג Guímel
17 Haz bien a tu siervo
para que viva y guarde tu palabra.
18 Abre mis ojos,
y miraré las maravillas de tu ley.
19 Peregrino soy yo en la tierra;
no encubras de mí tus mandamientos.
20 Se consume mi alma por anhelar
tus preceptos en todo tiempo.
21 Increpaste a los arrogantes;
malditos los que se desvían
de tus mandamientos.
22 Aparta de mí el oprobio y el desprecio porque he guardado tus testimonios.
23 Aunque los gobernantes se sienten
y hablen contra mí,
tu siervo meditará en tus leyes.
24 Tus testimonios son mi delicia
y también mis consejeros.
ד Dálet
25 Mi alma está pegada al polvo;
vivifícame según tu palabra.
26 Mis caminos te declaré,
y me respondiste;
enséñame tus leyes.
27 Hazme entender el camino
de tus ordenanzas,
y meditaré en tus maravillas.
28 Mi alma llora de ansiedad;
sostenme conforme a tu palabra.
29 Aparta de mí el camino de engaño,
y enséñame[v] tu ley.
30 He escogido el camino de la verdad; he puesto tus juicios delante de mí.
31 Me he apegado a tus testimonios;
oh SEÑOR, no me avergüences.
32 Por el camino de tus mandamientos correré
porque das amplitud a mi corazón.
ה Hei
33 Enséñame, oh SEÑOR, el camino
de tus leyes,
y lo guardaré hasta el fin.
34 Dame entendimiento, y guardaré
tu ley;
la observaré con todo el corazón.
35 Guíame por la senda de tus
mandamientos
porque en ella me deleito.
36 Inclina mi corazón a tus testimonios
y no a las ganancias deshonestas.
37 Aparta mis ojos para que no vean
la vanidad;
vivifícame en tu camino.
38 Cumple tu promesa
a tu siervo que te teme.
39 Aparta de mí el oprobio que me aterra porque buenos son tus juicios.
40 Mira cómo anhelo tus ordenanzas;
vivifícame en tu justicia.
ו Vav
41 Venga a mí tu misericordia, oh SEÑOR; y tu salvación, conforme a tu promesa.
42 Entonces daré respuesta al que me afrenta,
porque en tu palabra he confiado.
43 En ningún momento quites de mi boca la palabra de verdad,
porque en tu juicio tengo puesta
mi esperanza.
44 Tu ley guardaré siempre,
para siempre jamás.
45 Andaré en libertad,
porque he buscado tus mandamientos.
46 Hablaré de tus testimonios delante
de los reyes
y no quedaré avergonzado.
47 Me deleitaré en tus mandamientos, los cuales he amado.
48 Alzaré mis manos a tus mandamientos, los cuales he amado,
y meditaré en tus leyes.
ז Zayin
49 Acuérdate de la promesa dada a tu siervo
en la cual me has hecho esperar.
50 Esto es mi consuelo en mi aflicción: que tu palabra me ha vivificado.
51 Mucho se han burlado de mí los arrogantes
pero yo no me he apartado de tu ley.
52 Oh SEÑOR, me he acordado de tus juicios realizados desde tiempos antiguos
y he hallado consuelo.
53 La indignación se apoderó de mí,
a causa de los impíos que abandonan tu ley.
54 Tus leyes han sido cánticos para mí
en el ámbito de mis peregrinaciones.
55 Oh SEÑOR, en la noche me he acordado de tu nombre
y he guardado tu ley.
56 Esto me ha acontecido
porque guardé tus mandamientos.
ח Jet
57 Tú eres mi porción, oh SEÑOR;
me he propuesto guardar tus palabras.
58 He implorado tu favor de todo corazón; ten misericordia de mí según tu palabra.
59 Consideré mis caminos
y volví mis pies a tus testimonios.
60 Me apresuré, y no me retardé,
a guardar tus mandamientos.
61 Las cuerdas de los impíos me rodearon pero no me olvidé de tu ley.
62 A medianoche me levanto para darte gracias
por tus justos juicios.
63 Compañero soy yo de todos
los que te temen
y guardan tus ordenanzas.
64 De tu misericordia está llena la tierra. Oh SEÑOR, enséñame tus leyes.
ט Tet
65 Has hecho bien a tu siervo,
oh SEÑOR, conforme a tu palabra.
66 Enséñame buen sentido y sabiduría porque tus mandamientos he creído.
67 Antes que fuera humillado, yo erraba; pero ahora guardo tu palabra.
68 Tú eres bueno y bienhechor; enséñame tus leyes.
69 Los soberbios forjaron engaño contra mí
pero yo guardaré de todo corazón tus mandamientos.
70 El corazón de ellos se ha vuelto
insensible como sebo;
pero yo me he deleitado en tu ley.
71 Bueno me es haber sido afligido
para que aprenda tus leyes.
72 Mejor me es la ley que procede
de tu boca
que miles de piezas de oro y plata.
י Yod
73 Tus manos me hicieron y me formaron; hazme entender para que yo aprenda tus mandamientos.
74 Los que te temen me verán y se alegrarán,
porque en tu palabra he puesto
mi esperanza.
75 Conozco, oh SEÑOR, que tus juicios son justos
y que conforme a tu fidelidad me has afligido.
76 Que tu bondad me consuele
conforme a lo que has prometido
a tu siervo.
77 Llegue a mí tu misericordia
para que yo viva,
porque tu ley es mi delicia.
78 Sean avergonzados los arrogantes
porque con engaño me han agraviado. Pero yo meditaré en tus preceptos.
79 Vuélvanse a mí los que te temen
y conocen tus testimonios.
80 Sea mi corazón íntegro en tus leyes para que no sea yo avergonzado.
כ Kaf
81 Desfallece mi alma en espera de tu salvación;
en tu palabra he puesto mi esperanza.
82 Desfallecen mis ojos en espera
de tu palabra
diciendo: “¿Cuándo me consolarás?”.
83 Aunque he sido como un odre en medio del humo,
no me he olvidado de tus leyes.
84 ¿Cuántos son los días de tu siervo?
¿Cuándo harás juicio contra los que me persiguen?
85 Los arrogantes me han cavado fosas,
lo que no está de acuerdo con tu ley.
86 Todos tus mandamientos son fieles. Con engaño me persiguen; ayúdame.
87 Casi me han eliminado de la tierra
pero yo no he abandonado tus ordenanzas.
88 Vivifícame conforme a tu misericordia y guardaré los testimonios de tu boca.
ל Lámed
89 Para siempre, oh SEÑOR, permanece tu palabra en los cielos.
90 Por generación y generación
es tu fidelidad;
estableciste la tierra, y se mantiene firme.
91 Por tu mandato permanecen hasta hoy porque todos ellos son tus siervos.
92 Si tu ley no hubiera sido mi delicia
ya habría perecido yo en mi aflicción.
93 Nunca jamás me olvidaré
de tus ordenanzas
porque con ellas me has vivificado.
94 Tuyo soy; sálvame
porque he buscado tus ordenanzas.
95 Los impíos me han esperado para destruirme
pero yo estoy atento a tus testimonios.
96 A todo lo perfecto le veo límite
pero tu mandamiento es sobremanera amplio.
מ Mem
97 ¡Cuánto amo tu ley!
Todo el día ella es mi meditación.
98 Por tus mandamientos me has hecho más sabio que mis enemigos, porque para siempre son míos.
99 He comprendido más que todos mis instructores
porque tus testimonios son mi meditación.
100 He entendido más que los ancianos porque he guardado tus ordenanzas.
101 De todo mal camino contuve mis pies para guardar tu palabra.
102 No me aparté de tus juicios
porque tú me has enseñado.
103 ¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras,
más que la miel en mi boca!
104 De tus ordenanzas adquiero
inteligencia;
por eso aborrezco todo camino
de mentira.
נ Nun
105 Lámpara es a mis pies tu palabra
y lumbrera a mi camino.
106 He jurado guardar tus justos juicios,
y lo he de cumplir.
107 Oh SEÑOR, afligido estoy en gran manera;
vivifícame conforme a tu palabra.
108 Sean agradables a ti, oh SEÑOR,
las ofrendas de mi boca;
y enséñame tus juicios.
109 De continuo está mi vida en peligro pero no me olvido de tu ley.
110 Los impíos me pusieron trampa
pero no me desvié de tus ordenanzas.
111 Tus testimonios son mi heredad para siempre
porque ellos son el gozo de mi corazón.
112 He inclinado mi corazón para poner por obra tus leyes
de continuo y hasta el fin.
ס Sámej
113 Aborrezco a los de doble ánimo
pero amo tu ley.
114 Mi refugio y mi escudo eres tú;
en tu palabra he puesto mi esperanza.
115 Apartaos de mí, malhechores,
pues yo guardaré los mandamientos de mi Dios.
116 Susténtame conforme a tu palabra,
y viviré;
no me avergüences con respecto
a mi esperanza.
117 Sostenme, y seré salvo;
siempre me deleitaré en tus leyes.
118 Desprecias a todos los que se desvían de tus leyes
pues su astucia es un engaño.
119 Hiciste que todos los impíos de la tierra fueran consumidos como escoria; por tanto, he amado tus testimonios.
120 Mi cuerpo se estremece por temor a ti
y tengo reverencia por tus juicios.
ע Áyin
121 El derecho y la justicia he practicado;
no me abandones ante mis opresores.
122 Sé fiador de tu siervo para bien;
no me hagan violencia los orgullosos.
123 Mis ojos desfallecen por tu salvación
y por tu justa promesa.
124 Haz con tu siervo según tu misericordia y enséñame tus leyes.
125 Yo soy tu siervo; dame entendimiento para que conozca tus testimonios.
126 Ya es hora de actuar, oh SEÑOR, porque han violado tu ley.
127 Por eso amo tus mandamientos más que el oro, más que el oro puro.
128 Por eso he guardado todas
tus ordenanzas;
aborrezco todo camino de mentira.
פ Pe
129 Maravillosos son tus testimonios;
por eso los guarda mi alma.
130 La exposición de tu palabra alumbra; hace entender a los ingenuos.
131 Mi boca abrí y suspiré
porque anhelaba tus mandamientos.
132 Vuélvete a mí y ten misericordia de mí como acostumbras con los que aman tu nombre.
133 Afirma mis pasos con tu palabra;
que ninguna iniquidad se enseñoree de mí.
134 Rescátame de la violencia de los hombres
y guardaré tus mandamientos.
135 Haz que tu rostro resplandezca sobre tu siervo
y enséñame tus leyes.
136 Ríos de agua corren de mis ojos porque ellos no guardan tu ley.
צ Tsade
137 Justo eres tú, oh SEÑOR,
y rectos son tus juicios.
138 Has ordenado tus testimonios
en justicia y en completa fidelidad.
139 Mi celo me ha consumido
porque mis enemigos olvidan tus palabras.
140 Sumamente pura es tu palabra;
tu siervo la ama.
141 Aunque soy pequeño y despreciado,
no me he olvidado de tus ordenanzas.
142 Tu justicia es justicia eterna,
y tu ley es la verdad.
143 Aflicción y angustia me han alcanzado pero tus mandamientos han sido
mi delicia.
144 Justicia eterna son tus testimonios;
dame entendimiento para que viva.
ק Qof
145 Clamo con todo mi corazón:
Respóndeme, oh SEÑOR,
y guardaré tus leyes.
146 A ti clamo; sálvame
y guardaré tus testimonios.
147 Me anticipo al alba e imploro;
tu palabra es lo que espero.
148 Mis ojos se adelantaron a las vigilias de la noche
para meditar en tus palabras.
149 Oye mi voz conforme a tu misericordia; oh SEÑOR, vivifícame conforme
a tu justicia.
150 Se acercan con maldad los que me persiguen;
están lejos de tu ley.
151 Cercano estás tú, oh SEÑOR;
todos tus mandamientos son verdad.
152 Hace mucho que he conocido tus testimonios,
los cuales estableciste para siempre.
ר Resh
153 Mira mi aflicción y líbrame
porque no me he olvidado de tu ley.
154 Aboga mi causa y redímeme;
vivifícame conforme a tu palabra.
155 Lejos está de los impíos la salvación porque no buscan tus leyes.
156 Grande es tu misericordia, oh SEÑOR; vivifícame conforme a tu justicia.
157 Muchos son mis perseguidores y mis enemigos
pero de tus testimonios no me he apartado.
158 Veía a los traidores y me disgustaba porque no guardaban tu palabra.
159 Mira, oh SEÑOR, cómo amo tus ordenanzas;
vivifícame conforme a tu misericordia.
160 La suma de tu palabra es verdad; eternos son todos tus justos juicios.
ש Shin
161 Príncipes me han perseguido sin causa pero mi corazón tuvo temor de tus palabras.
162 Yo me gozo en tu palabra
como el que halla abundante botín.
163 La mentira aborrezco y abomino
pero amo tu ley.
164 Siete veces al día te alabo
por tus justos decretos.
165 Mucha paz tienen los que aman tu ley,y no hay para ellos tropiezo.
166 Tu salvación he esperado, oh SEÑOR, y tus mandamientos he puesto por obra.
167 Mi alma ha guardado tus testimonios
y los he amado en gran manera.
168 He guardado tus ordenanzas y tus testimonios;
todos mis caminos están delante de ti.
ת Tav
169 Llegue mi clamor delante de ti,
oh SEÑOR;
dame entendimiento conforme
a tu palabra.
170 Llegue mi súplica delante de ti;
líbrame conforme a tu dicho.
171 Mis labios rebosarán de alabanza cuando me enseñes tus estatutos.
172 Cante mi lengua tu palabra
porque todos tus mandamientos son justicia.
173 Venga tu mano a socorrerme porque tus ordenanzas he escogido.
174 Anhelo tu salvación, oh SEÑOR,
y tu ley es mi delicia.
175 ¡Que viva mi alma y te alabe,
y que tus juicios me ayuden!
176 He andado errante como oveja extraviada;
busca a tu siervo, porque no me he
olvidado de tus mandamientos.
Protección contra la lengua engañosa
120 Canto de ascenso gradual[w].
Al SEÑOR llamé estando en
mi angustia
y él me respondió.
2 Libra mi alma, oh SEÑOR,
de los labios mentirosos
y de la lengua fraudulenta.
3 ¿Qué se te dará, o qué te aprovechará,
oh lengua engañosa?
4 ¡Afiladas flechas de guerrero
con brasas de retama!
5 ¡Ay de mí, que soy peregrino en Mesec, y habito en las tiendas de Quedar!
6 Mucho tiempo ha habitado sola mi alma con los que aborrecen la paz.
7 Yo soy pacífico; pero cuando hablo ellos me hacen la guerra.
El SEÑOR guarda a su pueblo
121 Canto de ascenso gradual[x]. Alzaré mis ojos a los montes;
¿de dónde vendrá mi socorro?
2 Mi socorro viene del SEÑOR, que hizo los cielos y la tierra.
3 No permitirá que resbale tu pie
ni se adormecerá el que te guarda.
4 He aquí, no se adormecerá ni se dormirá el que guarda a Israel.
5 El SEÑOR es tu protector;
el SEÑOR es tu sombra a tu mano derecha.
6 El sol no te herirá de día
ni la luna de noche.
7 El SEÑOR te guardará de todo mal;
él guardará tu vida.
8 El SEÑOR guardará tu salida y tu entrada desde ahora y para siempre.
Oración por la paz de Jerusalén
122 Canto de ascenso graduala. De David. Yo me alegré con los que me decían:
“¡Vayamos a la casa del SEÑOR!”.
2 Ya se posan nuestros pies
ante tus puertas, oh Jerusalén.
3 ¡Oh Jerusalén, que ha sido edificada como una ciudad toda compacta!
4 Allá suben las tribus,
las tribus del SEÑOR[y],
las congregaciones[z] de Israel,
para alabar el nombre del SEÑOR.
5 Porque allá están los tronos para el juicio, los tronos de la casa de David.
6 Pidan por la paz de Jerusalén: “Vivan tranquilos los que te aman.
7 Haya paz dentro de tus murallas
y tranquilidad en tus palacios”.
8 Por causa de mis hermanos y de mis amigos,
diré yo: “Haya paz en ti”.
9 Por causa de la casa del SEÑOR nuestro Dios,
imploraré por tu bien.
Plegaria por la compasión divina
123 Canto de ascenso gradual[aa]. A ti, que habitas en los cielos,
levanto mis ojos.
2 He aquí, como los ojos de los siervos miran la mano de sus amos,
y como los ojos de la sierva
miran la mano de su ama,
así nuestros ojos miran al SEÑOR, nuestro Dios,
hasta que tenga compasión de nosotros.
3 Ten compasión de nosotros, oh SEÑOR; ten compasión de nosotros
porque estamos hastiados del desprecio.
4 Nuestra alma está sumamente hastiada de la burla de los que están en holgura,
y del desprecio de los orgullosos opresores[ab].
Gratitud por las pruebas superadas
124 Canto de ascenso gradual[ac]. De David. “Si el SEÑOR no hubiera estado por nosotros”,
dígalo, por favor, Israel,
2 “si el SEÑOR no hubiera estado por nosotros
cuando se levantaron contra nosotros los hombres,
3 entonces nos habrían tragado vivos cuando se encendió su furor
contra nosotros;
4 entonces las aguas nos habrían inundado; el torrente habría pasado sobre nosotros;
5 entonces las aguas tumultuosas habrían pasado sobre nosotros”.
6 Bendito sea el SEÑOR,
que no nos entregó como presa a los dientes de ellos.
7 Nuestra alma escapó como un pájaro
de la trampa de los cazadores.
Se rompió la trampa, y nosotros
escapamos.
8 Nuestro socorro está en el nombre del SEÑOR,
que hizo los cielos y la tierra.
El SEÑOR está alrededor de su pueblo
125 Canto de ascenso gradual[ad].
Los que confían en el SEÑOR
son como el monte Sion, que no
se derrumba,
sino que está firme para siempre.
2 Como Jerusalén tiene montes alrededor de ella,
así el SEÑOR está alrededor de su pueblo desde ahora y para siempre.
3 Porque el cetro de la impiedad
no reposará sobre la posesión de los justos,
no sea que los justos extiendan sus manos a la iniquidad.
4 Haz bien, oh SEÑOR, a los buenos,
a los que son rectos de corazón.
5 Pero a los que se apartan tras sus torcidos caminos,
el SEÑOR los llevará junto con los que obran iniquidad.
¡Sea la paz sobre Israel!
El retorno a Sion
126 Canto de ascenso gradual[ae].
Cuando el SEÑOR restauró
de la cautividad a Sion
nos parecía que soñábamos.
2 Entonces nuestra boca se llenó de risa;
y nuestra lengua, de cantos de alegría. Entonces decían entre las naciones: “Grandes cosas ha hecho el SEÑOR con estos”.
3 ¡Grandes cosas ha hecho el SEÑOR con nosotros!
Estamos alegres.
4 Restáuranos, oh SEÑOR, de la cautividad como los arroyos en el Néguev.
5 Los que siembran con lágrimas, con regocijo segarán.
6 El que va llorando,
llevando la bolsa de semilla,
volverá con regocijo
trayendo sus gavillas.
Todo depende de Dios
127 Canto de ascenso gradual[af]. De Salomón.Si el SEÑOR no edifica la casa
en vano trabajan los que la edifican.
Si el SEÑOR no guarda la ciudad
en vano vigila el guardia.
2 En vano se levantan de madrugada
y van tarde a reposar
comiendo el pan con dolor;
porque a su amado dará Dios el sueño.
3 He aquí, heredad del SEÑOR son los hijos;
recompensa es el fruto del vientre.
4 Como flechas en la mano del valiente, así son los hijos que se tienen en la juventud.
5 Bienaventurado el hombre
que llena de ellos su aljaba.
No se avergonzarán aunque hablen con los enemigos en el tribunal.
Bendición del que teme a Dios
128 Canto de ascenso gradual[ag]. Bienaventurado todo aquel que teme al SEÑOR
y anda en sus caminos:
2 Cuando comas del trabajo de tus manos serás feliz y te irá bien.
3 Tu mujer será como una vid
que lleva fruto a los lados de tu casa; tus hijos serán como brotes de olivo
alrededor de tu mesa.
4 Así será bendecido el hombre que teme al SEÑOR.
5 ¡El SEÑOR te bendiga desde Sion! Que veas el bien de Jerusalén todos los días de tu vida.
6 Que veas a los hijos de tus hijos. ¡La paz sea sobre Israel!
Súplica contra los opresores de Sion
129 Canto de ascenso gradual[ah].
“Mucho me han angustiado desde mi juventud”;
dígalo, por favor, Israel,
2 “mucho me han angustiado
desde mi juventud
pero no han prevalecido contra mí.
3 Los aradores araron sobre mis espaldas; hicieron largos sus surcos.
4 Pero el SEÑOR es justo;
cortó las cuerdas de los impíos”.
5 Sean avergonzados y vueltos atrás todos los que aborrecen a Sion.
6 Sean como la hierba sobre los techos, que se seca antes que crezca.
7 De ella no llena su mano el segador,
ni su regazo el que hace gavillas.
8 Tampoco dicen los que pasan: “La bendición del SEÑOR sea sobre ustedes;
los bendecimos en el nombre del SEÑOR”.
Esperanza en la redención divina
130 Canto de ascenso gradual[ai].
De lo profundo de mi ser clamo a ti, oh SEÑOR.
2 Señor, escucha mi voz;
estén atentos tus oídos a la voz
de mi súplica.
3 Oh SEÑOR[aj], si tienes presente los pecados,
¿quién podrá, oh Señor,
mantenerse en pie?
4 Pero en ti hay perdón
para que seas reverenciado.
5 Yo espero en el SEÑOR; mi alma espera. En su palabra he puesto mi esperanza.
6 Mi alma espera al SEÑOR
más que los centinelas a la mañana;
sí, más que los centinelas a la mañana.
7 Oh Israel, pon tu esperanza en el SEÑOR, porque en el SEÑOR hay misericordia
y en él hay abundante redención.
8 Él redimirá a Israel
de todos sus pecados.
Esperanza y dependencia en Dios
131 Canto de ascenso gradual[ak]. De David. Oh SEÑOR, no se ha envanecido mi corazón
ni mis ojos se han enaltecido
ni he andado en pos de grandezas
ni de cosas demasiado sublimes para mí.
2 Más bien, he sosegado y acallado mi alma como un niño destetado al lado
de su madre.
Como un niño destetado está mi alma dentro de mí.
3 Espera, oh Israel, en el SEÑOR desde ahora y para siempre.
Sion, la morada elegida
132 Canto de ascenso gradual[al].
Acuérdate, oh SEÑOR,
de David y de toda su aflicción
2 de cómo juró al SEÑOR
y prometió al Fuerte de Jacob, diciendo:
3 “No entraré en mi morada
ni subiré a mi cama.
4 No daré sueño a mis ojos
ni a mis párpados sopor
5 hasta que halle un lugar[am] para el SEÑOR, una morada para el Fuerte de Jacob”.
6 He aquí, en Efrata oímos de ella,
y la encontramos en los campos de Yaar[an]:
7 “Entremos en su tabernáculo; postrémonos ante el estrado de sus pies”.
8 Levántate, oh SEÑOR;
ven al lugar de tu reposo;
tú y el arca de tu poder.
9 Tus sacerdotes sean revestidos de justicia, y tus fieles canten de júbilo.
10 Por causa de tu siervo David,
no rechaces el rostro de tu ungido.
11 Con verdad juró el SEÑOR a David,
y no se apartará de ello:
“Del fruto de tu cuerpo
pondré sobre tu trono.
12 Si tus hijos guardan mi pacto
y este testimonio que yo les enseño, sus hijos también se sentarán
en tu trono para siempre”.
13 Porque el SEÑOR ha elegido a Sion
y la ha deseado como morada suya:
14 “Este es mi lugar de reposo para siempre. Aquí habitaré porque lo he deseado.
15 Lo bendeciré con abundante provisión; a sus necesitados saciaré de pan.
16 Asimismo, vestiré de salvación
a sus sacerdotes,
y sus fieles darán voces de júbilo.
17 Allí haré surgir el poderío de David;
he preparado una lámpara para mi ungido.
18 A sus enemigos vestiré de vergüenza pero sobre él resplandecerá su corona”.
La dulce armonía fraternal
133 Canto de ascenso gradual[ao]. De David.¡He aquí, cuán bueno y cuán agradable es que los hermanos habiten juntos en armonía!
2 Es como el buen aceite sobre la cabeza, el cual desciende sobre la barba,
la barba de Aarón,
y baja hasta el borde de sus vestiduras.
3 Es como el rocío del Hermón que desciende sobre los montes de Sion; porque allá enviará el SEÑOR bendición y vida eterna.
La alabanza nocturna en el templo
134 Canto de ascenso gradual[ap].
He aquí, bendigan al SEÑOR,
ustedes, todos los siervos del SEÑOR que están en la casa del SEÑOR
por las noches.
2 Alcen sus manos hacia el santuario
y bendigan al SEÑOR.
3 El SEÑOR, que hizo los cielos y la tierra, te bendiga desde Sion.
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