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Bible in 90 Days

An intensive Bible reading plan that walks through the entire Bible in 90 days.
Duration: 88 days
Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
Version
Isaías 14-28

14 Ciertamente el SEÑOR tendrá misericordia de Jacob y volverá a escoger a Israel. Él los hará reposar en su propia tierra, y a ellos se unirán extranjeros, los cuales se adherirán a la familia de Jacob. Los pueblos los tomarán y los llevarán a su lugar, y la casa de Israel tomará posesión de ellos en la tierra del SEÑOR, como siervos y criadas. Así tomarán cautivos a los que los habían tomado cautivos, y se enseñorearán de sus opresores.

Y sucederá que el día en que el SEÑOR te dé tregua de tu dolor, de tu desesperación y de la dura servidumbre a la que fuiste sometido, pronunciarás esta sentencia contra el rey de Babilonia, y dirás: “¡Cómo ha cesado el opresor; cómo ha cesado la prepotencia[a]! El SEÑOR ha roto la vara de los impíos, el cetro de los gobernantes, que con indignación golpeaba sin tregua a los pueblos y se enseñoreaba de las naciones con furor, persiguiéndolas sin contenerse. Toda la tierra se ha sosegado y está tranquila; han prorrumpido en cánticos. Aun los cipreses y los cedros del Líbano se alegraron a causa de ti, diciendo: ‘Desde que tú pereciste, no ha subido contra nosotros el talador’.

“El Seol abajo se estremeció a causa de ti, y despertó a los muertos, para que en tu venida fueran a tu encuentro. Hizo levantar de sus tronos a todos los caudillos de la tierra, a todos los reyes de las naciones. 10 Todos ellos responderán y te dirán: ‘¿También tú te has debilitado como nosotros y has llegado a ser como nosotros?’.

11 “Tu ostentación y el sonido de tus liras han sido derribados hasta el Seol. Los gusanos serán tu cama debajo de ti, y las larvas tus cobertores. 12 ¡Cómo has caído del cielo, oh lucero, hijo de la mañana! Has sido derribado al suelo, tú que debilitabas a las naciones. 13 Tú has dicho en tu corazón: ‘Subiré al cielo en lo alto; hasta las estrellas de Dios levantaré mi trono y me sentaré en el monte de la asamblea, en las regiones más distantes del norte. 14 Subiré sobre las alturas de las nubes y seré semejante al Altísimo’. 15 Pero has sido derribado al Seol, a lo más profundo de la fosa. 16 Los que te vean te contemplarán; reflexionarán ante ti diciendo: ‘¿Es este aquel hombre que hacía temblar la tierra, que sacudía los reinos, 17 que convirtió el mundo en un desierto, que destruía sus ciudades y que a sus prisioneros nunca les abrió la cárcel?’.

18 “Todos los reyes de las naciones, todos ellos yacen con honra, cada uno en su morada. 19 Pero tú has sido echado de tu sepulcro como vástago abominable, como ropa de muertos atravesados a espada, los cuales han descendido a las losas de la fosa como cadáver pisoteado. 20 No serás unido con ellos en el sepelio, porque destruiste tu propia tierra y mataste a tu propio pueblo. La descendencia de los malhechores jamás será nombrada.

21 “Preparen el matadero para sus hijos, a causa de la maldad de sus padres. No sea que se levanten y posean la tierra, y llenen la faz del mundo con ciudades. 22 ‘Entonces yo me levantaré contra ellos, dice el SEÑOR de los Ejércitos, y raeré de Babilonia el nombre y los sobrevivientes, los descendientes y la posterioridad, dice el SEÑOR. 23 La convertiré en posesión de erizos y en pantanos. La barreré con la escoba de la destrucción’”, dice el SEÑOR de los Ejércitos.

Profecía acerca de Asiria

24 El SEÑOR de los Ejércitos ha jurado diciendo: “Ciertamente será como lo he pensado, y se realizará como lo he decidido, 25 para quebrantar al asirio en mi tierra; sobre mis montes lo pisotearé. Entonces se quitará de ellos su yugo, y será quitada de sus hombros su carga”. 26 Este es el plan que está decidido contra toda la tierra; esta es la mano extendida contra todas las naciones. 27 Porque el SEÑOR de los Ejércitos lo ha decidido; ¿quién lo invalidará? Su mano está extendida; ¿quién la hará volver atrás?

Profecía acerca de Filistea

28 En el año que murió el rey Acaz[b] vino esta profecía: 29 “No te alegres tú, toda Filistea, por haberse roto la vara que te hiere; porque de la raíz de la culebra saldrá la víbora, y su fruto será una serpiente voladora. 30 Entonces pacerán los primogénitos de los pobres, y los necesitados descansarán confiadamente. Pero a tu descendencia haré morir de hambre y mataré[c] a tus sobrevivientes. 31 ¡Gime, oh puerta; clama, oh ciudad! Tú te derrites, toda Filistea, porque del norte viene humo, y no hay nadie en sus filas que quede rezagado”.

32 ¿Y qué se responderá a los mensajeros de las naciones? Que el SEÑOR ha cimentado a Sion, y que en ella se refugiarán los afligidos de su pueblo.

Profecía acerca de Moab

15 Profecía acerca de Moab: “Ciertamente en una noche fue destruida y silenciada Ar-moab. Ciertamente en una noche fue destruida y silenciada Quir-moab. La hijac de Dibón ha subido a los lugares altos para llorar. Moab gime por Nebo y por Medeba. Toda cabeza ha sido rapada, y toda barba rasurada. En sus calles se ciñen de cilicio; todos lamentan en sus azoteas y en sus plazas, deshechos en llanto. Claman Hesbón y Eleale; hasta Jahaz se oye su voz. Por eso gritan los hombres armados de Moab; el alma de cada uno desmaya.

“Mi corazón da gritos por Moab. Sus fugitivos se extienden hasta Zoar, hasta Eglat-selisiyá[d]. Por la cuesta de Lujit suben con llanto; por el camino de Horonaim levantan clamor de quebranto. Pues las aguas de Nimrim quedan desoladas. Ciertamente se seca la hierba; se extingue el pasto; no hay verdor. Por eso, las riquezas que han adquirido y las que han almacenado, las llevan al torrente de los sauces. Porque el griterío ha rodeado las fronteras de Moab; hasta Eglaim ha llegado su gemido, y hasta Beer-elim su clamor. Ciertamente las aguas de Dibón[e] se llenan de sangre; pero yo aún traeré sobre Dibón[f] otras cosas: leones contra los fugitivos de Moab, y contra los sobrevivientes de la tierra.

16 “Envíen corderosf al gobernante del país, desde Sela en el desierto hasta el monte de la hija de Sion. Y sucederá que las hijas de Moab serán como pájaros espantados, o como nidada dispersa, en los vados del Arnón.

“Den consejo; tomen decisión. Haz tu sombra como noche, en pleno mediodía. Esconde a los desterrados; no entregues a los que andan errantes. Moren en ti los desterrados[g] de Moab. Sé para ellos refugio a causa del destructor. Porque la opresión ha llegado a su fin; ha cesado la destrucción. Ha desaparecido el que pisoteaba la tierra. Entonces en misericordia será establecido un trono, y sobre él se sentará firmemente en el tabernáculo de David el que juzga, busca el derecho y apresura la justicia”.

Hemos oído de la soberbia de Moab, que es muy soberbio; de su arrogancia, de su soberbia y de su insolencia. Pero vano es aquello de que se jacta. Por tanto, Moab lamentará; todo Moab lamentará. Por las tortas de pasas de Quir-jaréset, giman abatidos en gran manera. Como las terrazas de Hesbón, se ha marchitado la viña de Sibma. Los dueños de las naciones han pisoteado sus mejores vides, cuyas ramas llegaban hasta Jazer y se desviaban al desierto; se extendían y pasaban las aguas. Por eso lloraré amargamente por Jazer y por la viña de Sibma. Te regaré con mis lágrimas, oh Hesbón y Eleale, porque sobre tus frutos de verano y sobre tu siega ha caído el grito de guerra. 10 La alegría y el regocijo han sido quitados del campo fértil. No se cantará en las viñas ni habrá griterío. En los lagares el pisador no pisará el vino; he hecho cesar el grito de júbilo. 11 Por tanto, mis entrañas gimen como un arpa por Moab; y mi interior, por Quir-jaréset[h]. 12 Y sucederá que cuando Moab aparezca exhausto sobre el lugar alto y cuando entre a su santuario a orar, de nada le servirá.

13 Esta es la palabra que el SEÑOR ha pronunciado desde la antigüedad acerca de Moab. 14 Pero ahora el SEÑOR ha hablado diciendo: “Dentro de tres años, como años de jornalero, será abatida la gloria de Moab, con toda su gran multitud. Los sobrevivientes serán pocos, pequeños y sin fuerzas”.

Profecía acerca de Damasco

17 Profecía acerca de Damasco: “He aquí que Damasco ha dejado de ser ciudad y será un montón de ruinas. Las ciudades de Aroer están abandonadas y serán para los rebaños; allí se recuestan, y no hay quien los espante. Ha cesado la fortificación de Efraín y el reino de Damasco. El remanente de los sirios será como la gloria de los hijos de Israel”, dice el SEÑOR de los Ejércitos.

Profecía acerca de Israel

“Sucederá en aquel día que la gloria de Jacob será disminuida, y enflaquecerá la gordura de su carne. Será como cuando el segador recoge la mies y con su brazo siega las espigas. Será como el que recoge espigas en el valle de Refaím. Quedan en él rebuscos, como cuando se varea al olivo: dos o tres olivas en el extremo de una rama, cuatro o cinco en sus ramas más fructíferas”, dice el SEÑOR Dios de Israel.

En aquel día mirará el hombre a su Hacedor, y sus ojos contemplarán al Santo de Israel. No mirará los altares que hicieron sus manos; no mirará lo que hicieron sus dedos ni los árboles rituales de Asera ni los altares de incienso.

En aquel día sus ciudades fortificadas quedarán como los lugares abandonados de los horeos y de los amorreos[i], los cuales ellos abandonaron ante los hijos de Israel; y habrá desolación. 10 Porque te olvidaste del Dios de tu salvación, y no te acordaste de la Roca de tu fortaleza. Por eso, aunque siembras plantas deleitosas y plantas vides importadas, 11 y en el día que las plantas las haces crecer y haces que su semilla florezca a la mañana siguiente; sin embargo, la cosecha se esfumará en el día de la enfermedad y del dolor incurable.

12 ¡Ay del tumulto de los muchos pueblos que rugen como el rugido del mar! El bullicio de las naciones resuena como el bullicio de las aguas impetuosas. 13 Las naciones hacen bullicio como las muchas aguas; pero Dios las reprenderá, y ellas huirán lejos ahuyentadas como el tamo de las colinas ante el viento y como el remolino de hojas ante el torbellino. 14 Al atardecer he aquí el terror repentino, y antes del amanecer ya no existirán. Esta es la porción de los que nos despojan, el destino de los que nos saquean.

Profecía acerca de Etiopía

18 ¡Ay de la tierra del zumbido de alas, que está más allá de los ríos de Etiopía! Ella envía embajadores por mara en navíos de junco sobre las aguas. Vayan, oh veloces mensajeros, al pueblo de alta estatura y piel brillante, al pueblo temido por todas partes, nación agresiva y atropelladora, cuya tierra dividen los ríos.

Ustedes, todos los habitantes del mundo y moradores de la tierra, verán cuando se levante la bandera sobre las montañas, y escucharán cuando se toque la corneta. Porque así me ha dicho el SEÑOR: “Estaré tranquilo y miraré desde mi morada, como el calor que vibra ante la luz, como una nube de rocío en el calor de la cosecha”. Porque antes de la cosecha, cuando la flor se acaba y se produce el fruto, se maduran las uvas. Entonces podará los brotes con podaderas, y quitará y cortará las ramas. Serán dejados para las aves de rapiña de las montañas y para los animales de la tierra. Sobre ellos pasarán el verano las aves de rapiña, y allí invernarán todos los animales de la tierra.

En aquel tiempo será traído presente al SEÑOR de los Ejércitos, de parte del pueblo de alta estatura y piel brillante, pueblo temido por todas partes, nación agresiva y atropelladora, cuya tierra dividen los ríos. Será traído presente al lugar dedicado al nombre del SEÑOR de los Ejércitos, al monte Sion.

Profecía acerca de Egipto

19 Profecía acerca de Egipto: He aquí, el SEÑOR cabalga sobre una nube veloz y entra en Egipto. Los ídolos de Egipto se estremecen ante su presencia, y el corazón de los egipcios desfallece dentro de ellos. “Yo incitaré a los egipcios contra los egipcios. Cada uno peleará contra su hermano, cada uno contra su prójimo, ciudad contra ciudad y reino contra reino. El espíritu de Egipto se trastornará dentro de sí, y confundiré sus planes. Preguntarán a los ídolos, a los espíritus de los muertos, a los que evocan a los muertos y a los adivinos. Entregaré a Egipto en mano de un amo déspota, y un rey cruel se enseñoreará de ellos”, dice el SEÑOR Diosb de los Ejércitos.

Las aguas del mar menguarán, y el río se agotará y se secará. Los canales apestarán; los brazos del Nilo de Egipto se reducirán y se secarán. Los cañaverales y los juncales se marchitarán. Los arbustos junto al Nilo, junto a la ribera del Nilo, y todos los sembrados del Nilo se secarán; serán arrebatados y desaparecerán. Los pescadores lamentarán, y harán duelo todos los que echan anzuelo en el Nilo. Desfallecerán los que extienden la red sobre las aguas. Serán confundidos los que trabajan el lino, y los que tejen lino cardado palidecerán[j]. 10 Estarán abatidos los tejedores, y todos los jornaleros serán entristecidos.

11 Ciertamente son necios los magistrados de Tanis. Los sabios del faraón han dado un consejo desatinado. ¿Cómo dirán al faraón: “Yo soy hijo de sabios e hijo de reyes antiguos”? 12 ¿Dónde, pues, están tus sabios? Que te digan, y que te hagan saber qué es lo que el SEÑOR de los Ejércitos ha decidido acerca de Egipto. 13 Los magistrados de Tanis han actuado neciamente; se han engañado los magistrados de Menfis. Han hecho errar a Egipto aquellos que son las piedras angulares de sus tribus. 14 El SEÑOR ha mezclado en medio de él espíritu de vértigo, e hicieron errar a Egipto en toda su obra, como se tambalea el borracho en su vómito. 15 No le servirá a Egipto nada de lo que haga la cabeza y la cola, la palmera y el junco.

16 En aquel día los egipcios serán como mujeres, pues temblarán y temerán ante el movimiento de la mano del SEÑOR de los Ejércitos, que él moverá contra ellos. 17 La tierra de Judá será un terror para Egipto. Todo hombre a quien se le mencione acerca de ella, se asustará a causa de la decisión que ha tomado el SEÑOR de los Ejércitos contra él.

18 En aquel día habrá cinco ciudades en la tierra de Egipto que hablarán la lengua de Canaán, y jurarán lealtad al SEÑOR de los Ejércitos. Una de ellas será llamada Ciudad del Sol.

19 En aquel día habrá un altar del SEÑOR en medio de la tierra de Egipto, y un obelisco dedicado al SEÑOR junto a su frontera. 20 Servirá de señal y de testimonio al SEÑOR de los Ejércitos en la tierra de Egipto. Cuando clamen al SEÑOR a causa de sus opresores, él les enviará un salvador quien los defenderá y los librará. 21 El SEÑOR se dará a conocer a Egipto, y en aquel día los egipcios conocerán al SEÑOR. Presentarán sacrificios y ofrendas vegetales; harán votos al SEÑOR y los cumplirán. 22 El SEÑOR herirá a Egipto, pero lo herirá y lo sanará. Se convertirán al SEÑOR, quien atenderá a sus súplicas y los sanará.

23 En aquel día habrá un amplio camino desde Egipto hasta Asiria; los asirios entrarán en Egipto, y los egipcios en Asiria. Entonces los egipcios y los asirios servirán al SEÑOR.

24 En aquel día Israel será tercero con Egipto y con Asiria, una bendición en medio de la tierra. 25 Porque el SEÑOR de los Ejércitos los bendecirá diciendo: “¡Benditos sean Egipto mi pueblo, Asiria obra de mis manos e Israel mi heredad!”.

20 En el año en que vino el Tartána a Asdod, cuando Sargón rey de Asiria lo envió para combatir contra Asdod y la tomó, en aquel tiempo el SEÑOR habló por medio de Isaías hijo de Amoz, diciendo: “Ve, despójate del cilicio de sobre tus lomos y quita el calzado de tus pies”. Así lo hizo, y andaba desnudo y descalzo.

Entonces dijo el SEÑOR: “Así como mi siervo Isaías anduvo desnudo y descalzo tres años como señal y prodigio contra Egipto y Etiopía, así conducirá el rey de Asiria a los cautivos de Egipto y a los desterrados de Etiopía: jóvenes y viejos, desnudos y descalzos, con los glúteos descubiertos, para vergüenza de Egipto. Tendrán terror y se avergonzarán de Etiopía, objeto de su esperanza, y de Egipto, su gloria. En aquel día dirá el habitante de esta costa: ‘¡Miren lo que ha pasado con el objeto de nuestra esperanza, al cual huimos para obtener auxilio y para ser librados de la presencia del rey de Asiria! ¿Y cómo escaparemos nosotros?’ ”.

Profecía acerca de Babilonia

21 Profecía acerca del Desierto del Mar: Como los torbellinos que pasan por el Néguev, así viene del desierto, de la tierra horrenda. Dura visión me ha sido revelada. El traidor traiciona, y el destructor destruye. ¡Sube, oh Elam! ¡Asedia, oh Media! Hice cesar todo su gemido. Por tanto, mis lomos se han estremecido de dolor; convulsiones se han apoderado de mí, como las convulsiones de una mujer que da a luz. Estoy tan entristecido que no lo puedo oír, y tan espantado que no lo puedo ver. Mi mente divaga; el terror se ha apoderado de mí. El anochecer que yo anhelaba se me ha convertido en temblor.

Preparan la mesa, arreglan los asientos, comen y beben. ¡Levántense, oh jefes; saquen brillo a los escudos! Porque así me dice el Señor:

—Anda, pon un centinela que anuncie lo que vea. Cuando vea carros, parejas de jinetes, gente montada en asnos y gente montada en camellos, escuche él con atención, con mucha atención.

Y el centinela[k] gritó:

—Oh Señor, sobre la torre del centinela estoy de pie continuamente de día, y todas las noches estoy apostado en mi guardia. Y he aquí que esto es lo que viene: ¡Hombres en carros y parejas de jinetes!

Después habló y dijo:

—¡Ha caído; ha caído Babilonia! Todos los ídolos de sus dioses fueron rotos[l] contra el suelo.

10 Oh trillado pueblo mío, hijo de mi era: Yo les he anunciado lo que he escuchado de parte del SEÑOR de los Ejércitos, Dios de Israel.

Profecía acerca de Edom

11 Profecía acerca de Edom[m]: Me dan voces desde Seír, diciendo:

—Guardia, ¿qué hay de la noche? Guardia, ¿qué hay de la noche?

12 El guardia responde:

—La mañana viene y también la noche. Si quieren preguntar, pregunten. Vuelvan a venir.

Profecía acerca de Arabia

13 Profecía acerca de Arabia: En el bosque de Arabia pasarán la noche, oh caravanas de Dedán[n]. 14 Lleven agua al encuentro del sediento, oh habitantes de la tierra de Tema; salgan con pan al encuentro del que huye. 15 Porque huyen ante la espada, ante la espada desenvainada, ante el arco entesado y ante la violencia de la batalla. 16 Porque así me ha dicho el SEÑOR: “Dentro de un año, como el año de un jornalero, se acabará toda la gloria de Quedar. 17 Aun los sobrevivientes del número de los arqueros, los guerreros de los hijos de Quedar, serán mermados; porque el SEÑOR Dios de Israel ha hablado”.

Profecía acerca del Valle de la Visión

22 Profecía acerca del Valle de la Visión: ¿Qué, pues, te sucede para que con todo lo tuyo hayas subido a las azoteas? ¡Oh tú, llena de bullicio, ciudad turbulenta, urbe desenfrenada! Tus muertos no fueron muertos a espada ni muertos en guerra. Todos tus oficiales huyeron juntos; sin arcos fueron apresados. Todos los que se encontraron en ti fueron prendidos juntos, a pesar de que habían huido lejos. Por esto he dicho: “Dejen de mirarme; lloraré amargamente. No insistan en consolarme por la destrucción de la hija de mi pueblo”. Porque este es día de alboroto, de atropello y de confusión, de parte del SEÑOR Dios de los Ejércitos en el Valle de la Visión, para derribar las murallas y gritar a las montañas.

Elam ha tomado la aljaba; Siria[o] ha irrumpido con carros; Quir ha desnudado el escudo. Y ha sucedido que tus más hermosos valles han quedado llenos de carros, y los jinetes se han ubicado junto a las puertas. Ha sido quitada la defensa de Judá.

En aquel día pusieron[p] la mirada en las armas de la Casa del Bosque[q]. Vieron que eran muchas las brechas de la ciudad de David, y recogieron las aguas del estanque de abajo. 10 Contaron las casas de Jerusalén y demolieron casas para fortificar la muralla. 11 E hicieron una represa entre los dos muros para las aguas del estanque antiguo. Pero no has puesto la mirada en el que ha hecho esto; no han visto a aquel que hace mucho tiempo lo produjo. 12 Por tanto, en ese día el SEÑOR Dios[r] de los Ejércitos convocará al llanto, al duelo, a raparse la cabeza y a ceñirse de cilicio.

13 No obstante, he aquí que hay regocijo y alegría. Se matan vacas y se degüellan ovejas; se come carne y se bebe vino: “¡Comamos y bebamos, que mañana moriremos!”.

14 Esto ha sido revelado a mis oídos de parte del SEÑOR de los Ejércitos: “Ciertamente este pecado no les será perdonado hasta que mueran”, ha dicho el SEÑOR Dios[s] de los Ejércitos.

Profecía acerca de Sebna y Eliaquim

15 Así ha dicho el SEÑOR Dios[t] de los Ejércitos: “Anda, ve a ese mayordomo, a Sebna, administrador del palacio, y dile: 16 ‘¿Qué tienes tú aquí, o a quién tienes tú aquí, para que hayas labrado aquí un sepulcro para ti, como los que labran sus sepulcros en los lugares elevados, o los que esculpen su morada en la peña? 17 He aquí que el SEÑOR te arrojará con violencia, oh hombre poderoso. Él te asirá firmemente 18 y te enrollará bien como a un ovillo, para lanzarte a una tierra espaciosa. Allá morirás, y allá quedarán tus carros espléndidos, vergüenza de la casa de tu señor. 19 Yo te depondré de tu puesto y te eliminaré[u] de tu posición.

20 “‘Sucederá en aquel día que yo llamaré a mi siervo Eliaquim hijo de Hilquías. 21 Lo vestiré con tu túnica y lo ceñiré con tu cinturón. En sus manos entregaré tu autoridad, y él será el padre de los habitantes de Jerusalén y de la casa de Judá. 22 Pondré sobre su hombro la llave de la casa de David. Él abrirá y nadie cerrará; él cerrará y nadie abrirá.

23 “‘Yo lo clavaré como estaca en lugar firme, y será un trono de honra para la casa de su padre. 24 De él dependerá toda la gloria de la casa de su padre, la prole y la posteridad; y todos los utensilios hasta los más pequeños, desde las fuentes ceremoniales hasta todas las tinajas’.

25 “En aquel día, dice el SEÑOR de los Ejércitos, cederá la estaca que estaba clavada en lugar firme; se romperá y caerá. La carga que se colgó de ella será destruida, porque el SEÑOR ha hablado”.

Profecía acerca de Tiro

23 Profecía acerca de Tiro: Lamenten, oh naves de Tarsis, porque Tiro es destruida hasta no quedar en ella casa ni lugar por donde entrar. Desde la tierra de Quitim le ha sido revelado.

Callen, oh moradores de la costa, mercaderes de Sidón, que cruzando el mar te han llenado. Por las muchas aguas venía el grano de Sijor, la cosecha del Nilo; era ganancia de la ciudad de Tiro, la cual era el mercado de las naciones.

Avergüénzate, oh Sidón, fortaleza del mar, porque el mar ha dicho: “Nunca estuve con dolores de parto ni di a luz ni crié jóvenes ni hice crecer vírgenes”.

Cuando la noticia llegue a Egipto, temblarán al escuchar acerca de Tiro. Pasen a Tarsis; lamenten, oh habitantes de la costa. ¿No era esta su ciudad alegre, cuyo origen es de gran antigüedad, cuyos pies la llevaron a residir en lugares lejanos? ¿Quién ha planeado esto contra Tiro, la que repartía coronas, cuyos mercaderes eran príncipes y cuyos comerciantes eran la nobleza del mundo? El SEÑOR de los Ejércitos lo ha planeado para abatir la soberbia de toda gloria y para echar por los suelos a todos los nobles de la tierra.

10 Labora[v] tu tierra como alrededor del Nilo, oh hija de Tarsis, porque ya no tendrás más puerto. 11 El SEÑOR ha extendido su mano sobre el mar y ha hecho temblar los reinos. El SEÑOR ha ordenado respecto a Canaán que sus fortificaciones sean destruidas. 12 Dijo: “No te divertirás más, oh virgen oprimida, hija de Sidón. Levántate para pasar a Quitim; pero aun allí no tendrás reposo”. 13 ¡He allí la tierra de los caldeos! Este es el pueblo que ni siquiera cuenta; Asiria la destinó para las fieras del desierto. Ellos levantaron sus torres de asedio; entonces desmantelaron sus palacios y la convirtieron en ruinas. 14 Lamenten, oh naves de Tarsis, porque su fortaleza es destruida.

15 Acontecerá en aquel día que Tiro será puesta en olvido durante setenta años, como los días de un rey. Después de los setenta años le sucederá a Tiro lo de la canción de la prostituta:

16 “Toma la lira y rodea la ciudad,

oh prostituta olvidada.

Toca bien y canta muchas canciones, para que se acuerden de ti”.

17 Acontecerá que al fin de los setenta años el SEÑOR visitará a Tiro. Ella volverá a su salario de prostituta y volverá a fornicar con los reinos del mundo sobre la faz de la tierra. 18 Pero su ganancia y su paga estarán consagradas al SEÑOR. No serán atesoradas ni acumuladas; porque sus mercancías serán para los que habiten delante del SEÑOR, para que coman hasta saciarse y se vistan de ropas finas.

Juicio de desolación en la tierra

24 He aquí que el SEÑOR devastará y arrasará la tierra. Trastornará su superficie y dispersará a sus habitantes. Al sacerdote le sucederá como a la gente del pueblo, al esclavo como a su señor, a la criada como a su señora, al que compra como al que vende, al que presta como al que toma prestado, al acreedor como al deudor. La tierra será del todo devastada y enteramente saqueada, porque el SEÑOR ha pronunciado esta palabra.

La tierra está de duelo, se reseca; el mundo languidece, se reseca. Languidecen los grandes del pueblo de la tierra. La tierra ha sido profanada por sus habitantes, porque han transgredido las leyes, han falseado el derecho y han quebrantado el pacto eterno. Por esta causa una maldición ha devorado la tierra, y los que la habitan son culpables. Por esta causa han disminuido los habitantes de la tierra, y quedan muy pocos seres humanos.

Languidece el vino nuevo. Se ha marchitado la vid. Gimen todos los que eran de alegre corazón. Cesó el regocijo de los tamboriles. Se acabó el bullicio de los que se divierten; cesó el regocijo de la lira. No beben el vino con canción; el licor es amargo a los que lo beben.

10 Quebrantada está la ciudad del caos; toda casa se ha cerrado para que nadie entre. 11 En las calles se oye el lamento por el vino. Todo gozo se oscurece; la alegría de la tierra ha sido desterrada. 12 En la ciudad ha quedado la desolación. Sus puertas han sido destrozadas con la ruina. 13 Pues ocurrirá en medio de la tierra, en medio de los pueblos, así como cuando se varea al olivo, y como rebuscos una vez acabada la vendimia.

14 Estos alzan su voz y cantan gozosos; a la majestad del SEÑOR aclaman desde el occidente. 15 Por tanto, glorifiquen al SEÑOR en el oriente, y al nombre del SEÑOR Dios de Israel en las costas del mar. 16 Desde el extremo de la tierra oímos salmos: “¡Gloria al Justo!”.

Pero yo dije: ¡Desdichado de mí, desdichado de mí! ¡Ay de mí! Los traidores han traicionado; los traidores han actuado con gran traición. 17 Terror, fosa y trampa hay contra ti, oh habitante de la tierra. 18 Acontecerá que el que huya del sonido del terror caerá en la fosa; y el que salga de la fosa será atrapado en la trampa. Porque se abrirán las ventanas de lo alto, y temblarán los cimientos de la tierra. 19 La tierra será completamente destrozada; la tierra será desmenuzada por completo; la tierra será derrumbada en gran manera. 20 La tierra se tambaleará del todo como un borracho. Se mecerá como una choza, y sobre ella pesará su rebelión. Caerá y no volverá a levantarse.

21 Acontecerá en aquel día que el SEÑOR castigará en lo alto al ejército de lo alto, y en la tierra a los reyes de la tierra. 22 Ellos serán agrupados como son agrupados los prisioneros en la mazmorra. En la cárcel quedarán encerrados y después de muchos días serán castigados. 23 La luna se avergonzará, y el sol se confundirá, porque el SEÑOR de los Ejércitos reinará en el monte Sion y en Jerusalén, y la gloria estará ante sus ancianos.

Alabanza por la victoria divina

25 ¡Oh SEÑOR, tú eres mi Dios!

Te exaltaré; alabaré tu nombre,

porque has hecho maravillas. Desde antaño tus designios son fieles

y verdaderos.

Tú has convertido la ciudad en

un montón de escombros;

la ciudad fortificada, en ruinas.

La ciudadela de los arrogantes[w] has trastornado;

nunca más será reedificada.

Por esto te glorificarán los pueblos fuertes, y te temerán las ciudades

de las naciones tiránicas.

Porque has sido fortaleza para el pobre, una fortaleza para el necesitado

en su aflicción,

protección en la tormenta y sombra

en el calor;

porque el ímpetu de los tiranos es como una tormenta contra el muro.

Como el calor en una tierra de sequedad, doblegarás el bullicio de los arrogantes[x]; como el calor bajo la sombra de la nube humillarás el cántico de los tiranos.

Sobre este monte el SEÑOR de los Ejércitos hará a todos los pueblos

un banquete de manjares,

un banquete de vinos añejos,

manjares suculentos y refinados vinos añejos.

Entonces sobre este monte destruirá

la cubierta con que están cubiertos todos los pueblos,

y el velo que está puesto sobre todas

las naciones.

Destruirá a la muerte para siempre,

y el SEÑOR Dios[y] enjugará toda

lágrima de todos los rostros.

Quitará la afrenta de su pueblo

de sobre toda la tierra,

porque el SEÑOR ha hablado.

Se dirá en aquel día:

“¡He aquí, este es nuestro Dios! En él hemos esperado, y él nos salvará: ¡Este es el SEÑOR! En él hemos esperado. ¡Gocémonos y alegrémonos

en su salvación!”.

10 Porque la mano del SEÑOR reposará sobre este monte,

y Moab será pisoteado debajo de él, como es pisoteado un montón de paja en el agua del muladar.

11 En medio de él extenderá sus manos, como las extiende el nadador para nadar. Pero él humillará su soberbia,

a pesar del movimiento de sus manos.

12 También abatirá tus altos

muros fortificados;

los derribará a tierra, hasta el polvo.

Cántico de los que guardan la fidelidad

26 En aquel día se cantará este cántico en la tierra de Judá:

Tenemos una ciudad fortificada;

Dios ha puesto la salvación

como muros y antemuros.

Abran las puertas,

y entrará la nación justa que guarda

la fidelidad.

Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera, porque en ti ha confiado.

Confíen en el SEÑOR para siempre, porque el SEÑOR[z] es la Roca

de la eternidad.

Pues él abatió a los que moraban

en lo alto;

humilló hasta la tierra a la

ciudad enaltecida;

la derribó hasta el polvo.

El pie la pisoteará,

los pies de los afligidos,

los pasos de los necesitados.

La rectitud es el camino para el justo. Tú, que eres recto,

allana la senda del justo.

Ciertamente, siguiendo el camino

de tus juicios

te hemos esperado, oh SEÑOR;

tu nombre y tu memoria son el deseo de nuestra[aa] alma.

Mi alma te espera en la noche; mientras haya aliento en mí, madrugaré a buscarte.

Porque cuando tus juicios

se manifiestan en la tierra,

los habitantes del mundo

aprenden justicia.

10 Aunque se le tenga piedad al impío,

no aprende justicia;

en tierra de rectitud hace iniquidad

y no considera la majestad del SEÑOR.

11 Oh SEÑOR, levantada está tu mano, pero ellos no la ven.

Que vean el celo por tu pueblo

y se avergüencen;

que también los consuma el fuego para tus enemigos.

12 Oh SEÑOR, tú estableces paz para nosotros,

porque también realizas por nosotros todas nuestras obras.

13 Oh SEÑOR, Dios nuestro,

otros amos aparte de ti se han enseñoreado de nosotros;

pero solo reconocemos tu nombre,

el tuyo.

14 Muertos son; no vivirán.

Han fallecido; no se levantarán. Porque tú los has castigado

y los has destruido;

has hecho perecer todo recuerdo de ellos.

15 Tú has engrandecido la nación,

oh SEÑOR;

has engrandecido la nación

y te has hecho glorioso.

Has ensanchado todas las fronteras del país.

16 Oh SEÑOR, te buscaban

en la tribulación;

cuando tu castigo caía sobre ellos, derramaban su oración.

17 Como la mujer encinta y cercana

a dar a luz

que se retuerce y grita en sus dolores,

así hemos sido delante de ti, oh SEÑOR.

18 Concebimos; tuvimos dolores de parto, pero fue como si diéramos a luz viento. Ninguna liberación hemos logrado

en la tierra,

ni han podido nacer los habitantes del mundo.

19 Tus muertos volverán a vivir; los cadáveres se levantarán.

¡Despierten y canten,

oh moradores del polvo!

Porque tu rocío es como rocío de luces,

y la tierra dará a luz a sus fallecidos.

20 Anda, oh pueblo mío,

entra en tus habitaciones;

cierra tras de ti tus puertas.

Escóndete por un breve momento hasta que pase la ira.

21 Porque he aquí que el SEÑOR sale

de su lugar,

para castigar la maldad de los habitantes de la tierra contra él.

La tierra dejará ver su sangre derramada; no encubrirá más a sus asesinados.

27 En aquel día el SEÑOR castigará

con su espada dura, grande y fuerte,

al Leviatána, la serpiente furtiva,

al Leviatána, la serpiente tortuosa;

y matará también al monstruo que está en el mar.

“En aquel día esta será la viña hermosa. ¡Cántenle!

Yo, el SEÑOR, la guardo.

A cada momento la riego;

y para que nadie la dañe, de día

y de noche la guardo.

Ya no hay furor en mí.

¿Quién pondrá contra mí espinos

y cardos en batalla?

Yo irrumpiré contra ellos

y los quemaré a una,

salvo que se acoja a mi amparo

y haga la paz conmigo.

¡Que conmigo haga la paz!”.

El Señor perdona y recoge a su pueblo

Vendrá el día en que Jacob echará raíces; Israel echará botones y dará flores. Y llenarán la superficie del mundo con su fruto. ¿Acaso lo ha herido a la manera del que lo hirió? ¿Acaso ha sido muerto a la manera de los que lo mataron[ab]? Con expulsión, enviándola lejos, tú contendiste contra ella. Tú la apartaste con tu recio viento en el día del solano.

De esta manera, será perdonada la iniquidad de Jacob, y esto eliminará su pecado: que él ponga todas las piedras del altar como piedras de cal desmenuzadas, de modo que no vuelvan a levantar árboles rituales de Asera ni altares de incienso. 10 Ciertamente la ciudad fortificada ha quedado solitaria; la morada, abandonada y dejada como un desierto. Allí pasta el becerro; allí se recuesta y consume sus ramas. 11 Cuando sus ramas se secan, son quebradas; luego las mujeres vienen y las hacen arder. Porque este es un pueblo sin entendimiento. Por tanto, su Hacedor no tendrá de él misericordia; el que lo formó no se compadecerá.

12 Pero sucederá en aquel día que el SEÑOR golpeará con vara, desde la corriente del Río hasta el arroyo de Egipto. Y ustedes, oh hijos de Israel, serán recogidos uno por uno. 13 Sucederá en aquel día que se tocará una gran corneta, y vendrán los que habían estado perdidos en la tierra de Asiria y los que habían sido desterrados en la tierra de Egipto. Entonces adorarán al SEÑOR en el monte santo, en Jerusalén.

Lamento por la ruina de Samaria

28 ¡Ay de la corona de soberbia de los borrachos de Efraín y de la flor marchita de la hermosura de su gloria, que está sobre la cabeza de los que se glorían de la abundanciac, de los aturdidos por el vino! He aquí que viene de parte del SEÑOR alguien que es fuerte y poderoso. Derriba a tierra con fuerza, como tormenta de granizo y tempestad destructora, como tormenta de recias aguas que inundan. Con los pies será pisoteada la corona de soberbia de los borrachos de Efraín. Y la flor marchita de la hermosura de su gloria, que está sobre la cabeza de los que se glorían de la abundanciac, será como la fruta temprana, antes del verano, la cual cuando alguien la ve, se la traga tan pronto como la tiene en su mano.

Amonestación a los gobernantes

En aquel día el SEÑOR de los Ejércitos será corona de hermosura y diadema de gloria para el remanente de su pueblo. Él será espíritu de justicia para el que preside el juicio, y de valor para los que vuelven el ataque hasta las puertas de la ciudad.

Pero también estos han errado a causa del vino, y han divagado a causa del licor. El sacerdote y el profeta han errado a causa del licor; han sido confundidos a causa del vino. Han divagado a causa del licor; han errado en su visión y han titubeado en sus decisiones. Todas las mesas están llenas de vómito repugnante, hasta no quedar lugar limpio.

Dicen: “¿A quién enseñará conocimiento, o a quién hará entender el mensaje? ¿A los que recién han sido destetados? ¿A los que recién han sido quitados de los pechos? 10 Porque mandato tras mandato, mandato tras mandato; línea tras línea, línea tras línea; un poquito allí, un poquito allí…”.

11 ¡Ciertamente, con balbuceo de labios y en otro idioma hablará Dios a este pueblo! 12 A ellos había dicho: “Este es el reposo; den reposo al cansado. Este es el lugar de descanso”. Pero ellos no quisieron escuchar. 13 Por lo cual, la palabra del SEÑOR para ellos será: “Mandato tras mandato, mandato tras mandato; línea tras línea, línea tras línea; un poquito allí, un poquito allí; para que vayan y caigan de espaldas y sean quebrantados, atrapados y apresados”.

14 Así que, oh escarnecedores que gobiernan este pueblo en Jerusalén, escuchen la palabra del SEÑOR. 15 Porque han dicho: “Hemos realizado un pacto con la muerte; con el Seol hemos hecho un convenio. Cuando pase el torrente arrollador, no llegará a nosotros; porque hemos puesto al engaño como nuestro refugio, y en la mentira nos hemos escondido”.

16 Por tanto, así ha dicho el SEÑOR Dios[ac]: “He aquí que yo pongo como cimiento en Sion una piedra, una piedra probada. Una preciosa piedra angular es puesta como cimiento. El que crea no se apresure[ad]. 17 Pondré el derecho por cordel y la justicia por plomada. El granizo barrerá el refugio del engaño, y las aguas inundarán su escondrijo. 18 Entonces su pacto con la muerte será anulado, y su convenio con el Seol no prevalecerá. Cuando pase el torrente arrollador serán aplastados por él. 19 Cada vez que pase, los arrebatará; porque pasará mañana tras mañana, de día y de noche. Entonces entender el mensaje solo traerá terror”.

20 La cama es demasiado corta para estirarse sobre ella, y la manta es demasiado estrecha para envolverse en ella. 21 Porque el SEÑOR se levantará como en el monte Perazim[ae], y se enardecerá como en el valle de Gabaón[af], para hacer su obra, su rara obra; para hacer su trabajo, su extraño trabajo.

22 Ahora pues, no sigan haciendo escarnio, para que no se aprieten más sus ataduras. Porque he oído, de parte del SEÑOR Dios[ag] de los Ejércitos, que sobre toda la tierra ha sido decretada la destrucción.

Parábola del labrador

23 Estén atentos y escuchen mi voz; presten atención y escuchen mi dicho: 24 ¿Acaso para sembrar el labrador solo ara, rompe y deshace los terrones de tierra durante todo el día? 25 Después de haber emparejado la superficie, ¿no esparce el eneldo, arroja el comino y pone el trigo en franjas, la cebada en su lugar y el centeno en el borde?

26 Su Dios le enseña y lo instruye en cuanto a lo que es correcto: 27 que el eneldo no se trilla con el trillo ni sobre el comino se hace rodar la rueda de la carreta; sino que el eneldo se golpea con un palo y el comino con una vara. 28 Por cierto, no se muele el grano indefinidamente ni se lo trilla sin fin. Pero haciendo pasar la rueda de la carreta, lo esparce[ah] y no lo tritura. 29 También esto procede del SEÑOR de los Ejércitos, maravilloso en designios y grande en logros.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

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