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Bible in 90 Days

An intensive Bible reading plan that walks through the entire Bible in 90 days.
Duration: 88 days
Nueva Biblia de las Américas (NBLA)
Version
Lucas 10:1-20:19

Jesús envía a los setenta

10 Después de esto, el Señor(A) designó a otros setenta[a], y los envió de dos en dos(B) delante de Él(C), a toda ciudad y lugar adonde Él había de ir. Y les decía: «La cosecha es mucha, pero los obreros pocos; rueguen, por tanto, al Señor de la cosecha que envíe obreros a Su cosecha(D). Vayan; miren que los envío como corderos en medio de lobos(E). (F)No lleven bolsa, ni alforja[b], ni sandalias; y a nadie saluden por el camino.

»En cualquier casa que entren, primero digan: “Paz a esta casa”. Y si hay allí un hijo de paz, la paz de ustedes reposará sobre él; pero si no, se volverá a ustedes. Permanezcan entonces en esa casa[c], comiendo y bebiendo lo que les den[d]; porque el obrero es digno de su salario(G). No se pasen de casa en casa. En cualquier ciudad donde entren y los reciban, coman lo que les sirvan(H); sanen a los enfermos que haya en ella, y díganles: “Se ha acercado a ustedes el reino de Dios(I)”.

10 »Pero en cualquier ciudad donde entren, y no los reciban, salgan a sus calles, y digan: 11 “Hasta el polvo de su ciudad que se pega a nuestros pies, nos lo sacudimos en protesta contra ustedes(J); pero sepan esto: que el reino de Dios se ha acercado(K)”. 12 Les digo que en aquel día será más tolerable el castigo para Sodoma que para aquella ciudad(L).

13 »¡(M) Ay de ti Corazín! ¡Ay de ti Betsaida! Porque si los milagros[e] que se hicieron entre ustedes hubieran sido hechos en Tiro y Sidón, hace tiempo que se hubieran arrepentido sentados en cilicio y ceniza(N) . 14 Por eso, en el juicio será más tolerable el castigo para Tiro y Sidón(O)que para ustedes. 15 Y tú, Capernaúm(P), ¿acaso serás elevada hasta los cielos? ¡Hasta el Hades[f]serás hundida(Q)!

16 »El que a ustedes escucha, me escucha a Mí(R) , y el que a ustedes rechaza, me rechaza a Mí; y el que me rechaza a Mí, rechaza al que me envió(S) ».

Regreso de los setenta

17 Los setenta[g] regresaron con gozo, diciendo: «Señor, hasta los demonios se nos sujetan en Tu nombre(T)». 18 Y Él les dijo: «Yo veía a Satanás(U)caer del cielo como un rayo. 19 Miren, les he dado autoridad para pisotear sobre serpientes(V)y escorpiones, y sobre todo el poder del enemigo, y nada les hará daño. 20 Sin embargo, no se regocijen en esto, de que los espíritus se les sometan, sino regocíjense de que sus nombres están escritos en los cielos(W)».

Jesús se regocija

21 (X)En aquella misma hora Jesús se regocijó mucho en el Espíritu Santo, y dijo: «Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque ocultaste estas cosas a sabios y a inteligentes, y las revelaste a niños. Sí, Padre, porque así fue de Tu agrado. 22 Todas las cosas me han sido entregadas(Y)por Mi Padre, y nadie sabe quién es el Hijo sino el Padre, ni quién es el Padre sino el Hijo(Z), y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar».

23 (AA)Volviéndose hacia los discípulos, les dijo aparte: «Dichosos los ojos que ven lo que ustedes ven; 24 porque les digo que muchos profetas y reyes desearon ver lo que ustedes ven, y no lo vieron, y oír lo que ustedes oyen, y no lo oyeron».

Pregunta sobre la vida eterna

25 (AB)Cierto intérprete de la ley[h] se levantó, y para poner[i] a prueba a Jesús(AC) dijo: «Maestro, ¿qué haré para heredar la vida eterna?». 26 Y Jesús le dijo: «¿Qué está escrito en la ley? ¿Qué[j]lees en ella?».

27 Respondiendo él, dijo: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu fuerza, y con toda tu mente, y a tu prójimo como a ti mismo(AD)». 28 Entonces Jesús le dijo: «Has respondido correctamente; haz esto y vivirás(AE)». 29 Pero queriendo él justificarse a sí mismo(AF), dijo a Jesús: «¿Y quién es mi prójimo?».

Parábola del buen samaritano

30 Jesús le respondió: «Cierto hombre bajaba de Jerusalén(AG)a Jericó, y cayó en manos de salteadores, los cuales después de despojarlo y de darle golpes, se fueron, dejándolo medio muerto. 31 Por casualidad cierto sacerdote bajaba por aquel camino, y cuando lo vio, pasó por el otro lado del camino. 32 Del mismo modo, también un levita, cuando llegó al lugar y lo vio, pasó por el otro lado del camino.

33 »Pero cierto samaritano(AH) , que iba de viaje, llegó adonde él estaba; y cuando lo vio, tuvo compasión. 34 Acercándose, le vendó sus heridas, derramando aceite y vino sobre ellas; y poniéndolo sobre su propia cabalgadura, lo llevó a un mesón y lo cuidó.

35 »Al día siguiente, sacando dos denarios[k] se los dio al mesonero, y dijo: “Cuídelo, y todo lo demás que gaste, cuando yo regrese se lo pagaré”. 36 ¿Cuál de estos tres piensas tú que demostró ser prójimo del que cayó en manos de los salteadores?». 37 El intérprete de la ley respondió: «El que tuvo misericordia de él». «Ve y haz tú lo mismo», le dijo Jesús.

Jesús visita a Marta y a María

38 Mientras iban ellos de camino, Jesús entró en cierta aldea; y una mujer llamada Marta(AI) lo recibió en su casa. 39 Ella tenía una hermana que se llamaba María(AJ), que[l] sentada a los pies del Señor, escuchaba Su palabra(AK). 40 Pero Marta(AL) se preocupaba con todos los preparativos[m]. Y acercándose a Él, le dijo: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude».

41 El Señor le respondió: «Marta, Marta(AM), tú estás preocupada y molesta por tantas cosas(AN); 42 pero una sola cosa es necesaria[n](AO), y[o]María(AP)ha escogido la parte buena, la cual no le será quitada».

Jesús enseña sobre la oración

11 Aconteció que estando Jesús orando en cierto lugar, cuando terminó, le dijo uno de Sus discípulos: «Señor, enséñanos a orar, así como Juan enseñó también a sus discípulos». (AQ)Y Él les dijo: «Cuando oren, digan:

[p] Padre, santificado sea Tu nombre.
Venga Tu reino.
-”Danos hoy[q] el pan nuestro de cada día[r](AR) .
-”Y perdónanos nuestros pecados,
Porque también nosotros perdonamos a todos los que nos deben(AS) .
Y no nos metas[s] en tentación”».

También les dijo: «Supongamos que uno de ustedes[t]tiene un amigo, y va a él a medianoche y le dice: “Amigo, préstame tres panes, porque un amigo mío ha llegado de viaje a mi casa, y no tengo nada que ofrecerle[u]”; y aquel, respondiendo desde adentro, le dice: “No me molestes; la puerta ya está cerrada, y mis hijos y yo estamos acostados[v]; no puedo levantarme para darte nada”. Les digo que aunque no se levante a darle algo por ser su amigo, no obstante, por su importunidad(AT)se levantará y le dará cuanto necesite.

»Así que Yo les digo: (AU) pidan, y se les dará; busquen, y hallarán; llamen, y se les abrirá. 10 Porque todo el que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.

11 »O supongan que a uno de ustedes que es padre, su hijo le pide[w] pan, ¿acaso le dará una piedra? O si le pide un[x] pescado, ¿acaso le dará una serpiente en lugar del pescado? 12 O si le[y]pide un huevo, ¿acaso le dará un escorpión? 13 Pues si ustedes siendo malos, saben dar buenas dádivas a sus hijos, ¿cuánto más su Padre celestial[z]dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan(AV)?».

Jesús y Beelzebú

14 (AW)Jesús estaba echando fuera un demonio que era mudo, y cuando el demonio salió, el mudo habló; y las multitudes se maravillaron. 15 Pero algunos de ellos dijeron: «Él echa fuera los demonios por Beelzebú(AX), príncipe de los demonios(AY)».

16 Y otros, para poner[aa] a prueba a Jesús, demandaban de Él una señal[ab](AZ) del cielo. 17 (BA)Pero conociendo Él sus pensamientos, les dijo: «Todo reino dividido contra sí mismo es asolado; y una casa dividida contra sí misma[ac], se derrumba. 18 Y si también Satanás(BB)está dividido contra sí mismo, ¿cómo permanecerá en pie su reino? Porque ustedes dicen que Yo echo fuera demonios por Beelzebú(BC). 19 Y si Yo echo fuera demonios por Beelzebú(BD), ¿por quién los echan fuera los hijos de ustedes? Por tanto, ellos serán sus jueces. 20 Pero si Yo por el dedo de Dios(BE)echo fuera los demonios, entonces el reino de Dios ha llegado(BF)a ustedes.

21 »Cuando un[ad] hombre fuerte, bien armado, custodia su palacio, sus bienes están seguros[ae] . 22 Pero cuando uno más fuerte que él lo ataca y lo vence, le quita todas sus armas en las cuales había confiado y distribuye su botín. 23 El que no está a Mi lado, contra Mí está; y el que a Mi lado no recoge, desparrama(BG).

24 (BH)Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, pasa por lugares áridos buscando descanso; y al no hallarlo, dice: “Volveré a mi casa de donde salí”. 25 Y al llegar, la encuentra barrida y arreglada. 26 Entonces va y toma consigo otros siete espíritus peores que él, y entrando, moran allí; y el estado final de aquel hombre resulta peor que el primero».

La verdadera dicha

27 Mientras Jesús decía estas cosas, una de las mujeres en la multitud alzó la voz y dijo: «¡Dichosa la matriz[af] que te concibió[ag] y los senos que te criaron(BI)!». 28 «Al contrario», le contestó Jesús, «dichosos los que oyen la palabra de Dios y la guardan(BJ)».

La gente demanda señal

29 Como la multitud se aglomeraba, Jesús comenzó a decir: «(BK)Esta generación es una generación perversa; busca señal(BL), y ninguna señal se le dará, sino la señal de Jonás. 30 Porque de la misma manera que Jonás vino a ser una señal(BM)para los ninivitas, así también lo será el Hijo del Hombre para esta generación.

31 »La Reina del Sur se levantará en el juicio con los hombres de esta generación y los condenará, porque ella vino desde los confines de la tierra para oír la sabiduría de Salomón(BN) ; y miren, algo más grande que Salomón está aquí. 32 Los hombres de Nínive se levantarán en el juicio con esta generación y la condenarán, porque ellos se arrepintieron con la predicación de Jonás(BO); y miren, algo más grande que Jonás está aquí.

La lámpara del cuerpo

33 »Nadie, cuando enciende una lámpara, la pone en un sótano ni debajo de una vasija, sino sobre el candelero, para que los que entren vean la luz(BP) . 34 (BQ)La lámpara de tu cuerpo es tu ojo; cuando tu ojo está sano[ah], también todo tu cuerpo está lleno de luz; pero cuando está malo, también tu cuerpo está lleno de oscuridad. 35 Mira, pues, que la luz que en ti hay no sea oscuridad. 36 Así que, si todo tu cuerpo está lleno de luz, sin tener parte alguna en tinieblas, estará totalmente iluminado como cuando la lámpara te alumbra con sus rayos».

Jesús denuncia a los fariseos y a los intérpretes de la ley

37 Cuando terminó de hablar, un fariseo le rogó* que comiera con él; y Jesús entró y se sentó[ai] a la mesa. 38 El fariseo al ver esto, se sorprendió de que Jesús no se hubiera lavado[aj] primero antes de comer, según el ritual judío(BR).

39 Pero el Señor(BS) le dijo: «Ahora bien, ustedes los fariseos limpian lo de afuera del vaso y del plato; pero por dentro están llenos[ak]de robo y de maldad(BT). 40 Necios(BU), el que hizo lo de afuera, ¿no hizo también lo de adentro? 41 Den más bien lo que está dentro[al]como obra de caridad(BV), y entonces[am]todo les será limpio(BW).

42 »Pero ¡ay de ustedes, fariseos! Porque pagan el diezmo de(BX) la menta y la ruda y toda clase de hortaliza, y sin embargo pasan por alto la justicia y el amor de Dios; pero esto es lo que debían haber practicado sin descuidar lo otro(BY) . 43 ¡Ay de ustedes, fariseos! Porque aman los primeros asientos en las sinagogas y los saludos respetuosos en las plazas(BZ). 44 ¡Ay de ustedes! Porque son como sepulcros(CA)que no se ven, sobre los que andan los hombres sin saberlo».

45 Respondiendo uno de los intérpretes de la ley[an](CB), le dijo*: «Maestro, cuando dices esto, también a nosotros nos insultas». 46 Y Él dijo: «¡Ay también de ustedes, intérpretes de la ley(CC)! Porque cargan a los hombres con cargas difíciles de llevar, y ustedes ni siquiera tocan las cargas con uno de sus dedos(CD). 47 ¡Ay de ustedes! Porque edifican los sepulcros de[ao]los profetas(CE), y fueron los padres de ustedes quienes los mataron. 48 De modo que son testigos, y aprueban las acciones de sus padres; porque ellos los mataron y ustedes edifican sus sepulcros.

49 »(CF) Por eso la sabiduría de Dios también dijo: “Les enviaré profetas y apóstoles(CG) , y de ellos, matarán a algunos y perseguirán[ap] a otros, 50 para que la sangre de todos los profetas, derramada desde la fundación del mundo(CH), se le cargue[aq]a esta generación. 51 Desde la sangre de Abel(CI)hasta la sangre de Zacarías(CJ), que pereció entre el altar y la casa de Dios. Sí, les digo que le será cargada[ar]a esta generación”.

52 »¡Ay de ustedes, intérpretes de la ley(CK) ! Porque han quitado la llave del conocimiento. Ustedes mismos no entraron, y a los que estaban entrando se lo impidieron(CL) ».

53 Cuando salió de allí, los escribas y los fariseos comenzaron a acosar en gran manera, y a interrogar minuciosamente a Jesús sobre muchas cosas, 54 tramando contra Él(CM) para ver si lo podían atrapar en algo que dijera[as](CN).

Advertencia contra la hipocresía

12 Entre tanto, una multitud de miles y miles[at] se había reunido, tanto que se atropellaban[au] unos a otros. Jesús comenzó a hablar primero a Sus discípulos: «Cuídense de la levadura de los fariseos(CO), que es la hipocresía. (CP)Nada hay encubierto que no haya de ser revelado, ni oculto que no haya de saberse. Por lo cual, todo lo que han dicho en la oscuridad se oirá a la luz, y lo que han susurrado[av]en las habitaciones interiores, será proclamado desde las azoteas(CQ).

»Así que Yo les digo, amigos Míos(CR) : no teman a los que matan el cuerpo, y después de esto no tienen nada más que puedan hacer. Pero Yo les mostraré a quién deben temer: teman(CS)a Aquel que, después de matar, tiene poder para arrojar al infierno[aw](CT); sí, les digo: ¡A Él, teman! ¿No se venden cinco pajarillos[ax]por dos moneditas(CU)? Y sin embargo, ni uno de ellos está olvidado ante Dios. Es más, aun los cabellos de la cabeza de ustedes están todos contados(CV). No teman; ustedes valen más que muchos pajarillos.

»Les digo, que a todo el que me[ay] confiese delante de los hombres, el Hijo del Hombre lo[az] confesará también ante los ángeles de Dios(CW) ; pero el que me niegue delante[ba]de los hombres, será negado(CX)delante[bb]de los ángeles de Dios(CY). 10 Y a todo el que diga una palabra contra el Hijo del Hombre, se le perdonará; pero al que blasfeme contra el Espíritu Santo, no se le perdonará(CZ).

11 »Cuando los lleven a las sinagogas(DA) y ante los gobernantes y las autoridades, no se preocupen(DB) de cómo o de qué hablarán en defensa propia, o qué van a decir; 12 porque el Espíritu Santo en esa misma hora les enseñará lo que deben decir(DC)».

Advertencia contra la avaricia

13 Uno de la multitud le dijo: «Maestro, dile a mi hermano que divida la herencia conmigo». 14 «¡Hombre(DD)!», le dijo Jesús, «¿Quién me ha puesto por juez o árbitro sobre ustedes?». 15 También les dijo: «Estén atentos y cuídense de toda forma de avaricia; porque aun cuando alguien tenga abundancia, su vida no consiste en sus bienes(DE)».

16 Entonces les contó una parábola: «La tierra de cierto hombre rico había producido mucho. 17 Y él pensaba dentro de sí: “¿Qué haré, ya que no tengo dónde almacenar mis cosechas?”. 18 Entonces dijo: “Esto haré: derribaré mis graneros y edificaré otros más grandes, y allí almacenaré todo mi grano y mis bienes. 19 Y diré a mi alma: alma, tienes muchos bienes depositados para muchos años; descansa, come, bebe, diviértete(DF)”. 20 Pero Dios le dijo: “¡Necio(DG)! Esta misma noche te reclaman el alma(DH); y ahora, ¿para quién será lo que has provisto(DI)?”. 21 Así es el que acumula tesoro para sí, y no es rico para con Dios(DJ)».

Advertencia contra la ansiedad

22 A Sus discípulos Jesús les dijo: «(DK)Por eso les digo que no se preocupen por su vida[bc], qué comerán; ni por su cuerpo, qué vestirán. 23 Porque la vida es más que el alimento, y el cuerpo más que la ropa. 24 Consideren los cuervos, que ni siembran ni siegan; no tienen bodega ni granero(DL), y sin embargo, Dios los alimenta(DM). ¡Cuánto más valen ustedes que las aves! 25 ¿Quién de ustedes, por ansioso que esté, puede añadir una hora[bd]al curso de su vida[be](DN)? 26 Si ustedes, pues, no pueden hacer algo tan pequeño, ¿por qué se preocupan por lo demás?

27 »Consideren los lirios, cómo crecen[bf] ; no trabajan ni hilan. Pero les digo que ni Salomón en toda su gloria(DO) se vistió como uno de estos. 28 Y si Dios viste así la hierba del campo, que hoy es y mañana es echada al horno, ¡cuánto más hará por ustedes, hombres de poca fe(DP)!

29 »Ustedes, pues no busquen qué han de comer, ni qué han de beber, y no estén preocupados(DQ) . 30 Porque los pueblos del mundo buscan ansiosamente todas estas cosas; pero el Padre de ustedes sabe que necesitan estas cosas. 31 Pero busquen Su reino, y estas cosas les serán añadidas(DR).

32 »No temas(DS) , rebaño pequeño(DT) , porque el Padre de ustedes ha decidido[bg](DU) darles el reino. 33 Vendan sus posesiones y den limosnas; háganse bolsas que no se deterioran, un tesoro en los cielos(DV)que no se agota, donde no se acerca ningún ladrón ni la polilla destruye(DW). 34 Porque donde esté el tesoro de ustedes, allí también estará su corazón(DX).

Parábola de los siervos vigilantes

35 »Estén siempre preparados[bh](DY) y mantengan las lámparas encendidas(DZ) , 36 y sean semejantes a hombres que esperan a su señor que regresa de las bodas, para abrirle tan pronto como llegue y llame. 37 Dichosos aquellos siervos a quienes el señor, al venir, halle velando(EA); en verdad les digo que se ceñirá para servir(EB), y los sentará[bi]a la mesa, y acercándose, les servirá. 38 Y ya sea que venga en la segunda vigilia[bj], o aun en la tercera[bk](EC), y los halla así, dichosos son aquellos siervos.

39 »(ED) Ustedes pueden estar seguros de[bl] que si el dueño de la casa hubiera sabido a qué hora iba a venir el ladrón, no hubiera permitido que entrara en[bm] su casa(EE) . 40 También ustedes estén preparados, porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no esperan[bn](EF)».

Parábola del siervo fiel y del infiel

41 Entonces Pedro dijo: «Señor, ¿nos dices esta parábola a nosotros, o también a todos los demás(EG)?».

42 El Señor(EH) respondió: «¿(EI)Quién es, pues, el mayordomo fiel y prudente a quien su señor pondrá sobre sus siervos[bo](EJ)para que a su tiempo les dé sus raciones? 43 Dichoso aquel siervo(EK)a quien, cuando su señor venga, lo encuentre haciendo así. 44 En verdad les digo que lo pondrá sobre todos sus bienes. 45 Pero si aquel siervo dice en su corazón: “Mi señor tardará[bp]en venir”, y empieza a golpear a los criados y a las criadas, y a comer, a beber y a embriagarse, 46 el señor de aquel siervo llegará un día, cuando él no lo espera y a una hora que no sabe, y lo azotará severamente[bq], y le asignará un lugar[br]con los incrédulos.

47 »Y aquel siervo que sabía la voluntad de su señor, y que no se preparó ni obró conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes(EL) ; 48 pero el que no la sabía(EM), e hizo cosas que merecían castigo[bs], será azotado poco. A todo el que se le haya dado mucho, mucho se demandará de él; y al que mucho le han confiado, más le exigirán(EN).

Jesús, causa de división

49 »Yo he venido[bt] para echar fuego sobre la tierra, y ¡cómo quisiera que ya estuviera[bu] encendido! 50 Pero de un bautismo(EO)tengo que ser bautizado, y ¡cómo me angustio hasta que se cumpla! 51 ¿(EP)Piensan que vine a dar paz en la tierra? No, les digo, sino más bien división. 52 Porque desde ahora en adelante, cinco en una casa estarán divididos; tres contra dos y dos contra tres. 53 Estarán divididos el padre contra el hijo y el hijo contra el padre; la madre contra la hija y la hija contra la madre; la suegra contra su nuera y la nuera contra su suegra(EQ)».

Cómo discernir el tiempo

54 Decía también a las multitudes: «Cuando ven una nube que se levanta en el oeste, al instante ustedes dicen: “Viene un aguacero”, y así sucede(ER). 55 Y cuando sopla el viento del sur, dicen: “Va a hacer calor(ES)”, y así pasa. 56 ¡Hipócritas! Saben examinar el aspecto de la tierra y del cielo; entonces, ¿por qué[bv]no examinan este tiempo presente(ET)?

57 »¿Y por qué no juzgan por sí mismos(EU) lo que es justo? 58 (EV)Porque mientras vas con tu adversario para comparecer ante el magistrado, procura en el camino arreglarte con él[bw], no sea que te arrastre ante el juez, y el juez te entregue al guardia, y el guardia te eche en la cárcel. 59 Te digo que no saldrás de allí hasta que hayas pagado aun el último centavo(EW)».

Arrepiéntanse o perecerán

13 En esa misma ocasión había allí algunos que contaron a Jesús acerca de los galileos cuya sangre Pilato(EX) había mezclado[bx] con la de sus sacrificios. Él les respondió: «¿Piensan que estos galileos eran más pecadores(EY)que todos los demás galileos, porque sufrieron esto? Les digo que no; al contrario, si ustedes no se arrepienten, todos perecerán igualmente. ¿O piensan que aquellos dieciocho, sobre los que cayó la torre en Siloé(EZ)y los mató, eran más deudores[by](FA)que todos los hombres que habitan en Jerusalén? Les digo que no; al contrario, si ustedes no se arrepienten, todos perecerán igualmente».

Parábola de la higuera estéril

Entonces Jesús les dijo esta parábola: «Cierto hombre tenía una higuera plantada en su viña; y fue a buscar fruto de ella y no lo halló(FB). Y dijo al viñador: “Mira, hace tres años que vengo a buscar fruto en esta higuera, y no lo hallo. Córtala(FC). ¿Por qué ha de cansar la tierra?”. El viñador le respondió: “Señor, déjala por este año todavía, hasta que yo cave alrededor de ella, y le eche abono, y si da fruto el año que viene, bien; y si no, córtala”».

Jesús hace un milagro en día de reposo

10 Jesús estaba enseñando en una de las sinagogas un día de reposo(FD), 11 y había allí una mujer que durante dieciocho años había tenido una enfermedad causada por un espíritu(FE); estaba encorvada, y de ninguna manera se podía enderezar. 12 Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: «Mujer, has quedado libre de tu enfermedad».

13 Y puso las manos sobre ella(FF), y al instante se enderezó y glorificaba a Dios(FG). 14 Pero el oficial de la sinagoga(FH), indignado porque Jesús había sanado en día de reposo(FI), reaccionó diciendo[bz] a la multitud: «Hay seis días en los cuales se debe trabajar(FJ); vengan, pues, en esos días y sean sanados, y no en día de reposo».

15 Entonces el Señor(FK) le respondió: «Hipócritas, ¿no desata cada uno de ustedes su buey o su asno del pesebre en día de reposo(FL)y lo lleva a beber? 16 Y esta, que es hija de Abraham(FM), a la que Satanás ha tenido atada durante dieciocho largos años(FN), ¿no debía ser libertada de esta ligadura en el día de reposo?».

17 Al decir Él esto, todos Sus adversarios se avergonzaban, pero toda la multitud se regocijaba(FO) por todas las cosas gloriosas hechas por Él.

Parábola del grano de mostaza

18 Entonces Jesús (FP)decía: «¿A qué es semejante el reino de Dios y con qué lo compararé(FQ)? 19 Es semejante a un grano de mostaza que un hombre tomó y echó en su huerto; y creció y se hizo árbol, y las aves del cielo anidaron en sus ramas».

Parábola de la levadura

20 Y volvió a decir: «¿A qué compararé el reino de Dios(FR)? 21 (FS)Es semejante a la levadura que una mujer tomó y escondió en tres medidas (39 litros) de harina hasta que todo quedó fermentado».

La puerta estrecha

22 Pasaba Jesús por ciudades y aldeas, enseñando, mientras proseguía camino a Jerusalén(FT). 23 Alguien le preguntó: «Señor, ¿son pocos los que se salvan?». Y Él les dijo:

24 «Esfuércense por entrar por la puerta estrecha(FU) , porque les digo que muchos tratarán de entrar y no podrán. 25 Después que el dueño de la casa se levante y cierre la puerta(FV), y ustedes, estando fuera, comiencen a llamar a la puerta, diciendo: “Señor, ábrenos(FW)”. Él respondiendo, les dirá: “No sé de dónde son(FX)”. 26 Entonces comenzarán a decir(FY): “Comimos y bebimos en Tu presencia, y enseñaste en nuestras calles”; 27 y Él dirá: “Les digo que no sé de dónde son(FZ); apártense de Mí, todos los que hacen iniquidad(GA)”.

28 »Allí será el llanto y el crujir de dientes(GB) cuando vean a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, pero ustedes echados fuera. 29 Y vendrán del oriente y del occidente, del norte y del sur, y se sentarán[ca]a la mesa en el reino de Dios(GC). 30 Por tanto, hay últimos que serán primeros, y hay primeros que serán últimos(GD)».

Lamento sobre Jerusalén

31 En ese momento llegaron unos fariseos y dijeron a Jesús: «Sal y vete de aquí, porque Herodes(GE) te quiere matar». 32 Y Él les dijo: «Vayan y díganle a ese zorro: “Yo expulso demonios, y hago curaciones hoy y mañana, y al tercer día cumplo Mi propósito[cb](GF)”. 33 Sin embargo, debo seguir Mi camino, hoy, mañana y pasado mañana(GG); porque no puede ser que un profeta(GH)muera fuera de Jerusalén.

34 »¡(GI) Jerusalén, Jerusalén, la que mata a los profetas y apedrea a los que le son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina a sus pollitos debajo de sus alas(GJ) , y no quisiste! 35 Por tanto, la casa de ustedes se les deja desierta[cc]; y les digo que no me verán más, hasta que llegue el tiempo en que digan: “Bendito el que viene en nombre del Señor(GK)”».

Jesús sana otra vez en día de reposo

14 Y aconteció que un día de reposo, Jesús entró para comer en casa de uno de los principales de los fariseos[cd], y ellos lo estaban observando cuidadosamente(GL). Y allí[ce], frente a Él, estaba un hombre hidrópico. Dirigiéndose[cf] Jesús a los intérpretes de la ley[cg](GM) y a los fariseos, les dijo: «¿Es lícito sanar en el día de reposo, o no(GN)?».

Pero ellos guardaron silencio. Y Él, tomando al hombre de la mano, lo sanó y lo despidió. Y a ellos les dijo: «¿A quién de ustedes, si se le cae un hijo[ch]o un buey en un hoyo en día de reposo, no lo saca inmediatamente(GO)?».

Y no le pudieron responder a esto(GP).

Lección sobre la humildad

Jesús comenzó a referir una parábola a los invitados, cuando advirtió cómo escogían los lugares de honor en la mesa(GQ): «Cuando seas invitado por alguien a un banquete de bodas, no tomes[ci]el lugar de honor(GR), no sea que él haya invitado a otro más distinguido que tú, y viniendo el que te invitó a ti y a él, te diga: “Dale el lugar a este”; y entonces, avergonzado(GS), tengas que irte al[cj]último lugar. 10 Sino que cuando seas invitado, ve y siéntate[ck]en el último lugar, para que cuando llegue el que te invitó, te diga: “Amigo, ven más adelante[cl](GT)”; entonces serás honrado delante de todos los que se sientan[cm]a la mesa contigo. 11 Porque todo el que se engrandece, será humillado; y el que se humille será engrandecido(GU)».

12 Jesús dijo también al que lo había convidado: «Cuando ofrezcas una comida o una cena, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a tus vecinos ricos, no sea que ellos a su vez también te conviden y tengas ya tu[cn]recompensa. 13 Antes bien, cuando ofrezcas un banquete, llama a pobres, mancos[co], cojos, ciegos, 14 y serás bienaventurado[cp], ya que ellos no tienen para recompensarte; pues tú serás recompensado en la resurrección de los justos(GV)».

Parábola de la gran cena

15 Cuando uno de los que estaban sentados[cq] con Él a la mesa oyó esto, le dijo: «¡Bienaventurado[cr] todo el que coma pan en el reino de Dios(GW)!». 16 (GX)Pero Jesús le dijo: «Cierto hombre dio una gran cena, e invitó a muchos. 17 A la hora de la cena envió a su siervo a decir a los que habían sido invitados: “Vengan, porque ya todo está preparado”. 18 Pero todos a una comenzaron a excusarse. El primero le dijo: “He comprado un terreno[cs]y necesito ir a verlo; te ruego que me excuses”. 19 Otro dijo: “He comprado cinco yuntas de bueyes y voy a probarlos; te ruego que me excuses”. 20 También otro dijo: “Me he casado, y por eso no puedo ir(GY)”.

21 »Cuando el siervo regresó, informó de todo esto a su señor. Entonces, enojado el dueño de la casa, dijo a su siervo: “Sal enseguida por las calles y callejones de la ciudad, y trae acá a los pobres, los mancos[ct] , los ciegos y los cojos”. 22 Y el siervo dijo: “Señor, se ha hecho lo que usted ordenó, y todavía hay lugar”. 23 Entonces el señor dijo al siervo: “Sal a los caminos y por los cercados, y oblígalos a entrar para que se llene mi casa. 24 Porque les digo que ninguno de aquellos hombres que fueron invitados probará mi cena”».

El costo del discipulado

25 Grandes multitudes acompañaban a Jesús; y Él, volviéndose, les dijo: 26 «Si alguien viene a Mí, y no aborrece a su padre y madre, a su mujer e hijos, a sus hermanos y hermanas, y aun hasta su propia vida, no puede ser Mi discípulo(GZ). 27 El que no carga su cruz y me sigue, no puede ser Mi discípulo(HA).

28 »Porque, ¿quién de ustedes, deseando edificar una torre, no se sienta primero y calcula el costo, para ver si tiene lo suficiente para terminarla? 29 No sea que cuando haya echado los cimientos y no pueda terminar, todos los que lo vean comiencen a burlarse de él, 30 diciendo: “Este hombre comenzó a edificar y no pudo terminar”.

31 »¿O qué rey, cuando sale al encuentro de otro rey para la batalla, no se sienta primero y delibera si con 10,000 hombres es bastante fuerte para enfrentarse al que viene contra él con 20,000(HB) ? 32 Y si no, cuando el otro todavía está lejos, le envía una delegación[cu]y pide condiciones de paz. 33 Así pues, cualquiera de ustedes que no renuncie a todas sus posesiones, no puede ser Mi discípulo(HC).

34 »Por tanto, buena es la sal, pero si aún la sal ha perdido su sabor, ¿con qué será sazonada(HD) ? 35 No es útil ni para la tierra ni para el montón de abono; la arrojan fuera. El que tenga oídos para oír, que oiga(HE)».

Parábola de la oveja perdida

15 Todos los recaudadores de impuestos[cv](HF) y los pecadores se acercaban para oír a Jesús. Y los fariseos y los escribas murmuraban: «Este recibe a los pecadores y come con ellos(HG)».

Entonces Jesús les dijo esta parábola: «¿(HH)Qué hombre de ustedes, si tiene cien ovejas y una de ellas se pierde, no deja las noventa y nueve en el campo[cw]y va tras la que está perdida hasta que la halla? Al encontrarla, la pone sobre sus hombros, gozoso. Cuando llega a su casa, reúne a los amigos y a los vecinos, diciéndoles: “Alégrense conmigo, porque he hallado mi oveja que se había perdido”. Les digo que de la misma manera, habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente que por noventa y nueve justos que no necesitan arrepentimiento.

Parábola de la moneda perdida

»¿O qué mujer, si tiene diez monedas de plata[cx] y pierde una moneda, no enciende una lámpara y barre la casa y busca con cuidado hasta hallarla? Cuando la encuentra, reúne a las amigas y vecinas, diciendo: “Alégrense conmigo porque he hallado la moneda que había perdido”. 10 De la misma manera, les digo, hay gozo en la presencia de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente(HI)».

Parábola del hijo pródigo

11 Jesús añadió: «Cierto hombre tenía dos hijos; 12 y el menor de ellos le dijo al padre: “Padre, dame la parte de la hacienda que me corresponde(HJ)”. Y él les repartió sus bienes[cy](HK). 13 No muchos días después, el hijo menor, juntándolo todo, partió a un país lejano, y allí malgastó su hacienda viviendo perdidamente.

14 »Cuando lo había gastado todo, vino una gran hambre en aquel país, y comenzó a pasar necesidad. 15 Entonces fue y se acercó[cz]a uno de los ciudadanos de aquel país, y él lo mandó a sus campos a apacentar cerdos. 16 Y deseaba llenarse el estómago[da]de[db]las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba nada. 17 Entonces, volviendo en sí, dijo: “¡Cuántos de los trabajadores de mi padre tienen pan de sobra, pero yo aquí perezco de hambre! 18 Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: ‘Padre, he pecado contra el cielo y ante ti; 19 ya no soy digno de ser llamado hijo tuyo; hazme como uno de tus trabajadores’”».

20 «Levantándose, fue a su padre. Cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y sintió compasión por él, y corrió, se echó sobre su cuello y lo besó[dc](HL) . 21 Y el hijo le dijo: “Padre, he pecado contra el cielo y ante ti; ya no soy digno de ser llamado hijo tuyo[dd]”. 22 Pero el padre dijo a sus siervos: “Pronto; traigan la mejor ropa y vístanlo(HM); pónganle un anillo en su mano(HN)y sandalias en los pies. 23 Traigan el becerro engordado, mátenlo, y comamos y regocijémonos; 24 porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y ha sido hallado(HO)”. Y comenzaron a regocijarse.

25 »Su hijo mayor estaba en el campo, y cuando vino y se acercó a la casa, oyó música y danzas. 26 Llamando a uno de los criados, le preguntó qué era todo aquello. 27 Y él le dijo: “Tu hermano ha venido, y tu padre ha matado el becerro engordado, porque lo ha recibido sano y salvo”.

28 »Entonces él se enojó y no quería entrar. Salió su padre y le rogaba que entrara. 29 Pero él le dijo al padre: “Mira, por tantos años te he servido y nunca he desobedecido ninguna orden tuya, y sin embargo, nunca me has dado un cabrito para regocijarme con mis amigos; 30 pero cuando vino este hijo tuyo, que ha consumido tus bienes[de]con rameras(HP), mataste para él el becerro engordado”. 31 Y su padre le dijo: “Hijo mío, tú siempre has estado[df]conmigo, y todo lo mío es tuyo. 32 Pero era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este, tu hermano, estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y ha sido hallado(HQ)”».

El mayordomo infiel

16 Decía también Jesús a los discípulos: «Había cierto hombre rico que tenía un mayordomo; y este fue acusado ante él de derrochar sus bienes(HR). Entonces lo llamó y le dijo: “¿Qué es esto que oigo acerca de ti? Rinde cuentas de tu administración, porque no puedes ser más mayordomo”. Y el mayordomo se dijo a sí mismo: “¿Qué haré? Pues mi señor me quita la administración. No tengo fuerzas para cavar, y me da vergüenza mendigar. Ya sé[dg]lo que haré, para que cuando se me destituya de la administración algunos me reciban en sus casas”.

»Llamando a cada uno de los deudores de su señor, dijo al primero: “¿Cuánto le debes a mi señor?”. Y él dijo: “Cien barriles (3,700 litros) de aceite”. Él mayordomo le dijo: “Toma tu factura, siéntate pronto y escribe cincuenta”. Después dijo a otro: “Y tú, ¿cuánto debes?”. Y él respondió: “Cien medidas (unos 37,000 litros) de trigo”. Él mayordomo le dijo*: “Toma tu factura y escribe ochenta”.

»El señor elogió al mayordomo injusto porque había procedido con sagacidad, pues los hijos de este siglo(HS) son más sagaces en las relaciones con sus semejantes[dh] que los hijos de la luz(HT) . Pero Yo les digo: háganse amigos por medio de las riquezas[di](HU)injustas(HV), para que cuando les falten, los reciban en las moradas eternas(HW).

10 »El que es fiel en lo muy poco, es fiel también en lo mucho(HX) ; y el que es injusto en lo muy poco, también es injusto en lo mucho. 11 Por tanto, si no han sido fieles en el uso de las riquezas[dj]injustas(HY), ¿quién les confiará las riquezas verdaderas? 12 Y si no han sido fieles en el uso de lo ajeno, ¿quién les dará lo que es de ustedes[dk]? 13 Ningún siervo[dl]puede servir a dos señores, porque o aborrecerá a uno y amará al otro, o se apegará a uno y despreciará al otro. No pueden servir a Dios y a las riquezas[dm](HZ)».

Los fariseos y la ley

14 Los fariseos, que eran amantes del dinero(IA), oían todas estas cosas y se burlaban de Él(IB). 15 Y Jesús les dijo: «Ustedes son los que se justifican a sí mismos(IC)ante los hombres, pero Dios conoce sus corazones(ID), porque lo que entre los hombres es de alta estima, abominable es delante de Dios.

16 »La ley y los profetas se proclamaron hasta Juan(IE) ; desde entonces se anuncian las buenas nuevas del reino de Dios(IF) , y todos se esfuerzan por entrar en él. 17 Pero es más fácil que el cielo y la tierra pasen, que un ápice[dn]de la ley deje de cumplirse[do](IG).

18 »Todo el que se divorcia de[dp] su mujer y se casa con otra, comete adulterio; y el que se casa con la que está divorciada del[dq] marido, comete adulterio(IH) .

El rico y Lázaro

19 »Había cierto hombre rico que se vestía de púrpura y lino fino, celebrando cada día fiestas con esplendidez. 20 Y un pobre llamado Lázaro que se tiraba en el suelo a su puerta(II)cubierto de llagas, 21 ansiaba saciarse de las migajas que caían de la mesa del rico; además, hasta los perros venían y le lamían las llagas.

22 »Sucedió que murió el pobre y fue llevado por los ángeles al seno(IJ) de Abraham; y murió también el rico y fue sepultado. 23 En el Hades[dr](IK)el rico alzó[ds]sus ojos, estando en tormentos, y vio* a Abraham a lo lejos, y a Lázaro en su seno. 24 Y gritando, dijo: “Padre Abraham(IL), ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua y refresque mi lengua, pues estoy en agonía en esta llama(IM)”.

25 »Pero Abraham le dijo: “Hijo, recuerda que durante tu vida recibiste tus bienes(IN) , y Lázaro, igualmente, males; pero ahora él es consolado aquí, y tú estás en agonía. 26 Además de[dt]todo esto, hay un gran abismo puesto entre nosotros y ustedes, de modo que los que quieran pasar de aquí a ustedes no pueden, y tampoco nadie puede[du]cruzar de allá a nosotros”.

27 »Entonces él dijo: “Te ruego, pues, padre, que lo envíes a la casa de mi padre, 28 pues tengo cinco hermanos, de modo que él los prevenga[dv](IO), para que ellos no vengan también a este lugar de tormento”. 29 Pero Abraham dijo*: “Ellos tienen a Moisés y a los profetas(IP); que los oigan a ellos”. 30 Y el rico contestó: “No, padre Abraham(IQ), sino que si alguien va a ellos de entre los muertos, se arrepentirán”. 31 Pero Abraham le contestó: “Si no escuchan a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán si alguien se levanta de entre los muertos”».

Advertencias a los discípulos

17 Jesús dijo a Sus discípulos: «Es inevitable que vengan tropiezos[dw], pero ¡ay de aquel por quien vienen(IR)! Mejor le sería si se le colgara una piedra de molino al cuello y fuera arrojado al mar, que hacer tropezar a uno de estos pequeños(IS). ¡Tengan cuidado[dx]! Si tu hermano peca, repréndelo(IT); y si se arrepiente, perdónalo. Y si peca contra ti siete veces al día, y vuelve a ti siete veces, diciendo: “Me arrepiento”, perdónalo[dy](IU)».

La fe y el servicio

Los apóstoles(IV) dijeron al Señor(IW): «¡Auméntanos la fe!». Entonces el Señor(IX) dijo: «Si tuvieran fe como un grano de mostaza(IY), dirían a este sicómoro(IZ): “Desarráigate y plántate en el mar”, y les obedecería[dz].

»¿Quién de ustedes tiene un siervo arando o pastoreando ovejas, y cuando regresa del campo, le dice: “Ven enseguida y siéntate[ea] a comer”? ¿No le dirá más bien: “Prepárame algo para cenar, y vístete[eb]adecuadamente, y sírveme(JA)hasta que haya comido y bebido; y después[ec]comerás y beberás tú”? ¿Acaso le da las gracias al siervo porque hizo lo que se le ordenó? 10 Así también ustedes, cuando hayan hecho todo lo que se les ha ordenado, digan: “Siervos inútiles somos; hemos hecho solo lo que debíamos haber hecho”».

Los diez leprosos

11 Aconteció que mientras Jesús iba camino a Jerusalén(JB), pasaba entre[ed] Samaria(JC) y Galilea, 12 y al entrar en cierta aldea, le salieron al encuentro diez hombres leprosos, que se pararon a distancia(JD), 13 y gritaron: «¡Jesús, Maestro(JE)! ¡Ten misericordia de nosotros!».

14 Cuando Él los vio, les dijo: «Vayan y muéstrense a los sacerdotes(JF)». Y sucedió que mientras iban, quedaron limpios. 15 Entonces uno de ellos, al ver que había sido sanado, se volvió glorificando a Dios(JG) en alta voz. 16 Cayó sobre su rostro a los pies de Jesús, y le dio gracias; y este era samaritano(JH). 17 Jesús le preguntó: «¿No fueron diez los que quedaron limpios? Y los otros nueve, ¿dónde están? 18 ¿No hubo ninguno que regresara[ee]a dar gloria a Dios(JI), excepto este extranjero?». 19 Entonces le dijo: «Levántate y vete; tu fe te ha sanado[ef](JJ)».

Llegada del reino de Dios

20 Habiendo preguntado los fariseos a Jesús cuándo vendría el reino de Dios(JK), Él les respondió: «El reino de Dios no viene con señales(JL)visibles[eg], 21 ni dirán: “¡Miren, aquí está!” o: “¡Allí(JM)está!”. Porque, el reino de Dios está entre[eh]ustedes».

22 Y a los discípulos les dijo: «Vendrán días(JN)cuando ustedes ansiarán ver uno de los días del Hijo del Hombre, y no lo verán. 23 Y les dirán: “¡Miren allí! ¡Miren aquí!”. No vayan, ni corran tras ellos(JO). 24 Porque como el relámpago al fulgurar resplandece desde un extremo[ei]del cielo hasta el otro extremo[ej]del cielo, así será el Hijo del Hombre en Su día(JP). 25 Pero primero es necesario que Él padezca mucho y sea rechazado por esta generación(JQ).

26 »(JR) Tal como ocurrió en los días de Noé(JS) , así será también en los días del Hijo del Hombre. 27 Comían, bebían, se casaban y se daban en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, y vino el diluvio y los destruyó a todos.

28 »Fue lo mismo que[ek] ocurrió en los días de Lot(JT) : comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, construían; 29 pero el día en que Lot salió de Sodoma, llovió fuego y azufre del cielo y los destruyó a todos.

30 »Lo mismo[el] acontecerá el día en que el Hijo del Hombre sea revelado(JU) . 31 En ese día, el que esté en la azotea y tenga sus bienes en casa, no descienda a llevárselos; y de igual modo, el que esté en el campo no vuelva atrás(JV). 32 Acuérdense de la mujer de Lot(JW). 33 Todo el que procure preservar su vida[em], la perderá; y todo el que la pierda, la conservará(JX). 34 Les digo que en aquella noche dos estarán en una cama; uno será tomado y el otro será dejado. 35 Dos mujeres estarán moliendo en el mismo lugar; una será tomada y la otra será dejada(JY). 36 [en]Dos estarán en el campo; uno será tomado y el otro será dejado(JZ)».

37 Respondiendo ellos, le dijeron*: «¿Dónde, Señor?». Y Él les dijo: «Donde esté el cuerpo, allí también se juntarán los buitres[eo](KA)».

Parábola de la viuda y el juez injusto

18 Jesús les contó una parábola para enseñarles que ellos debían orar(KB) en todo tiempo, y no desfallecer(KC): «Había en cierta ciudad un juez que ni temía a Dios ni respetaba a hombre alguno(KD). También había en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él constantemente, diciendo: “Hágame usted justicia de mi adversario”. Por algún tiempo el juez no quiso, pero después dijo para sí: “Aunque ni temo a Dios, ni respeto a hombre alguno(KE), sin embargo, porque esta viuda me molesta(KF), le haré justicia; no sea que por venir continuamente me agote la paciencia[ep](KG)”».

El Señor(KH) dijo: «Escuchen lo que dijo* el juez injusto. ¿Y no hará Dios justicia(KI)a Sus escogidos(KJ), que claman a Él día y noche? ¿Se tardará mucho en responderles?[eq](KK) Les digo que pronto les hará justicia. No obstante, cuando el Hijo del Hombre venga, ¿hallará fe[er](KL)en la tierra?».

Parábola del fariseo y el publicano

Dijo también Jesús esta parábola a unos que confiaban en sí mismos(KM) como justos, y despreciaban a los demás(KN): 10 «Dos hombres subieron al templo a orar(KO); uno era fariseo y el otro recaudador de impuestos[es]. 11 El fariseo puesto en pie, oraba(KP)para sí de esta manera: “Dios, te doy gracias porque no soy como los demás hombres: estafadores, injustos, adúlteros; ni aun como este recaudador de impuestos. 12 Yo ayuno(KQ)dos veces por semana; doy el diezmo de todo lo que gano(KR)”. 13 Pero el recaudador de impuestos, de pie(KS)y a cierta distancia, no quería ni siquiera alzar los ojos al cielo(KT), sino que se golpeaba el pecho(KU), diciendo: “Dios, ten piedad de[et]mí, pecador”.

14 »Les digo que este descendió a su casa justificado pero aquel no; porque todo el que se engrandece será humillado, pero el que se humilla será engrandecido(KV) ».

Jesús y los niños

15 (KW)Y traían a Jesús aun a los niños muy pequeños para que los tocara. Al ver esto los discípulos, los reprendían. 16 Pero Jesús, llamándolos a su lado, dijo: «Dejen que los niños vengan a Mí, y no se lo impidan, porque de los que son como estos[eu]es el reino de Dios. 17 En verdad les digo, que el que no recibe el reino de Dios como un niño, no entrará en él(KX)».

El joven rico

18 (KY)Cierto hombre prominente[ev] le preguntó a Jesús: «Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?».

19 Jesús le respondió: «¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno, sino solo uno, Dios. 20 Tú sabes los mandamientos: “No cometas adulterio, no mates, no hurtes, no des falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre(KZ)”». 21 «Todo esto lo he guardado desde mi juventud», dijo el hombre.

22 Cuando Jesús oyó esto, le dijo: «Te falta todavía una cosa; vende todo lo que tienes y reparte entre los pobres, y tendrás tesoro en los cielos(LA); y ven, sígueme(LB)». 23 Pero al oír esto, se puso muy triste, pues era sumamente rico.

24 Mirándolo Jesús, dijo: «¡Qué difícil es que entren en el reino de Dios los que tienen riquezas(LC)! 25 Porque es más fácil que un camello pase[ew]por el ojo de una aguja, que el que un rico entre en el reino de Dios(LD)». 26 Los que oyeron esto, dijeron: «¿Y quién podrá salvarse?». 27 «Lo imposible para los hombres es posible para Dios(LE)», respondió Jesús.

28 Y Pedro dijo: «Nosotros hemos dejado todo[ex] y te hemos seguido(LF)». 29 Entonces Él les contestó: «En verdad les digo, que no hay nadie que haya dejado casa, o mujer, o hermanos, o padres o hijos por la causa del reino de Dios(LG), 30 que no reciba muchas veces más en este tiempo, y en el siglo venidero(LH), la vida eterna».

Jesús anuncia Su muerte por tercera vez

31 (LI)Tomando aparte a los doce discípulos, Jesús les dijo: «Miren, subimos a Jerusalén(LJ), y se cumplirán todas las cosas que están escritas por medio de los profetas acerca del Hijo del Hombre(LK). 32 Pues será entregado a los gentiles, y será objeto de burla, afrentado y escupido(LL); 33 y lo azotarán, y después lo matarán, y al tercer día resucitará». 34 Pero ellos no comprendieron nada de esto. Este dicho les estaba encubierto(LM), y no entendían lo que se les decía.

Curación de un ciego

35 (LN)Aconteció que al acercarse Jesús a Jericó, un ciego estaba sentado junto al camino mendigando(LO). 36 Al oír que pasaba una multitud, preguntaba qué era aquello. 37 Y le informaron que pasaba Jesús de Nazaret. 38 Entonces gritó: «¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí(LP)!».

39 Y los que iban delante lo reprendían para que se callara, pero él gritaba mucho más: «¡Hijo de David, ten misericordia de mí(LQ)!». 40 Jesús se detuvo y[ey] ordenó que lo trajeran; y cuando estuvo cerca, le preguntó: 41 «¿Qué deseas que haga por ti?». «Señor, que recobre la vista», contestó el ciego. 42 Jesús entonces le dijo: «Recibe[ez]la vista, tu fe te ha sanado[fa](LR)».

43 Al instante recobró la vista y lo seguía glorificando a Dios(LS). Cuando toda la gente vio aquello, dieron gloria a Dios(LT).

Zaqueo

19 Cuando Jesús entró en Jericó, pasaba por la ciudad(LU). Y un hombre llamado[fb] Zaqueo, que era jefe de los recaudadores de impuestos[fc] y era rico, trataba de ver quién era Jesús, pero no podía a causa de la multitud, ya que Zaqueo era de pequeña estatura. Corriendo delante, se subió a un árbol sicómoro y así lo podría ver(LV), porque Jesús estaba a punto de pasar por allí.

Cuando Jesús llegó al lugar, miró hacia arriba y le dijo: «Zaqueo, date prisa y desciende, porque hoy debo quedarme en tu casa». Entonces él se apresuró a descender y lo recibió con gozo[fd]. Al ver esto, todos murmuraban: «Ha ido a hospedarse con[fe] un hombre pecador».

Pero Zaqueo, puesto en pie, dijo a Jesús(LW): «Señor, la mitad de mis bienes daré a los pobres, y si en algo he defraudado(LX) a alguien, se lo restituiré cuadruplicado(LY)». «Hoy ha venido la salvación a esta casa», le dijo Jesús, «ya que él también es hijo de Abraham(LZ); 10 porque el Hijo del Hombre ha venido a buscar y a salvar lo que se había perdido(MA)».

Parábola de las minas

11 Estando ellos oyendo estas cosas, Jesús continuó diciendo una parábola, porque Él estaba cerca de Jerusalén(MB) y ellos pensaban que el reino de Dios iba a aparecer(MC) de un momento a otro. 12 Por eso dijo: «(MD)Cierto hombre de familia noble fue a un país lejano a recibir un reino para sí y después volver. 13 Llamando a diez de sus siervos, les repartió diez minas[ff]y les dijo: “Negocien con esto hasta que yo regrese[fg]”. 14 Pero sus ciudadanos lo odiaban, y enviaron una delegación tras él, diciendo: “No queremos que este reine sobre nosotros”.

15 »Y al regresar él, después de haber recibido el reino, mandó llamar a su presencia a aquellos siervos a los cuales había dado el dinero, para saber lo que habían ganado negociando[fh] . 16 Se presentó el primero, diciendo: “Señor, su moneda se ha multiplicado diez veces”. 17 Y él le dijo: “Bien hecho, buen siervo, puesto que has sido fiel en lo muy poco(ME), ten autoridad sobre diez ciudades”. 18 Entonces vino el segundo, diciendo: “Su moneda, señor, se ha multiplicado cinco veces”. 19 Dijo también a este: “Y tú vas a estar[fi]sobre cinco ciudades”.

20 »Y vino otro, diciendo: “Señor, aquí está su moneda, que he tenido guardada en un pañuelo; 21 pues a usted le tenía miedo, porque es un hombre exigente, que recoge lo que no depositó y siega lo que no sembró”. 22 Él le contestó*: “Siervo inútil[fj], por tus propias palabras[fk]te voy a juzgar. ¿Sabías que yo soy un hombre exigente, que recojo lo que no deposité y siego lo que no sembré? 23 Entonces, ¿por qué no pusiste mi dinero en el banco, y al volver yo, lo hubiera recibido con los intereses?”. 24 Y dijo a los que estaban presentes: “Quítenle la moneda y dénsela al que tiene las diez monedas”. 25 Ellos le dijeron: “Señor, él ya tiene diez monedas”. 26 Les digo, que a cualquiera que tiene, más le será dado, pero al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará(MF). 27 Pero a estos mis enemigos, que no querían que reinara sobre ellos(MG), tráiganlos acá y mátenlos delante de mí(MH)».

La entrada triunfal

28 Habiendo dicho esto, Jesús iba delante, subiendo hacia Jerusalén(MI).

29 (MJ)Cuando se acercó a Betfagé y a Betania(MK), cerca del monte que se llama de los Olivos[fl](ML), envió a dos de los discípulos, 30 diciéndoles: «Vayan a la aldea que está enfrente, en la cual, al entrar, encontrarán un pollino atado sobre el cual nunca se ha montado nadie[fm]; desátenlo y tráiganlo. 31 Y si alguien les pregunta: “¿Por qué lo desatan?”, de esta manera hablarán: “Porque el Señor lo necesita”».

32 Entonces los enviados fueron y lo encontraron como Él les había dicho. 33 Mientras desataban el pollino, sus dueños[fn] les dijeron: «¿Por qué desatan el pollino?». 34 Les respondieron: «Porque el Señor lo necesita». 35 Lo trajeron a Jesús, (MM)y echando sus mantos sobre el pollino, pusieron a Jesús sobre él. 36 Y mientras Él iba avanzando, tendían sus mantos por el camino.

37 Cuando ya se acercaba, junto a la bajada del monte de los Olivos(MN), toda la multitud de los discípulos, regocijándose, comenzó a alabar a Dios(MO) a gran voz por todas las maravillas[fo] que habían visto, 38 diciendo:

«¡Bendito(MP) el Rey que viene en el nombre del Señor(MQ)!
¡Paz en el cielo y gloria en las alturas(MR)!».

39 Entonces algunos de los fariseos de entre la multitud le dijeron(MS): «Maestro, reprende a Tus discípulos». 40 Pero Él respondió: «Les digo que si estos se callan, las piedras clamarán(MT)».

Jesús llora sobre Jerusalén

41 Cuando Jesús se acercó, al ver la ciudad, lloró sobre ella(MU), 42 diciendo: «¡Si tú también hubieras sabido en este día lo que conduce a la paz! Pero ahora está oculto a tus ojos. 43 Porque sobre ti vendrán días, cuando[fp]tus enemigos echarán terraplén delante de ti(MV), te sitiarán y te acosarán por todas partes(MW). 44 Te derribarán a tierra, y a tus hijos dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra(MX), porque no conociste el tiempo de tu visitación(MY)».

Jesús echa a los mercaderes del templo

45 (MZ)Entrando Jesús en el templo, comenzó a echar fuera a los que vendían, 46 diciéndoles: «Escrito está: “Mi casa será casa de oración(NA)pero ustedes la han hecho cueva de ladrones(NB)”».

Jesús enseña en el templo

47 Jesús enseñaba diariamente en el templo(NC). Pero los principales sacerdotes, los escribas y los más prominentes del pueblo procuraban matar a Jesús(ND); 48 y no encontraban la manera de hacerlo[fq], porque todo el pueblo estaba pendiente de Él, escuchando lo que decía.

La autoridad de Jesús puesta en duda

20 (NE)Aconteció que en uno de los días, cuando Jesús enseñaba a la gente en el templo(NF) y anunciaba[fr] el evangelio(NG), se enfrentaron a Él los principales sacerdotes y los escribas con los ancianos(NH), y le dijeron: «Dinos, ¿con qué autoridad haces estas cosas, o quién te dio esta autoridad?».

Jesús les respondió: «Yo también les haré una pregunta[fs]; quiero que me digan: El bautismo de Juan, ¿era del cielo o de los hombres?». Y ellos razonaban entre sí, diciendo: «Si decimos: “Del cielo”, Él dirá: “¿Por qué no le creyeron?”. Pero si decimos: “De los hombres”, todo el pueblo nos matará a pedradas, pues están convencidos de que Juan era un profeta(NI)».

Y respondieron que no sabían de dónde era. Jesús entonces les dijo: «Tampoco Yo les diré[ft]con qué autoridad hago estas cosas».

Parábola de los labradores malvados

(NJ)Entonces comenzó a contar al pueblo esta parábola: «Un hombre plantó una viña, y la arrendó a labradores, y se fue de viaje por mucho tiempo. 10 Al tiempo de la vendimia envió un siervo a los labradores para que le dieran parte del fruto de la viña; pero los labradores, después de golpearlo, lo enviaron con las manos vacías. 11 Volvió a enviar otro siervo; y ellos también a este, después de golpearlo y ultrajarlo, lo enviaron con las manos vacías. 12 Después envió un tercero; y a este también lo hirieron y echaron fuera.

13 »Entonces el dueño[fu] de la viña dijo: “¿Qué haré? Enviaré a mi hijo amado; quizá a él lo respetarán(NK) ”. 14 Pero cuando los labradores lo vieron, razonaron entre sí, diciendo: “Este es el heredero; vamos a matarlo para que la heredad sea nuestra”. 15 Y arrojándolo fuera de la viña, lo mataron. Por tanto, ¿qué les hará el dueño de la viña? 16 Vendrá y destruirá a estos labradores, y dará la viña a otros(NL)». Y cuando ellos oyeron esto, dijeron: «¡Nunca suceda tal cosa(NM)!».

17 Pero Él, mirándolos fijamente, dijo: «Entonces, ¿qué quiere decir[fv]esto que está escrito:

La piedra que desecharon los constructores(NN) ,
Esa, en piedra angular[fw] se ha convertido(NO) ”?

18 Todo el que caiga sobre esa piedra será hecho pedazos; y sobre quien ella caiga, lo esparcirá como polvo(NP) ».

El pago del impuesto a César

19 Los escribas y los principales sacerdotes procuraron arrestar a Jesús(NQ) en aquella misma hora, porque comprendieron que contra ellos había dicho esta parábola; pero temieron al pueblo.

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